martes, 24 de noviembre de 2009

EL GENIO DE CERVANTES



EL GENIO DE CERVANTES

©Giuseppe Isgró C.

Cervantes es un profundo conocedor del alma humana; ha plasmado en su obra un contenido de valores universales y una sabiduría de vida que, a la vez que sirve de entretenimiento para sus lectores, constituye un alimento cultural y espiritual para personas de todas las edades y en todos los niveles.

Cada generación va descubriendo, en el Quijote, nuevos valores y enseñanzas acordes con la época y, sin importar la cuantía del tiempo que pueda transcurrir, siempre será una fuente efectiva de inspiración.

-¿Dónde asimiló Cervantes ese grado de profunda y esencial sabiduría?

Recordemos que, a lo sumo, pasó dos años en la Universidad de Salamanca, -lo cual no es totalmente seguro-, por lo que su formación se reduce al contacto tardío con algunos insignes maestros, como Francisco del Bayo, que le dio clases de Gramática, y Juan López de Hoyos, insigne humanista que contribuyó extensamente en su instrucción, fungiendo, además, de asesor literario de Cervantes, quien se percató, rápidamente, de su dotes poéticas razón por la cual incluyó cuatro poemas suyos en una antología que editara en honor de doña Isabel de Valois; aparte de eso, es autodidacta.

Se observa en Cervantes un conocimiento amplio de las obras de Hermes Trismegisto, Orfeo, Homero, Hesiodo, Plutarco, Raimundo Lull, Alfonso X El Sabio, Don Manuel, -autor de El Conde Lucanor-, Dante, Petrarca, Boccaccio, -a quien emula en sus novelas cortas, que son auténticos cuentos, destacando, al igual que el autor del Decamerón, la dignidad del ser humano, capaz de sobreponerse, con buen estado de ánimo, a todas las pruebas de la vida-, Marco Aurelio, Séneca, Cicerón, Tito Livio, Herodoto, Tucidides, Jenofonte, Anacreonte de Teos, Eurípedes, Esquilo, Sófocles, Aristófanes, Demóstenes, Platón, Aristóteles, Esopo, Babrio, Horacio, Tácito, Apuleyo, Ovidio, Virgilio, Heliodoro, Plotino, Teofrasto, Erasmo, Chaucer, Hernando Colón, Mahoma, Juan de Mena, Averróes, Maimonides, Ibn Azam, Ben Alarif de Almería, Ibn Arabi, Ibn Jaldun, Fernando de Rojas, León Hebreo, Juan de la Cruz, Teresa de Jesús, -de quien escribe un poema sobre sus Éxtasis-, y tantos otros, entre ellos, todos los de caballería existentes en la época.

De Platón, Cervantes emula su estilo en los diálogos; es importante recordar que todo el Quijote es un coloquio constante entre Alonso Quijano y Sancho Panza, cuya habilidad, con certeza, desarrollara en su experiencia como autor de obras teatrales.

Pese a ser el Quijote una novela, -la primera en las letras castellanas-, es el único escritor, en la historia, en tener un éxito análogo al del filósofo ateniense con este género literario tan exigente como lo es el diálogo.

Su estadía en Italia contribuyó en ampliar su visión de la cultura universal, entrando en contacto con los principales autores del Renacimiento y destacadas personalidades de la época. En toda la obra Cervantina se observa la mente abierta a todos los temas y aspectos relevantes de la vida, reconociendo los méritos de las diferentes naciones cuya cultura y personajes estudia y asimilando sus elementos esenciales, mostrándose, además, muy generoso en elogiar las virtudes literarias de sus contemporáneos, como lo hace con Lope de Vega y otros, pese a la falta de reciprocidad de las partes opuestas.

La fuente principal de la grandeza ideal de la obra cervantina es la propia vida de Cervantes, su experiencia recabada de las múltiples pruebas existenciales y el palpar del temple del alma española de su época, en lo que tiene de grandeza, -y, en determinado grado, su polo opuesto-, así como adquiriendo una amplia visión de la historia de España y del resto del mundo y siendo un lector asiduo de los clásicos de todos los tiempos y países, su cultura llegó a ser realmente universal.

José Ortega y Gasset, en su libro Meditaciones del Quijote, destaca: -“La reabsorción de la circunstancia es el destino concreto del hombre”,lo cual es aplicable a Cervantes, quien, con la asimilación de su experiencia al afrontar las peculiaridades de su vida, para luego devolverlas sublimizadas a la realidad de la sociedad mediante las propias obras, con sus triunfos en variados grados, -incluyendo las eventuales ausencia de ellos- y la manera optimista como las afronta, siempre, impone sobre la realidad un nuevo modelo o paradigma existencial.

Esto mismo asevera Julián Marías, cundo dice: -“El hombre personaliza y modifica, convirtiendo en mundo la mera circunstancia, cuando proyecta sobre ella sus realizaciones, humanizándola”-.

Los personajes centrales de la obra principal de Cervantes son Alonso Quijano, alías Don Quijote y Sancho Panza; éste representa el sentido común, la percepción objetiva de la vida, la normalidad de las personas y a la inmensa mayoría de los seres humanos; aquel es el símbolo de la trascendencia de la normalidad y de lo objetivo, alcanzando la percepción idealizada de la vida, de la realidad, que el común de los seres ven como locura y anormalidad. Ambos personajes van influyéndose uno con el otro, hasta el punto en que, ambos roles se van suplantando recíprocamente, y al final de la obra, cuando Don Quijote recupera la cordura, y vuelve a la sensatez de la vida, descubriendo la bondad como carácter esencial del género humano, -al igual que lo hiciera Mencio, discípulo de la escuela de Confucio, en la enunciación de las cuatro virtudes-,Sancho Panza, cuyo ideal caballeresco había abrazado y compartido con Alonso Quijano, y que ahora ya se había transformado en un ser más quijotesco que el propio Don Quijote, no se resigna a volver a la realidad de la vida, sino en vivir de acuerdo a ideal elevado que le guiara a través de su fascinante aventura, efecto equivalente que, sin duda alguna, se produce en la inmensa mayoría de los lectores de tan genial y original obra de la literatura universal.

El paso de la normalidad a la trascendencia, elevándose de acuerdo con los ideales de los valores universales, como practica de todas las virtudes, que para la inmensa mayoría, en primera instancia ven como algo inhabitual, y de la trascendencia, con la visión ampliada, perfeccionada y con renovado entusiasmo, volver a la “normalidad” de la vida diaria, para afrontar con éxito la objetividad de las pruebas existenciales, que precisan toda la atención de la cual se pueda disponer.

Normalidad y trascendencia es la constante interacción entre la dimensión objetiva y la subjetiva, entre la percepción racional y la intuitiva, para descubrir que de la vivencia en las esferas espirituales siempre se regresa, al igual que lo hiciera Alonso Quijano, con la cordura suficiente para vivir una vida de perfecta normalidad y equilibrio vital.

Recordemos que Don Quijote, en todo momento tiene plena conciencia de lo que hace, y lo que lleva a cabo es con la plena convicción de sus propias razones, reflejando, siempre, grandeza de ánimo.

Mark Van Doren, en su libro “La profesión de Don Quijote”, expresa: -“Este hombre puede decirlo todo, breve o largamente; como el genio, conoce su camino a través del laberinto de la inteligencia y el lenguaje; y tiene un sin fin de conocimientos a su disposición. La erudición nunca está fuera de su alcance. Erudición que algunos interlocutores consideran excesiva, pero que todos ellos reconocen como natural en un espíritu, a la vez amplio y sutil, y al mismo tiempo, lleno hasta los bordes y presto a derramarse. El objeto más insignificante le puede traer a la memoria vastos temas para su desarrollo: una bellota lo lleva a la Edad de Oro; un río a los siete mares. Y frecuentemente es prudente”-.

La extensa cultura de Don Quijote, que es la misma de su autor, asombra a todos; es capaz de opinar, con autoridad, sobre los más variados temas causando asombro y admiración en sus oyentes. En la segunda parte de la obra, la misma sobrina de Don Quijote se asombra, y expresa, admirada: -“Todo lo sabe, todo lo alcanza”-.

Don Quijote, siempre hace gala de una esmerada educación, nobles modales y exquisita cortesía, en todas sus actuaciones. Conserva la serenidad, el buen humor, el criterio sensato y el consejo abundante.

Recordemos que, siendo Sancho Panza una persona, en apariencia, ordinaria, con pocos estudios, era poseedor de un riquísimo acervo refranero que utilizaba cada vez que la ocasión le era propicia, a veces excesivamente, que le granjeaba el reproche de Don Quijote, empero, observamos como éste, con repetida frecuencia hacía uso de este gran recurso, que por alguna razón de peso, a nivel mundial, suele calificársele, -a los refranes-, como de sabiduría nacional, popular o universal, lo cual denota el profundo conocimiento de Cervantes sobre este género literario. Recordemos como Don Quijote le dice a su escudero: -“Hablo de esta manera, Sancho, por daros a entender que también como vos sé yo arrojar refranes como llovidos”-.

Julián María hace una excelente observación, al destacar que en el encuentro entre Don Quijote y el caballero del Verde Gabán, éste preanuncia en España, “la burguesía sensata, adinerada, cultivada, las formas de vida moderna, frente a las supervivencias medievales de la caballería, haciendo énfasis en su cortesía, hospitalidad, en su cultura y en lo bien que vive”-; cosa que, se verifica como una visión profética de Cervantes.

-¿Ha superado la obra a su autor, como muchos han pretendido? Pese al carácter de inspiración, que sin duda existe en toda obra maestra, se observa claramente que, en la cervantina, el Espíritu de Cervantes también se había esmerado en el cultivo del arte, durante toda su vida, y en edad madura, después de una larga y profunda meditación, afloró la maestría que trascendiendo los límites del tiempo, refleja el elevado estado de la conciencia espiritual de su autor, recordando, además, que las Novelas Ejemplares, -por ejemplo: Rinconete y Cortadillo, El coloquio de los perros y La fuerza de la sangre, con las que en España le dio prestigio a la novela corta-,los ocho Entremeses, las ocho Comedias y las demás obras, -como el Persiles, que representa una especie de recapitulación de la vida de Cervantes-, también reflejan el inmortal genio de Cervantes en no menor grado del ya cultivado “caballero” Don Quijote, título éste con que le distingue en la segunda parte de la obra.



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Cuando uno lee el Quijote por primera vez, en América, es una cosa, pero, al releerlo estando en aquellos pueblos de Andalucía, y otras regiones de España, que Cervantes recorriera muchas veces y que suele citar en su inmortal obra, comienza a tener otro significado su lectura.

Quien esto escribe, estuvo tres años y medio en Lucena, pujante ciudad industrial de la Provincia de Córdoba, a la cual hace referencia Cervantes, cuando expresa: -“Comienzo a escribir este libro a la luz de un velón de Lucena”.

Esta ciudad, desde el siglo XVIII ha sido una de las que se han disputado el honor de ser el lugar de nacimiento de Cervantes.

El poeta mejicano Amado Nervo, al inicio del siglo XX, escribió un ensayo donde señalaba que habían sido encontrados dos documentos públicos en los cuales Cervantes, actuando como testigo, menciona ser natural de Córdoba, que es otra de las ciudades que han aspirado a ser la cuna del mayor prosista de la lengua castellana, población ésta a la que se fueron a vivir sus padres cuando él contaba alrededor de seis años, poco más o menos.

Cervantes habla de la cima de Cabra, pueblo adyacente a Lucena, de los jamones de Rute, también en su cercanía, y en la quema de los libros, al final del sexto capítulo del Quijote, cuando el barbero menciona “Las lágrimas de Angélica”, Don Quijote expresa, rápidamente: -“Esa no, llorálala yo si se quemara esa obra, que es de Barahona de Soto, ilustre amigo mío”; acto seguido comienza a elogiar las virtudes del insigne escritor lucentino cuyo nombre él, al mencionarlo, lo ha inmortalizado y con el cual se han designado diversas calles de Lucena, Cabra, y otras ciudades andaluzas.

En Lucena se edita una revista anual, de excelente nivel, en forma de libro, con el título “Angélica”, en la cual escriben importantes cervantistas, aunque su contenido es variado, lo cual es un neto homenaje a Barahona de Soto.

Cervantes recorrió, además de diversas regiones de España, como Valladolid, Toledo, Salamanca y Madrid, gran parte de Andalucía: Granada, Sevilla, Antequera, Málaga, Jaén, Córdoba, Lucena, Priego de Córdoba y tantas más, como Montilla, población ésta, por ejemplo, en cuya sede de la Guardia Civil se encuentra una placa haciendo referencia al hecho de que, en el Hospital que allí había en la época, había sido curado, en el año 1591.

También habla de Montilla, en el Coloquio de los perros, mencionando a la Camacha, a quien califica, junto con otras, de hechiceras. Raúl Porras, en un libro en los cuales recoge diversos documentos, inserta el “Testamento de Elvira García, la Camacha”, otorgado en Montilla el 17 de abril de 1559. En el libro “El Inca Carcilaso en Montilla”,publicado en Lima en 1955, destaca este hecho en el capítulo “Cervantes, la Camacha y Montilla”. En esta ciudad, existe, por cierto, una Sociedad literaria denominada “El coloquio de los perros”, como un justo homenaje a tan insigne autor.

Observamos como Montilla es una ciudad realmente especial, destinada a ser un centro de cultura con proyección universal; allí funciona el Museo de Garcilaso de la Vega, El Inca, (1539-1616 d.n.e.), -personaje hijo de un militar español y de una princesa incaica, cuyos Comentarios Reales y La Florida del Inca, denotan su extensa formación intelectual y su ideal de la historia como “maestra de vida”-, y que constituye un centro de visitas constantes desde todas partes del mundo.

Así como, siguiendo la tradición espiritual de toda la Provincia de Córdoba y en general de Andalucía, Montilla, con el movimiento Espírita vinculado a la Asociación Andaluza Amalia Domingo Soler, se ha transformado, gradualmente, en el centro mundial de la Doctrina Universal.

Empero, volviendo a Lucena, ésta ha dejado ya de aspirar a ser la cuna de Cervantes, desde el momento en que se encontrara su acta de nacimiento donde se ratifica que nació en Alcalá de Henares; a lo sumo, vivió allí cinco o seis años. De hecho, cuando uno visita la casa de Cervantes, en la esquina cercana a la plaza de la ciudad, que hoy funge de Museo cervantino, realmente, allí no se respira la presencia del gran hombre.

Existe una hipótesis, no confirmada aún, según la cual el primer niño Miguel de Cervantes pasó a mejor vida a temprana edad, y la familia Cervantes tuvo otro hijo, en la ciudad de Córdoba, al cual pusieron el mismo nombre: Miguel.

El filósofo Julián Marías, en su obra: Cervantes Clave Española, hace referencia a que existen dos España: una anterior a Cervantes y otra posterior; de tal magnitud se ha identificado el país con el inmortal Quijote, que se ha transformado en su emblema o símbolo nacional; pero la obra en sí es una reseña de la esencia histórica de España, por lo menos de algunos de sus períodos trascendentales vinculados a la época de su autor.

En Messina, Sicilia, una estatua suya denota su paso por la misma, donde fue curado de su mano, después de la batalla de Lepanto.

En dicha batalla, Cervantes, dio muestra de gran valor, pero, al final de la misma, se percató de la inutilidad de las guerras.

Su amistad con Don Juan de Austria demuestra que no era un simple soldado y de que en su personalidad debía haber algo capaz de granjearse relaciones en cualesquiera niveles sociales y es precisamente una carta de recomendación de Don Juan, la que determina que sea retenido por Arnaute Mami, en Argel, durante cinco años, en espera de que alguien pagase por él cuantioso rescate. Cuatro veces trató de escaparse, liderando su grupo de compañeros, reconociendo, siempre, valientemente, haber sido él el iniciador de tal intento.

Arnaute solía tener amplias conversaciones con Cervantes, y debió de admirar los rasgos geniales de su personalidad, a quien cree un personaje acaudalado. Con él trata de informarse sobre España, sus gestas militares y proyecciones futuras.

A su vuelta a España, enriquecido, a pesar de todo, por su contacto con la cultura árabe, -que comienza a admirar en elevado grado y cuyo estilo literario de llana y ejemplar fluidez se observa en el Quijote, y donde previamente ya había escrito algunas obras como La Gran Turquesa, La Gran Sultana, Batalla naval y Los tratos de Argel, llenas todas ellas de sus propias vivencias-, lleva a cabo una vida intensa en diversas actividades y como recaudador de impuestos en Granada y zonas adyacentes, y habiendo depositado cierta suma de dinero en un banquero de su confianza, que se vino a menos, pagó por ello en Sevilla, donde comienza escribir el inmortal Quijote.

Aquí cabe una pregunta: -“¿Conocía Cervantes el libro de Ithiel Havivi, de la literatura árabe, que le haya servido de inspiración, intitulado Las Aventuras de un Caballero Andante?”-. No lo sabemos, ciertamente. Sin embargo, surge la pregunta sobre lo que pudo haberle inspirado para colocar, simbólicamente, a Cide Hamete Benengeli como narrador de su historia. ¿Es, quizá, una especie de anclaje en los cuentos de Las Mil y una noches, u otros análogos, como posicionamiento, secreto que, en el siglo XX, gracias a las enseñanzas de Don Juan, relatadas por Carlos Castaneda, la psicología humanística ha logrado descubrir?

Se cuenta que, en esa época de incesante afán, tuvo la intención de embarcarse para Venezuela, lo cual, finalmente, no llegó a hacer por circunstancias fortuitas; aunque Giovanni Papini, en su obra el Libro Negro, menciona dos manuscritos autógrafos de Cervantes en que éste, supuestamente, describe su estadía en el Nuevo Mundo, lo cual, evidentemente, no deja de ser un recurso de imaginación literaria del ensayista.

Si se tuviera que buscar un personaje como antecedente de Cervantes, en ese nivel sublime del inmortal héroe de Lepanto, uno de ellos es sin duda, Plutarco, (50-120 d.n.e.), cuyas Vidas Paralelas y la extensa obra Moralia, contiene un nivel de importancia equivalente, pese a la distancia en el tiempo. El maestro de Queronea escribe “vidas”, buscando resaltar hechos edificantes que puedan ser emulados; Cervantes escribe “vidas imaginarias” -reflejando su profundo conocimiento del Espíritu humano, basándose en su propias vivencias-, cuya ejemplaridad ha servido durante generaciones -y seguirá haciéndolo por largo tiempo-, a un sinnúmero de personas que, mientras se divierten leyendo sus obras, fortalecen sus valores y virtudes, haciéndose mejores personas y más útiles ciudadanos; recordemos que originalmente la obra llevaba por título: Vida de Don Quijote y Sancho, tal como se refleja en un manuscrito autógrafo del mismo Cervantes en poder de Miguel de Unamuno.

Empero, pese a que la biografía de Don Quijote y Sancho Panza refleja la “vida imaginaria” de cada uno y de otros personajes secundarios, en toda la obra se encuentra reflejada la vida del propio Cervantes y su experiencia existencial.

La obra cervantina, tal como lo mencionara el mismo Cervantes, está llena de contenidos paradigmáticos, la cual “no conteniendo nada que pueda dañar al lector contribuirá en alto grado en hacerle mejor”.
Cervantes recrea en toda su obra los recuerdos de las épocas dura de su vida, descentrando la atención de las adversidades que debió sufrir centrándola en las nobles enseñanzas que de ella se derivaron y allí se refleja el temple y la fortaleza del Espíritu de su Espíritu.

Recordemos que en el Persiles, Auristela, expresa: -“Así como la luz resplandece más en las tinieblas, así la esperanza ha de estar más firme en los trabajos; queque el desesperarse en ellos es acción de los pechos cobardes, y no hay mayor pusilanimidad ni bajeza que entregarse el trabajado, por más que lo sea, a la desesperación”.

Cervantes tenía plena conciencia de su propio valer y del alcance de sus creaciones literarias y así se observa en diversas ocasiones, como en los prólogos del Quijote y de las Novelas Ejemplares.

Por ejemplo, en el Viaje al Parnaso, le hace decir a Mercurio: -“¡Oh Adán de los poetas, oh Cervantes! Más adelante, le sigue diciendo: -“Pasa, raro inventor, pasa adelante –con tu sutil designio”-.

Cuando en el capítulo IV de la misma obra hace un recuento de sus servicios prestados a la literatura, expresa: -“Yo soy aquel que en la invención excede a muchos”. Luego continua: -“Desde mis años tiernos amé el arte dulce en la agradable poesía”-.

En el Persiles, en el peregrino anónimo se encuentra reflejada la propia imagen de Cervantes, cuando dice: -“Yo, señores, soy un hombre curioso: sobre la mitad de mi alma predomina Marte, y sobre la otra mitad, Mercurio y Apolo; algunos años me he dado al ejercicio de la Guerra, y algunos otros, y los más maduros, en el de las letras; en los de la guerra he alcanzado algún buen nombre, y por los de las letras he sido algún tanto estimado; algunos libros he impreso, de los ignorantes no condenados por malos, ni de los discretos han dejado de ser tenidos por buenos; y como la necesidad, según se dice, es maestra de avivar los ingenios, este mío, que tiene un no sé que de fantástico e inventivo, ha dado en una imaginación algo peregrina y nueva…”-.

Mirando hacia el futuro, es preciso destacar a dos personajes: el primero de ellos, el Conde Cagliostro, -el auténtico-, quién encarna –en la vida real-, el elevado ideal quijotesco, con su inmensa obra humanitaria y acentuada generosidad como médico y filántropo, como conductor de hombres y mujeres al ser el iniciador del Rito Masónico Egipcio y Gran Maestro de la Fraternidad Rosacruz, insigne alquimista, amigo del Conde Saint Germain con quien comparte misiones especiales por Europoa y benefactor de gran número de personas en todos los niveles y clases sociales. Como líder con propósitos capaces de gestar una nueva era, los enemigos de la luz, al no encontrar ninguna razón para condenarle, lo hicieron signándolo de “masón” cuya representación es, paradójicamente, es la de “hijo de la luz”.

Podemos imaginar la importancia de Cagliostro, cuando Goethe, a los fines de conocerle mejor, decide viajar por Sicilia, para recoger vestigios que le permitan proyectar un mejor perfil de su enigmática personalidad.

En diversas partes del Quijote se hacen referencias al arte del Zahorí, a la alquimia, a premoniciones, a los presagios, y otros elementos de percepciones intuitivas, que denotan que a Cervantes no le era ajeno el conocimiento vinculado a las disciplinas esotéricas, siendo, además, conocedor del Cuerpo Hermeticum de Hermes Trismegisto.

El otro es Franz Kafka, cuyo personaje principal de la obra El Castillo presenta notables analogías con el del Quijote, tal como lo destaca Marthe Robert, en su amplio e interesante estudio intitulado Lo Viejo y lo Nuevo.

Kafka, en uno de sus ensayos cervantinos expresa su profunda admiración por Sancho Panza, en quien observa, reflejado en elevado grado, el genio de Cervantes.

Quien esto escribe, en España, conoció un cierto número de personas que, más que Don Quijote, su héroe fundamental era Sancho Panza y buscaban obras de crítica literaria que de manera especial estudiaran su psicología e idiosincrasia. Es en Sancho Panza en donde creen ver el genio de su autor. Empero, es preciso recordad que ambos personajes lo reflejan en igual grado, cada uno enfocando un aspecto de la realidad humana y ambos, el conjunto de la misma.

El mismo Cervantes, en la segunda parte, pone en boca del bachiller, conversando con Sancho: -“..Sois vos la segunda persona de la historia; y que hay tal que precia más oíros hablar a vos que al más pintado de toda ella, puesto que también hay que diga que anduviste demasiado crédulo en creer que podía ser verdad el gobierno de aquella ínsula ofrecida por el señor Don Quijote, que está presente”-.

Con Cervantes ocurre igual que con Homero; su respectivo genio es de proporciones tan inmensas que a muchos le cuesta creer que un solo hombre sea capaz de plasmar una obra tan portentosa. Un gran número, al igual que Goethe, se resignan pensando que es la obra común de varios poetas atribuida a Homero. Con Cervantes, existiendo la certeza de que la totalidad de la obra le pertenece, se resignan pensando que es una obra menor que por el favor tan acentuado del público, desde su publicación, pasó a ser la más importante de las obras mayores que genio alguna haya dado a la humanidad. Empero, en lo que, de manera unánime, existe un absoluto consenso, es que ambos constituyen paradigmas perdurables que seguirán entusiasmando –y formando- a un sinnúmero de generaciones futuras.

El primero, es el maestro de la pasada edad de oro griega; el segundo lo es de la nueva en gestación. Gran número de líderes, políticos, intelectuales y personas de diferentes niveles socio-culturales han recibido notables inspiraciones con su reiteradas lecturas y han guiado su acción en la vida.

Es preciso emularlos a ambos como“modelos perfectos” del genio conductor de la humanidad.


***

Recordemos como Cervantes, en la segunda salida de Don Quijote, realiza una parodia en la forma en que su héroe lo hace con la salida del alma en la Noche oscura de Juan de la Cruz, denotando, con ello, un conocimiento de la literatura mística.

En efectos, en el Quijote, expresa: -“Toda la venta estaba en silencio, y en toda ella no había otra luz que la que daba una lámpara, que colgada en medio del portal ardía”-.

Luego agrega: -“Hechas, pues, estas prevenciones, no quiso aguardar más tiempo a poner en efecto su pensamiento, apretándole a ello la falta que él pensaba que hacía en el mundo su tardanza… Y así, sin dar parte a persona alguna de su intención, y sin que nadie le viese, una mañana, antes del día…, por la puerta falsa de un corral salió al campo, con grandísimo contento y alborozo”.

-“…y con esto se quietó y prosiguió su camino, sin llevar otro que aquel que su caballo quería”….
En el texto de Juan de la Cruz, se lee:
-“En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
¡oh, dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada”.


-“A oscura y segura,
por la secreta escala, disfrazada”…


-“En la noche dichosa,
en secreto, nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía”.


-“Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía
en parte donde nadie parecía”-.



Don Quijote es un modelo de cómo cualquier persona puede realizar el proyecto que se proponga como objetivo claramente definido. El se propuso ser un Caballero andante, lo planificó paso a paso, conscientemente de lo que hacía, superando todos los obstáculos imaginables, reales o no, asumió el nuevo rol, adoptó la denominación de Don Quijote, dejando de lado su verdadero nombre, preparó una antigua armadura de su bisabuelo, le dio a su jamelgo el nombre de Rocinante, eligió la dama a la cual rendiría homenaje dedicándole sus hazañas, inventando el nombre de Dulcinea.

Estaba conciente de quien era, pero, también, de lo que quería representar. Recordemos que una de las tres formas máximas del poder es el de la representación, como lo dijera Arthur Schopenhauer, en el Arte del Buen Vivir.

Era un hombre preparado para lo que pretendía realizar: físicamente fuerte y delgado, capaz de soportar las más duras faenas y pruebas de su nueva aventura; era, además de gran templanza y fortaleza de espíritu, prudente por naturaleza, y erudito, en sus conocimientos, por lo extenso de su cultura y la lectura de los principales clásicos.

Su experiencia de la vida y de las personas, les hacían un hombre sabio.

Su disciplina espiritual estaba sustentada por el conocimiento de la literatura mística, la de Juan de la Cruz y la de Teresa de Jesús; pero, al igual que ellos, también había bebido en la mística sufí, habiendo conocido, con certeza, las obras de Ben Alarif de Almería, Ibn Azam, Ibn Gabirol, Maimonides, Averroes y otros grandes exponentes. Existen diversos vestigios de espiritualidad sufí en el Quijote, que reflejan la admiración de Cervantes al respecto; por ejemplo: el capítulo VIII, de la segunda parte, empieza, diciendo: -“¡Bendito sea Alá!”, por la boca de Hamete Benengeli; luego agrega, en una evidente práctica del Dickr, -es decir el constante recuerdo del nombre de Alá: -“¡Bendito sea Alá!”; lo repite tres veces.

Es decir, Don Quijote estaba preparado para elegir cualquier rol místico o profano que hubiese anhelado y, además, llevarlo a cabo.
Estaba dotado de fe abundante e inquebrantable en los resultados, de expectativas positivas, -siempre esperaba lo mejor en cualquier situación por poco fácil que pareciese-, y esa poderosa confianza en sí mismo, en sus posibilidades y en el éxito, les facultaban para emprender su heroica aventura.

La profundidad de su sabiduría la observamos cuando, en la segunda parte Cervantes destaca: -“…Habló don Quijote con tanta discreción en todas las materias que se trataron..”; veamos, a continuación, algunos de estos pensamientos:

LA SABIDURÍA DE DON QUIJOTE:

1. –“Hermano mío, mire si me manda algo, que me voy a casa; que ya Dios ha sido servido, por su infinita bondad y misericordia, sin yo merecerlo, de volverme mi juicio; ya estoy sano y cuerdo; que acerca del poder de Dios ninguna cosa es imposible. Tenga grande esperanza y confianza en Él., que pues a mí me ha vuelto a primero estado, también le volverá a él, si en Él confía”-.
2. –“Y, -¿es posible que las comparaciones que se hacen de ingenio a ingenio, de valor a valor, de hermosura a hermosura y de linaje a linaje son siempre odiosas y mal recibidas?”-.
3. –“Solo me afano por dar a entender al mundo en el error en que está en no renovar en sí el felicísimo tiempo donde campeaba la orden de la ambulante caballería”-.
4. –“Entregándose a las implacables olas del mar profundo, que ya le suben al cielo, y ya le bajan al abismo; y él, puesto el pecho a la incontrastable borrasca, cuando menos se cata, se halla tres mil y más leguas distantes del lugar donde se embarcó, y saltando en la tierra remota y no conocida, le suceden cosas dignas de estar escritas, no en pergaminos, sino en bronces”-.
5. –“La diligencia, el trabajo, la virtud, la valentía eran práctica constante en las edades de oro y en los andantes caballeros”-. (Parafraseado).
6. –“..Que los poetas también se llaman vates, que quiere decir adivinos”-.
7. –“Yo te aseguro, Sancho, -dijo don Quijote-, que debe de ser algún sabio encantador el autor de nuestra historia; que a los tales no se le encubre de lo que quieren escribir”-.
8. –“La gallardía de vuestra merced, el ánimo grande..., la paciencia en las adversidades..”-
9. –“El poeta puede contar o cantar las cosas, no como fueron, sino como debían ser; y el historiador las ha de escribir, no como debían ser, sino como fueron, sin añadir ni quitara la verdad cosa alguna”-.
10. -“..Y mientras más fuere entrando en edad Sancho, con la experiencia que dan los años estará más idóneo y más hábil para ser gobernador..”-.
11. –“Encomendadlo a Dios, Sancho –dijo don Quijote-; que todo se hará bien, y quizá mejor de lo que vos pensáis; que no se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de Dios”-.
12. –“No hay libro…que no tenga algo bueno; …y tanto más se escudriñan cuanto es mayor la fama del que la compuso”-..
13. –“Las obras que se acaban aprisa nunca se acaban con la perfección que requieren”-.
14. –“..Tiempos hay de acometer y tiempos de retirar”-.
15. –“La valentía es el camino del medio, es decir, ni timorato ni temerario y si esto es así es preciso que no te retires sin motivos ni que acometas cuando la demasía pide otra cosa”-. (Parafraseado).
16. –“La mejor salsa del mundo es el hambre;….. y cuando se tiene ésta siempre se come con gusto”-.
17. –“El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no se debe quejar cuando se le pasa; ..Dejémonos llevar por este viento favorable que nos sopla”-.
18. –“..Y vístete de modo que disimule lo que es y aparezca lo que ha de ser”-.
19. –“Uno de los mayores trabajos que los “jefes” tienen, entre otros muchos, es el de estar obligados a escuchar a todos y a responder a todos”-.
20. –“..Aquellos se levantan o con la ambición o con la virtud; ..y es menester aprovecharnos del conocimiento discreto para distinguir estas dos maneras de caballeros”-.
21. –“A cuatro clases de linajes se pueden reducir todos los que hay en el mundo, que son estas: 1) Que tuvieron principios humildes, y se fueron extendiendo y dilatando, hasta llegar a una suma grandeza; 2) Que tuvieron principios grandes, y los fueron conservando, y los conservan y mantienen en el ser que comenzaron; 3) Que aunque tuvieron principios grandes, acabaron en punta,, …. habiendo disminuido y aniquilado su principio hasta parar en nonada, como lo es la punta de la pirámide que respeto de su base o asiento no es nada; 4) otros hay, y éstos son los más, que no tuvieron principio bueno, ni razonable medio, y así tendrán el fin, sin nombre, como el linaje de la gente plebeya y ordinaria”.
o –“De los primeros, que tuvieron principio humilde y subieron a la grandeza que ahora conservan, te sirva de ejemplo la Casa Otomana, que de un humilde y bajo pastor que le dio principio, está en la cumbre que les vemos”.
o –“Del segundo linaje, que tuvo principio en grandeza y la conserva sin aumentarla, serán ejemplo muchos príncipes, que por herencia los son, y se conservan en ella sin aumentarla ni disminuirla, conteniéndose en los límites de sus estados pacíficamente”.
o –“De los que comenzaron grandes y acabaron en punta hay millares de ejemplos.
o –“Del linaje plebeyo no tengo que decir sino que sirve para acrecentar el número de los que viven, sin que merezcan otra fama ni otro elogio su grandeza”-.
o –“Solamente son grandes e ilustres quienes lo muestran en la virtud, y en la riqueza y liberalidad de sus dueños”-.
22. –“Al caballero humilde no le queda otro camino para mostrar que es caballero sino el de la virtud, siendo afable, bien criado, cortés, y comedido y oficioso..”-.
23. –“Siempre la alabanza fue premio de la virtud, y los virtuosos no pueden dejar de ser alabados”-.
24. –“Lo que los cielos quieren, la fortuna ordena y la razón pide, y, sobre todo, mi voluntad desea”.-
25. –“Muchos pocos hacen un mucho, y mientras se gana algo no se pierde nada”-.
26. –“Has dicho, Sancho –dijo don Quijote-, mil sentencias encerradas en el círculo de breves palabras; el consejo que ahora me has dado le apetezco y recibo de bonísima gana”-.
27. –“La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira, como el aceite sobre el agua”-.
28. –“..Mira sus acciones y movimientos; porque si tú me los relatares como ellos fueron, sacaré yo lo que de ella tiene escondido en lo secreto de su corazón acerca de lo que al hecho de mis amores toca; que has de saber, Sancho, -le dice don Quijote-, si no lo sabes, que entre los amantes, las acciones y movimientos exteriores que muestran, cuando de sus amores se trata, son certísimos correos que traen las nuevas de lo que allá en lo interior del alma pasa”-.
29. –“Dime con quien anda, decirte he quien eres; no con quien naces, sino con quien paces”-.
30. –“Quedó sosegado su espíritu”….-.
31. –“Es menester tocar las apariencias con las manos para dar lugar al desengaño”-.
32. –“..Juzgando por las palabras la intención de quien la decía”-.
33. –“No tomar represalias de nadie y vivir pacíficamente…”-. (Parafraseado).
34. –“..Como aquella del ajedrez, que mientras dura el juego, cada pieza tiene su particular oficio”-.
35. –“Que las tierras que de suyo son estériles y secas, estercolándolas y cultivándolas vienen a dar buenos frutos: quiero decir que la conversación de vuestra merced ha sido el estiércol que sobre la estéril tierra de mi seco ingenio ha caído; la cultivación, el tiempo que ha que le sirvo y comunico; y con esto espero de dar fruto de mí que sean de bendición, tales, que no desdicen de los senderos de la buena crianza que vuestra merced ha hecho en el agostado entendimiento mío”-.
36. –“De las bestias han recibido muchos advertimientos los hombres y aprendido muchas cosas de importancia, como son: de la cigüeñas, el cristel; de los perros, el vómito y el agradecimiento; de las grullas, la vigilancia; de las hormigas, la providencia; de los elefantes, la honestidad, y la lealtad, del caballo”-.
37. –“Y escuchémosle: que por el hilo sacaremos el ovillo de sus pensamientos, si es que canta; que de la abundancia del corazón habla la lengua”-.
38. –“Volvámonos a nuestras chozas; que allí nos hallará Dios, si Él quiere”-.
39. –“Y tanto el vencedor es más honrado, cuanto más el vencido es reputado”-.
40. –“Que ese don Quijote que decís es el mayor amigo que en este mundo tengo”-.
41. –“Que yo vea si la gallardía de vuestro rostro responde a la de vuestra disposición”-. (Parodia de Homero).
42. –“Dios sabe la verdad de todo”-.
43. –“A los padres toca el encaminarlos desde pequeños por los pasos de la virtud, de la buena crianza y de las buenas …costumbres, para que cuando grandes sean báculo de la vejez de sus padres y gloria de su posteridad; y en lo de forzarles que estudien esta o aquella ciencia no lo tengo por acertado, aunque el persuadirles no será dañoso; y cuando no se ha de estudiar para ganar el pan, siendo tan venturoso el estudiante que le dio el cielo padres que se lo dejen, sería yo de parecer que lo dejen seguir aquella ciencia a que más le vieren inclinados; y aunque la de la poesía es menos útil que deleitable, no es de aquella que suele deshonrar a quien la posee; ….hecha de una alquimia de tal virtud, que quien la sabe tratar la volverá en oro purísimo de inestimable precio; …el que con los requisitos que he dicho tratare y tuviere a la poesía, será famoso y estimado su nombre en todas las naciones”-.

Adelante.

2 comentarios:

Juan Antonio Torrijo Latorre dijo...

Ha sido un verdadero deleite leer su escrito sobre Cervantes.
Admiro su erudición al respecto, pero aún admiro más las claves que extrae y muestra al lector de su artículo.
Le estoy muy agradecido por poner a mi alcance su valioso trabajo.
Juan

VERDAD UNIVERSAL DIVINA dijo...

Gracias, Juan Antonio, por sus palabras, constituyen un gran estímulo.

Un saludo fraternal,

Giuseppe

EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



http://enbuscadelavictoria.blogspot.com/

UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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martes, 24 de noviembre de 2009

EL GENIO DE CERVANTES



EL GENIO DE CERVANTES

©Giuseppe Isgró C.

Cervantes es un profundo conocedor del alma humana; ha plasmado en su obra un contenido de valores universales y una sabiduría de vida que, a la vez que sirve de entretenimiento para sus lectores, constituye un alimento cultural y espiritual para personas de todas las edades y en todos los niveles.

Cada generación va descubriendo, en el Quijote, nuevos valores y enseñanzas acordes con la época y, sin importar la cuantía del tiempo que pueda transcurrir, siempre será una fuente efectiva de inspiración.

-¿Dónde asimiló Cervantes ese grado de profunda y esencial sabiduría?

Recordemos que, a lo sumo, pasó dos años en la Universidad de Salamanca, -lo cual no es totalmente seguro-, por lo que su formación se reduce al contacto tardío con algunos insignes maestros, como Francisco del Bayo, que le dio clases de Gramática, y Juan López de Hoyos, insigne humanista que contribuyó extensamente en su instrucción, fungiendo, además, de asesor literario de Cervantes, quien se percató, rápidamente, de su dotes poéticas razón por la cual incluyó cuatro poemas suyos en una antología que editara en honor de doña Isabel de Valois; aparte de eso, es autodidacta.

Se observa en Cervantes un conocimiento amplio de las obras de Hermes Trismegisto, Orfeo, Homero, Hesiodo, Plutarco, Raimundo Lull, Alfonso X El Sabio, Don Manuel, -autor de El Conde Lucanor-, Dante, Petrarca, Boccaccio, -a quien emula en sus novelas cortas, que son auténticos cuentos, destacando, al igual que el autor del Decamerón, la dignidad del ser humano, capaz de sobreponerse, con buen estado de ánimo, a todas las pruebas de la vida-, Marco Aurelio, Séneca, Cicerón, Tito Livio, Herodoto, Tucidides, Jenofonte, Anacreonte de Teos, Eurípedes, Esquilo, Sófocles, Aristófanes, Demóstenes, Platón, Aristóteles, Esopo, Babrio, Horacio, Tácito, Apuleyo, Ovidio, Virgilio, Heliodoro, Plotino, Teofrasto, Erasmo, Chaucer, Hernando Colón, Mahoma, Juan de Mena, Averróes, Maimonides, Ibn Azam, Ben Alarif de Almería, Ibn Arabi, Ibn Jaldun, Fernando de Rojas, León Hebreo, Juan de la Cruz, Teresa de Jesús, -de quien escribe un poema sobre sus Éxtasis-, y tantos otros, entre ellos, todos los de caballería existentes en la época.

De Platón, Cervantes emula su estilo en los diálogos; es importante recordar que todo el Quijote es un coloquio constante entre Alonso Quijano y Sancho Panza, cuya habilidad, con certeza, desarrollara en su experiencia como autor de obras teatrales.

Pese a ser el Quijote una novela, -la primera en las letras castellanas-, es el único escritor, en la historia, en tener un éxito análogo al del filósofo ateniense con este género literario tan exigente como lo es el diálogo.

Su estadía en Italia contribuyó en ampliar su visión de la cultura universal, entrando en contacto con los principales autores del Renacimiento y destacadas personalidades de la época. En toda la obra Cervantina se observa la mente abierta a todos los temas y aspectos relevantes de la vida, reconociendo los méritos de las diferentes naciones cuya cultura y personajes estudia y asimilando sus elementos esenciales, mostrándose, además, muy generoso en elogiar las virtudes literarias de sus contemporáneos, como lo hace con Lope de Vega y otros, pese a la falta de reciprocidad de las partes opuestas.

La fuente principal de la grandeza ideal de la obra cervantina es la propia vida de Cervantes, su experiencia recabada de las múltiples pruebas existenciales y el palpar del temple del alma española de su época, en lo que tiene de grandeza, -y, en determinado grado, su polo opuesto-, así como adquiriendo una amplia visión de la historia de España y del resto del mundo y siendo un lector asiduo de los clásicos de todos los tiempos y países, su cultura llegó a ser realmente universal.

José Ortega y Gasset, en su libro Meditaciones del Quijote, destaca: -“La reabsorción de la circunstancia es el destino concreto del hombre”,lo cual es aplicable a Cervantes, quien, con la asimilación de su experiencia al afrontar las peculiaridades de su vida, para luego devolverlas sublimizadas a la realidad de la sociedad mediante las propias obras, con sus triunfos en variados grados, -incluyendo las eventuales ausencia de ellos- y la manera optimista como las afronta, siempre, impone sobre la realidad un nuevo modelo o paradigma existencial.

Esto mismo asevera Julián Marías, cundo dice: -“El hombre personaliza y modifica, convirtiendo en mundo la mera circunstancia, cuando proyecta sobre ella sus realizaciones, humanizándola”-.

Los personajes centrales de la obra principal de Cervantes son Alonso Quijano, alías Don Quijote y Sancho Panza; éste representa el sentido común, la percepción objetiva de la vida, la normalidad de las personas y a la inmensa mayoría de los seres humanos; aquel es el símbolo de la trascendencia de la normalidad y de lo objetivo, alcanzando la percepción idealizada de la vida, de la realidad, que el común de los seres ven como locura y anormalidad. Ambos personajes van influyéndose uno con el otro, hasta el punto en que, ambos roles se van suplantando recíprocamente, y al final de la obra, cuando Don Quijote recupera la cordura, y vuelve a la sensatez de la vida, descubriendo la bondad como carácter esencial del género humano, -al igual que lo hiciera Mencio, discípulo de la escuela de Confucio, en la enunciación de las cuatro virtudes-,Sancho Panza, cuyo ideal caballeresco había abrazado y compartido con Alonso Quijano, y que ahora ya se había transformado en un ser más quijotesco que el propio Don Quijote, no se resigna a volver a la realidad de la vida, sino en vivir de acuerdo a ideal elevado que le guiara a través de su fascinante aventura, efecto equivalente que, sin duda alguna, se produce en la inmensa mayoría de los lectores de tan genial y original obra de la literatura universal.

El paso de la normalidad a la trascendencia, elevándose de acuerdo con los ideales de los valores universales, como practica de todas las virtudes, que para la inmensa mayoría, en primera instancia ven como algo inhabitual, y de la trascendencia, con la visión ampliada, perfeccionada y con renovado entusiasmo, volver a la “normalidad” de la vida diaria, para afrontar con éxito la objetividad de las pruebas existenciales, que precisan toda la atención de la cual se pueda disponer.

Normalidad y trascendencia es la constante interacción entre la dimensión objetiva y la subjetiva, entre la percepción racional y la intuitiva, para descubrir que de la vivencia en las esferas espirituales siempre se regresa, al igual que lo hiciera Alonso Quijano, con la cordura suficiente para vivir una vida de perfecta normalidad y equilibrio vital.

Recordemos que Don Quijote, en todo momento tiene plena conciencia de lo que hace, y lo que lleva a cabo es con la plena convicción de sus propias razones, reflejando, siempre, grandeza de ánimo.

Mark Van Doren, en su libro “La profesión de Don Quijote”, expresa: -“Este hombre puede decirlo todo, breve o largamente; como el genio, conoce su camino a través del laberinto de la inteligencia y el lenguaje; y tiene un sin fin de conocimientos a su disposición. La erudición nunca está fuera de su alcance. Erudición que algunos interlocutores consideran excesiva, pero que todos ellos reconocen como natural en un espíritu, a la vez amplio y sutil, y al mismo tiempo, lleno hasta los bordes y presto a derramarse. El objeto más insignificante le puede traer a la memoria vastos temas para su desarrollo: una bellota lo lleva a la Edad de Oro; un río a los siete mares. Y frecuentemente es prudente”-.

La extensa cultura de Don Quijote, que es la misma de su autor, asombra a todos; es capaz de opinar, con autoridad, sobre los más variados temas causando asombro y admiración en sus oyentes. En la segunda parte de la obra, la misma sobrina de Don Quijote se asombra, y expresa, admirada: -“Todo lo sabe, todo lo alcanza”-.

Don Quijote, siempre hace gala de una esmerada educación, nobles modales y exquisita cortesía, en todas sus actuaciones. Conserva la serenidad, el buen humor, el criterio sensato y el consejo abundante.

Recordemos que, siendo Sancho Panza una persona, en apariencia, ordinaria, con pocos estudios, era poseedor de un riquísimo acervo refranero que utilizaba cada vez que la ocasión le era propicia, a veces excesivamente, que le granjeaba el reproche de Don Quijote, empero, observamos como éste, con repetida frecuencia hacía uso de este gran recurso, que por alguna razón de peso, a nivel mundial, suele calificársele, -a los refranes-, como de sabiduría nacional, popular o universal, lo cual denota el profundo conocimiento de Cervantes sobre este género literario. Recordemos como Don Quijote le dice a su escudero: -“Hablo de esta manera, Sancho, por daros a entender que también como vos sé yo arrojar refranes como llovidos”-.

Julián María hace una excelente observación, al destacar que en el encuentro entre Don Quijote y el caballero del Verde Gabán, éste preanuncia en España, “la burguesía sensata, adinerada, cultivada, las formas de vida moderna, frente a las supervivencias medievales de la caballería, haciendo énfasis en su cortesía, hospitalidad, en su cultura y en lo bien que vive”-; cosa que, se verifica como una visión profética de Cervantes.

-¿Ha superado la obra a su autor, como muchos han pretendido? Pese al carácter de inspiración, que sin duda existe en toda obra maestra, se observa claramente que, en la cervantina, el Espíritu de Cervantes también se había esmerado en el cultivo del arte, durante toda su vida, y en edad madura, después de una larga y profunda meditación, afloró la maestría que trascendiendo los límites del tiempo, refleja el elevado estado de la conciencia espiritual de su autor, recordando, además, que las Novelas Ejemplares, -por ejemplo: Rinconete y Cortadillo, El coloquio de los perros y La fuerza de la sangre, con las que en España le dio prestigio a la novela corta-,los ocho Entremeses, las ocho Comedias y las demás obras, -como el Persiles, que representa una especie de recapitulación de la vida de Cervantes-, también reflejan el inmortal genio de Cervantes en no menor grado del ya cultivado “caballero” Don Quijote, título éste con que le distingue en la segunda parte de la obra.



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Cuando uno lee el Quijote por primera vez, en América, es una cosa, pero, al releerlo estando en aquellos pueblos de Andalucía, y otras regiones de España, que Cervantes recorriera muchas veces y que suele citar en su inmortal obra, comienza a tener otro significado su lectura.

Quien esto escribe, estuvo tres años y medio en Lucena, pujante ciudad industrial de la Provincia de Córdoba, a la cual hace referencia Cervantes, cuando expresa: -“Comienzo a escribir este libro a la luz de un velón de Lucena”.

Esta ciudad, desde el siglo XVIII ha sido una de las que se han disputado el honor de ser el lugar de nacimiento de Cervantes.

El poeta mejicano Amado Nervo, al inicio del siglo XX, escribió un ensayo donde señalaba que habían sido encontrados dos documentos públicos en los cuales Cervantes, actuando como testigo, menciona ser natural de Córdoba, que es otra de las ciudades que han aspirado a ser la cuna del mayor prosista de la lengua castellana, población ésta a la que se fueron a vivir sus padres cuando él contaba alrededor de seis años, poco más o menos.

Cervantes habla de la cima de Cabra, pueblo adyacente a Lucena, de los jamones de Rute, también en su cercanía, y en la quema de los libros, al final del sexto capítulo del Quijote, cuando el barbero menciona “Las lágrimas de Angélica”, Don Quijote expresa, rápidamente: -“Esa no, llorálala yo si se quemara esa obra, que es de Barahona de Soto, ilustre amigo mío”; acto seguido comienza a elogiar las virtudes del insigne escritor lucentino cuyo nombre él, al mencionarlo, lo ha inmortalizado y con el cual se han designado diversas calles de Lucena, Cabra, y otras ciudades andaluzas.

En Lucena se edita una revista anual, de excelente nivel, en forma de libro, con el título “Angélica”, en la cual escriben importantes cervantistas, aunque su contenido es variado, lo cual es un neto homenaje a Barahona de Soto.

Cervantes recorrió, además de diversas regiones de España, como Valladolid, Toledo, Salamanca y Madrid, gran parte de Andalucía: Granada, Sevilla, Antequera, Málaga, Jaén, Córdoba, Lucena, Priego de Córdoba y tantas más, como Montilla, población ésta, por ejemplo, en cuya sede de la Guardia Civil se encuentra una placa haciendo referencia al hecho de que, en el Hospital que allí había en la época, había sido curado, en el año 1591.

También habla de Montilla, en el Coloquio de los perros, mencionando a la Camacha, a quien califica, junto con otras, de hechiceras. Raúl Porras, en un libro en los cuales recoge diversos documentos, inserta el “Testamento de Elvira García, la Camacha”, otorgado en Montilla el 17 de abril de 1559. En el libro “El Inca Carcilaso en Montilla”,publicado en Lima en 1955, destaca este hecho en el capítulo “Cervantes, la Camacha y Montilla”. En esta ciudad, existe, por cierto, una Sociedad literaria denominada “El coloquio de los perros”, como un justo homenaje a tan insigne autor.

Observamos como Montilla es una ciudad realmente especial, destinada a ser un centro de cultura con proyección universal; allí funciona el Museo de Garcilaso de la Vega, El Inca, (1539-1616 d.n.e.), -personaje hijo de un militar español y de una princesa incaica, cuyos Comentarios Reales y La Florida del Inca, denotan su extensa formación intelectual y su ideal de la historia como “maestra de vida”-, y que constituye un centro de visitas constantes desde todas partes del mundo.

Así como, siguiendo la tradición espiritual de toda la Provincia de Córdoba y en general de Andalucía, Montilla, con el movimiento Espírita vinculado a la Asociación Andaluza Amalia Domingo Soler, se ha transformado, gradualmente, en el centro mundial de la Doctrina Universal.

Empero, volviendo a Lucena, ésta ha dejado ya de aspirar a ser la cuna de Cervantes, desde el momento en que se encontrara su acta de nacimiento donde se ratifica que nació en Alcalá de Henares; a lo sumo, vivió allí cinco o seis años. De hecho, cuando uno visita la casa de Cervantes, en la esquina cercana a la plaza de la ciudad, que hoy funge de Museo cervantino, realmente, allí no se respira la presencia del gran hombre.

Existe una hipótesis, no confirmada aún, según la cual el primer niño Miguel de Cervantes pasó a mejor vida a temprana edad, y la familia Cervantes tuvo otro hijo, en la ciudad de Córdoba, al cual pusieron el mismo nombre: Miguel.

El filósofo Julián Marías, en su obra: Cervantes Clave Española, hace referencia a que existen dos España: una anterior a Cervantes y otra posterior; de tal magnitud se ha identificado el país con el inmortal Quijote, que se ha transformado en su emblema o símbolo nacional; pero la obra en sí es una reseña de la esencia histórica de España, por lo menos de algunos de sus períodos trascendentales vinculados a la época de su autor.

En Messina, Sicilia, una estatua suya denota su paso por la misma, donde fue curado de su mano, después de la batalla de Lepanto.

En dicha batalla, Cervantes, dio muestra de gran valor, pero, al final de la misma, se percató de la inutilidad de las guerras.

Su amistad con Don Juan de Austria demuestra que no era un simple soldado y de que en su personalidad debía haber algo capaz de granjearse relaciones en cualesquiera niveles sociales y es precisamente una carta de recomendación de Don Juan, la que determina que sea retenido por Arnaute Mami, en Argel, durante cinco años, en espera de que alguien pagase por él cuantioso rescate. Cuatro veces trató de escaparse, liderando su grupo de compañeros, reconociendo, siempre, valientemente, haber sido él el iniciador de tal intento.

Arnaute solía tener amplias conversaciones con Cervantes, y debió de admirar los rasgos geniales de su personalidad, a quien cree un personaje acaudalado. Con él trata de informarse sobre España, sus gestas militares y proyecciones futuras.

A su vuelta a España, enriquecido, a pesar de todo, por su contacto con la cultura árabe, -que comienza a admirar en elevado grado y cuyo estilo literario de llana y ejemplar fluidez se observa en el Quijote, y donde previamente ya había escrito algunas obras como La Gran Turquesa, La Gran Sultana, Batalla naval y Los tratos de Argel, llenas todas ellas de sus propias vivencias-, lleva a cabo una vida intensa en diversas actividades y como recaudador de impuestos en Granada y zonas adyacentes, y habiendo depositado cierta suma de dinero en un banquero de su confianza, que se vino a menos, pagó por ello en Sevilla, donde comienza escribir el inmortal Quijote.

Aquí cabe una pregunta: -“¿Conocía Cervantes el libro de Ithiel Havivi, de la literatura árabe, que le haya servido de inspiración, intitulado Las Aventuras de un Caballero Andante?”-. No lo sabemos, ciertamente. Sin embargo, surge la pregunta sobre lo que pudo haberle inspirado para colocar, simbólicamente, a Cide Hamete Benengeli como narrador de su historia. ¿Es, quizá, una especie de anclaje en los cuentos de Las Mil y una noches, u otros análogos, como posicionamiento, secreto que, en el siglo XX, gracias a las enseñanzas de Don Juan, relatadas por Carlos Castaneda, la psicología humanística ha logrado descubrir?

Se cuenta que, en esa época de incesante afán, tuvo la intención de embarcarse para Venezuela, lo cual, finalmente, no llegó a hacer por circunstancias fortuitas; aunque Giovanni Papini, en su obra el Libro Negro, menciona dos manuscritos autógrafos de Cervantes en que éste, supuestamente, describe su estadía en el Nuevo Mundo, lo cual, evidentemente, no deja de ser un recurso de imaginación literaria del ensayista.

Si se tuviera que buscar un personaje como antecedente de Cervantes, en ese nivel sublime del inmortal héroe de Lepanto, uno de ellos es sin duda, Plutarco, (50-120 d.n.e.), cuyas Vidas Paralelas y la extensa obra Moralia, contiene un nivel de importancia equivalente, pese a la distancia en el tiempo. El maestro de Queronea escribe “vidas”, buscando resaltar hechos edificantes que puedan ser emulados; Cervantes escribe “vidas imaginarias” -reflejando su profundo conocimiento del Espíritu humano, basándose en su propias vivencias-, cuya ejemplaridad ha servido durante generaciones -y seguirá haciéndolo por largo tiempo-, a un sinnúmero de personas que, mientras se divierten leyendo sus obras, fortalecen sus valores y virtudes, haciéndose mejores personas y más útiles ciudadanos; recordemos que originalmente la obra llevaba por título: Vida de Don Quijote y Sancho, tal como se refleja en un manuscrito autógrafo del mismo Cervantes en poder de Miguel de Unamuno.

Empero, pese a que la biografía de Don Quijote y Sancho Panza refleja la “vida imaginaria” de cada uno y de otros personajes secundarios, en toda la obra se encuentra reflejada la vida del propio Cervantes y su experiencia existencial.

La obra cervantina, tal como lo mencionara el mismo Cervantes, está llena de contenidos paradigmáticos, la cual “no conteniendo nada que pueda dañar al lector contribuirá en alto grado en hacerle mejor”.
Cervantes recrea en toda su obra los recuerdos de las épocas dura de su vida, descentrando la atención de las adversidades que debió sufrir centrándola en las nobles enseñanzas que de ella se derivaron y allí se refleja el temple y la fortaleza del Espíritu de su Espíritu.

Recordemos que en el Persiles, Auristela, expresa: -“Así como la luz resplandece más en las tinieblas, así la esperanza ha de estar más firme en los trabajos; queque el desesperarse en ellos es acción de los pechos cobardes, y no hay mayor pusilanimidad ni bajeza que entregarse el trabajado, por más que lo sea, a la desesperación”.

Cervantes tenía plena conciencia de su propio valer y del alcance de sus creaciones literarias y así se observa en diversas ocasiones, como en los prólogos del Quijote y de las Novelas Ejemplares.

Por ejemplo, en el Viaje al Parnaso, le hace decir a Mercurio: -“¡Oh Adán de los poetas, oh Cervantes! Más adelante, le sigue diciendo: -“Pasa, raro inventor, pasa adelante –con tu sutil designio”-.

Cuando en el capítulo IV de la misma obra hace un recuento de sus servicios prestados a la literatura, expresa: -“Yo soy aquel que en la invención excede a muchos”. Luego continua: -“Desde mis años tiernos amé el arte dulce en la agradable poesía”-.

En el Persiles, en el peregrino anónimo se encuentra reflejada la propia imagen de Cervantes, cuando dice: -“Yo, señores, soy un hombre curioso: sobre la mitad de mi alma predomina Marte, y sobre la otra mitad, Mercurio y Apolo; algunos años me he dado al ejercicio de la Guerra, y algunos otros, y los más maduros, en el de las letras; en los de la guerra he alcanzado algún buen nombre, y por los de las letras he sido algún tanto estimado; algunos libros he impreso, de los ignorantes no condenados por malos, ni de los discretos han dejado de ser tenidos por buenos; y como la necesidad, según se dice, es maestra de avivar los ingenios, este mío, que tiene un no sé que de fantástico e inventivo, ha dado en una imaginación algo peregrina y nueva…”-.

Mirando hacia el futuro, es preciso destacar a dos personajes: el primero de ellos, el Conde Cagliostro, -el auténtico-, quién encarna –en la vida real-, el elevado ideal quijotesco, con su inmensa obra humanitaria y acentuada generosidad como médico y filántropo, como conductor de hombres y mujeres al ser el iniciador del Rito Masónico Egipcio y Gran Maestro de la Fraternidad Rosacruz, insigne alquimista, amigo del Conde Saint Germain con quien comparte misiones especiales por Europoa y benefactor de gran número de personas en todos los niveles y clases sociales. Como líder con propósitos capaces de gestar una nueva era, los enemigos de la luz, al no encontrar ninguna razón para condenarle, lo hicieron signándolo de “masón” cuya representación es, paradójicamente, es la de “hijo de la luz”.

Podemos imaginar la importancia de Cagliostro, cuando Goethe, a los fines de conocerle mejor, decide viajar por Sicilia, para recoger vestigios que le permitan proyectar un mejor perfil de su enigmática personalidad.

En diversas partes del Quijote se hacen referencias al arte del Zahorí, a la alquimia, a premoniciones, a los presagios, y otros elementos de percepciones intuitivas, que denotan que a Cervantes no le era ajeno el conocimiento vinculado a las disciplinas esotéricas, siendo, además, conocedor del Cuerpo Hermeticum de Hermes Trismegisto.

El otro es Franz Kafka, cuyo personaje principal de la obra El Castillo presenta notables analogías con el del Quijote, tal como lo destaca Marthe Robert, en su amplio e interesante estudio intitulado Lo Viejo y lo Nuevo.

Kafka, en uno de sus ensayos cervantinos expresa su profunda admiración por Sancho Panza, en quien observa, reflejado en elevado grado, el genio de Cervantes.

Quien esto escribe, en España, conoció un cierto número de personas que, más que Don Quijote, su héroe fundamental era Sancho Panza y buscaban obras de crítica literaria que de manera especial estudiaran su psicología e idiosincrasia. Es en Sancho Panza en donde creen ver el genio de su autor. Empero, es preciso recordad que ambos personajes lo reflejan en igual grado, cada uno enfocando un aspecto de la realidad humana y ambos, el conjunto de la misma.

El mismo Cervantes, en la segunda parte, pone en boca del bachiller, conversando con Sancho: -“..Sois vos la segunda persona de la historia; y que hay tal que precia más oíros hablar a vos que al más pintado de toda ella, puesto que también hay que diga que anduviste demasiado crédulo en creer que podía ser verdad el gobierno de aquella ínsula ofrecida por el señor Don Quijote, que está presente”-.

Con Cervantes ocurre igual que con Homero; su respectivo genio es de proporciones tan inmensas que a muchos le cuesta creer que un solo hombre sea capaz de plasmar una obra tan portentosa. Un gran número, al igual que Goethe, se resignan pensando que es la obra común de varios poetas atribuida a Homero. Con Cervantes, existiendo la certeza de que la totalidad de la obra le pertenece, se resignan pensando que es una obra menor que por el favor tan acentuado del público, desde su publicación, pasó a ser la más importante de las obras mayores que genio alguna haya dado a la humanidad. Empero, en lo que, de manera unánime, existe un absoluto consenso, es que ambos constituyen paradigmas perdurables que seguirán entusiasmando –y formando- a un sinnúmero de generaciones futuras.

El primero, es el maestro de la pasada edad de oro griega; el segundo lo es de la nueva en gestación. Gran número de líderes, políticos, intelectuales y personas de diferentes niveles socio-culturales han recibido notables inspiraciones con su reiteradas lecturas y han guiado su acción en la vida.

Es preciso emularlos a ambos como“modelos perfectos” del genio conductor de la humanidad.


***

Recordemos como Cervantes, en la segunda salida de Don Quijote, realiza una parodia en la forma en que su héroe lo hace con la salida del alma en la Noche oscura de Juan de la Cruz, denotando, con ello, un conocimiento de la literatura mística.

En efectos, en el Quijote, expresa: -“Toda la venta estaba en silencio, y en toda ella no había otra luz que la que daba una lámpara, que colgada en medio del portal ardía”-.

Luego agrega: -“Hechas, pues, estas prevenciones, no quiso aguardar más tiempo a poner en efecto su pensamiento, apretándole a ello la falta que él pensaba que hacía en el mundo su tardanza… Y así, sin dar parte a persona alguna de su intención, y sin que nadie le viese, una mañana, antes del día…, por la puerta falsa de un corral salió al campo, con grandísimo contento y alborozo”.

-“…y con esto se quietó y prosiguió su camino, sin llevar otro que aquel que su caballo quería”….
En el texto de Juan de la Cruz, se lee:
-“En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
¡oh, dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada”.


-“A oscura y segura,
por la secreta escala, disfrazada”…


-“En la noche dichosa,
en secreto, nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía”.


-“Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía
en parte donde nadie parecía”-.



Don Quijote es un modelo de cómo cualquier persona puede realizar el proyecto que se proponga como objetivo claramente definido. El se propuso ser un Caballero andante, lo planificó paso a paso, conscientemente de lo que hacía, superando todos los obstáculos imaginables, reales o no, asumió el nuevo rol, adoptó la denominación de Don Quijote, dejando de lado su verdadero nombre, preparó una antigua armadura de su bisabuelo, le dio a su jamelgo el nombre de Rocinante, eligió la dama a la cual rendiría homenaje dedicándole sus hazañas, inventando el nombre de Dulcinea.

Estaba conciente de quien era, pero, también, de lo que quería representar. Recordemos que una de las tres formas máximas del poder es el de la representación, como lo dijera Arthur Schopenhauer, en el Arte del Buen Vivir.

Era un hombre preparado para lo que pretendía realizar: físicamente fuerte y delgado, capaz de soportar las más duras faenas y pruebas de su nueva aventura; era, además de gran templanza y fortaleza de espíritu, prudente por naturaleza, y erudito, en sus conocimientos, por lo extenso de su cultura y la lectura de los principales clásicos.

Su experiencia de la vida y de las personas, les hacían un hombre sabio.

Su disciplina espiritual estaba sustentada por el conocimiento de la literatura mística, la de Juan de la Cruz y la de Teresa de Jesús; pero, al igual que ellos, también había bebido en la mística sufí, habiendo conocido, con certeza, las obras de Ben Alarif de Almería, Ibn Azam, Ibn Gabirol, Maimonides, Averroes y otros grandes exponentes. Existen diversos vestigios de espiritualidad sufí en el Quijote, que reflejan la admiración de Cervantes al respecto; por ejemplo: el capítulo VIII, de la segunda parte, empieza, diciendo: -“¡Bendito sea Alá!”, por la boca de Hamete Benengeli; luego agrega, en una evidente práctica del Dickr, -es decir el constante recuerdo del nombre de Alá: -“¡Bendito sea Alá!”; lo repite tres veces.

Es decir, Don Quijote estaba preparado para elegir cualquier rol místico o profano que hubiese anhelado y, además, llevarlo a cabo.
Estaba dotado de fe abundante e inquebrantable en los resultados, de expectativas positivas, -siempre esperaba lo mejor en cualquier situación por poco fácil que pareciese-, y esa poderosa confianza en sí mismo, en sus posibilidades y en el éxito, les facultaban para emprender su heroica aventura.

La profundidad de su sabiduría la observamos cuando, en la segunda parte Cervantes destaca: -“…Habló don Quijote con tanta discreción en todas las materias que se trataron..”; veamos, a continuación, algunos de estos pensamientos:

LA SABIDURÍA DE DON QUIJOTE:

1. –“Hermano mío, mire si me manda algo, que me voy a casa; que ya Dios ha sido servido, por su infinita bondad y misericordia, sin yo merecerlo, de volverme mi juicio; ya estoy sano y cuerdo; que acerca del poder de Dios ninguna cosa es imposible. Tenga grande esperanza y confianza en Él., que pues a mí me ha vuelto a primero estado, también le volverá a él, si en Él confía”-.
2. –“Y, -¿es posible que las comparaciones que se hacen de ingenio a ingenio, de valor a valor, de hermosura a hermosura y de linaje a linaje son siempre odiosas y mal recibidas?”-.
3. –“Solo me afano por dar a entender al mundo en el error en que está en no renovar en sí el felicísimo tiempo donde campeaba la orden de la ambulante caballería”-.
4. –“Entregándose a las implacables olas del mar profundo, que ya le suben al cielo, y ya le bajan al abismo; y él, puesto el pecho a la incontrastable borrasca, cuando menos se cata, se halla tres mil y más leguas distantes del lugar donde se embarcó, y saltando en la tierra remota y no conocida, le suceden cosas dignas de estar escritas, no en pergaminos, sino en bronces”-.
5. –“La diligencia, el trabajo, la virtud, la valentía eran práctica constante en las edades de oro y en los andantes caballeros”-. (Parafraseado).
6. –“..Que los poetas también se llaman vates, que quiere decir adivinos”-.
7. –“Yo te aseguro, Sancho, -dijo don Quijote-, que debe de ser algún sabio encantador el autor de nuestra historia; que a los tales no se le encubre de lo que quieren escribir”-.
8. –“La gallardía de vuestra merced, el ánimo grande..., la paciencia en las adversidades..”-
9. –“El poeta puede contar o cantar las cosas, no como fueron, sino como debían ser; y el historiador las ha de escribir, no como debían ser, sino como fueron, sin añadir ni quitara la verdad cosa alguna”-.
10. -“..Y mientras más fuere entrando en edad Sancho, con la experiencia que dan los años estará más idóneo y más hábil para ser gobernador..”-.
11. –“Encomendadlo a Dios, Sancho –dijo don Quijote-; que todo se hará bien, y quizá mejor de lo que vos pensáis; que no se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de Dios”-.
12. –“No hay libro…que no tenga algo bueno; …y tanto más se escudriñan cuanto es mayor la fama del que la compuso”-..
13. –“Las obras que se acaban aprisa nunca se acaban con la perfección que requieren”-.
14. –“..Tiempos hay de acometer y tiempos de retirar”-.
15. –“La valentía es el camino del medio, es decir, ni timorato ni temerario y si esto es así es preciso que no te retires sin motivos ni que acometas cuando la demasía pide otra cosa”-. (Parafraseado).
16. –“La mejor salsa del mundo es el hambre;….. y cuando se tiene ésta siempre se come con gusto”-.
17. –“El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no se debe quejar cuando se le pasa; ..Dejémonos llevar por este viento favorable que nos sopla”-.
18. –“..Y vístete de modo que disimule lo que es y aparezca lo que ha de ser”-.
19. –“Uno de los mayores trabajos que los “jefes” tienen, entre otros muchos, es el de estar obligados a escuchar a todos y a responder a todos”-.
20. –“..Aquellos se levantan o con la ambición o con la virtud; ..y es menester aprovecharnos del conocimiento discreto para distinguir estas dos maneras de caballeros”-.
21. –“A cuatro clases de linajes se pueden reducir todos los que hay en el mundo, que son estas: 1) Que tuvieron principios humildes, y se fueron extendiendo y dilatando, hasta llegar a una suma grandeza; 2) Que tuvieron principios grandes, y los fueron conservando, y los conservan y mantienen en el ser que comenzaron; 3) Que aunque tuvieron principios grandes, acabaron en punta,, …. habiendo disminuido y aniquilado su principio hasta parar en nonada, como lo es la punta de la pirámide que respeto de su base o asiento no es nada; 4) otros hay, y éstos son los más, que no tuvieron principio bueno, ni razonable medio, y así tendrán el fin, sin nombre, como el linaje de la gente plebeya y ordinaria”.
o –“De los primeros, que tuvieron principio humilde y subieron a la grandeza que ahora conservan, te sirva de ejemplo la Casa Otomana, que de un humilde y bajo pastor que le dio principio, está en la cumbre que les vemos”.
o –“Del segundo linaje, que tuvo principio en grandeza y la conserva sin aumentarla, serán ejemplo muchos príncipes, que por herencia los son, y se conservan en ella sin aumentarla ni disminuirla, conteniéndose en los límites de sus estados pacíficamente”.
o –“De los que comenzaron grandes y acabaron en punta hay millares de ejemplos.
o –“Del linaje plebeyo no tengo que decir sino que sirve para acrecentar el número de los que viven, sin que merezcan otra fama ni otro elogio su grandeza”-.
o –“Solamente son grandes e ilustres quienes lo muestran en la virtud, y en la riqueza y liberalidad de sus dueños”-.
22. –“Al caballero humilde no le queda otro camino para mostrar que es caballero sino el de la virtud, siendo afable, bien criado, cortés, y comedido y oficioso..”-.
23. –“Siempre la alabanza fue premio de la virtud, y los virtuosos no pueden dejar de ser alabados”-.
24. –“Lo que los cielos quieren, la fortuna ordena y la razón pide, y, sobre todo, mi voluntad desea”.-
25. –“Muchos pocos hacen un mucho, y mientras se gana algo no se pierde nada”-.
26. –“Has dicho, Sancho –dijo don Quijote-, mil sentencias encerradas en el círculo de breves palabras; el consejo que ahora me has dado le apetezco y recibo de bonísima gana”-.
27. –“La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira, como el aceite sobre el agua”-.
28. –“..Mira sus acciones y movimientos; porque si tú me los relatares como ellos fueron, sacaré yo lo que de ella tiene escondido en lo secreto de su corazón acerca de lo que al hecho de mis amores toca; que has de saber, Sancho, -le dice don Quijote-, si no lo sabes, que entre los amantes, las acciones y movimientos exteriores que muestran, cuando de sus amores se trata, son certísimos correos que traen las nuevas de lo que allá en lo interior del alma pasa”-.
29. –“Dime con quien anda, decirte he quien eres; no con quien naces, sino con quien paces”-.
30. –“Quedó sosegado su espíritu”….-.
31. –“Es menester tocar las apariencias con las manos para dar lugar al desengaño”-.
32. –“..Juzgando por las palabras la intención de quien la decía”-.
33. –“No tomar represalias de nadie y vivir pacíficamente…”-. (Parafraseado).
34. –“..Como aquella del ajedrez, que mientras dura el juego, cada pieza tiene su particular oficio”-.
35. –“Que las tierras que de suyo son estériles y secas, estercolándolas y cultivándolas vienen a dar buenos frutos: quiero decir que la conversación de vuestra merced ha sido el estiércol que sobre la estéril tierra de mi seco ingenio ha caído; la cultivación, el tiempo que ha que le sirvo y comunico; y con esto espero de dar fruto de mí que sean de bendición, tales, que no desdicen de los senderos de la buena crianza que vuestra merced ha hecho en el agostado entendimiento mío”-.
36. –“De las bestias han recibido muchos advertimientos los hombres y aprendido muchas cosas de importancia, como son: de la cigüeñas, el cristel; de los perros, el vómito y el agradecimiento; de las grullas, la vigilancia; de las hormigas, la providencia; de los elefantes, la honestidad, y la lealtad, del caballo”-.
37. –“Y escuchémosle: que por el hilo sacaremos el ovillo de sus pensamientos, si es que canta; que de la abundancia del corazón habla la lengua”-.
38. –“Volvámonos a nuestras chozas; que allí nos hallará Dios, si Él quiere”-.
39. –“Y tanto el vencedor es más honrado, cuanto más el vencido es reputado”-.
40. –“Que ese don Quijote que decís es el mayor amigo que en este mundo tengo”-.
41. –“Que yo vea si la gallardía de vuestro rostro responde a la de vuestra disposición”-. (Parodia de Homero).
42. –“Dios sabe la verdad de todo”-.
43. –“A los padres toca el encaminarlos desde pequeños por los pasos de la virtud, de la buena crianza y de las buenas …costumbres, para que cuando grandes sean báculo de la vejez de sus padres y gloria de su posteridad; y en lo de forzarles que estudien esta o aquella ciencia no lo tengo por acertado, aunque el persuadirles no será dañoso; y cuando no se ha de estudiar para ganar el pan, siendo tan venturoso el estudiante que le dio el cielo padres que se lo dejen, sería yo de parecer que lo dejen seguir aquella ciencia a que más le vieren inclinados; y aunque la de la poesía es menos útil que deleitable, no es de aquella que suele deshonrar a quien la posee; ….hecha de una alquimia de tal virtud, que quien la sabe tratar la volverá en oro purísimo de inestimable precio; …el que con los requisitos que he dicho tratare y tuviere a la poesía, será famoso y estimado su nombre en todas las naciones”-.

Adelante.

2 comentarios:

Juan Antonio Torrijo Latorre dijo...

Ha sido un verdadero deleite leer su escrito sobre Cervantes.
Admiro su erudición al respecto, pero aún admiro más las claves que extrae y muestra al lector de su artículo.
Le estoy muy agradecido por poner a mi alcance su valioso trabajo.
Juan

VERDAD UNIVERSAL DIVINA dijo...

Gracias, Juan Antonio, por sus palabras, constituyen un gran estímulo.

Un saludo fraternal,

Giuseppe