ELEMENTOS GENERALES DEL UNIVERSO
Capítulo II
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
De: Allan Kardec
Uno de los mejores libros de
todos los tiempos!!!
Versión castellana y comentarios
exegéticos, de:
©Giuseppe Isgró C.
Conocimiento del Principio de las
Cosas. Espíritu y Materia. Propiedad de la Materia. Espacio universal.
CONOCIMIENTO DEL PRINCIPIO DE LAS
COSAS
17.
Puede, el ser humano, conocer el principio de las cosas?
–“No. Dios no permite que se le descubra todo aquí abajo”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:
Evidentemente, los seres de los cuatro reinos naturales, jamás
podrán agotar la totalidad de la fuente universal que constituye tanto el
universo, en sí, como el Supremo Hacedor, como causa primera de todo lo
existente.
Es decir, ni aquí abajo, entendido como la dimensión física de
la vida, ni en la dimensión espiritual, podrá ninguno de los seres absorber el
Todo, relativo al Principio de las cosas.
El Principio de las cosas, lo hemos delineado en sus aspectos
generales. Ciertamente, la percepción de que cada Espíritu de los cuatro reinos
naturales es una emanación a la conciencia individual, a partir de la Divinidad, permite descifrar gran
número de enigmas en el universo.
Empero, para llegar a absorber la totalidad de lo que, como
atributos divinos, valores universales y ley cósmica, posee desarrollados en
todas las vertientes y variantes, el Ser Universal, transcurrirá toda la
eternidad y jamás la agotará, ya que, siempre encontrará un más allá.
Pero, esa es la función de cada ser en los cuatro reinos
naturales: Cooperar en la expansión de la Creación. En la medida que más avanza
en la espiral evolutiva, percibe en mayor grado, y en nuevos niveles,
conocimientos de cómo realizar facetas más avanzadas de la Gran Obra.
De qué sirve tratar de abarcar el Todo cuando nuestra misión es
comprender lo inmediato, para resolver los enigmas que nos ocupan en todos los
ámbitos de las ciencias, de las filosofías y de las artes?
Sin embargo, en nuestra realidad inmediata, el conocimiento de
nuestra naturaleza humana, y el de los demás seres de los restantes reinos
naturales, permite regirnos adecuadamente para resolver, positivamente, lo que
es sometido a nuestro análisis.
El conocimiento de nuestros atributos divinos, valores
universales, contribuye a compenetrarnos con los parámetros dentro de los
cuales precisamos mantener nuestra conducta.
Iniciando nuestra labor por la senda justa del progreso
universal, nos propondremos, en cada etapa, nuevos objetivos de realización
espiritual, en un proceso que se denomina: La eterna polarización.
**
Si el ser humano, o cualquier ser de los cuatro reinos
naturales, se planteara, o percibiera un objetivo de conocimiento en grado
infinito, por su capacidad potencialmente infinita de conocer, y de realizar,
sería capaz de obtener ese conocimiento, aunque en su búsqueda tuviese que
trabajar toda la eternidad para lograrlo.
Empero, como el poder potencial que posee es de la misma índole
que el del Creador, sería capaz de satisfacer su necesidad en tiempo oportuno,
de acuerdo con la ley de causa y efecto.
En teoría, esa capacidad de autosatisfacción de conocimiento
sería en forma instantánea a nivel de conciencia perceptiva. Pero, él ignora
que tiene esa capacidad de conocer al instante, ya que, en su esencia, posee
todo el conocimiento del Ser Universal en sí mismo. Empero, aun percibiendo la
realidad, por grados, le faltaría, todavía, la experiencia práctica de ese
conocimiento.
El ser humano jamás podrá expresar un conocimiento, o el poder
para realizar cualquier objetivo concebido, o la solución o satisfacción de
toda necesidad que experimente, si no tiene, antes, la conciencia de esa
necesidad. Es lo que se conoce como Docta Ignorancia y/o el Poder de la
conciencia de la Ignorancia.
Tan pronto adquiera conciencia de cualquier necesidad,
instantáneamente manifiesta tanto el conocimiento del qué, del cómo, del
cuándo, del dónde, del quién, del cuánto, y del por qué, así como el poder
realizador equivalente, y en ese mismo grado de conciencia perceptiva de la
necesidad. ESTO ES, SE ENTIENDE, A NIVEL MENTAL, o espiritual. Pero, aún, en la
dimensión de la manifestación física, precisará el tiempo suficiente para
expresar el resultado práctico, efectivo, como experiencia de vida, para que
ese conocimiento, o realización, tenga autenticidad y valor, y desarrolle la
aptitud inherente, y equivalente, en cada ser, según se trate.
Dada la poco probable posibilidad de que el ser humano, en su
estado de potencialidad, adquiera conciencia, en forma instantánea de la
totalidad de lo que ignora, en un momento dado, en todos los grados que ignora
que desconoce, dejará de expresar tanto el conocimiento como el poder
realizador.
En la medida en que, por grados, en la eterna polarización, vaya
adquiriendo conciencia de determinadas necesidades y/o ignorancias, expresará,
simultáneamente, el respectivo conocimiento y grado de poder realizador.
18. Penetrará el ser humano, un día, el
misterio de las cosas, que ahora le están ocultas?
–“Los ojos se le abren al mismo tiempo que él se
purifica; pero, para comprender algunas cosas, necesita facultades que todavía
no posee”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC.:
El Espíritu está dotado de un poder
potencialmente infinito, expresado en dos vertientes: la primera, de percepción
del conocimiento, y su respectiva comprensión en determinado grado; la segunda, de acción creadora.
Cuando en la primera parte de la respuesta se
indica: –“Los ojos se le abren al mismo tiempo que él se purifica”, el estado
de purificación de la persona, implicaría una depuración de su Espíritu en los
asuntos “materiales” de la existencia, sensibilizando su ser en las cosas elevadas
de la vida.Centrando su atención en las preguntas que inquietan su conciencia,
se les abren los ojos de la comprensión intuitiva, e inspirativa, que le
permiten percibir la información que precisa, sabiendo lo que quiere saber.
Esto implica descentrar la atención del ego, de
los sentidos físicos, de la lógica inductiva y deductiva, emancipándose de la
conciencia objetiva para acceder a la visión espiritual, a un nivel de
conciencia trascendental. La segunda parte de la respuesta, expresa: “pero, para
comprender algunas cosas, necesita facultades que todavía no posee”-
Preguntamos: “Facultades que todavía no posee”, o, que no posee, todavía,
desarrolladas? Recordemos que el Espíritu se encuentra dotado de los mismos
atributos divinos del Creador Universal, en estado potencial.
Esto quiere decir que posee, exactamente, todas
las facultades que les son inherentes al Creador, pero, en estado potencial,
que, eternamente habrá de desarrollar.
En este desarrollo eterno, irá percibiendo,
gradualmente, en la medida en que se purifica, y desarrolla sus atributos
divinos, todo el conocimiento del cual perciba su ignorancia, en un momento
dado.
Es decir, la conciencia de lo que ignora, le irá
creando el molde que expresará el respectivo conocimiento, y la fuerza creadora
inherente, que precisa en ese estado evolutivo.
19. Puede, el ser humano, penetrar algún
secreto de la naturaleza por las investigaciones de la ciencia?
–“La ciencia le ha sido dada para que progresase
en todas las cosas; pero él no puede sobrepasar los límites establecidos por
Dios”-.
Cuanto más el ser humano logra penetrar dentro
de estos misterios, tanto más debe ser grande su admiración por la potencia y
la sabiduría del Creador. Empero, sea por orgullo, o por ausencia de fortaleza,
su misma inteligencia le convierte en presa de la ilusión: él acumula sistemas,
y en algún momento le será evidente cuantos errores ha cambiado por verdades y
cuantas verdades ha repudiado como errores. Constituyen otras tantas
desilusiones para su orgullo.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:.
El ser humano ha ido penetrando en los secretos
de la naturaleza, gradualmente, sin tomar en cuenta la clase de conocimiento
que puedan poseer los seres en los demás reinos: animal, vegetal y mineral,
que, aún, el ser humano desconoce, por la razón que fuere. Pero, evidentemente,
en cada etapa evolutiva, existe un límite que, gradualmente, habrá que ir
trascendiendo. Por ejemplo, el método científico utiliza la lógica inductiva y
deductiva en su búsqueda del conocimiento.
Pero, la percepción por los cinco sentidos
físicos y la capacidad de razonamiento tienen sus respectivos límites los
cuales son trascendidos por la intuición y la inspiración.
Es decir, que la mente humana es capaz de
obtener informaciones utilizando facultades espirituales, cuyos límites los
constituyen el estado de desarrollo de las mismas, y la pureza de conciencia,
que se traduce en la intención de la persona, en determinado grado evolutivo.
El ser humano, como lo ha ido demostrando
en la historia, va superando todas las barreras que encuentra en su búsqueda
del conocimiento, y así lo seguirá haciendo en el eterno presente, en forma
gradual, sin límites de ninguna naturaleza.
No se deben, ni pueden aceptarse, por lo tanto,
límites algunos, en el desarrollo de la propia misión existencial, por cuanto
nadie conoce los alcances ilimitados de su capacidad. Por cada límite que
encuentre en su camino, el ser se preguntará: Qué hay más allá? Cómo puedo
llegar allí? Siempre encuentra la manera de hacerlo.
Pero, primeramente, en cada caso, debe llegar a
ese límite “temporal”, en su eterno camino, no pararse allí y, luego, seguir
siempre adelante.
Para vivificar el respectivo grado de percepción
y el inherente grado de poder realizador, es preciso que la persona los aplique
a las necesidades, deseos, sentimientos, y objetivos, que va experimentando en
su conciencia, o anteponiéndose como metas de solución, para auto-expresarlos
como experiencia de vida. Un camino para toda la eternidad, en tiempo presente,
sin agotarlo jamás, afortunadamente. Adelante.
20. Fuera de las investigaciones de la ciencia, le
es permitido al ser humano recibir comunicaciones de orden más elevado en torno
a aquello que escapa al examen de sus sentidos?
–“Sí. Dios, cuando lo estima útil, le revela al
ser humano lo que la ciencia no puede enseñar”-.
Precisamente por estas comunicaciones el ser
humano alcanza, dentro de ciertos límites, el conocimiento de su pasado y de
sus futuros destinos-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:.
La respuesta a esta pregunta ratifica la
percepción de los anteriores comentarios exegéticos.
Recordemos: Las enseñanzas védicas, las de las Leyes
de Manú, -o, Manava-Dharma Sâstra-, las del Mahabharata, -cuyo sexto capítulo
es el Bagavad Gita-, y otras de esa remota antigüedad, cuya profundidad de
sabiduría asombran a la humanidad del siglo XXI, y continuarán haciéndolo en el
futuro, -tomando en cuenta de que fueron elaboradas en una época histórica en
la que se supone que vivía una humanidad primitiva-, eran conocidas como “las
enseñanzas de los oidores a los pies del maestro”.
Qué significa esto?
Es muy sencillo: fueron enseñanzas impartidas
por Espíritus superiores, de otros mundos más avanzados, por medio de un
“sensitivo” debidamente facultado a tales efectos, que transmitían un
conocimiento que no era originario del planeta tierra.
Antes de ese momento, nadie había hablado de
determinados temas, en esa forma específica, como la reencarnación, la ley del
karma y otros temas inherentes a cada una de las obras en cuestión. De manera
que, la misma vida, en forma gradual, y oportunamente, determina que se vayan
trascendiendo los límites establecidos para cada etapa evolutiva.
21. La materia ha existido ab
aeterno como Dios, o bien ha sido creada en algún momento por Él?
-“Esto lo sabe sólo Dios. Vuestra imaginación no
puede dejar de demostraros la imposibilidad de que Dios, amor y bondad por
esencia, haya podido estar alguna vez inoperante. Por muy lejos que pudierais
imaginar el principio de su acción, podríais representároslo un solo momento
inactivo?
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:.
Sabemos, tal como lo expresa la Segunda Ley de
la Termodinámica, o, Ley de la conservación de la energía, que ni la vida, ni la energía, se crean ni se destruyen; simplemente,
existen. Ahora bien, qué es la materia? Podríamos definir a la materia como
energía condensada en “X” grado vibratorio, según el elemento, o elementos que
la conformen.
Si pudiésemos ver cualquier trozo de materia
bajo una lupa poderosa, que lo permitiese, nos daríamos cuenta de que la
materia no es compacta, “sólida”, en el estricto sentido de la palabra, sino
que, en su estructura, existen espacios “vacíos”, pero que, realmente, no es
mas que energía condensada.
Cuando el respectivo ciclo de esa materia
termine y pase por el proceso natural de descomposición, la energía que le
conformaba vuelve al depósito universal, para ser, nuevamente, utilizada.
Cómo ocurre esto, y quién lo realiza?
Todos hemos oído, alguna vez, hablar de los
“Espíritus elementales de la naturaleza”.
Qué son los Espíritus elementales de la
naturaleza? Qué es un Espíritu?
Imaginemos el universo dividido en tres
substratos. El
primero, conformado por Dios, -el Ser Universal-, la fuente cósmica de donde
emana todo.
Una energía luminosa en movimiento eterno,
dotada de inteligencia infinita, con todos los atributos divinos, -valores
universales-, en grado infinito de desarrollo, en todas sus vertientes y
variantes, sin límites de ninguna naturaleza, que constituyen el soporte de los
principios cósmicos y de las leyes universales, cuya síntesis se expresa como
ley cósmica.
Por supuesto, Dios se encuentra dotado de una
conciencia universal de sí y de todo lo que Él es y representa, de su poder
creador infinito, y aún así, potencialmente infinito, en infinitos aspectos,
variantes y vertientes.
Causa suprema del universo ab eterno, es decir,
desde la eternidad, en la eternidad presente, para la eternidad. Se ha dicho: Causa
suprema universal.
Todo este todo conforma lo UNO, que es la
totalidad de lo que existe, y llegará a existir, en el eterno presente.
El segundo substrato, conformado por el
ALMA UNIVERSAL, que es la MATRIZ CÓSMICA, conformada por substancia
etérica que llena todo el universo, que podría ser comparado a la “tierra
cósmica”, equivalente a la tierra que conocemos, pero, en estado etérico.
Representa, al mismo tiempo, a la
MENTE CÓSMICA, equivalente a lo que, en pequeño, es la mente de un ser
humano.
Otra comparación, necesaria: las semillas que se
siembran en la tierra, a nivel de la mente estarían representadas por las
ideas.
Ahora bien: en la naturaleza existen cuatro
reinos conocidos: el humano, el animal, el vegetal y el mineral. Cada uno está
conformado por tres entes básicos: el Espíritu, el alma y el cuerpo.
Quién crea el Espíritu, fuente de la vida? Se ha
dicho ya, que la vida no se crea, porque existe ab eterno, es decir, desde la
eternidad: Siempre.
Entonces, cómo emana a la conciencia individual?
Cada vez que el Ser Universal precisa a una familia de Espíritus, en cada reino
natural, Él, sin dejar de ser Él mismo, y sin separarse de Él mismo, toma
posesión, en el ALMA UNIVERSAL, de una célula matriz, a la que dinamiza con
vida eterna e inmortal, a partir de ese momento, y siendo Él mismo, sin haberse
separado de Él mismo, continúa dotado de sus mismos atributos divinos, -o
valores universales, de su conciencia, en la que se expresan los sentimientos
de los valores universales, como guía divina de vida, o sentidos cósmicos,
pero, arrancando desde un grado cero de percepción y expresión de poder creador,
a partir de ese momento inicial.
Es decir, emana a la conciencia individual, el
mismo Ser Universal, pero en la
conciencia de este ser individualizado no quedó registrado todo lo que era el
Ser Universal desde la eternidad pasada, lo cual deberá descubrir, ese ser, a
partir de entonces, en la eternidad futura, en el eterno presente: Ahora.
Evidentemente, ese nuevo ser tiene una misión y
cumple un propósito del Ser Universal, que es el de acrecentar a la
Creación. Esteproceso de emanación a la conciencia individual, del mismo Ser
Universal, ocurre, por igual, con los Espíritus de los cuatros reinos
naturales: el humano, el animal, el vegetal y el mineral, salvo de que existan
otros reinos que desconozcamos, por ahora, Y es aquí donde entran en escena los
Espíritus elementales de la naturaleza, constituidos por los Espíritus emanados
a la conciencia en el reino mineral, por ejemplo: los espíritus del hierro, del
oro, del estaño, del zinc, del bronce, de la plata, etcétera.
Emanados los Espíritus a la conciencia
individual, en el ALMA UNIVERSAL, -o mente cósmica-, en los cuatros
reinos naturales, en las correspondientes células matrices, -equivalentes a
espermatozoides etéricos-cósmicos-, en las que el Ser Universal se une,
dinamizándoles, esas ubicaciones, dentro del alma universal, van a constituir
sus espacios cósmicos, respectivamente, al igual que el espacio que queda en
una masa de harina, de la cual, un ama de casa, mediante un molde, extrae una
galletita. Permanecerá unido a ese espacio cósmico, en el alma universal,
mediante un “hilo de plata” elástico, fluídico, como su hogar. Ya, aquí,
tenemos dos de los elementos de la trilogía que le conforman: Espíritu y alma.
El tercer substrato, se encuentra conformado por
la materia: Los Espíritus elementales de la naturaleza, equivalentes a cada uno
de los elementos minerales conocidos y por conocer, vibran, cada uno, en una
determinada frecuencia, de acuerdo a su tipo, y materializan la energía, es
decir, la condensan en materia, es decir: hierro, oro, plata, bronce, oxígeno,
nitrógeno, carbono, etcétera.
Aquí, se sigue cumpliendo el principio de que la
constitución de cada ser está integrada por: Espíritu, alma y cuerpo. Este
substrato va a conformar la base y el soporte de los mundos físicos, en el
cosmos. Aquí reside el secreto de la creación de los mundos, en el inmenso
universo.
Cada vez que los maestros de la
Creación van a formar un mundo, de acuerdo a los planes y objetivos de la
humanidad que le habrá de poblarle, o habitarle, en determinado lapso, los
maestros de la creación a cuyo cargo se encuentra la formación de aquel mundo,
le dan una orden, a esa inmensa cantidad de Espíritus elementales que van a
coadyuvar, para que condensen determinadas masas de materias, tanta como sea
necesaria hasta alcanzar el volumen respectivo de acuerdo al tamaño previsto
para ese mundo.
Aquí residiría, probablemente, también, el
secreto de esas enormes velocidades mediante las cuales los mundos giran sobre
sus propios ejes y alrededor de su respectivo sol, en un movimiento integral
cósmico.
Es decir, dado que en su nivel infinitesimal la
materia está constituida por Espíritus elementales, en cuya expresión física
como átomos de sus respectivos elementos constituyen una energía en movimiento,
la unión masiva de todos esos elementos, dotados de energía en movimiento, en
su suma total, le otorgan, al respectivo mundo, sus movimientos sobre sus
propios ejes, y el de la traslación en torno a su respectivo sol, en base a un determinado
punto de equilibrio, por la ley de gravedad.
Pero, la unión de los mundos, de los sistemas
solares, en sus respectivas galaxias, en unión con todas las galaxias del
universo, todas se desplazan, uniformemente, en armonía, en un viaje perpetuo
por el universo.
Prácticamente, el sistema de galaxias, en su
conjunto, se encuentra en un viaje permanente por el Cosmos. Somos viajeros
cósmicos en el espacio, en tiempo presente.
Siendo la ley una e igual para todos, cada
especie, para expresar, en su respectivo reino, lo relativo a su cuerpo
físico, sigue un proceso análogo al mineral, con las adaptaciones, y variantes,
inherentes a su índole. En síntesis, en este quehacer universal el Creador está
realizando un juego consigo mismo. Pero, que juego!
22. La materia se define, en general, como lo
que tiene extensión; lo que puede causar un efecto perceptivo sobre nuestros
sentidos; lo que es impenetrable. Son exactas estas definiciones?
-“Según vuestra manera de ver, sí, por cuanto
vosotros habláis de lo que conocéis; empero, la materia existe, también, en
otros estados que vosotros desconocéis todavía. Ella puede ser, por ejemplo,
tan etérea y sutil que deja de hacer el más mínimo efecto sobre vuestros
sentidos; empero, ella siempre es materia aunque para vosotros no sería tal
cosa”-.
Cuál definición nos daríais vosotros de la
materia?
-“La materia es la unión que vincula el
espíritu, y al mismo tiempo es el instrumento que le sirve, y sobre el cual
ejercita su acción”-.
Esto admitido, puede decirse que la materia es
el agente, o el vehículo, con la ayuda del cual y sobre el cual actúa el
espíritu.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:.
El mundo de la materia no es más que la
dimensión física de la expresión de la vida.
Esta manifestación física de la vida, siendo real
desde el punto de vista de lo tangible, de lo físico, de lo compacto, no deja
de ser más que una apariencia, una ilusión.
Esto es debido a que la materia no es más que la
condensación de la energía bajo ciertas formas y características.
Formas y características que se plasman de
acuerdo con las imágenes expresadas por el respectivo Espíritu elemental de la
naturaleza y por la “personalidad” inherente del elemento en sí, del cual se
trate, que le imprime determinadas cualidades físico-químicas, con una función
específica en el contexto universal.
Al igual que una planta, del entorno que
conforma su hábitat, en la tierra, extrae las sustancias que le permitirán
desarrollar la vida física que le es inherente. Así como crecer y
desarrollarse, mientras culmine su ciclo biológico, lo cual ocurre también en
la dimensión energética.
El Espíritu elemental vibra a una determinada
frecuencia y condensa la materia equivalente al elemento en cuestión, del
que se trate.
Siendo la misma energía universal del que extrae
la esencia inherente al tipo de Espíritu elemental del que se trate, empero,
las cualidades y características son diferentes, entre sí, según sea un
elemento u otro.
Cómo es posible que, siendo la misma energía la
fuente de la cual extrae cada Espíritu elemental la esencia con la que
manifiesta la materia inherente, tengan las diversas expresiones de la materia,
características y cualidades tan diversas entre sí?
Será que en esa aparente uniformidad de la
energía cósmica existen, también, una extensa gama de variantes equivalentes a
la totalidad de los elementos conocidos y por conocer, en cada planeta del que
se trate?
De la misma manera que en la tierra, que a
nuestra vista aparece uniforme y como si fuese una sola substancia, pero que
contiene tan extensa gama de elementos, ocurrirá que, en la dimensión
energética existen, también, variantes en los tipos de energía, que los
Espíritus elementales utilizan de acuerdo con su “personalidad”, para condensar
la energía de acuerdo al tipo de elemento?
Evidentemente, existe una dimensión espiritual
en la que se desenvuelven los Espíritus elementales de la naturaleza, al igual
que los de los otros tres reinos naturales. Esta dimensión no es sino la
expresión de la Divinidad en tantos seres emanados a la conciencia individual,
sin separarse la Divinidad de sí misma, y sin dejar de ser Ella misma.
Existe, también, la dimensión del Alma
Universal, que es una especial forma de materia etérica, fluídica, más sutil,
quintaesenciada, que sirve de vehículo espiritual a todos los Espíritus que
conforman la dimensión espiritual. Es una forma menos densa de materia, pero,
es una variante de la materia.
Esa materia que conforma el Alma Universal, que
le sirve de vehículo en la dimensión espiritual, y le sirve, al mismo tiempo,
de enlace entre el Espíritu y el cuerpo que funge de vehículo en la dimensión
física de la vida.
Esa alma individualizada, en cada Espíritu de
los cuatro reinos naturales, que no dejan de ser emanaciones individuales, en
el Alma Universal, de la misma y única Divinidad, causa suprema de todo lo
existente, contiene en sí todas las esencias del universo, en todas sus
vertientes y variantes, pero, con una programación específica, según el
Espíritu de que se trate.
Es decir, Espíritu de los respectivos cuatro
reinos naturales, salvo que existan otros reinos naturales que aún no se
conozcan en el planeta tierra.
En todo caso desde la forma física más densa de
la materia, a la más sutil y etérica, existe una inmensa variante que
podríamos, esencialmente, ubicar entre el grado cero y el infinito de densidad,
o estado de depuración. Es decir, mientras más elevados sean los estados de
conciencias en ese mismo grado se sensibiliza la materia adquiriendo
expresiones más depuradas y bellas.
Esta es la razón de que en el ámbito Espírita se
habla que el alma o periespíritu es materia quintaesenciada, menos densa que la
física, pero materia en fin.
Si existen formas físicas diversas en la
materia, es porque, simultáneamente, existe una análoga diversidad de Espíritus
elementales capaces de condensar esas variantes en la materia. Tantos Espíritus
elementales como elementos existan, conocidos o por conocer.
De igual manera, existen arquitectos cósmicos
que diseñan, según el reino natural, las formas equivalentes a la especie vegetal,
o elemento mineral, de acuerdo a las características respectivas de cada
especie o elemento?
Esas características especiales de cada
especie animal, vegetal o mineral, han sido impresas ya por la Divinidad
en el momento en que emanan, respectivamente, a la conciencia individual?
O, cada Espíritu de los cuatro reinos naturales
los va desarrollando, haciendo uso de su respectivo libre albedrío?
Tienen libre albedrío todos los Espíritus de los
cuatro reinos naturales?
Por supuesto que sí. No hay duda ninguna de
ello. Están dotados de los mismos atributos de la Divinidad, incluyendo la
conciencia y el libre albedrío.
La única diferencia podría surgir en que el
Espíritu humano utiliza la materia de los otros tres reinos naturales, al igual
que el Espíritu de los animales.
El Espíritu vegetal utiliza la materia a partir
del reino mineral, y el reino mineral, utiliza la materia a partir de la
energía. Cada reino sirve de enlace y soporte del otro.
Es decir: Los Espíritus elementales de la
naturaleza, utilizan la energía; los Espíritus del reino vegetal utilizan la
energía a partir del reino mineral; los Espíritus de los reinos animal y
humano, lo hacen a partir de la energía sintetizada por el reino mineral y
vegetal, y, en parte, a partir del mismo reino animal y humano.
Es un proceso de cooperación recíproca e
integral.
Toda esta extensa gama de variantes en la
condensación de la energía, en materia, empieza en la mente de cada Espíritu.
Cuando se dice que “los pensamientos son cosas”, es que las ideas, o ideogramas
que contienen o expresan, son capaces de manifestar su equivalente a nivel
espiritual, anímico o físico. A nivel espiritual como sentimientos, a nivel
anímico, como emociones, y a nivel físico, como sensaciones. Según su índole
manifiestan el equivalente físico, por las leyes de causa y efecto, y por la de
la polaridad y la de atracción, entre otras.
El respectivo orden que conforman en el contexto
universal tiene que ver con la densidad, o estado de depuración, suma
existencial, o peso específico de cada ser en los cuatro reinos naturales.
Nos quedaría como ejercicio práctico:
1) Realizar un estudio de la materia desde la
perspectiva de la Física.
2) Otro, desde la perspectiva de la Química.
3) Igualmente, un análisis de la materia desde la
perspectiva de la Biología.
4) Realizar, también, un análisis de la materia
desde las perspectivas de diversas corrientes de pensamiento, que permita
completar el cuadro mental de la realidad de la dimensión física de la
vida.
5) Realizar un estudio actualizado sobre el
éter.
23. Qué es el Espíritu? (*)
-“El principio inteligente del universo”-.
Cuál es la naturaleza íntima del Espíritu?
-“El Espíritu, no se puede analizar fácilmente
en vuestro lenguaje. Él, para vosotros no es nada, por cuanto no es cosa
palpable; pero, para nosotros sí lo es. Recordad, que nada es lo inexistente y
lo inexistente no existe”-.
(*) Este principio explica el fenómeno, conocido
por todos los magnetizadores, de poder dar, con la voluntad, a cualquier
sustancia, por ejemplo, al agua, propiedades muy diversas, con un gusto
determinado, y también las cualidades activas de otras sustancias. Por cuanto
no existe más que un solo elemento primitivo, y las propiedades de los
diferentes cuerpos no son más de modificaciones de él, resultando que la
sustancia más inocua tiene el mismo principio de la más nociva. Así el agua,
que está formada de una parte de oxígeno y de dos de hidrógeno, se vuelve
corrosiva, si se dobla la proporción del primero. Una análoga transformación
puede producir la acción magnética dirigida por la voluntad.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:.
El Espíritu es, como expresa la respuesta a la
pregunta formulada en el epígrafe 23: -“El principio inteligente del
universo”-.
La respuesta es más profunda y completa de lo
que, a simple vista, parece. Define al Espíritu como: -“El principio
inteligente del universo”-.
Desde antigua data se ha mencionado que todo es:
Uno. Al referirse la pregunta a lo qué es el Espíritu, se refiere, en su
respuesta, al Principio Inteligente del Universo. Un solo
principio. Indiviso e indivisible. Que se manifiesta en todos los Espíritus de
los cuatro reinos naturales, sin separarse de sí mismo, y sin dejar de ser Él
mismo.
Es la inteligencia infinita del Universo, que se
expresa en toda manifestación de vida, en cada ser de los cuatro reinos
naturales, de acuerdo a las propias e inherentes necesidades del eterno
presente, en el aquí y ahora.
Es la misma Divinidad que emana a la conciencia
individual, en cada ser de los cuatro reinos naturales, sin separarse de sí
misma y sin dejar de ser ella misma. Cada ser está dotado, por ende, de los
mismos atributos de la Divinidad, y de su conciencia. Es decir, los atributos
de cada Espíritu, en los cuatro reinos de la naturaleza, son los mismos que los
de la Divinidad, y su conciencia, una réplica de la conciencia de la Divinidad.
Es la misma vida de la Divinidad que fluye en
cada Espíritu de los cuatro reinos de la naturaleza: Humano, animal, vegetal y
mineral.
En la Divinidad, los atributos divinos, o
valores universales, se encuentran desarrollados en todas sus vertientes y
variantes: -Estados de conciencia y estaciones, o grados-. En
cada ser individual, emanado a la conciencia individual, en el Alma Universal,
los atributos divinos se encuentran en estado potencial, en todas sus
vertientes y variantes, que eternamente desarrollará en el eterno retorno del
ser individual al Ser Universal. Se encuentra dotado, también, de un poder
potencialmente infinito, que expresará según afronte necesidades o anhelos y
deseos de realización personal, por medio de objetivos claramente definidos.
El Ser Universal es anhelo de ser; todos los
Espíritus emanados a la conciencia individual, en los cuatro reinos naturales,
son la expresión de ese anhelo de ser del Creador Universal, y de su voluntad
divina.
El Espíritu está dotado, de vida eterna e
inmortal. Siempre vivirá en el eterno ahora. Siempre ha existido, ya que es la
misma Divinidad, solo que, cada ser, emana a la conciencia individual, en un
momento dado, dando comienzo al proceso del eterno retorno, desde ese instante.
Esa es la razón de que, quienes iniciaron antes el proceso del eterno retorno
se encuentran en una fase más adelantada del camino. Empero, todos siguen, y
seguirán el mismo camino, en la eterna expansión del Universo, de acuerdo a los
planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo.
En cada expresión de vida universal, se
encuentra presente el Espíritu, además del cuerpo, y del elemento de enlace,
que es el alma, o periespíritu.
La naturaleza del Espíritu es la misma
naturaleza espiritual de la Divinidad: La esencia, energía en eterno
movimiento, es la vida por excelencia, consciente de sí misma, e inteligente.
Dotada, también, de libre albedrío, con autonomía enmarcada dentro de los valores
universales, sustento de la ley cósmica impresa en la conciencia de cada
Espíritu, o expresión de vida.
24. Espíritu es sinónimo de
inteligencia?
-“La inteligencia es un atributo esencial del espíritu; pero, tanto el
uno como la otra, se confunden en un principio común, de modo que para vosotros
son la misma cosa”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:.
La
inteligencia es un atributo que posee el Espíritu, pero no es el Espíritu. Es
una facultad del Espíritu, una APTITUD, o estado de conciencia, y una actitud,
que le faculta para percibir y entender, hacer o dejar de hacer, sentir o dejar
de sentir.
En la
medida en que el Espíritu evoluciona, y amplía sus estados de conciencia
perceptiva, y realizadora, la inteligencia se aviva, y será capaz de penetrar
en la comprensión de áreas y aspectos de conocimientos, con mayor amplitud y
profundidad, en el entorno universal.
El
conocimiento de la verdad universal conformado por los valores universales,
permite, al Espíritu, penetrar en una más extensa gama de estados de
conciencias, y dentro de los mismos, alcanzar estaciones más elevadas, o grados
perceptivos de la realidad, con sus inherentes grados de poder realizador,
potencialmente infinito, pero expresado en el mismo nivel en que manifiesta
necesidades insatisfechas y anhelos por realizar.
La
inteligencia potencialmente infinita del Espíritu, en los cuatro reinos de la
naturaleza, se ejercita, para su desarrollo, mediante el mecanismo de
necesidades y los deseos y anhelos de realización, en una eterna
polarización.
La rueda
de la vida está constituida por los valores universales, o atributos divinos y
dentro de ella la eterna polarización, trasmutando cada estado de conciencia en
un nivel más elevado de percepción y realización.
Cada valor
universal es uno de los incontables caminos existenciales que eternamente
recorrerá cada Espíritu, pasando por grados de conciencia, o estaciones, que
van del cero grado al infinito.
Es la espiral evolutiva de la conciencia, un camino circunferencial, que
mientras más avanza, más se expande en capacidad perceptiva, comprensiva, y de
poder realizador.
25. El Espíritu es independiente de la materia,
o es, en cambio, una propiedad de ella, como los colores los son de la luz, y
el sonido, del aire?
-“El uno es distinto de la otra; empero, es
necesaria la unión de ambos para dar una inteligencia a la materia”-.
Es, quizá, igualmente necesaria esta unión
también para la manifestación del Espíritu?
-“Es necesaria para vosotros, ya que no estáis
organizados para percibir el Espíritu libre de la materia: las limitaciones de
vuestros sentidos no lo permite”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:.
Toda expresión de vida, en la dimensión física
del planeta Tierra, y en cualquier mundo del universo, -siempre físicamente
hablando-, está conformada, por lo menos, por tres entes claramente
diferenciados, entre sí: El Espíritu, o ente inteligente;el
Alma, o periespíritu, como elemento neutro de enlace entre el Espíritu
y el cuerpo; y el cuerpo, vehículo que funge como elemento
fundamental para la expresión física de la vida, en los cuatro reinos
naturales.
Una es la ley cósmica que rige todo en la
Creación Universal. Cada ser, en los cuatro reinos naturales, está conformado
por Espíritu, Alma y cuerpo. Dejamos sentado este principio en forma
clara, precisa y contundente, para corregir, definitivamente, cualquier
equívoco al respecto. Hasta los animales, los vegetales y los
minerales, están conformados por Espíritu, Alma y cuerpo; es decir, en toda
expresión física, la fuente de la vida es el Espíritu.
El Espíritu, como se ha expresado
reiteradamente, está conformado por la misma esencia de la Divinidad, sin
separarse de la Divinidad y sin dejar de ser la Divinidad.
Igualmente, el Espíritu está dotado de todos los
atributos divinos del Ser Universal, y del poder potencialmente infinito que le
es inherente, que expresará sin límites de ninguna naturaleza, en la eterna
polarización, en el eterno retorno del ser individual al Ser Universal.
Esto, algunas corrientes de pensamiento lo han
denominado un proceso de involución-evolución. Es la teoría del eterno retorno.
El viaje de regreso a la fuente, de la cual, en un momento dado, se ha emanado
a la conciencia individual: No creado, sino emanado de la Divinidad, sin
separarse de la divinidad que ha existido siempre, y sin dejar de ser la
Divinidad.
Cada ser emana perfecto a la conciencia
individual; lo que evoluciona, en sí, es cada uno de los estados de
conciencias relativos a los valores universales, o atributos divinos, pasando
por todas las estaciones –o grados-, del cero al infinito, mediante cuyo
proceso encuentra siempre un más allá en conocimiento de la verdad universal,
de los valores universales, del uso del poder creador -potencialmente infinito-
que le es inherente, y de los objetivos de cooperación en la realización de la
Gran Obra, en la expansión de la Creación universal.
Todo este bagaje de realización cósmica se
encuentra regido por los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo en
la Ley Cósmica, cuyo soporte constituye cada uno de los valores universales.
Igualmente, en cada uno de los Espíritus de los
cuatro reinos naturales se encuentra una réplica exacta de la Conciencia del
Ser Universal, en la cual se expresa, por medio del lenguaje de los
sentimientos relativos a los valores universales, la misma Divinidad, en una
acción pedagógica constante, y perenne.
Al mismo tiempo, toda expresión de vida es la
única vida que existe: la de la Divinidad. Por eso se habla que todo es UNO.
La Divinidad es voluntad y anhelo de ser a nivel
universal, en la eterna expansión de la Creación, y cada ser que emana a la
conciencia individual, en los cuatro reinos naturales, sin separarse de la
Divinidad, y sin dejar de ser la Divinidad.
Cada ser es el instrumento de ese anhelo de
realización y la voluntad de su expresión, en todas sus vertientes y variantes,
desde un grado cero al infinito, encontrando, como ya fue dicho, siempre un más
allá sin límites de ninguna naturaleza.
La Divinidad Universal jamás agotará el total
del caudal de su potencial realizador, y de sabiduría de los valores
universales impresa en la ley cósmica y en la conciencia de cada ser, o toda
expresión de vida, en los cuatro reinos naturales conocidos, y en los
eventuales otros por conocer.
Es importante destacar que el Espíritu
interactúa, simultáneamente, en ambas dimensiones: Espiritual y física, en
forma constante, aun cuando no tenga conciencia objetiva de ello.
El fenómeno, de interrelación entre ambas
dimensiones, se realiza por medio de la facultad de desdoblamiento, o
proyección espiritual.
Pero, lo que el Espíritu realiza en la dimensión
espiritual no lo registran los sentidos físicos, razón por la cual no conserva
un recuerdo claro en la conciencia objetiva.
Esto se explica por el viejo aforismo de
que, lo que no pasa por los cinco sentidos no se encuentra en la
conciencia, cuyo primer exponente fuera Aristóteles, y posteriormente,
Francis Bacón. Empero, esto es, únicamente, una verdad a media, ya que, muchas
de las realizaciones, o percepciones que el Espíritu realiza en esos breves
intervalos, en la dimensión espiritual, aunque sean de escasos segundos, las
recuerda como intuiciones, o ideas que les vienen a la mente sin saber de dónde
las obtiene: Es decir, sabe sin saber cómo ni porque sabe. De
esa interrelación con el mundo espiritual, obtiene, también, incontables
inspiraciones, que no son más que la comunicación de contenidos
mentales de entes encarnados, o desencarnados, comunicando pensamientos dentro
del pensamiento, que aportan ideas que le conducirán, a cada quien, al
desarrollo de las mismas, o de orientación, o guía, en la realización del
propio trabajo. Homero es uno de los genios que describió con precisión
esta interrelación entre ambas dimensiones, tanto en la Ilíada como en la
Odisea. Es una faceta de la obra homérica que es preciso profundizar. Platón,
en el diálogo Ion, también desarrolla este tema en forma admirable. (En
el Blog Verdad Universal Divina, se encuentran tres amplios trabajos sobre la
Intuición, la Inspiración y el Desdoblamiento, o proyección espiritual).
El Espíritu interactúa, como fue dicho, en ambas
dimensiones: La Espiritual y la física, simultáneamente.
Sería beneficioso que los seres humanos se
abocasen al estudio serio y profundo de las facultades del Espíritu, para
optimizar esa interrelación. La primera obra que estudia a fondo, en la
historia de la humanidad, y con conocimiento de causa, las facultades
espirituales, es El Libro de las facultades espirituales, del ilustre maestro
de Lyon, Allan Kardec. Esta obra, que estamos traduciendo, podrá leerse en nuestro
Blog: El libro de las facultades.
Quilón, el Lacedemonio, en el siglo VI antes de
nuestra era, inscribió su precepto, en Delfos: -“Hombre, conócete a ti mismo,
que el estudio propio del hombre no es conocer a Dios, sino conocerse a sí
mismo”. Mahoma, al inicio del siglo VII de nuestra era, acuño el aforismo:
-“Conócete, y conocerás a Dios”.
Cada ser debe centrar su atención en conocer su
propio ser en los tres entes que le conforman, con el fin de aprovechar al
máximo su misión existencial en la expresión física de la vida.
Se tendrá ocasión, a lo largo de estos
comentarios exegéticos, y del estudio de la obra que se comenta, de analizar a
fondo, dentro de lo posible, cada uno de los entes que conforman cada ser, o
expresión de vida, en sus tres elementos constitutivos: Espíritu, Alma y
Cuerpo.
26. Se puede concebir el espíritu sin la materia
y la materia sin el Espíritu?
–“Sí, ciertamente, con el pensamiento”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:.
Ciertamente, el pensamiento es un atributo del
Espíritu.
El Espíritu piensa en imágenes. Pensamientos e
imágenes conforman ideogramas, o cuadros mentales, que permiten la percepción
del conocimiento.
La matriz de este conocimiento es la idea,
Al tener la idea ya se posee la base y el
fundamento para desarrollar, con mayor amplitud, el cuadro mental que conforma
el conocimiento.
Las imágenes son percepciones del Espíritu, por
observarlas, éste, directamente, del lugar mismo en que se encuentra el
conocimiento, o el objeto de este. Esto ocurre bien sea que se encuentre en un
lugar determinado, o en el propio archivo espiritual de la persona, o en el
archivo espiritual –en el alma- de seres encarnados, o desencarnados, donde el
Espíritu, en desdoblamiento, o proyección espiritual, lee esa información.
Dicha información, o contenido mental, lo
transfiere a la conciencia objetiva, como intuición, en el acto de
reincorporarse a la materia, o al propio cuerpo.
Si el Espíritu, en desdoblamiento, o proyección
espiritual, es capaz de observar el objeto del conocimiento que percibe,
también lo es para concebir, o percibir, al Espíritu exento de materia, en la
dimensión espiritual.
Esa percepción del Espíritu, al margen de la
materia, efectuada por el pensamiento, no es más que una observación efectuada
directamente por el Espíritu, con la visión espiritual, y no con el sentido
físico de la vista, y la capacidad de análisis por la lógica inductiva y
deductiva.
Trasciende la visión física.
Al proyectarse el pensamiento al objeto que le
ocupa la atención, y al centrar la atención en el mismo, expande la conciencia
perceptiva, y observa directamente, ve con la visión del Espíritu, al Espíritu
de otros seres, en la dimensión espiritual.
Al retrotraerse a la materia, en la conciencia
objetiva, le concibe como una realidad.
La imagen de lo que vio la traduce en idea, ésta
en pensamiento –o símbolo-, y el pensamiento de la idea, en el que medita, o
reflexiona, se traduce en conocimiento.
Son concepciones de la realidad que se obtienen
por intuición, -percepción del propio Espíritu proyectado- o por inspiración
–comunicación de contenidos mentales por el pensamiento en el pensamiento, de
un emisor a un receptor.
Se sabe sin conocer porque se sabe, en un
momento dado. La concepción por conciencia perceptiva, es automática, efectuada
sin el uso de la voluntad.
Es un dejarse ir hacia el objeto de los propios
pensamientos, y estos se proyectan –junto con el Espíritu, de quien constituyen
un atributo- percibiendo la realidad.
Se puede no solo concebir, sino ver
objetivamente, la materia sin el Espíritu. Por ejemplo, el cuerpo de un ser
cuyo Espíritu ha desencarnado.
Empero, sería ese un cuerpo inerte, ya que la
causa de la vida se emancipó.
Pero, en sentido general, toda materia inerte, o
cualquier tipo de materia, aparentemente inerte, está imbuida de un Espíritu
elemental de la naturaleza, o de varios, cuando se conforman aleaciones.
Ver dentro de la materia, y más allá de ésta al
Espíritu, es una percepción que transciende a los sentidos físicos.
Es más fácil verlo en un ser humano, que en los
demás seres de los restantes reinos naturales: animal, vegetal y mineral.
Pero, en cada reino natural, cada cuerpo, y
expresión de vida, y cada elemento, se encuentra conformado por tres entes
básicos, y claramente definidos: Espíritu, Alma y cuerpo.
Aún en ese cuerpo del que se ha separado el
Espíritu, percibir esa separación, precisa una concepción efectuada a nivel de
los pensamientos.
A través de los pensamientos, proyectados en el
espacio y en el tiempo, se percibe la realidad inherente. Esta trasciende a los
propios pensamientos, que constituyen la fuente de los ideogramas que canalizan
el conocimiento.
Esa es la razón por la cual se afirma,
constantemente, que es preciso ver más allá de las apariencias para observar la
realidad, en su esencia.
Por otra parte, para concluir, es preciso destacar que no es posible concebir
la materia sin Espíritu, ya que, en los cuatro reinos naturales, toda materia,
así como expresión de vida, está animada por su respectivo Espíritu. Es decir,
viendo más allá de las apariencias, no existe materia sin Espíritu, en ninguno
de los reinos naturales conocidos ni por conocer.
27.De tal modo, habrían dos elementos generales en
el universo: la materia y el Espíritu?
-“Sí, y, por encima de ellos, Dios, Creador de
cada cosa. Es aquí el principio de todo cuanto existe, la triada del universo. Empero,
al elemento materia es preciso agregar el fluido universal, que constituye la
parte intermedia entre el Espíritu y la materia propiamente dicha, la cual es
muy densa para que el Espíritu pueda actuar directamente sobre ella”.
-“Este fluido, aunque, en cierto modo, haya que
considerarlo como parte del elemento material, se diferencia por algunas
propiedades especiales”.
-“Si este fluido fuese materia, no habría razón
para no suponer como tal también al Espíritu. Se encuentra entre el Espíritu y
la materia; es fluido, como la materia es materia, y, por las innumerables
combinaciones con ésta, bajo la acción del Espíritu puede producir una infinita
variedad de cosas, de las cuales vosotros solamente conocéis una pequeñísima
parte”.
-“Este fluido universal o cósmico, o primitivo,
o elemental, como el agente de quien se sirve el Espíritu, es el principio sin
el cual la materia quedaría en estado de perpetua disolución, y no conquistaría
jamás los caracteres que le dan la gravedad”-.
Este fluido sería, quizá, aquel que nosotros
definimos con el nombre de electricidad?
-“Hemos dicho ya que puede producir innumerables
combinaciones. Los agentes físicos que vosotros denomináis fluido
eléctrico y fluido magnético, son simples modificaciones del fluido cósmico, el
cual, propiamente hablando, no es sino materia más noble, más sutil que la
propiamente denominada así”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:.
Quizá sería más propicio decir: Espíritu,
Alma -elemento de enlace- y Materia, -condensación de
energía-.
El Espíritu, como emanación de la Divinidad, sin
separarse de la Divinidad y sin dejar de ser la Divinidad, en cada expresión de
vida, en los cuatro reinos naturales conocidos, y en los que, eventualmente,
aún queden por descubrirse.
Podríamos imaginar tres dimensiones claramente
definidas, o determinadas:
La primera, la de la Divinidad, separada por una
tenue barrera, que no es otra cosa que una diferenciación vibratoria. Es decir,
un nivel absoluto. Esa barrera podría imaginarse como una pared divisoria entre
una dimensión y la que le sigue.
La segunda: El Alma Universal. En la que emana
la Divinidad a la conciencia individual tantas veces como sea necesario en la
eterna expansión de la Creación universal. Es el elemento de enlace entre la
Divinidad y el ser emanado a la conciencia individual, en los cuatro reinos
naturales. Además, es el hábitat, o la dimensión
espiritual en que se desenvuelve el Espíritu, mientras se encuentre en
estado de Espíritu. Es lo que se denomina fluido universal en
la respuesta dada a la pregunta que comentamos. Es un departamento intermedio
entre la dimensión de la Divinidad y la de la materia, que se analizará en el
epígrafe siguiente. Hay una puerta de entrada de una dimensión a otra y
es la del alma.
En la dimensión del Alma Universal existen una
inmensa variante de Espíritus emanados a la conciencia individual, tantos como
Espíritus existen en los cuatros reinos naturales, y con gradaciones de estados
de conciencia que varían del cero grado al infinito, aunque jamás se
agotará el infinito ascensional de la espiral evolutiva.
En el Alma Universal, cada Espíritu emanado a la
conciencia individual, adquiere su propia alma individualizada. Es como decir,
“su hogar personal” en el entorno cósmico, ubicado en el “lugar” en que
adquirió conciencia individualizada. Constantemente se reubicará de acuerdo con
sus estados, y grados, de conciencia, según su suma existencial, o densidad
espiritual, regido por la ley de afinidad y las leyes que les son
interrelacionadas: Amor, afinidad, justicia, igualdad y compensación, entre
otras. Es como decir: -“Donde amas, allí está tu Espíritu y
hábitat”. El grado de amor es el que ubica, o reubica, el hogar
personal, en el eterno viaje de retorno a la fuente universal.
La tercera: La materia. Es condensación de la
energía de acuerdo al grado vibratorio de los Espíritus elementales de la
naturaleza. Esta dimensión es la que sirve de manifestación física a los demás
reinos de la naturaleza: el humano, el animal y el vegetal.
Cada reino utiliza su propia e inherente
combinación de la materia, de acuerdo al fin que le corresponde en el contexto
de todas las cosas y a la naturaleza misma del Espíritu, en cada uno de estos
reinos naturales.
Por cada tipo de materia fundamental, específica, existe
un Espíritu elemental, o la cooperación de un conjunto de ellos,
simultáneamente, de acuerdo con las leyes de la física, de la química, y de la
ley cósmica, en general.
28.
Por cuanto el
Espíritu es, también él, alguna cosa, no sería más exacto y menos vago
denominar a estos dos elementos generales materia inerte y materia inteligente?
-“Las palabras nos importan poco, a nosotros;
precisad vuestro lenguaje de modo que os podáis entender. Vuestras disputas
provienen casi siempre por estar en desacuerdo sobre el significado de los
vocablos, por ser vuestra capacidad insuficiente para expresar las cosas
que dejan de entrar dentro de la percepción de vuestros sentidos”-.
Comentario de Allan Kardec: Un hecho
evidente domina todas las hipótesis, el cual es que vemos, por una parte, la
materia no inteligente; por la otra, un principio inteligente que no depende de
la materia. Pero, cuáles son el origen y las conexiones de estas dos cosas, lo
ignoramos. Si tenemos o no un origen común, o puntos de contacto necesarios; si
la inteligencia existe de por sí, o es solamente una propiedad, un efecto; si
ella, según la opinión de algunos, es una emanación de la Divinidad; lo
desconocemos. Materia e inteligencia nos parecen diferentes, por lo cual las
vemos como dos principios que constituyen el universo. Por encima, además, de
cada cosa, vemos una inteligencia que domina todas las demás, las gobierna, y
se distingue por sus atributos esenciales; a esta inteligencia suprema, la
denominamos Dios.
COMENTARIO
EXEGÉTICO GIC:.
La materia y el Espíritu, constituyen partes de
dos dimensiones diferentes: La física y la espiritual. Ya se ha estudiado como
la materia es condensada a partir de la energía por el respectivo Espíritu
elemental de la naturaleza. Por ejemplo: El hierro, la plata, el oro, el plomo,
el estaño, etcétera.
Viendo más allá de las apariencias, en la
materia inerte existe un estado vibratorio constante, que es el del Espíritu
que lo trae a la manifestación física, y lo mantiene en ese estado. Es una
energía en constante movimiento. Al separarse el Espíritu de la materia, se
efectúa un proceso de desintegración de la misma y la energía que la conformaba
retorna al depósito universal. El Espíritu, a su vez, queda libre de la materia
y automáticamente se encuentra en la dimensión espiritual, en la frecuencia
vibratoria que le es inherente.
En cuanto a la materia inteligente, lo es, en
los cuatro reinos naturales, por el atributo de la inteligencia que posee el
Espíritu que la anima, en determinado ser de los cuatro reinos naturales.
Todo el maravilloso proceso inteligente que
realiza la materia, en cualesquiera de sus formas: mineral, vegetal, animal y
humana, se lleva a cabo por la programación espiritual que se encuentra en el
alma, como elemento de enlace, entre el Espíritu y el cuerpo y por la dirección
del Espíritu en calidad de conductor. La diferencia entre las manifestaciones
inteligentes en cada ser de los cuatro reinos naturales, se deben a las variaciones
en el desarrollo de las aptitudes del respectivo Espíritu.
Estas variaciones en el grado de expresión de la
inteligencia, entre un ser y otro de la misma especie, se debe a la desigualdad
en el nivel evolutivo, o estado de conciencia, del Espíritu en cuestión.
Cada Espíritu tiene su propia historia. Si ha
evolucionado más, lo expresará en el mayor desarrollo de sus aptitudes. Por
supuesto, esas aptitudes, que constituyen capacidades de ver, comprender, hacer
o dejar de hacer, entre otras cosas, denotan, claramente, esa diferencia
evolutiva.
En toda materia inteligente, lo que se expresa
es la inteligencia del Espíritu que la anima.
A su vez, toda inteligencia individualizada, es
el mismo atributo divino que posee el Ser Universal, o Divinidad.
29.
La
ponderabilidad es un atributo esencial de la materia?
-“De la materia tal como vosotros la entendéis,
sí; empero, no de la materia considerada como fluido universal. La materia
etérea y sutil, que forma este fluido, cualquiera sea el principio de vuestra
materia pesante, es para vosotros imponderable”-.
La gravedad es una propiedad relativa: si no
hubiese la atracción de los mundos no habría peso, como no habría alto ni bajo.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:.
La ponderabilidad de la materia significa que
tiene peso, es decir: se puede pesar. Es la propiedad de la materia que
determina que todo cuerpo esté sujeto a las leyes de la gravitación.
El peso de un cuerpo equivale a la fuerza con
que es atraído hacia el centro de la tierra.
A medida en que un cuerpo se desplaza desde el
ecuador hacia los polos, su peso aumenta.
Igualmente, el peso de los cuerpos disminuye
hasta anularse, al alejarse de la tierra y llegar a una zona denominada: No
gravitacional.
Al mismo tiempo, le hace susceptible a la
atracción recíproca con otros cuerpos.
Dado que existe una materia más depurada como la
del alma, o periespíritu, que es, pese a todo, materia quintaesenciada,
fluídica, evidentemente su ponderabilidad le hace susceptible de estar sujeta a
otro tipo de fuerza gravitacional. Por ejemplo, utilizando al alma como
vehículo, el Espíritu puede desplazarse a la velocidad del “pensamiento”. La
depuración del alma puede permitir al Espíritu encarnado una mayor percepción
de la dimensión espiritual. O, proyectarse a mundos más evolucionados donde
impera un nivel de frecuencia vibratoria acorde con un alma más depurada.
Evidentemente, la depuración del alma va acorde
con la del Espíritu, quien incide a que la misma se manifieste, también, en su
cuerpo, como mayor belleza o suavidad en los rasgos físicos.
Esta depuración del alma, como materia
quintaesenciada, equivale a la suma espiritual acumulada por el Espíritu en sus
incontables existencias materiales, en el planeta tierra, y en incontables
otros mundos en que haya vivido.
Esa suma existencial ubica, o reubica, al
Espíritu, en el orden cósmico que le corresponde, en el contexto de todas las
cosas, regido por la ley de afinidad.
En ese nivel, la fuerza de atracción, o de
repulsión, que se opera a nivel del alma, y del Espíritu, se interrelaciona a
partir de los pensamientos, sentimientos, emociones, vibraciones, aura
espiritual, y sensibilidad espiritual-anímica, que le circunscribe a esferas
mentales-espirituales determinadas.
Todo va parejo: depuración espiritual-anímica,
que incide en los pensamientos, sentimientos, deseos, palabras, actos y
práctica de todas las virtudes.
Se va pasando, gradualmente, a esferas mentales
donde imperan niveles más depurados de Espíritus, en sus respectivos vehículos
anímicos, o peri-espirituales.
La ponderabilidad es la propiedad de la substancia que conforma los
distintos cuerpos, en la naturaleza, que le hace susceptible de tener peso,
densidad y solubilidad. Dichos cuerpos pueden encontrarse, en un momento dado,
en estado: Sólido, líquido o gaseoso. Y, por supuesto, en una variedad de
estados, aún por conocer.
Hasta los pensamientos son considerados cosas, los cuales se encuentran
sujetos a la ley de atracción y de repulsión.
El Espíritu piensa en imágenes, y éstas están, igualmente, sujetas a la
ley de atracción y repulsión.
Los sentimientos, también están sujetos a las mismas leyes de atracción
y repulsión. Es la fuerza que les impele, en algún grado, un determinado tipo
de materia, o simplemente, energía?
Ya se ha visto, en otra parte, como las vibraciones del Espíritu
condensan la energía y manifiestan determinadas expresiones físicas a nivel de
los Espíritus elementales de la naturaleza. Empero, la ley rige en los cuatro
reinos naturales, en las dimensiones: Espiritual y física.
La ciencia ha determinado otras propiedades de las substancias que
conforman los cuerpos, como son:
A) Forma, color, sabor, olor, impenetrabilidad, inercia,
indestructibilidad, divisibilidad, organolépticas (apreciadas por los sentidos
físicos), por su impresión al tacto, sonido, y propiedades químicas, que
determinan acciones sobre otras substancias como descomposiciones y
combinaciones, entre otras.
B) Otras propiedades son:
1) Masa, volumen, longitud y capacidad.
2) Peso específico, dureza, índice de refracción y coeficiente de
solubilidad.
30.
-La materia
consta de uno solo, o de más elementos?
-“El elemento primitivo es uno solo. Los
cuerpos, que vosotros consideráis como sencillos, no son elementos verdaderos,
sino modificaciones y transformaciones de la materia primitiva”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:.
La fuente energética universal es una sola. Se
ha mencionado, en diversas ocasiones, como los Espíritus elementales de la
naturaleza, a partir de la energía, y de acuerdo a su propia índole y
frecuencia vibratoria, condensan la energía y la manifiestan en materia, en la
extensa gama de elementos conocidos y por conocer.
De ahí en adelante, de acuerdo a la ley cósmica,
y a las respectivas leyes de la física, de la química y de la biología, entre
otras, se manifiestan todas las variantes de la materia, en todas las
vertientes posibles, de acuerdo con los planes trazados por el Gran Arquitecto
del Universo.
De la misma tierra cada especie vegetal extrae
su respectivo fruto, o substancia. Esa tierra, aparentemente uniforme, estaba
conformada por múltiples elementos y substancias. Hay una inteligencia rectora,
en cada elemento y substancia, que realiza ese trabajo, evolucionando ad
infinitum en el proceso.
La energía cósmica, siendo la misma y
única, aparentemente, contiene la esencia de todas las
variables posibles, sin límites de ninguna clase. Es el trabajo de cada
Espíritu, en los cuatro reinos naturales, que realiza esa labor, cada quien en
su respectiva esfera mental, en la infinita espiral evolutiva. Cada uno de los
cuatro reinos sirve de soporte para todos los demás, tanto en la dimensión
física como en la espiritual.
Esa energía cósmica, pese a ser la misma, no
contiene en sí misma toda la infinita gama vibratoria?
De ser así, cada uno de los Espíritus
elementales de la naturaleza, al vibrar en su respectiva frecuencia, no
extraería, de la misma energía universal, la que más, o mejor, se adapta a su
propia frecuencia vibratoria?
Cada Espíritu de los cuatro reinos naturales se
encuentra ubicado, en la dimensión espiritual, en su propia frecuencia
vibratoria; es a partir de ese nivel vibratorio, en la eterna e infinita escala
vibratoria del universo, que cada Espíritu elemental condensa la energía y la
manifiesta en la dimensión física de la vida, base y soporte para la
manifestación de los otros tres reinos naturales. De igual manera, para todas
las gamas de combinaciones físicas, químicas y biológicas.
En Radiestesia se se sabe medir, con el
instrumento pendular, el tono vibratorio de cada persona, animal, vegetal o
elemento mineral, y ubicar, de esta manera, a cada quien, por su tono
vibratorio, en el respectivo grado, en una circunferencia, entre el cero y los
360 grados. Con mayor detenimiento prospectivo, se ubicaría, también, a cada
quien, en un círculo-nivel diferente, en la espiral evolutiva.
Es a partir de ese tono vibratorio específico, de
cada persona, animal, vegetal o sustancia determinada, que el
radiestesista realiza su trabajo de prospección, con precisión
matemática.
Podríamos concluir que cada Espíritu elemental,
al igual que los demás Espíritus en los restantes reinos naturales, emprenden
un camino a partir del grado cero de manifestación de la conciencia. Empero, en
el eterno camino de Retorno del ser individual, en los cuatro reinos
naturales, al Ser universal, cada Espíritu elemental va
manifestando, a partir de la condensación de la energía, el
respectivo elemento que le es inherente, en una materia más depurada, y
sutil, (menos densa, hasta más trasparente, en algunos casos) tal
como debe estar manifestada en los mundos inmensamente más evolucionados que el
Planeta Tierra.
Esto marcaría un proceso evolutivo, de ascenso
en los estados y grados de conciencia, de cada Espíritu elemental,
perfeccionando su trabajo de manifestación "elemental" en la
dimensión física, siempre en un mejor nivel de depuración, y perfección.
Es decir, en un proceso evolutivo paralelo en
los cuatro reinos de la naturaleza, en el cual cada reino se prepara para
servir de soporte en el siguiente nivel, en la infinita escala de la
polarización alquímica-espiritual del universo.
Es la infinita expansión de la Creación
universal hacia mejores niveles de expresión de la Conciencia de la Divinidad
en cada ser de los cuatro reinos de la naturaleza.
Si se pudiese comparar el elemento hierro del
planeta tierra con el de un mundo inmensamente más evolucionado que el Planeta
Tierra, se observaría, seguramente, un estado de depuración, o
cualidades inherentes al hierro más desarrolladas, para adecuarse a la realidad
de aquel mundo. Esto indicaría que ese elemento hierro, al igual que los seres
humanos de aquel mundo, también evolucionaron, adquiriendo mejores y más
elevados niveles de conciencia, ya que todos los seres emanan a la conciencia
individual, a partir de la Divinidad, en grado cero. Recordemos: En grado cero
de manifestación, pero poseyendo en grado infinito, potencialmente hablando,
todos los atributos divinos y poder creador de la Divinidad, que los va
expresando, en grado equivalente, en la medida que afronta necesidades, deseos,
o situaciones por resolver. Si persiste en la acción, expresará el
conocimiento necesario y el poder para resolver toda situación, en cada caso,
aunque tenga que repetir la acción miles de veces, hasta que adquiera el dominio
suficiente para hacerlo bien, en un determinado nivel, para luego pasar al
siguiente. Es la eterna polarización.
En cada nuevo mundo en que esa extensa familia de Espíritus elementales
participe, lo harán a partir del grado de progreso evolutivo alcanzado en el
mundo anterior. En cada mundo, cada ser de los cuatro reinos naturales alcanza
un determinado grado de progreso, o estado de conciencia.
Si esto no fuera así, a qué serviría todo ese inmenso trabajo que
despliega cada ser, en los otros tres reinos naturales?
31.
De donde provienen las diversas propiedades de
la materia?
-“De las modificaciones, a las cuales las
moléculas elementares están sujetas para su unión y en determinadas
circunstancias”.
32.
Entonces, los
sabores, los olores, los colores, el sonido, las cualidades benéficas y
saludables de los cuerpos, -no serían más que modificaciones de una misma
sustancia primitiva?
-“Sí, ciertamente, y no existen más que por la
disposición de los órganos destinados a percibirlos”-.
Este principio está demostrado por el hecho de
que no todos perciben en el mismo modo las cualidades de los cuerpos: uno
encuentra una determinada cosa agradable a su gusto, otro la encuentra
desagradable; algunos ven azul lo que otros ven rojo; lo que es veneno para unos
es inocuo, e incluso saludable, para otros.
33.
La misma y única
materia elemental se encuentra en condiciones de recibir todas las
modificaciones y de adquirir todas las propiedades?
-“Sí, y es en este sentido que debéis
interpretarnos, cuando decimos que el todo está en el todo (*).
El oxígeno, el hidrógeno, el nitrógeno, el
carbono y todos los cuerpos que nosotros consideramos como simples, no son más
que modificaciones de una misma sustancia primitiva. Pero, como es imposible
llegar a ésta más que con el pensamiento, estos cuerpos son para nosotros
verdaderos elementos, y podemos, sin ningún prejuicio, considerarlos como tales
hasta nuevas disposiciones.
Esta teoría, pareciera dar razón quienes opinan
que en la materia solamente existen dos propiedades esenciales: la fuerza y el
movimiento, y piensan que todas las otras propiedades son simples efectos
secundarios, los cuales varían según la intensidad de aquella y la dirección de
éste.
(*) Este principio explica el fenómeno, conocido
por todos los magnetizadores, de poder dar, con la voluntad, a cualquier
sustancia, por ejemplo, al agua, propiedades muy diversas, con un gusto
determinado, y también las cualidades activas de otras sustancias. Por cuanto
no existe más que un solo elemento primitivo, y las propiedades de los
diferentes cuerpos no son más de modificaciones de él, resultando que la
sustancia más inocua tiene el mismo principio de la más nociva. Así el agua,
que está formada de una parte de oxigeno y de dos de hidrógeno, se vuelve corrosiva,
si se dobla la proporción del primero. Una análoga transformación puede
producir la acción magnética dirigida por la voluntad.
34.
Las moléculas
tienen una forma determinada?
-“Sin duda tienen una forma; pero, vosotros no
podéis percibirla”-.
Esta forma es constante, o variable?
-“Constante para las moléculas
elementales primitivas; variables para las moléculas secundarias, las
cuales no son más que aglomeraciones de las primeras, por cuanto lo que
vosotros llamáis molécula, está todavía lejos de ser una molécula
elemental”.
35.
El espacio
universal es infinito, o limitado?
-“Infinito. Si tuviese límites, qué habría más
allá? Bien sé, que esto confunde vuestra razón; pero, ella misma os dice que no
puede ser de otra manera. Así es el infinito en cada cosa. No es de vuestro
pequeño mundo comprenderlo”-.
Suponiendo un límite en el espacio, por cuanto
lejano pueda concebirlo el pensamiento, la razón dice que más allá de este
límite debe existir algo, y de esta manera de grado en grado hasta el infinito,
por cuanto este algo, aunque fuese el vacío absoluto, sería siempre espacio.
36.
Existe el vacío
absoluto en algún punto del espacio?
-“No. Lo que es vacío para vosotros, se
encuentra ocupado por una materia que escapa a vuestros sentidos y a vuestros
instrumentos”-.