jueves, 17 de septiembre de 2009

LA PUERTA QUE SE ABRE














LA PUERTA QUE SE ABRE

POR GIUSEPPE ISGRÓ

-“Cuando una puerta se cierra, simultáneamente, en algún lado, se está abriendo otra más grande”, expresa un antiguo aforismo.
La sabiduría popular es el reflejo de la universal, de esa conciencia cósmica que, a través de los tiempos, cada generación ha percibido su respectivo influjo, fruto de múltiples y variadas experiencias, en su constante afán de sacarle el mejor provecho a la vida.

Existe un mecanismo cósmico que va guiando a cada persona al lugar correcto, en el momento oportuno, para hacer la cosa conveniente. Esto lo lleva a cabo ejerciendo un bloqueo existencial que, de alguna manera, inhibe ciertas situaciones y estimula otras.

Lo que, en un momento dado parecía una consecuencia negativa, al poco tiempo se observa como algo providencial. La vida va cerrando las puertas inconvenientes, -por las cuales se quería pasar-, pero, al mismo tiempo, va abriendo las que realmente convienen, por lo cual, la actitud correcta es dejar de ver aquella para centrar la atención en la nueva que trae la oportunidad que se requiere.

En algún lugar se está abriendo la puerta que mejor conviene a la propia situación existencial. Este axioma cósmico permite tener la convicción absoluta de que, cuando las cosas se ponen más duras, es cuando se está más cerca de los mejores resultados.

Cuando se toca el fondo de las cosas, la única dirección hacía donde se puede avanzar es hacia adelante.

En el momento en que se está a punto de lograr la meta es cuando hay que potenciar las propias fuerzas de tenacidad, persistiendo el tiempo suficiente, y, muchísimas veces, en muy breve tiempo, mientras que, en otras, un poco más, el panorama cambia totalmente y cada uno observa como la constancia y la fe dan resultados asombrosos.

Hay que persistir con actitud decidida, firme en los propósitos, sereno el ánimo, con expectación positiva, caminando silenciosamente por el camino de la vida.

La paciencia lo puede todo –decía Teresa de Jesús-. Cuando se cierra una “puerta inconveniente”, se requiere un esfuerzo extra, el de mirar la nueva oportunidad emergente, hay que estar más alerta, con actitud mental positiva, por cuanto circunstancias favorables y compensatorias están ya en movimiento. Hay que seguir el camino que conduce a la que se abre, por la que fluye la nueva provisión divina, necesaria y suficiente, y, de donde realmente conviene.

-¿Cómo abrir nuevas puertas de provisión cuando se han cerrado las de las etapas anteriores, o las inadecuadas?- La puerta se abre sola; se requiere verla. Pero, para atravesarla, la clave está en el servicio y en la voluntad de resolver las cosas, asumiendo los propios compromisos y responsabilidades.

La puerta que se abre trae su oportunidad respectiva, -o varias-; generalmente viene envuelta en situaciones que deben ser resueltas, por cuanto, la vida, sabiamente, procede de esta manera; el que asume la misión de resolver determinadas “cosas” que están esperando que alguien lo haga, se introduce en la estancia adecuada donde, haciendo la tarea que compete, cosecha los resultados que requería.

El secreto consiste en dar, -servicio, amor, conocimiento, etcétera-, la puerta permanece abierta para recibir tanto o más de lo que se da, en una provisión renovada, “fresca”, necesaria y suficiente, siempre; por cuanto, haciendo lo que debe ser hecho, se recibe todo cuanto se necesita, oportunamente, mediante ese mecanismo cósmico que permite, a cada persona, cada vez que observa el funcionamiento de este principio prodigioso, exclamar: -“Dios es maravilloso”-.

Abre la puerta de la abundancia en tu vida dando más de lo que te agradaría recibir: amor, amistad, felicidad, dinero –mediante el beneficio de tu producto o servicio-, conocimiento, etcétera.

Mientras más tiempo permanece abierta la puerta de tu vida –porque das continuamente-, lo está, también, para que entre más provisión. Si recibes en mayor cantidad, puedes dar más y de esta manera, sigues recibiendo en igual grado. Es un círculo sin fin; por eso, la conexión con la fuente universal de toda provisión –mediante el servicio y la acción de dar-, mantiene abierto los propios canales receptores para que circule la abundancia universal.

-II-

La generosidad mantiene el flujo cósmico de la provisión que debe ser administrada con extrema sabiduría, ya que, la naturaleza da en justa medida, por cuanto, todo exceso en un área crearía un déficit en otra.

Jamás temas vaciarte; toda fuerza vaciante, al retrotraerse, atrae nuevas y más cosas de las requeridas en ese momento.

Dando y recibiendo fluye la circulación de bienes y servicios cósmicos que, se mantiene viva cuando circula.

Algunas veces, las únicas puertas que se abren son aquellas mediante las cuales hay que compensar las circunstancias kármicas de las cuales la persona pueda ser deudora, -o acreedora-, hay que pagar –o cobrar-; a ambas cosas, la vida, con sabiduría, y respetando el libre albedrío, conduce, abriendo y cerrando las puertas adecuadas.
Cada puerta que se abre es la más conveniente, pero, la vida, a veces, por la aplicación de la Ley de la Justicia Divina, ejerce fuerzas de bloqueo, coaccionando, adecuadamente, cuya única alternativa es la respectiva compensación, lo cual ocurre cuando el saldo existencial es negativo; hay que pagarlo para recuperar la propia independencia: mientras tanto, en base a la suma existencial, lo va ubicando, a cada uno/a, en aquellas posiciones –de acuerdo al orden cósmico- en que mejor puede cumplir sus compromisos.

Son las fuerzas de reubicación que cierran las puertas “anheladas”, pero que, mientras se deban compensar situaciones, hay que recorrer el camino que señalan las puertas del deber, de los propios compromisos, que, afortunadamente, dejándose guiar por esa “voluntad divina” que rige la justicia universal, cada persona va conquistando determinados grados de auto-liberación y libertad para asumir los nuevos e infinitos retos de las puertas cósmicas de la evolución, en el eterno presente; el aquí y ahora.

En la gran madeja existencial, cada persona es deudora, y a la vez, acreedora, en múltiples combinaciones de reciprocidad, por lo cual el mecanismo cósmico –es decir, la justicia divina, la ley de compensación, el amor, el crédito universal, etcétera-, siempre genera nuevas vías mediante las cuales se pueda recibir la provisión.

Existen muchas personas que, por esas interrelaciones de sumas existenciales, por el karma de compensar situaciones, la vida los va llevando a situaciones que, cuando más se requiera asistencia cósmica, de donde menos se espera, se abre la puerta: la que trae la provisión necesaria.

Este mecanismo compensatorio genera los recursos por un entrecruzamiento de compensaciones, por ejemplo: A debe a B; B debe a C, la vida permite, en un momento dado, que A pague a C con cargo de B, equilibrando las compensaciones recíprocas.

Esta compensación puede llevarse a cabo de miles de formas entrelazadas con efectos sorprendentes.

Pero, por las compensaciones kármicas, por el salario cósmico o por el crédito universal, cada persona recibe, oportunamente, la provisión necesaria y suficiente, a cada situación, la cual siempre debe ser administrada con sabiduría.

-Dios es maravilloso-, suele exclamarse cuando se contempla la bondad divina de este mecanismo cósmico. –Dios ayuda-, dicen otros.

Abre tu espíritu al amor y a la confianza en las bondades de la vida. Enfrenta tu propia realidad con ánimo contento, haciendo todo lo que debes y espera siempre lo mejor; lo demás viene por añadidura, en el grado correspondiente.

Lógicamente, la puerta que se abre puede obedecer a múltiples causas, pero siempre, por una u otra razón, cuando una puerta se cierra, en el mismo instante, se abre otra. ¿Un amor termina? Se queda libre para que llegue otro, probablemente el más conveniente en ese momento.
Pero, lamentar el pasado impediría las bondades del presente.

-¿Una negociación dejó de realizarse?- Olvídala; busca y encuentra la nueva que está esperándote.

Para aprovechar las oportunidades que están por llegar hay que soltar las irrealizables.

De igual manera, si tienes que cerrar la puerta –oportunidad- a alguien, es decir, deseas no hacer ciertos tratos comerciales o descontinuar otros, habla con sinceridad a la otra parte, para evitarle falsas expectativas; hay que hablar con la verdad, por cuanto, en algún grado, se es responsable de las esperanzas que sin fundamento se alimentan; al declarársele a la parte interesada que cierta puerta permanecerá cerrada, comenzará a buscar la que realmente está abierta, esperándole.

Mediante la promesa –de servicio, de asunción de las propias responsabilidades, del logro o realización de un objetivo- abre la puerta adecuada por la cual fluye el poder suficiente para alcanzar todas las metas, una a una, oportunamente.

Pero, dale a la vida lo mejor de tus esfuerzos, buena voluntad, trabajo creativo y estudio constante.

Aprovecha, cada día, tu oportunidad, mediante el servicio efectivo, con trato justo y ánimo contento.

Sé tolerante, paciente y persistente. Hagamos del planeta el mundo anhelado por todos: el reino del amor, la justicia, la armonía, la fraternidad, el progreso, el bienestar, la abundancia y la felicidad.

Adelante.



 

martes, 15 de septiembre de 2009

UN MOMENTO OPORTUNO
















UN MOMENTO OPORTUNO

POR GIUSEPPE ISGRÓ C.



Estos días son propicios para la interiorización, la meditación y la planificación; sobre todo, para expresar gratitud y contar los propios dones.


GRATITUD, en primer lugar al Creador Universal, fuente de vida, de luz, de sabiduría y de energía, que ha inspirado, y seguirá haciéndolo, por medio de los sentimientos en la propia conciencia, la guía y fortaleza suficientes para superar pruebas anteriores, en diferentes grados.

GRATITUD, a todos aquellos seres que, directa o indirectamente, han colaborados en la realización de nuestros planes y objetivos, y gracia a ellos hemos disfrutado de un creciente bienestar, seres que, en muchísimos casos han vivido hace miles de años o en tiempo pretéritos, y aún siguen beneficiándonos con el aporte generoso que han dado a la humanidad.

GRATITUD, a la vida, por todas las cosas que se poseen, recordando que, al dar las gracias, y al re-visualizarlas en la pantalla mental, por la ley de atracción se atraen más y mejores cosas de análoga condición. Anota, ahora, cien –o más-, cosas por las cuales puedes dar gracias a la vida. La ley de asociación permite ir recordándolas una a una. Es un ejercicio de efectos poderosos.

CONEXIÓN CON LA FUENTE UNIVERSAL: El poder se encuentra dentro, no fuera ni en las posesiones materiales, aunque éstas son esenciales para el desenvolvimiento en la dimensión física.

La interiorización, la relajación, la concentración, la meditación, la trascendencia del ego y la centralización de la propia atención en el Creador Universal, el constante recuerdo de su nombre y la meditación en Él y sus atributos o valores universales, constituyen la fuente esencial para expresar el poder creador y la sabiduría, por medio de las intuiciones, las inspiraciones, las fuerzas de empuje y las de bloqueo, que, oportunamente, regirán las propias acciones diarias.

MOMENTO OPORTUNO PARA PERDONAR y perdonarse. El perdón es una herramienta poderosa para la auto-liberación. Es preciso evitar el anclarse en el pasado; hay que seguir adelante. Perdonar permite a la ley de la justicia divina compensar las deudas kármicas entre los seres y a la ley de afinidad ordenar las propias vidas de acuerdo al orden cósmico, en armonía con el Todo y con todos. Es preciso, también, auto-perdonarse, y pagar todos nuestros compromisos de la índole que fueren, única manera de obtener la auto-liberación total y definitiva.

PEDIR PERDÓN, a todas aquellas personas a quienes hayamos podido ocasionar algún perjuicio; esto restable la armonía entre los seres y permite obtener mejores resultados vitales en todos los ámbitos de la vida. Si algunas personas no se encuentran presentes, pedirle el perdón mentalmente. Prometed, mentalmente, pagar vuestras deudas a todos los seres a quienes debáis algo, en éste o en futuros ciclos de vida. No existe escapatoria alguna, para liberarse, es preciso pagar.

PLANIFICAR EL FUTURO: El futuro precisa ser planificado, estableciendo objetivos a corto, mediano y largo plazo; todo se puede lograr; nada hay imposible para quien cree y esté firmemente decidido, -o decidida-, a alcanzar su meta, si además, se prepara, da el primer paso, y sigue incansablemente, hasta obtener los resultados anhelados. El poder de la decisión imanta resultados y por efectos de la resonancia magnética hace vibrar el entorno en correspondencia con los propios objetivos, haciendo surgir las coincidencias necesarias que coadyuvarán al logro apetecido.
LA VERDAD: es preciso ir por la vida con la verdad por delante, única manera de afianzar la propia credibilidad.

LA JUSTICIA: debe guiar las propias acciones; es imposible alcanzar la propia felicidad a costa del sufrimiento ajeno.

LA HUMILDAD: Es una fuerza aerodinámica que permite avanzar por la vida sin molestar a nadie. Cuando los amigos de Polifemo acudieron en su ayuda y le preguntaron quien le molestaba, él le contestó: -“Nadie me molesta”; Ulises, le había dicho que se llamaba “Nadie”. La obra homérica sigue siendo la obra máxima en el reflejo de las grandes virtudes heroicas.

AMOR: constituye el poder supremo del universo; hay que practicarlo en el mayor grado posible.

LA REGLA DE ORO: hacer a los demás lo mismo que se desearía en idénticas ocasiones; no hacer a los demás aquello que nadie desearía para sí.

TOLERANCIA, en igual grado de la que, cada quien, anhela para sí. Es mejor orientar, exhortar, ayudar, hacer caso omiso, callar, seguir adelante sin detenerse, con serenidad, impasibles e imperturbables, enseñando con el ejemplo.

TRANSMUTAR, los propios pensamientos y sintonizarlos con los valores positivos y universales de la vida; los pensamientos crean realidades; se es lo que se piensa. Centra la atención únicamente en la polaridad positiva en todos los aspectos de la vida.
VER LAS OPORTUNIDADES: Es preciso centrar la mente en las oportunidades; cada situación por resolver trae su respectiva oportunidad; los problemas de la vida constituyen la fuente más importante de oportunidades, de crecimiento y de riqueza integral.

ABUNDANCIA: Se vive en universo pleno de abundancia. Es preciso centrarse en ésta y a través del servicio efectivo cosechar la riqueza que se anhela.

SERVICIO: El servicio, el trabajo, la dedicación, la constancia, hacen posible la realización de cualquier objetivo. Es preciso constituirse en un instrumento de la voluntad universal e inteligencia infinita.

LA VISIÓN: Es la principal característica del líder; hay que estudiar a fondo todas las corrientes de pensamiento que aporten un conocimiento certero de la verdad universal: Budismo zen, Sufismo, Taoismo, Yoga, Psicología, Filosofía, Ética, Espiritismo, Parapsicología, Esoterismo, Masonería, clásicos, ensayos universales, literatura estimulante, etcétera. Cada quien cosechará éxitos en la misma magnitud de su visión.

Este es un mundo de oportunidades; hay mucho por hacer, ahora nos toca a nosotros; es preciso dejar un mundo mejor de aquel que hemos recibido.

PAZ: es preciso cultivarla a nivel personal, primero; deberíamos ser más amables, en nuestros pensamientos, con todas las personas con quienes entramos en contacto o pensemos. Allí comienza la paz, y por efectos de la resonancia magnética, se expande al propio entorno. Meditemos, cada día, unos momentos, por la paz del universo, envolviendo, en primer lugar, el planeta tierra en un círculo de luz, emanada del Creador Universal.

CENTRAR LA ATENCIÓN, en los resultados que se desean obtener en un lapso determinado de tiempo, sin importar las condiciones del entorno; una planta de naranja, siempre produce naranjas en cualquier terreno en que se siembre. Las grandes crisis son fuentes de las mayores fortunas u oportunidades.

OBJETIVOS: Escribir todos los objetivos que se anhela realizar, y jerarquizarlos por su orden de importancia, uno a uno. Se tiene el poder suficiente para realizarlos siempre y cuando se aborden uno a uno. En la escritura de los objetivos reside un poderoso secreto que asombrará a quienes pongan en práctica esta sugerencia.

SERENIDAD: Es la expresión máxima del poder personal y del dominio de sí.

INCONTABLES DONES: la vida ha dotado a cada ser de incontables dones. ¿Conoces tus dones o aptitudes? Constituyen tus fortalezas esenciales para optimizar los resultados en todos los ámbitos de la vida. Cuenta tus dones, escríbalos; optimízalos.

CARENCIAS: Constituyen un importante instrumento para orientar el sentido dirección de la propia vida. Cada necesidad genera el poder creador potencialmente infinito para alcanzar su propia auto-satisfacción.

ACEPTACIÓN: Este es el mundo que tenemos; esta es la vida que poseemos; -¿deseamos algo mejor? Está en las manos de cada quien hacerlo. La mejor manera de mejorar el planeta tierra, es la de mejorarse, cada quien, a sí. Manos a la obra.

 Adelante.

EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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jueves, 17 de septiembre de 2009

LA PUERTA QUE SE ABRE














LA PUERTA QUE SE ABRE

POR GIUSEPPE ISGRÓ

-“Cuando una puerta se cierra, simultáneamente, en algún lado, se está abriendo otra más grande”, expresa un antiguo aforismo.
La sabiduría popular es el reflejo de la universal, de esa conciencia cósmica que, a través de los tiempos, cada generación ha percibido su respectivo influjo, fruto de múltiples y variadas experiencias, en su constante afán de sacarle el mejor provecho a la vida.

Existe un mecanismo cósmico que va guiando a cada persona al lugar correcto, en el momento oportuno, para hacer la cosa conveniente. Esto lo lleva a cabo ejerciendo un bloqueo existencial que, de alguna manera, inhibe ciertas situaciones y estimula otras.

Lo que, en un momento dado parecía una consecuencia negativa, al poco tiempo se observa como algo providencial. La vida va cerrando las puertas inconvenientes, -por las cuales se quería pasar-, pero, al mismo tiempo, va abriendo las que realmente convienen, por lo cual, la actitud correcta es dejar de ver aquella para centrar la atención en la nueva que trae la oportunidad que se requiere.

En algún lugar se está abriendo la puerta que mejor conviene a la propia situación existencial. Este axioma cósmico permite tener la convicción absoluta de que, cuando las cosas se ponen más duras, es cuando se está más cerca de los mejores resultados.

Cuando se toca el fondo de las cosas, la única dirección hacía donde se puede avanzar es hacia adelante.

En el momento en que se está a punto de lograr la meta es cuando hay que potenciar las propias fuerzas de tenacidad, persistiendo el tiempo suficiente, y, muchísimas veces, en muy breve tiempo, mientras que, en otras, un poco más, el panorama cambia totalmente y cada uno observa como la constancia y la fe dan resultados asombrosos.

Hay que persistir con actitud decidida, firme en los propósitos, sereno el ánimo, con expectación positiva, caminando silenciosamente por el camino de la vida.

La paciencia lo puede todo –decía Teresa de Jesús-. Cuando se cierra una “puerta inconveniente”, se requiere un esfuerzo extra, el de mirar la nueva oportunidad emergente, hay que estar más alerta, con actitud mental positiva, por cuanto circunstancias favorables y compensatorias están ya en movimiento. Hay que seguir el camino que conduce a la que se abre, por la que fluye la nueva provisión divina, necesaria y suficiente, y, de donde realmente conviene.

-¿Cómo abrir nuevas puertas de provisión cuando se han cerrado las de las etapas anteriores, o las inadecuadas?- La puerta se abre sola; se requiere verla. Pero, para atravesarla, la clave está en el servicio y en la voluntad de resolver las cosas, asumiendo los propios compromisos y responsabilidades.

La puerta que se abre trae su oportunidad respectiva, -o varias-; generalmente viene envuelta en situaciones que deben ser resueltas, por cuanto, la vida, sabiamente, procede de esta manera; el que asume la misión de resolver determinadas “cosas” que están esperando que alguien lo haga, se introduce en la estancia adecuada donde, haciendo la tarea que compete, cosecha los resultados que requería.

El secreto consiste en dar, -servicio, amor, conocimiento, etcétera-, la puerta permanece abierta para recibir tanto o más de lo que se da, en una provisión renovada, “fresca”, necesaria y suficiente, siempre; por cuanto, haciendo lo que debe ser hecho, se recibe todo cuanto se necesita, oportunamente, mediante ese mecanismo cósmico que permite, a cada persona, cada vez que observa el funcionamiento de este principio prodigioso, exclamar: -“Dios es maravilloso”-.

Abre la puerta de la abundancia en tu vida dando más de lo que te agradaría recibir: amor, amistad, felicidad, dinero –mediante el beneficio de tu producto o servicio-, conocimiento, etcétera.

Mientras más tiempo permanece abierta la puerta de tu vida –porque das continuamente-, lo está, también, para que entre más provisión. Si recibes en mayor cantidad, puedes dar más y de esta manera, sigues recibiendo en igual grado. Es un círculo sin fin; por eso, la conexión con la fuente universal de toda provisión –mediante el servicio y la acción de dar-, mantiene abierto los propios canales receptores para que circule la abundancia universal.

-II-

La generosidad mantiene el flujo cósmico de la provisión que debe ser administrada con extrema sabiduría, ya que, la naturaleza da en justa medida, por cuanto, todo exceso en un área crearía un déficit en otra.

Jamás temas vaciarte; toda fuerza vaciante, al retrotraerse, atrae nuevas y más cosas de las requeridas en ese momento.

Dando y recibiendo fluye la circulación de bienes y servicios cósmicos que, se mantiene viva cuando circula.

Algunas veces, las únicas puertas que se abren son aquellas mediante las cuales hay que compensar las circunstancias kármicas de las cuales la persona pueda ser deudora, -o acreedora-, hay que pagar –o cobrar-; a ambas cosas, la vida, con sabiduría, y respetando el libre albedrío, conduce, abriendo y cerrando las puertas adecuadas.
Cada puerta que se abre es la más conveniente, pero, la vida, a veces, por la aplicación de la Ley de la Justicia Divina, ejerce fuerzas de bloqueo, coaccionando, adecuadamente, cuya única alternativa es la respectiva compensación, lo cual ocurre cuando el saldo existencial es negativo; hay que pagarlo para recuperar la propia independencia: mientras tanto, en base a la suma existencial, lo va ubicando, a cada uno/a, en aquellas posiciones –de acuerdo al orden cósmico- en que mejor puede cumplir sus compromisos.

Son las fuerzas de reubicación que cierran las puertas “anheladas”, pero que, mientras se deban compensar situaciones, hay que recorrer el camino que señalan las puertas del deber, de los propios compromisos, que, afortunadamente, dejándose guiar por esa “voluntad divina” que rige la justicia universal, cada persona va conquistando determinados grados de auto-liberación y libertad para asumir los nuevos e infinitos retos de las puertas cósmicas de la evolución, en el eterno presente; el aquí y ahora.

En la gran madeja existencial, cada persona es deudora, y a la vez, acreedora, en múltiples combinaciones de reciprocidad, por lo cual el mecanismo cósmico –es decir, la justicia divina, la ley de compensación, el amor, el crédito universal, etcétera-, siempre genera nuevas vías mediante las cuales se pueda recibir la provisión.

Existen muchas personas que, por esas interrelaciones de sumas existenciales, por el karma de compensar situaciones, la vida los va llevando a situaciones que, cuando más se requiera asistencia cósmica, de donde menos se espera, se abre la puerta: la que trae la provisión necesaria.

Este mecanismo compensatorio genera los recursos por un entrecruzamiento de compensaciones, por ejemplo: A debe a B; B debe a C, la vida permite, en un momento dado, que A pague a C con cargo de B, equilibrando las compensaciones recíprocas.

Esta compensación puede llevarse a cabo de miles de formas entrelazadas con efectos sorprendentes.

Pero, por las compensaciones kármicas, por el salario cósmico o por el crédito universal, cada persona recibe, oportunamente, la provisión necesaria y suficiente, a cada situación, la cual siempre debe ser administrada con sabiduría.

-Dios es maravilloso-, suele exclamarse cuando se contempla la bondad divina de este mecanismo cósmico. –Dios ayuda-, dicen otros.

Abre tu espíritu al amor y a la confianza en las bondades de la vida. Enfrenta tu propia realidad con ánimo contento, haciendo todo lo que debes y espera siempre lo mejor; lo demás viene por añadidura, en el grado correspondiente.

Lógicamente, la puerta que se abre puede obedecer a múltiples causas, pero siempre, por una u otra razón, cuando una puerta se cierra, en el mismo instante, se abre otra. ¿Un amor termina? Se queda libre para que llegue otro, probablemente el más conveniente en ese momento.
Pero, lamentar el pasado impediría las bondades del presente.

-¿Una negociación dejó de realizarse?- Olvídala; busca y encuentra la nueva que está esperándote.

Para aprovechar las oportunidades que están por llegar hay que soltar las irrealizables.

De igual manera, si tienes que cerrar la puerta –oportunidad- a alguien, es decir, deseas no hacer ciertos tratos comerciales o descontinuar otros, habla con sinceridad a la otra parte, para evitarle falsas expectativas; hay que hablar con la verdad, por cuanto, en algún grado, se es responsable de las esperanzas que sin fundamento se alimentan; al declarársele a la parte interesada que cierta puerta permanecerá cerrada, comenzará a buscar la que realmente está abierta, esperándole.

Mediante la promesa –de servicio, de asunción de las propias responsabilidades, del logro o realización de un objetivo- abre la puerta adecuada por la cual fluye el poder suficiente para alcanzar todas las metas, una a una, oportunamente.

Pero, dale a la vida lo mejor de tus esfuerzos, buena voluntad, trabajo creativo y estudio constante.

Aprovecha, cada día, tu oportunidad, mediante el servicio efectivo, con trato justo y ánimo contento.

Sé tolerante, paciente y persistente. Hagamos del planeta el mundo anhelado por todos: el reino del amor, la justicia, la armonía, la fraternidad, el progreso, el bienestar, la abundancia y la felicidad.

Adelante.



 

martes, 15 de septiembre de 2009

UN MOMENTO OPORTUNO
















UN MOMENTO OPORTUNO

POR GIUSEPPE ISGRÓ C.



Estos días son propicios para la interiorización, la meditación y la planificación; sobre todo, para expresar gratitud y contar los propios dones.


GRATITUD, en primer lugar al Creador Universal, fuente de vida, de luz, de sabiduría y de energía, que ha inspirado, y seguirá haciéndolo, por medio de los sentimientos en la propia conciencia, la guía y fortaleza suficientes para superar pruebas anteriores, en diferentes grados.

GRATITUD, a todos aquellos seres que, directa o indirectamente, han colaborados en la realización de nuestros planes y objetivos, y gracia a ellos hemos disfrutado de un creciente bienestar, seres que, en muchísimos casos han vivido hace miles de años o en tiempo pretéritos, y aún siguen beneficiándonos con el aporte generoso que han dado a la humanidad.

GRATITUD, a la vida, por todas las cosas que se poseen, recordando que, al dar las gracias, y al re-visualizarlas en la pantalla mental, por la ley de atracción se atraen más y mejores cosas de análoga condición. Anota, ahora, cien –o más-, cosas por las cuales puedes dar gracias a la vida. La ley de asociación permite ir recordándolas una a una. Es un ejercicio de efectos poderosos.

CONEXIÓN CON LA FUENTE UNIVERSAL: El poder se encuentra dentro, no fuera ni en las posesiones materiales, aunque éstas son esenciales para el desenvolvimiento en la dimensión física.

La interiorización, la relajación, la concentración, la meditación, la trascendencia del ego y la centralización de la propia atención en el Creador Universal, el constante recuerdo de su nombre y la meditación en Él y sus atributos o valores universales, constituyen la fuente esencial para expresar el poder creador y la sabiduría, por medio de las intuiciones, las inspiraciones, las fuerzas de empuje y las de bloqueo, que, oportunamente, regirán las propias acciones diarias.

MOMENTO OPORTUNO PARA PERDONAR y perdonarse. El perdón es una herramienta poderosa para la auto-liberación. Es preciso evitar el anclarse en el pasado; hay que seguir adelante. Perdonar permite a la ley de la justicia divina compensar las deudas kármicas entre los seres y a la ley de afinidad ordenar las propias vidas de acuerdo al orden cósmico, en armonía con el Todo y con todos. Es preciso, también, auto-perdonarse, y pagar todos nuestros compromisos de la índole que fueren, única manera de obtener la auto-liberación total y definitiva.

PEDIR PERDÓN, a todas aquellas personas a quienes hayamos podido ocasionar algún perjuicio; esto restable la armonía entre los seres y permite obtener mejores resultados vitales en todos los ámbitos de la vida. Si algunas personas no se encuentran presentes, pedirle el perdón mentalmente. Prometed, mentalmente, pagar vuestras deudas a todos los seres a quienes debáis algo, en éste o en futuros ciclos de vida. No existe escapatoria alguna, para liberarse, es preciso pagar.

PLANIFICAR EL FUTURO: El futuro precisa ser planificado, estableciendo objetivos a corto, mediano y largo plazo; todo se puede lograr; nada hay imposible para quien cree y esté firmemente decidido, -o decidida-, a alcanzar su meta, si además, se prepara, da el primer paso, y sigue incansablemente, hasta obtener los resultados anhelados. El poder de la decisión imanta resultados y por efectos de la resonancia magnética hace vibrar el entorno en correspondencia con los propios objetivos, haciendo surgir las coincidencias necesarias que coadyuvarán al logro apetecido.
LA VERDAD: es preciso ir por la vida con la verdad por delante, única manera de afianzar la propia credibilidad.

LA JUSTICIA: debe guiar las propias acciones; es imposible alcanzar la propia felicidad a costa del sufrimiento ajeno.

LA HUMILDAD: Es una fuerza aerodinámica que permite avanzar por la vida sin molestar a nadie. Cuando los amigos de Polifemo acudieron en su ayuda y le preguntaron quien le molestaba, él le contestó: -“Nadie me molesta”; Ulises, le había dicho que se llamaba “Nadie”. La obra homérica sigue siendo la obra máxima en el reflejo de las grandes virtudes heroicas.

AMOR: constituye el poder supremo del universo; hay que practicarlo en el mayor grado posible.

LA REGLA DE ORO: hacer a los demás lo mismo que se desearía en idénticas ocasiones; no hacer a los demás aquello que nadie desearía para sí.

TOLERANCIA, en igual grado de la que, cada quien, anhela para sí. Es mejor orientar, exhortar, ayudar, hacer caso omiso, callar, seguir adelante sin detenerse, con serenidad, impasibles e imperturbables, enseñando con el ejemplo.

TRANSMUTAR, los propios pensamientos y sintonizarlos con los valores positivos y universales de la vida; los pensamientos crean realidades; se es lo que se piensa. Centra la atención únicamente en la polaridad positiva en todos los aspectos de la vida.
VER LAS OPORTUNIDADES: Es preciso centrar la mente en las oportunidades; cada situación por resolver trae su respectiva oportunidad; los problemas de la vida constituyen la fuente más importante de oportunidades, de crecimiento y de riqueza integral.

ABUNDANCIA: Se vive en universo pleno de abundancia. Es preciso centrarse en ésta y a través del servicio efectivo cosechar la riqueza que se anhela.

SERVICIO: El servicio, el trabajo, la dedicación, la constancia, hacen posible la realización de cualquier objetivo. Es preciso constituirse en un instrumento de la voluntad universal e inteligencia infinita.

LA VISIÓN: Es la principal característica del líder; hay que estudiar a fondo todas las corrientes de pensamiento que aporten un conocimiento certero de la verdad universal: Budismo zen, Sufismo, Taoismo, Yoga, Psicología, Filosofía, Ética, Espiritismo, Parapsicología, Esoterismo, Masonería, clásicos, ensayos universales, literatura estimulante, etcétera. Cada quien cosechará éxitos en la misma magnitud de su visión.

Este es un mundo de oportunidades; hay mucho por hacer, ahora nos toca a nosotros; es preciso dejar un mundo mejor de aquel que hemos recibido.

PAZ: es preciso cultivarla a nivel personal, primero; deberíamos ser más amables, en nuestros pensamientos, con todas las personas con quienes entramos en contacto o pensemos. Allí comienza la paz, y por efectos de la resonancia magnética, se expande al propio entorno. Meditemos, cada día, unos momentos, por la paz del universo, envolviendo, en primer lugar, el planeta tierra en un círculo de luz, emanada del Creador Universal.

CENTRAR LA ATENCIÓN, en los resultados que se desean obtener en un lapso determinado de tiempo, sin importar las condiciones del entorno; una planta de naranja, siempre produce naranjas en cualquier terreno en que se siembre. Las grandes crisis son fuentes de las mayores fortunas u oportunidades.

OBJETIVOS: Escribir todos los objetivos que se anhela realizar, y jerarquizarlos por su orden de importancia, uno a uno. Se tiene el poder suficiente para realizarlos siempre y cuando se aborden uno a uno. En la escritura de los objetivos reside un poderoso secreto que asombrará a quienes pongan en práctica esta sugerencia.

SERENIDAD: Es la expresión máxima del poder personal y del dominio de sí.

INCONTABLES DONES: la vida ha dotado a cada ser de incontables dones. ¿Conoces tus dones o aptitudes? Constituyen tus fortalezas esenciales para optimizar los resultados en todos los ámbitos de la vida. Cuenta tus dones, escríbalos; optimízalos.

CARENCIAS: Constituyen un importante instrumento para orientar el sentido dirección de la propia vida. Cada necesidad genera el poder creador potencialmente infinito para alcanzar su propia auto-satisfacción.

ACEPTACIÓN: Este es el mundo que tenemos; esta es la vida que poseemos; -¿deseamos algo mejor? Está en las manos de cada quien hacerlo. La mejor manera de mejorar el planeta tierra, es la de mejorarse, cada quien, a sí. Manos a la obra.

 Adelante.