sábado, 4 de agosto de 2018

UNA ENTREVISTA IMAGINARIA DE 1969, SOBRE LOS JÓVENES Y LA LECTURA




UNA ENTREVISTA IMAGINARIA
DE 1969, SOBRE LOS JÓVENES Y LA LECTURA

©Giuseeppe Isgró C.


Entrevistado imaginario: Roberto Liberti.
Entrevistador: GIC.
FECHA: 17 de Enero de 1969.
Revisión y comentarios del Sr. Jo: 04/08/2008.

Cursaba el tercer año de bachillerado, en el Liceo Tomás Alfaro Calatraba, en la ciudad de Puerto La Cruz, Venezuela, reconocido como uno de los mejores de la zona Nor-oriental del país, con instalaciones, para la época realmente excelentes, en el Sector Los Cocos, adyacente al Paseo Colón, frente a la Bahía de Pozuelo, una de las más hermosas. El Liceo T.A.C., tenía, con seguridad, el mejor cuerpo de profesores, de la época. El facilitador de la Materia, el Castellano, era el Profesor Ramón Rodríguez Bello. Su oratoria, es una de las mejores que he tenido ocasión de admirar a lo largo de mi vida; el dominio del tema, realmente profundo, le imprimía, a sus clases, un carácter magistral. Era un auténtico aprendizaje integral, en cada una de sus clases. Sentado, como siempre ha sido mi costumbre, en primera fila, no perdía ni una palabra de la exposición. Por esa época, por los constantes ejercicios que practicaba sobre la atención plena, era capaz de repetir una clase, virtualmente completa, si el profesor lo hubiese solicitado, como, en efectos, una noche lo hizo el profesor de biología, cuando me pidió que le repitiese una clase sobre la anatomía del Saltamonte, que acababa de terminar.
Eran las vacaciones de diciembre, en 1968, y el prof. Rodríguez Bello encargó como tarea vacacional decembrina, un extenso trabajo sobre diversos temas del pensum, que me ocupó, desarrollarlo, un cuaderno completo, que siempre he conservado, por alguna razón. A lo largo de los años, en varias ocasiones, al topármelo, al hurgar en mi archivo antiguo, lo he vuelto a releer, con cierta emoción. Quizá porque me hace conocer mejor a aquel joven, que uno era, más de cerca. Al releer sus pensamientos, la forma de la caligrafía, el estilo de su prosa, el alcance de los enfoques, lo que ya sabía y lo inmenso más que ignoraba, permite vislumbrar los orígenes de dónde se comienza. Eso tiene un valor que solamente con el pasar de los años se aprecia; es una especie de reencuentro consigo mismo. Por eso es tan importante conservar las primeras creaciones del pensamiento, al margen de su mucho o poco valor. Denotan la propia realidad y es importante por sí misma. Esto, porque, con el tiempo, la mente se va centrando en nuevas páginas que la vida nos ofrece, pero, al releer las antiguas nos damos cuenta de que, para llegar a donde nos encontramos, tuvimos por pasar por la escritura de las más antiguas páginas de nuestra vida, que enunciaban las tendencias y los probables caminos que se habrían de recorrer en el futuro.
Por cierto, como un dato de gran interés para mi, en aquella época solía escribir poesías, de las cuales, en 1971 haría una selección, incluyendo unos pocos ensayos, que intitulé El Retorno a la Natura. El insigne locutor de la época, Antonio “Totoño” Lara, en su programa “Atardecer Poético”, a las 6,00 pm., de los domingos, por Radio Puerto La Cruz, con frecuencia recitaba una poesía mía. Recuerdo algunos títulos: Luz, Evolución, Poema a la comprensión, El retorno a la Natura, Las Rosas, Las lagrimas de un Payaso, Poema que la vida escribe, A ti que lento pasas y siempre estás presente, Poema a lo que existir no puede, entre tantos otros.
 Si en el día de hoy ya no escribo poesía, y lo hago en prosa, lo debo al prof. Rodríguez Bello que me orientó, o aconsejó, en este sentido. Ya no dejé de escribir en prosa, y únicamente, en raras ocasiones he escrito poesías, aunque la vena poética, si alguna vez se tuvo, jamás se pierde, ya que, de vez en cuando, vuelve a aparecer, o a florecer, en determinado grado.
Ahora, damos comienzo a la entrevista imaginaria, a la cual le hemos añadido, a la respuesta dada a cada pregunta, un comentario del Sr. Jo.
Señor Liberti, -dice GIC-, de antemano agradecemos su aceptación para realizar esta entrevista, pues, su opinión sobre temas de cultura en general –y la lectura como hábito de vida- es de gran interés para un inmenso número de personas.
I. GIC: Sr. Liberti, conocida es la rebeldía de los jóvenes a las normas, usos y costumbres, dogmas sociales arcaicos y atavismos, cuya manifestación tiende a remodelar estructuralmente la sociedad, Cree, usted, pues, que los jóvenes, en esa emancipación se preocupan por aumentar su capacidad cultural por medio de la lectura, o bien mantienen un nivel cultural bajo, o en otras palabras, leen mucho, o poco?
R.L.: Bien, GIC, gracias por su amable invitación; es una pregunta muy interesante la que usted me formula. Los jóvenes actuales, en sus acciones hacia la emancipación de esos dogmas sociales, o atavismos, que imperan en los usos y costumbres arcaicos, que es preciso trascender, y que usted menciona, realmente han demostrado deseos de superación y anhelos de resolver determinadas situaciones sociales, en cada época, y en la nuestra, también. Ya lo decía con acierto José Ingenieros: -“Jóvenes son los que no tienen complicidad con el pasado”. Empero, ese afán de abrir nuevos surcos debe estar imbuido por un ideal definido, de progreso, con anhelos de belleza en el vivir virtuosamente, con prudencia, fortaleza, templanza y prudencia.  Es preciso que “las mayorías”, orienten su preparación cultural por medio de amplias lecturas, subiéndose sobre hombros de gigantes, como decía Isaac Newton. De esta manera, se evita caer problemas análogos, y quizá de mayor magnitud, que aquellos en que incurrían los jóvenes de antaño. Ejemplos de estos jóvenes los tenemos en los hippies. En otras palabras, es preciso desarrollar la afición a la lectura para potenciar la visión del propio porvenir que trasciendan los límites actuales de percepción, comprensión y realización.
Comentario del Sr. Jo, 04 de agosto de 2018: En España, entre los años 2002 y 2006, conocí centenares de personas que se ufanaban que jamás habían leído un libro. Esto ocurrió en mis recorridos por muchísimas poblaciones de Andalucía. Una paradoja, ya que, en la misma Andalucía, conocí incontable número de jóvenes que son auténticos genios y personas de una extensa cultura, gracias a sus hábitos de lectores ávidos. Esto, pese a que muchos de ellos digan que únicamente leen autores españoles y algunos añaden: -“Y unos pocos autores latinoamericanos”, entre ellos, solían citar, invariablemente: Gabriel García Márquez, el más leído, Mario Vargas Llosa, Mario Benedetti, Isabel Allende, Ernesto Sábato, y Paulo Coelho. En cambio, pocos conocían a Alfonso Reyes, Amado Nervo, Arturo Uslar Pietri, Andrés Bello, por mencionar solamente unos pocos. Una tarde, un grupo de chavales le afirmaban al Sr. Jo que ellos únicamente leían a autores españoles, y él le preguntó: entonces, Homero, no te pertenece? Conoces a Alfonso X El Sabio? Algunos ignoraban quien era. Un lector que solamente lee autores de un solo país, seguramente, deja de leer la mayoría de los autores que debería conocer de su misma patria, ya que, para esa persona su mundo cultural gira, únicamente, en torno a unos pocos autores, que, en línea general, suelen ser, apenas, un puente, para ascender a otros de mayor envergadura y relieve. Los apegos inhiben la mente para ver en forma más amplía todo el acervo cultural que se encuentra a la disposición de todos, como una herencia patrimonio de la humanidad, y como un derecho y una obligación de leer, o estudiar. Los grandes autores han sido grandes lectores, y sus bibliotecas, superan, con creces, los diez mil volúmenes; caso contrario, su pensamiento jamás habría alcanzado la densidad que les caracteriza. Otro tanto ocurre con los libros de auto-ayuda: se han formado matrices de opiniones adversas hacia los libros de literatura estimulante. Sin embargo, son obras que amplían la visión y los horizontes existenciales. Suelen contener los métodos y las técnicas, el arte y la ciencia del éxito en todo lo que realiza el ser humano. Es preciso, conocer como los demás han superado las pruebas adversas de la vida, para descubrir las grandes oportunidades que ellas contenían en sí mismas, como fuente de experiencia y riqueza. Esto, porque las grandes crisis, además del inherente crecimiento personal que aportan, generan oportunidades de riqueza.
II. GIC: A qué atribuye usted, Sr. Liberti, esa falta de afición a la lectura, en algunas personas, mientras que otras, son ávidas lectoras?
R.L.: Al tener un joven tendencias o actividades que no se corresponden a ideales definidos, su existencia se desarrolla en un estado de inacción mental, estancándose en determinado estado, durante el cual se adormecen las facultades mentales; mientras permanecen adormecidas, la afición de la lectura es muy poca o nula. Sin embargo, quien logra vislumbrar el camino por cuya senda habrá de persistir el resto de su ciclo existencial, desea conocer lo que han logrado sus antecesores, recorriéndolo. Ese interés le motiva a leer biografías de personajes ilustres, las obras de ingenios de grandes triunfadores, científicos, economistas, artistas, pensadores, y tantos otros, para ampliar su propio bagaje y estar preparados para superar cada tramo del camino.
Comentario del Sr. Jo: Dante Alighieri, desde muy joven, leyó los clásicos griegos y latinos, que durante el oscurantismo medioeval se habían olvidado; igualmente hizo Giovanni Boccaccio y Francesco Petrarca, razón por lo cual, al dar nacimiento al Humanismo, en el siglo XIV, en Florencia, contribuyeron a recuperar un legado olvidado, de la cultura clásica, que desembocará en el Renacimiento italiano, en primeras instancias, y que, posteriormente, se extenderá por toda Europa. Dante, se ejercitaba en la traducción de los clásicos; igualmente, otro tanto hizo Marsilio Ficino, que tradujo a Hermes Trismegisto, Platón, Aristóteles, Plotino y tantos otros. La lectura de los clásicos da consistencia al propio pensamiento. Se, observa claramente en Salvatore Guasimodo: su estilo poético cultivado en elevado grado desde muy joven, con la lectura de los clásicos, le imprime, a su pensamiento, amplitud en las ideas y riqueza de contenido con agudeza penetrante en todo aquello en que centra su inteligencia.
III. GIC: Dado a que algunos leen poco, qué consecuencias cree usted que derivan de ello?
R.L.: La lectura es el medio por el cual cualquier persona aumenta su capacidad intelectual y mental, y además adquiere una visión más amplia de la vida. Entre quienes no leen, las ochenta o más millones de células o neuronas que conforman su cerebro, -y los centros direccionales inherentes de su mente-, se atrofian, adormeciéndose las facultades intelectuales, teniendo, por ende, la persona en cuestión, menor capacidad y visión para lograr una superación exitosa en la sociedad en que vive.
Comentario del Sr. Jo: Las lecturas amplias y variadas constituyen ventanas que se abren en un radio de 360 grados, que permite ver lo que existe a nuestro alrededor, es decir: percibirlo, comprenderlo y realizar lo inherente. Es preciso realizar el cultivo del propio ser por medio de la lectura de ensayistas modernos, los poetas contemporáneos de nuestra patria y a nivel mundial, las biografías de los seres trascendentales, que nos colocan en contacto con sus inquietudes, las vicisitudes de la vida que afrontaron y como las transmutaron en fortalezas. Luego, la lectura de las obras de los grandes pensadores de todo país y época, nos inserta en la gran conversación universal, permitiendo que se conozca lo que pensaron las grandes mentes, en toda época y hacia donde tiende el progreso de la humanidad. Ese conocimiento permite tomar las riendas de la propia vida, eligiendo el rumbo, conscientemente, hacia el que queremos orientar la propia existencia y nuestras realizaciones personales. La Odisea, de Homero, la Apología de Sócrates, y el Fedon, de Platón, la Ética y la Poética, de Aristóteles, los Caracteres, de Teofrasto, las Vidas Paralelas, de Plutarco, las Eneadas, de Plotino, los Tratados Morales de Séneca y Cicerón, el Quijote, de Cervantes, los Miserables, de Víctor Hugo, el Libro de los Espíritus, de Allan Kardec, el Manual del Aprendiz, de Aldo Lavagnini, la Incógnita del Hombre, de Alexis Carel, las Crisis Espirituales del Hombre, de Paúl Brunton, las Fuerzas Morales, de José Ingenieros y las leyes del Éxito, de Napoleón Hill, son obras cuyas lecturas transforman vidas.
IV. Cree usted, Sr. Liberti, que en los momentos actuales el índice de jóvenes que leen es superior o inferior, y de qué medios, además, disponen ellos para aumentar sus alcances de lecturas?
R.L.: A raíz de la emancipación de que se hablaba al inicio, y paralelamente a los jóvenes que en los momentos actuales se han constituido en un problema para la sociedad, como son los hippies, los inadaptados juveniles y otros, hay un numeroso grupo de jóvenes con ideales definidos cuyo índice de lectura es muy amplio y supera el de los jóvenes de años anteriores. A este grupo, gradualmente, se adhieren otros, aumentando cada vez más el flujo de los que leen; además, existen hoy en día, muchas oportunidades de estudios antes inexistentes, programas culturales y campañas realizadas por Editoriales cuyo fin principal es poner al alcance de todos libros de reconocidos autores, y esto, pues, permite a todos aumentar sus medios de lecturas.  Además, las exigencias de la sociedad son cada vez mayores, involucrando la necesidad de que los jóvenes lean más: Auto-ayuda, economía, ciencia, psicología, Derecho, los clásicos de toda época y país, la gerencia moderna, el arte, los ensayos de los grandes pensadores, la historia, los clásicos, la poesía, la historia, entre tantos otros temas más.
Comentario del Sr. Jo: Félix Vargas Chacón, en su obra: 40 años en el delito, cuenta como la lectura de Las fuerzas Morales y el Hombre Mediocre, de José Ingenieros, tuvieron la fuerza y la virtud, de ayudarle a rehabilitarse, comenzando a vivir una vida virtuosa. Sin duda, por el nivel de personajes con quien llegó a tratar, en su vida, debía ser poseedor de un Espíritu para nada vulgar, aunque haya transcurrido una vida por sendas inadecuadas. Empero, el mensaje moral de ese gran maestro italo-argentino, José Ingenieros, tuvieron el inmenso influjo de ubicarlo en el recto camino. Incontable número de personas han enriquecido integralmente sus vidas leyendo la obra: Piense y Hágase Rico, de Napoleón Hill, o El Nuevo arte de vivir, o El Poder del pensamiento positivo, de Norman Vincent Peale, o Todo es posible, o Usted puede convertirse en la persona que desea ser, de Robert Schuller, o las Fábulas de Esopo, que transformaron la vida de Abraham Lincoln, o Viaje hacia la Vida, y las fábulas intituladas: Una volta…in qualche luogo…, de Giovanni Mastromonaco, que presentan una enseñanza que habrá de influir en un sinnúmero de jóvenes de generaciones futuras, o Los mandamientos del Abogado, de Eduardo J, Couture, o el Alma de la Toga, de Ángel Osorio, que tanto han inspirado a diversas generaciones de juristas. Simón Bolívar, es un ejemplo vivo de cómo sus tempranas lecturas de Las Vidas Paralelas, de Plutarco, e incontables otras, maduró su pensamiento de estadista a nivel de genio incomparable; José Antonio Páez, desde sus tempranas lecturas, en el libro El método de los Palotes, del prof. Palomares, cuya síntesis de pensamiento esencial de los grandes autores griegos y latinos, entre tantas otras obras, desde la Ilíada y la Odisea, de Homero, como es fácil deducir de su extensa visión y cultura, como lo denota su Autobiografía, clásico continental, son ejemplos vivos de el influjo modelador de la lectura.
V. GIC: Qué podría referirnos usted, Sr. Liberti, de su evolución personal en el campo de la cultura?
R.L.: Al igual que muchos jóvenes, me inicié leyendo suplementos (Comic) y novelas del Oeste americano, en gran cantidad, un promedio de tres diarias, de autores como Marcial La Fuente Estefanía, Zane Grey, C. Torres, Silver Kane, entre tantos otros. Todas ellas tenían algunas características comunes: Héroes profesionales en un ambiente de poca cultura, gente con valores morales acentuados, en un oeste americano donde imperaba de todo, y el reflejo constante de cómo la justicia y el bien, triunfaban siempre, que fueron para mí un buen comienzo para despertar el anhelo, antes de dos años, de leer obras más densas. Luego pasé a leer buenos autores como Alexis Carrel, José Ingenieros, Amado Nervo, Confucio, Paul de Kruif, etc. Sabe quien estimuló en mi el ideal de la cultura, en mayor grado, en los inicios? Una mujer de edad avanzada, aparentemente de poca cultura y humilde, pero de cuya capacidad intelectual guardaría memorable recuerdo en mi mente. Conocía las obras de Amado Nervo ampliamente; siempre recitaba el poema que Nervo escribió a Kempis, de gran influjo motivador; conocía algunos autores teósofos, las obras de Allan Kardec, y una gran experiencia adquirida en la faena diaria de la Universidad de la vida. Era una fuente constante de entusiasmo y optimismo, que solamente se pueden desarrollar alimentando el Espíritu con la lectura de obras de eminentes autores.
Comentario del Sr. Jo: Lo importante es comenzar a leer, dando el primer paso; el gusto y la exigencia se van despertando gradualmente, a medida que se perfecciona y se anhelan manjares más exquisitos. El cuerpo y la mente quieren más de lo que se le da, es un axioma universal. Es como un ascenso a la colina; mientras más se asciende más lejos se ve y se van descubriendo otros autores. De cada autor que agrada, se desea leer todo lo que ha escrito y se van rastreando sus obras. La vida de Benjamín Franklin, su autobiografía y su libro El hombre de bien vivir, ejercieron gran influencia en mi vida desde temprana edad. Ralph Waldo Emerson, Tomás Carlyle, Lao Tse, Confucio, León Denis, H. Anmoreca, Paúl C. Jagot, Hermann Hesse, G. P. Nepomniasky, Sidharta Gautama, Amalia Domingo Soler, Allan Kardec, Madame Blavasky, C. Jinarajadasa, Peter Drucker, Dion de Prusa, Homero, La Bruyere, e incontables otros, fueron siendo mis compañeros en tiempos de ocio creativo, diariamente.
VI.: GIC: En conclusión, qué soluciones o recomendaciones sugeriría usted a los jóvenes de todas las edades, para obtener afición al estudio y éste a su vez logre estimularle al logro de una mayor cultura?
R.L.: Lo más importante, y fundamental, en la vida de toda persona, es la existencia de un ideal: un recto propósito existencial que funja de faro que ilumine el camino y señale el norte de la propia vida, y los demás linderos dentro de los cuales es preciso ceñir los pensamientos, los sentimientos, las palabras y las acciones. Visualizar el ideal es lo primero que los jóvenes precisan hacer; luego, trazarse una meta de acuerdo a ese ideal, que contenga objetivos a corto, mediano, largo y macro plazo. Dado que todo ideal, para su culminación exitosa exige preparación, esa necesidad es la que llevará a los jóvenes a leer más; y como lo que se lee es sobre lo que más agrada, pues armoniza con nuestro ideal, gradualmente va naciendo el amor a la lectura y a una mayor cultura.
Comentario del Sr. Jo: La necesidad abre el camino y el entusiasmo genera el poder para recorrerlo. Es preciso dar el primer paso: La lectura de diez mil libros empieza leyendo el primero; luego es cuestión de hábito. Una vez que se despierta la pasión por la lectura, esa fuerza interior, el anhelo de conocer, activa la voluntad para una búsqueda incansable ya se convertirá en una actividad incesante ad infinitum. Mientras más se lea, más se querrá leer, y más fácil resultará. Con el tiempo, se va siendo más exigente con lo que se lee, y más que cantidad, lo que se anhela es la calidad. Leer pasará a ser como un alimento indispensable cada día; y lo que se lee inducirá a una meditación constante sobre los más diversos temas existenciales, para encontrarle un significado a la vida, una razón de ser a todo. Solo de esta manera se podrá vivir una vida con sentido, conscientemente, con dominio de los sentimientos, con conciencia clara de los valores universales y de las leyes cósmicas que rigen todo, y que se encuentran en la propia conciencia. Al final, lo importante de todo, se aprende a leer en el libro de la vida y a descubrir el sino de los tiempos, el alfa y el omega, la razón y el por qué de todas las cosas esenciales en un universo en eterna expansión creadora, sin límites y estancamiento de ningunas especies. Se aprende a no apegarse a nada, para permitir que fluya, en la propia vida, todo lo que la inteligencia infinita tiene dispuesto que fluya en abundancia en la eterna primavera de la vida.
La conexión con la fuente universal, desde el propio centro vital, permiten leer en la propia conciencia, con el lenguaje de los sentimientos de los valores universales que utiliza el Gran Pedagogo, la Gran Verdad, en el eterno ahora. El maestro es el Creador Universal, la enseñanza: lo sabiduría de los valores universales, que se va escribiendo en el libro de la conciencia con materiales eternos e indestructibles. Nos percataremos, oportunamente, que todo lo poseemos ya, en estado de potencialidad infinita. Solamente nos falta la experiencia para percibirla; las necesidades permiten aflorar el poder creador potencialmente infinito que poseemos, en magnitud equivalentes a las pruebas afrontadas, que a su vez, hará aflorar el conocimiento del qué, del cómo, del quién, del cuándo, del dónde, del cuánto y del por qué. La experiencia es la expresión gradual de la eterna sabiduría, que se manifiesta como aptitud y actitud, como carácter e inteligencia; como conciencia cósmica.
Adelante.


PD: Sr. Jo, es un pseudónimo de Giuseppe Isgró C.

EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



http://enbuscadelavictoria.blogspot.com/

UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

http://enbuscadelavictoria.blogspot.com/

sábado, 4 de agosto de 2018

UNA ENTREVISTA IMAGINARIA DE 1969, SOBRE LOS JÓVENES Y LA LECTURA




UNA ENTREVISTA IMAGINARIA
DE 1969, SOBRE LOS JÓVENES Y LA LECTURA

©Giuseeppe Isgró C.


Entrevistado imaginario: Roberto Liberti.
Entrevistador: GIC.
FECHA: 17 de Enero de 1969.
Revisión y comentarios del Sr. Jo: 04/08/2008.

Cursaba el tercer año de bachillerado, en el Liceo Tomás Alfaro Calatraba, en la ciudad de Puerto La Cruz, Venezuela, reconocido como uno de los mejores de la zona Nor-oriental del país, con instalaciones, para la época realmente excelentes, en el Sector Los Cocos, adyacente al Paseo Colón, frente a la Bahía de Pozuelo, una de las más hermosas. El Liceo T.A.C., tenía, con seguridad, el mejor cuerpo de profesores, de la época. El facilitador de la Materia, el Castellano, era el Profesor Ramón Rodríguez Bello. Su oratoria, es una de las mejores que he tenido ocasión de admirar a lo largo de mi vida; el dominio del tema, realmente profundo, le imprimía, a sus clases, un carácter magistral. Era un auténtico aprendizaje integral, en cada una de sus clases. Sentado, como siempre ha sido mi costumbre, en primera fila, no perdía ni una palabra de la exposición. Por esa época, por los constantes ejercicios que practicaba sobre la atención plena, era capaz de repetir una clase, virtualmente completa, si el profesor lo hubiese solicitado, como, en efectos, una noche lo hizo el profesor de biología, cuando me pidió que le repitiese una clase sobre la anatomía del Saltamonte, que acababa de terminar.
Eran las vacaciones de diciembre, en 1968, y el prof. Rodríguez Bello encargó como tarea vacacional decembrina, un extenso trabajo sobre diversos temas del pensum, que me ocupó, desarrollarlo, un cuaderno completo, que siempre he conservado, por alguna razón. A lo largo de los años, en varias ocasiones, al topármelo, al hurgar en mi archivo antiguo, lo he vuelto a releer, con cierta emoción. Quizá porque me hace conocer mejor a aquel joven, que uno era, más de cerca. Al releer sus pensamientos, la forma de la caligrafía, el estilo de su prosa, el alcance de los enfoques, lo que ya sabía y lo inmenso más que ignoraba, permite vislumbrar los orígenes de dónde se comienza. Eso tiene un valor que solamente con el pasar de los años se aprecia; es una especie de reencuentro consigo mismo. Por eso es tan importante conservar las primeras creaciones del pensamiento, al margen de su mucho o poco valor. Denotan la propia realidad y es importante por sí misma. Esto, porque, con el tiempo, la mente se va centrando en nuevas páginas que la vida nos ofrece, pero, al releer las antiguas nos damos cuenta de que, para llegar a donde nos encontramos, tuvimos por pasar por la escritura de las más antiguas páginas de nuestra vida, que enunciaban las tendencias y los probables caminos que se habrían de recorrer en el futuro.
Por cierto, como un dato de gran interés para mi, en aquella época solía escribir poesías, de las cuales, en 1971 haría una selección, incluyendo unos pocos ensayos, que intitulé El Retorno a la Natura. El insigne locutor de la época, Antonio “Totoño” Lara, en su programa “Atardecer Poético”, a las 6,00 pm., de los domingos, por Radio Puerto La Cruz, con frecuencia recitaba una poesía mía. Recuerdo algunos títulos: Luz, Evolución, Poema a la comprensión, El retorno a la Natura, Las Rosas, Las lagrimas de un Payaso, Poema que la vida escribe, A ti que lento pasas y siempre estás presente, Poema a lo que existir no puede, entre tantos otros.
 Si en el día de hoy ya no escribo poesía, y lo hago en prosa, lo debo al prof. Rodríguez Bello que me orientó, o aconsejó, en este sentido. Ya no dejé de escribir en prosa, y únicamente, en raras ocasiones he escrito poesías, aunque la vena poética, si alguna vez se tuvo, jamás se pierde, ya que, de vez en cuando, vuelve a aparecer, o a florecer, en determinado grado.
Ahora, damos comienzo a la entrevista imaginaria, a la cual le hemos añadido, a la respuesta dada a cada pregunta, un comentario del Sr. Jo.
Señor Liberti, -dice GIC-, de antemano agradecemos su aceptación para realizar esta entrevista, pues, su opinión sobre temas de cultura en general –y la lectura como hábito de vida- es de gran interés para un inmenso número de personas.
I. GIC: Sr. Liberti, conocida es la rebeldía de los jóvenes a las normas, usos y costumbres, dogmas sociales arcaicos y atavismos, cuya manifestación tiende a remodelar estructuralmente la sociedad, Cree, usted, pues, que los jóvenes, en esa emancipación se preocupan por aumentar su capacidad cultural por medio de la lectura, o bien mantienen un nivel cultural bajo, o en otras palabras, leen mucho, o poco?
R.L.: Bien, GIC, gracias por su amable invitación; es una pregunta muy interesante la que usted me formula. Los jóvenes actuales, en sus acciones hacia la emancipación de esos dogmas sociales, o atavismos, que imperan en los usos y costumbres arcaicos, que es preciso trascender, y que usted menciona, realmente han demostrado deseos de superación y anhelos de resolver determinadas situaciones sociales, en cada época, y en la nuestra, también. Ya lo decía con acierto José Ingenieros: -“Jóvenes son los que no tienen complicidad con el pasado”. Empero, ese afán de abrir nuevos surcos debe estar imbuido por un ideal definido, de progreso, con anhelos de belleza en el vivir virtuosamente, con prudencia, fortaleza, templanza y prudencia.  Es preciso que “las mayorías”, orienten su preparación cultural por medio de amplias lecturas, subiéndose sobre hombros de gigantes, como decía Isaac Newton. De esta manera, se evita caer problemas análogos, y quizá de mayor magnitud, que aquellos en que incurrían los jóvenes de antaño. Ejemplos de estos jóvenes los tenemos en los hippies. En otras palabras, es preciso desarrollar la afición a la lectura para potenciar la visión del propio porvenir que trasciendan los límites actuales de percepción, comprensión y realización.
Comentario del Sr. Jo, 04 de agosto de 2018: En España, entre los años 2002 y 2006, conocí centenares de personas que se ufanaban que jamás habían leído un libro. Esto ocurrió en mis recorridos por muchísimas poblaciones de Andalucía. Una paradoja, ya que, en la misma Andalucía, conocí incontable número de jóvenes que son auténticos genios y personas de una extensa cultura, gracias a sus hábitos de lectores ávidos. Esto, pese a que muchos de ellos digan que únicamente leen autores españoles y algunos añaden: -“Y unos pocos autores latinoamericanos”, entre ellos, solían citar, invariablemente: Gabriel García Márquez, el más leído, Mario Vargas Llosa, Mario Benedetti, Isabel Allende, Ernesto Sábato, y Paulo Coelho. En cambio, pocos conocían a Alfonso Reyes, Amado Nervo, Arturo Uslar Pietri, Andrés Bello, por mencionar solamente unos pocos. Una tarde, un grupo de chavales le afirmaban al Sr. Jo que ellos únicamente leían a autores españoles, y él le preguntó: entonces, Homero, no te pertenece? Conoces a Alfonso X El Sabio? Algunos ignoraban quien era. Un lector que solamente lee autores de un solo país, seguramente, deja de leer la mayoría de los autores que debería conocer de su misma patria, ya que, para esa persona su mundo cultural gira, únicamente, en torno a unos pocos autores, que, en línea general, suelen ser, apenas, un puente, para ascender a otros de mayor envergadura y relieve. Los apegos inhiben la mente para ver en forma más amplía todo el acervo cultural que se encuentra a la disposición de todos, como una herencia patrimonio de la humanidad, y como un derecho y una obligación de leer, o estudiar. Los grandes autores han sido grandes lectores, y sus bibliotecas, superan, con creces, los diez mil volúmenes; caso contrario, su pensamiento jamás habría alcanzado la densidad que les caracteriza. Otro tanto ocurre con los libros de auto-ayuda: se han formado matrices de opiniones adversas hacia los libros de literatura estimulante. Sin embargo, son obras que amplían la visión y los horizontes existenciales. Suelen contener los métodos y las técnicas, el arte y la ciencia del éxito en todo lo que realiza el ser humano. Es preciso, conocer como los demás han superado las pruebas adversas de la vida, para descubrir las grandes oportunidades que ellas contenían en sí mismas, como fuente de experiencia y riqueza. Esto, porque las grandes crisis, además del inherente crecimiento personal que aportan, generan oportunidades de riqueza.
II. GIC: A qué atribuye usted, Sr. Liberti, esa falta de afición a la lectura, en algunas personas, mientras que otras, son ávidas lectoras?
R.L.: Al tener un joven tendencias o actividades que no se corresponden a ideales definidos, su existencia se desarrolla en un estado de inacción mental, estancándose en determinado estado, durante el cual se adormecen las facultades mentales; mientras permanecen adormecidas, la afición de la lectura es muy poca o nula. Sin embargo, quien logra vislumbrar el camino por cuya senda habrá de persistir el resto de su ciclo existencial, desea conocer lo que han logrado sus antecesores, recorriéndolo. Ese interés le motiva a leer biografías de personajes ilustres, las obras de ingenios de grandes triunfadores, científicos, economistas, artistas, pensadores, y tantos otros, para ampliar su propio bagaje y estar preparados para superar cada tramo del camino.
Comentario del Sr. Jo: Dante Alighieri, desde muy joven, leyó los clásicos griegos y latinos, que durante el oscurantismo medioeval se habían olvidado; igualmente hizo Giovanni Boccaccio y Francesco Petrarca, razón por lo cual, al dar nacimiento al Humanismo, en el siglo XIV, en Florencia, contribuyeron a recuperar un legado olvidado, de la cultura clásica, que desembocará en el Renacimiento italiano, en primeras instancias, y que, posteriormente, se extenderá por toda Europa. Dante, se ejercitaba en la traducción de los clásicos; igualmente, otro tanto hizo Marsilio Ficino, que tradujo a Hermes Trismegisto, Platón, Aristóteles, Plotino y tantos otros. La lectura de los clásicos da consistencia al propio pensamiento. Se, observa claramente en Salvatore Guasimodo: su estilo poético cultivado en elevado grado desde muy joven, con la lectura de los clásicos, le imprime, a su pensamiento, amplitud en las ideas y riqueza de contenido con agudeza penetrante en todo aquello en que centra su inteligencia.
III. GIC: Dado a que algunos leen poco, qué consecuencias cree usted que derivan de ello?
R.L.: La lectura es el medio por el cual cualquier persona aumenta su capacidad intelectual y mental, y además adquiere una visión más amplia de la vida. Entre quienes no leen, las ochenta o más millones de células o neuronas que conforman su cerebro, -y los centros direccionales inherentes de su mente-, se atrofian, adormeciéndose las facultades intelectuales, teniendo, por ende, la persona en cuestión, menor capacidad y visión para lograr una superación exitosa en la sociedad en que vive.
Comentario del Sr. Jo: Las lecturas amplias y variadas constituyen ventanas que se abren en un radio de 360 grados, que permite ver lo que existe a nuestro alrededor, es decir: percibirlo, comprenderlo y realizar lo inherente. Es preciso realizar el cultivo del propio ser por medio de la lectura de ensayistas modernos, los poetas contemporáneos de nuestra patria y a nivel mundial, las biografías de los seres trascendentales, que nos colocan en contacto con sus inquietudes, las vicisitudes de la vida que afrontaron y como las transmutaron en fortalezas. Luego, la lectura de las obras de los grandes pensadores de todo país y época, nos inserta en la gran conversación universal, permitiendo que se conozca lo que pensaron las grandes mentes, en toda época y hacia donde tiende el progreso de la humanidad. Ese conocimiento permite tomar las riendas de la propia vida, eligiendo el rumbo, conscientemente, hacia el que queremos orientar la propia existencia y nuestras realizaciones personales. La Odisea, de Homero, la Apología de Sócrates, y el Fedon, de Platón, la Ética y la Poética, de Aristóteles, los Caracteres, de Teofrasto, las Vidas Paralelas, de Plutarco, las Eneadas, de Plotino, los Tratados Morales de Séneca y Cicerón, el Quijote, de Cervantes, los Miserables, de Víctor Hugo, el Libro de los Espíritus, de Allan Kardec, el Manual del Aprendiz, de Aldo Lavagnini, la Incógnita del Hombre, de Alexis Carel, las Crisis Espirituales del Hombre, de Paúl Brunton, las Fuerzas Morales, de José Ingenieros y las leyes del Éxito, de Napoleón Hill, son obras cuyas lecturas transforman vidas.
IV. Cree usted, Sr. Liberti, que en los momentos actuales el índice de jóvenes que leen es superior o inferior, y de qué medios, además, disponen ellos para aumentar sus alcances de lecturas?
R.L.: A raíz de la emancipación de que se hablaba al inicio, y paralelamente a los jóvenes que en los momentos actuales se han constituido en un problema para la sociedad, como son los hippies, los inadaptados juveniles y otros, hay un numeroso grupo de jóvenes con ideales definidos cuyo índice de lectura es muy amplio y supera el de los jóvenes de años anteriores. A este grupo, gradualmente, se adhieren otros, aumentando cada vez más el flujo de los que leen; además, existen hoy en día, muchas oportunidades de estudios antes inexistentes, programas culturales y campañas realizadas por Editoriales cuyo fin principal es poner al alcance de todos libros de reconocidos autores, y esto, pues, permite a todos aumentar sus medios de lecturas.  Además, las exigencias de la sociedad son cada vez mayores, involucrando la necesidad de que los jóvenes lean más: Auto-ayuda, economía, ciencia, psicología, Derecho, los clásicos de toda época y país, la gerencia moderna, el arte, los ensayos de los grandes pensadores, la historia, los clásicos, la poesía, la historia, entre tantos otros temas más.
Comentario del Sr. Jo: Félix Vargas Chacón, en su obra: 40 años en el delito, cuenta como la lectura de Las fuerzas Morales y el Hombre Mediocre, de José Ingenieros, tuvieron la fuerza y la virtud, de ayudarle a rehabilitarse, comenzando a vivir una vida virtuosa. Sin duda, por el nivel de personajes con quien llegó a tratar, en su vida, debía ser poseedor de un Espíritu para nada vulgar, aunque haya transcurrido una vida por sendas inadecuadas. Empero, el mensaje moral de ese gran maestro italo-argentino, José Ingenieros, tuvieron el inmenso influjo de ubicarlo en el recto camino. Incontable número de personas han enriquecido integralmente sus vidas leyendo la obra: Piense y Hágase Rico, de Napoleón Hill, o El Nuevo arte de vivir, o El Poder del pensamiento positivo, de Norman Vincent Peale, o Todo es posible, o Usted puede convertirse en la persona que desea ser, de Robert Schuller, o las Fábulas de Esopo, que transformaron la vida de Abraham Lincoln, o Viaje hacia la Vida, y las fábulas intituladas: Una volta…in qualche luogo…, de Giovanni Mastromonaco, que presentan una enseñanza que habrá de influir en un sinnúmero de jóvenes de generaciones futuras, o Los mandamientos del Abogado, de Eduardo J, Couture, o el Alma de la Toga, de Ángel Osorio, que tanto han inspirado a diversas generaciones de juristas. Simón Bolívar, es un ejemplo vivo de cómo sus tempranas lecturas de Las Vidas Paralelas, de Plutarco, e incontables otras, maduró su pensamiento de estadista a nivel de genio incomparable; José Antonio Páez, desde sus tempranas lecturas, en el libro El método de los Palotes, del prof. Palomares, cuya síntesis de pensamiento esencial de los grandes autores griegos y latinos, entre tantas otras obras, desde la Ilíada y la Odisea, de Homero, como es fácil deducir de su extensa visión y cultura, como lo denota su Autobiografía, clásico continental, son ejemplos vivos de el influjo modelador de la lectura.
V. GIC: Qué podría referirnos usted, Sr. Liberti, de su evolución personal en el campo de la cultura?
R.L.: Al igual que muchos jóvenes, me inicié leyendo suplementos (Comic) y novelas del Oeste americano, en gran cantidad, un promedio de tres diarias, de autores como Marcial La Fuente Estefanía, Zane Grey, C. Torres, Silver Kane, entre tantos otros. Todas ellas tenían algunas características comunes: Héroes profesionales en un ambiente de poca cultura, gente con valores morales acentuados, en un oeste americano donde imperaba de todo, y el reflejo constante de cómo la justicia y el bien, triunfaban siempre, que fueron para mí un buen comienzo para despertar el anhelo, antes de dos años, de leer obras más densas. Luego pasé a leer buenos autores como Alexis Carrel, José Ingenieros, Amado Nervo, Confucio, Paul de Kruif, etc. Sabe quien estimuló en mi el ideal de la cultura, en mayor grado, en los inicios? Una mujer de edad avanzada, aparentemente de poca cultura y humilde, pero de cuya capacidad intelectual guardaría memorable recuerdo en mi mente. Conocía las obras de Amado Nervo ampliamente; siempre recitaba el poema que Nervo escribió a Kempis, de gran influjo motivador; conocía algunos autores teósofos, las obras de Allan Kardec, y una gran experiencia adquirida en la faena diaria de la Universidad de la vida. Era una fuente constante de entusiasmo y optimismo, que solamente se pueden desarrollar alimentando el Espíritu con la lectura de obras de eminentes autores.
Comentario del Sr. Jo: Lo importante es comenzar a leer, dando el primer paso; el gusto y la exigencia se van despertando gradualmente, a medida que se perfecciona y se anhelan manjares más exquisitos. El cuerpo y la mente quieren más de lo que se le da, es un axioma universal. Es como un ascenso a la colina; mientras más se asciende más lejos se ve y se van descubriendo otros autores. De cada autor que agrada, se desea leer todo lo que ha escrito y se van rastreando sus obras. La vida de Benjamín Franklin, su autobiografía y su libro El hombre de bien vivir, ejercieron gran influencia en mi vida desde temprana edad. Ralph Waldo Emerson, Tomás Carlyle, Lao Tse, Confucio, León Denis, H. Anmoreca, Paúl C. Jagot, Hermann Hesse, G. P. Nepomniasky, Sidharta Gautama, Amalia Domingo Soler, Allan Kardec, Madame Blavasky, C. Jinarajadasa, Peter Drucker, Dion de Prusa, Homero, La Bruyere, e incontables otros, fueron siendo mis compañeros en tiempos de ocio creativo, diariamente.
VI.: GIC: En conclusión, qué soluciones o recomendaciones sugeriría usted a los jóvenes de todas las edades, para obtener afición al estudio y éste a su vez logre estimularle al logro de una mayor cultura?
R.L.: Lo más importante, y fundamental, en la vida de toda persona, es la existencia de un ideal: un recto propósito existencial que funja de faro que ilumine el camino y señale el norte de la propia vida, y los demás linderos dentro de los cuales es preciso ceñir los pensamientos, los sentimientos, las palabras y las acciones. Visualizar el ideal es lo primero que los jóvenes precisan hacer; luego, trazarse una meta de acuerdo a ese ideal, que contenga objetivos a corto, mediano, largo y macro plazo. Dado que todo ideal, para su culminación exitosa exige preparación, esa necesidad es la que llevará a los jóvenes a leer más; y como lo que se lee es sobre lo que más agrada, pues armoniza con nuestro ideal, gradualmente va naciendo el amor a la lectura y a una mayor cultura.
Comentario del Sr. Jo: La necesidad abre el camino y el entusiasmo genera el poder para recorrerlo. Es preciso dar el primer paso: La lectura de diez mil libros empieza leyendo el primero; luego es cuestión de hábito. Una vez que se despierta la pasión por la lectura, esa fuerza interior, el anhelo de conocer, activa la voluntad para una búsqueda incansable ya se convertirá en una actividad incesante ad infinitum. Mientras más se lea, más se querrá leer, y más fácil resultará. Con el tiempo, se va siendo más exigente con lo que se lee, y más que cantidad, lo que se anhela es la calidad. Leer pasará a ser como un alimento indispensable cada día; y lo que se lee inducirá a una meditación constante sobre los más diversos temas existenciales, para encontrarle un significado a la vida, una razón de ser a todo. Solo de esta manera se podrá vivir una vida con sentido, conscientemente, con dominio de los sentimientos, con conciencia clara de los valores universales y de las leyes cósmicas que rigen todo, y que se encuentran en la propia conciencia. Al final, lo importante de todo, se aprende a leer en el libro de la vida y a descubrir el sino de los tiempos, el alfa y el omega, la razón y el por qué de todas las cosas esenciales en un universo en eterna expansión creadora, sin límites y estancamiento de ningunas especies. Se aprende a no apegarse a nada, para permitir que fluya, en la propia vida, todo lo que la inteligencia infinita tiene dispuesto que fluya en abundancia en la eterna primavera de la vida.
La conexión con la fuente universal, desde el propio centro vital, permiten leer en la propia conciencia, con el lenguaje de los sentimientos de los valores universales que utiliza el Gran Pedagogo, la Gran Verdad, en el eterno ahora. El maestro es el Creador Universal, la enseñanza: lo sabiduría de los valores universales, que se va escribiendo en el libro de la conciencia con materiales eternos e indestructibles. Nos percataremos, oportunamente, que todo lo poseemos ya, en estado de potencialidad infinita. Solamente nos falta la experiencia para percibirla; las necesidades permiten aflorar el poder creador potencialmente infinito que poseemos, en magnitud equivalentes a las pruebas afrontadas, que a su vez, hará aflorar el conocimiento del qué, del cómo, del quién, del cuándo, del dónde, del cuánto y del por qué. La experiencia es la expresión gradual de la eterna sabiduría, que se manifiesta como aptitud y actitud, como carácter e inteligencia; como conciencia cósmica.
Adelante.


PD: Sr. Jo, es un pseudónimo de Giuseppe Isgró C.