jueves, 5 de noviembre de 2009

LA LEY DE COMPENSACIÓN



CONFERENCIA:
LA LEY DE COMPENSACIÓN
© Por: Giuseppe Isgró C.
Granada-España: 01 de noviembre de 2009

Gran número de personas, hoy en día, manifiestan un marcado interés en conocer más a fondo la ley de compensación o ley del karma. Estas son algunas de las preguntas sobre las cuales se expresan inquietudes y se desean aclarar algunos aspectos.
1. -¿Qué es la ley de compensación?
2. -¿Cómo actúa la ley de compensación?
3. -¿Qué otras leyes le están interrelacionadas?
4. -¿Tienen las leyes universales, en general y la ley de compensación, en particular, aplicación instantánea tan pronto se realiza un acto?
5. -¿Existe un efecto coercitivo de la ley cósmica?
6. -¿Existe, también, una acción coactiva de la misma?
7. -¿La acción coactiva implica una sanción previa de la ley cósmica, expresada en la conciencia?
8. -¿Hay una vigilancia cósmica que supervisa el cumplimiento de la ley de compensación?
9. -¿Existe un tribunal de Justicia Divina a semejanza de los de la dimensión física? Dicho en otras palabras: ¿Existe un gobierno espiritual? -¿Cómo funciona?
En otro orden de ideas, cabría preguntarse, -¿con qué otras leyes o valores universales se interrelaciona la ley de compensación? Por ejemplo: -¿cuáles son las relaciones entre el amor y las leyes de: afinidad,
Ahora bien, el amor es la ley matriz del universo y constituye el más antiguo camino que doctrina alguna pregonara. El Jainismo, además del amor, centraba su atención en el recto camino y en la practica del Ahimsa, es decir, la no violencia o el seguimiento de la vía pacífica. Quien sigue el amor como camino, en forma implícita está cumpliendo con la ley cósmica en su totalidad.
Existe una vertiente del amor, percibida, genialmente, por Platón en su diálogo El Banquete, que es digna de ser investigada más a fondo en estudios posteriores. Él expresa la idea de que, al amar algo o a alguien, es porque se experimenta la necesidad de ese algo o de ese alguien. Es aquí donde se interrelacionan las dos ideas del poder, la primera, inherente al amor como poder supremo del universo; y, la segunda, al poder potencialmente infinito del Espíritu humano, expresado, en forma equivalente, por la necesidad, de acuerdo a su respectivo grado.
El amor, como ley matriz, como ley cósmica integral, en sus funciones está asistida por otras leyes auxiliares como son:
1. La ley de afinidad: es la rectora del orden universal, ubica a cada ser y a cada cosa en el orden que le corresponde por su suma existencial. En sus funciones dispone de la cooperación de:
2. La ley de justicia: el fiel de la balanza de la justicia divina indica el grado de compensación que debe aportar o recibir cada acto ejecutado, palabra emitida, sentimiento experimentado y pensamiento sostenido en la mente. Como decía Ralph Waldo Emersón: -“Cada acto tiene en sí mismo su propia compensación”-.
o La balanza de la justicia divina dispone de dos platillos, el primero de los cuales representa a la igualdad. Igualdad en la ley y ante ella. Cada ser dispone de los mismos derechos y deberes que todos los demás, sin discriminación alguna. No existen privilegios algunos para nadie excepto los del propio mérito, el cual recibirá su respectivo salario cósmico o compensación.
o El otro platillo de la balanza: representa a la ley de compensación, la cual compensa en forma equitativa cada acto ejecutado, palabra emitida, sentimiento experimentado y pensamiento sostenido en la mente.
-¿Qué es la ley de compensación?
Cuándo hablamos de ley de compensación, -¿estamos refiriéndonos a la ley del karma, a la de causa y efecto, a la de acción y reacción y a la de siembra y recogida? Son variantes de una misma ley.
Todo lo que sucede en la vida de cada persona se debe a alguna causa activada previamente. Cada causa genera un efecto análogo. De acuerdo a la semilla sembrada se recoge el fruto. No hay manera alguna de escapar del cumplimiento de esta ley. Los pensamientos, los sentimientos y las emociones, las palabras y los actos generan compensación positiva o negativa; es decir: hay que recibirla o darla. Es una ley constructiva que busca el bienestar, la armonía y el equilibrio entre las partes y en la humanidad.
Podría definirse a la Compensación, como el “resarcimiento que se hace de algún daño, o perjuicio físico o moral, causado
Andrés Bello, en su Código Civil de Chile, da la siguiente definición: -“Cuando dos personas son deudoras una de otra, se opera entre ellas una compensación que extingue ambas deudas”-.
Si una persona recibe un perjuicio por el cual se hace acreedora a una compensación, y en su reacción efectúa un daño igual o mayor a la otra parte, se compensan recíprocamente la deuda de la una con la de la otra, quedando deudora por el excedente. Es decir, de acreedora pasó a ser deudora.
-¿Existe, a nivel cósmico, una acción múltiple de la ley de compensaciónequivalente a la de la cámara de compensación en las instituciones bancarias? Sin duda alguna.
-¿Cómo actúa la ley de compensación? -¿Qué ejemplo podría permitirnos formarnos una idea práctica de su aplicación?
Existe un ejemplo práctico que nos proporcionará una idea exacta de su funcionamiento. Es el de la hoja de cálculo electrónica. Como todos sabemos, cada cantidad que se va sumando, restando, dividiendo o multiplicando en las respectivas columnas y filas, afecta instantáneamente el saldo total, en mayor o menor grado. Esto nos da la idea de la aplicación instantánea de la ley de compensación, es decir, en el mismo instante en que se realiza el acto, viene registrado en la hoja de vida del ser humano, (archivo espiritual), aumentando o disminuyendo el total, al igual que ocurre en una cuenta bancaria, donde los depósitos o retiros efectuados afectan el saldo.De resultar un saldo negativo, la persona queda obligada a efectuar el respectivo pago. De ser positivo, otorga libertad al titular de la cuenta de acuerdo a la magnitud del mismo saldo. Es importante destacar que el saldo existencial delimita, por una parte, la deuda kármica que la persona tiene pendiente de pago, la cual será redistribuida en el tiempo por acuerdo entre las partes involucradas; ocurriendo exactamente lo mismo con las acreencias. Por otra parte, el saldo positivo es un recurso que la persona en particular administra a su mejor conveniencia al igual que lo hace con su cuenta bancaria. La suma existencial de cada ser, se expresa en tres vertientes: la primera, a nivel del espíritu: como estado de conciencia evolutiva, es decir, aptitud o capacidad de percepción o visión, mayor grado de comprensión y de hacer o dejar de hacer. La segunda, como registro de experiencia en el archivo espiritual ubicado en el alma –peri-espíritu-, que constituye la memoria de todos los ciclos de vida. Y, la tercera, como potencia espiritual, reflejado por el nivel del saldo existencial, por cuyo grado la ley de afinidad le ubica o reubica en el orden que le corresponde, del cero grado al infinito. Ese grado ejerce una fuerza equivalente de atracción y repulsión que le permite mantener el perfecto equilibrio u orden alcanzado hasta ese momento. Es decir, siempre se encuentra ubicado en el lugar que le corresponde de acuerdo a su nivel evolutivo actual. Si se desea cambiar de ubicación, es preciso cambiar la calidad e intensidad de los pensamientos y realizar los actos correspondientes al nuevo orden que seaspira alcanzar. Liberado de deudas kármicas, tiene la libertad de elegir, dentro de la ley cósmica y los planes evolutivos del planeta, de acuerdo a su respectiva capacidad de asunción de nuevas responsabilidades y objetivos existenciales en la realización de la Gran Obra.
La ley de afinidad, de acuerdo al saldo existencial reflejado en la hoja de vida, por la justicia divina y una vez efectuada la debida compensación, ubica o reubica a cada ser en el orden que le corresponde en el concierto de todas las cosas. Esa es la primera vertiente de la ley de afinidad, es decir, ordenar a cada ser o cosa de acuerdo a su grado de similitud o afinidad, dentro de ciertos parámetros entre un mínimo y un máximo. La otra función de la ley de afinidad es la de contribuir a que se geste la afinidad entre seres antagónicos, como lo veremos cuando hablemos, dentro de poco, de la acción coactiva de la ley cósmica.
Es la misma ley de afinidad la que, a un determinado momento en la vida de un planeta, al quedarse rezagado un grupo minoritario en relación con la mayoría, y constituyendo un obstáculo para el resto de la humanidad, es separado y trasladado a otros mundos cuyas condiciones evolutivas les sean afines.
Hay dos preguntas de vital importancia que ya hemos mencionado; la primera de ellas es: -¿Existe un efecto coercitivo de la ley cósmica? Y, la segunda: -¿Existe una acción coactiva de la ley cósmica?
-¿Qué se entiende como efecto coercitivo de la ley cósmica?
En el Derecho positivo, se entiende como coerción al efecto de la representación mental que la persona se hace de la aplicación de la sanción contenida en la norma jurídica, en el caso de infracción, lo cual le inhibe a infringirla, o le impele a cumplirla, - Es un efecto debidamente calculado por el Legislador, cuya función, según Francisco de Vitoria, es hacer “buenos” -o virtuosos- a los seres humanos. Toda norma jurídica contiene un elemento de advertencia pedagógica, -efecto coercitivo- además del sancionador.
La ley cósmica, también ejerce su respectivo efecto coercitivo tendiente a desmotivar a la persona en particular a realizar determinados actos reñidos con los valores universales o con la ética; por ejemplo: en el mismo instante en que la persona concibe la realización de un acto reñido con la ética, experimenta un sentimiento de vergüenza y se representa la situación vergonzosa en que se vería envuelta en el caso de llevarlo a cabo, lo cual, cuando el mecanismo de la vergüenza funciona, la persona desiste de realizar el acto. Esto se conoce como el efecto coercitivo de la ley cósmica. Esta es la razón por la cual Séneca, en una epístola a Lucilo, le decía: -“Ese vicio, Lucilo es imposible que lo adquieras a menos que superes la vergüenza”-.
Esta acción coercitiva, se cumple, también, de otras diversas maneras: por una parte, por la acción pedagógica del Creador –o de la ley cósmica impresa en la conciencia- quien se comunica con el ser mediante los sentimientos inherentes a los valores universales expresados en la conciencia, donde, en el instante en que la persona piensa realizar un acto determinado, percibe, -en su conciencia-, un sentimiento de lo justo o de lo injusto del acto, que le sirve de guía aún cuando desconozca la normativa del Derecho positivo: él, o ella, sabe si el acto concebido es justo o no, si debe o no realizarlo.
Determinados aspectos coercitivos de la ley cósmica, se manifiestan mediante el sentimiento del decoro y del pudor, por ejemplo, en una dama, quién, en el momento en que piensa hacer algo reñido con las costumbres éticas, el sentimiento del propio decoro o pudor, le frena y le hace desistir de llevarlo a cabo, experimentando, enseguida, un efecto liberador.
Otros efectos coercitivos de la ley cósmica, vienen dados, por ejemplo, por el sentimiento patriótico, por el del deber y por el del honor. En algunos casos, una persona podría no desear enrolarse en una acción política, pero el patriotismo le impele a hacerlo en bien de la patria. De igual manera, tanto el honor como el deber, tienen efectos coercitivos para realizar determinados actos así como para dejar de hacerlos, de acuerdo con las circunstancias. Cada uno de los valores universales tiene su respectivo efecto coercitivo o inhibidor en la conciencia. Empero, es importante recordar que, cuando se trata de actos positivos, cada valor universal, por la ley de dualidad o polaridad, ejerce una doble vertiente, desempeñando, también, su fuerza de empuje para alcanzar la meta anhelada, es decir, impele al cumplimiento del propio deber.
La conciencia es el maestro interior; su dictado es universal por cuanto en todos los seres expresa la misma enseñanza por medio de los sentimientos análogos a los respectivos valores. Allí reside el Ojo que todo lo ve y mediante su guía certera se distingue la verdad del error. Es el lugar en que el Creador Universal realiza su trabajo de Gran Pedagogo en forma silenciosa y efectiva, en el eterno presente. La conciencia es el vínculo indisoluble que une al Ser con el Creador; en esa íntima relación se deja oír la Eterna Voz que dicta las inmutables leyes y guía en los parajes existenciales. Es preciso oírla con mayor atención para conocer sus dictados.
En cuanto a la acción coactiva de la ley cósmica, -¿cómo se manifiesta? -¿Cómo actúa? -¿Constituye una especie de castigo divino?
En primer lugar, no se trata de un castigo divino; empero, toda acción tiene su consecuencia; toda causa su efecto; toda siembra su recogida; y de acuerdo con la causa puesta en movimiento, se obtienen los resultados análogos y equivalentes. Si yo pongo las manos en el fuego, experimento el efecto correspondiente. -¿Es eso un castigo? Es simplemente el efecto de una causa puesta en acción. El dolor es una señal de que hay que retirar la mano a tiempo para evitar hacerse daño; si no se hace, se experimentará la respectiva consecuencia.
Desde el momento en que la ley de afinidad, de acuerdo al saldo de la suma existencial de la persona, como veredicto dictado por la ley de justicia, y debidamente compensado por la ley de compensación, le ubica o reubica en el orden cósmico que le corresponde en el concierto de todas las cosas, desplazándolo del que se encontraba, automáticamente, esa reubicación representa una acción coactiva de la ley cósmica. En ese nuevo orden, si tiene saldos negativos deberá trabajar para compensarlos y no podrá reubicarse, libremente, hasta hacerlo y saldar la deuda kármica, momento en el cual pasará a ocupar el nuevo orden que le corresponda de acuerdo al saldo existencial que arroje, oportunamente, en su hoja de vida.
Eso por un lado; por otro: la ley cósmica expresa: -“Quien odia, tendrá que amar” y “quien quita una vida, con sus besos la repondrá”. En el primer caso, la ley cósmica, mediante la ley de afinidad, cuando el nuevo ser por nacer planifica su nuevo ciclo de vida, dentro de los miembros de su familia, incluirá a quienes les unan vínculos de afinidad, afecto o amor; pero, al mismo tiempo, hará nacer, como hermanos, hijos o en otros vínculos de parentesco a quienes tengan cierto grado de enemistad u odio, de manera que los lazos de la sangre vayan limando las asperazas y en uno o en múltiples ciclos de vida, vaya naciendo la afinidad, el afecto o el amor. Aquí está implícito un efecto coactivo de la ley de afinidad. En el segundo caso, cuando alguien haya quitado una vida, la ley cósmica obliga a reponerla; es un efecto compensatorio de la ley de la justicia divina. El infractor, nacerá como mujer y dará la vida que debe, con sus propios besos; y el que antes fuera su enemigo hasta el grado de quitarle la vida, ahora es su hijo, -o hija-. Me pregunto, -si esa persona hubiera sabido que de todas maneras no se iba a librar de su enemigo y de que, al final, lo tendría como hijo, -o hija-. -¿habría incurrido en el acto de interrumpir esa existencia? Con toda seguridad no lo habría hecho, y es ahí la importancia de dar a conocer más profundamente la ley de compensación.
Lo anterior tiene múltiples vertientes: por ejemplo: hace ya algunos años, una señora vinculada a la familia, que venía de vivir en otra región, siempre mencionaba a una maravillosa mujer que había adoptado a los hijos de diferentes miembros de su familia que habían pasado a mejor vida, por lo cual, conjuntamente con los propios, tenía a su cargo alrededor de doce chavales. Nuestra amiga admiraba la abnegación de dicha señora. En cierta ocasión nos anuncia de que, en la siguiente semana, vendría dicha matrona a visitarla y de que nos la presentaría. Varios días antes de su llegada, tuve un sueño con un individuo que parecía ser un “ganster” en un escenario semejante a lo que debía ser la ciudad de Chicago, en los inicios del siglo XX. Cuando llegó la matrona a visitarnos, su fisonomía era equivalente a la del personaje del sueño; caí en cuenta, inmediatamente, de que el espíritu del personaje del sueño y el de esta persona era el mismo, reencarnado, ahora, como mujer para dar algunas de las vidas que debía, y por otra parte, para experimentar las mismas experiencias que proporcionó a otras personas, en su vida anterior, cuando dejó huérfanos a numerosos niños. Pudo ver lo que significa que algunos niños queden abandonados y esta experiencia, que la asumió muy bien, evidentemente, en las sucesivas vidas, probablemente, no volverá a incurrir en esos mismos actos.
En algunas ocasiones, el “efecto sancionador” de la ley cósmica se expresa bajo la modalidad de esterilidad en las mujeres cuyos espíritus, en ciclos de vidas anteriores quitaron vidas; ahora desean darlas, pero no pueden.
Si una nación supiera que, al entrar en conflictos bélicos con otra, y enviar a mejor vida a determinada cantidad de soldados del bando contrario, constituyen vidas que deberán ser repuestas, oportunamente, y que, el enemigo nacerá como ciudadano del propio país, se evitaría de ir a la guerra; además, los propios soldados caídos en batallas por efectos del bando enemigo, nacerán en el país que se fue a atacar, y luego, como ciudadanos de aquel país, en su mayoría viajarán a la patria anterior, por cuanto hay una fuerza de atracción natural que lo va a determinar, con cuyo conocimiento tampoco entraría en conflictos con otros países.
Eso pasó con la conquista del continente americano, donde los indios fueron exterminados. Muchos de los espíritus de esos indios han nacidos en poblaciones norteamericanas. No hay escapatorias a la ley cósmica. Los conquistadores españoles, que, pese a la leyenda negra que les acompaña, realizaron una obra grandiosa en Ibero-América. Pero, los indios que fueron enviados a mejor vida y los negros vendidos como esclavos, han ido naciendo como descendientes de aquellos conquistadores españoles, así como muchos de aquellos conquistadores, hoy visten ropaje criollo latinoamericano, que por su origen en la madre patria, han ido volviendo masivamente a ella,enriqueciendo, de todas maneras, al grupo étnico europeo, de múltiples formas. ¿Quién controla el mango de la retorta del mundo?
Otro ejemplo importante es el caso de un comerciante que, en una vida anterior, mediante prácticas comerciales indebidas, llevó al insuceso a sus competidores, ocasionándole un perjuicio económico. En la nueva existencia, aquellos competidores nacerán como hijos, por acción coactiva de la ley cósmica, para mejor compensar las deudas kármicas, ganando cantidades importantes que pasarán a las manos de sus antiguos competidores, ahora en el rol de sus hijos.
El mejor camino es el del amor, el de la justicia y el del bien común.
-¿Hay una vigilancia cósmica que supervisa el cumplimiento de la ley de compensación?
Por supuesto. En otra parte hemos escrito: -“Los guardianes cósmicos supervisan el universo y cada planeta de turno en donde a cada quien le toque vivir, en un momento dado. Cada nación, ciudad, pueblo, grupo, familia, individuo, etcétera, los tiene, bien sea que hayan sido elegidos por méritos propios por los regidores universales o por afinidad, deber, justicia, o cualesquiera otras causas. Constituyen una especie de guías espirituales a cuyo cargo reposa la vigilancia del bien universal. Desde la más remota antigüedad se ha reconocido su existencia y quien sabe ver, ve su inherencia en muchos aspectos de la vida diaria, que se presentan como coincidencias, aparentes casualidades, etcétera. Su principal medio de actuación es el de la inspiración”-.
Empero, es preciso recordar al “ojo que todo lo ve” impreso en la propia conciencia que percibe exactamente todo lo que acontece en pensamientos, sentimientos, palabras y actos, activando, instantáneamente, la ley de acción y reacción.
-¿Existe un tribunal de Justicia Divina a semejanza de los de la dimensión física? Dicho en otras palabras: ¿Existe un gobierno espiritual? -¿Cómo funciona?
-¿Ustedes que creen? Este es un tema que proponemos para investigar con la finalidad de desarrollarlo en ulteriores trabajos. Empero, podríamos destacar tres vertientes:
1. La primera: El Creador Universal, como ley cósmica impresa en el Espíritu, ejerce funciones pedagógicas, coercitivas, sancionadoras y coactivas en la conciencia.
2. La segunda: De acuerdo a la ley de los reflejos, simbolizada en el sello de Salomón o estrella de seis puntas, y a lo expresado por Hermes Trismegisto, en la Tabla Esmeraldina, “como es abajo es arriba” y viceversa, por lo cual, se percibe la existencia de un Tribunal de la Ley Cósmica integral a semejanza de los de la dimensión física, que es el instrumento ejecutor de la Voluntad Universal y/o ley cósmica.
3. Las tercera: El Tribunal –órgano de la justicia humana- en la dimensión física, el cual constituye, a la vez, un instrumento del de la dimensión espiritual, o del Creador Universal, directa o indirectamente.
De análoga manera ocurre en lo relativo al Gobierno Espiritual.
Otra pregunta de gran interés que suele plantearse, es: -¿Como se efectúa el plan de vida, antes de reencarnar, mientras el Espíritu se encuentra en la dimensión espiritual?
Este tema de la reencarnación y la manera de como se planifica el siguiente ciclo de vida, siempre suele fascinar a todos.
Es preciso tener en cuenta lo siguiente:
o Los Espíritus, en la época previa a la reencarnación, piden a la Ley de Afinidad, que le presente un balance de todas sus acreencias y deudas que precisan compensación, y la inminencia prioritaria de las mismas, en base al cual, organizan el plan del nuevo ciclo de vida, basado en las prioridades emergentes, en el cual se involucran todos los seres inherentes, en combinación con la obra colectiva –de estos seres- con el conjunto de la zona en la cual habrán de reencarnar- y a los planes cósmicos y a la cuota de obra colectiva del planeta y al pensum de estudio correspondiente a ese período en el planeta. Los Representantes de la Justicia Divina, en el Planeta Tierra, son los que aprueban el nuevo ciclo de vida, con los respectivos ajustes que el plan de vida presentado precise.
o Sin duda alguna, es un acto solemne, el de la reencarnación, por cuanto, ha sido elegido por el Espíritu a punto de iniciar un ciclo de vida y ha sido aprobado por los regidores de los destinos del Planeta Tierra, los representantes de la Justicia Divina, por los guías y protectores del Espíritu que ha de tomar materia, por los de sus padres y por otros seres afines que les acompañan al igual que se hace con un ser querido o amigo o amiga que emprende un viaje, para desearle una feliz llegada y exitoso regreso. La solemnidad del acto está representada por el registro cósmico del engendramiento del nuevo ser y las respectivas pruebas, compensaciones y objetivos de aprendizaje que habrá de cumplir durante el ciclo de vida por iniciar, con carácter de obligación asumida y que constituyen un gravamen para esa existencia que habrá de liberar, en forma total o en parte, al final del plazo concedido a tales efectos.
o Es un acto importante en la vida del Espíritu y para todos los seres involucrados, al igual que cuando se emprende la compra de una casa con un crédito hipotecario, que va acompañado de la emoción de la nueva adquisición y por la aprehensión del compromiso que adquiere, el cual deberá cumplir empleándose a fondo y no descansará tranquilo hasta haber satisfecho, felizmente, la obligación asumida.
o Es la emoción frente al reto y la confianza de que lo superará con éxito. Puede experimentar, también, la incertidumbre del resultado final de la acción que emprende en los casos de Espíritus que precisan de alcanzar mayor nivel evolutivo. Sin duda alguna, ocurre igual que en la vida, cuando se deben afrontar situaciones pocos fáciles, antes de hacerlo se ven menos fáciles de lo que realmente son, hasta que se les afronta cara a cara, instante en que emergen del interior las fuerzas suficientes para resolverlas y/o superarlas exitosamente.
El resto del proceso es muy sencillo. Vamos a verlo más detalladamente. Es equivalente a la formación de una asociación civil o a la de una empresa. Se reúnen varias personas con ideas afines para realizar un proyecto común, cuyo interés puede ser dado por diversas causas, por afinidad, por intereses recíprocos, por necesidad de cooperación, por razones humanitarias, por un ideal, por deudas kármicas, por razones de estudios, por anhelo de formar familia y cubrir un nuevo ciclo de vida incluyendo seres afines, o antagónicos, con la finalidad de apoyarse los unos a los otros, o de ir limando asperezas recíprocamente. El grupo inicial, para el desarrollo del plan de vida, precisa de colaboradores, y es allí donde se realizan acuerdos de cooperación, bien sea que los seres comprometidos nazcan en el mismo seno familiar o en familias diferentes, en diversos países o en uno solo, ese plan de vida puede cubrir una o muchas encarnaciones sucesivas, hasta que se realice la totalidad del plan y aún así, el grupo podría querer seguir junto para emprender nuevos proyectos.
Al igual que en una empresa en la dimensión física, el potencial y los recursos de diversas índoles, otorgan mayor o menor capacidad de acción y alcances del o de los proyectos. Las circunstancias kármicas que cada ser arrastra es una limitante o un potencial que permite conformar el grupo homogéneamente.
Concebido el proyecto, se planifica por escrito, se elabora el documento constitutivo y, en la dimensión física, se lleva al Registro Mercantil o Público competente, para efectuar su inscripción y darle publicidad. Por ejemplo, la presencia de menores de edad, de personas inhábiles civilmente, y de tantas otras circunstancias que podrían requerir la autorización de un Juez que apruebe el proyecto para esas personas. Exactamente lo mismo ocurre en la dimensión espiritual; un funcionario competente deberá autorizar el proyecto y a las personas que lo precisen, y de acuerdo a la ley cósmica, hacer las correcciones pertinentes a cada caso, otorgando la definitiva autorización al proyecto, tanto en lo individual como colectivamente.
Debido a que cada ser tiene libre albedrío, dispone de cierto grado de libertad, dentro de la ley cósmica, para tomar decisiones, con las limitantes kármicas que pueden corresponder a deudas por pagar o por cobrar, a hipotecas equivalentes a las inmobiliarias, que constituyen obligaciones que, antes de emprender determinadas acciones es preciso liberar; a algunas vidas pendientes de reponer, en el tiempo, que hacen prioritario su cumplimiento; reclamo de obligaciones de diversas índoles que inhiben ciertas libertades de acciones pueden implicar el logro de autorizaciones respectivas y el pago diferido de otras para las sucesivas reencarnaciones, en forma gradual, debido a su cuantía. Además, la cuota de progreso y estudio que debe ser alcanzado de acuerdo a los planes de desarrollo del planeta para esa etapa en particular y las siguientes.
Una vez alcanzada la autorización de las autoridades espirituales competentes, cada quien asume un compromiso consigo mismo, con el grupo y con los instructores espirituales, que debe cumplir en el espacio y en el tiempo oportunos. Podría uno de los miembros volverse atrás en su compromiso y tener que readaptarse el plan sobre la marcha y de acuerdo a las circunstancias. Automáticamente, el plan de vida constituye una promesa de ayuda mutua y esa es la razón por la cual, muchas veces, la asistencia aparece de donde menos se espera y es porque, ya, en la dimensión espiritual se ha previsto ese tipo de cooperación. Además, la ley de provisión universal, provee a cada ser de recursos acordes a la magnitud de la obra que les irá entregando, oportunamente, en la forma apropiada, como salario cósmico u otro concepto. Recordemos que, en el fondo, cada ser lo que realiza es una obra común: la universal: aportando su respectiva cuota de trabajo y percibiendo el salario cósmico, de múltiples vertientes.
Dentro de ese proyecto, cada ser es guía y protector de otros y a la vez dispone de un guía y protector, y de otros cooperadores, de acuerdo a la parte de la obra en desarrollo. Luego, se encuentran guías espirituales según el tema de interés que se tenga, en un momento dado, y la solidaridad universal, que, por medio de la intuición permite a cada ser acceder a las fuentes de informaciones necesarias, estén donde estén, y a las inspiraciones y asistencias energéticas, y de protección, desde la dimensión espiritual, por cuanto, el grupo que va a realizar el proyecto se encuentra simultáneamente, una parte en la dimensión espiritual y la otra en la física, realizando cada quien su cuota del proyecto, por turno.
Es preciso tomar en cuenta que existen numerosos usuarios o usufructuarios de los servicios que el proyecto brinda, que van a utilizarlos, aportando los recursos respectivos y apoyándolo, así como numerosos servidores, encarnados o desencarnados que, en su momento oportuno, desde la dimensión espiritual o en proyección, brindan valiosa asistencia.
En ese plan de vida, cada ser tiene previsto quienes van a ser sus padres, su cónyuge, hijos, nietos, biznietos, etcétera y a su vez, cada uno de los descendientes ya tiene previsto su propio plan de vida con todos esos elementos esenciales incluidos, además de los objetivos existenciales, pruebas que ha elegido superar, temas de estudios que se ha planteado desarrollar, carreras profesionales, obras de servicios, funciones privadas o públicas al servicio de su país o de la humanidad, etcétera.
Este es un tema apasionante, y clarificante sobre el sentido de la vida.
La vida, desde este punto de vista, adquiere un significado más profundo y realista y se hace más interesante vivirla, sobre todo a conciencia.
Hace poco nos referíamos a la instantaneidad de la acción de la ley de compensación, en base a cuyo saldo existencial la persona es ubicada o reubicada por la ley de afinidad en el orden que le corresponde. Ahora, en la explicación anterior, observamos que el pago de las deudas kármicas, lo va proyectando por etapas y en forma gradual en diversas y sucesivas reencarnaciones; en este caso, entonces, podría caber la pregunta: -¿tenía razón Justiniano cuando pensaba que las gentes, -que creían en la reencarnación-, pensando que pagarían lo que hacían en la siguiente vida, incurrían fácilmente en algunos actos?
Realmente las dos cosas son relativamente ciertas y complementarias. La compensación de los actos se efectúa instantáneamente a la realización de los mismos, con lo cual se da el saldo existencial que reubica a la persona como en un nuevo eje alrededor del cual girará su nueva órbita existencial. Si la persona, en su saldo anterior, tenía cifras positivas importantes, se efectúa la compensación y todavía le queda un saldo existencial positivo. Empero, si el saldo era insuficiente, al efectuar la compensación, queda un remanente en “rojo”, que es preciso cubrir, lo cual, para hacerlo, dependiendo de su cuantía, podría requerir un tiempo más o menos largo y cubrir diversas o numerosas existencias. Es allí que, en su respectivo pago, es preciso efectuar planes mediante los cuales, en el desarrollo del siguiente ciclo de vida o varios, la persona, en la medida de sus posibilidades va saldando las diversas deudas; y, también, cobrándola, por cuanto, esa compensación instantánea, contempla, muchas veces, saldos acreedores que les deberán ser pagados y las acreencias y los pagos diferidos contribuyen a mantener el respectivo equilibrio en el espacio y en el tiempo, por la respectiva compensación que le es inherente. Es decir, existe un asiento contable a nivel del libro de la vida que registra, instantáneamente, la compensación efectuada. Empero, el pago de la deuda o el cobro de la acreencia podría espaciarse en el tiempo de acuerdo a las circunstancias correspondientes en cada caso. Empero, el efecto tiene aplicación inmediata y la acción coactiva de la ley de afinidad que le reubica en el nuevo orden que le corresponde, de acuerdo al saldo existencial, también.
Otra pregunta interesante que suele plantearse es: -¿de qué manera la persona justa es protegida por la ley cósmica? -¿Lo es, realmente? -¿Por qué observamos que a las personas buenas les ocurren cosas que parecieran no merecer? -¿Qué podría decirse al respecto?
Vamos a analizar las diversas vertientes que encierran esta pregunta.
En primer lugar, -¿protege la ley cósmica al hombre justo? En teoría, y en la práctica, sí, podemos afirmar que la ley cósmica protege a la persona justa de diversas maneras.
-Preguntémonos, antes de todo: -¿qué es una persona justa?
Podría decirse que una persona justa es alguien que nunca hace daño a nadie y da a cada quien lo suyo, cumpliendo todos sus tratos equitativamente o de manera correcta; además, es virtuosa, respetuosa, cordial, servicial, humilde, prudente, juiciosa, fuerte, templada y paciente. Conserva siempre la serenidad, la calma, la impasibilidad y espera siempre lo mejor de la vida. Es agradecida con el Creador Universal y siempre positiva; y, por la ley de atracción, atrae lo mismo que piensa, hace o dice.
Realmente es así. Recordemos que cada persona está dotada de libre albedrío, es decir, que toma decisiones libremente o forzada por las circunstancias, pero, en últimas instancias, lo hace por libre elección, aún en aquellos casos que no toma decisión alguna, lo cual, en sí, representa una elección. Si es justa en todos sus actos, automáticamente deja de crear resistencias o animadversión de otras personas, y reduce al mínimo esas reacciones eventuales que pudiesen afectarle. Si a esto, le sumamos la prudencia de disminuir a la mínima expresión el riesgo en cada acción que emprenda, por sí misma, se estaría resguardando de eventualidades negativas, tal como es su propio deber.
Por otra parte, la persona dispone de intuición e inspiración, y otras señales perceptivas que les advierten de peligros inminentes, con el fin de tomar previsiones oportunas y lo hace, controlando la situación por sí misma, si eventualmente llegare a presentarse.
Ahora bien, recordemos que, existe un aforismo popular que expresa: -“Dios protege a los niños y a los inocentes”-. La sabiduría popular ha sabido ver a través de milenios como el ser justo conserva un halo protector. En circunstancias colectivas, con pocas probabilidades a favor, algunas personas salen ilesas mientras que a otras le ocurre lo contrario. -¿Por qué este efecto protector para algunas personas? Otras veces, momentos antes de ocurrir alguna eventualidad colectiva, una o varias personas, a última hora, deciden no ir a ese lugar o circunstancias de fuerza mayor les impiden hacerlo con lo cual se libra de la circunstancia.
La persona justa es menos susceptible de ser afectada por circunstancias ajenas a su propio karma y cuando por alguna razón se viese afectada en determinado grado, por la causa que fuere, la afronta y resuelve de la mejor manera posible sin detenerse mucho en ello, dedicándose a lo suyo, aprendiendo, al mismo tiempo, la lección inherente.
Otra pregunta que se suele plantear es: -¿cómo deben ser afrontadas las circunstancias de la vida cuando se presentan las pruebas más severas?
En primer lugar, cuando se afrontan pruebas severas, tanto por sí mismos como por los seres más allegados, jamás debe verse en ello un castigo de parte de nadie; al contrario, en primer lugar, lo primero que es preciso hacer es agradecer al Creador de que la cosa resultó mejor de lo que pudo haber sido. Es posible que ese mal menor haya evitado otro de mayores alcances. La gratitud es una fuerza poderosa que activa la energía creadora del ser y canaliza la del Universo. La gratitud conecta la conciencia con la Fuente, con el Creador y facilita la solidaridad universal y la acción de la ley cósmica. Nuestra actitud debe ser, en ese momento: -“Lo que el Creador quiera; nada se le asemeja”. Repetir esas expresiones tantas veces como sea necesario hasta comenzar a sentir un estado de quietud o sosiego interior, lo cual es indicativo de que la conexión divina se ha efectuado. A partir de ahí, todo comenzará a fluir con armonía, buscando la mejor solución posible para todas las partes involucradas. Es importante involucrarse con su verdadero sentido y alcance.
Esta actitud denota, en primer lugar, que se está afrontando la situación con ánimo de resolverla, asumiendo la propia responsabilidad inherente. En el momento en que se afronta una situación, con decisión de resolverla, sin importar su cuantía, ni las apariencias en contra, las fuerzas creadoras del universo vendrán a coadyuvar positivamente.
Recordemos que, de ser un resultado de efectos kármicos previamente activados, al ser aplicada la acción coactiva por la ley cósmica, es ella misma que coadyuvará a la solución si la persona involucrada asume la responsabilidad que le corresponde y afronta con actitud positiva y resoluta, la situación. Lo mismo ocurre en el caso de que haya sido una prueba antepuesta por la misma persona en su plan de vida. Empero, sea cual fuere la causa, la actitud correcta es la de aprender la lección que dicha circunstancia ofrece como oportunidad, por cuanto su finalidad siempre será un resultado positivo a pesar de las apariencias en contra.
-¿Tiene este tipo de pruebas menos fáciles algo que ver con lo que se conoce como “la noche oscura del alma?”-.
La noche oscura del alma constituye el período menos fácil que la persona enfrenta en un determinado ciclo de vida. Es la etapa en que afronta la prueba más severa que ha traído para esa vida. Nadie sabe cuando se presenta ese período, ni cuanto durará; pero, siempre se presenta y es preciso afrontarlo con serenidad, entereza, calma imperturbable, impasibilidad absoluta, paciencia, amor, ánimo tranquilo, templanza, perdón, gratitud, sosiego y humildad. Sea lo que fuere lo que se esté afrontando, jamás se debe perder la fe en la bondad de la vida y en su solución satisfactoria, sin importar el esfuerzo que pueda requerir su solución ni el tiempo necesario. Asumir el hecho y afrontarlo con voluntad firme y determinada a triunfar. Es aquí donde la espiritualidad directa centrada en el Creador Universal demuestra su mayor efectividad. La conexión divina permanente centrada en el Creador es indispensable, mediante el dickr, es decir, el constante recuerdo del nombre del Creador, una, diez, cien, mil o más veces diarias, hasta sentir que las fuerzas emergen serenando el espíritu. Es preciso descentrar la atención del hecho afrontado y del propio ego, para centrarla en el Creador y mantener imperturbable la conexión divina con absoluta confianza. Afirma: -Que sea su voluntad; nada se le asemeja. Con esto entra en el orden armónico de la vida y la firmeza en la mejor solución factible, sin interferencias, hará el resto, oportunamente. Es el poder de la expectación positiva. Fuerzas positivas, protectoras, asistenciales, emergerán en grado suficiente, llevando las circunstancias afrontadas a su mejor solución, oportunamente.
Es aquí cuando se demuestra la efectividad del previo desarrollo espiritual y la comprensión de las leyes universales, por una parte, y por la otra, la habilidad de resolver situaciones con un enfoque científico-espiritual, mediante la aplicación del método científico de resolución de situaciones y la practica del dickr, -el constante recuerdo del nombre del Creador, y la meditación en Él y sus atributos divinos, con un dominio absoluto de la relajación físico-mental y espiritual, por cuanto la quietud mental activa los poderes creadores de la mente y la actitud de jamás abandonar en la expectativa positiva de que todo saldrá bien. Aquí se puede aplicar esta poderosísima técnica: Aquietarse y afirmar: -Gracias, Creador Universal, por cuanto esta situación, en tus planes cósmicos, ya está resuelta-. Es una práctica de efectividad comprobada si no se abandona hasta alcanzar el resultado anhelado. La clave reside en: jamás abandonar. Al mismo tiempo, es importante visualizar los resultados anhelados realizados satisfactoriamente en su etapa final.
Mucha gente formula esta pregunta: -¿cuál es la mejor manera de depurar el propio karma?
En primer lugar, es preciso conocer la vida, sus leyes, la finalidad y el sentido existenciales, por qué estamos aquí, de dónde venimos y hacia dónde vamos, descubrir la misión que se trae de acuerdo a la propia vocación, a las aptitudes o dones naturales, las eventuales carencias, practicar algunas técnicas de meditación efectivas, familiarizarse con las diversas corrientes de pensamiento que aportan informaciones útiles sobre el desarrollo personal y espiritual del ser humano, por cuanto, dentro de cada quien reside el poder creador suficiente para afrontar y resolver cualquier eventual situación. Esto, además de hacer más fácil la vida, permite resolver con efectividad las situaciones que la vida va presentando. Recordemos que, el objetivo esencial de toda persona es el estudio -y la adquisición gradual del respectivo conocimiento- de todas las ciencias, de todas las artes, de todas las filosofías y la práctica de todas las virtudes.
En segundo lugar, es indispensable plantearse objetivos a corto, mediano, largo y macro plazo hacia los cuales orientar la propia existencia, de manera que se pueda tomar las riendas de la vida en las propias manos. Somos los artífices de nuestro propio destino. Si tenemos objetivos por los cuales trabajar, las energías personales fluirán hacia su realización, experimentando, al mismo tiempo, un sentimiento de autorrealización.
Dentro de la práctica de todas las virtudes, -a las cuales hacíamos referencias poco antes, para ello es preciso meditar constantemente en los valores universales. de manera que nos sirvan de guía y de parámetros en cada una de las propias acciones. Es indispensable, también, practicar el Noble Sendero Óctuple, pregonado por Sidharta Gautama, Shakyamuni, es decir: 1) Rectas opiniones, que implican un profundo conocimiento de la vida y del proceso de toma de decisiones. 2) Rectos propósitos, expuestos en forma de objetivos esenciales y realizarlos por su estricto orden prioritario. 3) Rectas palabras: lo que decimos, recibimos. 4) Rectas acciones: son las liberadoras del antiguo karma y las creadoras del nuevo. 5) Rectos medios de sustentamiento de vida. 6) Recto esfuerzo: el trabajo suficiente para alcanzar cada logro, manteniendo el perfecto equilibrio integral. 7) Recta atención: donde centramos la atención se expande la conciencia, el conocimiento y la capacidad de percepción. 8) Recta concentración: este es el secreto supremo, activando el poder creador. Donde concentras tu mente, -tus recursos generales- se expande tu poder realizador. Recuerda que los rayos del sol concentrados por medio de una lente de aumento o lupa: adquieren la capacidad de crear combustión. Es necesario, además, la practica de la meditación en el Creador Universal y su atributos divinos –valores universales-, como medio de conexión divina, para que fluya la luz, la sabiduría. la energía creadora y la conciencia cósmica.
Luego, así preparado, recorrer el camino de la vida haciendo la mayor suma posible de bien. Recordemos: cada persona es: el caminante, el camino y la fuente, conformando una UNIDAD perfecta e indisoluble, en la Rueda de la Vida, es decir: el Círculo y el Signo Más. Muchas gracias.
Conferencia dictada por: Giuseppe Isgró C.,


en el PRIMER CONGRESO ANDALUZ DE ESPIRITISMO,
Organizado por:
Asociación Espirita Andaluza AMALIA DOMINGO SOLER.
Granada, España:
del 30 de octubre al 02 de Noviembre de 2009.

En homenaje al Hno. Enrique Vila,

cuyas dotes de calidad humana e importantes investigaciones
y logros en el desarrollo del potencial espiritual,
les convirtieron en un ser humano especial

http://www.youtube.com/watch?v=wgOUagEv83I

EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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jueves, 5 de noviembre de 2009

LA LEY DE COMPENSACIÓN



CONFERENCIA:
LA LEY DE COMPENSACIÓN
© Por: Giuseppe Isgró C.
Granada-España: 01 de noviembre de 2009

Gran número de personas, hoy en día, manifiestan un marcado interés en conocer más a fondo la ley de compensación o ley del karma. Estas son algunas de las preguntas sobre las cuales se expresan inquietudes y se desean aclarar algunos aspectos.
1. -¿Qué es la ley de compensación?
2. -¿Cómo actúa la ley de compensación?
3. -¿Qué otras leyes le están interrelacionadas?
4. -¿Tienen las leyes universales, en general y la ley de compensación, en particular, aplicación instantánea tan pronto se realiza un acto?
5. -¿Existe un efecto coercitivo de la ley cósmica?
6. -¿Existe, también, una acción coactiva de la misma?
7. -¿La acción coactiva implica una sanción previa de la ley cósmica, expresada en la conciencia?
8. -¿Hay una vigilancia cósmica que supervisa el cumplimiento de la ley de compensación?
9. -¿Existe un tribunal de Justicia Divina a semejanza de los de la dimensión física? Dicho en otras palabras: ¿Existe un gobierno espiritual? -¿Cómo funciona?
En otro orden de ideas, cabría preguntarse, -¿con qué otras leyes o valores universales se interrelaciona la ley de compensación? Por ejemplo: -¿cuáles son las relaciones entre el amor y las leyes de: afinidad,
Ahora bien, el amor es la ley matriz del universo y constituye el más antiguo camino que doctrina alguna pregonara. El Jainismo, además del amor, centraba su atención en el recto camino y en la practica del Ahimsa, es decir, la no violencia o el seguimiento de la vía pacífica. Quien sigue el amor como camino, en forma implícita está cumpliendo con la ley cósmica en su totalidad.
Existe una vertiente del amor, percibida, genialmente, por Platón en su diálogo El Banquete, que es digna de ser investigada más a fondo en estudios posteriores. Él expresa la idea de que, al amar algo o a alguien, es porque se experimenta la necesidad de ese algo o de ese alguien. Es aquí donde se interrelacionan las dos ideas del poder, la primera, inherente al amor como poder supremo del universo; y, la segunda, al poder potencialmente infinito del Espíritu humano, expresado, en forma equivalente, por la necesidad, de acuerdo a su respectivo grado.
El amor, como ley matriz, como ley cósmica integral, en sus funciones está asistida por otras leyes auxiliares como son:
1. La ley de afinidad: es la rectora del orden universal, ubica a cada ser y a cada cosa en el orden que le corresponde por su suma existencial. En sus funciones dispone de la cooperación de:
2. La ley de justicia: el fiel de la balanza de la justicia divina indica el grado de compensación que debe aportar o recibir cada acto ejecutado, palabra emitida, sentimiento experimentado y pensamiento sostenido en la mente. Como decía Ralph Waldo Emersón: -“Cada acto tiene en sí mismo su propia compensación”-.
o La balanza de la justicia divina dispone de dos platillos, el primero de los cuales representa a la igualdad. Igualdad en la ley y ante ella. Cada ser dispone de los mismos derechos y deberes que todos los demás, sin discriminación alguna. No existen privilegios algunos para nadie excepto los del propio mérito, el cual recibirá su respectivo salario cósmico o compensación.
o El otro platillo de la balanza: representa a la ley de compensación, la cual compensa en forma equitativa cada acto ejecutado, palabra emitida, sentimiento experimentado y pensamiento sostenido en la mente.
-¿Qué es la ley de compensación?
Cuándo hablamos de ley de compensación, -¿estamos refiriéndonos a la ley del karma, a la de causa y efecto, a la de acción y reacción y a la de siembra y recogida? Son variantes de una misma ley.
Todo lo que sucede en la vida de cada persona se debe a alguna causa activada previamente. Cada causa genera un efecto análogo. De acuerdo a la semilla sembrada se recoge el fruto. No hay manera alguna de escapar del cumplimiento de esta ley. Los pensamientos, los sentimientos y las emociones, las palabras y los actos generan compensación positiva o negativa; es decir: hay que recibirla o darla. Es una ley constructiva que busca el bienestar, la armonía y el equilibrio entre las partes y en la humanidad.
Podría definirse a la Compensación, como el “resarcimiento que se hace de algún daño, o perjuicio físico o moral, causado
Andrés Bello, en su Código Civil de Chile, da la siguiente definición: -“Cuando dos personas son deudoras una de otra, se opera entre ellas una compensación que extingue ambas deudas”-.
Si una persona recibe un perjuicio por el cual se hace acreedora a una compensación, y en su reacción efectúa un daño igual o mayor a la otra parte, se compensan recíprocamente la deuda de la una con la de la otra, quedando deudora por el excedente. Es decir, de acreedora pasó a ser deudora.
-¿Existe, a nivel cósmico, una acción múltiple de la ley de compensaciónequivalente a la de la cámara de compensación en las instituciones bancarias? Sin duda alguna.
-¿Cómo actúa la ley de compensación? -¿Qué ejemplo podría permitirnos formarnos una idea práctica de su aplicación?
Existe un ejemplo práctico que nos proporcionará una idea exacta de su funcionamiento. Es el de la hoja de cálculo electrónica. Como todos sabemos, cada cantidad que se va sumando, restando, dividiendo o multiplicando en las respectivas columnas y filas, afecta instantáneamente el saldo total, en mayor o menor grado. Esto nos da la idea de la aplicación instantánea de la ley de compensación, es decir, en el mismo instante en que se realiza el acto, viene registrado en la hoja de vida del ser humano, (archivo espiritual), aumentando o disminuyendo el total, al igual que ocurre en una cuenta bancaria, donde los depósitos o retiros efectuados afectan el saldo.De resultar un saldo negativo, la persona queda obligada a efectuar el respectivo pago. De ser positivo, otorga libertad al titular de la cuenta de acuerdo a la magnitud del mismo saldo. Es importante destacar que el saldo existencial delimita, por una parte, la deuda kármica que la persona tiene pendiente de pago, la cual será redistribuida en el tiempo por acuerdo entre las partes involucradas; ocurriendo exactamente lo mismo con las acreencias. Por otra parte, el saldo positivo es un recurso que la persona en particular administra a su mejor conveniencia al igual que lo hace con su cuenta bancaria. La suma existencial de cada ser, se expresa en tres vertientes: la primera, a nivel del espíritu: como estado de conciencia evolutiva, es decir, aptitud o capacidad de percepción o visión, mayor grado de comprensión y de hacer o dejar de hacer. La segunda, como registro de experiencia en el archivo espiritual ubicado en el alma –peri-espíritu-, que constituye la memoria de todos los ciclos de vida. Y, la tercera, como potencia espiritual, reflejado por el nivel del saldo existencial, por cuyo grado la ley de afinidad le ubica o reubica en el orden que le corresponde, del cero grado al infinito. Ese grado ejerce una fuerza equivalente de atracción y repulsión que le permite mantener el perfecto equilibrio u orden alcanzado hasta ese momento. Es decir, siempre se encuentra ubicado en el lugar que le corresponde de acuerdo a su nivel evolutivo actual. Si se desea cambiar de ubicación, es preciso cambiar la calidad e intensidad de los pensamientos y realizar los actos correspondientes al nuevo orden que seaspira alcanzar. Liberado de deudas kármicas, tiene la libertad de elegir, dentro de la ley cósmica y los planes evolutivos del planeta, de acuerdo a su respectiva capacidad de asunción de nuevas responsabilidades y objetivos existenciales en la realización de la Gran Obra.
La ley de afinidad, de acuerdo al saldo existencial reflejado en la hoja de vida, por la justicia divina y una vez efectuada la debida compensación, ubica o reubica a cada ser en el orden que le corresponde en el concierto de todas las cosas. Esa es la primera vertiente de la ley de afinidad, es decir, ordenar a cada ser o cosa de acuerdo a su grado de similitud o afinidad, dentro de ciertos parámetros entre un mínimo y un máximo. La otra función de la ley de afinidad es la de contribuir a que se geste la afinidad entre seres antagónicos, como lo veremos cuando hablemos, dentro de poco, de la acción coactiva de la ley cósmica.
Es la misma ley de afinidad la que, a un determinado momento en la vida de un planeta, al quedarse rezagado un grupo minoritario en relación con la mayoría, y constituyendo un obstáculo para el resto de la humanidad, es separado y trasladado a otros mundos cuyas condiciones evolutivas les sean afines.
Hay dos preguntas de vital importancia que ya hemos mencionado; la primera de ellas es: -¿Existe un efecto coercitivo de la ley cósmica? Y, la segunda: -¿Existe una acción coactiva de la ley cósmica?
-¿Qué se entiende como efecto coercitivo de la ley cósmica?
En el Derecho positivo, se entiende como coerción al efecto de la representación mental que la persona se hace de la aplicación de la sanción contenida en la norma jurídica, en el caso de infracción, lo cual le inhibe a infringirla, o le impele a cumplirla, - Es un efecto debidamente calculado por el Legislador, cuya función, según Francisco de Vitoria, es hacer “buenos” -o virtuosos- a los seres humanos. Toda norma jurídica contiene un elemento de advertencia pedagógica, -efecto coercitivo- además del sancionador.
La ley cósmica, también ejerce su respectivo efecto coercitivo tendiente a desmotivar a la persona en particular a realizar determinados actos reñidos con los valores universales o con la ética; por ejemplo: en el mismo instante en que la persona concibe la realización de un acto reñido con la ética, experimenta un sentimiento de vergüenza y se representa la situación vergonzosa en que se vería envuelta en el caso de llevarlo a cabo, lo cual, cuando el mecanismo de la vergüenza funciona, la persona desiste de realizar el acto. Esto se conoce como el efecto coercitivo de la ley cósmica. Esta es la razón por la cual Séneca, en una epístola a Lucilo, le decía: -“Ese vicio, Lucilo es imposible que lo adquieras a menos que superes la vergüenza”-.
Esta acción coercitiva, se cumple, también, de otras diversas maneras: por una parte, por la acción pedagógica del Creador –o de la ley cósmica impresa en la conciencia- quien se comunica con el ser mediante los sentimientos inherentes a los valores universales expresados en la conciencia, donde, en el instante en que la persona piensa realizar un acto determinado, percibe, -en su conciencia-, un sentimiento de lo justo o de lo injusto del acto, que le sirve de guía aún cuando desconozca la normativa del Derecho positivo: él, o ella, sabe si el acto concebido es justo o no, si debe o no realizarlo.
Determinados aspectos coercitivos de la ley cósmica, se manifiestan mediante el sentimiento del decoro y del pudor, por ejemplo, en una dama, quién, en el momento en que piensa hacer algo reñido con las costumbres éticas, el sentimiento del propio decoro o pudor, le frena y le hace desistir de llevarlo a cabo, experimentando, enseguida, un efecto liberador.
Otros efectos coercitivos de la ley cósmica, vienen dados, por ejemplo, por el sentimiento patriótico, por el del deber y por el del honor. En algunos casos, una persona podría no desear enrolarse en una acción política, pero el patriotismo le impele a hacerlo en bien de la patria. De igual manera, tanto el honor como el deber, tienen efectos coercitivos para realizar determinados actos así como para dejar de hacerlos, de acuerdo con las circunstancias. Cada uno de los valores universales tiene su respectivo efecto coercitivo o inhibidor en la conciencia. Empero, es importante recordar que, cuando se trata de actos positivos, cada valor universal, por la ley de dualidad o polaridad, ejerce una doble vertiente, desempeñando, también, su fuerza de empuje para alcanzar la meta anhelada, es decir, impele al cumplimiento del propio deber.
La conciencia es el maestro interior; su dictado es universal por cuanto en todos los seres expresa la misma enseñanza por medio de los sentimientos análogos a los respectivos valores. Allí reside el Ojo que todo lo ve y mediante su guía certera se distingue la verdad del error. Es el lugar en que el Creador Universal realiza su trabajo de Gran Pedagogo en forma silenciosa y efectiva, en el eterno presente. La conciencia es el vínculo indisoluble que une al Ser con el Creador; en esa íntima relación se deja oír la Eterna Voz que dicta las inmutables leyes y guía en los parajes existenciales. Es preciso oírla con mayor atención para conocer sus dictados.
En cuanto a la acción coactiva de la ley cósmica, -¿cómo se manifiesta? -¿Cómo actúa? -¿Constituye una especie de castigo divino?
En primer lugar, no se trata de un castigo divino; empero, toda acción tiene su consecuencia; toda causa su efecto; toda siembra su recogida; y de acuerdo con la causa puesta en movimiento, se obtienen los resultados análogos y equivalentes. Si yo pongo las manos en el fuego, experimento el efecto correspondiente. -¿Es eso un castigo? Es simplemente el efecto de una causa puesta en acción. El dolor es una señal de que hay que retirar la mano a tiempo para evitar hacerse daño; si no se hace, se experimentará la respectiva consecuencia.
Desde el momento en que la ley de afinidad, de acuerdo al saldo de la suma existencial de la persona, como veredicto dictado por la ley de justicia, y debidamente compensado por la ley de compensación, le ubica o reubica en el orden cósmico que le corresponde en el concierto de todas las cosas, desplazándolo del que se encontraba, automáticamente, esa reubicación representa una acción coactiva de la ley cósmica. En ese nuevo orden, si tiene saldos negativos deberá trabajar para compensarlos y no podrá reubicarse, libremente, hasta hacerlo y saldar la deuda kármica, momento en el cual pasará a ocupar el nuevo orden que le corresponda de acuerdo al saldo existencial que arroje, oportunamente, en su hoja de vida.
Eso por un lado; por otro: la ley cósmica expresa: -“Quien odia, tendrá que amar” y “quien quita una vida, con sus besos la repondrá”. En el primer caso, la ley cósmica, mediante la ley de afinidad, cuando el nuevo ser por nacer planifica su nuevo ciclo de vida, dentro de los miembros de su familia, incluirá a quienes les unan vínculos de afinidad, afecto o amor; pero, al mismo tiempo, hará nacer, como hermanos, hijos o en otros vínculos de parentesco a quienes tengan cierto grado de enemistad u odio, de manera que los lazos de la sangre vayan limando las asperazas y en uno o en múltiples ciclos de vida, vaya naciendo la afinidad, el afecto o el amor. Aquí está implícito un efecto coactivo de la ley de afinidad. En el segundo caso, cuando alguien haya quitado una vida, la ley cósmica obliga a reponerla; es un efecto compensatorio de la ley de la justicia divina. El infractor, nacerá como mujer y dará la vida que debe, con sus propios besos; y el que antes fuera su enemigo hasta el grado de quitarle la vida, ahora es su hijo, -o hija-. Me pregunto, -si esa persona hubiera sabido que de todas maneras no se iba a librar de su enemigo y de que, al final, lo tendría como hijo, -o hija-. -¿habría incurrido en el acto de interrumpir esa existencia? Con toda seguridad no lo habría hecho, y es ahí la importancia de dar a conocer más profundamente la ley de compensación.
Lo anterior tiene múltiples vertientes: por ejemplo: hace ya algunos años, una señora vinculada a la familia, que venía de vivir en otra región, siempre mencionaba a una maravillosa mujer que había adoptado a los hijos de diferentes miembros de su familia que habían pasado a mejor vida, por lo cual, conjuntamente con los propios, tenía a su cargo alrededor de doce chavales. Nuestra amiga admiraba la abnegación de dicha señora. En cierta ocasión nos anuncia de que, en la siguiente semana, vendría dicha matrona a visitarla y de que nos la presentaría. Varios días antes de su llegada, tuve un sueño con un individuo que parecía ser un “ganster” en un escenario semejante a lo que debía ser la ciudad de Chicago, en los inicios del siglo XX. Cuando llegó la matrona a visitarnos, su fisonomía era equivalente a la del personaje del sueño; caí en cuenta, inmediatamente, de que el espíritu del personaje del sueño y el de esta persona era el mismo, reencarnado, ahora, como mujer para dar algunas de las vidas que debía, y por otra parte, para experimentar las mismas experiencias que proporcionó a otras personas, en su vida anterior, cuando dejó huérfanos a numerosos niños. Pudo ver lo que significa que algunos niños queden abandonados y esta experiencia, que la asumió muy bien, evidentemente, en las sucesivas vidas, probablemente, no volverá a incurrir en esos mismos actos.
En algunas ocasiones, el “efecto sancionador” de la ley cósmica se expresa bajo la modalidad de esterilidad en las mujeres cuyos espíritus, en ciclos de vidas anteriores quitaron vidas; ahora desean darlas, pero no pueden.
Si una nación supiera que, al entrar en conflictos bélicos con otra, y enviar a mejor vida a determinada cantidad de soldados del bando contrario, constituyen vidas que deberán ser repuestas, oportunamente, y que, el enemigo nacerá como ciudadano del propio país, se evitaría de ir a la guerra; además, los propios soldados caídos en batallas por efectos del bando enemigo, nacerán en el país que se fue a atacar, y luego, como ciudadanos de aquel país, en su mayoría viajarán a la patria anterior, por cuanto hay una fuerza de atracción natural que lo va a determinar, con cuyo conocimiento tampoco entraría en conflictos con otros países.
Eso pasó con la conquista del continente americano, donde los indios fueron exterminados. Muchos de los espíritus de esos indios han nacidos en poblaciones norteamericanas. No hay escapatorias a la ley cósmica. Los conquistadores españoles, que, pese a la leyenda negra que les acompaña, realizaron una obra grandiosa en Ibero-América. Pero, los indios que fueron enviados a mejor vida y los negros vendidos como esclavos, han ido naciendo como descendientes de aquellos conquistadores españoles, así como muchos de aquellos conquistadores, hoy visten ropaje criollo latinoamericano, que por su origen en la madre patria, han ido volviendo masivamente a ella,enriqueciendo, de todas maneras, al grupo étnico europeo, de múltiples formas. ¿Quién controla el mango de la retorta del mundo?
Otro ejemplo importante es el caso de un comerciante que, en una vida anterior, mediante prácticas comerciales indebidas, llevó al insuceso a sus competidores, ocasionándole un perjuicio económico. En la nueva existencia, aquellos competidores nacerán como hijos, por acción coactiva de la ley cósmica, para mejor compensar las deudas kármicas, ganando cantidades importantes que pasarán a las manos de sus antiguos competidores, ahora en el rol de sus hijos.
El mejor camino es el del amor, el de la justicia y el del bien común.
-¿Hay una vigilancia cósmica que supervisa el cumplimiento de la ley de compensación?
Por supuesto. En otra parte hemos escrito: -“Los guardianes cósmicos supervisan el universo y cada planeta de turno en donde a cada quien le toque vivir, en un momento dado. Cada nación, ciudad, pueblo, grupo, familia, individuo, etcétera, los tiene, bien sea que hayan sido elegidos por méritos propios por los regidores universales o por afinidad, deber, justicia, o cualesquiera otras causas. Constituyen una especie de guías espirituales a cuyo cargo reposa la vigilancia del bien universal. Desde la más remota antigüedad se ha reconocido su existencia y quien sabe ver, ve su inherencia en muchos aspectos de la vida diaria, que se presentan como coincidencias, aparentes casualidades, etcétera. Su principal medio de actuación es el de la inspiración”-.
Empero, es preciso recordar al “ojo que todo lo ve” impreso en la propia conciencia que percibe exactamente todo lo que acontece en pensamientos, sentimientos, palabras y actos, activando, instantáneamente, la ley de acción y reacción.
-¿Existe un tribunal de Justicia Divina a semejanza de los de la dimensión física? Dicho en otras palabras: ¿Existe un gobierno espiritual? -¿Cómo funciona?
-¿Ustedes que creen? Este es un tema que proponemos para investigar con la finalidad de desarrollarlo en ulteriores trabajos. Empero, podríamos destacar tres vertientes:
1. La primera: El Creador Universal, como ley cósmica impresa en el Espíritu, ejerce funciones pedagógicas, coercitivas, sancionadoras y coactivas en la conciencia.
2. La segunda: De acuerdo a la ley de los reflejos, simbolizada en el sello de Salomón o estrella de seis puntas, y a lo expresado por Hermes Trismegisto, en la Tabla Esmeraldina, “como es abajo es arriba” y viceversa, por lo cual, se percibe la existencia de un Tribunal de la Ley Cósmica integral a semejanza de los de la dimensión física, que es el instrumento ejecutor de la Voluntad Universal y/o ley cósmica.
3. Las tercera: El Tribunal –órgano de la justicia humana- en la dimensión física, el cual constituye, a la vez, un instrumento del de la dimensión espiritual, o del Creador Universal, directa o indirectamente.
De análoga manera ocurre en lo relativo al Gobierno Espiritual.
Otra pregunta de gran interés que suele plantearse, es: -¿Como se efectúa el plan de vida, antes de reencarnar, mientras el Espíritu se encuentra en la dimensión espiritual?
Este tema de la reencarnación y la manera de como se planifica el siguiente ciclo de vida, siempre suele fascinar a todos.
Es preciso tener en cuenta lo siguiente:
o Los Espíritus, en la época previa a la reencarnación, piden a la Ley de Afinidad, que le presente un balance de todas sus acreencias y deudas que precisan compensación, y la inminencia prioritaria de las mismas, en base al cual, organizan el plan del nuevo ciclo de vida, basado en las prioridades emergentes, en el cual se involucran todos los seres inherentes, en combinación con la obra colectiva –de estos seres- con el conjunto de la zona en la cual habrán de reencarnar- y a los planes cósmicos y a la cuota de obra colectiva del planeta y al pensum de estudio correspondiente a ese período en el planeta. Los Representantes de la Justicia Divina, en el Planeta Tierra, son los que aprueban el nuevo ciclo de vida, con los respectivos ajustes que el plan de vida presentado precise.
o Sin duda alguna, es un acto solemne, el de la reencarnación, por cuanto, ha sido elegido por el Espíritu a punto de iniciar un ciclo de vida y ha sido aprobado por los regidores de los destinos del Planeta Tierra, los representantes de la Justicia Divina, por los guías y protectores del Espíritu que ha de tomar materia, por los de sus padres y por otros seres afines que les acompañan al igual que se hace con un ser querido o amigo o amiga que emprende un viaje, para desearle una feliz llegada y exitoso regreso. La solemnidad del acto está representada por el registro cósmico del engendramiento del nuevo ser y las respectivas pruebas, compensaciones y objetivos de aprendizaje que habrá de cumplir durante el ciclo de vida por iniciar, con carácter de obligación asumida y que constituyen un gravamen para esa existencia que habrá de liberar, en forma total o en parte, al final del plazo concedido a tales efectos.
o Es un acto importante en la vida del Espíritu y para todos los seres involucrados, al igual que cuando se emprende la compra de una casa con un crédito hipotecario, que va acompañado de la emoción de la nueva adquisición y por la aprehensión del compromiso que adquiere, el cual deberá cumplir empleándose a fondo y no descansará tranquilo hasta haber satisfecho, felizmente, la obligación asumida.
o Es la emoción frente al reto y la confianza de que lo superará con éxito. Puede experimentar, también, la incertidumbre del resultado final de la acción que emprende en los casos de Espíritus que precisan de alcanzar mayor nivel evolutivo. Sin duda alguna, ocurre igual que en la vida, cuando se deben afrontar situaciones pocos fáciles, antes de hacerlo se ven menos fáciles de lo que realmente son, hasta que se les afronta cara a cara, instante en que emergen del interior las fuerzas suficientes para resolverlas y/o superarlas exitosamente.
El resto del proceso es muy sencillo. Vamos a verlo más detalladamente. Es equivalente a la formación de una asociación civil o a la de una empresa. Se reúnen varias personas con ideas afines para realizar un proyecto común, cuyo interés puede ser dado por diversas causas, por afinidad, por intereses recíprocos, por necesidad de cooperación, por razones humanitarias, por un ideal, por deudas kármicas, por razones de estudios, por anhelo de formar familia y cubrir un nuevo ciclo de vida incluyendo seres afines, o antagónicos, con la finalidad de apoyarse los unos a los otros, o de ir limando asperezas recíprocamente. El grupo inicial, para el desarrollo del plan de vida, precisa de colaboradores, y es allí donde se realizan acuerdos de cooperación, bien sea que los seres comprometidos nazcan en el mismo seno familiar o en familias diferentes, en diversos países o en uno solo, ese plan de vida puede cubrir una o muchas encarnaciones sucesivas, hasta que se realice la totalidad del plan y aún así, el grupo podría querer seguir junto para emprender nuevos proyectos.
Al igual que en una empresa en la dimensión física, el potencial y los recursos de diversas índoles, otorgan mayor o menor capacidad de acción y alcances del o de los proyectos. Las circunstancias kármicas que cada ser arrastra es una limitante o un potencial que permite conformar el grupo homogéneamente.
Concebido el proyecto, se planifica por escrito, se elabora el documento constitutivo y, en la dimensión física, se lleva al Registro Mercantil o Público competente, para efectuar su inscripción y darle publicidad. Por ejemplo, la presencia de menores de edad, de personas inhábiles civilmente, y de tantas otras circunstancias que podrían requerir la autorización de un Juez que apruebe el proyecto para esas personas. Exactamente lo mismo ocurre en la dimensión espiritual; un funcionario competente deberá autorizar el proyecto y a las personas que lo precisen, y de acuerdo a la ley cósmica, hacer las correcciones pertinentes a cada caso, otorgando la definitiva autorización al proyecto, tanto en lo individual como colectivamente.
Debido a que cada ser tiene libre albedrío, dispone de cierto grado de libertad, dentro de la ley cósmica, para tomar decisiones, con las limitantes kármicas que pueden corresponder a deudas por pagar o por cobrar, a hipotecas equivalentes a las inmobiliarias, que constituyen obligaciones que, antes de emprender determinadas acciones es preciso liberar; a algunas vidas pendientes de reponer, en el tiempo, que hacen prioritario su cumplimiento; reclamo de obligaciones de diversas índoles que inhiben ciertas libertades de acciones pueden implicar el logro de autorizaciones respectivas y el pago diferido de otras para las sucesivas reencarnaciones, en forma gradual, debido a su cuantía. Además, la cuota de progreso y estudio que debe ser alcanzado de acuerdo a los planes de desarrollo del planeta para esa etapa en particular y las siguientes.
Una vez alcanzada la autorización de las autoridades espirituales competentes, cada quien asume un compromiso consigo mismo, con el grupo y con los instructores espirituales, que debe cumplir en el espacio y en el tiempo oportunos. Podría uno de los miembros volverse atrás en su compromiso y tener que readaptarse el plan sobre la marcha y de acuerdo a las circunstancias. Automáticamente, el plan de vida constituye una promesa de ayuda mutua y esa es la razón por la cual, muchas veces, la asistencia aparece de donde menos se espera y es porque, ya, en la dimensión espiritual se ha previsto ese tipo de cooperación. Además, la ley de provisión universal, provee a cada ser de recursos acordes a la magnitud de la obra que les irá entregando, oportunamente, en la forma apropiada, como salario cósmico u otro concepto. Recordemos que, en el fondo, cada ser lo que realiza es una obra común: la universal: aportando su respectiva cuota de trabajo y percibiendo el salario cósmico, de múltiples vertientes.
Dentro de ese proyecto, cada ser es guía y protector de otros y a la vez dispone de un guía y protector, y de otros cooperadores, de acuerdo a la parte de la obra en desarrollo. Luego, se encuentran guías espirituales según el tema de interés que se tenga, en un momento dado, y la solidaridad universal, que, por medio de la intuición permite a cada ser acceder a las fuentes de informaciones necesarias, estén donde estén, y a las inspiraciones y asistencias energéticas, y de protección, desde la dimensión espiritual, por cuanto, el grupo que va a realizar el proyecto se encuentra simultáneamente, una parte en la dimensión espiritual y la otra en la física, realizando cada quien su cuota del proyecto, por turno.
Es preciso tomar en cuenta que existen numerosos usuarios o usufructuarios de los servicios que el proyecto brinda, que van a utilizarlos, aportando los recursos respectivos y apoyándolo, así como numerosos servidores, encarnados o desencarnados que, en su momento oportuno, desde la dimensión espiritual o en proyección, brindan valiosa asistencia.
En ese plan de vida, cada ser tiene previsto quienes van a ser sus padres, su cónyuge, hijos, nietos, biznietos, etcétera y a su vez, cada uno de los descendientes ya tiene previsto su propio plan de vida con todos esos elementos esenciales incluidos, además de los objetivos existenciales, pruebas que ha elegido superar, temas de estudios que se ha planteado desarrollar, carreras profesionales, obras de servicios, funciones privadas o públicas al servicio de su país o de la humanidad, etcétera.
Este es un tema apasionante, y clarificante sobre el sentido de la vida.
La vida, desde este punto de vista, adquiere un significado más profundo y realista y se hace más interesante vivirla, sobre todo a conciencia.
Hace poco nos referíamos a la instantaneidad de la acción de la ley de compensación, en base a cuyo saldo existencial la persona es ubicada o reubicada por la ley de afinidad en el orden que le corresponde. Ahora, en la explicación anterior, observamos que el pago de las deudas kármicas, lo va proyectando por etapas y en forma gradual en diversas y sucesivas reencarnaciones; en este caso, entonces, podría caber la pregunta: -¿tenía razón Justiniano cuando pensaba que las gentes, -que creían en la reencarnación-, pensando que pagarían lo que hacían en la siguiente vida, incurrían fácilmente en algunos actos?
Realmente las dos cosas son relativamente ciertas y complementarias. La compensación de los actos se efectúa instantáneamente a la realización de los mismos, con lo cual se da el saldo existencial que reubica a la persona como en un nuevo eje alrededor del cual girará su nueva órbita existencial. Si la persona, en su saldo anterior, tenía cifras positivas importantes, se efectúa la compensación y todavía le queda un saldo existencial positivo. Empero, si el saldo era insuficiente, al efectuar la compensación, queda un remanente en “rojo”, que es preciso cubrir, lo cual, para hacerlo, dependiendo de su cuantía, podría requerir un tiempo más o menos largo y cubrir diversas o numerosas existencias. Es allí que, en su respectivo pago, es preciso efectuar planes mediante los cuales, en el desarrollo del siguiente ciclo de vida o varios, la persona, en la medida de sus posibilidades va saldando las diversas deudas; y, también, cobrándola, por cuanto, esa compensación instantánea, contempla, muchas veces, saldos acreedores que les deberán ser pagados y las acreencias y los pagos diferidos contribuyen a mantener el respectivo equilibrio en el espacio y en el tiempo, por la respectiva compensación que le es inherente. Es decir, existe un asiento contable a nivel del libro de la vida que registra, instantáneamente, la compensación efectuada. Empero, el pago de la deuda o el cobro de la acreencia podría espaciarse en el tiempo de acuerdo a las circunstancias correspondientes en cada caso. Empero, el efecto tiene aplicación inmediata y la acción coactiva de la ley de afinidad que le reubica en el nuevo orden que le corresponde, de acuerdo al saldo existencial, también.
Otra pregunta interesante que suele plantearse es: -¿de qué manera la persona justa es protegida por la ley cósmica? -¿Lo es, realmente? -¿Por qué observamos que a las personas buenas les ocurren cosas que parecieran no merecer? -¿Qué podría decirse al respecto?
Vamos a analizar las diversas vertientes que encierran esta pregunta.
En primer lugar, -¿protege la ley cósmica al hombre justo? En teoría, y en la práctica, sí, podemos afirmar que la ley cósmica protege a la persona justa de diversas maneras.
-Preguntémonos, antes de todo: -¿qué es una persona justa?
Podría decirse que una persona justa es alguien que nunca hace daño a nadie y da a cada quien lo suyo, cumpliendo todos sus tratos equitativamente o de manera correcta; además, es virtuosa, respetuosa, cordial, servicial, humilde, prudente, juiciosa, fuerte, templada y paciente. Conserva siempre la serenidad, la calma, la impasibilidad y espera siempre lo mejor de la vida. Es agradecida con el Creador Universal y siempre positiva; y, por la ley de atracción, atrae lo mismo que piensa, hace o dice.
Realmente es así. Recordemos que cada persona está dotada de libre albedrío, es decir, que toma decisiones libremente o forzada por las circunstancias, pero, en últimas instancias, lo hace por libre elección, aún en aquellos casos que no toma decisión alguna, lo cual, en sí, representa una elección. Si es justa en todos sus actos, automáticamente deja de crear resistencias o animadversión de otras personas, y reduce al mínimo esas reacciones eventuales que pudiesen afectarle. Si a esto, le sumamos la prudencia de disminuir a la mínima expresión el riesgo en cada acción que emprenda, por sí misma, se estaría resguardando de eventualidades negativas, tal como es su propio deber.
Por otra parte, la persona dispone de intuición e inspiración, y otras señales perceptivas que les advierten de peligros inminentes, con el fin de tomar previsiones oportunas y lo hace, controlando la situación por sí misma, si eventualmente llegare a presentarse.
Ahora bien, recordemos que, existe un aforismo popular que expresa: -“Dios protege a los niños y a los inocentes”-. La sabiduría popular ha sabido ver a través de milenios como el ser justo conserva un halo protector. En circunstancias colectivas, con pocas probabilidades a favor, algunas personas salen ilesas mientras que a otras le ocurre lo contrario. -¿Por qué este efecto protector para algunas personas? Otras veces, momentos antes de ocurrir alguna eventualidad colectiva, una o varias personas, a última hora, deciden no ir a ese lugar o circunstancias de fuerza mayor les impiden hacerlo con lo cual se libra de la circunstancia.
La persona justa es menos susceptible de ser afectada por circunstancias ajenas a su propio karma y cuando por alguna razón se viese afectada en determinado grado, por la causa que fuere, la afronta y resuelve de la mejor manera posible sin detenerse mucho en ello, dedicándose a lo suyo, aprendiendo, al mismo tiempo, la lección inherente.
Otra pregunta que se suele plantear es: -¿cómo deben ser afrontadas las circunstancias de la vida cuando se presentan las pruebas más severas?
En primer lugar, cuando se afrontan pruebas severas, tanto por sí mismos como por los seres más allegados, jamás debe verse en ello un castigo de parte de nadie; al contrario, en primer lugar, lo primero que es preciso hacer es agradecer al Creador de que la cosa resultó mejor de lo que pudo haber sido. Es posible que ese mal menor haya evitado otro de mayores alcances. La gratitud es una fuerza poderosa que activa la energía creadora del ser y canaliza la del Universo. La gratitud conecta la conciencia con la Fuente, con el Creador y facilita la solidaridad universal y la acción de la ley cósmica. Nuestra actitud debe ser, en ese momento: -“Lo que el Creador quiera; nada se le asemeja”. Repetir esas expresiones tantas veces como sea necesario hasta comenzar a sentir un estado de quietud o sosiego interior, lo cual es indicativo de que la conexión divina se ha efectuado. A partir de ahí, todo comenzará a fluir con armonía, buscando la mejor solución posible para todas las partes involucradas. Es importante involucrarse con su verdadero sentido y alcance.
Esta actitud denota, en primer lugar, que se está afrontando la situación con ánimo de resolverla, asumiendo la propia responsabilidad inherente. En el momento en que se afronta una situación, con decisión de resolverla, sin importar su cuantía, ni las apariencias en contra, las fuerzas creadoras del universo vendrán a coadyuvar positivamente.
Recordemos que, de ser un resultado de efectos kármicos previamente activados, al ser aplicada la acción coactiva por la ley cósmica, es ella misma que coadyuvará a la solución si la persona involucrada asume la responsabilidad que le corresponde y afronta con actitud positiva y resoluta, la situación. Lo mismo ocurre en el caso de que haya sido una prueba antepuesta por la misma persona en su plan de vida. Empero, sea cual fuere la causa, la actitud correcta es la de aprender la lección que dicha circunstancia ofrece como oportunidad, por cuanto su finalidad siempre será un resultado positivo a pesar de las apariencias en contra.
-¿Tiene este tipo de pruebas menos fáciles algo que ver con lo que se conoce como “la noche oscura del alma?”-.
La noche oscura del alma constituye el período menos fácil que la persona enfrenta en un determinado ciclo de vida. Es la etapa en que afronta la prueba más severa que ha traído para esa vida. Nadie sabe cuando se presenta ese período, ni cuanto durará; pero, siempre se presenta y es preciso afrontarlo con serenidad, entereza, calma imperturbable, impasibilidad absoluta, paciencia, amor, ánimo tranquilo, templanza, perdón, gratitud, sosiego y humildad. Sea lo que fuere lo que se esté afrontando, jamás se debe perder la fe en la bondad de la vida y en su solución satisfactoria, sin importar el esfuerzo que pueda requerir su solución ni el tiempo necesario. Asumir el hecho y afrontarlo con voluntad firme y determinada a triunfar. Es aquí donde la espiritualidad directa centrada en el Creador Universal demuestra su mayor efectividad. La conexión divina permanente centrada en el Creador es indispensable, mediante el dickr, es decir, el constante recuerdo del nombre del Creador, una, diez, cien, mil o más veces diarias, hasta sentir que las fuerzas emergen serenando el espíritu. Es preciso descentrar la atención del hecho afrontado y del propio ego, para centrarla en el Creador y mantener imperturbable la conexión divina con absoluta confianza. Afirma: -Que sea su voluntad; nada se le asemeja. Con esto entra en el orden armónico de la vida y la firmeza en la mejor solución factible, sin interferencias, hará el resto, oportunamente. Es el poder de la expectación positiva. Fuerzas positivas, protectoras, asistenciales, emergerán en grado suficiente, llevando las circunstancias afrontadas a su mejor solución, oportunamente.
Es aquí cuando se demuestra la efectividad del previo desarrollo espiritual y la comprensión de las leyes universales, por una parte, y por la otra, la habilidad de resolver situaciones con un enfoque científico-espiritual, mediante la aplicación del método científico de resolución de situaciones y la practica del dickr, -el constante recuerdo del nombre del Creador, y la meditación en Él y sus atributos divinos, con un dominio absoluto de la relajación físico-mental y espiritual, por cuanto la quietud mental activa los poderes creadores de la mente y la actitud de jamás abandonar en la expectativa positiva de que todo saldrá bien. Aquí se puede aplicar esta poderosísima técnica: Aquietarse y afirmar: -Gracias, Creador Universal, por cuanto esta situación, en tus planes cósmicos, ya está resuelta-. Es una práctica de efectividad comprobada si no se abandona hasta alcanzar el resultado anhelado. La clave reside en: jamás abandonar. Al mismo tiempo, es importante visualizar los resultados anhelados realizados satisfactoriamente en su etapa final.
Mucha gente formula esta pregunta: -¿cuál es la mejor manera de depurar el propio karma?
En primer lugar, es preciso conocer la vida, sus leyes, la finalidad y el sentido existenciales, por qué estamos aquí, de dónde venimos y hacia dónde vamos, descubrir la misión que se trae de acuerdo a la propia vocación, a las aptitudes o dones naturales, las eventuales carencias, practicar algunas técnicas de meditación efectivas, familiarizarse con las diversas corrientes de pensamiento que aportan informaciones útiles sobre el desarrollo personal y espiritual del ser humano, por cuanto, dentro de cada quien reside el poder creador suficiente para afrontar y resolver cualquier eventual situación. Esto, además de hacer más fácil la vida, permite resolver con efectividad las situaciones que la vida va presentando. Recordemos que, el objetivo esencial de toda persona es el estudio -y la adquisición gradual del respectivo conocimiento- de todas las ciencias, de todas las artes, de todas las filosofías y la práctica de todas las virtudes.
En segundo lugar, es indispensable plantearse objetivos a corto, mediano, largo y macro plazo hacia los cuales orientar la propia existencia, de manera que se pueda tomar las riendas de la vida en las propias manos. Somos los artífices de nuestro propio destino. Si tenemos objetivos por los cuales trabajar, las energías personales fluirán hacia su realización, experimentando, al mismo tiempo, un sentimiento de autorrealización.
Dentro de la práctica de todas las virtudes, -a las cuales hacíamos referencias poco antes, para ello es preciso meditar constantemente en los valores universales. de manera que nos sirvan de guía y de parámetros en cada una de las propias acciones. Es indispensable, también, practicar el Noble Sendero Óctuple, pregonado por Sidharta Gautama, Shakyamuni, es decir: 1) Rectas opiniones, que implican un profundo conocimiento de la vida y del proceso de toma de decisiones. 2) Rectos propósitos, expuestos en forma de objetivos esenciales y realizarlos por su estricto orden prioritario. 3) Rectas palabras: lo que decimos, recibimos. 4) Rectas acciones: son las liberadoras del antiguo karma y las creadoras del nuevo. 5) Rectos medios de sustentamiento de vida. 6) Recto esfuerzo: el trabajo suficiente para alcanzar cada logro, manteniendo el perfecto equilibrio integral. 7) Recta atención: donde centramos la atención se expande la conciencia, el conocimiento y la capacidad de percepción. 8) Recta concentración: este es el secreto supremo, activando el poder creador. Donde concentras tu mente, -tus recursos generales- se expande tu poder realizador. Recuerda que los rayos del sol concentrados por medio de una lente de aumento o lupa: adquieren la capacidad de crear combustión. Es necesario, además, la practica de la meditación en el Creador Universal y su atributos divinos –valores universales-, como medio de conexión divina, para que fluya la luz, la sabiduría. la energía creadora y la conciencia cósmica.
Luego, así preparado, recorrer el camino de la vida haciendo la mayor suma posible de bien. Recordemos: cada persona es: el caminante, el camino y la fuente, conformando una UNIDAD perfecta e indisoluble, en la Rueda de la Vida, es decir: el Círculo y el Signo Más. Muchas gracias.
Conferencia dictada por: Giuseppe Isgró C.,


en el PRIMER CONGRESO ANDALUZ DE ESPIRITISMO,
Organizado por:
Asociación Espirita Andaluza AMALIA DOMINGO SOLER.
Granada, España:
del 30 de octubre al 02 de Noviembre de 2009.

En homenaje al Hno. Enrique Vila,

cuyas dotes de calidad humana e importantes investigaciones
y logros en el desarrollo del potencial espiritual,
les convirtieron en un ser humano especial

http://www.youtube.com/watch?v=wgOUagEv83I