viernes, 19 de abril de 2013

LOS POETAS TAMBIÉN SE LLAMAN VATES



LOS POETAS TAMBIÉN SE LLAMAN VATES

©Giuseppe Isgró C.



-Hidalgo, -dice Escudero-, me gustaría que comentaras el siguiente aforismo que Cervantes expresa por medio de Don Quijote:

–“..Que los poetas también se llaman vates, que quiere decir adivinos”-.

-Lo haré con gusto, Escudero, -responde Hidalgo-.

-La denominación de vates, Escudero, se refiere al don de vaticinar, de profetizar, de reflejar las tendencias que anuncian el porvenir, impartiendo las enseñanzas inherentes.

Este don premonitorio se sustenta en dos grandes facultades que poseen todos los seres, en los cuatro reinos naturales: La intuición y la inspiración. Los poetas, por su elevada sensibilidad, las tienen desarrolladas en alto grado.

Mediante la intuición, los poetas se elevan, en proyección espiritual, o desdoblamiento, perciben nuevas realidades, en mundos más avanzados que el Planeta Tierra, y las plasman en sus poemas. Esas percepciones se transforman en enseñanzas de lo que, a su vez, deberá ser desarrollado, en futuras edades, siguiendo los pasos de mundos hermanos.

He aquí la razón por la que los poetas siguen estando vigentes aún muchos milenios después de las épocas que les toca vivir, en un determinado ciclo de vida. Homero, Hesiodo, Horacio, Cervantes, Dante, Víctor Hugo, Amado Nervo, Tagore, Kipling, entre otros, son dignos ejemplos de ello. Las realidades que perciben, muchas veces, se precisan largos períodos de tiempo para desarrollarlas.

La inspiración, es otro don espiritual, -facultad-, mediante el cual un ente espiritual transmite al poeta, u otro ser, en los cuatro reinos naturales, un pensamiento, una idea, un conocimiento, por el pensamiento, que la persona cree que es suyo, pero que, realmente, es de quien lo inspira, con un fin didáctico. Esto es muy evidente, ya que, generalmente, al cesar la inspiración, el poeta deja de escribir. Cuando está inspirado escribe a vuela pluma, como si alguien le dictara, y en efectos es así, como lo reconocen incontables autores, entre ellos Amado Nervo.

Si el poeta, además de su sensibilidad perceptiva, ha desarrollado sus dotes intelectuales por el cultivo de las artes, de las ciencias y de las filosofías, una simple idea percibida por inspiración será capaz de desarrollarla con enseñanzas perdurables. Caso contrario, a lo sumo, expresará ideas cuya comprensión se le escapa. Tal era el caso de Ion, que se relata en el diálogo de Platón.

Sócrates le demostró a Ion, que la forma como electrizaba al público, con las escenificaciones de las obras homéricas, no era por el cultivo del arte, por cuyo contenido pudiese tener conciencia, o comprensión, del mensaje que transmitía, sino que lo hacía por inspiración, e imantaba a su público, al igual que lo hacía la piedra heraclea –imán-, al entrar en contacto con un metal.

El poeta, con su imaginación, -visión del Espíritu, percibe las realidades de mundos más avanzados y las transmite por medio de sus poemas. Los lectores, puestos en contacto con esa frecuencia vibratoria espiritual, se imantan, a su vez, y se proyectan, espiritualmente, a las realidades descritas por el poeta.  

A su vez perciben, por su visión espiritual, por medio de la facultad de la intuición, esas mismas realidades, u otras análogas.

Esto es debido a la ley de asociación magnética, o de atracción, mediante la cual, un orden determinando de ideas genera, automáticamente, otro equivalente, o de mayor nivel.

Es la sintonía mental compartida, que estimula la conexión con la misma fuente de inspiración del poeta, así como con las mentes de todos los seres que comparten ese nivel evolutivo, o estado de conciencia, tanto en el Planeta Tierra, como en cualquier lugar del Universo donde esté expresado.

En esto reside, fundamentalmente, la importancia de leer a los poetas, y escritores, inspirados, por cuanto transmiten percepciones de realidades más avanzadas. Y, por el efecto de resonancia magnética, tienden a crear, en el lector, los estados de ánimos equivalentes, -conciencia individual- que permiten la conexión perceptiva en forma directa, con lo que se ha denominado Grupo Mente Maestra, o Conciencia Cósmica.

Otro tipo de inspiración del poeta tiene que ver con las percepciones de elevados sentimientos análogos a los valores universales, que representan la sabiduría que rige la práctica de todas las virtudes, cuyo pedagogo es el mismo Ser Universal.

Dios se expresa en la conciencia de cada ser mediante el lenguaje de los sentimientos análogos a los valores universales, educando –en forma directa, y expresa-, a cada miembro de los cuatro reinos naturales. Esto se realiza por la ley cósmica impresa en la conciencia de todo ser; ésta es una réplica exacta de la de la Divinidad, razón por la cual la respectiva conexión es constante, y permanente. 

Dios funge de guía, insuflando las inspiraciones inherentes a los valores universales, cuyos efectos son de advertencia, o coercitivos; de aliento, o de bloqueo hasta que llegue el tiempo oportuno; y de recriminación, o coactivas, si se realizan actos indebidos, hasta que se efectúen las debidas compensaciones, y se haya derivado el aprendizaje de rigor. Es una acción simultánea, en cada ser, en cada mundo del inmenso universo. 

Esta es la importancia de la conexión con la Divinidad, por cualquier medio conocido: El constante recuerdo del nombre de Dios, o Dzikr; la meditación en los atributos divinos, o valores universales, la concentración, la contemplación, la relajación profunda y la programación mental, entre otros válidos.

Ser un poeta significa transformarse en un canal de la Divinidad, y en un mensajero de las más elevadas enseñanzas relativas a la Doctrina Universal, y a la verdad universal impresa en la conciencia de cada ser, por la ley cósmica, y los atributos divinos, -valores universales-, en los cuatro reinos naturales.

El poeta, es, en esencia, un Mensajero de la Divinidad, de acuerdo a los estados de conciencia, y a las estaciones respectivas, -grados-, en que se encuentra. En su propio nivel de inspiración, cada poeta es un vates, un heraldo que anuncia nuevas eras en las sendas del progreso, en el eterno retorno del ser individual al Ser Universal.

-Gracias, Hidalgo, -dice Escudero-.

LA SABIDURÍA DE DON QUIJOTE: -Dijo Don Quijote: –“Hermano mío, mire si me manda algo, que me voy a casa; que ya Dios ha sido servido, por su infinita bondad y misericordia, sin yo merecerlo, de volverme mi juicio; ya estoy sano y cuerdo; que acerca del poder de Dios ninguna cosa es imposible. Tenga grande esperanza y confianza en Él., que pues a mí me ha vuelto a primero estado, también le volverá a él, si en Él confía”-.Miguel de Cervantes y Saavedra


LA SABIDURÍA DE DON QUIJOTE

©Giuseppe Isgró C.


La profundidad de su sabiduría la observamos cuando, en la segunda parte Cervantes destaca: -“…Habló don Quijote con tanta discreción en todas las materias que se trataron..”; veamos, a continuación, algunos de estos pensamientos:

1. –“Hermano mío, mire si me manda algo, que me voy a casa; que ya Dios ha sido servido, por su infinita bondad y misericordia, sin yo merecerlo, de volverme mi juicio; ya estoy sano y cuerdo; que acerca del poder de Dios ninguna cosa es imposible. Tenga grande esperanza y confianza en Él., que pues a mí me ha vuelto a primero estado, también le volverá a él, si en Él confía”-.
2. –“Y, …las comparaciones que se hacen de ingenio a ingenio, de valor a valor, de hermosura a hermosura y de linaje a linaje son siempre odiosas y mal recibidas”-.
3. –“Solo me afano por dar a entender al mundo en el error en que está en no renovar en sí el felicísimo tiempo donde campeaba la orden de la ambulante caballería”-.
4. –“Entregándose a las implacables olas del mar profundo, que ya le suben al cielo, y ya le bajan al abismo; y él, puesto el pecho a la incontrastable borrasca, cuando menos se cata, se halla tres mil y más leguas distantes del lugar donde se embarcó, y saltando en la tierra remota y no conocida, le suceden cosas dignas de estar escritas, no en pergaminos, sino en bronces”-.
5. –“La diligencia, el trabajo, la virtud, la valentía eran práctica constante en las edades de oro y en los andantes caballeros”-. (Parafraseado).
6. –“..Que los poetas también se llaman vates, que quiere decir adivinos”-.
7. –“Yo te aseguro, Sancho, -dijo don Quijote-, que debe de ser algún sabio encantador el autor de nuestra historia; que a los tales no se le encubre de lo que quieren escribir”-.
8. –“La gallardía de vuestra merced, el ánimo grande..., la paciencia en las adversidades..”-
9. –“El poeta puede contar o cantar las cosas, no como fueron, sino como debían ser; y el historiador las ha de escribir, no como debían ser, sino como fueron, sin añadir ni quitar a la verdad cosa alguna”-.
10.    -“..Y mientras más fuere entrando en edad Sancho, con la experiencia que dan los años estará más idóneo y más hábil para ser gobernador..”-.
11.    –“Encomendadlo a Dios, Sancho –dijo don Quijote-; que todo se hará bien, y quizá mejor de lo que vos pensáis; que no se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de Dios”-.
12.    –“No hay libro…que no tenga algo bueno; …y tanto más se escudriñan cuanto es mayor la fama del que lo compuso”-..
13.    –“Las obras que se terminan aprisa nunca se acaban con la perfección que requieren”-.
14.    –“..Tiempos hay de acometer y tiempos de retirar”-.
15.    –“La valentía es el camino del medio, es decir, ni timorato ni temerario y si esto es así es preciso que no te retires sin motivos ni que acometas cuando la demasía pide otra cosa”-. (Parafraseado).
16.    –“La mejor salsa del mundo es el hambre;….. y cuando se tiene ésta siempre se come con gusto”-.
17.    –“El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no se debe quejar cuando se le pasa; ..dejémonos llevar por este viento favorable que nos sopla”-.
18.    –“..Y vístete de modo que disimule lo que es y aparezca lo que ha de ser”-.
19.    –“Uno de los mayores trabajos que los “jefes” tienen, entre otros muchos, es el de estar obligados a escuchar a todos y a responder a todos”-.
20.    –“..Aquellos se levantan o con la ambición o con la virtud; ..y es menester aprovecharnos del conocimiento discreto para distinguir estas dos maneras de caballeros”-.
21.    –“A cuatro clases de linajes se pueden reducir todos los que hay en el mundo, que son estas: 1) Que tuvieron principios humildes, y se fueron extendiendo y dilatando, hasta llegar a una suma grandeza; 2) Que tuvieron principios grandes, y los fueron conservando, y los conservan y mantienen en el ser que comenzaron; 3) Que aunque tuvieron principios grandes, acabaron en punta,, …. habiendo disminuido y aniquilado su principio hasta parar en nonada, como lo es la punta de la pirámide que respeto de su base o asiento no es nada; 4) otros hay, y éstos son los más, que no tuvieron principio bueno, ni razonable medio, y así tendrán el fin, sin nombre, como el linaje de la gente plebeya y ordinaria”.
o   –“De los primeros, que tuvieron principio humilde y subieron a la grandeza que ahora conservan, te sirva de ejemplo la Casa Otomana, que de un humilde y bajo pastor que le dio principio, está en la cumbre que les vemos”.
o   –“Del segundo linaje, que tuvo principio en grandeza y la conserva sin aumentarla, serán ejemplo muchos príncipes, que por herencia los son, y se conservan en ella sin aumentarla ni disminuirla, conteniéndose en los límites de sus estados pacíficamente”.
o   –“De los que comenzaron grandes y acabaron en punta hay millares de ejemplos.
o   –“Del linaje plebeyo no tengo que decir sino que sirve para acrecentar el número de los que viven, sin que merezcan otra fama ni otro elogio su grandeza”-.
o   –“Solamente son grandes e ilustres quienes lo muestran en la virtud, y en la riqueza y liberalidad de sus dueños”-.
22.    –“Al caballero humilde no le queda otro camino para mostrar que es caballero sino el de la virtud, siendo afable, bien criado, cortés, y comedido y oficioso..”-.
23.    –“Siempre la alabanza fue premio de la virtud, y los virtuosos no pueden dejar de ser alabados”-.
24.    –“Lo que los cielos quieren, la fortuna ordena y la razón pide, y, sobre todo, mi voluntad desea”.-
25.    –“Muchos pocos hacen un mucho, y mientras se gana algo no se pierde nada”-.
26.    –“Has dicho, Sancho –dijo don Quijote-, mil sentencias encerradas en el círculo de breves palabras; el consejo que ahora me has dado le apetezco y recibo de bonísima gana”-.
27.    –“La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira, como el aceite sobre  el agua”-.
28.    –“..Mira sus acciones y movimientos; porque si tú me los relatares como ellos fueron, sacaré yo lo que de ella tiene escondido en lo secreto de su corazón acerca de lo que al hecho de mis amores toca; que has de saber, Sancho, -le dice don Quijote-, si no lo sabes, que entre los amantes, las acciones y movimientos exteriores que muestran, cuando de sus amores se trata, son certísimos correos que traen las nuevas de lo que allá en lo interior del alma pasa”-.
29.    –“Dime con quien anda, decirte he quien eres; no con quien naces, sino con quien paces”-.
30.    –“Quedó sosegado su Espíritu”….-.
31.    –“Es menester tocar las apariencias con las manos para dar lugar al desengaño”-.
32.    –“..Juzgando por las palabras la intención de quien las decía”-.
33.    –“No tomar represalias de nadie y vivir pacíficamente…”-. (Parafraseado).
34.    –“..Como aquella del ajedrez, que mientras dura el juego, cada pieza tiene su particular oficio”-.
35.    –“Que las tierras que de suyo son estériles y secas, estercolándolas y cultivándolas vienen a dar buenos frutos: quiero decir que la conversación de vuestra merced ha sido el estiércol que sobre la estéril tierra de mi seco ingenio ha caído; la cultivación, el tiempo que ha que le sirvo y comunico; y con esto espero de dar fruto de mí que sean de bendición, tales, que no desdicen de los senderos de la buena crianza que vuestra merced ha hecho en el agostado entendimiento mío”-.
36.    –“De las bestias han recibido muchos advertimientos los hombres y aprendido muchas cosas de importancia, como son: de la cigüeñas, el cristel; de los perros,…. y el agradecimiento; de las grullas, la vigilancia; de las hormigas, la providencia; de los elefantes, la honestidad, y la lealtad, del caballo”-.
37.    –“Y escuchémosle: que por el hilo sacaremos el ovillo de sus pensamientos, si es que canta; que de la abundancia del corazón habla la lengua”-.
38.    –“Volvámonos a nuestras chozas; que allí nos hallará Dios, si Él quiere”-.
39.    –“Y tanto el vencedor es más honrado, cuanto más el vencido es reputado”-.
40.    –“Que ese don Quijote que decís es el mayor amigo que en este mundo tengo”-.
41.    –“Que yo vea si la gallardía de vuestro rostro responde a la de vuestra disposición”-. (Parodia de Homero).
42.    –“Dios sabe la verdad de todo”-.
43.    –“A los padres toca el encaminarlos desde pequeños por los pasos de la virtud, de la buena crianza y de las buenas …costumbres, para que cuando grandes sean báculo de la vejez de sus padres y gloria de su posteridad; y en lo de forzarles que estudien esta o aquella ciencia no lo tengo por acertado, aunque el persuadirles no será dañoso; y cuando no se ha de estudiar para ganar el pan, siendo tan venturoso el estudiante que le dio el cielo padres que se lo dejen, sería yo de parecer que lo dejen seguir aquella ciencia a que más le vieren inclinados; y aunque la de la poesía es menos útil que deleitable, no es de aquella que suele deshonrar a quien la posee; ….hecha de una alquimia de tal virtud, que quien la sabe tratar la volverá en oro purísimo de inestimable precio; …el que con los requisitos que he dicho tratare y tuviere a la poesía, será famoso y estimado su nombre en todas las naciones”-.
Adelante.




TRABAJAR CON TODA CONFIANZA: Dijo Pitágoras: -“Cuantos, por acción de la ley cósmica, experimentan pruebas adversas. Las que a ti te correspondan, sopórtalas con calma, sosegadamente. Superarlas, satisfactoriamente, sí, te conviene, con toda tu potencia creadora. Piensa, que, después de todo, a la gente buena, no son tantas las adversidades que les toca afrontar”.



TRABAJAR CON TODA CONFIANZA

©Giuseppe Isgró C.


-Ahora, Hidalgo,-dice Escudero-, comenta el siguiente verso de Pitágoras:
-“Cuantos, por acción de la ley cósmica, experimentan pruebas adversas. Las que a ti te correspondan, sopórtalas con calma, sosegadamente. Superarlas, satisfactoriamente, sí, te conviene, con toda tu potencia creadora. Piensa, que, después de todo, a la gente buena, no son tantas las adversidades que les toca afrontar”.
-Escudero, cabría, aquí, preguntarse: -Cuáles son las pruebas adversas que caben por acción de la ley cósmica?
-Evidentemente, Escudero, son aquellas que una persona en particular trae en su plan existencial como objetivo de superación personal, debido al karma acumulado en ciclos existenciales anteriores, algunas de las cuales las ha elegido ella misma para experimentar exactamente lo mismo de lo que ha hecho pasar a otros seres. Otras pruebas son para compensar las deudas pendientes, las que es preciso afrontar, con confianza. La misma vida, al anteponerlas en el plan, de cada quien, considera que se poseen las fuerzas necesarias para superarlas exitosamente. De haber sido lo contrario, no las habría aprobado, previamente, cuando la misma persona las antepuso, a nivel espiritual, en su planificación de objetivos.
Al afrontarlas, el mecanismo de la justicia divina, los regidores cósmicos, los guías y protectores, ayudan a superarlas con éxito. Empero, si la persona se rehúsa asumir las pruebas que la vida le antepone, rehuyendo su compromiso kármico, en vez de recibir asistencia será abandonado a sus propias fuerzas y las que ahora dejó de afrontar pasarán a engrosar la carga de la siguiente existencia. Decía Eliphas Levi: -“Quien un solo día pierde sobrecarga el mañana”-. Es preciso hacer frente a cada situación en su debida oportunidad, cara a cara, con serenidad, por cuanto en los momentos menos fáciles van emergiendo energías desconocidas, de ese potencial infinito que se anida en el interior de cada quien. De donde menos se piensa, aparecen elementos cooperantes, auxiliadores, que van llevando a la persona como de las manos, como cargadas en los propios hombros, sorprendiendo el hecho de que la carga pareciera menos pesada de lo que realmente es.
-Al final, Escudero, esa prueba superada exitosamente constituirá uno de los momentos de regocijo más importante en la vida, ya que la persona ha descubierto, dentro de sí, un potencial que no creía haber tenido. Además, al haberla afrontado y superado, ya no hay más prueba pendiente, quedando libre de ese compromiso,  siendo la vida quien le apoya para salir de la situación con bien y le libera, protegiéndole, de cualesquiera otras situaciones análogas, si no le corresponde en su plan de vida.
La clave que es preciso aplicar, en estos casos, Escudero, es la de soportarla sin indignación, sin quejarse, por cuanto, la queja es una falta frente al esquema cósmico y a la justicia divina. Implica una forma de evasión en afrontarla con ánimo confiado, serenidad, calma imperturbable, impasibilidad y comprensión de las leyes de la vida. Esa evasión ahuyenta a las fuerzas cooperantes y a la vez, por la ley de atracción, la queja atrae nuevos elementos por los cuales quejarse, ya que las imágenes de determinadas frecuencias, por la ley de atracción, generan situaciones análogas.  Es preciso transmutar el estado vibratorio a la polaridad positiva, visualizando, o imaginando, las condiciones positivas opuestas y crearlas en la propia mente y en el momento oportuno, el cuadro mental interno creará la situación equivalente en el plano físico de la manifestación, en armonía con todos.
Aceptar cualesquiera situaciones que se afronten es el primer paso para su solución.  Desde el momento en que se acepta afrontar la situación, fuerzas creadoras comienzan a manifestarse cooperando a la solución. Es preciso asumir el compromiso inherente y tomar la decisión y la determinación de que sea cual fuere el reto que ello implique, se resolverá la situación en el tiempo que sea necesario, aunque ello represente un lapso largo, pero, oportunamente, esa meta será alcanzada.
La aceptación de la situación y la asunción confiada de que podrá resolverla satisfactoriamente, activa el poder creador de la mente  y atrae la cooperación de la justicia divina y de las fuerzas cooperantes del universo que, siempre, asisten a toda persona que cumple su deber.
-Es preciso, Escudero, en ese momento, adelantar las gracias al Creador Universal, por cuanto la situación, en sus planes cósmicos, ya está resuelta, y así es, realmente.
-Por supuesto, Escudero, hay que tomar en cuenta la sugerencia del verso pitagórico cuando expresa: -“Las que a ti te correspondan, sopórtalas con calma, sosegadamente. Superarlas, satisfactoriamente, sí, te conviene, con toda tu potencia creadora”. El refrán español, dice: -“A Dios rogando y con el mazo dando”.
Recuerda, Escudero, nada resiste la acción sostenida de una voluntad determinada a triunfar. Finalmente, la persona se impondrá, sin importar la cuantía del esfuerzo o la resistencia de la situación.
-Como tú recuerdas, Escudero, el verso termina expresando: -“Piensa que, después de todo, a la gente buena, no son tantas las adversidades que le toca afrontar”-.
-En realidad, Escudero, existe un efecto protector para la persona justa por parte de la justicia divina que evita que la adversidad afrontada vaya más allá de lo que la persona amerita en su experiencia de vida, aunque a veces pueda parecer que tarde en manifestarse, o que dejare de hacerlo.  Empero, oportunamente, se observará, por cuanto la vida tiene sus maneras particulares de proteger a los seres, como ya lo hemos expresado en otra parte.
-La adversidad que se afronta en las pruebas de la vida, Escudero, suele aportar las experiencias más gratificantes  cuando se supera positivamente, por cuanto es  como el viento que sirve de sostén, a los aviones, para elevarse, en el despegue; por eso lo hacen con el viento en contra y no a favor.
-Si no hubiesen situaciones o pruebas por resolver, que la vida va anteponiendo de acuerdo al plan de cada quien, el ser humano no tendría manera de desarrollar su fortaleza y capacidades innatas, quedándose estancado.
Por eso, Escudero, parafraseando a Séneca: podría inquirirse: -“Te vanagloria de que nunca has afrontado pruebas severas? No existe motivo para tal cosa, simplemente, la vida no te está tomando en cuenta, le resultas demasiado insignificante para ponerte una prueba importante: busca un contrincante exigente y te deja en paz”-.
Es preciso, Escudero,  desarrollar la propia capacidad  de asumir retos y elevarse por encimas de las circunstancias sean cuales fueren, única manera de aprovechar las oportunidades encerradas en las situaciones que constituyen las pruebas esenciales de la vida, casi siempre presentadas bajo la apariencia de la adversidad que en el fondo no es otra cosa que nuestra mayor benefactora.
Una cosa que es importante considerar, -Escudero, es que, muchas veces, algunas adversidades menores la vida las antepone para apartarle, a la persona, del camino que conduce a otras de mayores consecuencias, que no les corresponden tenerlas en su plan de vida. Hay que dar las gracias a la Inteligencia Infinita, por no haber sido mayor su efecto, es decir, destacar la parte positiva del hecho y ver la oportunidad dentro de la adversidad, por cuanto, como decía Napoleón Hill, -ese gran maestro de la literatura estimulante del siglo XX-, -“Cada adversidad trae un beneficio equivalente o mayor”.
-Hidalgo, -dice Escudero-, estoy totalmente de acuerdo contigo, en el análisis que has efectuado.



miércoles, 17 de abril de 2013

EL GENIO DEL HUMANISTA HIPOLITE LEÓN DENIZARD RIVAIL -Mejor conocido como: ALLAN KARDEC. -"Con Allan Kardec se inicia, realmente, el Espiritismo científico, filosófico, ético-moral, es decir, el estudio de las leyes, principios y características que rigen los fenómenos psico-espirituales hasta entonces observados. Kardec sintetizó, en un cuerpo de doctrina uniforme, homogéneo, las enseñanzas recibidas en sus estudios espiritas, para que, a la vez que sirvieran para su propio aprendizaje, lo fueran, también, de instrucción general para la humanidad". Giuseppe Isgró Cattafi





EL GENIO DEL HUMANISTA
HIPOLITE LEÓN DENIZARD RIVAIL
-Mejor conocido como: ALLAN KARDEC, uno de los máximos exponentes de la Doctrina Universal-

©Giuseppe Isgró C.

En el que se recogen diversas crónicas escritas, y publicadas- en épocas diferentes y con un solo fin.



El acercamiento a la obra kardeciana, de quien escribe, fue en temprana edad. Aquel joven, de quince años, aún sin cumplir, se apasionó con la lectura del clásico: El libro de los Espíritus, y demás títulos de Allan Kardec. Sobre todo le cautivó el profundo conocimiento de las leyes de la vida y el contenido ético-moral de la doctrina. El codificador espirita, fue un filósofo y un pedagogo de visión clara. Sus obras han dado luz y sentido de vida a millones de personas en el mundo entero, durante generaciones. Pese al largo tiempo transcurrido, desde 1857, mantienen plena vigencia. Precisa que, en su conjunto, se tomen como base para desarrollar la perspectiva universal de la vida, en forma certera y coherente con la realidad.
Con Allan Kardec se inicia, realmente, el Espiritismo científico, filosófico, ético-moral, es decir, el estudio de las leyes, principios y características que rigen los fenómenos psico-espirituales hasta entonces observados. Kardec sintetizó, en un cuerpo de doctrina uniforme, homogéneo, las enseñanzas recibidas en sus estudios espiritas, para que, a la vez que sirvieran para su propio aprendizaje, lo fueran, también, de instrucción general para la humanidad.
Como puede observar cualquier estudiante de la obra de Kardec, está sintetizada en ella una enseñanza profunda, comprensible, que habla y satisface a la inteligencia, relativa al conocimiento integral del ser humano, del universo, de la vida en la tierra y de las leyes que rigen las interrelaciones universo-ser humano, e integrantes de los cuatro reinos naturales, así como de la misión y objetivo de la existencia inherente a cada uno. Como se verá más adelante, en este trabajo, esa era la misión de Allan Kardec, para lo cual, al hacer un análisis de toda su vida, se percibe que se había preparado, sin percatarse de ello, para llevarla a cabo exitosamente.
Este hombre insigne nació en Lyon, Francia, el 03 de octubre de 1804, en el seno de una familia de juristas. Su nombre verdadero era Hipolite León Denizard Rivail.
Para comprender mejor la interesante vida y obra de este gran humanista, la dividiremos en dos partes: la primera, denominada: EL HOMBRE: 1804 – 1854. La segunda: EL INVESTIGADOR Y PRIMER EXPONENTE RELEVANTE DEL ESPIRITISMO CIENTÍFICO, FILOSÓFICO Y ÉTICO-MORAL: 1854- 1869.
La primera etapa en la vida de Kardec culminó exactamente a los 50 años. La sólida preparación en varias disciplinas científicas y su vasta experiencia en el campo de la enseñanza, y, además, como autor de más de 20 obras de pedagogía, constituyen un aporte especial cuando a partir de 1854 se dedica al estudio y divulgación del Espiritismo científico, filosófico y ético-moral.
En efecto, el joven Hipolite Rivail cursó estudios hasta 1818 en la escuela de Yverdun, Suiza, bajo la dirección del famoso pedagogo Juan Pestalozzi, discípulo espiritual de Juan Jacobo Rousseau, el autor del clásico: El Emilio o la Educación y precursor de la pedagogía moderna. En repetidas ocasiones, el brillante joven Rivail, suplió al maestro, en clases, impartiendo lecciones a los alumnos menos adelantados. Esta labor formativa es importante, por cuanto sienta las bases de la futura carrera de Rivail, cuyos beneficios recibirá, directamente, la Doctrina, a la cual se consagrará en cuerpo, alma y Espíritu, años más tarde. Podría decirse que Pestalozzi, a su vez, fue el padre espiritual de Rivail, en su rol de pedagogo, cuya trascendencia alcanzará niveles sin precedentes en la historia de la humanidad. Pestalozzi le estimuló un profundo amor hacia la pedagogía y a canalizar su innata vocación hacia esta hermosa disciplina.
Complementó sus estudios con bachillerato en letras y ciencias, y después cursó estudios de medicina, la cual no llegó a ejercer. En las ediciones francesas de El Libro de los Espíritus, hasta 1954, figura la condición de Doctor en Medicina, de Hipolite León Denizard Rivail. Su afición por la pedagogía le llevó al estudio de varias disciplinas científicas, como la física, la química, las matemáticas y otras. Dominaba, a la perfección, el inglés, el holandés y el alemán. Tradujo de esta última lengua, algunos clásicos al francés. Fue un intelectual de visión universal, con un Espíritu sereno, lúcido, racional, metódico y tenaz. Ya para 1824, Rivail se encuentra en París, fecha en la que publica, a la edad de 20 años, su primer libro: -“Curso teórico y práctico de Aritmética”.
En 1832, Hipolite Rivail contrae matrimonio con Amelie-Gabrielle Boudet, quien supo ver en él “al pensador erudito y profundo”. También ella era pedagoga de profesión. Aportó, a Kardec, tanto en el ámbito familiar, como en su vida pública, una efectiva colaboración. 
La enseñanza constituye la gran vocación de Rivail; consagró todo su tiempo libre a la preparación de textos de enseñanza que serán adoptados por liceos, institutos y universidades de Francia. Da, gratuitamente, en su casa, cursos de física, química, aritmética, astronomía y biología.
Entre otras obras, publicó, también, el “Plan propuesto para el mejoramiento de la educación pública”, bajo cuya firma agregó: -“Discípulo de Pestalozzi”; -“Grammaire Normales de Exámenes”, -cuyo contenido contempla soluciones razonadas de todas las cuestiones sobre la gramática francesa, propuesta en los exámenes de la Sorbona y otras academias de Francia. –“Curso para cálculos de memoria”: 3.000 ejercicios y problemas graduados; -“Cuestionario gramatical, literario y filosófico”, en colaboración con Levy-Alvarès; así como otras obras que no es el caso de citar aquí. Sus actividades de pedagogo y escritor, le permiten adquirir una sólida cultura, realizando una efectiva síntesis del saber universal. Henri Sausse, refiriéndose a Rivail, expresa: -“Sus escritos fueron justamente apreciados, y su nombre era conocido y respetado, mucho antes de que alcanzase la fama como Allan Kardec”.
Como preparación previa a su rol de codificador de la Doctrina, podemos destacar su extensa actividad, durante 35 años, en el campo del magnetismo animal y del sonambulismo artificial, cuya amplia gama de fenómenos conocía a fondo.
Allan Kardec, en el prefacio de una de sus obras, expresó: -“El universo es un vasto taller; unos demuelen, otros construyen: cada cual talla una piedra para el nuevo edificio, del cual, únicamente, el Gran Arquitecto del Universo posee el plan definitivo y cuyo conjunto no se comprenderá sino cuando sus formas comenzarán a diseñarse por encima de la superficie del suelo”.
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Se nace: qué había antes? Se vive: cuál es el fin de la existencia humana? -Por qué se está aquí? -Hacia dónde se va? Luego, al llegar al término del ciclo de vida, surge otra inquietud: -qué hay más allá? De estas y otras preguntas de análoga importancia, da respuesta la obra kardeciana, y, en general, la Doctrina de la Verdad Universal. Las lectoras, lectores y estudiantes, de las obras de Kardec, hoy en día, son más de lo que podría suponerse, y su número, cada día, va aumentando a pasos agigantados. Podría decirse, con seguridad, de que en la actualidad, al igual que en la fecha de su publicación, en 1857, El Libro de los Espíritus sigue siendo la obra más importante, en su género, a nivel mundial, que plantea y aporta las respuestas claves sobre las, prácticamente, totalidad de inquietudes del ser humano en torno al objetivo existencial. Mientras más a fondo se estudia dicho libro, más se percata la persona de que el genio de Kardec, en su profundidad pedagógica, contempló las preguntas esenciales y universales, que han despertado, durante milenios, y seguirán haciéndolo en el porvenir, el interés del ser humano por conocerse a sí mismo, y conocer, al mismo tiempo, al Creador Universal, el universo en que vive, en constante expansión, los valores existenciales, principios cósmicos y leyes espirituales que rigen a todos en el Todo.
A partir de ahora, nuestra era será reconocida como la del Espíritu. El siglo XXI da inicio a una nueva fase del desarrollo interno del ser humano, de todo su potencial psico-espiritual, ético-moral, filosófico-práctico, que permite optimizar la comprensión del Universo. Los alcances perceptivos se extenderán hasta conocer, o verificar, científicamente hablando, la existencia de vida en otros planetas y su comunicación con ella. En la Doctrina existen pruebas fehacientes de esa realidad de pluralidad de mundos habitados y constituye uno de los fundamentos esenciales de la enseñaza Espirita. Las pruebas de múltiples vertientes están al alcance de todos aquellos que quieran verlas y sean capaces de asumirlas y comprenderlas; y que se encuentren, al mismo tiempo, exentos del interés de inhibir la expansión del conocimiento como ocurriera durante la edad media y en la época de la inquisición. Si no existiese esa factibilidad de la pluralidad de mundos habitados, -a qué vienen, entonces, todos esos viajes espaciales? El común de las personas ignora la inmensidad del cosmos más allá de esas noches de incontables estrellas luminosas. Con una comprensión de lo que ocurre en ese entorno cósmico, y con la perspectiva universal de la vida que ello aportaría, muchas cosas cambiarían en el ámbito existencial, en el planeta tierra.
A nivel micro-cósmico, es decir, del ser humano, -pequeño gran universo-, recordando, también, a los demás integrantes de los cuatro reinos naturales, con su potencial ilimitado, sus facultades espirituales, y la optimización de sus sentidos cósmicos, conformados por los valores universales, cuyo desenvolvimiento, con conocimiento de causa, revelan los alcances y posibilidades que constituyen metas y objetivos a lograr.
Las modernas “regresiones”, permiten el conocimiento de existencias pasadas, y por ende, la supervivencia del Espíritu y su continuidad en nuevos ciclos de vida. Las manifestaciones espirituales, fruto de facultades psíquicas altamente desarrolladas, así como el profundo mensaje ético-espiritual-filosófico que se ha observado en los últimos años en la India, -al igual que ya aconteciera en milenios anteriores, en este continente-, señalan nuevos senderos por recorrer.
Otro acontecimiento, del que ya se sentó jurisprudencia, es el hecho en el cual un Tribunal de Justicia, de Brasil, aceptó como prueba, o elemento de juicio válido para absolver a una persona, el testimonio del Espíritu de la víctima, dado a través del famoso sensitivo brasilero Francisco Cándido Xavier. En la comunicación indicaba la inocencia del acusado, y, al mismo tiempo, al culpable, quien reconoció los hechos imputados.
Existen importantes estudios sobre el Derecho Penal Espirita, y el anterior suceso histórico abre un panorama inmenso en el Derecho Penal mundial, permitiendo vislumbrar lo que traerá el futuro. En Brasil, aproximadamente, el 33% de su población, o más, sigue estudios Espiritas, cuyo pilar fundamental es la totalidad de las obras de Allan Kardec. Empero, la cantidad de autores de corte Espirita, y de otras corrientes de pensamiento afines, es de significativa importancia, tanto por su extensión como por su calidad.
Grandes científicos, poetas, filósofos, intelectuales, literatos, y millones de personas de todos los grupos étnicos y niveles sociales, en el mundo, se han ocupado de la Doctrina. Se suelen destacar los ilustres nombres de quienes nutren sus filas, entre ellos: Victor Hugo, William Crookes, Cesare Lombroso, Ernesto Bozzano, Camilo Flamarión, Federico Myers, Alfredo Russel Wallace, León Denis, Oliver Lodge, Arturo Conan Doyle, e incontables más. Ellos han estudiado la Doctrina en sus todas vertientes: científica, filosófica y ético-moral. Su huella es factible verla en muchas de sus obras.
Hacia la mitad del siglo XIX, el fenómeno de las mesas parlantes era la última moda, en Francia, -y en otros países-. De estos últimos, mencionamos, únicamente, el caso de las hermanas Fox, y el del Dr. Larkin, en Estados Unidos.  La gente se divertía, en la gran sociedad francesa, comunicándose con los Espíritus. Preguntamos: Era sólo diversión lo que buscaban? -O, había, en la mayoría, un anhelo de conocer mejor el destino humano después de la desencarnación? -O, acaso, las lectoras, y lectores, se encuentran libres de este tipo de interés? Cuándo desencarna un ser querido, la mayoría de las personas, -no experimentan el anhelo de volver a comunicarse con él? Esa es la razón por la que las personas con inquietudes normales, cada día se acercan a la Doctrina, para profundizar su estudio. Es la única que puede aportar respuestas contundentes y serias sobre la inmensa gama de las inquietudes humanas.
En los círculos franceses, formados de gente de óptimo nivel intelectual, se habían recibido miles de comunicaciones, gran número de ellas con excelente contenido moralizante. Empero, faltaba alguien que pudiese sintetizar ese cúmulo de enseñanza, y que, además, estudiase el fenómeno y dedujera  las consecuencias inherentes. Esa labor de exigentes esfuerzos, y alcances gigantescos, fue confiada a Hipolite León Denizard Rivail, quien luego, para desvincular el desarrollo de la Doctrina de su propia persona, e imprimirle independencia, adoptó el pseudónimo de Allan Kardec. Este era el nombre de Rivail en una existencia pasada, según le comunicó su guía espiritual, quien le había conocido entonces, en la Galia, en la época de los Druidas. Se sabe, también, que Rivail, en otra de sus vidas anteriores, fue Jetro, el suegro de Moisés, a quien se le atribuye ser el más antiguo exponente del principio de la Gerencia por excepción. Esto aconteció cuando, viendo el excesivo trabajo que Moisés desempeñaba, juzgando los casos del pueblo judío, le sugirió de elegir jueces de decenas, de cincuentena y de centenas, quienes juzgarían todos los casos que se presentaran. Los jueces de centenas remitirían los casos insolutos a los de cincuentena, éstos a los de decenas, y aquellos excepcionales, que los últimos no pudiesen resolver, serían los únicos que se le referirían a Moisés. Esto nos da una idea del calibre espiritual del Espíritu de Rivail, que ya poseía en el siglo XVI antes de nuestra era.
La sólida formación científica, filosófica, pedagógica y humanística de Allan Kardec, unida a su gran capacidad de trabajo y de síntesis, objetividad y seriedad a toda prueba, le hacían la persona idónea para entregarle esa enorme cantidad de material acumulado, -más de 50 cuadernos-, para que fuese utilizado en la realización de una síntesis coherente.  El trabajo le pareció inmenso a Kardec; empero, fue alentado por sus guías espirituales, quienes le indicaron que esa era su misión, para la cual se había preparado sin saberlo. Fue advertido de que sería secundado en la tarea, pero, que debía ser fuerte y constante, para implantar la Doctrina; con paciencia, su misión triunfaría, como en efectos, así aconteció.
Esto sucedía en el año 1854, en Francia, lo cual marca el comienzo de la etapa de investigador y primer exponente relevante de la Doctrina. Kardec estaba consciente de la importancia de la labor que emprendía, y entrevió, en dichos fenómenos, la clave de la incógnita del pasado y del porvenir de la humanidad, de la solución que él había buscado durante toda su vida. Se percataba, a la vez, de que iba a generar una importante transformación en las ideas, y en las creencias, prometiéndose, por ello, “obrar con circunspección y no ligeramente; ser positivista y no idealista”, para evitar desilusiones. Buscó, en todas sus investigaciones, la solución de los objetivos que le interesaban desde el punto de vista de la ciencia, de la filosofía, de la psicología y de la naturaleza del mundo invisible.
Kardec, en cada sesión, llevaba una serie de preguntas  preparadas, y metódicamente ordenadas, que recibieron contestación “precisa, profunda y lógica”. Estas cuestiones son las mismas que, desarrolladas gradualmente, fueron la base de “El Libro de los Espíritus”. Posteriormente, publicaría las demás obras de su autoría: Instrucción Práctica para la Comunicación Espiritista; El libro de los médiums; El Evangelio según el Espiritismo; Cielo e Infierno; El Génesis; y, el libro síntesis: Qué es el Espiritismo?
En enero de 1858, salió a luz pública el primer número de la Revue Espirite, que aún se edita, en Francia; y el mismo año, funda la Sociedad Parisina de Estudios Espiritas. Allan Kardec, elaboró una Constitución, con exposición de motivos, sobre el Espiritismo y su futura dirección. El 31 de marzo de 1869, el Codificador de la Doctrina, culmina, exitosamente, su misión. Las obras que escribió se tradujeron a todos los idiomas. Sus discípulos, que se cuentan por millones, en el mundo entero, crecen, cada día más. La Doctrina Espirita, con sus múltiples exponentes, es fuente fundamental de la Doctrina Universal, de necesario estudio para ampliar, certeramente, la propia visión de la vida y del universo. Es mucho más interesante de lo que, generalmente, se cree. Quien busca, con anhelo sincero y afán de saber, encuentra. 
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El genio de Kardec,  entra en escena cuando comienza a aplicar la Doctrina contenida en El Libro de los Espíritus para resolver las grandes incógnitas de la historia y percibir una perspectiva universal de la vida en la pluralidad de mundos habitados, arrojando luces sobre la realidad histórica del Planeta; por ejemplo, cuando percibe, antes que nadie, que la raza adámica es parte de una inmigración espiritual llegada de otros planetas, más adelantada que la familia originaria de la Tierra; cuando analiza la tesis de los “ángeles caídos”  y percibe que son aquellos grupos de Espíritus refractarios al progreso que, una vez celebrado el juicio de mayoría, en cada mundo, son apartados y conducidos a aquellas moradas más acordes con su respectivo grado evolutivo, donde, de retrógradas pasan a ser maestros, o por lo menos, desenvolverse en ambientes más afines a sus tendencias.
Es en el libro Génesis, -publicado en 1868- donde se revela el Kardec genial en un nivel superior al ya reflejado en El Libro de los Espíritus. Aquí, comienza a percibir una realidad universal antes que ningún otro pensador en la historia y fue adecuando la Doctrina a esas inquietudes, -más las respectivas intuiciones fruto de su genio y las inspiraciones inherentes de genios análogos –desde la dimensión espiritual- co-participes en las obras; comienza a aplicarlas para ir esclareciendo los grandes enigmas de la humanidad.
Kardec, es el pionero en la enseñanza de una realidad universal que abre nuevos horizontes para la humanidad reflejando su verdadero destino, en el Planeta.
Es el primero en hablar, en El Libro de los Espíritus, sobre la Reencarnación,  conocida desde la más remota antigüedad y lo hace 18 años antes que Helena P. Blavasky. En el siglo XX se han comprobado, científicamente, más de cinco mil casos de reencarnación, otorgándole un carácter irrefutable universalmente; el tema, está generando un interés creciente.
Constituye, Kardec, un paradigma vigente en la senda evolutiva de la sabiduría, superándose a sí mismo en el libro Génesis más allá de El Libro de los Espíritus. En éste, sube a la cima de la montaña de la Doctrina Universal; en aquel, observa desde esa posición privilegiada y aplica la percepción intuitiva y la inspiración creadora de las cuales es objeto, para resolver cuestiones fundamentales de la vida y la historia en el Planeta, abriendo nuevos caminos de progreso.
Millones de personas se encuentran avocadas al estudio de las enseñanzas espirituales, axiológicas y/o ético-moral, filosóficas y metafísicas, que sólo la Doctrina Universal puede ofrecer en igual grado de luminosidad, gracias a sus obras maestras y de quienes, emulando su ejemplo, han continuado la Gran Conversación a través de los tiempos.
Así como en el Quijote, cada nueva generación ve algo más que la que le precedió, ocurrirá lo mismo con el Libro de los Espíritus –y demás obras de Kardec-; observará cosas nuevas de acuerdo a las inquietudes de los tiempos y a la respectiva conciencia perceptiva. Pero, por encima de todo, servirá para que cada quien efectúe la conexión con los planos superiores y con la fuente suprema, el Ser Universal, en una meditación constante  sobre Él y los valores cósmicos,  optimizando la percepción intuitiva y la realización creadora en el estudio de las ciencias y las filosofías, así como la practica de todas las virtudes.

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El 18 de abril de 1857, se publicó, en Francia, El Libro de los Espíritus, de Allan Kardec, con el cual se daba inicio a una nueva era en los caminos del progreso humano.
Sin duda, es un libro valiente, tomando en cuenta la época en que se publicó. Sigue siendo fundamental. Allan Kardec, pseudónimo de Hipolite León Denizard Rivail, hombre de profunda cultura clásica, científica, filosófica, histórica, metafísica, etcétera, además de insigne pedagogo, sintetizó, -en una obra cuya lectura y estudio ha transformado la vida de millones de personas en el mundo entero-, una Doctrina que habla al entendimiento, ilumina el Espíritu y abre unos horizontes que le dan verdadero sentido a la vida humana, despejando las incógnitas existenciales, aclarando el destino de la humanidad en el planeta tierra, -escuela de sabiduría en diferentes grados-, señala el camino que, en los próximos milenios, habrá de recorrer en el inmenso pensum evolutivo que aún depara el progreso potencial del planeta.
Fue seleccionado Kardec, para su obra misionera-codificadora de la Doctrina, por su profunda capacidad de síntesis y vastos conocimientos, para interpretar, discernir y coordinar los mensajes contenidos en miles de comunicaciones espirituales recibidas por centenares de sensitivos en el mundo entero, pasmándose, en todas, el mismo mensaje, elevada enseñanza e idéntica doctrina: el conocimiento profundo de la vida y de las leyes cósmicas que rigen todas las manifestaciones universales, interrelaciones con el ser humano y su misión.
Obra admirable que, traducida a los principales idiomas, alcanzó, rápidamente, 18 ediciones en vida de Kardec, y 50, en las cinco décadas siguientes; conserva plena vigencia pese al tiempo transcurrido y dentro de dos mil o más años será estudiada aun tal como se hace hoy con la Odisea, el Mahabarata, los Vedas, el I Ching, el Tao Te Ching, etcétera, estudio fundamental, -expresión de la sabiduría-, por medio del cual, cada quien se imbuye del verdadero sentido existencial, conociendo el destino humano en sus variadas facetas.
Kardec, -auténtico profeta de una era de luz espiritual y ejemplo digno de emulación por su capacidad de trabajo, estudio y cumplimiento de una exigente misión-, condensó en su obra un alimento básico para las inteligencias ávidas del más sublime conocimiento espiritual.
Este clásico, aporta –para las mentes que desean optimizar su visión-, la iluminación del propio Espíritu, señalando derroteros que constituyen la meta esencial de la vida humana, proporciona paz, serenidad, sosiego y auténtica felicidad, a medida que, transcurriendo su lectura y estudio, va descubriendo la verdadera esencia de la vida humana, su finalidad y misión cósmica del ser humano, potenciando a la vez, el Espíritu y la voluntad, afirmando los ideales y rectificando la conducta en el sendero del bien, de la justicia, del amor, la verdadera fraternidad y la evolución universal.
Va conociendo, cada quien, sus verdaderas facultades psico-espirituales, la forma efectiva de cómo desarrollarlas y usarlas de acuerdo a los designios del Creador, estrechando la unión entre los entes que conforman la ecología psico-espiritual, a cuya sintonía elevada, constituyese en sensible y armónico canal de la Providencia Universal para plasmar la luz espiritual, el mensaje del amor cósmico y el aliento fraterno para superar exitosamente todas las pruebas existenciales, saldar las cuentas kármicas y alcanzar el punto de equilibrio cósmico, a partir de lo cual, cada quien conquista la auto-independencia y la auto-liberación para cooperar libremente, de acuerdo con la propia suma existencial, en los planes del Gran Arquitecto del Universo, dentro del infinito Taller cósmico.
Así lo expresó Kardec, y es oportuno citarlo de nuevo: -“El universo es un vasto taller: unos demuelen, otros reconstruyen; cada cual talla una piedra para el nuevo edificio, del cual únicamente el Gran Arquitecto del Universo posee el plan definitivo, y cuyo conjunto no se comprenderá sino cuando sus formas comenzarán a diseñarse por encima de la superficie del suelo”-.
La Doctrina, desde su codificación, en 1857, ha aglutinado en sus filas a las mentes más brillantes en todos los ámbitos del saber humano, a nivel mundial.
La lucidez mental, la seguridad personal y el poder psico-espiritual que se van desarrollando al acrecentar la visión cósmica, al profundizar en el mensaje contenido en la obra kardeciana, introduce en el auténtico camino evolutivo del ser, a cuyos inicios se encuentra, pero que, desde ya vislumbra las infinitas metas que en ilimitados ciclos de vida, en una carrera universal y eterna, -siempre en ascenso en forma de espiral-, ha de conquistar, cada vez en un mejor nivel de auto-expresión, evolución y grado de conciencia cósmica.
Una sola existencia es sólo un peldaño en los grados de la sabiduría universal. La obra de Kardec, abre la puerta correcta, en el momento oportuno y para quien, en forma gradual, experimente la necesidad de un alimento espiritual de tal valor. Su asimilación es de gran provecho para obtener esa visión certera de las cosas esenciales, en cada momento de la vida.
Se podrá poseer El Libro de los Espíritus, tenerlo en las manos, o por años en la biblioteca, pero, solamente un día, cuando cada quien esté preparado, -o preparada-, espontáneamente se manifiesta la iluminación, se adquiere conciencia de tal obra, con un claro impulso para leerla, revelándosele el mensaje que contiene y anhela el Espíritu humano.
Entonces, la existencia humana adquiere el verdadero sentido de acuerdo a los planes cósmicos y cada quien se ubica, de manera más efectiva, en el sendero de la propia autorrealización, asumiendo la tarea que, de acuerdo con los tiempos, le compete en el quehacer universal.
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El libro de los Espíritus trasciende cualquier otra obra en cuanto a los alcances de las respuestas que contiene en torno a Dios, a los valores universales, a las leyes divinas, a la educación moral de la humanidad, a la comprensión de las desigualdades entre los seres humanos, a la pluralidad de existencias y la ley de reencarnación y principios inherentes; la pluralidad de mundos habitados, ampliando la perspectiva universal de la vida, la respuesta a los grandes enigmas de la historia, y una inmensa cantidad de aspectos esenciales, en más de un millar de preguntas planteadas por uno de los pedagogos más lúcidos del siglo XIX, en Francia, como lo fue el profesor Hipolite León Denizard Rivail.
La obra kardeciana contribuyó a fundamentar una nueva era que plasmaba en mayor grado los ideales de los humanistas del siglo XIV, y de los grandes pensadores del Renacimiento.
Esa concepción humanista de volver la mirada a los orígenes, a la cultura clásica, a la ciencia y a la filosofía de la edad de oro griega, Allan Kardec la realiza con una amplitud incomparable, volviendo la atención a temas virtualmente olvidados no solamente durante la edad media, sino hasta la mitad del siglo XIX, como son: la Reencarnación y la interrelación de la dimensión espiritual con la física, aportando un conocimiento preciso de las facultades espirituales del Ser humano como ningún otro pensador lo hizo jamás en tiempo pasado. EL LIBRO DE LOS MEDIUMS, -o, De las facultades-, es la mejor obra de todos los tiempos, hasta ahora, en torno a las facultades espirituales del ser humano y su óptimo desarrollo.
El Libro de los Espíritus, junto con la Odisea, que contribuyó a forjar la edad de oro griega, y el Quijote, en el cual el genio inmortal de Cervantes plasmó una enseñanza para todos los tiempos, es la obra fundamental para la educación esencial del ser humano, en la preparación de la nueva edad de oro.
Pensadores del calibre de Kardec, al igual que Platón, en sus enfoques, seguirán vigentes, en líneas generales, en sus geniales concepciones de la verdad universal.
Conozcamos El libro de los Espíritus tan a fondo como un erudito lo hace con la temática de su disciplina. Seamos conocedores profundos de la obra del maestro, pero, también, de todas las obras que conforman el acervo cultural de la humanidad. Paralelamente, irán surgiendo, en la propia mente, las ideas intuitivas y las inspiraciones que aporten el conocimiento esencial de acuerdo con la inquietud de los tiempos.
La proyección de la lectura de EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, iluminará los horizontes humanos, encaminándola hacia la nueva edad de oro en gestación. Esta labor podrá ser realizada, con efectividad, mediante pequeños círculos sistemáticos de lecturas, en progresión geométrica. Será en beneficio de cada ser que habita el planeta tierra- El mensaje de la verdad universal, que contiene, es bien acogido por todos con gran beneplácito. El Libro de Los Espíritus, es, con certeza, una de las percepciones más lúcidas  del pensamiento universal.
Adelante.

EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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viernes, 19 de abril de 2013

LOS POETAS TAMBIÉN SE LLAMAN VATES



LOS POETAS TAMBIÉN SE LLAMAN VATES

©Giuseppe Isgró C.



-Hidalgo, -dice Escudero-, me gustaría que comentaras el siguiente aforismo que Cervantes expresa por medio de Don Quijote:

–“..Que los poetas también se llaman vates, que quiere decir adivinos”-.

-Lo haré con gusto, Escudero, -responde Hidalgo-.

-La denominación de vates, Escudero, se refiere al don de vaticinar, de profetizar, de reflejar las tendencias que anuncian el porvenir, impartiendo las enseñanzas inherentes.

Este don premonitorio se sustenta en dos grandes facultades que poseen todos los seres, en los cuatro reinos naturales: La intuición y la inspiración. Los poetas, por su elevada sensibilidad, las tienen desarrolladas en alto grado.

Mediante la intuición, los poetas se elevan, en proyección espiritual, o desdoblamiento, perciben nuevas realidades, en mundos más avanzados que el Planeta Tierra, y las plasman en sus poemas. Esas percepciones se transforman en enseñanzas de lo que, a su vez, deberá ser desarrollado, en futuras edades, siguiendo los pasos de mundos hermanos.

He aquí la razón por la que los poetas siguen estando vigentes aún muchos milenios después de las épocas que les toca vivir, en un determinado ciclo de vida. Homero, Hesiodo, Horacio, Cervantes, Dante, Víctor Hugo, Amado Nervo, Tagore, Kipling, entre otros, son dignos ejemplos de ello. Las realidades que perciben, muchas veces, se precisan largos períodos de tiempo para desarrollarlas.

La inspiración, es otro don espiritual, -facultad-, mediante el cual un ente espiritual transmite al poeta, u otro ser, en los cuatro reinos naturales, un pensamiento, una idea, un conocimiento, por el pensamiento, que la persona cree que es suyo, pero que, realmente, es de quien lo inspira, con un fin didáctico. Esto es muy evidente, ya que, generalmente, al cesar la inspiración, el poeta deja de escribir. Cuando está inspirado escribe a vuela pluma, como si alguien le dictara, y en efectos es así, como lo reconocen incontables autores, entre ellos Amado Nervo.

Si el poeta, además de su sensibilidad perceptiva, ha desarrollado sus dotes intelectuales por el cultivo de las artes, de las ciencias y de las filosofías, una simple idea percibida por inspiración será capaz de desarrollarla con enseñanzas perdurables. Caso contrario, a lo sumo, expresará ideas cuya comprensión se le escapa. Tal era el caso de Ion, que se relata en el diálogo de Platón.

Sócrates le demostró a Ion, que la forma como electrizaba al público, con las escenificaciones de las obras homéricas, no era por el cultivo del arte, por cuyo contenido pudiese tener conciencia, o comprensión, del mensaje que transmitía, sino que lo hacía por inspiración, e imantaba a su público, al igual que lo hacía la piedra heraclea –imán-, al entrar en contacto con un metal.

El poeta, con su imaginación, -visión del Espíritu, percibe las realidades de mundos más avanzados y las transmite por medio de sus poemas. Los lectores, puestos en contacto con esa frecuencia vibratoria espiritual, se imantan, a su vez, y se proyectan, espiritualmente, a las realidades descritas por el poeta.  

A su vez perciben, por su visión espiritual, por medio de la facultad de la intuición, esas mismas realidades, u otras análogas.

Esto es debido a la ley de asociación magnética, o de atracción, mediante la cual, un orden determinando de ideas genera, automáticamente, otro equivalente, o de mayor nivel.

Es la sintonía mental compartida, que estimula la conexión con la misma fuente de inspiración del poeta, así como con las mentes de todos los seres que comparten ese nivel evolutivo, o estado de conciencia, tanto en el Planeta Tierra, como en cualquier lugar del Universo donde esté expresado.

En esto reside, fundamentalmente, la importancia de leer a los poetas, y escritores, inspirados, por cuanto transmiten percepciones de realidades más avanzadas. Y, por el efecto de resonancia magnética, tienden a crear, en el lector, los estados de ánimos equivalentes, -conciencia individual- que permiten la conexión perceptiva en forma directa, con lo que se ha denominado Grupo Mente Maestra, o Conciencia Cósmica.

Otro tipo de inspiración del poeta tiene que ver con las percepciones de elevados sentimientos análogos a los valores universales, que representan la sabiduría que rige la práctica de todas las virtudes, cuyo pedagogo es el mismo Ser Universal.

Dios se expresa en la conciencia de cada ser mediante el lenguaje de los sentimientos análogos a los valores universales, educando –en forma directa, y expresa-, a cada miembro de los cuatro reinos naturales. Esto se realiza por la ley cósmica impresa en la conciencia de todo ser; ésta es una réplica exacta de la de la Divinidad, razón por la cual la respectiva conexión es constante, y permanente. 

Dios funge de guía, insuflando las inspiraciones inherentes a los valores universales, cuyos efectos son de advertencia, o coercitivos; de aliento, o de bloqueo hasta que llegue el tiempo oportuno; y de recriminación, o coactivas, si se realizan actos indebidos, hasta que se efectúen las debidas compensaciones, y se haya derivado el aprendizaje de rigor. Es una acción simultánea, en cada ser, en cada mundo del inmenso universo. 

Esta es la importancia de la conexión con la Divinidad, por cualquier medio conocido: El constante recuerdo del nombre de Dios, o Dzikr; la meditación en los atributos divinos, o valores universales, la concentración, la contemplación, la relajación profunda y la programación mental, entre otros válidos.

Ser un poeta significa transformarse en un canal de la Divinidad, y en un mensajero de las más elevadas enseñanzas relativas a la Doctrina Universal, y a la verdad universal impresa en la conciencia de cada ser, por la ley cósmica, y los atributos divinos, -valores universales-, en los cuatro reinos naturales.

El poeta, es, en esencia, un Mensajero de la Divinidad, de acuerdo a los estados de conciencia, y a las estaciones respectivas, -grados-, en que se encuentra. En su propio nivel de inspiración, cada poeta es un vates, un heraldo que anuncia nuevas eras en las sendas del progreso, en el eterno retorno del ser individual al Ser Universal.

-Gracias, Hidalgo, -dice Escudero-.

LA SABIDURÍA DE DON QUIJOTE: -Dijo Don Quijote: –“Hermano mío, mire si me manda algo, que me voy a casa; que ya Dios ha sido servido, por su infinita bondad y misericordia, sin yo merecerlo, de volverme mi juicio; ya estoy sano y cuerdo; que acerca del poder de Dios ninguna cosa es imposible. Tenga grande esperanza y confianza en Él., que pues a mí me ha vuelto a primero estado, también le volverá a él, si en Él confía”-.Miguel de Cervantes y Saavedra


LA SABIDURÍA DE DON QUIJOTE

©Giuseppe Isgró C.


La profundidad de su sabiduría la observamos cuando, en la segunda parte Cervantes destaca: -“…Habló don Quijote con tanta discreción en todas las materias que se trataron..”; veamos, a continuación, algunos de estos pensamientos:

1. –“Hermano mío, mire si me manda algo, que me voy a casa; que ya Dios ha sido servido, por su infinita bondad y misericordia, sin yo merecerlo, de volverme mi juicio; ya estoy sano y cuerdo; que acerca del poder de Dios ninguna cosa es imposible. Tenga grande esperanza y confianza en Él., que pues a mí me ha vuelto a primero estado, también le volverá a él, si en Él confía”-.
2. –“Y, …las comparaciones que se hacen de ingenio a ingenio, de valor a valor, de hermosura a hermosura y de linaje a linaje son siempre odiosas y mal recibidas”-.
3. –“Solo me afano por dar a entender al mundo en el error en que está en no renovar en sí el felicísimo tiempo donde campeaba la orden de la ambulante caballería”-.
4. –“Entregándose a las implacables olas del mar profundo, que ya le suben al cielo, y ya le bajan al abismo; y él, puesto el pecho a la incontrastable borrasca, cuando menos se cata, se halla tres mil y más leguas distantes del lugar donde se embarcó, y saltando en la tierra remota y no conocida, le suceden cosas dignas de estar escritas, no en pergaminos, sino en bronces”-.
5. –“La diligencia, el trabajo, la virtud, la valentía eran práctica constante en las edades de oro y en los andantes caballeros”-. (Parafraseado).
6. –“..Que los poetas también se llaman vates, que quiere decir adivinos”-.
7. –“Yo te aseguro, Sancho, -dijo don Quijote-, que debe de ser algún sabio encantador el autor de nuestra historia; que a los tales no se le encubre de lo que quieren escribir”-.
8. –“La gallardía de vuestra merced, el ánimo grande..., la paciencia en las adversidades..”-
9. –“El poeta puede contar o cantar las cosas, no como fueron, sino como debían ser; y el historiador las ha de escribir, no como debían ser, sino como fueron, sin añadir ni quitar a la verdad cosa alguna”-.
10.    -“..Y mientras más fuere entrando en edad Sancho, con la experiencia que dan los años estará más idóneo y más hábil para ser gobernador..”-.
11.    –“Encomendadlo a Dios, Sancho –dijo don Quijote-; que todo se hará bien, y quizá mejor de lo que vos pensáis; que no se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de Dios”-.
12.    –“No hay libro…que no tenga algo bueno; …y tanto más se escudriñan cuanto es mayor la fama del que lo compuso”-..
13.    –“Las obras que se terminan aprisa nunca se acaban con la perfección que requieren”-.
14.    –“..Tiempos hay de acometer y tiempos de retirar”-.
15.    –“La valentía es el camino del medio, es decir, ni timorato ni temerario y si esto es así es preciso que no te retires sin motivos ni que acometas cuando la demasía pide otra cosa”-. (Parafraseado).
16.    –“La mejor salsa del mundo es el hambre;….. y cuando se tiene ésta siempre se come con gusto”-.
17.    –“El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no se debe quejar cuando se le pasa; ..dejémonos llevar por este viento favorable que nos sopla”-.
18.    –“..Y vístete de modo que disimule lo que es y aparezca lo que ha de ser”-.
19.    –“Uno de los mayores trabajos que los “jefes” tienen, entre otros muchos, es el de estar obligados a escuchar a todos y a responder a todos”-.
20.    –“..Aquellos se levantan o con la ambición o con la virtud; ..y es menester aprovecharnos del conocimiento discreto para distinguir estas dos maneras de caballeros”-.
21.    –“A cuatro clases de linajes se pueden reducir todos los que hay en el mundo, que son estas: 1) Que tuvieron principios humildes, y se fueron extendiendo y dilatando, hasta llegar a una suma grandeza; 2) Que tuvieron principios grandes, y los fueron conservando, y los conservan y mantienen en el ser que comenzaron; 3) Que aunque tuvieron principios grandes, acabaron en punta,, …. habiendo disminuido y aniquilado su principio hasta parar en nonada, como lo es la punta de la pirámide que respeto de su base o asiento no es nada; 4) otros hay, y éstos son los más, que no tuvieron principio bueno, ni razonable medio, y así tendrán el fin, sin nombre, como el linaje de la gente plebeya y ordinaria”.
o   –“De los primeros, que tuvieron principio humilde y subieron a la grandeza que ahora conservan, te sirva de ejemplo la Casa Otomana, que de un humilde y bajo pastor que le dio principio, está en la cumbre que les vemos”.
o   –“Del segundo linaje, que tuvo principio en grandeza y la conserva sin aumentarla, serán ejemplo muchos príncipes, que por herencia los son, y se conservan en ella sin aumentarla ni disminuirla, conteniéndose en los límites de sus estados pacíficamente”.
o   –“De los que comenzaron grandes y acabaron en punta hay millares de ejemplos.
o   –“Del linaje plebeyo no tengo que decir sino que sirve para acrecentar el número de los que viven, sin que merezcan otra fama ni otro elogio su grandeza”-.
o   –“Solamente son grandes e ilustres quienes lo muestran en la virtud, y en la riqueza y liberalidad de sus dueños”-.
22.    –“Al caballero humilde no le queda otro camino para mostrar que es caballero sino el de la virtud, siendo afable, bien criado, cortés, y comedido y oficioso..”-.
23.    –“Siempre la alabanza fue premio de la virtud, y los virtuosos no pueden dejar de ser alabados”-.
24.    –“Lo que los cielos quieren, la fortuna ordena y la razón pide, y, sobre todo, mi voluntad desea”.-
25.    –“Muchos pocos hacen un mucho, y mientras se gana algo no se pierde nada”-.
26.    –“Has dicho, Sancho –dijo don Quijote-, mil sentencias encerradas en el círculo de breves palabras; el consejo que ahora me has dado le apetezco y recibo de bonísima gana”-.
27.    –“La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira, como el aceite sobre  el agua”-.
28.    –“..Mira sus acciones y movimientos; porque si tú me los relatares como ellos fueron, sacaré yo lo que de ella tiene escondido en lo secreto de su corazón acerca de lo que al hecho de mis amores toca; que has de saber, Sancho, -le dice don Quijote-, si no lo sabes, que entre los amantes, las acciones y movimientos exteriores que muestran, cuando de sus amores se trata, son certísimos correos que traen las nuevas de lo que allá en lo interior del alma pasa”-.
29.    –“Dime con quien anda, decirte he quien eres; no con quien naces, sino con quien paces”-.
30.    –“Quedó sosegado su Espíritu”….-.
31.    –“Es menester tocar las apariencias con las manos para dar lugar al desengaño”-.
32.    –“..Juzgando por las palabras la intención de quien las decía”-.
33.    –“No tomar represalias de nadie y vivir pacíficamente…”-. (Parafraseado).
34.    –“..Como aquella del ajedrez, que mientras dura el juego, cada pieza tiene su particular oficio”-.
35.    –“Que las tierras que de suyo son estériles y secas, estercolándolas y cultivándolas vienen a dar buenos frutos: quiero decir que la conversación de vuestra merced ha sido el estiércol que sobre la estéril tierra de mi seco ingenio ha caído; la cultivación, el tiempo que ha que le sirvo y comunico; y con esto espero de dar fruto de mí que sean de bendición, tales, que no desdicen de los senderos de la buena crianza que vuestra merced ha hecho en el agostado entendimiento mío”-.
36.    –“De las bestias han recibido muchos advertimientos los hombres y aprendido muchas cosas de importancia, como son: de la cigüeñas, el cristel; de los perros,…. y el agradecimiento; de las grullas, la vigilancia; de las hormigas, la providencia; de los elefantes, la honestidad, y la lealtad, del caballo”-.
37.    –“Y escuchémosle: que por el hilo sacaremos el ovillo de sus pensamientos, si es que canta; que de la abundancia del corazón habla la lengua”-.
38.    –“Volvámonos a nuestras chozas; que allí nos hallará Dios, si Él quiere”-.
39.    –“Y tanto el vencedor es más honrado, cuanto más el vencido es reputado”-.
40.    –“Que ese don Quijote que decís es el mayor amigo que en este mundo tengo”-.
41.    –“Que yo vea si la gallardía de vuestro rostro responde a la de vuestra disposición”-. (Parodia de Homero).
42.    –“Dios sabe la verdad de todo”-.
43.    –“A los padres toca el encaminarlos desde pequeños por los pasos de la virtud, de la buena crianza y de las buenas …costumbres, para que cuando grandes sean báculo de la vejez de sus padres y gloria de su posteridad; y en lo de forzarles que estudien esta o aquella ciencia no lo tengo por acertado, aunque el persuadirles no será dañoso; y cuando no se ha de estudiar para ganar el pan, siendo tan venturoso el estudiante que le dio el cielo padres que se lo dejen, sería yo de parecer que lo dejen seguir aquella ciencia a que más le vieren inclinados; y aunque la de la poesía es menos útil que deleitable, no es de aquella que suele deshonrar a quien la posee; ….hecha de una alquimia de tal virtud, que quien la sabe tratar la volverá en oro purísimo de inestimable precio; …el que con los requisitos que he dicho tratare y tuviere a la poesía, será famoso y estimado su nombre en todas las naciones”-.
Adelante.




TRABAJAR CON TODA CONFIANZA: Dijo Pitágoras: -“Cuantos, por acción de la ley cósmica, experimentan pruebas adversas. Las que a ti te correspondan, sopórtalas con calma, sosegadamente. Superarlas, satisfactoriamente, sí, te conviene, con toda tu potencia creadora. Piensa, que, después de todo, a la gente buena, no son tantas las adversidades que les toca afrontar”.



TRABAJAR CON TODA CONFIANZA

©Giuseppe Isgró C.


-Ahora, Hidalgo,-dice Escudero-, comenta el siguiente verso de Pitágoras:
-“Cuantos, por acción de la ley cósmica, experimentan pruebas adversas. Las que a ti te correspondan, sopórtalas con calma, sosegadamente. Superarlas, satisfactoriamente, sí, te conviene, con toda tu potencia creadora. Piensa, que, después de todo, a la gente buena, no son tantas las adversidades que les toca afrontar”.
-Escudero, cabría, aquí, preguntarse: -Cuáles son las pruebas adversas que caben por acción de la ley cósmica?
-Evidentemente, Escudero, son aquellas que una persona en particular trae en su plan existencial como objetivo de superación personal, debido al karma acumulado en ciclos existenciales anteriores, algunas de las cuales las ha elegido ella misma para experimentar exactamente lo mismo de lo que ha hecho pasar a otros seres. Otras pruebas son para compensar las deudas pendientes, las que es preciso afrontar, con confianza. La misma vida, al anteponerlas en el plan, de cada quien, considera que se poseen las fuerzas necesarias para superarlas exitosamente. De haber sido lo contrario, no las habría aprobado, previamente, cuando la misma persona las antepuso, a nivel espiritual, en su planificación de objetivos.
Al afrontarlas, el mecanismo de la justicia divina, los regidores cósmicos, los guías y protectores, ayudan a superarlas con éxito. Empero, si la persona se rehúsa asumir las pruebas que la vida le antepone, rehuyendo su compromiso kármico, en vez de recibir asistencia será abandonado a sus propias fuerzas y las que ahora dejó de afrontar pasarán a engrosar la carga de la siguiente existencia. Decía Eliphas Levi: -“Quien un solo día pierde sobrecarga el mañana”-. Es preciso hacer frente a cada situación en su debida oportunidad, cara a cara, con serenidad, por cuanto en los momentos menos fáciles van emergiendo energías desconocidas, de ese potencial infinito que se anida en el interior de cada quien. De donde menos se piensa, aparecen elementos cooperantes, auxiliadores, que van llevando a la persona como de las manos, como cargadas en los propios hombros, sorprendiendo el hecho de que la carga pareciera menos pesada de lo que realmente es.
-Al final, Escudero, esa prueba superada exitosamente constituirá uno de los momentos de regocijo más importante en la vida, ya que la persona ha descubierto, dentro de sí, un potencial que no creía haber tenido. Además, al haberla afrontado y superado, ya no hay más prueba pendiente, quedando libre de ese compromiso,  siendo la vida quien le apoya para salir de la situación con bien y le libera, protegiéndole, de cualesquiera otras situaciones análogas, si no le corresponde en su plan de vida.
La clave que es preciso aplicar, en estos casos, Escudero, es la de soportarla sin indignación, sin quejarse, por cuanto, la queja es una falta frente al esquema cósmico y a la justicia divina. Implica una forma de evasión en afrontarla con ánimo confiado, serenidad, calma imperturbable, impasibilidad y comprensión de las leyes de la vida. Esa evasión ahuyenta a las fuerzas cooperantes y a la vez, por la ley de atracción, la queja atrae nuevos elementos por los cuales quejarse, ya que las imágenes de determinadas frecuencias, por la ley de atracción, generan situaciones análogas.  Es preciso transmutar el estado vibratorio a la polaridad positiva, visualizando, o imaginando, las condiciones positivas opuestas y crearlas en la propia mente y en el momento oportuno, el cuadro mental interno creará la situación equivalente en el plano físico de la manifestación, en armonía con todos.
Aceptar cualesquiera situaciones que se afronten es el primer paso para su solución.  Desde el momento en que se acepta afrontar la situación, fuerzas creadoras comienzan a manifestarse cooperando a la solución. Es preciso asumir el compromiso inherente y tomar la decisión y la determinación de que sea cual fuere el reto que ello implique, se resolverá la situación en el tiempo que sea necesario, aunque ello represente un lapso largo, pero, oportunamente, esa meta será alcanzada.
La aceptación de la situación y la asunción confiada de que podrá resolverla satisfactoriamente, activa el poder creador de la mente  y atrae la cooperación de la justicia divina y de las fuerzas cooperantes del universo que, siempre, asisten a toda persona que cumple su deber.
-Es preciso, Escudero, en ese momento, adelantar las gracias al Creador Universal, por cuanto la situación, en sus planes cósmicos, ya está resuelta, y así es, realmente.
-Por supuesto, Escudero, hay que tomar en cuenta la sugerencia del verso pitagórico cuando expresa: -“Las que a ti te correspondan, sopórtalas con calma, sosegadamente. Superarlas, satisfactoriamente, sí, te conviene, con toda tu potencia creadora”. El refrán español, dice: -“A Dios rogando y con el mazo dando”.
Recuerda, Escudero, nada resiste la acción sostenida de una voluntad determinada a triunfar. Finalmente, la persona se impondrá, sin importar la cuantía del esfuerzo o la resistencia de la situación.
-Como tú recuerdas, Escudero, el verso termina expresando: -“Piensa que, después de todo, a la gente buena, no son tantas las adversidades que le toca afrontar”-.
-En realidad, Escudero, existe un efecto protector para la persona justa por parte de la justicia divina que evita que la adversidad afrontada vaya más allá de lo que la persona amerita en su experiencia de vida, aunque a veces pueda parecer que tarde en manifestarse, o que dejare de hacerlo.  Empero, oportunamente, se observará, por cuanto la vida tiene sus maneras particulares de proteger a los seres, como ya lo hemos expresado en otra parte.
-La adversidad que se afronta en las pruebas de la vida, Escudero, suele aportar las experiencias más gratificantes  cuando se supera positivamente, por cuanto es  como el viento que sirve de sostén, a los aviones, para elevarse, en el despegue; por eso lo hacen con el viento en contra y no a favor.
-Si no hubiesen situaciones o pruebas por resolver, que la vida va anteponiendo de acuerdo al plan de cada quien, el ser humano no tendría manera de desarrollar su fortaleza y capacidades innatas, quedándose estancado.
Por eso, Escudero, parafraseando a Séneca: podría inquirirse: -“Te vanagloria de que nunca has afrontado pruebas severas? No existe motivo para tal cosa, simplemente, la vida no te está tomando en cuenta, le resultas demasiado insignificante para ponerte una prueba importante: busca un contrincante exigente y te deja en paz”-.
Es preciso, Escudero,  desarrollar la propia capacidad  de asumir retos y elevarse por encimas de las circunstancias sean cuales fueren, única manera de aprovechar las oportunidades encerradas en las situaciones que constituyen las pruebas esenciales de la vida, casi siempre presentadas bajo la apariencia de la adversidad que en el fondo no es otra cosa que nuestra mayor benefactora.
Una cosa que es importante considerar, -Escudero, es que, muchas veces, algunas adversidades menores la vida las antepone para apartarle, a la persona, del camino que conduce a otras de mayores consecuencias, que no les corresponden tenerlas en su plan de vida. Hay que dar las gracias a la Inteligencia Infinita, por no haber sido mayor su efecto, es decir, destacar la parte positiva del hecho y ver la oportunidad dentro de la adversidad, por cuanto, como decía Napoleón Hill, -ese gran maestro de la literatura estimulante del siglo XX-, -“Cada adversidad trae un beneficio equivalente o mayor”.
-Hidalgo, -dice Escudero-, estoy totalmente de acuerdo contigo, en el análisis que has efectuado.



miércoles, 17 de abril de 2013

EL GENIO DEL HUMANISTA HIPOLITE LEÓN DENIZARD RIVAIL -Mejor conocido como: ALLAN KARDEC. -"Con Allan Kardec se inicia, realmente, el Espiritismo científico, filosófico, ético-moral, es decir, el estudio de las leyes, principios y características que rigen los fenómenos psico-espirituales hasta entonces observados. Kardec sintetizó, en un cuerpo de doctrina uniforme, homogéneo, las enseñanzas recibidas en sus estudios espiritas, para que, a la vez que sirvieran para su propio aprendizaje, lo fueran, también, de instrucción general para la humanidad". Giuseppe Isgró Cattafi





EL GENIO DEL HUMANISTA
HIPOLITE LEÓN DENIZARD RIVAIL
-Mejor conocido como: ALLAN KARDEC, uno de los máximos exponentes de la Doctrina Universal-

©Giuseppe Isgró C.

En el que se recogen diversas crónicas escritas, y publicadas- en épocas diferentes y con un solo fin.



El acercamiento a la obra kardeciana, de quien escribe, fue en temprana edad. Aquel joven, de quince años, aún sin cumplir, se apasionó con la lectura del clásico: El libro de los Espíritus, y demás títulos de Allan Kardec. Sobre todo le cautivó el profundo conocimiento de las leyes de la vida y el contenido ético-moral de la doctrina. El codificador espirita, fue un filósofo y un pedagogo de visión clara. Sus obras han dado luz y sentido de vida a millones de personas en el mundo entero, durante generaciones. Pese al largo tiempo transcurrido, desde 1857, mantienen plena vigencia. Precisa que, en su conjunto, se tomen como base para desarrollar la perspectiva universal de la vida, en forma certera y coherente con la realidad.
Con Allan Kardec se inicia, realmente, el Espiritismo científico, filosófico, ético-moral, es decir, el estudio de las leyes, principios y características que rigen los fenómenos psico-espirituales hasta entonces observados. Kardec sintetizó, en un cuerpo de doctrina uniforme, homogéneo, las enseñanzas recibidas en sus estudios espiritas, para que, a la vez que sirvieran para su propio aprendizaje, lo fueran, también, de instrucción general para la humanidad.
Como puede observar cualquier estudiante de la obra de Kardec, está sintetizada en ella una enseñanza profunda, comprensible, que habla y satisface a la inteligencia, relativa al conocimiento integral del ser humano, del universo, de la vida en la tierra y de las leyes que rigen las interrelaciones universo-ser humano, e integrantes de los cuatro reinos naturales, así como de la misión y objetivo de la existencia inherente a cada uno. Como se verá más adelante, en este trabajo, esa era la misión de Allan Kardec, para lo cual, al hacer un análisis de toda su vida, se percibe que se había preparado, sin percatarse de ello, para llevarla a cabo exitosamente.
Este hombre insigne nació en Lyon, Francia, el 03 de octubre de 1804, en el seno de una familia de juristas. Su nombre verdadero era Hipolite León Denizard Rivail.
Para comprender mejor la interesante vida y obra de este gran humanista, la dividiremos en dos partes: la primera, denominada: EL HOMBRE: 1804 – 1854. La segunda: EL INVESTIGADOR Y PRIMER EXPONENTE RELEVANTE DEL ESPIRITISMO CIENTÍFICO, FILOSÓFICO Y ÉTICO-MORAL: 1854- 1869.
La primera etapa en la vida de Kardec culminó exactamente a los 50 años. La sólida preparación en varias disciplinas científicas y su vasta experiencia en el campo de la enseñanza, y, además, como autor de más de 20 obras de pedagogía, constituyen un aporte especial cuando a partir de 1854 se dedica al estudio y divulgación del Espiritismo científico, filosófico y ético-moral.
En efecto, el joven Hipolite Rivail cursó estudios hasta 1818 en la escuela de Yverdun, Suiza, bajo la dirección del famoso pedagogo Juan Pestalozzi, discípulo espiritual de Juan Jacobo Rousseau, el autor del clásico: El Emilio o la Educación y precursor de la pedagogía moderna. En repetidas ocasiones, el brillante joven Rivail, suplió al maestro, en clases, impartiendo lecciones a los alumnos menos adelantados. Esta labor formativa es importante, por cuanto sienta las bases de la futura carrera de Rivail, cuyos beneficios recibirá, directamente, la Doctrina, a la cual se consagrará en cuerpo, alma y Espíritu, años más tarde. Podría decirse que Pestalozzi, a su vez, fue el padre espiritual de Rivail, en su rol de pedagogo, cuya trascendencia alcanzará niveles sin precedentes en la historia de la humanidad. Pestalozzi le estimuló un profundo amor hacia la pedagogía y a canalizar su innata vocación hacia esta hermosa disciplina.
Complementó sus estudios con bachillerato en letras y ciencias, y después cursó estudios de medicina, la cual no llegó a ejercer. En las ediciones francesas de El Libro de los Espíritus, hasta 1954, figura la condición de Doctor en Medicina, de Hipolite León Denizard Rivail. Su afición por la pedagogía le llevó al estudio de varias disciplinas científicas, como la física, la química, las matemáticas y otras. Dominaba, a la perfección, el inglés, el holandés y el alemán. Tradujo de esta última lengua, algunos clásicos al francés. Fue un intelectual de visión universal, con un Espíritu sereno, lúcido, racional, metódico y tenaz. Ya para 1824, Rivail se encuentra en París, fecha en la que publica, a la edad de 20 años, su primer libro: -“Curso teórico y práctico de Aritmética”.
En 1832, Hipolite Rivail contrae matrimonio con Amelie-Gabrielle Boudet, quien supo ver en él “al pensador erudito y profundo”. También ella era pedagoga de profesión. Aportó, a Kardec, tanto en el ámbito familiar, como en su vida pública, una efectiva colaboración. 
La enseñanza constituye la gran vocación de Rivail; consagró todo su tiempo libre a la preparación de textos de enseñanza que serán adoptados por liceos, institutos y universidades de Francia. Da, gratuitamente, en su casa, cursos de física, química, aritmética, astronomía y biología.
Entre otras obras, publicó, también, el “Plan propuesto para el mejoramiento de la educación pública”, bajo cuya firma agregó: -“Discípulo de Pestalozzi”; -“Grammaire Normales de Exámenes”, -cuyo contenido contempla soluciones razonadas de todas las cuestiones sobre la gramática francesa, propuesta en los exámenes de la Sorbona y otras academias de Francia. –“Curso para cálculos de memoria”: 3.000 ejercicios y problemas graduados; -“Cuestionario gramatical, literario y filosófico”, en colaboración con Levy-Alvarès; así como otras obras que no es el caso de citar aquí. Sus actividades de pedagogo y escritor, le permiten adquirir una sólida cultura, realizando una efectiva síntesis del saber universal. Henri Sausse, refiriéndose a Rivail, expresa: -“Sus escritos fueron justamente apreciados, y su nombre era conocido y respetado, mucho antes de que alcanzase la fama como Allan Kardec”.
Como preparación previa a su rol de codificador de la Doctrina, podemos destacar su extensa actividad, durante 35 años, en el campo del magnetismo animal y del sonambulismo artificial, cuya amplia gama de fenómenos conocía a fondo.
Allan Kardec, en el prefacio de una de sus obras, expresó: -“El universo es un vasto taller; unos demuelen, otros construyen: cada cual talla una piedra para el nuevo edificio, del cual, únicamente, el Gran Arquitecto del Universo posee el plan definitivo y cuyo conjunto no se comprenderá sino cuando sus formas comenzarán a diseñarse por encima de la superficie del suelo”.
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Se nace: qué había antes? Se vive: cuál es el fin de la existencia humana? -Por qué se está aquí? -Hacia dónde se va? Luego, al llegar al término del ciclo de vida, surge otra inquietud: -qué hay más allá? De estas y otras preguntas de análoga importancia, da respuesta la obra kardeciana, y, en general, la Doctrina de la Verdad Universal. Las lectoras, lectores y estudiantes, de las obras de Kardec, hoy en día, son más de lo que podría suponerse, y su número, cada día, va aumentando a pasos agigantados. Podría decirse, con seguridad, de que en la actualidad, al igual que en la fecha de su publicación, en 1857, El Libro de los Espíritus sigue siendo la obra más importante, en su género, a nivel mundial, que plantea y aporta las respuestas claves sobre las, prácticamente, totalidad de inquietudes del ser humano en torno al objetivo existencial. Mientras más a fondo se estudia dicho libro, más se percata la persona de que el genio de Kardec, en su profundidad pedagógica, contempló las preguntas esenciales y universales, que han despertado, durante milenios, y seguirán haciéndolo en el porvenir, el interés del ser humano por conocerse a sí mismo, y conocer, al mismo tiempo, al Creador Universal, el universo en que vive, en constante expansión, los valores existenciales, principios cósmicos y leyes espirituales que rigen a todos en el Todo.
A partir de ahora, nuestra era será reconocida como la del Espíritu. El siglo XXI da inicio a una nueva fase del desarrollo interno del ser humano, de todo su potencial psico-espiritual, ético-moral, filosófico-práctico, que permite optimizar la comprensión del Universo. Los alcances perceptivos se extenderán hasta conocer, o verificar, científicamente hablando, la existencia de vida en otros planetas y su comunicación con ella. En la Doctrina existen pruebas fehacientes de esa realidad de pluralidad de mundos habitados y constituye uno de los fundamentos esenciales de la enseñaza Espirita. Las pruebas de múltiples vertientes están al alcance de todos aquellos que quieran verlas y sean capaces de asumirlas y comprenderlas; y que se encuentren, al mismo tiempo, exentos del interés de inhibir la expansión del conocimiento como ocurriera durante la edad media y en la época de la inquisición. Si no existiese esa factibilidad de la pluralidad de mundos habitados, -a qué vienen, entonces, todos esos viajes espaciales? El común de las personas ignora la inmensidad del cosmos más allá de esas noches de incontables estrellas luminosas. Con una comprensión de lo que ocurre en ese entorno cósmico, y con la perspectiva universal de la vida que ello aportaría, muchas cosas cambiarían en el ámbito existencial, en el planeta tierra.
A nivel micro-cósmico, es decir, del ser humano, -pequeño gran universo-, recordando, también, a los demás integrantes de los cuatro reinos naturales, con su potencial ilimitado, sus facultades espirituales, y la optimización de sus sentidos cósmicos, conformados por los valores universales, cuyo desenvolvimiento, con conocimiento de causa, revelan los alcances y posibilidades que constituyen metas y objetivos a lograr.
Las modernas “regresiones”, permiten el conocimiento de existencias pasadas, y por ende, la supervivencia del Espíritu y su continuidad en nuevos ciclos de vida. Las manifestaciones espirituales, fruto de facultades psíquicas altamente desarrolladas, así como el profundo mensaje ético-espiritual-filosófico que se ha observado en los últimos años en la India, -al igual que ya aconteciera en milenios anteriores, en este continente-, señalan nuevos senderos por recorrer.
Otro acontecimiento, del que ya se sentó jurisprudencia, es el hecho en el cual un Tribunal de Justicia, de Brasil, aceptó como prueba, o elemento de juicio válido para absolver a una persona, el testimonio del Espíritu de la víctima, dado a través del famoso sensitivo brasilero Francisco Cándido Xavier. En la comunicación indicaba la inocencia del acusado, y, al mismo tiempo, al culpable, quien reconoció los hechos imputados.
Existen importantes estudios sobre el Derecho Penal Espirita, y el anterior suceso histórico abre un panorama inmenso en el Derecho Penal mundial, permitiendo vislumbrar lo que traerá el futuro. En Brasil, aproximadamente, el 33% de su población, o más, sigue estudios Espiritas, cuyo pilar fundamental es la totalidad de las obras de Allan Kardec. Empero, la cantidad de autores de corte Espirita, y de otras corrientes de pensamiento afines, es de significativa importancia, tanto por su extensión como por su calidad.
Grandes científicos, poetas, filósofos, intelectuales, literatos, y millones de personas de todos los grupos étnicos y niveles sociales, en el mundo, se han ocupado de la Doctrina. Se suelen destacar los ilustres nombres de quienes nutren sus filas, entre ellos: Victor Hugo, William Crookes, Cesare Lombroso, Ernesto Bozzano, Camilo Flamarión, Federico Myers, Alfredo Russel Wallace, León Denis, Oliver Lodge, Arturo Conan Doyle, e incontables más. Ellos han estudiado la Doctrina en sus todas vertientes: científica, filosófica y ético-moral. Su huella es factible verla en muchas de sus obras.
Hacia la mitad del siglo XIX, el fenómeno de las mesas parlantes era la última moda, en Francia, -y en otros países-. De estos últimos, mencionamos, únicamente, el caso de las hermanas Fox, y el del Dr. Larkin, en Estados Unidos.  La gente se divertía, en la gran sociedad francesa, comunicándose con los Espíritus. Preguntamos: Era sólo diversión lo que buscaban? -O, había, en la mayoría, un anhelo de conocer mejor el destino humano después de la desencarnación? -O, acaso, las lectoras, y lectores, se encuentran libres de este tipo de interés? Cuándo desencarna un ser querido, la mayoría de las personas, -no experimentan el anhelo de volver a comunicarse con él? Esa es la razón por la que las personas con inquietudes normales, cada día se acercan a la Doctrina, para profundizar su estudio. Es la única que puede aportar respuestas contundentes y serias sobre la inmensa gama de las inquietudes humanas.
En los círculos franceses, formados de gente de óptimo nivel intelectual, se habían recibido miles de comunicaciones, gran número de ellas con excelente contenido moralizante. Empero, faltaba alguien que pudiese sintetizar ese cúmulo de enseñanza, y que, además, estudiase el fenómeno y dedujera  las consecuencias inherentes. Esa labor de exigentes esfuerzos, y alcances gigantescos, fue confiada a Hipolite León Denizard Rivail, quien luego, para desvincular el desarrollo de la Doctrina de su propia persona, e imprimirle independencia, adoptó el pseudónimo de Allan Kardec. Este era el nombre de Rivail en una existencia pasada, según le comunicó su guía espiritual, quien le había conocido entonces, en la Galia, en la época de los Druidas. Se sabe, también, que Rivail, en otra de sus vidas anteriores, fue Jetro, el suegro de Moisés, a quien se le atribuye ser el más antiguo exponente del principio de la Gerencia por excepción. Esto aconteció cuando, viendo el excesivo trabajo que Moisés desempeñaba, juzgando los casos del pueblo judío, le sugirió de elegir jueces de decenas, de cincuentena y de centenas, quienes juzgarían todos los casos que se presentaran. Los jueces de centenas remitirían los casos insolutos a los de cincuentena, éstos a los de decenas, y aquellos excepcionales, que los últimos no pudiesen resolver, serían los únicos que se le referirían a Moisés. Esto nos da una idea del calibre espiritual del Espíritu de Rivail, que ya poseía en el siglo XVI antes de nuestra era.
La sólida formación científica, filosófica, pedagógica y humanística de Allan Kardec, unida a su gran capacidad de trabajo y de síntesis, objetividad y seriedad a toda prueba, le hacían la persona idónea para entregarle esa enorme cantidad de material acumulado, -más de 50 cuadernos-, para que fuese utilizado en la realización de una síntesis coherente.  El trabajo le pareció inmenso a Kardec; empero, fue alentado por sus guías espirituales, quienes le indicaron que esa era su misión, para la cual se había preparado sin saberlo. Fue advertido de que sería secundado en la tarea, pero, que debía ser fuerte y constante, para implantar la Doctrina; con paciencia, su misión triunfaría, como en efectos, así aconteció.
Esto sucedía en el año 1854, en Francia, lo cual marca el comienzo de la etapa de investigador y primer exponente relevante de la Doctrina. Kardec estaba consciente de la importancia de la labor que emprendía, y entrevió, en dichos fenómenos, la clave de la incógnita del pasado y del porvenir de la humanidad, de la solución que él había buscado durante toda su vida. Se percataba, a la vez, de que iba a generar una importante transformación en las ideas, y en las creencias, prometiéndose, por ello, “obrar con circunspección y no ligeramente; ser positivista y no idealista”, para evitar desilusiones. Buscó, en todas sus investigaciones, la solución de los objetivos que le interesaban desde el punto de vista de la ciencia, de la filosofía, de la psicología y de la naturaleza del mundo invisible.
Kardec, en cada sesión, llevaba una serie de preguntas  preparadas, y metódicamente ordenadas, que recibieron contestación “precisa, profunda y lógica”. Estas cuestiones son las mismas que, desarrolladas gradualmente, fueron la base de “El Libro de los Espíritus”. Posteriormente, publicaría las demás obras de su autoría: Instrucción Práctica para la Comunicación Espiritista; El libro de los médiums; El Evangelio según el Espiritismo; Cielo e Infierno; El Génesis; y, el libro síntesis: Qué es el Espiritismo?
En enero de 1858, salió a luz pública el primer número de la Revue Espirite, que aún se edita, en Francia; y el mismo año, funda la Sociedad Parisina de Estudios Espiritas. Allan Kardec, elaboró una Constitución, con exposición de motivos, sobre el Espiritismo y su futura dirección. El 31 de marzo de 1869, el Codificador de la Doctrina, culmina, exitosamente, su misión. Las obras que escribió se tradujeron a todos los idiomas. Sus discípulos, que se cuentan por millones, en el mundo entero, crecen, cada día más. La Doctrina Espirita, con sus múltiples exponentes, es fuente fundamental de la Doctrina Universal, de necesario estudio para ampliar, certeramente, la propia visión de la vida y del universo. Es mucho más interesante de lo que, generalmente, se cree. Quien busca, con anhelo sincero y afán de saber, encuentra. 
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El genio de Kardec,  entra en escena cuando comienza a aplicar la Doctrina contenida en El Libro de los Espíritus para resolver las grandes incógnitas de la historia y percibir una perspectiva universal de la vida en la pluralidad de mundos habitados, arrojando luces sobre la realidad histórica del Planeta; por ejemplo, cuando percibe, antes que nadie, que la raza adámica es parte de una inmigración espiritual llegada de otros planetas, más adelantada que la familia originaria de la Tierra; cuando analiza la tesis de los “ángeles caídos”  y percibe que son aquellos grupos de Espíritus refractarios al progreso que, una vez celebrado el juicio de mayoría, en cada mundo, son apartados y conducidos a aquellas moradas más acordes con su respectivo grado evolutivo, donde, de retrógradas pasan a ser maestros, o por lo menos, desenvolverse en ambientes más afines a sus tendencias.
Es en el libro Génesis, -publicado en 1868- donde se revela el Kardec genial en un nivel superior al ya reflejado en El Libro de los Espíritus. Aquí, comienza a percibir una realidad universal antes que ningún otro pensador en la historia y fue adecuando la Doctrina a esas inquietudes, -más las respectivas intuiciones fruto de su genio y las inspiraciones inherentes de genios análogos –desde la dimensión espiritual- co-participes en las obras; comienza a aplicarlas para ir esclareciendo los grandes enigmas de la humanidad.
Kardec, es el pionero en la enseñanza de una realidad universal que abre nuevos horizontes para la humanidad reflejando su verdadero destino, en el Planeta.
Es el primero en hablar, en El Libro de los Espíritus, sobre la Reencarnación,  conocida desde la más remota antigüedad y lo hace 18 años antes que Helena P. Blavasky. En el siglo XX se han comprobado, científicamente, más de cinco mil casos de reencarnación, otorgándole un carácter irrefutable universalmente; el tema, está generando un interés creciente.
Constituye, Kardec, un paradigma vigente en la senda evolutiva de la sabiduría, superándose a sí mismo en el libro Génesis más allá de El Libro de los Espíritus. En éste, sube a la cima de la montaña de la Doctrina Universal; en aquel, observa desde esa posición privilegiada y aplica la percepción intuitiva y la inspiración creadora de las cuales es objeto, para resolver cuestiones fundamentales de la vida y la historia en el Planeta, abriendo nuevos caminos de progreso.
Millones de personas se encuentran avocadas al estudio de las enseñanzas espirituales, axiológicas y/o ético-moral, filosóficas y metafísicas, que sólo la Doctrina Universal puede ofrecer en igual grado de luminosidad, gracias a sus obras maestras y de quienes, emulando su ejemplo, han continuado la Gran Conversación a través de los tiempos.
Así como en el Quijote, cada nueva generación ve algo más que la que le precedió, ocurrirá lo mismo con el Libro de los Espíritus –y demás obras de Kardec-; observará cosas nuevas de acuerdo a las inquietudes de los tiempos y a la respectiva conciencia perceptiva. Pero, por encima de todo, servirá para que cada quien efectúe la conexión con los planos superiores y con la fuente suprema, el Ser Universal, en una meditación constante  sobre Él y los valores cósmicos,  optimizando la percepción intuitiva y la realización creadora en el estudio de las ciencias y las filosofías, así como la practica de todas las virtudes.

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El 18 de abril de 1857, se publicó, en Francia, El Libro de los Espíritus, de Allan Kardec, con el cual se daba inicio a una nueva era en los caminos del progreso humano.
Sin duda, es un libro valiente, tomando en cuenta la época en que se publicó. Sigue siendo fundamental. Allan Kardec, pseudónimo de Hipolite León Denizard Rivail, hombre de profunda cultura clásica, científica, filosófica, histórica, metafísica, etcétera, además de insigne pedagogo, sintetizó, -en una obra cuya lectura y estudio ha transformado la vida de millones de personas en el mundo entero-, una Doctrina que habla al entendimiento, ilumina el Espíritu y abre unos horizontes que le dan verdadero sentido a la vida humana, despejando las incógnitas existenciales, aclarando el destino de la humanidad en el planeta tierra, -escuela de sabiduría en diferentes grados-, señala el camino que, en los próximos milenios, habrá de recorrer en el inmenso pensum evolutivo que aún depara el progreso potencial del planeta.
Fue seleccionado Kardec, para su obra misionera-codificadora de la Doctrina, por su profunda capacidad de síntesis y vastos conocimientos, para interpretar, discernir y coordinar los mensajes contenidos en miles de comunicaciones espirituales recibidas por centenares de sensitivos en el mundo entero, pasmándose, en todas, el mismo mensaje, elevada enseñanza e idéntica doctrina: el conocimiento profundo de la vida y de las leyes cósmicas que rigen todas las manifestaciones universales, interrelaciones con el ser humano y su misión.
Obra admirable que, traducida a los principales idiomas, alcanzó, rápidamente, 18 ediciones en vida de Kardec, y 50, en las cinco décadas siguientes; conserva plena vigencia pese al tiempo transcurrido y dentro de dos mil o más años será estudiada aun tal como se hace hoy con la Odisea, el Mahabarata, los Vedas, el I Ching, el Tao Te Ching, etcétera, estudio fundamental, -expresión de la sabiduría-, por medio del cual, cada quien se imbuye del verdadero sentido existencial, conociendo el destino humano en sus variadas facetas.
Kardec, -auténtico profeta de una era de luz espiritual y ejemplo digno de emulación por su capacidad de trabajo, estudio y cumplimiento de una exigente misión-, condensó en su obra un alimento básico para las inteligencias ávidas del más sublime conocimiento espiritual.
Este clásico, aporta –para las mentes que desean optimizar su visión-, la iluminación del propio Espíritu, señalando derroteros que constituyen la meta esencial de la vida humana, proporciona paz, serenidad, sosiego y auténtica felicidad, a medida que, transcurriendo su lectura y estudio, va descubriendo la verdadera esencia de la vida humana, su finalidad y misión cósmica del ser humano, potenciando a la vez, el Espíritu y la voluntad, afirmando los ideales y rectificando la conducta en el sendero del bien, de la justicia, del amor, la verdadera fraternidad y la evolución universal.
Va conociendo, cada quien, sus verdaderas facultades psico-espirituales, la forma efectiva de cómo desarrollarlas y usarlas de acuerdo a los designios del Creador, estrechando la unión entre los entes que conforman la ecología psico-espiritual, a cuya sintonía elevada, constituyese en sensible y armónico canal de la Providencia Universal para plasmar la luz espiritual, el mensaje del amor cósmico y el aliento fraterno para superar exitosamente todas las pruebas existenciales, saldar las cuentas kármicas y alcanzar el punto de equilibrio cósmico, a partir de lo cual, cada quien conquista la auto-independencia y la auto-liberación para cooperar libremente, de acuerdo con la propia suma existencial, en los planes del Gran Arquitecto del Universo, dentro del infinito Taller cósmico.
Así lo expresó Kardec, y es oportuno citarlo de nuevo: -“El universo es un vasto taller: unos demuelen, otros reconstruyen; cada cual talla una piedra para el nuevo edificio, del cual únicamente el Gran Arquitecto del Universo posee el plan definitivo, y cuyo conjunto no se comprenderá sino cuando sus formas comenzarán a diseñarse por encima de la superficie del suelo”-.
La Doctrina, desde su codificación, en 1857, ha aglutinado en sus filas a las mentes más brillantes en todos los ámbitos del saber humano, a nivel mundial.
La lucidez mental, la seguridad personal y el poder psico-espiritual que se van desarrollando al acrecentar la visión cósmica, al profundizar en el mensaje contenido en la obra kardeciana, introduce en el auténtico camino evolutivo del ser, a cuyos inicios se encuentra, pero que, desde ya vislumbra las infinitas metas que en ilimitados ciclos de vida, en una carrera universal y eterna, -siempre en ascenso en forma de espiral-, ha de conquistar, cada vez en un mejor nivel de auto-expresión, evolución y grado de conciencia cósmica.
Una sola existencia es sólo un peldaño en los grados de la sabiduría universal. La obra de Kardec, abre la puerta correcta, en el momento oportuno y para quien, en forma gradual, experimente la necesidad de un alimento espiritual de tal valor. Su asimilación es de gran provecho para obtener esa visión certera de las cosas esenciales, en cada momento de la vida.
Se podrá poseer El Libro de los Espíritus, tenerlo en las manos, o por años en la biblioteca, pero, solamente un día, cuando cada quien esté preparado, -o preparada-, espontáneamente se manifiesta la iluminación, se adquiere conciencia de tal obra, con un claro impulso para leerla, revelándosele el mensaje que contiene y anhela el Espíritu humano.
Entonces, la existencia humana adquiere el verdadero sentido de acuerdo a los planes cósmicos y cada quien se ubica, de manera más efectiva, en el sendero de la propia autorrealización, asumiendo la tarea que, de acuerdo con los tiempos, le compete en el quehacer universal.
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El libro de los Espíritus trasciende cualquier otra obra en cuanto a los alcances de las respuestas que contiene en torno a Dios, a los valores universales, a las leyes divinas, a la educación moral de la humanidad, a la comprensión de las desigualdades entre los seres humanos, a la pluralidad de existencias y la ley de reencarnación y principios inherentes; la pluralidad de mundos habitados, ampliando la perspectiva universal de la vida, la respuesta a los grandes enigmas de la historia, y una inmensa cantidad de aspectos esenciales, en más de un millar de preguntas planteadas por uno de los pedagogos más lúcidos del siglo XIX, en Francia, como lo fue el profesor Hipolite León Denizard Rivail.
La obra kardeciana contribuyó a fundamentar una nueva era que plasmaba en mayor grado los ideales de los humanistas del siglo XIV, y de los grandes pensadores del Renacimiento.
Esa concepción humanista de volver la mirada a los orígenes, a la cultura clásica, a la ciencia y a la filosofía de la edad de oro griega, Allan Kardec la realiza con una amplitud incomparable, volviendo la atención a temas virtualmente olvidados no solamente durante la edad media, sino hasta la mitad del siglo XIX, como son: la Reencarnación y la interrelación de la dimensión espiritual con la física, aportando un conocimiento preciso de las facultades espirituales del Ser humano como ningún otro pensador lo hizo jamás en tiempo pasado. EL LIBRO DE LOS MEDIUMS, -o, De las facultades-, es la mejor obra de todos los tiempos, hasta ahora, en torno a las facultades espirituales del ser humano y su óptimo desarrollo.
El Libro de los Espíritus, junto con la Odisea, que contribuyó a forjar la edad de oro griega, y el Quijote, en el cual el genio inmortal de Cervantes plasmó una enseñanza para todos los tiempos, es la obra fundamental para la educación esencial del ser humano, en la preparación de la nueva edad de oro.
Pensadores del calibre de Kardec, al igual que Platón, en sus enfoques, seguirán vigentes, en líneas generales, en sus geniales concepciones de la verdad universal.
Conozcamos El libro de los Espíritus tan a fondo como un erudito lo hace con la temática de su disciplina. Seamos conocedores profundos de la obra del maestro, pero, también, de todas las obras que conforman el acervo cultural de la humanidad. Paralelamente, irán surgiendo, en la propia mente, las ideas intuitivas y las inspiraciones que aporten el conocimiento esencial de acuerdo con la inquietud de los tiempos.
La proyección de la lectura de EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, iluminará los horizontes humanos, encaminándola hacia la nueva edad de oro en gestación. Esta labor podrá ser realizada, con efectividad, mediante pequeños círculos sistemáticos de lecturas, en progresión geométrica. Será en beneficio de cada ser que habita el planeta tierra- El mensaje de la verdad universal, que contiene, es bien acogido por todos con gran beneplácito. El Libro de Los Espíritus, es, con certeza, una de las percepciones más lúcidas  del pensamiento universal.
Adelante.