jueves, 9 de mayo de 2013

SIEMPRE HAY VARIAS FORMAS…



SIEMPRE HAY VARIAS FORMAS…

©Giuseppe Isgró C.



Siempre hay varias formas
de hacer las cosas,
unas mejores que otras,
pero hasta que se aborde el trabajo,
habrá que esperar para elegir.

De nada sirve afanarse antes del tiempo,
y estar inquieto por lo que ocurrirá;
siempre el mejor curso de acción
será seguido, sea quien fuere que esté al mando.

Cada conductor es un instrumento
de la voluntad divina que le utiliza,
hasta el instante preciso en que deja de ser útil,
en un lugar, para ser utilizado en otro,
ya que nadie deja de ser cooperador,
pese a que las apariencias parezcan
reflejar lo contrario.

Hasta el momento propicio
no se activa la voluntad creadora;
ni la inspiración aflora señalando nuevos rumbos,
ni la intuición percibe lo que se precisa para triunfar.
Es que de nada sirve activar un poder
que no se va a usar,
la naturaleza no trabaja en balde;
la Divinidad, o cualquier Espíritu guía,
ejerce fuerzas de bloqueo o de empuje;
en ambas inspiran la acción fecunda,
o la calma restauradora, y germinante.

La inspiración percibe sólo cuando se precisa
el destello fulgurante que indica el camino,
en la encrucijada; no antes de llegar a ella.
Por eso de nada sirve el ensayo etiquetado,
cuando a la hora de realizar la obra,
cada quien se puede encontrar con otra cosa
diferente a lo pensado, o imaginado.

Hay que esperar el momento oportuno,
en que cara a cara se afronte la realidad;
y de acuerdo a la magnitud de la tarea,
aflorará la fuerza creadora, y la inspiración sutil;
y la intuición permitirá conocer lo que se precisa,
regido por el poder de la razón,
con su lógica inductiva, y deductiva.

De acuerdo al tamaño de las circunstancias,
se manifiesta el ser genial, que en cada quien se anida,
es la misma Divinidad, que aflora y quía,
y su Voluntad la que realiza la tarea,
aunque se crea que cada uno es quien lo ha hecho.

La idea surge de adentro, y creemos que es nuestra,
pero alguien la inspira, por el pensamiento,
en el pensamiento,
o en alguna parte la tomamos, en proyección espiritual.
La fuerza emana del Ser Universal, y sin ella,
qué es la expresión individual del poder?

Un grano de arena en el desierto,
no hace el desierto, pero, es parte de él;
y un árbol solo no hace un bosque,
empero, lo complementa.

El trabajo lo efectúa la Divinidad,
en el tiempo perfecto, según los planes divinos,
regidos por la ley de afinidad,
que ordena todo en el Universo.
Los resultados indicados por el fiel de la balanza,
de la justicia inexorable, divina,
regida por los parámetros
de los valores universales, cuya sabiduría guía,
distinguiendo la verdad
de lo que deja de serlo.

Hasta que llegue la hora de la acción,
dejará de aflorar la fuerza, y la inspiración,
por cuanto, fuerza e iluminación,
son estados aclarados de la conciencia
por la luz y el poder de la Divinidad.

Empero, al llegar el momento de realizar la obra,
fluirá la fuerza de empuje, y la del bloqueo,
que permiten estar en el lugar correcto,
haciendo la cosa debida, en el momento oportuno.
Es el tiempo perfecto de Dios, y la obra, también,
de acuerdo al plan que el Supremo Artífice trazara,
en la noche de los tiempos, para toda la eternidad,
en tiempo presente.

Cuando llegue el momento, las cosas fluirán
como deben hacerlo.
A qué sirve, entonces,
afanarse antes de tiempo, si no sabes qué circunstancias afrontarás?

Cuando llegue el momento, de acuerdo a la realidad,
deja que el ser fluya y se exprese el genio de la Divinidad.
La fuerza aflorará, y la inspiración también,
si estás preparado.
Sé como el agua, que estando en el vaso,
adquiere la forma del vaso;
en la botella, se transforma en botella,
tal como lo decía Bruce Lee,
y encontrándose en el río, corre hacia el mar,
pero, en el recorrido moja la tierra
que habrá de vivificar
la vida en la naturaleza,
y a las plantas que darán los frutos,
que alimentan, o las flores que embellecen,
ya que cada cosa cumple su misión,
que le asignara el Sublime Arquitecto del Universo, en sus divinos planes.

Deja que el poder fluya, con tranquilidad,
en el tiempo perfecto de Dios,
para hacer lo que Él quiera,
cuando Él lo quiera,
cómo Él lo quiera.
A esto, nada se le asemeja.

Escucha Su voz,
en la conciencia.
Observa su justicia,
en tus pensamientos, sentimientos,
palabras y actos.
Potencia tu voluntad
con el anhelo Divino,
dejando que libremente fluya
por tu intermedio.

Cuando llegue el momento,
y cara a cara te encuentres
con la realidad,
sé lo que debes ser.
Sé como el agua,
que se adapta y
sigue fluyendo;
que se acumula
y supera los diques, que se le interponen.
Si hace mucho calor, se evapora,
y se condensa en nubes,
después se transforma en lluvia,
y restablece el equilibrio en la naturaleza.

Cada realidad que se afronta,
extrae del propio ser el poder
para controlarla,
y el conocimiento, para optimizarla.

Todo está dentro.
Espera su momento.
Aflorará.
Sé como el agua.
Según de qué se trate,
es lo que debe ser.
Tú, por tu naturaleza divina,
también.




miércoles, 8 de mayo de 2013

EXAMEN DE SÍ MISMO


EXAMEN DE SÍ MISMO

©Giuseppe Isgró C.



Decía Pitágoras: -“Antes de dormirte, cada noche, por mucho cansancio que tengas, tres veces examina cada uno de tus actos:
·       –“Dónde he estado?”
·       –“Qué he realizado?”
·       –“Cuál obligación dejé de cumplir?”
·       “Partiendo desde el inicio, recorre, también, el después del después. Has incurrido en bajezas? Recrimínate! Has realizado justas acciones? Alégrate. De las primeras, proponte enmendarte; estas últimas, tenlas como modelo a seguir, con fervor. Esto es lo que a ti te pondrá en la horma de la virtud divina”.
-Nos estamos adentrando, ahora, a lo más  profundo de la enseñanza pitagórica que equivale a decir, de la antigüedad clásica, ya que, es el reflejo de doctrinas más antiguas que Pitágoras asimilara por sus andanzas por Egipto, Babilonia, y otros lugares por los que anduvo, recordando que Orfeo representó, con anterioridad, una fuente de tránsito de vital importancia, en la cual se basan, aún hoy día, muchas de las más importantes instituciones esotéricas, entre ellas la Masonería Universal; ésta es una de las más sublimes y augustas, que contiene, en su simbolismo, una profunda y antiquísima sabiduría. Es necesario descifrar este antiguo bagaje, aprovechando sus enseñanzas, aprovechándola como medio de autorrealización. En las tradiciones históricas de la Doctrina de la Verdad Universal, Pitágoras constituye una de las fuentes esenciales.
-La práctica de repasar el día, antes de dormir, preguntándose: –“Dónde he estado?” –“Qué he realizado?” –“Cuál obligación dejé de cumplir?”, permite, rememorar todo lo que se ha realizado y al revisarlo, percibir las eventuales fallas, lo que se ha dejado de hacer, cómo pudo haberse hecho mejor, lo cual lleva a hacerse cargo de cómo, la siguiente vez que se afronte una situación análoga, se puede resolver de una manera más efectiva. Es, este método, el verdadero arte de la maestría personal. Es la meditación sobre la vida y la conciencia intuitiva y las eventuales inspiraciones de los guías espirituales, que comunican a través del propio pensamiento, facilitan la percepción de la verdad universal en todos los ámbitos existenciales, por cuanto, la vida se vive cada día y optimizar el ejercicio de vivir es la parte más importante en la existencia humana, ya que la puede rendir más efectiva, satisfactoria y feliz, que es el objetivo del Ser Universal y todas las fuerzas de la naturaleza de las cosas tienden a cooperar a tal fin.
Dice el filósofo de Samos: Partiendo desde el inicio, recorre, también, el después del después. Has incurrido en bajezas? Recrimínate! Has realizado justas acciones? Alégrate. De las primeras, proponte enmendarte; estas últimas, tenlas como modelo a seguir, con fervor. Esto es lo que a ti te pondrá en la horma de la virtud divina”. Cada error implica una auto-promesa de corregirlo la siguiente vez, o de contactar con las personas involucradas para disculparse y reestablecer la armonía, compensar cualquier eventual perjuicio o, simplemente, aprovechar alguna oportunidad que, el día que terminó dejó de hacerse.
-Este ejercicio desarrolla la facultad de la imaginación, que es la visión del Espíritu, así como la capacidad de  visualización, que permite la creación mental de las nuevas condiciones idóneas que se perciben que deben ser gestadas la próxima vez. Al rememorar las situaciones vividas y detectar que es lo que estuvo bien y qué es lo que precisa corrección, esa prudencia perceptiva a través del auto-análisis se fija en la memoria del alma y el constante ejercicio de recordar la mantiene activa y le permite aflorar cada vez que se precisa el conocimiento archivado, tanto del presente ciclo de vida, como de los anteriores. Este constante recordar, durante ese momento previo al sueño, en que van adormeciéndose los sentidos físicos, permite expandir la conciencia y entrar en un nivel fronterizo de la misma, en el cual, el Espíritu, emancipado de los sentidos físicos, realiza lecturas de contenidos mentales relativos a vidas anteriores, registrados en la propia alma, a la vez, que, proyectado en las esferas mentales acordes al propio nivel evolutivo, efectúa lecturas de contenidos mentales archivados en el alma de quienes, por afinidad, entra en contacto, y, esa riqueza de percepciones, en dicho estado fronterizo de conciencia, es decir, de conciencia expandida, al reincorporarse, el Espíritu, al cuerpo, en esos breves intervalos de la reincorporación, el Espíritu la rememora y el cerebro las registra y las transfiere a la conciencia objetiva del presente ciclo de vida, a la cual puede tener acceso con facilidad y sin percatarse, la persona, va expandiendo su conciencia de las cosas, conociendo una inmensa cantidad de cosas que no le ha enseñado nadie, simplemente, las sabe sin saber como, pero las sabe y su prudencia interior va aflorando cada vez que precisa un conocimiento determinado para resolver algo o tomar una determinada decisión, lo cual le permite prever o anticipar cosas como si las hubiese conocido desde siempre.
-Esta práctica del recuerdo de los hechos del día, facilita la unificación de la conciencia y su expansión a niveles de conocimientos que van más allá de la facultad de percepción a través de los cinco sentidos y de la lógica inductiva y deductiva y mantiene activa la memoria, tanto del presente ciclo de vida, como más allá del mismo, pero, sobre todo, en perfecto funcionamiento.

lunes, 6 de mayo de 2013

COMUNICACIÓN DE CONTENIDOS MENTALES



MEDITACIONES ESENCIALES: 282

COMUNICACIÓN DE CONTENIDOS MENTALES

©Giuseppe Isgró C.


El Espíritu tiene la facultad de viajar a la velocidad del pensamiento y se desplaza de un lugar a otro en el cual se encuentra la persona con quien se comunica; al entrar en contacto sus campos magnéticos se efectúan, automáticamente, lecturas de contenidos mentales, por el pensamiento.
Constituye una capacidad de percepción del pensamiento al igual que la de los demás sentidos. Realmente, no hay transmisión, sino comunicación y percepción del pensamiento o del sentimiento con contacto espiritual entre las partes, por cuanto el uno se desplaza al lugar en que se encuentra el otro o viceversa, en forma instantánea.
Es decir, se adquiere conciencia del contenido mental de la otra parte por contacto espiritual entre ambos.

MEDITACIONES ESENCIALES



MEDITACIONES ESENCIALES: 244

©Giuseppe Isgró C.


Los Espíritus, en la dimensión espiritual, al igual que aquellos que se encuentran en la física, perciben en la conciencia, el efecto coercitivo de los valores universales, o atributos divinos, que les advierten, lo que deben evitar, o lo que deben hacer, en un momento dado. Es la acción pedagógica del Creador Universal por medio de los sentimientos de los valores universales dentro de la conciencia.

La conciencia del ser, encarnado o desencarnado, es una réplica exacta de la del Creador Universal, y en ella se expresa el sentimiento de lo justo o de lo injusto, de lo bello o de lo feo, del bien o del mal, del deber y de la solidaridad, de la vergüenza y del pudor, del amor y de la compasión, entre otros, indicando los límites y la polaridad de los pensamientos, de los sentimientos, de las palabras y de los actos u omisiones de actos. 

Los valores universales, o atributos divinos, constituyen los sentidos espirituales que guían al ser en todas las fases existenciales, cuando se escucha la voz de la conciencia. 

Desoída la misma, se activa la acción coactiva, haciendo experimentar la respectiva percepción del error en que se ha incurrido, y la reprimenda inherente, como un efecto de reclamo, o sanción, de la ley cósmica impresa en la propia conciencia.

domingo, 5 de mayo de 2013

PROGRESO ETERNO E INFINITO: -"El progreso eterno e infinito, en el cual el Espíritu elabora su propio plan de desarrollo, mediante el cual coopera en la realización de la Gran Obra cósmica". Giuseppe Isgró Cattafi



MEDITACIONES ESENCIALES: 226

PROGRESO ETERNO E INFINITO


©Giuseppe Isgró C,




Cuando se menciona el hecho de que, los Espíritus, habiendo alcanzado un determinado grado de pureza, y perfección evolutiva, ya no están obligados a reencarnar, debe entenderse que ya no están obligados a reencarnarse con fines de expiar, compensando, deudas kármicas de existencias pasadas.
Es decir, que se han liberado de compromisos que les hacía necesario reencarnar a tales efectos a los fines de compensar, cancelando sus respectivas deudas. Habiendo quedado libres de tales deudas, los Espíritus no se encuentran obligados a hacerlo con tales finalidades kármicas, y adquieren una autonomía que trasciende toda obligación con otros seres.
 Empero, este grado de autonomía y de libertad no implica que ya jamás deban volver a reencarnar. Esto es preciso descartarlo absolutamente. Existen otras condiciones que obligan a los Espíritus a reencarnarse, como son:
                 I.   El progreso eterno e infinito, en el cual el Espíritu elabora su propio plan de desarrollo, mediante el cual coopera en la realización de la Gran Obra cósmica.
              II.   El plan de estudio existente en cada mundo, al cual, cada Espíritu se encuentra adscrito, en un momento dado, por propia elección, o por el grado evolutivo alcanzado, que le ubica, automáticamente, en un determinado grupo, ejerciendo, siempre, su libre albedrío, o facultad de autonomía.
            III.   Por misión autoimpuesta, de cooperar con humanidades que precisan de un instructor en el nivel alcanzado por determinado Espíritu.
             IV.   Por misión asignada por los Regidores Cósmicos, en un determinado mundo, y libremente aceptada por el Espíritu en particular.
                V.   Cualquier otra condición en que, los Espíritus, por la ley de la solidaridad, se encuentran obligados, moralmente, por la propia conciencia, a cooperar con las humanidades que lo precisan, lo cual, no deja de ser, al mismo tiempo, una oportunidad de crecimiento espiritual, ya que, tales misiones, les facultan para poner en práctica, sus conocimientos, experiencias y visión de desarrollo alcanzado.
             VI.   Esto nos permite ver que, a partir de cierto grado evolutivo, el Espíritu queda en libertad de cooperar por libre elección en la parte de la Gran Obra que mejor se adapte a su experiencia y conocimiento, optimizando su vocación de servicio y aptitudes.
           VII.   Por otra parte, el Espíritu va percibiendo áreas determinadas en las cuales precisa fortalecerse, y desarrollarse, en un mejor nivel, por lo cual, elige existencias físicas, a tales efectos, por propia iniciativa, ya que el afán evolutivo es incesante en la propia conciencia. Tomemos en cuenta de que, en la dimensión espiritual, los Espíritus, bajo la dirección de los respectivos guías, visitan los mundos más avanzados que implican los siguientes grados de desarrollo en su escala evolutiva. De lo que allí observan, eligen libremente, aquellas áreas por las cuales se sienten identificados. Las unas para optimizar sus facultades y aptitudes desarrolladas. Las otras, para desarrollar las que lo precisan.

A TI QUE LENTO PASAS Y SIEMPRE ESTÁS PRESENTE


¡A TI QUE LENTO PASAS
Y SIEMPRE ESTÁS PRESENTE!
-1970-

©Giuseppe Isgró C.


Con el vuelo del tiempo cierto
y un ver más lejos en el horizonte humano,
se acrisola el pensamiento joven
y la intensidad del ser se deja ver.

¿Qué han de ser todas estas cosas
que nos rodean y como pruebas afrontamos,
que nuestras fuerzas calibran
y nuestra experiencia ensanchan?

Las circunstancias adversas que el ser enfrenta,
en su batallar continuo en la vida,
con frecuencia cierta le alejan de sí mismo,
pero mientras más se aleja
mejor aprende a conocer
el camino de la vida.

¡OH, sublime tiempo que vuelas
y contigo nos llevas
en el recorrer de la existencia;
a ti, que lento pasas y siempre estás presente,
el ser debería poseerte más intensamente!

El ser, en los días inciertos
de los tiempos presentes,
el presente de ti, ¡OH, tiempo!,
parece como si no viviera.

Inquieto, al mañana su pensar proyecta,
debiendo centrarse en el aquí y ahora.
El mañana es incierto,
el hoy es certero y está presente,
y del ser que piensa
y tranquilo avanza,
es preciado tesoro.

Con el pasar del tiempo certero,
el ser supera su prueba.
Porque la vida es prueba,
es enfrentar continuo las propias fuerzas,
con las fuerzas adversas,
y del triunfo seguro aunque a veces tardío,
nace la evolución, la sabiduría del ser.

¡A ti, OH tiempo, tesoro
del ser,
yo te canto y alabo
tu sublime grandeza!

EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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jueves, 9 de mayo de 2013

SIEMPRE HAY VARIAS FORMAS…



SIEMPRE HAY VARIAS FORMAS…

©Giuseppe Isgró C.



Siempre hay varias formas
de hacer las cosas,
unas mejores que otras,
pero hasta que se aborde el trabajo,
habrá que esperar para elegir.

De nada sirve afanarse antes del tiempo,
y estar inquieto por lo que ocurrirá;
siempre el mejor curso de acción
será seguido, sea quien fuere que esté al mando.

Cada conductor es un instrumento
de la voluntad divina que le utiliza,
hasta el instante preciso en que deja de ser útil,
en un lugar, para ser utilizado en otro,
ya que nadie deja de ser cooperador,
pese a que las apariencias parezcan
reflejar lo contrario.

Hasta el momento propicio
no se activa la voluntad creadora;
ni la inspiración aflora señalando nuevos rumbos,
ni la intuición percibe lo que se precisa para triunfar.
Es que de nada sirve activar un poder
que no se va a usar,
la naturaleza no trabaja en balde;
la Divinidad, o cualquier Espíritu guía,
ejerce fuerzas de bloqueo o de empuje;
en ambas inspiran la acción fecunda,
o la calma restauradora, y germinante.

La inspiración percibe sólo cuando se precisa
el destello fulgurante que indica el camino,
en la encrucijada; no antes de llegar a ella.
Por eso de nada sirve el ensayo etiquetado,
cuando a la hora de realizar la obra,
cada quien se puede encontrar con otra cosa
diferente a lo pensado, o imaginado.

Hay que esperar el momento oportuno,
en que cara a cara se afronte la realidad;
y de acuerdo a la magnitud de la tarea,
aflorará la fuerza creadora, y la inspiración sutil;
y la intuición permitirá conocer lo que se precisa,
regido por el poder de la razón,
con su lógica inductiva, y deductiva.

De acuerdo al tamaño de las circunstancias,
se manifiesta el ser genial, que en cada quien se anida,
es la misma Divinidad, que aflora y quía,
y su Voluntad la que realiza la tarea,
aunque se crea que cada uno es quien lo ha hecho.

La idea surge de adentro, y creemos que es nuestra,
pero alguien la inspira, por el pensamiento,
en el pensamiento,
o en alguna parte la tomamos, en proyección espiritual.
La fuerza emana del Ser Universal, y sin ella,
qué es la expresión individual del poder?

Un grano de arena en el desierto,
no hace el desierto, pero, es parte de él;
y un árbol solo no hace un bosque,
empero, lo complementa.

El trabajo lo efectúa la Divinidad,
en el tiempo perfecto, según los planes divinos,
regidos por la ley de afinidad,
que ordena todo en el Universo.
Los resultados indicados por el fiel de la balanza,
de la justicia inexorable, divina,
regida por los parámetros
de los valores universales, cuya sabiduría guía,
distinguiendo la verdad
de lo que deja de serlo.

Hasta que llegue la hora de la acción,
dejará de aflorar la fuerza, y la inspiración,
por cuanto, fuerza e iluminación,
son estados aclarados de la conciencia
por la luz y el poder de la Divinidad.

Empero, al llegar el momento de realizar la obra,
fluirá la fuerza de empuje, y la del bloqueo,
que permiten estar en el lugar correcto,
haciendo la cosa debida, en el momento oportuno.
Es el tiempo perfecto de Dios, y la obra, también,
de acuerdo al plan que el Supremo Artífice trazara,
en la noche de los tiempos, para toda la eternidad,
en tiempo presente.

Cuando llegue el momento, las cosas fluirán
como deben hacerlo.
A qué sirve, entonces,
afanarse antes de tiempo, si no sabes qué circunstancias afrontarás?

Cuando llegue el momento, de acuerdo a la realidad,
deja que el ser fluya y se exprese el genio de la Divinidad.
La fuerza aflorará, y la inspiración también,
si estás preparado.
Sé como el agua, que estando en el vaso,
adquiere la forma del vaso;
en la botella, se transforma en botella,
tal como lo decía Bruce Lee,
y encontrándose en el río, corre hacia el mar,
pero, en el recorrido moja la tierra
que habrá de vivificar
la vida en la naturaleza,
y a las plantas que darán los frutos,
que alimentan, o las flores que embellecen,
ya que cada cosa cumple su misión,
que le asignara el Sublime Arquitecto del Universo, en sus divinos planes.

Deja que el poder fluya, con tranquilidad,
en el tiempo perfecto de Dios,
para hacer lo que Él quiera,
cuando Él lo quiera,
cómo Él lo quiera.
A esto, nada se le asemeja.

Escucha Su voz,
en la conciencia.
Observa su justicia,
en tus pensamientos, sentimientos,
palabras y actos.
Potencia tu voluntad
con el anhelo Divino,
dejando que libremente fluya
por tu intermedio.

Cuando llegue el momento,
y cara a cara te encuentres
con la realidad,
sé lo que debes ser.
Sé como el agua,
que se adapta y
sigue fluyendo;
que se acumula
y supera los diques, que se le interponen.
Si hace mucho calor, se evapora,
y se condensa en nubes,
después se transforma en lluvia,
y restablece el equilibrio en la naturaleza.

Cada realidad que se afronta,
extrae del propio ser el poder
para controlarla,
y el conocimiento, para optimizarla.

Todo está dentro.
Espera su momento.
Aflorará.
Sé como el agua.
Según de qué se trate,
es lo que debe ser.
Tú, por tu naturaleza divina,
también.




miércoles, 8 de mayo de 2013

EXAMEN DE SÍ MISMO


EXAMEN DE SÍ MISMO

©Giuseppe Isgró C.



Decía Pitágoras: -“Antes de dormirte, cada noche, por mucho cansancio que tengas, tres veces examina cada uno de tus actos:
·       –“Dónde he estado?”
·       –“Qué he realizado?”
·       –“Cuál obligación dejé de cumplir?”
·       “Partiendo desde el inicio, recorre, también, el después del después. Has incurrido en bajezas? Recrimínate! Has realizado justas acciones? Alégrate. De las primeras, proponte enmendarte; estas últimas, tenlas como modelo a seguir, con fervor. Esto es lo que a ti te pondrá en la horma de la virtud divina”.
-Nos estamos adentrando, ahora, a lo más  profundo de la enseñanza pitagórica que equivale a decir, de la antigüedad clásica, ya que, es el reflejo de doctrinas más antiguas que Pitágoras asimilara por sus andanzas por Egipto, Babilonia, y otros lugares por los que anduvo, recordando que Orfeo representó, con anterioridad, una fuente de tránsito de vital importancia, en la cual se basan, aún hoy día, muchas de las más importantes instituciones esotéricas, entre ellas la Masonería Universal; ésta es una de las más sublimes y augustas, que contiene, en su simbolismo, una profunda y antiquísima sabiduría. Es necesario descifrar este antiguo bagaje, aprovechando sus enseñanzas, aprovechándola como medio de autorrealización. En las tradiciones históricas de la Doctrina de la Verdad Universal, Pitágoras constituye una de las fuentes esenciales.
-La práctica de repasar el día, antes de dormir, preguntándose: –“Dónde he estado?” –“Qué he realizado?” –“Cuál obligación dejé de cumplir?”, permite, rememorar todo lo que se ha realizado y al revisarlo, percibir las eventuales fallas, lo que se ha dejado de hacer, cómo pudo haberse hecho mejor, lo cual lleva a hacerse cargo de cómo, la siguiente vez que se afronte una situación análoga, se puede resolver de una manera más efectiva. Es, este método, el verdadero arte de la maestría personal. Es la meditación sobre la vida y la conciencia intuitiva y las eventuales inspiraciones de los guías espirituales, que comunican a través del propio pensamiento, facilitan la percepción de la verdad universal en todos los ámbitos existenciales, por cuanto, la vida se vive cada día y optimizar el ejercicio de vivir es la parte más importante en la existencia humana, ya que la puede rendir más efectiva, satisfactoria y feliz, que es el objetivo del Ser Universal y todas las fuerzas de la naturaleza de las cosas tienden a cooperar a tal fin.
Dice el filósofo de Samos: Partiendo desde el inicio, recorre, también, el después del después. Has incurrido en bajezas? Recrimínate! Has realizado justas acciones? Alégrate. De las primeras, proponte enmendarte; estas últimas, tenlas como modelo a seguir, con fervor. Esto es lo que a ti te pondrá en la horma de la virtud divina”. Cada error implica una auto-promesa de corregirlo la siguiente vez, o de contactar con las personas involucradas para disculparse y reestablecer la armonía, compensar cualquier eventual perjuicio o, simplemente, aprovechar alguna oportunidad que, el día que terminó dejó de hacerse.
-Este ejercicio desarrolla la facultad de la imaginación, que es la visión del Espíritu, así como la capacidad de  visualización, que permite la creación mental de las nuevas condiciones idóneas que se perciben que deben ser gestadas la próxima vez. Al rememorar las situaciones vividas y detectar que es lo que estuvo bien y qué es lo que precisa corrección, esa prudencia perceptiva a través del auto-análisis se fija en la memoria del alma y el constante ejercicio de recordar la mantiene activa y le permite aflorar cada vez que se precisa el conocimiento archivado, tanto del presente ciclo de vida, como de los anteriores. Este constante recordar, durante ese momento previo al sueño, en que van adormeciéndose los sentidos físicos, permite expandir la conciencia y entrar en un nivel fronterizo de la misma, en el cual, el Espíritu, emancipado de los sentidos físicos, realiza lecturas de contenidos mentales relativos a vidas anteriores, registrados en la propia alma, a la vez, que, proyectado en las esferas mentales acordes al propio nivel evolutivo, efectúa lecturas de contenidos mentales archivados en el alma de quienes, por afinidad, entra en contacto, y, esa riqueza de percepciones, en dicho estado fronterizo de conciencia, es decir, de conciencia expandida, al reincorporarse, el Espíritu, al cuerpo, en esos breves intervalos de la reincorporación, el Espíritu la rememora y el cerebro las registra y las transfiere a la conciencia objetiva del presente ciclo de vida, a la cual puede tener acceso con facilidad y sin percatarse, la persona, va expandiendo su conciencia de las cosas, conociendo una inmensa cantidad de cosas que no le ha enseñado nadie, simplemente, las sabe sin saber como, pero las sabe y su prudencia interior va aflorando cada vez que precisa un conocimiento determinado para resolver algo o tomar una determinada decisión, lo cual le permite prever o anticipar cosas como si las hubiese conocido desde siempre.
-Esta práctica del recuerdo de los hechos del día, facilita la unificación de la conciencia y su expansión a niveles de conocimientos que van más allá de la facultad de percepción a través de los cinco sentidos y de la lógica inductiva y deductiva y mantiene activa la memoria, tanto del presente ciclo de vida, como más allá del mismo, pero, sobre todo, en perfecto funcionamiento.

lunes, 6 de mayo de 2013

COMUNICACIÓN DE CONTENIDOS MENTALES



MEDITACIONES ESENCIALES: 282

COMUNICACIÓN DE CONTENIDOS MENTALES

©Giuseppe Isgró C.


El Espíritu tiene la facultad de viajar a la velocidad del pensamiento y se desplaza de un lugar a otro en el cual se encuentra la persona con quien se comunica; al entrar en contacto sus campos magnéticos se efectúan, automáticamente, lecturas de contenidos mentales, por el pensamiento.
Constituye una capacidad de percepción del pensamiento al igual que la de los demás sentidos. Realmente, no hay transmisión, sino comunicación y percepción del pensamiento o del sentimiento con contacto espiritual entre las partes, por cuanto el uno se desplaza al lugar en que se encuentra el otro o viceversa, en forma instantánea.
Es decir, se adquiere conciencia del contenido mental de la otra parte por contacto espiritual entre ambos.

MEDITACIONES ESENCIALES



MEDITACIONES ESENCIALES: 244

©Giuseppe Isgró C.


Los Espíritus, en la dimensión espiritual, al igual que aquellos que se encuentran en la física, perciben en la conciencia, el efecto coercitivo de los valores universales, o atributos divinos, que les advierten, lo que deben evitar, o lo que deben hacer, en un momento dado. Es la acción pedagógica del Creador Universal por medio de los sentimientos de los valores universales dentro de la conciencia.

La conciencia del ser, encarnado o desencarnado, es una réplica exacta de la del Creador Universal, y en ella se expresa el sentimiento de lo justo o de lo injusto, de lo bello o de lo feo, del bien o del mal, del deber y de la solidaridad, de la vergüenza y del pudor, del amor y de la compasión, entre otros, indicando los límites y la polaridad de los pensamientos, de los sentimientos, de las palabras y de los actos u omisiones de actos. 

Los valores universales, o atributos divinos, constituyen los sentidos espirituales que guían al ser en todas las fases existenciales, cuando se escucha la voz de la conciencia. 

Desoída la misma, se activa la acción coactiva, haciendo experimentar la respectiva percepción del error en que se ha incurrido, y la reprimenda inherente, como un efecto de reclamo, o sanción, de la ley cósmica impresa en la propia conciencia.

domingo, 5 de mayo de 2013

PROGRESO ETERNO E INFINITO: -"El progreso eterno e infinito, en el cual el Espíritu elabora su propio plan de desarrollo, mediante el cual coopera en la realización de la Gran Obra cósmica". Giuseppe Isgró Cattafi



MEDITACIONES ESENCIALES: 226

PROGRESO ETERNO E INFINITO


©Giuseppe Isgró C,




Cuando se menciona el hecho de que, los Espíritus, habiendo alcanzado un determinado grado de pureza, y perfección evolutiva, ya no están obligados a reencarnar, debe entenderse que ya no están obligados a reencarnarse con fines de expiar, compensando, deudas kármicas de existencias pasadas.
Es decir, que se han liberado de compromisos que les hacía necesario reencarnar a tales efectos a los fines de compensar, cancelando sus respectivas deudas. Habiendo quedado libres de tales deudas, los Espíritus no se encuentran obligados a hacerlo con tales finalidades kármicas, y adquieren una autonomía que trasciende toda obligación con otros seres.
 Empero, este grado de autonomía y de libertad no implica que ya jamás deban volver a reencarnar. Esto es preciso descartarlo absolutamente. Existen otras condiciones que obligan a los Espíritus a reencarnarse, como son:
                 I.   El progreso eterno e infinito, en el cual el Espíritu elabora su propio plan de desarrollo, mediante el cual coopera en la realización de la Gran Obra cósmica.
              II.   El plan de estudio existente en cada mundo, al cual, cada Espíritu se encuentra adscrito, en un momento dado, por propia elección, o por el grado evolutivo alcanzado, que le ubica, automáticamente, en un determinado grupo, ejerciendo, siempre, su libre albedrío, o facultad de autonomía.
            III.   Por misión autoimpuesta, de cooperar con humanidades que precisan de un instructor en el nivel alcanzado por determinado Espíritu.
             IV.   Por misión asignada por los Regidores Cósmicos, en un determinado mundo, y libremente aceptada por el Espíritu en particular.
                V.   Cualquier otra condición en que, los Espíritus, por la ley de la solidaridad, se encuentran obligados, moralmente, por la propia conciencia, a cooperar con las humanidades que lo precisan, lo cual, no deja de ser, al mismo tiempo, una oportunidad de crecimiento espiritual, ya que, tales misiones, les facultan para poner en práctica, sus conocimientos, experiencias y visión de desarrollo alcanzado.
             VI.   Esto nos permite ver que, a partir de cierto grado evolutivo, el Espíritu queda en libertad de cooperar por libre elección en la parte de la Gran Obra que mejor se adapte a su experiencia y conocimiento, optimizando su vocación de servicio y aptitudes.
           VII.   Por otra parte, el Espíritu va percibiendo áreas determinadas en las cuales precisa fortalecerse, y desarrollarse, en un mejor nivel, por lo cual, elige existencias físicas, a tales efectos, por propia iniciativa, ya que el afán evolutivo es incesante en la propia conciencia. Tomemos en cuenta de que, en la dimensión espiritual, los Espíritus, bajo la dirección de los respectivos guías, visitan los mundos más avanzados que implican los siguientes grados de desarrollo en su escala evolutiva. De lo que allí observan, eligen libremente, aquellas áreas por las cuales se sienten identificados. Las unas para optimizar sus facultades y aptitudes desarrolladas. Las otras, para desarrollar las que lo precisan.

A TI QUE LENTO PASAS Y SIEMPRE ESTÁS PRESENTE


¡A TI QUE LENTO PASAS
Y SIEMPRE ESTÁS PRESENTE!
-1970-

©Giuseppe Isgró C.


Con el vuelo del tiempo cierto
y un ver más lejos en el horizonte humano,
se acrisola el pensamiento joven
y la intensidad del ser se deja ver.

¿Qué han de ser todas estas cosas
que nos rodean y como pruebas afrontamos,
que nuestras fuerzas calibran
y nuestra experiencia ensanchan?

Las circunstancias adversas que el ser enfrenta,
en su batallar continuo en la vida,
con frecuencia cierta le alejan de sí mismo,
pero mientras más se aleja
mejor aprende a conocer
el camino de la vida.

¡OH, sublime tiempo que vuelas
y contigo nos llevas
en el recorrer de la existencia;
a ti, que lento pasas y siempre estás presente,
el ser debería poseerte más intensamente!

El ser, en los días inciertos
de los tiempos presentes,
el presente de ti, ¡OH, tiempo!,
parece como si no viviera.

Inquieto, al mañana su pensar proyecta,
debiendo centrarse en el aquí y ahora.
El mañana es incierto,
el hoy es certero y está presente,
y del ser que piensa
y tranquilo avanza,
es preciado tesoro.

Con el pasar del tiempo certero,
el ser supera su prueba.
Porque la vida es prueba,
es enfrentar continuo las propias fuerzas,
con las fuerzas adversas,
y del triunfo seguro aunque a veces tardío,
nace la evolución, la sabiduría del ser.

¡A ti, OH tiempo, tesoro
del ser,
yo te canto y alabo
tu sublime grandeza!