DEL ETERNO RETORNO
©Giuseppe
Isgró C.
–Un
ensayo de juventud del año 1971-.
-“Muchas moradas tiene la casa de mi Padre”..
-“Os es necesario nacer, renacer y volver a nacer”.
-“En verdad os digo que no verá el reino de los cielos el que no naciere
de nuevo”.
-“Yo fui antes de Moisés y después de él”.
Jesús de Nazareth
-Vida de Jesús dictada por él mismo-
-“Y sus discípulos le preguntaron: -Pues, por qué dicen los escribas que
Elías debía venir primero? Y él le respondió: -Elías, en verdad, ha de venir y
restablecerá todas las cosas. Pero os digo que ya vino Elías y no le
conocieron, antes hicieron con él cuanto
quisieron. Así ellos harán padecer al hijo del hombre. Entonces entendieron los
discípulos que de Juan El Bautista les había hablado”.
(Mateo, cap. XVII, V. 10
a 13;
Marcos, cap. IX, V. 10,11,y 12),.
En la
naturaleza, es fácil observar como la igualdad no es el molde que modela todas
las cosas, –o seres-, en sus manifestaciones. Existen marcadas diferencias o “desigualdades”; la igualdad sólo existe como ley para que se
manifieste la “desigualdad” o variedad. Es decir, cada ser, tiene
individualidad propia y en un grado determinado y diferente a los demás, fruto,
generalmente, del propio estado evolutivo y de la aplicación de su libre
albedrío, en los cuatro reinos naturales.
Entre los
habitantes de la tierra, se observa la existencia de enormes desigualdades
sociales, económicas, culturales, etcétera. Existen individuos en todos los
“status” sociales. Los hay pobres, ricos, felices, menos felices, evolucionados
o muy poco evolucionados, etcétera.
Si admitimos
la existencia de un “Creador” de quien provienen todos los seres y cosas, en la
naturaleza, y Él dispuso las mismas con
estas marcadas diferencias en las condiciones humanas, y de ser cierto que
después de la “muerte” unos irían al “cielo” y otros al “infierno”, ese
“Creador” merecería los calificativos menos positivos que la mente humana
pudiese idear, por cuanto demostraría ser injusto, parcial y poco equitativo,
si eso realmente fuese así. Pero, lo es?
Sería
posible que tanta grandeza, como lo es el ser humano, deba vivir una
existencia de esfuerzo, con las
circunstancias que les son inherentes, para que, luego, ese “Dios” le condene
eternamente? Dónde residiría esa misericordia que tanto pregonan las diferentes
doctrinas?
Un padre
sabio y bondadoso, -como se le supone –y
es- al Creador del Universo-, corrige y educa, no castiga. En la naturaleza, observamos la existencia de
leyes que una vez violadas por el hombre, generan consecuencias que le llevan a
comprender la necesidad e importancia de
que en un futuro no las viole más. Es decir, el ser experimenta las
consecuencias de la infracción a las leyes naturales y aprende.
El ser
humano, en el curso de una existencia, sigue una ruta determinada, desarrolla
ideales, vocaciones, pero, el ser más capaz encuentra que el tiempo de un ciclo
de vida es corto para desarrollar las concepciones y alcances de su mente.
Sería, pues,
ese “Creador” capaz de dotar al ser con capacidad de concebir la inmensidad del
Universo y no permitirle la posibilidad
de sondear –o explorar- la misma?
De ser así, dónde residiría su
sabiduría?
Tienen razón
los antiguos filósofos –Seth, Pitágoras, Sócrates, Cicerón, Orígenes, entre centenares
más- y los investigadores espiritistas, -Allan Kardec, Oliver Lodge, León
Denis, Gabriel Delanne, Ernesto Bozzano, Joaquín Trincado, Amalia Domingo
Soler, Camilo Flamarion y una constelación más- al señalar pruebas que
evidencian la realidad de la reencarnación y explicar estos hechos.
Es preciso
plantearse dos preguntas: La primera: Por qué existen estas marcadas
diferencias, en el planeta Tierra, tomando en cuenta la Reencarnación y el
libre albedrío? La segunda: Qué otra
razón existe, además?
A la luz de la Doctrina Universal,
la primera pregunta, en lo que queda dicho, está virtualmente contestada; es
decir, esas marcadas diferencias existentes en el marco de la humanidad del
planeta Tierra, son debidas a que, por el libre albedrío de cada ser, en los
infinitos ciclos de vida que vive en múltiples planetas o mundos, por medio del
cumplimiento de la ley de la reencarnación, los seres que aprovechan mejor el
tiempo se adelantan a aquellos que llevan un ritmo más suave y se van quedando
rezagados. Esto está muy claro.
Pero, las
diferencias son tan marcadas entre los seres, dentro del planeta Tierra, que es
preciso complementar esta explicación con elementos de juicios adicionales que permitan precisar
exactamente la razón esencial. Por eso el planteamiento de la segunda pregunta,
inquiriendo: -Qué otra razón existe, además?
Primeramente,
recordemos una pregunta que planteara Allan Kardec a los Espíritus en El libro
de los Espíritus, signada con el No. 172, en el capítulo Pluralidad de las
existencias, la cual es: -“Las diversas existencias corporales se
efectúan todas sobre la tierra? El Maestro obtiene por respuesta: -“No, sino en los diversos mundos; la de aquí
–la Tierra-
no es ni la primera ni la última, sino todavía una de las más materiales y
lejanas de la perfección”.
Tanto la
pregunta efectuada como la respuesta obtenida por el Maestro Kardec revisten
variada importancia.
En el
planeta Tierra, existe una familia primitiva que proviene de dos mundos
anteriores denominados “Mundo embrionario” y “Mundo primitivo”, es decir, para
la familia primitiva del planeta Tierra, este sería su tercer mundo; empero,
hay que destacar, que los integrantes espirituales de la familia primitiva
mencionada, no necesariamente todos vivieron en el mismo mundo embrionario y no
todos en el mismo mundo primitivo; es decir, por la philia, -rasgos, aptitudes, tendencias, costumbres, idiosincrasia,
etcétera-, los diversos grupos de la familia primitiva podría provenir de
diversos mundos primitivos anteriores, vale decir, cada grupo de un mundo
diferente, por lo cual, pese a ser más o menos uniforme el grado de progreso de
los diversos grupos humanos en el planeta, por provenir de diferentes mundos,
sus aptitudes, costumbres, lenguaje, tendencias, son diferentes entre uno y
otros, pero similar su estado evolutivo.
Pero, a
medida que ha transcurrido el tiempo sobre el planeta Tierra, van surgiendo
civilizaciones diferentes, con niveles evolutivos marcadamente superiores a los
diversos grupos originarios. A qué se debe esto?
Es sabido
que, en los mundos, -en el inmenso
universo- se llega a una etapa de progreso en donde una mayoría ha
aprovechado el tiempo de manera óptima, entre un grado mínimo aceptable y un
grado excelente evolutivo, dentro del esquema de cada mundo; pero, siempre
existe una minoría que se queda rezagada y que, llega un momento en que
constituye un serio problema para la gran mayoría, y es cuando ésta pide a la
justicia divina y a los regidores de ese mundo en particular que se efectúe el
llamado “juicio de mayoría o juicio final”; aquellos que desacatan someterse a
los dictados de progreso de la mayoría es invitada a desalojar el planeta y
según el nivel evolutivo de cada grupo, es reubicado en un mundo que le sea
afín, pero siempre será un mundo de menor
progreso al que dejan, en el cual, cada grupo espiritual pasa desde la
condición de ser un obstáculo al progreso –en
ese mundo más adelantado- a
convertirse en maestro, en el nuevo mundo menos evolucionado a que ha sido
remitido, donde, empero, conserva el grado evolutivo alcanzado en su anterior
morada y a partir del cual comienza su labor en la nueva. Esas son las
historias que la memoria ancestral conserva de los “ángeles caídos”, del
paraíso perdido, entre otros, y que determinadas corrientes del Espiritismo
explican, entre ellos, Allan Kardec, Joaquín Trincado y Rodolfo Benavides,
empero, hay otras fuentes dispersas.
Al haber
ocurrido, en diferentes épocas, juicios de mayoría en diversos mundos, los
retrógradas de los mismos cuyo grado evolutivo lo ameritaba han sido enviados
al Planeta Tierra, por eso vemos como han emergido civilizaciones como la Atlante, la de Lemuria, la Hindú, la China, la Egipcia, la Sumeria, la Mesopotámica, la Griega, la Etrusca, la Romana, la Íbera, la Árabe,
las Precolombinas, etcétera, cuyos rasgos culturales, manifestaciones
espirituales, grupos étnicos, costumbres y sensibilidad artística son
marcadamente superiores a los que hasta ese momentos hubiesen manifestados
todos los diversos grupos de la familia primitiva de la Tierra.
Aquí entra
en juego la explicación del libre albedrío y la ley de reencarnación y la del
Karma; esta es la verdadera razón por la cual existen tan marcadas diferencias
entre los diversos segmentos de la familia humana del planeta Tierra.
Los mundos
que suelen señalarse como más adelantados que la Tierra, los cuales constituyen probables fuentes de origen de
inmigraciones espirituales, son: Júpiter, Saturno, Neptuno, Venus, entre otros.
Quizá, las probables características de los Atlantes, Lemures, Chinos, Egipcios
y Precolombinos, haya que buscarlas en las inmigraciones provenientes de
Júpiter y Saturno, quizá unos 200 mil años antes de nuestra era; y las Hindúes,
las Griegas, Etruscas, Romanas, Árabes, etcétera, en las inmigraciones de
Neptuno, Venus, y otros, a partir de 3.800 años -o más- antes de nuestra era. (Es preciso analizar la probable antigüedad
de los Vedas estimada en 18.000 años antes de n.e., por las referencias
astronómicas que contienen, de acuerdo a la Doctrina Secreta
de H. P. Blavasky, lo cual determinaría la existencia de un grupo de sabios
receptores de los Vedas anteriores al grupo que se inicia con Adán y Eva
históricos y su hijo Seth y la recepción
de las Leyes de Manú).
Es preciso
traer a colación otro de los puntos tocados por el maestro Kardec, en la
pregunta Nº 178 del citado capítulo Pluralidad de las existencias, de El libro
de los Espíritus, en la cual inquiere: -“Pueden
los Espíritus reencarnarse en un mundo
relativamente inferior a aquel sobre el cual han ya vivido?
La respuesta
que obtiene, el Maestro, expresa: -“Sí,
cuando tienen que cumplir una misión para contribuir al progreso de la
humanidad de ese mundo; en cuyo caso aceptan con alegría las tribulaciones de
aquella existencia por cuanto aportan, ellos, el medio de progresar”.
Acto
seguido, hay otra pregunta: -“No sucede
así, también, por expiación, pudiendo Dios mandar espíritus rebeldes en mundos
inferiores?”
La respuesta
que el Maestro obtiene, es: -“Los
espíritus pueden quedar estancados, pero no regresar atrás: su castigo consiste
en no progresar y en repetir las existencias mal empleadas en el medio afín
a su propia naturaleza”. (Subrayado nuestro).
Lógicamente,
existen etapas evolutivas en la vida de un mundo en que al espíritu estancado
no se le obliga por el libre albedrío que sustenta; empero, a una cierta etapa,
los que se quedan muy rezagados, que constituyen un problema para la mayoría,
al efectuarse el juicio de mayoría, siempre se le concede un período durante el
cual ellos puede optar entre quedarse o ser expulsados; sigue siendo un
privilegio del espíritu elegir; según su nivel evolutivo –y elección- es reubicado en el medio más idóneo a sus
gustos y preferencias. Pero, en el nuevo escenario, generalmente viene a traer
un muevo progreso y, también, muchas veces, el problema que constituía en el mundo anterior, también lo constituye
aquí, pero, lucha entre sus iguales o, a veces, peores que él, pero, todos
tendrán que progresar oportunamente.
Otra de las objeciones que suele
anteponerse a la reencarnación, es: -“Por
qué, si en los primeros tiempo de vida en el planeta había pocos habitantes, de
ser realidad la reencarnación, la población sería siempre la misma, pero, ha
ido siempre aumentando; -de dónde han salido esos nuevos espíritus?”-
La objeción encierra, en sí, dos
preguntas o planteamientos; la primera, hay una humanidad en constante
crecimiento que sugiere un incremento de entes espirituales y la pregunta es,
de dónde sale esa cantidad creciente de nuevos espíritus? La segunda, si hay
nuevos espíritus, por cuanto existen ahora más personas, en el planeta, que
hace varios miles de años, -suponen los que anteponen la objeción-, es porque
hay una causa diferente a la reencarnación que lo determina, sino siempre sería
la misma cantidad de personas.
La explicación dada antes, en cuanto
a las desigualdades entre los diversos segmentos de la humanidad del planeta,
con una familia espiritual originaria del planeta y las sucesivas llegadas de
grupos espirituales desterrados de otros mundos al realizarse los respectivos
juicios de mayoría en sus mundos, más aquellos grupos que vienen al planeta en
misión para ayudar al progreso,
-que son los grupos minoritarios-, sirve para explicar, aquí, porque a
través del tiempo va aumentando el número de integrantes de la humanidad, lo
cual, no sólo no invalida la ley de reencarnación sino que, después de su
llegada, cada miembro de los diversos grupos, en el logro de los respectivos
objetivos existenciales, va realizando las diferentes reencarnaciones, sin
límite alguno, hasta completar el cupo que le es inherente en este planeta,
para luego ascender al mundo que le corresponda, en la siguiente fase
evolutiva.
Es decir, la familia espiritual del
planeta tierra va aumentando en la medida en que nuevos integrantes vienen a
formar parte de este planeta, en similitud a las corrientes inmigratorias que
se van sucediendo en los diversos países del planeta tierra, contribuyendo a
transformar los grupos étnicos con su aporte multidimensional. En línea general, el planeta tierra tiene una
familia espiritual, conformada con entes provenientes de diferentes fuentes,
que, en un momento dado, siempre, –en el espacio-, será superior a la encarnada.
El siglo XX,
ha abierto el horizonte cultural en todas las corrientes del pensamiento y
campos del saber. El ser humano sondea con confianza y comprende, comprueba,
que las “experiencias psíquicas” no son meras ficciones. Las ciencias psíquicas
–en sus diversas denominaciones de
Investigaciones Psíquicas, Metapsíquica y Parapsicología, de manera
preponderante- han tomado un auge tal que culminará sólo en una mayor y
profunda comprensión del ser sobre sí mismo.
A
continuación, transcribimos del diario “El Nacional” –de Venezuela-, del
23-01-1971, el siguiente artículo sobre recientes investigaciones del Dr. Ian
Stevenson, de algunos casos de reencarnación:
“POR PRIMERA VEZ LA CIENCIA ACEPTA
ESTUDIAR ALGUNOS CASOS COMPROBADOS DE REENCARNACIÓN”.
“EL MISTERIO DE LA SEGUNDA VIDA”.
“HASTA HACE POCO TIEMPO, QUIEN HABLASE DE
REENCARNACIÓN ERA UN MÍSTICO O UN CHARLATAN A LOS OJOS DE LA CIENCIA. AHORA
SURGE EN LOS ESTADOS UNIDOS EL PRIMER ESTUDIO SERIO AL RESPECTO, OBRA DEL
DOCTOR IAN STEVENSON, UN PROFESOR UNIVERSITARIO QUE NO CREE EN FANTASMAS, PERO
DESCUBRIÓ QUE EN CIERTA FORMA, SÍ EXISTEN.
“Vive actualmente en Nueva York una señora de 69 años,
holandesa, de pequeña estatura y morena, que se llamó otrora Henriette Ross.
Cambió de nombre al casarse con hombre llamado Weisz. Más tarde se divorció y
aunque en Holanda las divorciadas también recuperan su nombre de solteras, ella
prefirió no proceder de esa manera. Su madre la reprendió una vez a causa de eso, pero la oven le contestó: -“Me siento
más cómoda con ese nombre”, y acabó por firmarse Henriette Weisz Ross.
“Se fue a vivir a París donde se ganaba la vida
pintando. Hacía principalmente retratos. Una noche, en el verano de 1936, se
acostó temprano, pero algunos pensamientos insistentes le impedían conciliar el sueño. Volvió a
levantarse y se puso a pintar. Lo más singular del caso es que lo hizo en la
oscuridad, casi automáticamente, sin tener la menor idea de lo que estaba
pintando. Luego, calmada, regresó al lecho y se durmió profundamente. A la
mañana siguiente vio en su caballete el retrato de una mujer joven.
“La experiencia no podía ser más extraña. Tratando de
aclarar el misterio, llevó un día el cuadro a una médium que, según se decía,
poseía poderes psíquicos y conocimientos extra-sensoriales, respecto a los
objetos que contemplaba o que tocaba. Esa mujer le dio que Goya, el gran pintor
español fallecido en 1828 le había hablado: -“El me dio que usted lo recibió en
su casa, en una gran ciudad al sur de Francia y en aquel entonces usted lo
ayudó a escapar del país y de sus enemigos. Goya aún le estaba agradecido y quería prestarle
ayuda, pero sentía que ella se resistía”. Era su educación académica –dio la
médium- la razón de la actitud rígida, que no aceptaba la orientación del
artista español; “fue por eso que la obligó a pintar en la oscuridad, a fin de
que usted no se diese cuenta de lo que estaba haciendo”.
“La
Sra. Weisz-Ross, confiesa que, a pesar de ser pintora, no
había leído nunca nada sobre Goya. Esa misma noche va a casa de una amiga que
posee un ejemplar de una detallada biografía del artista español. Al leerla,
descubre la historia de Rosarito Weisz, en cuya casa de Burdeos, Goya se había
hospedado durante el período que estuvo exiliado, ya casi al final de su vida.
“La
Sra. Weisz-Ross cree que su experiencia prueba la Reencarnación, vale
decir, el hecho de que ella vivió, aparentemente, en una vida anterior.
“NI LA
HERENCIA NI EL AMBIENTE PUEDEN EXPLICAR A CABALIDAD LA PERSONALIDAD DEL
HOMBRE. QUÉ HAY DETRÁS DE ELLA?
“Uno de los más grandes investigadores de esta materia
en los Estados Unidos es un psiquiatra llamado Ian Stevenson. El estudió el
caso de la pintora holandesa y atestigua la verdad de los hechos. Y este caso
es sólo uno de los numerosos templos que recogió en decenas de
entrevistas e investigaciones.
“Para
la mayoría de la gente culta del mundo occidental, la idea de la reencarnación
es una aberración de la ortodoxia religiosa. Cómo puede entonces una persona
seria, un verdadero científico, dedicarse a este tipo de estudios e
investigaciones?
“El
doctor Ian Stevenson es un hombre alto, flaco, de hablar lento, con casi 51
años; hizo sus estudios de medicina en la Universidad McGill
de Montreal. Durante años se dedicó a pesquisas convencionales. El año pasado
la editora Little, Brown & Co., publicó su libro “The Psichiatric Examination”.
“Este
año, la editora Harper & Row lanzará una nueva edición de otro de sus
trabaos, “The Diagnostic Interview”. En 1953 empezó a interesarse por la
reencarnación. La razón que lo llevó a eso fue el sentimiento de insatisfacción
sobre los conocimientos disponibles sobre la herencia y de las influencias ambientales ,
consideradas aisladamente o en su conjunto, en el examen de la personalidad.
“EN
SUS ARCHIVOS FIGURAN DECENAS DE CASOS COMPROBADOS.
“Cuatro
años después aceptó el cargo de director del Departamento de Psiquiatría y
Neurología de la Escuela
de Medicina de la
Universidad de Virginia. Ese puesto le fue ofrecido por
autoridades universitarias que conocían su interés en Parapsicología y,
particularmente en reencarnación.
“Ejerce
actualmente el cargo de profesor de Psiquiatría. Aún enseña, administra y hace
pesquisas en la línea tradicional, pero gran parte de su esfuerzo está ahora
dirigido hacia un campo nuevo. Y el
resultado de ese esfuerzo lo representa un archivo con centenas de casos de aparente reencarnación, ocurridos
en varias partes del mundo. Algunos están basados en relatos publicados, pero
otros fueron descubiertos personalmente por él y sus socios.
“Es
más o menos sabido que algunas religiones orientales, como el budismo y el
hinduismo están basadas en la reencarnación.
“El
doctor Stevenson admite por lo menos ocho alternativas para explicar casos que
parecen ser de reencarnación. Fraude es lo primero que se le ocurre pensar a
cualquiera. Pero el doctor Stevenson no toma muy en cuenta esto, porque en
ningún caso hay retribución financiera. Publicidad podría ser otro motivo, pero
esta es generalmente indeseable, sea en Oriente u Occidente.
“Otra
posibilidad es la derivación de recuerdos de fuentes que después son olvidadas.
El doctor Stevenson recuerda el caso de un oven que, hipnotizado, hablaba una
lengua desconocida que después se descubrió ser el dialecto toscazo, hablado en
una región de Italia en el siglo III antes de n.e. La fuente, como después se
descubrió, era una gramática de esa lengua que el muchacho tomara en su
infancia de la biblioteca paterna, la
había estado leyendo y conservó en su memoria algunas frases.
“Entre
las explicaciones plausibles está la “memoria racial”, se transite a través de
los genes, de generación en generación; la “posesión”, esto es la
ocupación del cuerpo de una persona
viva por el espíritu de una persona
muerta o desencarnada, la percepción extra-sensorial; la presencia (que es el don de revelar las cosas pasadas);
y la comunicación con una personalidad sobreviviente. El doctor Stevenson
niega, en los casos por él registrados, cualquier ligación con esas diversas
motivaciones.
“Chester
Carlson, inventor de la Xerox,
fue uno de los entusiastas financiadotes del doctor Stevenson. En diciembre del
año pasado la
Asociación Americana por el Progreso de la Ciencia –el cuerpo más
amplios de científicos del mundo- concedió a la asociación de Parapsicología el
derecho de filiación en sus cuerpos, aún sabiendo que ésta estudia la
reencarnación.
“El
doctor Gardner Murphy, profesor de Psicología
de la Universidad
de Washington, es el profesor de la Sociedad Americana
de Pesquisas Psíquicas, y tiene en alta estima al doctor Stevenson.
“La Dra. Gertrudis
Schmeidler, profesora de Psicología en el City Colllege de Nueva Cork, es de la
misma opinión, como los son asimismo los doctores Albert Stunkard, director del
departamento de Psiquiatría de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia y
Herbert S. Ripley, que ocupa igual puesto
en la Universidad
de Seattle. Todos concuerdan en que el doctor Stevenson es un científico serio
y competente. Falta saber si Ian Stevenson conseguirá dar una respuesta
definitiva a la pregunta: -Existe otra vida más allá de la muerte?”
“El
problema está abierto: los estudios sobre la reencarnación se han convertido hoy
en un campo respetable de pesquisas
científicas”.
La reencarnación, para los
estudiantes de metafísica profunda, es un hecho. No importa que se niegue o
afirme, la realidad de la reencarnación no variará por eso.
El ser humano, tiene por misión
“labrar evolución”, progresar, hacerse sabio, para lo cual, el Universo
infinito se ofrece como taller experimental del hombre.
Como es conocido por los físicos y
estudiantes de la
Escuela Espiritista, la materia no es más que un estado
determinado o “condensación” de energía en un número “x” de vibraciones.
Los cuatro reinos de la naturaleza
son transformadores de energía; absorben energía del medio ambiente, adquieren
forma determinada y se transforman para luego “volver” a su etapa inicial, es
decir, la energía o estado de energía.
El cuerpo del hombre, es relacionado
por Papus (Dr. Gerard Encausse) con un coche tirado por caballos, donde el
coche es el vehículo o instrumento físico de trabajo, de transporte; por
supuesto, el caballo representa el papel de los “instintos” que el hombre, o
sea, el “ente inteligente y espiritual” intenta dominar y domina en el curso de
su evolución.
El ser humano, en la Doctrina Universal,
es estudiado en sus tres entidades, que son: El espíritu o ente inteligente; el
alma o intermediario entre el cuerpo y el espíritu, y el cuerpo o vehículo
físico.
En la Doctrina Universal
donde todo estudioso y amante de la sabiduría, puede encontrar un conocimiento
profundo del hombre en las tres entidades señaladas y su misión sublime en el
Universo, libre de dogmatismos superfluos.
El ente espiritual, es el verdadero
ser en sí; es el llamado “yo interno”,
es quien evoluciona, se hace sabio, y utiliza el cuerpo material como un
instrumento, o vehículo, en cada nueva encarnación, en un proceso infinito, en el eterno presente, mientras tanto va
ascendiendo en evolución, en sabiduría,
hasta adquirir el llamado grado de Maestro de la Naturaleza o del
Universo, y como tal, luego, ayudar, enseñar a los “hermanos menores”, es
decir, dirigir la evolución de los mundos, con lo cual, el Maestro continúa
ascendiendo en evolución, en sabiduría, porque siempre hay un más allá, y no
porque se haya graduado de Maestro no tiene nada más que aprender, sino que
como aquel que se gradúa de doctor en una Universidad, es a partir de entonces
cuando realmente comenzará a disfrutar la Luz,
comprender su intensidad y participar en un proceso creativo de nuevas
realidades según las concepciones que ese elevado nivel evolutivo le permita
desarrollar.
Una de las objeciones que se tejen
alrededor de la reencarnación es la que
expresa que “el ser humano no puede tener
varios cuerpos” y por tal motivo algunos consideran que la reencarnación es
una teoría gratuita.
Por supuesto que el ser humano, en
el cumplimiento de la Ley
de la Reencarnación,
no tiene varios cuerpos, en el sentido de que yo estoy encarnado aquí en
América y al mismo tiempo me encuentro encarnado en otro cuerpo, en Japón.
Sólo se puede tener un cuerpo a la
vez. El cuerpo del hombre es como un vestido, cuando ya no le sirve se
desecha, se cambia por otro.
En la naturaleza, ningún organismo
es perpetuo. Hay una ley que determina que los cuerpos biológicos nazcan de la
forma conocida según la especie, pero en su desarrollo toman o absorben energía
del medio ambiente. Una vez
desarrollados, comienzan un proceso de envejecimiento, con el cual,
gradualmente, se llega al estado de desencarnación -o transición- que permite
la transformación del organismo, determinando que las partículas, o sustancias
químicas que lo integraban, regresen, retornen nuevamente al estado primario,
es decir, a la energía, en su aspecto físico, preservándose, al mismo tiempo o
paralelamente, el ente espiritual que le animaba, que en el reino mineral recibe el nombre de espíritu
elemental; en el vegetal y en el animal, es un espíritu de acuerdo con la
especie. Es oportuno recordar aquí que el reino animal recibe esta denominación
al hecho de atribuirle, los antiguos, la posesión de un alma o ánima, del
griego psique.
Deducimos que, si esa energía fue
usada una vez para usar un cuerpo determinado, por qué se debería dejar de
utilizarla, nuevamente, para el desarrollo de otro cuerpo?
Nada se pierde en la naturaleza. El
ser humano toma energía del depósito universal, la utiliza y luego la regresa
al mismo transformada, para nuevamente ser utilizada, y así infinitamente.
El cuerpo del ser humano, -e
igualmente en los cuatro reinos naturales-, una vez que agotó los recursos
físicos o fisiológicos de los cuales estaba abastecido, y en cuyas condiciones servía al espíritu de
vehículo, de instrumento de trabajo, es abandonado por éste, sufriendo los
conocidos procesos durante los cuales se transforman en partículas de la misma
naturaleza en que se encontraban inicialmente cuando fueron utilizadas.
Entonces, el Ente
Espiritual-Inteligente –el espíritu- que animaba ese cuerpo se debería perder?
Se puede asumir, confiadamente, que
no. El espíritu tomará materia en una sucesiva reencarnación e impulsará su
progreso a partir del grado en que quedara en la precedente. Ese grado de
progreso al cual ha llegado en la última existencia se puede denominar “suma
existencial”, cuya evolución alcanzada se traduce en un determinado grado de
conciencia. (Ese grado de conciencia
podría significar un determinado grado de absorción de Dios y/o, a la vez, un
determinado grado de manifestación –o expresión- de Dios; –meditar este punto-).
Las condiciones menos positivas de
esa suma existencial, son las que, el espíritu, deberá transmutar en los
siguientes ciclos de vida paralelamente que va escalando otros niveles
evolutivos de acuerdo a los planes del mundo en que vive en un momento dado.
Una de las principales objeciones
que se anteponen a la reencarnación es que “el ser humano no recuerda sus
existencias pasadas”, y sus sostenedores
plantean la siguiente pregunta: -“Si el hombre reencarna, por qué no guarda
recuerdo de sus existencias pasadas?
Existen diversas respuestas que
explican correctamente esta objeción.
En primer lugar, las leyes naturales
y “divinas” son muy sabias. Suponiendo que Juan Xavier mandara a mejor
vida a Antonio José en una existencia
pasada, por cualquier motivo si en una de las siguientes existencias de ambos
volvieran a encontrarse y lograran reconocerse, es muy probable que el uno
volviese a mandar a mejor vida al otro o viceversa. Esto, desde luego, no
pondría fin a las condiciones de enemistad entre los seres, en el proceso
evolutivo.
En segundo lugar, si la persona
recordase quien fue y las cosas poco positivas que, eventualmente, hubiere realizado,
ese conocimiento le atormentaría en tal grado que sería un obstáculo a su
progreso evolutivo en el actual ciclo de vida; pese que, en la práctica, los
efectos de los hechos pocos positivos que se hayan realizados en ciclos de vida
anteriores, dejan sus huellas en la presente existencia, al manifestarse sus
efectos como fobias, tendencias, hábitos o rasgos de personalidad que reproducen conductas propias de
existencias anteriores, tanto a nivel mental, como físico, que se expresan
mediante marcas de nacimiento que son reproducciones de las eventuales señales
que por diversas circunstancias haya experimentado en su cuerpo, la persona en
particular. La ciencia ha denominado a estas señales como philias, que engloba tanto a los rasgos psicológicos como los
físicos.
Es fácil observar como en muchas
familias existen hermanos que se odian, padres e hijos que sin motivos
aparentes son enemigos, etcétera. Esto se debe a circunstancias propias de
vidas anteriores y que, la ley divina, por una parte, y por la otra, los mismos
seres, al preparar su plan de vida para el siguiente ciclo existencial, eligen
nacer en el seno de la misma familia para que los lazos sanguíneos vayan
limando las asperezas y nazca la afinidad entre los seres que lo requieran,
compensándose, al mismo tiempo, las respectivas deudas karmicas que pudieran
existir.
Lógicamente, quienes objetan la
reencarnación suelen anteponer como explicación que ello acontece por
influencia de factores ambientales. Por
supuesto, este tipo de respuesta resulta insatisfactoria; hay causas más
profundas, como se ha visto.
La Doctrina Universal, en dos aforismos enunciados por
Joaquín Trincado, que parafraseamos, ligeramente, expresa: -“Quien odia tendrá que amar; quien quita una
vida, con sus besos la repondrá”.
Es decir, como ya fue expresado, el
primer aforismo, por efecto de la ley divina de compensación o, denominada,
también, ley del karma, en los medios esotéricos y doctrinas orientales, es tan
sabia que agrupa a enemigos en la misma familia, para que los lazos familiares
o “nexos sanguíneos” permitan que nazca la afinidad, lo cual muchas veces se
cumple por medio de muchas reencarnaciones. Mientras que, de acuerdo al segundo
aforismo, quien haya quitado una vida, deberá reponerla, por lo cual, en una sucesiva
reencarnación, la persona será la madre de aquel que antes mandara a mejor vida
y “con sus besos resucitará al muerto”.
De acuerdo a las circunstancias se puede ser madre o padre, de la persona a
quien se debe la vida, pero, en ambos casos, los besos de ambos progenitores
están presentes.
En tercer lugar, es preciso destacar
que, lo que un cerebro no percibe por los sentidos físicos y no graba en la
memoria actual, es imposible que pueda recordarlo.
Es decir, el cerebro actual, de
cualquier persona, no podría recordar lo que no ha registrado, como sería el
caso de lo acontecido en existencias anteriores cuyos hechos registraron en sus
respectivos cerebros. Entonces, surge una pregunta: -“Ese conocimiento se
pierde?
Por supuesto que no. Paralelamente con
la memoria física registrada por el respectivo cerebro, en un ciclo de vida
determinado, existe una memoria espiritual que conforma el archivo espiritual
del hombre, el cual reside en el alma –y yo diría que también en el espíritu-,
es decir, existe un triple registro, a nivel físico, anímico y espiritual. Con
la desencarnación –o transición- se pierde el registro físico de la memoria –que en mi opinión, funge únicamente de
puerta de acceso a la verdadera memoria, la del alma y como medio de expresión
objetiva- de una determinada existencia,
pero lo conserva el alma –y el espíritu-, donde el alma de cada ciclo de vida conforma
un eslabón de una extensísima cadena, tan grande como ciclos de vida haya
tenido el espíritu, que conforma su archivo espiritual, en el cual mira –automáticamente- cuando quiere recordar
algo; pero, en el espíritu, el efecto de esa memoria espiritual acumulada se
refleja como estado de conciencia, capacidad de percepción y visión de la realidad
universal en el respectivo grado.
Por eso, el grado evolutivo
alcanzado en cada uno de los ciclos de vida se traduce, en el momento actual
como “suma existencial”, es decir, el saldo existencial, que arroja un
resultado, manifestándose, en la actual existencia como capacidad o aptitud de
hacer, vocación, visión, habilidad, capacidad innata, etcétera, o en su aspecto
negativo, como fobias, tendencias, hábitos, etcétera, cuya prueba consistirá en
transmutarlas en su polaridad positiva.
La relajación profunda, la
interiorización y la meditación –en Dios
y sus atributos divinos o valores universales-, permiten la unificación de
la conciencia de las memorias
espirituales archivadas y desarrollar la capacidad de percepción en un grado
más elevado mediante la cual aflora en
forma intuitiva el conocimiento de ese acervo acumulado. Paralelamente,
permite acceder a fuentes de conocimientos archivados en las memorias
espirituales de los seres en el respectivo nivel evolutivo o esfera mental en
que cada uno se desenvuelve –en la ecología mental: entes encarnados y
entes del plano espiritual, pues ambos conforman una sola ecología mental- y percibir el conocimiento que, en un momento
dado, se pueda requerir.
Entrar en un nivel fronterizo de
conciencia, por medio de la relajación, interiorización y meditación, permite
recordar, revivir, percibir, a nivel espiritual determinadas circunstancias
que, una vez vuelto a la materia, a nivel psico-sensorial se lleva a cabo un registro en el actual
cerebro, teniéndose conciencia de un
conocimiento que trasciende y va más allá de la propia recepción a través de
los presentes sentidos físicos.
Una de las cosas que suele llamar
poderosamente la atención es el hecho que tan pronto se conozca una persona,
por primera vez, parece como si la conociéramos de “toda la vida” o viceversa,
sin causa visible para ello, nos cae mal.
Hay quien atribuye este hecho a la
exteriorización del aura, es decir, por la sintonización magnética de los
individuos es posible detectar el estado anímico positivo o negativo, lo cual
permite recibir impresiones favorables o desfavorables de una persona. También, por este mismo mecanismo, se puede percibir si la persona sufre algún
dolor en determinada parte de su cuerpo, experimentando la sensación en la
misma parte del cuerpo, es decir, el mismo fenómeno tiene manifestaciones
diversas. Al mismo tiempo, la auto-imagen de la persona, positiva o no, es
percibida, en forma automática por las personas con quienes se entra en
contacto, con su respectivo efecto de atracción o repulsión.
De igual manera, otra explicación
plausible es la percepción espiritual del estado psíquico de la persona, vía
telepatía, -es decir, comunicación de contenidos mentales-, que permite conocer
aspectos menos positivos de la persona o muy positivos que determinen la atracción
positiva o no.
Esto es cierto, empero, en gran
número de casos que se presentan a diario existe una relación que data de
existencias pasadas.
Ahora, bien, será verdad que el ser
humano no recuerda nada de sus existencias pasadas?
Cómo podría explicarse el caso de
millones de personas que “saben tantas cosas” que nadie le ha enseñado” y que
de manera innata están posesionados de tales conocimientos, habilidades o
aptitudes?
Cómo clasificaríamos el hecho de que haya niños que a la edad de 4 años sean músicos, poetas,
matemáticos, y aún otros que fácilmente pueden hablar y escribir varios
idiomas, algunos de los cuales muchas veces antiguos y ya en desuso?
Por supuesto que lo anterior no es
sino una cita pequeña de los
sorprendentes casos que en la naturaleza
humana abundan y que como ejemplos
sirven para comprender tan importante
ley como es la reencarnación.
Algunos dicen: -¡Son genios! Pero,
los genios no existen en la acepción que
le considera “seres privilegiados de Dios”.
No será ese “niño prodigio” que
sobresale en matemática a la edad de cuatro años, un Ser o Espíritu que, en una
existencia anterior cultivó profundamente las matemáticas, alcanzando un dominio tal en las mismas, que al reencarnar de nuevo,
especialmente en la niñez, cuando los
lazos que unen al espíritu con la materia son “elásticos” y permiten que aquél
tenga cierta emancipación o libertad del
cuerpo, hasta el grado en que, con relativa facilidad rememora sus
conocimientos de matemáticas, -o de otra
índole- aplicándolos de manera sorprendente para la edad de 4 años, edad en que
generalmente no ha tenido la oportunidad de estudiar esa u otra materia?
De manera similar acontece con gran
número de personas, en mayor o menor grado, que sin haber estudiado una rama determinada del saber humano, se
encuentran en capacidad de
comprender los más arduos problemas de
la manera más natural.
El siguiente caso, acontecido con
Blaise Pascal, que copiamos de la biografía
“Pascal, La Vida
del Genio”, de Morris Bishop, ilustra, admirablemente, este punto de estudio
sobre la Reencarnación:
“DESCUBRIMIENTO DE LA GEOMETRÍA”
“La
extraordinaria precocidad de Blaise Pascal trastornó por completo el plan
educativo que su padre había forjado.
“Las
conversaciones sostenidas por Etienne con sus solemnes amigos solían ser
acerca de las matemáticas y de la
geometría.
-“Qué
era aquello de la geometría?, -se preguntaba el muchacho y preguntaba a los demás. Y el padre le
contestaba, con su acostumbrada sobriedad,
que era el más alto y más noble de todos los conocimientos.
“Acaso
le recordase la inscripción que figuraba en la puerta de la Academia de Platón, y que decía: -“Que no entre
aquí ningún ignorante de la geometría”.
“Blaise
se sentía decepcionado y molesto y pedía y suplicaba se le instruyera en las matemáticas, igual que otro niño
hubiera pedido se le diesen dulces.
“Pero
el padre se negó resueltamente a ello, porque temía que el muchacho distrajese su atención de los clásicos por
concentrarla en la geometría; sin embargo, le prometió hacerle aprender las
matemáticas en cuanto supiese el latín y
el griego.
“A
fin de poner fuera del alcance del chico tales golosinas intelectuales, el
padre encerró bajo llave todos los libros de texto y rogó a sus amigos que no
mencionasen las matemáticas en presencia de aquel pequeño escudriñador.
“Lo
único que Blaise consiguió saber de su padre fue que la geometría era la
ciencia de hacer diagramas exactos y de averiguar la proporción entre ellos.
“Entregase
Blaise a la meditación, solo en su cuarto, y se puso a aplicar tal definición.
Comenzó a trazar con carbón diagramas en
el suelo de la habitación, tratando de hacer una circunferencia y un triángulo
equilátero.
“Al
conseguirlo, sintió como si en ello le complaciese n el ritmo y el equilibrio
de las líneas.
“Observó
ciertas verdades o axiomas, y llegó a formular algunas descripciones
circunspectas o definiciones.
“Planteó
el mismo algunos problemas y vislumbró métodos de pruebas o
demostraciones.
“Gracias
a su preparación en el uso del
razonamiento, procedió adelante paso a paso, hasta llegar a la trigésima
segunda proposición de Euclides, la de que: la suma de los ángulos de un
triángulo es igual a dos ángulos rectos.
“Mientras
Blaise estaba por completo absorbido en tan intrincado problema, se le ocurrió
al padre ir a la habitación del muchacho y se quedó allí parado un gran rato
observando la actuación del geómetra inconsciente. No pudo el padre contenerse más y, medio
temeroso y medio orgulloso, se dio a explicar la estructura de su lógica
con una ridícula e improvisada terminología de “rayas” y “ruedos”, de “líneas
rectas” y de “círculos”. Y lo perdonó todo en un gran arrebato de orgullo y de
afecto por el hijo.
“Este
es poco más o menos el relato hecho por Gilberte, y su relación, en calidad de
testigo presencial, es acreedora a todo nuestro respeto. Debe por fuerza, de
ser verídica, salvo las naturales exageraciones
que el comprensible orgullo de familia
haya ido introduciendo en una historia repetida con frecuencia. Se ha
impugnado el testimonio de la hermana, fundando la impugnación en el hecho de
que el orden de las primeras treinta y dos proposiciones de Euclides no es tan
lógicamente inevitable que permita a un desconocedor de las matemáticas , por
grande que sea su genio, reproducirlas de igual forma que se hallan en los
libros de textos. Pero, es el caso que
Gilberte no dijo jamás que su hermano llegase a reproducir milagrosamente a
Euclides, sino que llegó por la simple vía de su propio razonamiento a la
proposición treinta y dos; resultado perfectamente creíble, si bien de todo
punto extraordinario: a decir verdad, casi maravilloso”.
Esa capacidad innata para asimilar,
comprender, resolver “ciertas cosas”, es el conocimiento acumulado, la
experiencia previa, que como herencia cultural –o espiritual- traemos de
existencias anteriores, lo cual es un proceso completamente natural y, además,
es un reflejo de las sabias e inmutables
leyes de la Creación,
las cuales, el ser humano ahora comienza a desentrañar en su esencia profunda y
natural.
El ser humano, en cada nueva
existencia comienza su nueva etapa evolutiva desde el grado de progreso que
alcanzara en la anterior.
Es el mismo ser, quien al final de
su existencia, hace un balance de la misma y en base al resultado o saldo,
-suma existencial- organiza un plan de trabajo para la sucesiva reencarnación.
Él es quien selecciona donde y
cuando nacer, según convenga a su evolución; quienes han de ser los miembros de
su familia, etcétera.
Esto es prueba tangible del libre
albedrío del ser, aún cuando el cumplimiento de las leyes universales es
inexorable y natural, en beneficio de su avance en una ascendente evolución.
**
Reflexión sobre una idea apuntada en una libreta, en
1978.
Una persona puede, en una existencia pasada, haber
alcanzado pleno dominio de un arte cualquiera y desenvolverse con maestría en
el mismo, manejando todos los pormenores a la perfección. En un nuevo ciclo de
vida, cuando se ocupe de otros temas en el cual no ha incursionado previamente
y por ende no tiene experiencia le costará el mismo esfuerzo que a aquel que
jamás estudió algo determinado y comienza hacerlo. Sin embargo, existe una
diferencia que analizaremos en el transcurso de estas reflexiones.
Empero, en los temas que dominaba en
existencias pasadas, manifiesta, espontáneamente, una notable capacidad y
aptitud para asimilar, con facilidad, entender sin esfuerzo, percibir y darse
cuenta, conociendo lo esencial, en la respectiva área, sin que nadie le
enseñara. Aquí radica la clave del porqué en algunas materias precisamos
realizar un esfuerzo de mayor envergadura para aprender los rudimentos de un
arte o ciencia mientras que en otras se adquiere dominio con relativa
facilidad. Se suele decir, en estos casos, de que la persona se encuentra con
aptitudes para tal o cual disciplina. La aptitud, la capacidad de darse cuenta,
de percibir, de hacer o dejar de hacer, constituye la suma existencial
acumulada en incontables ciclos de vida.
En el archivo espiritual conservado en
el alma -peri espíritu o cuerpo etéreo, es decir: memoria extracerebral-
se encuentra el registro de todos los actos realizados en cada ciclo de vida,
informaciones cuyas lecturas el espíritu puede efectuar mediante la
emancipación de la conciencia objetiva y trascendiendo la percepción de los
sentidos físicos. Es lo que ocurre en las denominadas regresiones. Empero, el
desarrollo espiritual alcanzado por el ser -espíritu- se manifiesta como estado
de conciencia, como capacidad de hacer o dejar de hacer, como APTITUD, VISIÓN,
CONCIENCIA.
Empero, una persona que alcanzó la
maestría en un arte, ciencia o técnica determinada, en el presente ciclo de
vida o en otros anteriores, al abordar cualquier otra materia, aún sin
conocimiento previo, siempre alcanzará el pleno dominio en la nueva disciplina
con mayor facilidad y rapidez que aquél que jamás dominó arte alguno.
El dominio del método científico de
investigaciones en cualquier carrera profesional, si cambia de actividad, se
manifiesta en cualquier otra nueva asumida.
Quien tiene maestría en un área determinada,
unas vez y culminada la etapa de
necesaria actualización, conservará su nivel de excelencia y su actitud
triunfadora au n en esas etapas de aparente simplicidad.
Esos grandes genios de épocas pasadas
que nos admiran al volver en nuevos ciclos de vida seguirán manifestando sus
rasgos geniales continuando la trayectoria de sus proyectos durante incontables
existencias de acuerdo a los planes del respectivo planeta de turno en que se
desenvuelvan.
Ahí tenemos los ejemplos de Homero,
Solón, Platón, Plotino, Marsilio Ficino. El de Aristóteles, Apolonio de Tiana,
Leonardo Da Vinci, Emanuel Swedemborg. El de Fidias, Miguel ángel y Augusto
Rodin. El de Plutarco y Miguel de Cervantes y Saavedra. El de Pisistrato,
Alejandro Magno, el emperador Juliano, Mahoma, Saladino y Soliman El Magnifico.
El de Tolomeo I Soter, Abderramán III y Lorenzo El Magnífico. El de Antulio,
Pitágoras y Jesús de Nazareth. El de Elías y Juan el Bajutista. El de Confucio
y Sócrates, e incontables otros casos, muchos de los cuales se manifiestan como
casos de niños prodigio. En la polaridad opuesta, se arrastran las fobias, los
traumas, costumbres, idiosincrasias, al igual que a nivel de los rasgos
físicos, marcas de nacimiento, entre otros aspectos, englobados en el término PHILIAS,
que precisarán reflexiones apartes.
La evolución se manifiesta en tres
niveles claramente diferenciados:
En el físico o genético.
En el anímico o de actitud.
En el espiritual, o estados de
conciencia o de aptitud.
Cada especie, efectúa, dentro de su mismo orden, la
evolución en esos respectivos tres niveles claramente diferenciados, de acuerdo
a un plan cósmico, ya que sería impensable que tal perfección observada en
todos los ordenes naturales ocurriese por casualidad. La casualidad no existe.
Lo que sí existe es la
CAUSALIDAD, es decir, la ley de causa y efecto. De igual
manera, los saltos evolutivos de una especie a otra, en este orden de ideas,
queda totalmente descartada, salvo demostración contraria poco probable, pero,
será tema de reflexiones apartes.
La aparición de la vida y su evolución en incontables
mundos habitados del universo es un problema resuelto una eternidad antes de
que apareciese en escena este minúsculo planeta tierra en escena. Que la vida
aparezca de una u otra forma, y evolucione de igual manera, lo hace de acuerdo
a un plan cósmico que demuestra la suprema inteligencia del CREADOR UNIVERSAL y
la inmutable ley cósmica. Estos temas presentan una gama interesante de casos
por resolver con una perspectiva universal
que trasciendan los estrechos límites perceptivos del planeta tierra,
por cuanto se forma parte de una REALIDAD UNIVERSAL.
**
PERCEPCIONES
DE VIDAS ANTERIORES
-Una nota de fecha: 09 de octubre de
2010-.
El ser
humano, cuando nace en cada nueva existencia, trae de vidas anteriores, en su
espíritu, la aptitud, consistente en la capacidad de hacer o dejar de hacer, y
la de comprender, hasta donde alcance el grado evolutivo en el último ciclo de
vida.
El nuevo ser
no recuerda, a nivel objetivo, salvo excepciones, nada que no haya sido
aprendido en este ciclo de vida y percibido por los cinco sentidos físicos, más
las deducciones e inducciones lógicas que desde los primeros años realiza el
ser.
El alma, que
constituye el enlace entre el cuerpo y el espíritu, contiene el archivo espiritual
donde se encuentran registrados todos los actos, pensamientos y experiencias
como historia de vida; pero el resultado de ese cúmulo de experiencias, en el
espíritu, se refleja como aptitud y actitud, visión y capacidad de ser, hacer y
dejar de hacer.
Ahora bien,
-es verdad que no recuerda nada el nuevo ser de sus vidas pasadas?
Durante los
primeros tres años de vida, el nuevo ser recuerda todo de su vida pasada, al igual que un
adulto lo hace con lo que le aconteció desde que tiene el uso de la razón.
Empero, el niño no puede hablar, contando todo lo que recuerda. De poder
hacerlo, sería terrible para todos los involucrados, por los secretos que
revelaría, capaces de crear traumas al permitir conocer no solamente los casos
buenos sino las lacras que se puedan arrastrar y las pruebas de vida que viene
a afrontar, que nadie, en condiciones normales, sería capaz de soportar.
Algunos podrían ser enemigos de los padres o de otros miembros de la familia y
conocer esos detalles constituiría una carga innecesaria.
Esa es la
razón por la cual la naturaleza, por bondad divina, evita que el niño pueda
hablar hasta determinada edad y hay casos en que esa capacidad de hablar se
retarda aún más allá de lo normal.
Pese a todo,
esos recuerdos que el niño rememora, quedan registrados en su actual archivo
mental; ese es el motivo por el cual la persona experimenta la sensación de
haber vivido siempre y se representa,
mentalmente, un conocimiento histórico que trasciende los límites del presente
ciclo de vida, conociendo, generalmente, mucho más de lo que nadie le enseñó y
pese a eso no se da cuenta de que sabe más de lo que nadie le ha enseñado.
Además, en
los primeros años de vida, el niño se actualiza, poniéndose al día con lo que
dejó de aprender a nivel objetivo desde la desencarnación en el ciclo de vida
anterior, a lo cual se suma la experiencia adquirida en la dimensión
espiritual, entre vidas.
En torno a
los siete años el niño se habrá nivelado y puesto al día y ya alrededor de los
diez y ocho años se encuentra a un nivel óptimo como si nunca hubiese
interrumpido ningún ciclo de vida, a nivel de aptitud, es decir: capacidad de
ser, hacer o dejar de hacer, traducido esto como visión de vida y actitud,
reflejado todo en el carácter de la persona.
A través de
las proyecciones espirituales, de la estadía en la dimensión espiritual durante
el sueño, de los períodos de meditación y los de relajación, permiten la UNIFICACIÓN DE LA CONCIENCIA, facilitando
que cada ser sepa, en un momento dado, mucho más de lo que realmente aprendió
en el presente ciclo de vida.
A esto se
suma el conocimiento percibido mediante la intuición y la inspiración, entre
otras inmensas facultades espirituales que posee el ser humano así como cada uno de los integrantes de los cuatro
reinos naturales.
**
-Qué hacer cuándo se tenga interés por realizar
una regresión a vidas pasadas?
Generalmente, un profesional serio suele hacer
las regresiones cuando existe una razón válida para ello. Empero, es una
cuestión personal.
Ahora bien, -Es necesario? Personalmente, no lo
creo, salvo excepciones. Pero, sí es muy importante conocer a fondo el
mecanismo de la reencarnación, las leyes de la reencarnación, la ley del karma
y otras leyes interrelacionadas como la de justicia, igualdad, compensación,
afinidad y otros valores universales interrelacionados. Al mismo tiempo, es
preciso leer la bibliografía mundial sobre el tema, de las diversas corrientes
de pensamiento. Esto es fundamental: COMPRENDER……por sí … lo que hay al
respecto.
LA MEDITACIÓN……este tema es clave, al igual que la CONCENTRACIÓN.
Pero, lo importante, es relajarse desde los
dedos de los pies, gradualmente, hasta la cabeza. Al llegar a ésta, es
importante imaginarse en la posición de espalda, flotando, en un lago de aguas
tranquilas.
Esta relajación físico-mental permite entrar en
un estado fronterizo de conciencia, e intuitivamente, se percibe información de
interés para cada persona, que va aflorando, gradualmente, en la conciencia,
comenzando a darse cuenta de cosas que antes pasaban desapercibidas.
En fin de cuenta, lo que se desea es conocerse
más profundamente. La mejor forma es la interiorización, y el contacto con el
propio ser in terno en conexión con la fuente: el Creador Universal. Donde
centra la atención, se expande la conciencia. La relajación y la meditación
permiten la UNIFICACIÓN
DE LA
CONCIENCIA.
Algunos ejercicios de concentración, como la
fijación de la mirada en un objeto oscuro o brillante, sobre la luz de una
vela; mirarse en el entrecejo, frente a un espejo, repitiéndose veinte veces:
CADA DÍA EN TODAS FORMAS PUEDO ESTAR MEJOR Y MEJOR, le permite ir tomando
control de su propia mente. Al concentrarse, adormeciendo los sentidos físicos,
se activan, simultáneamente, los sentidos espirituales.
La experiencia nos demuestra que, la persona
que se avoca al estudio con interés, oportunamente, en forma espontánea, puede
llegar a conocer aspectos esenciales sobre vidas anteriores.
Hay una técnica sencilla, que cualquier persona
puede aplicar: es la de relajarse, antes de dormir y auto-programarse de la
siguiente manera: -QUIERO TENER UN SUEÑO,
QUE NO CONTENGA ELEMENTOS DOLOROSOS, QUE ME PERMITA CONOCER DETALLES PRECISOS Y
RECORDARLOS, SOBRE MI VIDA INMEDIATAMENTE ANTERIOR. (PUEDE SEÑALAR UN PERÍODO
DETERMINADO).
Es recomendable la siguiente técnica, muy
sencilla; practícala tres veces al día, o en cualquier momento en que lo
desees.
Afirmar, centrando la atención en el punto de
la cabeza donde nace el remolino de pelo, con los ojos abiertos o cerrados:
·
Entro en conexión espiritual con el
creador universal, contando del cinco al uno: 5 – 4 – 3 – 2 -1.
·
Ahora estoy ya en conexión espiritual con el
Creador Universal.
·
Formo una unidad cósmica perfecta
con el Creador Universal. (Diez veces).
Esto se realiza sin esfuerzo, dejando que la
mente realice por sí misma la conexión con la fuente. Donde se centra la
atención se expande la conciencia. Se sugiere, mantener un estado de
receptividad con desapego.