Posees un gran poder dentro de ti: es el poder de elección y la libertad de pedir a la vida lo que requieres para su realización.
Ejerciendo el poder de la elección del cual estás investido por el Supremo Hacedor, tomas, en las propias manos, las riendas de tu vida y le imprimes el rumbo deseado.
Eres el resultado de tus elecciones del pasado. Serás lo que eliges ser en el presente.
Del esfuerzo y entusiasmo que despliegues en su consecución, dependen los resultados que obtienes.
Una vez efectuada la elección, todo tu mundo se desarrolla a su alrededor, como un eje que busca su punto de equilibrio en el universo de tu vida.
Imantas hacia ti los elementos necesarios que han de conformar tu realidad y el éxito equivalente al nivel, calidad e índole de tu elección y pedido a la vida.
La Ley Cósmica, dice: -Según eliges, pide y das, recibes-.
En el acto de elegir existe un poder creativo que se plasma al formular el pedido, como un decreto, de lo que tú aspiras realizar; mientras que al dar, -una forma de pagar el precio, se abre la puerta por la cual, al mismo tiempo, se recibe el salario cósmico y la compensación equivalente.
Abre el camino adecuado. Recorre una sola ruta a la vez. Al final, siempre está tu meta esperándote.
Edmund Burke, dijo: -“Un camino de mil kilómetros comienza dando el primer paso”-. A su vez, Alexis Carrel, -profundo pensador francés, del siglo XX-, acertadamente refirió: -“El porvenir pertenece a los que lo consagran todo por un ideal”-.
Cada paso que das, dalo únicamente en dirección de tu meta.
Con cada elección pagas un costo de oportunidad. Por cuanto, al decidirte por un objetivo, estás dejando de lado otros entre los cuales también podías elegir.
Desarrolla tus habilidades para decidir acertadamente, eligiendo cursos de acciones que mejor aporten el mayor grado de certidumbre en cuanto a los resultados apetecidos y al más bajo costo de oportunidad.
CÓMO ELEGIR CON EFECTIVIDAD
Al percibir un requerimiento de cambio que aporte un avance más allá de la posición actual, en tu vida, empieza el proceso de la toma de decisión, el cual concluye con la elección del mejor curso de acción que lo satisfaga y su puesta en práctica.
Elegir, constituye, siempre, la selección de la mejor alternativa, como etapa fundamental del proceso decisorio.
La vida presenta tres clases de situaciones claramente identificadas, las cuales es necesario determinar para hacer más efectiva la elección.
En primer lugar se enfrentan situaciones en condiciones de certeza, donde tanto el curso de acción como el resultado, son conocidos. Los cursos de acciones pueden ser numerosos, pero cada uno sólo puede proporcionar un resultado. El secreto consiste en seleccionar el curso de acción que maximice el resultado.
En segundo lugar, la elección toca tomarla en condiciones de riesgo, donde cada curso de acción presenta varios resultados probables con factibilidad relativa. La clave consiste en tener presente el valor esperado en la toma de decisión, haciéndose cargo probable, en caso de efectos negativos, si sus consecuencias son controlables.
Las preguntas claves que es preciso formularse, son:
1. -Si adopto esta decisión, ¿qué es lo mejor que puede pasar?-
2. -¿Me satisface?-
3. -Y, ¿qué es lo peor que puede ocurrir?-
4. –¿Puedo controlarlo?-
Si lo mejor que puede pasar te satisface, y lo peor, estaría bajo tu control, entonces, toma la decisión.
Elige siempre el curso de acción que maximice o minimice el valor esperado del resultado, por ejemplo: el mejor logro o el menor riesgo, o ambos, simultáneamente.
Le siguen las decisiones en condiciones de incertidumbre, las cuales, en lo posible, se recomienda evitar. En este caso, cada curso de acción ofrece múltiples resultados inciertos, disponiéndose de escasa y poco confiable información, para hacer proyecciones futuras certeras.
Estas decisiones deben ser adoptadas solamente cuando se haya estructurado una sólida base económica, o de otra índole, que permita asumir las eventuales consecuencias sin producir desequilibrios graves e incontrolables.
EL PROCESO PARA ELEGIR
Optimiza tus habilidades para tomar decisiones efectivas, acertadamente, aplicando los siguientes pasos:
1. DEFINIR EL OBJETIVO QUE DEBE SER
ALCANZADO
Tan pronto percibas la necesidad de cambio, identifica, -definiéndolo y enunciándolo por escrito- el objetivo que, resolviendo la situación, restablezca el equilibrio original, o que, una vez realizado, implique un avance más allá de donde, ahora, te encuentras.
Los resultados ideales que deben ser alcanzados, al ser comparados con la situación actual, determinan la diferencia que constituye el objetivo de la elección.
2. ANALIZAR, Y DISTRIBUIR, EL OBJETIVO, EN
ETAPAS CON CLARO ORDEN PRIORITARIO
Analiza las posibles causas que originan la insatisfacción y qué resultados reestablecerían el equilibrio o generarían el cambio deseado. Usa las preguntas:
• -¿Qué debo lograr?
• -¿Cómo?
• -¿Dónde?
• ¿Cuándo?
• -¿En cuántas etapas puedo dividir la realización del objetivo?
• -¿Qué prioridad asignaré a cada una?
• -¿Por qué?
3. BUSCAR ALTERNATIVAS O PROBABLES
SOLUCIONES
En esta fase, se exploran todos los cursos de acciones que constituyen alternativas o probables soluciones, evitando críticas, para facilitar el proceso creativo.
4. EVALUAR LAS ALTERNATIVAS Y SELECCIONAR
LA MEJOR
Después de evaluar todas las alternativas posibles se selecciona la que mejor optimice, o minimice, los resultados esperados de la elección.
5. EJECUCIÓN
Tomada la decisión, con voluntad férrea y plena confianza en la obtención de los resultados, se emprende la acción correspondiente, hasta alcanzarlos. La Ley cósmica de la atracción, expresa: -Una mente decidida, con acción constante, siempre imanta resultados-.
6. CONTROL
Se controlan los resultados para retroalimentar cualquier eventual desviación, reiniciando el proceso decisorio, el cual culmina con una nueva elección.
PSICO-PROGRAMACIÓN:
Afirma, antes de tomar una decisión:
Entro en el nivel de mi mente psiconsciente idóneo para tomar acertadas decisiones y resolver cualquier situación con efectividad. (Tres veces).
Ahora me encuentro, ya, en el nivel de mi mente psiconsciente idóneo para tomar acertadas decisiones y resolver cualquier situación con efectividad. (Una vez).
Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente idóneo para tomar acertadas decisiones y resolver cualquier situación con efectividad durante treinta y cinco minutos para analizar el caso: (mencionarlo) y decidir la solución más conveniente en armonía con todos. Antes de quince minutos, a partir de este momento, tendré la percepción correcta de lo que debo hacer. Hecho está. Conservo pleno autodominio, el control de todas mis facultades físicas, mentales, emocionales y espirituales y de todas las circunstancias y una perfecta calma imperturbable, impasibilidad, serenidad y un estado de tranquila relajación a nivel físico, mental, emocional y espiritual y total claridad en las ideas. Hecho está; así es; así sea.
Tan pronto como tengas escritas las mejores alternativas u opciones entre las cuales te es preciso elegir, en el nivel de la mente psiconsciente en el que ya te encuentras –o si ha transcurrido un lapso mayor de los treinta y cinco minutos, vuelve a efectuar la psico-programación- pregunta tres veces a tu mente psiconsciente: -¿Cuál decisión debo tomar? Espera la respuesta durante cinco minutos.
Puedes preguntar a la mente psiconsciente:
I. -¿Debo tomar esta decisión? –Menciona la respectiva alternativa- (Tres veces). Espera la respuesta durante cinco minutos.
II. Cómo resultará si elijo esta opción? –Menciónala- (Tres veces). Espera la respuesta durante cinco minutos.
III. –Qué otra alternativa debo considerar? (Tres veces). Espera la respuesta durante cinco minutos.
IV. Repite el proceso con cada una de las alternativas en estudio.
Automáticamente, al cumplirse los treinta y cinco minutos se saldrá del estado de interiorización; empero, los estados de lucidez, calma, fortaleza, confianza y serenidad se conservarán aún después de volver a las condiciones normales. Con el tiempo y práctica, se puede hacer la psico-programación por un lapso mayor.
PLAN DE ACTUACIÓN:
o Entro en mi nivel idóneo para resolver situaciones, en mi mente psiconsciente (Tres Veces)
o Ahora, ya estoy en mi nivel idóneo para resolver situaciones, en mi mente psiconsciente. (Tres veces).
o Permanezco en este nivel idóneo para resolver situaciones, en mi mente psiconsciente, quince minutos, (o más), durante los cuales voy a analizar esta situación y encontrar la solución perfecta. Hecho está.
o El caso que deseo resolver y voy a resolver, es: Describir:
o Ahora, pregunto a mi mente psiconsciente:
¿Cuál es la mejor manera de resolver este caso?: (Describir).
Deseo la respuesta correcta que debo aplicar, antes de seis minutos; quiero percibirla claramente por el mejor medio perceptivo de mis facultades espirituales, la cual recordaré, comprenderé y aplicaré con efectividad, tan pronto la perciba. Hecho está.
EL PODER EFECTIVO DE LA DECISIÓN
En general, en mayor o menor grado, todos saben decidir; conocen el método científico de resoluciones de situaciones, el proceso creativo de toma de decisiones y cumplen perfectamente todos los pasos hasta llegar a lo más importante: la acción.
Es en la acción donde se requiere desarrollar en alto grado habilidades para plasmar en la realidad lo pensado y decidido.
Empezar, dar el primer paso, ponerse en camino, después de decidir, ése es el gran secreto. Pero, una vez iniciada la acción, con la visión clara del tiempo factible para alcanzar el respectivo logro, es preciso persistir, con confianza plena y desapego de los resultados y continuar dando todos los pasos restantes que sean necesarios, hasta alcanzar la meta. Simplemente, haz la cosa y tendrás el poder para hacerlo; esa es la clave.
El poder de la decisión crea resultados. La mente decidida adopta el propósito de alcanzar determinados logros y funge de convención mental que le sintoniza con los elementos coadyuvadores a su consecución.
La decisión de lograr algo implica la oferta de un servicio, producto, idea o beneficio, que debe ser dado a cambio y toda oferta genera, automáticamente, su demanda. En el mismo momento en que se toma la decisión, en alguna parte, todas las personas que coadyuvarán están tomando, simultáneamente, las respectivas decisiones complementarias. En la metafísica de la decisión, si se observa desde la perspectiva o dimensión adecuada, se percibe que, en el mismo instante en que un arquitecto diseña un chalet, sin darse cuenta, por vía psico-sensorial. –o intuitiva-, percibe las necesidades insatisfechas de un determinado consumidor y crea el ambiente con el cual, ese futuro consumidor, en ese momento, está soñando con uno análogo. Cuando el constructor decide construirlo, en el mismo instante, una persona, está decidiendo comprarlo. El resto es un proceso que se desenvuelve de manera tan natural que todo parece casualidad.
Lo importante es tomar la decisión ya que implica una oferta de comprar o vender, dar o recibir, hacer o dejar de hacer, etcétera, y el mecanismo de la vida sabe que puede contar con esa oferta o demanda y, la persona, sin darse cuenta, pone en movimiento una de las leyes más poderosas de la creación.
La decisión tiene fuerza de atracción y repulsión. Atrae a los elementos coadyuvantes y repele los antagónicos por medio de la ley del aislamiento cósmico.
Una vez decidido el propósito fundamental de la vida, seleccionados los objetivos a corto, mediano y largo plazo, determinada la carrera en la cual se quiere cada quien realizar, auto-expresando el genio que se anida en el interior, hay que mantenerse firme en la determinación de alcanzar las metas anheladas, en el intervalo que media entre la siembra de la semilla y la cosecha de los resultados.
Esa paciencia firme, serenidad inalterable, confianza absoluta, expectativa profética, voluntad de acero, nervios relajados y desapego de los resultados proporcionan el autodominio suficiente para imantar los resultados y de persistir firme en el propósito sin variar de rumbo hasta alcanzar lo que se ha propuesto.
Una y mil veces hay que abordar la acción y con el trabajo suficiente y el estudio necesario, con la creatividad adecuada y los métodos propicios, todo se logra, oportunamente.
El ser humano está dotado para realizar cualquier cosa que conciba en su mente siempre y cuando la aborde una a la vez.
Si concebiste la idea, planificaste el proyecto, y asumiste el reto, manteniéndote firme y actuando constantemente alcanzarás el resultado previsto, en el tiempo debido.
Pero, cuando más cerca estés de alcanzar tu meta es cuando más firme requieres estar, por cuanto, es allí donde la prueba de la vida verifica tu temple y selecciona los mejores –o más efectivos cooperadores- para seguir adelante, en cada actividad, área, etcétera. Por esta razón, la antigua sabiduría recomienda que jamás debe abandonarse la realización de un proyecto en el momento en que las situaciones se muestran en su aspecto menos favorable,
Es preciso dar ese paso que separa la decisión de la acción. Ten confianza: en ti y en la vida; ésta secunda todo esfuerzo sincero.
Tienes el poder en tus manos, úsalo. Mantente firme y alcanza, una a una, todas tus metas. Visualiza el resultado satisfactorio en tu mente. Afirma lo positivo. Di, una o mil veces, o cuantas sea necesario: -voy a lograrlo-.
Sólo la decisión activa el mecanismo cósmico del logro; actúa como si… ya lo hubieses alcanzado. Da por hecho su consecución exitosa con serena convicción, tenacidad y desapego.
Adelante.
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