jueves, 13 de agosto de 2009

LA INTELIGENCIA ANIMAL





LA INTELIGENCIA ANIMAL

Giuseppe Isgró C.

El reciente envío del artículo escrito en 1969, con el título María Dondena, la gata que realizó una hazaña, basado en un hecho real acontecido hacia la mitad de la década de los años 50, del siglo XX, me ha traído de vuelta diversos relatos de primera fuente, los cuales sumados a otros del conocimiento del autor, sintetizaremos a continuación:

En primer lugar, la señora Ilse nos cuenta textualmente:

-“Conmovedora historia GIUSEPPE...si sabré yo lo que es de grande el amor de algunos animales ..podría yo relatarle tantas historias de mis animales, que han sido tantos, desde mi infancia...pero le contaré una en especial...Hace ya 7 años, sucedió que cerca de mi casa fueron invadidas unas tierras...al cabo de 9 meses de estadía de los invasores se dio una orden de desalojo que ejecutó la policía..entre tanto desorden habia un asustado perrito que casi fue atropellado de no haber sido por la intervención de un policía que me auxilio para ir en su ayuda...al día siguiente visité los terrenos en compañía de su dueño y ví en uno de los pisos improvisados que quedaron al animalito echado justo en la que debió ser la puerta ..me saludo con alegría y nos acompaño en el recorrido...pasaron 15 días y ya no aguante el ver a esa perrita (resulto ser una hembra) en el abandono y decidí traerla aunque ya era difícil tenerla (era la 5ta adoptada) la escondí en una habitación para que pasara desapercibida y evitar los regaños de mi esposo mientras se acostumbraba a la casa..al tercer día mi esposo me pregunto hasta cuando tendría a mi huésped escondida y en medio de risas esa noche espere con alegría la mañana para sacarla de su escondite... paso la mañana feliz recorriendo la casa y conociendo los alrededores...y al mediodía al llegar mi esposo lo recibió con la alegría de quien ve llegar a su amo en compañía de mis otros cuatro perros...mi esposo estaba muy contento de tanta nobleza y yo feliz de haber tomado la decisión correcta. De eso hace ya 7 años y ella nunca más salio a la calle, nunca he tenido que someterla para que no se escape y es mi compañía permanente..cada día ella se dedica a dormir y a comer como quién no quiere dejar de disfrutar de lo que la vida le regaló...YOYO se llama pues va para arriba y para abajo junto a mi siempre...”-.

Antes de todo, expreso mi gratitud a la señora Ilse, por este hermoso relato, del cual se puede destacar lo siguiente:

1. Al permanecer la perrita en el lugar en el cual vivía, pese a haber sido invadido, indicaba el apego a lo que consideraba su hogar. Esto es lo que se podría denominar como el sentido de pertenencia.
2. Al haberla adoptado la señora Ilse, y llevado a su casa, y guardado en el closet, durante tres días, ella cooperó silenciosamente, como si supiese que debía guardar silencio, ya que de eso dependía, probablemente, su permanencia en aquel hogar mientras se obtenía el consentimiento del esposo de Ilse.
3. Cuando finalmente, éste consiente en que se quede con ellos, la perrita, a mediodía, a su regreso a casa, sale a recibirle cariñosamente y agradecida. Es decir, ese hecho demuestra que sabía que él había dado su consentimiento. Además de eso, fue a demostrarle su gratitud y su afecto, ejerciendo el poder del amor y conquistando al ser humano por su influjo. La perrita Yoyo, estaba recorriendo el antiguo camino del amor preconizado por la Doctrina Jainista , una de las más antiguas conocidas en el planeta tierra, anterior a los Vedas. Es decir, Yoyo, estaba practicando el camino del amor, uno de los más antiguos conocidos en el sendero de la sabiduría. Nada más y nada menos, tampoco.

4. Luego, el acompañamiento de Yoyo a Ilse, a donde ella fuere. Los animales saben quienes le quieren y responden a su afecto y se apegan a las personas. El ser humano, también es sensible a este cariño, por cuanto los animales son capaces de darlo de manera desinteresada.

o El poeta Alfio Taccia, en una poesía dialectal siciliana, con el título: Mi perrita, dice:
“…me ha hecho siempre compañía;
dentro de la casa o fuera, en todas partes,
me la encuentro, contenta, a mi lado.
“Comprende como una persona adulta,
y con devoto afecto me observa;
en esta vida de grandes pruebas
es un torrente de amor y de poesía”.
“Pienso que nadie, entre la gente,
por sentimiento, por profundo afecto,
puede estar a la par de cualquier perro”.
“Que este animalazo no pretende nada,
demuestra la dulzura que en su ser trae,
y no cambia jamás sus sentimientos”-.
Sin duda, esta es la razón por la que hoy en día cada vez mayor número de personas tienen algún tipo de mascota, por cuanto encuentran en ella la expresión de un cariño genuino que emociona y llena a la persona en elevado grado. Es decir, los animales son capaces de dar amor en una forma tal que compensan con crece el de los humanos.
5. Luego, surgen varias preguntas:
o ¿Piensan los animales? Sin duda alguna; no le quepa la menor reserva de que sí piensan y existen muchas observaciones tanto científicas como “empíricas” que así lo demuestran.
Un ejemplo: En días pasados, la gata del edificio en que habito, a la que de vez en cuando le doy algo de comer y le hago cariño, mientras recorrería el estacionamiento para botar un par de bolsas de basura, ella se encontraba en el área del hall de entrada, pero la puerta que nos comunicaba estaba cerrada; al ver que no me dirigía a ella para abrirla y observar que iba hacía la parte en que se encuentran los recipientes, a la velocidad del rayo subió por la escalera, y por la abertura que comunicaba con el lugar hacia donde yo iba, saltó y me vino al encuentro. ¿Eso no es pensar? ¿Y los pajaritos que mojan la perrarina para ablandarla y así poder comerla? ¿Y aquellos que colocan las nueces exactamente por donde pasan las ruedas de los coches, para rompérselas? ¿Qué es eso? ¿Solamente instinto?

¿Qué es un instinto? La mejor definición que he encontrado al respecto es la dada por Allan Kardec en El Libro de los Espíritus: -“El instinto es un grado rudimentario de inteligencia”-. Y el atributo de la inteligencia ¿quién lo posee? Por supuesto: el espíritu. Si los animales poseen el atributo que es inherente al espíritu, es porque también posee éste, caso contrario dejarían de poseer ambos: es decir: lo poseído y el poseedor.

Preguntamos:

1) ¿Tienen espíritu los animales o simplemente tienen un instinto de acuerdo a la especie?
2) ¿Tienen los animales facultades espirituales, -o psíquicas, análogas a la de los seres humanos?
Un amigo del autor, también a raíz de la lectura del relato de María Dondena, me refirió un caso, pero al concluir, él mismo saca una conclusión, diciendo: -“Bueno, para realizar tal cosa, el gato debió de haberse desdoblado y eso es imposible, ya que para hacerlo debería tener espíritu y simplemente no lo tiene”-. El expresaba la teoría de que los animales solamente tienen un “instinto”, en vez de espíritu, además del cuerpo y del alma, que en la acepción espirita actual, alma equivale al peri-espíritu acuñado por Allan Kardec, y al hilo de plata de Aurobindo, o al doble etéreo de las diversas corrientes ocultistas. La observación precisa de los hechos demuestra otra realidad, es decir, los animales tienen espíritu; vayamos más lejos todavía: los vegetales, tienen espíritu; más lejos aún: los minerales tienen espíritu. En el curso del presente trabajo –y de otros subsiguientes- lo demostraremos.

Ahora bien: Al mundo animal se le denomina así, desde la más remota antigüedad, porque los animales tienen alma. En italiano alma se dice anima. Alma deriva del griego psique, empero, en la acepción antigua, es equivalente a Espíritu, es decir, representa al espíritu y no al peri-espíritu; si bien, a través de la historia han sido utilizados ambos términos, es decir, alma y espíritu como sinónimos.

Empero, paralelamente, siempre se ha hecho la diferenciación entre alma y espíritu, siendo éste el ente inteligente que anima al ser humano y a los seres de los tres reinos naturales, y el alma, el elemento intermedio –o de enlace- que une al espíritu con el cuerpo. Esa es la ley; una sola que rige todo. Por lo cual, una de dos: o la ley es una que rige todo, o ese principio es susceptible de revisión.

Todos los seres poseen cuerpo, alma y espíritu. Por ejemplo: los minerales están dotado del espíritu del respectivo elemento, por eso se le denomina espíritu elemental de la naturaleza y está dotado de cuerpo, que es el elemento en sí, del alma y del espíritu.

El espíritu elemental de un elemento, vibra a una determinada frecuencia, y al hacerlo, materializa el elemento respectivo, por ejemplo: el hierro, el plomo o el oro; pero, entre el elemento materializado y el espíritu que vibra, existe el alma, que es el vínculo de enlace entre ambos. Esa es la ley universal. Es preciso meditarla y comprenderla a fondo.

Igual ocurre con el mundo vegetal. Estos dos puntos serán objeto de un artículo posterior.

En segundo lugar, un amigo del autor, el arquitecto Cesar M., al referirle que había leído el artículo enviado por correo electrónico, le mencionó que, en 1984, cuando él se residenció en la Población de Clarines, procedente de Caracas, tenía e su casa un gato que quería mucho, pero, en el patio de la misma había otro, “salvaje”, el que había hecho del lugar su hogar, pero que constantemente andaba a la caza del otro gato con intenciones poco buenas. Para evitar que le hiciese daño a su gato, un día agarró al “salvaje”, lo metió en un saco, y se lo llevó a la Población de Boca de Uchire, distante por lo menos quince kilómetros, soltándolo en la playa. A los pocos días, el “gato salvaje” estaba de vuelta en la casa de Clarines, como si nada.

-“Pero, -dijo el Arquitecto M., el gato salvaje jamás permitió que le volviese a agarrar”. Ni tonto que fuera. Luego, hay quien dice que los animales no piensan. ¿No piensan? ¿Usted cree eso? Muchas cosas deberá modificar el ser humano en su manera de pensar. Es preciso aprender a leer la realidad en el libro de la vida. Aquí, por supuesto, cabría una pregunta no exenta de cierto grado de humor, y es la siguiente: -“Piensan los seres humano? Aunque usted no lo crea, es una pregunta seria. Usted tiene derecho a creer que los seres humanos piensan. En verdad, han existido y existen un gran numero de personas pensadoras; pero son tantos los ejemplos……..que podrían aducirse en sentido contrario, o, ¿usted no conoce algunos? Durante quince siglos las opiniones de Aristóteles eran aceptadas sin reflexión por los más importantes científicos, que se supone son pensadores; cuando alguno de ellos encontraba que Aristóteles se había equivocado, solía decir “que el cuerpo humano había debido cambiar desde su época hasta ahora”. Entonces, uno se pregunta: ¿Piensan los seres humanos?

El Creador Universal, como Don Divino, otorgó el libre albedrío. Por supuesto, cada quien es responsable del uso que le da. Empero, la vida va enseñando a cada persona, oportunamente, y de acuerdo al propio nivel evolutivo, la manera más efectiva de pensar, percibiendo, por grado, la verdad universal.

En tercer lugar, un caso que, según el relator, lo refirió el conocido locutor Santos Guaita. El suceso describe a un individuo que quería deshacerse de su perro, y se lo llevó tan lejos, en la montaña, de manera que no pudiese regresar, que él mismo se perdió, sin saber como volver, hasta que se le ocurrió soltar al perro, para que le guiase, y de esta manera, poder hacerlo hasta llegar a un lugar conocido. Claro, se trata de la superioridad del hombre. El hombre piensa; el animal sabe. ¿En qué consiste la diferencia?

Cuando el hombre llega al límite de su capacidad de razonamiento, por medio de la lógica inductiva y deductiva, se activa la facultad intuitiva y percibe la nueva realidad que precisa conocer, entonces sabe sin saber cómo sabe ni por qué sabe; o recibe una inspiración por medio del pensamiento de fuentes espirituales que se lo transmiten, y entonces sabe algo, ahora, que apenas unos minutos antes no sabía, pero que si no lo anota, poco después se le puede olvidar y entonces, uno se pregunta: ¿era él el que sabía o alguien por el pensamiento le comunicó lo que precisaba? ¿Quién lo hizo y cómo? ¿Es un conocimiento racional o trasciende la razón? ¿Este mecanismo perceptivo de los animales se mantiene intacto mientras que en el ser humano, por falta de uso, se ha atrofiado y precisa volverlo a desarrollar?

Un cuarto caso, se lo contó al autor, un constructor italiano de nombre Nazareno, quien quería deshacerse de su perro y lo dejó en un lugar distante de su casa de alrededor veinte kilómetros. A los pocos días, el perro estaba de vuelta a la casa. El señor Nazareno, viendo la fidelidad del perro, experimentó tal emoción, que jamás volvió a intentar deshacerse de su perro.

A su vez, el señor Nazareno, le relató una experiencia que por su interés, la referiremos en forma breve: él era un cazador asiduo de diferentes especies de animales: conejos, venados, etcétera. –Espero que el lector de este artículo no sea un cazador, ni que en un futuro próximo se siga practicando este erróneamente denominado deporte, cuyo verdadero nombre no voy a mencionar aquí-. En diversas ocasiones, experimentó el espejismo del cazador. Ve la presa, le dispara y cuando va a buscarla, no hay nada. Según él, diversos amigos o conocidos suyos, cazadores veteranos, han experimentado el mismo fenómeno. Es digno de análisis: Veamos algunas preguntas:

A) -¿Se trata de una alucinación? ¿Real o imaginaría? ¿Qué es una alucinación? ¿Qué es una percepción imaginaria?

B) ¿Se trata de una materialización del espíritu de un animal? ¿Cómo ocurre el fenómeno, de ser así?

C) ¿Es una percepción clarividente, que tiene el cazador, del espíritu del animal? Por ejemplo: 1) Percepción clarividente con desdoblamiento o proyección espiritual. 2) Percepción clarividente con materialización. En este último caso, denotaría una inteligencia espiritual del espíritu del animal capaz de dirigir el fenómeno en forma análoga a como lo realizan los entes espirituales humanos. (Muy significativo.)

D) ¿Es una manera de la naturaleza defenderse? Son preguntas para reflexionar. El Libro de los Médium, de Allan Kardec, explica con claridad la extensa gama de facultades espirituales del ser humano, las cuales son idénticas en los animales. El libro: ¿Tienen los Animales Alma? de Ernesto Bozzano, presenta un gran repertorio de fenómenos con un riguroso análisis científico, tomando en cuenta que Bozzano representa una de las mentes más agudas del siglo XX y conocedor profundo de toda la extensa bibliografía mundial hasta su época, teniendo una biblioteca especializada de por lo menos diez mil libros sobre temas vinculados a la Parapsicología , al Espiritismo y áreas afines.

Un quinto caso, observado por el autor de este artículo:

En 1977, un chaval obsequió a mi esposa un periquito, de los que en Venezuela se llaman “cara sucia”. El chaval prácticamente “empolló” el huevo del cual nació el perico, por cuanto lo sacó de un nido, en el campo, y él le daba calor, hasta que nació; era tan pichoncito cuando mi esposa lo recibió, que lo tuvo que alimentar metiéndole pan con leche en la boca, hasta que fue capaz de comer por sí solo. Por supuesto, el periquito no conoció a sus padres, solamente, en primer lugar al niño que virtualmente lo empolló, y en segundo lugar a mi esposa y a mi que comencé a ocuparme de él, hablándole, dándole cada mañana café, con una cucharilla, comida, jugo, agua, etcétera.

Al periquito le pusimos por nombre Lorenzo. Cada mañana, al hacer café le preguntaba: -¿Quieres café Lorenzo? Acto seguido, se lo daba con la cucharilla. Al poco tiempo, al comenzar a colar el café, y percibir el olor, sin decirle nada, él empezaba a decir: -¿Quieres café Lorenzo?, y lo repetía un montón de veces. De esta manera, aprendió un extenso repertorio de palabras, algunas en italiano, otras en castellano, una determinada manera de silbar, que el autor le enseñó y un característico gorgojear de los periquitos. Realmente, con el tiempo, ese periquito era virtualmente una “persona”, y respondió al cariño en grado excepcional.

A un cierto momento, lo regalamos a mi mamá, quien lo tuvo en su casa alrededor de diez años, hasta que ella se fue a vivir a un apartamento y nos lo devolvió, en 1991. El recordaba todo su repertorio aprendido catorce años antes. Le compré una compañerita, pichoncita, y convivieron alrededor de seis meses juntos, hasta que un día, una perra del autor, mandó a mejor vida a Lorenzo. La periquita, nunca, hasta ese entonces, había aprendido ninguna palabra; y Lorenzo, salvo las veces en que me ponía con él a repetir el repertorio de palabras que le había enseñado, no solía hacerlo. Esa noche, alrededor de las 23 horas, (11:00 PM), la periquita, que la teníamos dentro de la casa, comenzó a repetir el total repertorio que se sabía Lorenzo. Mi esposa y yo nos miramos a la cara, y nos pareció un hecho sorprendente oír de nuevo a Lorenzo, buscando a ver donde se encontraba. Pero, era imposible; nosotros ese día lo habíamos botado con la basura. Nos causó un efecto impresionante y se nos rizaron los pelos al ver que la periquita repetía una y otra vez el repertorio de Lorenzo, igual que hubiese sido él; además, no había diferencia: “era él”, o idéntico a él. Conservo la nota con lo ocurrido, escrita esa misma noche, con la descripción del repertorio, y con la hora exacta en que comenzó a gorgojear. Al día siguiente, continuó, la periquita repitiendo el repertorio, una y otra vez, y durante varios años, hasta que un gato le envió, a su vez, a mejor vida, la periquita no olvidó su repertorio “aprendido” por “vía directa” de Lorenzo.

¿Qué ocurrió allí? ¿Lorenzo le enseñó a la periquita su repertorio? La periquita conocía todas las palabras que sabía Lorenzo, ni una más ni una menos; es decir, no sabía ni una palabra nueva excepto las que sabía Lorenzo. De ser Lorenzo quien le enseñó su repertorio, es ya un hecho extraordinario. Es decir, los animales tienen capacidad de aprender y de enseñar, recíprocamente. No hay duda de ello. Pero, la periquita, nunca antes había repetido el repertorio de Lorenzo, ni una sola palabra. Solamente a partir de esa noche.

Comentando el caso con un amigo, el Ingeniero Víctor Carvajal, él me comentaba que en su casa tenía dos perritas, una ya de bastante edad y otra jovencita. Un día, la perra de edad, pasó a mejor vida, por circunstancias fortuitas, y a los pocos días, el ing. Carvajal observó que la perrita más joven comenzó a adoptar la conducta de la otra perra. ¿Por qué razón adoptó la conducta de la perra que se había ido a mejor vida?

Evidentemente, es la influencia del espíritu de la perra desencarnada, que, pese a encontrarse en la dimensión espiritual, frecuenta el ámbito en que se desenvolvía en la dimensión física, manteniendo una interrelación con los miembros que integran el ambiente, semi-posesionándose de la perrita más joven, quien por esa influencia adopta la conducta de la otra. Es un fenómeno natural entre los humanos, entre ambas dimensiones, y lo es, también, entre los demás miembros de los tres reinos naturales.

Los salmones, desde Europa van a desovar en la zona del mar de los Sargazos, subiendo río arriba. Allí esa generación termina, por cuanto pasa a ser alimento de la emergente. La nueva generación de salmones regresa a Europa, por una ruta, que año tras año los salmones siguen en forma inequívoca. Pero, no hay ningún salmón que haya efectuado la travesía con anterioridad. ¿Cómo conocen la ruta? ¿Por qué, al llegar a cierto lugar, donde en la actualidad no existe ningún obstáculo, los salmones se desvían, como si bordearan un obstáculo imaginario, en forma de semi-círculo de 180 grados, para luego seguir en línea recta, por la misma ruta que traían antes de iniciar el semi-círculo? Los estudiosos, entre ellos Charles Berlitz, creen que es una demostración evidente de que allí había, antes un obstáculo, probablemente la Atlántida , pero que ya no existe, pero, los salmones siguen bordeándolo. ¿Por qué se realiza el desvío frente a un obstáculo inexistente? ¿Cómo lo recuerdan, si antes jamás pasaron por allí? ¿Qué explicación podemos dar al hecho?

Aquí podemos encontrar por lo menos tres respuestas:

1. La primera: Los espíritus de los animales también reencarnan al igual que el de los seres humanos. La elasticidad del alma –peri-espíritu- que une al espíritu con el cuerpo del salmón, es más flexible que la de los seres humanos, lo cual le permite recordar informaciones relativas a vidas anteriores, por cuanto ya saben el camino de vuelta a Europa. Lo han efectuado millones de veces. Es una memoria extra-cerebral conservada en el alma, reflejada en el espíritu del salmón como aptitud o capacidad de hacer, comprender, saber o percibir. El espíritu del salmón, como espíritu, sabe, y conserva la conciencia de ese saber a nivel objetivo por la elasticidad del alma, como percepción intuitiva conciente.

2. El segundo, es que poseen las facultades espirituales en perfecto funcionamiento natural, y por medio del desdoblamiento o proyección espiritual, en forma clarividente perciben la ruta que han de seguir.

3. El tercer factor posible es la guía espiritual, es decir, por semi-posesión espiritual, o por inspiración, un espíritu guía de los salmones dirige al líder o a los líderes. Recordemos el ejemplo de la perrita del ing. Carvajal, que adoptaba las costumbres de la que había desencarnado; y el caso de la periquita que comenzó a expresar el extenso repertorio del periquito que había pasado a mejor vida. Sería un fenómeno de inspiración, facultad ésta mediante la cual el mundo espiritual interactúa con el de la dimensión física.

Voy a concluir esta reseña con el siguiente ejemplo: Por el año 1997, en el edificio en el cual el autor de este artículo habita, había un perro que había sido del vigilante de la obra durante su construcción. Dado que él pasó a trabajar como conserje, el perro también se quedó. Con el tiempo, dada su edad y por efecto de un coche, el perro dejaba de mantener el equilibrio al caminar, con lo cual daba un espectáculo poco agradable.

Cierto día, el autor lo montó en su coche y lo envió con su esposa al veterinario; éste al poco rato le llamó para decirle que lo mejor de todo era enviar al perro a mejor vida, es decir, sugería practicarle la eutanasia. Después de darle las razones pertinentes y convincentes, el autor accedió, lo cual, sin duda alivió en alto grado lo que ese estado representaba para el perro, para no entrar en detalles. Era la opinión autorizada del veterinario y estoy convencido de que se hizo lo mejor, pese a que eso no era lo que yo deseaba para el perro.

Algún tiempo después, no más de dos meses, una noche el autor tiene un sueño, en el cual se encuentra en un gran patio, y a lo lejos ve avanzar hacia él una manada de perros ladrándole. En ese momento, durante el sueño, el autor recuerda que en esos casos lo mejor es quedarse tranquilo sin moverse y permanecer sin temor. Así lo hizo. Los perros siguen avanzando hacia él sin pararse, y prácticamente, por turno, varios de ellos le agarraron las manos y la introdujeron en sus bocas, como si iban a morderle. El autor se dio cuenta del peligro que implicaba, pero se sorprendió de ver que en vez de morderle las manos se las chupaban o lamían en forma afectuosa, como mostrando gratitud, alegría o actitud amistosa, durante un rato. Entonces, en el mismo instante percibí que los perros habían venido a darme las gracias por haberle evitado a su compañero lo que habría significado no enviarlo al veterinario, pese al hecho de ocurrir las cosas tal como acontecieron, con lo cual se le evitó cierto grado de sufrimiento al perro en cuestión.

El mundo animal y su contraparte espiritual es muy sensible con lo que ocurre con cada miembro de su respectivo grupo y también es susceptible de mostrar gratitud o, eventualmente, lo contrario, como mecanismo de defensa. Paradójicamente, Francesco Alberone, en un ensayo sobre el “peso de la gratitud”, demuestra como el ser humano es más reacio en transmutar los sentimientos de gratitud por los servicios especiales recibidos en expresiones afectivas de agradecimiento. Los animales son mas agradecidos que los seres humanos. ¿Lo duda usted? Bueno…hay muchas excepciones, es verdad. Pero, la verdadera practica del amor dice: -“Haz bien sin mirar a quien y sin esperar recompensas”. Este tipo de personas, que practican el amor, la generosidad, el altruismo y el servicio desinteresado, sí es más numeroso de lo que se pueda creer y va creciendo cada día más. Hay un ser humano verdaderamente especial que está proliferando en elevado grado, en todos los niveles y segmentos de la humanidad. Damos gracias por ello.

En artículos apartes, el autor analizará algunos ejemplos estudiados por Ernesto Bozzano, -y otros investigadores-, en su excelente obra, científicamente bien documentada, intitulada: ¿Los Animales tienen Alma?

Apreciado lector –o lectora-, gracias por seguirnos hasta aquí. El ser humano precisa un mayor conocimiento de las facultades espirituales y psíquicas, tanto de sí mismo como de los integrantes de los tres reinos naturales.

¿Quién posee un conocimiento claro, profundo, preciso sobre las facultades espirituales? ¿Dónde podemos ir para aprender a fondo el potencial infinito que existe en nuestro interior?

Existen diversas vertientes y caminos. Los mejores son:

1. La Ciencia Espírita o el Espiritismo científico-filosófico. Las mentes más brillantes de los siglos XIX, XX y lo que va del presente, han estudiado a fondo todas las facultades espirituales del hombre y existe una valiosa y extensa bibliografía a la cual se puede recurrir. Sugerimos leer, en primer lugar: EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, DE ALLAN KARDEC, y el libro: EL PROBLEMA DEL SER Y DEL DESTINO, de León Denis, dos grandes clásicos.

2. La Parapsicología, la Metapsíquica , la Psicología Humanística y la Transpersonal , son fuentes obligadas de estudio, y existe abundante y valiosa bibliografía disponible.

3. Todas las fuentes esotéricas, ocultistas, el Yoga, la meditación el Taoismo, el Budismo Zen, el Sufismo, el Método Silva, la programación neuro-lingüística, la auto-hipnosis, etcétera, ofrecen elementos de interés.

4. La Sociedad de Investigaciones Psíquicas (SPR) inglesa y su homóloga americana, el Instituto de Investigaciones Metapsíquicas de París, La Asociación Espirita Andaluza Amalia Domingo Soler, en España, y tantas otras existentes en cada país, tienen una extensa obra bibliográfica que espera por las nuevas generaciones de mentes abiertas para aprovechar este valioso legado que habrá de conducir a la humanidad hacia su verdadero desarrollo y destino.

Expreso mi gratitud a las personas que con sus comentarios hicieron factible esta reflexión.


Adelante.

No hay comentarios:

EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



http://enbuscadelavictoria.blogspot.com/

UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

http://enbuscadelavictoria.blogspot.com/

jueves, 13 de agosto de 2009

LA INTELIGENCIA ANIMAL





LA INTELIGENCIA ANIMAL

Giuseppe Isgró C.

El reciente envío del artículo escrito en 1969, con el título María Dondena, la gata que realizó una hazaña, basado en un hecho real acontecido hacia la mitad de la década de los años 50, del siglo XX, me ha traído de vuelta diversos relatos de primera fuente, los cuales sumados a otros del conocimiento del autor, sintetizaremos a continuación:

En primer lugar, la señora Ilse nos cuenta textualmente:

-“Conmovedora historia GIUSEPPE...si sabré yo lo que es de grande el amor de algunos animales ..podría yo relatarle tantas historias de mis animales, que han sido tantos, desde mi infancia...pero le contaré una en especial...Hace ya 7 años, sucedió que cerca de mi casa fueron invadidas unas tierras...al cabo de 9 meses de estadía de los invasores se dio una orden de desalojo que ejecutó la policía..entre tanto desorden habia un asustado perrito que casi fue atropellado de no haber sido por la intervención de un policía que me auxilio para ir en su ayuda...al día siguiente visité los terrenos en compañía de su dueño y ví en uno de los pisos improvisados que quedaron al animalito echado justo en la que debió ser la puerta ..me saludo con alegría y nos acompaño en el recorrido...pasaron 15 días y ya no aguante el ver a esa perrita (resulto ser una hembra) en el abandono y decidí traerla aunque ya era difícil tenerla (era la 5ta adoptada) la escondí en una habitación para que pasara desapercibida y evitar los regaños de mi esposo mientras se acostumbraba a la casa..al tercer día mi esposo me pregunto hasta cuando tendría a mi huésped escondida y en medio de risas esa noche espere con alegría la mañana para sacarla de su escondite... paso la mañana feliz recorriendo la casa y conociendo los alrededores...y al mediodía al llegar mi esposo lo recibió con la alegría de quien ve llegar a su amo en compañía de mis otros cuatro perros...mi esposo estaba muy contento de tanta nobleza y yo feliz de haber tomado la decisión correcta. De eso hace ya 7 años y ella nunca más salio a la calle, nunca he tenido que someterla para que no se escape y es mi compañía permanente..cada día ella se dedica a dormir y a comer como quién no quiere dejar de disfrutar de lo que la vida le regaló...YOYO se llama pues va para arriba y para abajo junto a mi siempre...”-.

Antes de todo, expreso mi gratitud a la señora Ilse, por este hermoso relato, del cual se puede destacar lo siguiente:

1. Al permanecer la perrita en el lugar en el cual vivía, pese a haber sido invadido, indicaba el apego a lo que consideraba su hogar. Esto es lo que se podría denominar como el sentido de pertenencia.
2. Al haberla adoptado la señora Ilse, y llevado a su casa, y guardado en el closet, durante tres días, ella cooperó silenciosamente, como si supiese que debía guardar silencio, ya que de eso dependía, probablemente, su permanencia en aquel hogar mientras se obtenía el consentimiento del esposo de Ilse.
3. Cuando finalmente, éste consiente en que se quede con ellos, la perrita, a mediodía, a su regreso a casa, sale a recibirle cariñosamente y agradecida. Es decir, ese hecho demuestra que sabía que él había dado su consentimiento. Además de eso, fue a demostrarle su gratitud y su afecto, ejerciendo el poder del amor y conquistando al ser humano por su influjo. La perrita Yoyo, estaba recorriendo el antiguo camino del amor preconizado por la Doctrina Jainista , una de las más antiguas conocidas en el planeta tierra, anterior a los Vedas. Es decir, Yoyo, estaba practicando el camino del amor, uno de los más antiguos conocidos en el sendero de la sabiduría. Nada más y nada menos, tampoco.

4. Luego, el acompañamiento de Yoyo a Ilse, a donde ella fuere. Los animales saben quienes le quieren y responden a su afecto y se apegan a las personas. El ser humano, también es sensible a este cariño, por cuanto los animales son capaces de darlo de manera desinteresada.

o El poeta Alfio Taccia, en una poesía dialectal siciliana, con el título: Mi perrita, dice:
“…me ha hecho siempre compañía;
dentro de la casa o fuera, en todas partes,
me la encuentro, contenta, a mi lado.
“Comprende como una persona adulta,
y con devoto afecto me observa;
en esta vida de grandes pruebas
es un torrente de amor y de poesía”.
“Pienso que nadie, entre la gente,
por sentimiento, por profundo afecto,
puede estar a la par de cualquier perro”.
“Que este animalazo no pretende nada,
demuestra la dulzura que en su ser trae,
y no cambia jamás sus sentimientos”-.
Sin duda, esta es la razón por la que hoy en día cada vez mayor número de personas tienen algún tipo de mascota, por cuanto encuentran en ella la expresión de un cariño genuino que emociona y llena a la persona en elevado grado. Es decir, los animales son capaces de dar amor en una forma tal que compensan con crece el de los humanos.
5. Luego, surgen varias preguntas:
o ¿Piensan los animales? Sin duda alguna; no le quepa la menor reserva de que sí piensan y existen muchas observaciones tanto científicas como “empíricas” que así lo demuestran.
Un ejemplo: En días pasados, la gata del edificio en que habito, a la que de vez en cuando le doy algo de comer y le hago cariño, mientras recorrería el estacionamiento para botar un par de bolsas de basura, ella se encontraba en el área del hall de entrada, pero la puerta que nos comunicaba estaba cerrada; al ver que no me dirigía a ella para abrirla y observar que iba hacía la parte en que se encuentran los recipientes, a la velocidad del rayo subió por la escalera, y por la abertura que comunicaba con el lugar hacia donde yo iba, saltó y me vino al encuentro. ¿Eso no es pensar? ¿Y los pajaritos que mojan la perrarina para ablandarla y así poder comerla? ¿Y aquellos que colocan las nueces exactamente por donde pasan las ruedas de los coches, para rompérselas? ¿Qué es eso? ¿Solamente instinto?

¿Qué es un instinto? La mejor definición que he encontrado al respecto es la dada por Allan Kardec en El Libro de los Espíritus: -“El instinto es un grado rudimentario de inteligencia”-. Y el atributo de la inteligencia ¿quién lo posee? Por supuesto: el espíritu. Si los animales poseen el atributo que es inherente al espíritu, es porque también posee éste, caso contrario dejarían de poseer ambos: es decir: lo poseído y el poseedor.

Preguntamos:

1) ¿Tienen espíritu los animales o simplemente tienen un instinto de acuerdo a la especie?
2) ¿Tienen los animales facultades espirituales, -o psíquicas, análogas a la de los seres humanos?
Un amigo del autor, también a raíz de la lectura del relato de María Dondena, me refirió un caso, pero al concluir, él mismo saca una conclusión, diciendo: -“Bueno, para realizar tal cosa, el gato debió de haberse desdoblado y eso es imposible, ya que para hacerlo debería tener espíritu y simplemente no lo tiene”-. El expresaba la teoría de que los animales solamente tienen un “instinto”, en vez de espíritu, además del cuerpo y del alma, que en la acepción espirita actual, alma equivale al peri-espíritu acuñado por Allan Kardec, y al hilo de plata de Aurobindo, o al doble etéreo de las diversas corrientes ocultistas. La observación precisa de los hechos demuestra otra realidad, es decir, los animales tienen espíritu; vayamos más lejos todavía: los vegetales, tienen espíritu; más lejos aún: los minerales tienen espíritu. En el curso del presente trabajo –y de otros subsiguientes- lo demostraremos.

Ahora bien: Al mundo animal se le denomina así, desde la más remota antigüedad, porque los animales tienen alma. En italiano alma se dice anima. Alma deriva del griego psique, empero, en la acepción antigua, es equivalente a Espíritu, es decir, representa al espíritu y no al peri-espíritu; si bien, a través de la historia han sido utilizados ambos términos, es decir, alma y espíritu como sinónimos.

Empero, paralelamente, siempre se ha hecho la diferenciación entre alma y espíritu, siendo éste el ente inteligente que anima al ser humano y a los seres de los tres reinos naturales, y el alma, el elemento intermedio –o de enlace- que une al espíritu con el cuerpo. Esa es la ley; una sola que rige todo. Por lo cual, una de dos: o la ley es una que rige todo, o ese principio es susceptible de revisión.

Todos los seres poseen cuerpo, alma y espíritu. Por ejemplo: los minerales están dotado del espíritu del respectivo elemento, por eso se le denomina espíritu elemental de la naturaleza y está dotado de cuerpo, que es el elemento en sí, del alma y del espíritu.

El espíritu elemental de un elemento, vibra a una determinada frecuencia, y al hacerlo, materializa el elemento respectivo, por ejemplo: el hierro, el plomo o el oro; pero, entre el elemento materializado y el espíritu que vibra, existe el alma, que es el vínculo de enlace entre ambos. Esa es la ley universal. Es preciso meditarla y comprenderla a fondo.

Igual ocurre con el mundo vegetal. Estos dos puntos serán objeto de un artículo posterior.

En segundo lugar, un amigo del autor, el arquitecto Cesar M., al referirle que había leído el artículo enviado por correo electrónico, le mencionó que, en 1984, cuando él se residenció en la Población de Clarines, procedente de Caracas, tenía e su casa un gato que quería mucho, pero, en el patio de la misma había otro, “salvaje”, el que había hecho del lugar su hogar, pero que constantemente andaba a la caza del otro gato con intenciones poco buenas. Para evitar que le hiciese daño a su gato, un día agarró al “salvaje”, lo metió en un saco, y se lo llevó a la Población de Boca de Uchire, distante por lo menos quince kilómetros, soltándolo en la playa. A los pocos días, el “gato salvaje” estaba de vuelta en la casa de Clarines, como si nada.

-“Pero, -dijo el Arquitecto M., el gato salvaje jamás permitió que le volviese a agarrar”. Ni tonto que fuera. Luego, hay quien dice que los animales no piensan. ¿No piensan? ¿Usted cree eso? Muchas cosas deberá modificar el ser humano en su manera de pensar. Es preciso aprender a leer la realidad en el libro de la vida. Aquí, por supuesto, cabría una pregunta no exenta de cierto grado de humor, y es la siguiente: -“Piensan los seres humano? Aunque usted no lo crea, es una pregunta seria. Usted tiene derecho a creer que los seres humanos piensan. En verdad, han existido y existen un gran numero de personas pensadoras; pero son tantos los ejemplos……..que podrían aducirse en sentido contrario, o, ¿usted no conoce algunos? Durante quince siglos las opiniones de Aristóteles eran aceptadas sin reflexión por los más importantes científicos, que se supone son pensadores; cuando alguno de ellos encontraba que Aristóteles se había equivocado, solía decir “que el cuerpo humano había debido cambiar desde su época hasta ahora”. Entonces, uno se pregunta: ¿Piensan los seres humanos?

El Creador Universal, como Don Divino, otorgó el libre albedrío. Por supuesto, cada quien es responsable del uso que le da. Empero, la vida va enseñando a cada persona, oportunamente, y de acuerdo al propio nivel evolutivo, la manera más efectiva de pensar, percibiendo, por grado, la verdad universal.

En tercer lugar, un caso que, según el relator, lo refirió el conocido locutor Santos Guaita. El suceso describe a un individuo que quería deshacerse de su perro, y se lo llevó tan lejos, en la montaña, de manera que no pudiese regresar, que él mismo se perdió, sin saber como volver, hasta que se le ocurrió soltar al perro, para que le guiase, y de esta manera, poder hacerlo hasta llegar a un lugar conocido. Claro, se trata de la superioridad del hombre. El hombre piensa; el animal sabe. ¿En qué consiste la diferencia?

Cuando el hombre llega al límite de su capacidad de razonamiento, por medio de la lógica inductiva y deductiva, se activa la facultad intuitiva y percibe la nueva realidad que precisa conocer, entonces sabe sin saber cómo sabe ni por qué sabe; o recibe una inspiración por medio del pensamiento de fuentes espirituales que se lo transmiten, y entonces sabe algo, ahora, que apenas unos minutos antes no sabía, pero que si no lo anota, poco después se le puede olvidar y entonces, uno se pregunta: ¿era él el que sabía o alguien por el pensamiento le comunicó lo que precisaba? ¿Quién lo hizo y cómo? ¿Es un conocimiento racional o trasciende la razón? ¿Este mecanismo perceptivo de los animales se mantiene intacto mientras que en el ser humano, por falta de uso, se ha atrofiado y precisa volverlo a desarrollar?

Un cuarto caso, se lo contó al autor, un constructor italiano de nombre Nazareno, quien quería deshacerse de su perro y lo dejó en un lugar distante de su casa de alrededor veinte kilómetros. A los pocos días, el perro estaba de vuelta a la casa. El señor Nazareno, viendo la fidelidad del perro, experimentó tal emoción, que jamás volvió a intentar deshacerse de su perro.

A su vez, el señor Nazareno, le relató una experiencia que por su interés, la referiremos en forma breve: él era un cazador asiduo de diferentes especies de animales: conejos, venados, etcétera. –Espero que el lector de este artículo no sea un cazador, ni que en un futuro próximo se siga practicando este erróneamente denominado deporte, cuyo verdadero nombre no voy a mencionar aquí-. En diversas ocasiones, experimentó el espejismo del cazador. Ve la presa, le dispara y cuando va a buscarla, no hay nada. Según él, diversos amigos o conocidos suyos, cazadores veteranos, han experimentado el mismo fenómeno. Es digno de análisis: Veamos algunas preguntas:

A) -¿Se trata de una alucinación? ¿Real o imaginaría? ¿Qué es una alucinación? ¿Qué es una percepción imaginaria?

B) ¿Se trata de una materialización del espíritu de un animal? ¿Cómo ocurre el fenómeno, de ser así?

C) ¿Es una percepción clarividente, que tiene el cazador, del espíritu del animal? Por ejemplo: 1) Percepción clarividente con desdoblamiento o proyección espiritual. 2) Percepción clarividente con materialización. En este último caso, denotaría una inteligencia espiritual del espíritu del animal capaz de dirigir el fenómeno en forma análoga a como lo realizan los entes espirituales humanos. (Muy significativo.)

D) ¿Es una manera de la naturaleza defenderse? Son preguntas para reflexionar. El Libro de los Médium, de Allan Kardec, explica con claridad la extensa gama de facultades espirituales del ser humano, las cuales son idénticas en los animales. El libro: ¿Tienen los Animales Alma? de Ernesto Bozzano, presenta un gran repertorio de fenómenos con un riguroso análisis científico, tomando en cuenta que Bozzano representa una de las mentes más agudas del siglo XX y conocedor profundo de toda la extensa bibliografía mundial hasta su época, teniendo una biblioteca especializada de por lo menos diez mil libros sobre temas vinculados a la Parapsicología , al Espiritismo y áreas afines.

Un quinto caso, observado por el autor de este artículo:

En 1977, un chaval obsequió a mi esposa un periquito, de los que en Venezuela se llaman “cara sucia”. El chaval prácticamente “empolló” el huevo del cual nació el perico, por cuanto lo sacó de un nido, en el campo, y él le daba calor, hasta que nació; era tan pichoncito cuando mi esposa lo recibió, que lo tuvo que alimentar metiéndole pan con leche en la boca, hasta que fue capaz de comer por sí solo. Por supuesto, el periquito no conoció a sus padres, solamente, en primer lugar al niño que virtualmente lo empolló, y en segundo lugar a mi esposa y a mi que comencé a ocuparme de él, hablándole, dándole cada mañana café, con una cucharilla, comida, jugo, agua, etcétera.

Al periquito le pusimos por nombre Lorenzo. Cada mañana, al hacer café le preguntaba: -¿Quieres café Lorenzo? Acto seguido, se lo daba con la cucharilla. Al poco tiempo, al comenzar a colar el café, y percibir el olor, sin decirle nada, él empezaba a decir: -¿Quieres café Lorenzo?, y lo repetía un montón de veces. De esta manera, aprendió un extenso repertorio de palabras, algunas en italiano, otras en castellano, una determinada manera de silbar, que el autor le enseñó y un característico gorgojear de los periquitos. Realmente, con el tiempo, ese periquito era virtualmente una “persona”, y respondió al cariño en grado excepcional.

A un cierto momento, lo regalamos a mi mamá, quien lo tuvo en su casa alrededor de diez años, hasta que ella se fue a vivir a un apartamento y nos lo devolvió, en 1991. El recordaba todo su repertorio aprendido catorce años antes. Le compré una compañerita, pichoncita, y convivieron alrededor de seis meses juntos, hasta que un día, una perra del autor, mandó a mejor vida a Lorenzo. La periquita, nunca, hasta ese entonces, había aprendido ninguna palabra; y Lorenzo, salvo las veces en que me ponía con él a repetir el repertorio de palabras que le había enseñado, no solía hacerlo. Esa noche, alrededor de las 23 horas, (11:00 PM), la periquita, que la teníamos dentro de la casa, comenzó a repetir el total repertorio que se sabía Lorenzo. Mi esposa y yo nos miramos a la cara, y nos pareció un hecho sorprendente oír de nuevo a Lorenzo, buscando a ver donde se encontraba. Pero, era imposible; nosotros ese día lo habíamos botado con la basura. Nos causó un efecto impresionante y se nos rizaron los pelos al ver que la periquita repetía una y otra vez el repertorio de Lorenzo, igual que hubiese sido él; además, no había diferencia: “era él”, o idéntico a él. Conservo la nota con lo ocurrido, escrita esa misma noche, con la descripción del repertorio, y con la hora exacta en que comenzó a gorgojear. Al día siguiente, continuó, la periquita repitiendo el repertorio, una y otra vez, y durante varios años, hasta que un gato le envió, a su vez, a mejor vida, la periquita no olvidó su repertorio “aprendido” por “vía directa” de Lorenzo.

¿Qué ocurrió allí? ¿Lorenzo le enseñó a la periquita su repertorio? La periquita conocía todas las palabras que sabía Lorenzo, ni una más ni una menos; es decir, no sabía ni una palabra nueva excepto las que sabía Lorenzo. De ser Lorenzo quien le enseñó su repertorio, es ya un hecho extraordinario. Es decir, los animales tienen capacidad de aprender y de enseñar, recíprocamente. No hay duda de ello. Pero, la periquita, nunca antes había repetido el repertorio de Lorenzo, ni una sola palabra. Solamente a partir de esa noche.

Comentando el caso con un amigo, el Ingeniero Víctor Carvajal, él me comentaba que en su casa tenía dos perritas, una ya de bastante edad y otra jovencita. Un día, la perra de edad, pasó a mejor vida, por circunstancias fortuitas, y a los pocos días, el ing. Carvajal observó que la perrita más joven comenzó a adoptar la conducta de la otra perra. ¿Por qué razón adoptó la conducta de la perra que se había ido a mejor vida?

Evidentemente, es la influencia del espíritu de la perra desencarnada, que, pese a encontrarse en la dimensión espiritual, frecuenta el ámbito en que se desenvolvía en la dimensión física, manteniendo una interrelación con los miembros que integran el ambiente, semi-posesionándose de la perrita más joven, quien por esa influencia adopta la conducta de la otra. Es un fenómeno natural entre los humanos, entre ambas dimensiones, y lo es, también, entre los demás miembros de los tres reinos naturales.

Los salmones, desde Europa van a desovar en la zona del mar de los Sargazos, subiendo río arriba. Allí esa generación termina, por cuanto pasa a ser alimento de la emergente. La nueva generación de salmones regresa a Europa, por una ruta, que año tras año los salmones siguen en forma inequívoca. Pero, no hay ningún salmón que haya efectuado la travesía con anterioridad. ¿Cómo conocen la ruta? ¿Por qué, al llegar a cierto lugar, donde en la actualidad no existe ningún obstáculo, los salmones se desvían, como si bordearan un obstáculo imaginario, en forma de semi-círculo de 180 grados, para luego seguir en línea recta, por la misma ruta que traían antes de iniciar el semi-círculo? Los estudiosos, entre ellos Charles Berlitz, creen que es una demostración evidente de que allí había, antes un obstáculo, probablemente la Atlántida , pero que ya no existe, pero, los salmones siguen bordeándolo. ¿Por qué se realiza el desvío frente a un obstáculo inexistente? ¿Cómo lo recuerdan, si antes jamás pasaron por allí? ¿Qué explicación podemos dar al hecho?

Aquí podemos encontrar por lo menos tres respuestas:

1. La primera: Los espíritus de los animales también reencarnan al igual que el de los seres humanos. La elasticidad del alma –peri-espíritu- que une al espíritu con el cuerpo del salmón, es más flexible que la de los seres humanos, lo cual le permite recordar informaciones relativas a vidas anteriores, por cuanto ya saben el camino de vuelta a Europa. Lo han efectuado millones de veces. Es una memoria extra-cerebral conservada en el alma, reflejada en el espíritu del salmón como aptitud o capacidad de hacer, comprender, saber o percibir. El espíritu del salmón, como espíritu, sabe, y conserva la conciencia de ese saber a nivel objetivo por la elasticidad del alma, como percepción intuitiva conciente.

2. El segundo, es que poseen las facultades espirituales en perfecto funcionamiento natural, y por medio del desdoblamiento o proyección espiritual, en forma clarividente perciben la ruta que han de seguir.

3. El tercer factor posible es la guía espiritual, es decir, por semi-posesión espiritual, o por inspiración, un espíritu guía de los salmones dirige al líder o a los líderes. Recordemos el ejemplo de la perrita del ing. Carvajal, que adoptaba las costumbres de la que había desencarnado; y el caso de la periquita que comenzó a expresar el extenso repertorio del periquito que había pasado a mejor vida. Sería un fenómeno de inspiración, facultad ésta mediante la cual el mundo espiritual interactúa con el de la dimensión física.

Voy a concluir esta reseña con el siguiente ejemplo: Por el año 1997, en el edificio en el cual el autor de este artículo habita, había un perro que había sido del vigilante de la obra durante su construcción. Dado que él pasó a trabajar como conserje, el perro también se quedó. Con el tiempo, dada su edad y por efecto de un coche, el perro dejaba de mantener el equilibrio al caminar, con lo cual daba un espectáculo poco agradable.

Cierto día, el autor lo montó en su coche y lo envió con su esposa al veterinario; éste al poco rato le llamó para decirle que lo mejor de todo era enviar al perro a mejor vida, es decir, sugería practicarle la eutanasia. Después de darle las razones pertinentes y convincentes, el autor accedió, lo cual, sin duda alivió en alto grado lo que ese estado representaba para el perro, para no entrar en detalles. Era la opinión autorizada del veterinario y estoy convencido de que se hizo lo mejor, pese a que eso no era lo que yo deseaba para el perro.

Algún tiempo después, no más de dos meses, una noche el autor tiene un sueño, en el cual se encuentra en un gran patio, y a lo lejos ve avanzar hacia él una manada de perros ladrándole. En ese momento, durante el sueño, el autor recuerda que en esos casos lo mejor es quedarse tranquilo sin moverse y permanecer sin temor. Así lo hizo. Los perros siguen avanzando hacia él sin pararse, y prácticamente, por turno, varios de ellos le agarraron las manos y la introdujeron en sus bocas, como si iban a morderle. El autor se dio cuenta del peligro que implicaba, pero se sorprendió de ver que en vez de morderle las manos se las chupaban o lamían en forma afectuosa, como mostrando gratitud, alegría o actitud amistosa, durante un rato. Entonces, en el mismo instante percibí que los perros habían venido a darme las gracias por haberle evitado a su compañero lo que habría significado no enviarlo al veterinario, pese al hecho de ocurrir las cosas tal como acontecieron, con lo cual se le evitó cierto grado de sufrimiento al perro en cuestión.

El mundo animal y su contraparte espiritual es muy sensible con lo que ocurre con cada miembro de su respectivo grupo y también es susceptible de mostrar gratitud o, eventualmente, lo contrario, como mecanismo de defensa. Paradójicamente, Francesco Alberone, en un ensayo sobre el “peso de la gratitud”, demuestra como el ser humano es más reacio en transmutar los sentimientos de gratitud por los servicios especiales recibidos en expresiones afectivas de agradecimiento. Los animales son mas agradecidos que los seres humanos. ¿Lo duda usted? Bueno…hay muchas excepciones, es verdad. Pero, la verdadera practica del amor dice: -“Haz bien sin mirar a quien y sin esperar recompensas”. Este tipo de personas, que practican el amor, la generosidad, el altruismo y el servicio desinteresado, sí es más numeroso de lo que se pueda creer y va creciendo cada día más. Hay un ser humano verdaderamente especial que está proliferando en elevado grado, en todos los niveles y segmentos de la humanidad. Damos gracias por ello.

En artículos apartes, el autor analizará algunos ejemplos estudiados por Ernesto Bozzano, -y otros investigadores-, en su excelente obra, científicamente bien documentada, intitulada: ¿Los Animales tienen Alma?

Apreciado lector –o lectora-, gracias por seguirnos hasta aquí. El ser humano precisa un mayor conocimiento de las facultades espirituales y psíquicas, tanto de sí mismo como de los integrantes de los tres reinos naturales.

¿Quién posee un conocimiento claro, profundo, preciso sobre las facultades espirituales? ¿Dónde podemos ir para aprender a fondo el potencial infinito que existe en nuestro interior?

Existen diversas vertientes y caminos. Los mejores son:

1. La Ciencia Espírita o el Espiritismo científico-filosófico. Las mentes más brillantes de los siglos XIX, XX y lo que va del presente, han estudiado a fondo todas las facultades espirituales del hombre y existe una valiosa y extensa bibliografía a la cual se puede recurrir. Sugerimos leer, en primer lugar: EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, DE ALLAN KARDEC, y el libro: EL PROBLEMA DEL SER Y DEL DESTINO, de León Denis, dos grandes clásicos.

2. La Parapsicología, la Metapsíquica , la Psicología Humanística y la Transpersonal , son fuentes obligadas de estudio, y existe abundante y valiosa bibliografía disponible.

3. Todas las fuentes esotéricas, ocultistas, el Yoga, la meditación el Taoismo, el Budismo Zen, el Sufismo, el Método Silva, la programación neuro-lingüística, la auto-hipnosis, etcétera, ofrecen elementos de interés.

4. La Sociedad de Investigaciones Psíquicas (SPR) inglesa y su homóloga americana, el Instituto de Investigaciones Metapsíquicas de París, La Asociación Espirita Andaluza Amalia Domingo Soler, en España, y tantas otras existentes en cada país, tienen una extensa obra bibliográfica que espera por las nuevas generaciones de mentes abiertas para aprovechar este valioso legado que habrá de conducir a la humanidad hacia su verdadero desarrollo y destino.

Expreso mi gratitud a las personas que con sus comentarios hicieron factible esta reflexión.


Adelante.

No hay comentarios: