lunes, 25 de junio de 2012

LOS SIETE PRINCIPIOS DEL KYBALIÓN



EL KYBALIÓN
Autores: Tres iniciados.
Versión castellana: Giuseppe Isgró C.

Capítulo II

LOS SIETE PRINCIPIOS HERMÉTICOS


-“Los principios herméticos son siete. Aquel que los conoce posee la clave mágica con la cual se abren las puertas de la fuente universal”-.
El Kybalión

Estos son los siete principios sobre los cuales se basa toda la filosofía hermética:
1.  El principio del Mentalismo.
2. El principio de la correspondencia.
3. El principio de la vibración.
4. El principio de la polaridad.
5. El principio del ritmo.
6. El principio de causa y efecto.
7. El principio del género.
Por ahora, esbozaremos únicamente algunos aspectos generales, prometiéndonos de explicarlos en forma más exhaustiva en el curso de estas lecciones.
1. EL PRINCIPIO DEL MENTALISMO
-“Todo es mente. El universo es mental”-.
El Kybalión

Según este principio, el TODO, es decir, aquella realidad existencial que se encuentra en la base de cada manifestación externa, generalmente definida con el nombre de Fenómeno vital, materia, energía: en general todo lo que percibimos con los sentidos físicos, no es otra cosa que ESPÍRITU INCOGNOSCIBLE, que si bien no definible, puede ser considerado como MENTE UNIVERSAL, VIVIENTE e INFINITA.
Todo el universo, por lo tanto, no es más que una creación mental del TODO, sujeto a sus leyes.
Tanto en forma global, como singularmente, esta creación, de la cual formamos parte, existe en la mente del TODO.
Gracias a este principio se pueden explicar todos aquellos fenómenos espirituales que tanto interés suscitan en el ser humano, aún quedando fuera del campo de la ciencia.
Comprenderlo significa ser capaces de usar las leyes del Universo mental para beneficio propio, defendiéndose del peligro de usarlas de manera casual.
Gracias a esta primera clave del saber, el estudioso puede entrar en la sede del conocimiento mental con paso seguro. Ella explica, de hecho, la naturaleza profunda de la fuerza, de la energía, de la materia, y su relación con la mente.
Escribió, a tales efectos, uno de los Grandes Maestros: -“Quien aferra la esencia de la naturaleza mental del universo es muy progresado sobre la senda de la sabiduría”-. Podemos considerar esta máxima todavía válida, porque sin este principio, en vano se golpean las Puertas de acceso. 


2.  EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA.
-“Como es arriba, así es abajo; como es abajo, así es arriba”-.
El kybalión

Entre las leyes y los fenómenos de los diversos planos de vida, existe una correspondencia.
Comprender esta regla, significa resolver muchos de las tantas paradojas y de los secretos de la naturaleza.
Aunque por encima de nuestro nivel existen muchos planos del ser: con la aplicación de este principio de la correspondencia, podemos descubrir diversos aspectos que de otra manera quedarían obscuros.
Por otra parte, siendo ésta una ley universal, ella es válida en todos los planos: material, mental y espiritual. Su importancia entre los estudiantes herméticos era tal, de ser considerada uno de los medios mentales más eficaces para la eliminación de los obstáculos que impedían a nuestra mirada de atravesar los recintos del misterio.
Gracias a su aplicación, se logró entrever el rostro de la egipcia Isis y se aprendió a pasar con inteligencia de lo conocido a lo desconocido; un poco como ocurre con los principios geométricos, en base a los cuales se pueden medir, de lejos, las dimensiones: El diámetro, la órbita y los movimientos de soles y planetas.
Con el estudio de la mónada, el estudiante del hermetismo puede llegar a comprender la DIVINIDAD.
COMENTARIO GIC: -“En determinado grado, según el nivel evolutivo de conciencia de cada quien, siempre en ascenso, en el eterno retorno del ser individual al Ser Universal”-.


3.  EL PRINCIPIO DE LA VIBRACIÓN

-“Todo se mueve, todo vibra; nada está quieto”.
El Kybalión

Los enunciados de este principio, que son cada vez confirmados en mayor grado por la ciencia moderna y sus investigaciones, eran ya conocidos, hace miles de años, por los maestros del antiguo Egipto.
Con este principio se pueden explicar las divergencias entre las varias manifestaciones de la materia, de la energía, de la mente y, también, del espíritu; todas conducibles a los diversos estados vibratorios. Por lo tanto, todo vibra: desde las formas más rudimentarias de la materia al TODO, el Espíritu Absoluto; más alta es la vibración, tanto más elevada la posición sobre la escala de la espiritualidad.
El Espíritu, vibra tan intensamente, que parece encontrarse en pleno reposo, en forma análoga a una rueda que gira, algunas veces tan velozmente, que pareciera estar parada.
Lo mismo ocurre en el otro extremo de la escala, en el que se encuentran formas de materia de tal grado densas en sus grados vibratorios que parecieran encontrarse en reposo.
Desde los neutrones a los electrones, de los átomos a las moléculas, hasta alcanzar a los mundos, en las galaxias del universo, todo vibra.
El mismo discurso se puede hacer para la energía y la fuerza, que asumen su denominación precisamente de los diversos grados de vibración, al igual que por los planos mentales de cuya vibración dependen los estados, y en fin, sus planos espirituales.
Tener en la mente este principio y las leyes que le rigen, hace posible que los estudiantes de hermetismo puedan lograr el control de las propias y de las ajenas vibraciones mentales.
El mismo principio es válido para ejercer un cierto dominio sobre los fenómenos naturales.
-“Quien comprende esta regla, tiene en las manos el cetro de la potencia creadora”; esto es lo que expresa un antiguo pensador.


4. EL PRINCIPIO DE LA POLARIDAD
-“Todo es dual; todo tiene dos polos: para cada cosa existe una pareja de opuestos. Como lo semejante y lo desemejante son iguales, los opuestos son idénticos por naturaleza y difieren, únicamente, en el grado. Así los extremos se tocan; todas las verdades no son más que medias verdades y cada paradoja puede ser conciliada”-.
El Kybalión

Gracias a este antiquísimo axioma hermético, se puede tener una explicación para aquellas paradojas que, por tanto tiempo, han tenido en actitud reflexiva al ser humano y que pueden ser, de esta manera, explicados: -“Tesis y antítesis tienen igual naturaleza, pero son diferentes por el grado”-. O, también: -“Los  opuestos son idénticos, difiriendo sólo en grado, asimismo pueden ser conciliados y los extremos terminan por tocarse. Al mismo tiempo una cosa es y no es; cada verdad no es más que media verdad; todas las verdades son por mitad falsas, cada cosa tiene dos lados”; y así sucesivamente.
Son estos, ejemplos de la polaridad de todo lo que existe en la naturaleza; del hecho que los opuestos no son más que los dos extremos de algo, pero con diversas variaciones de grado, tal como ocurre con el calor y el frío, consistiendo su diversidad sólo en la diferencia de grado, siendo, en realidad, idénticos, si bien opuestos.
Podéis quizá, vosotros, observando el termómetro, descubrir dónde termina el calor y comienza el frío?
Nada existe de calor o frío, absolutos. Bien sea el uno que el otro término, expresan diferentes grados de la misma cosa, que, a su vez, no es más que una variante y un grado de vibración. Por lo cual, decir calor o frío, no es más que referirse, respectivamente, a los dos polos de la misma cosa.
 También en el caso de la luz y de la oscuridad es válido el mismo argumento: ellas son iguales. Sus diferencias consisten en la diversidad de grado manifestadas entre los dos extremos del fenómeno.
Quién puede decir, de hecho, dónde termina la oscuridad y empieza la luz? Cuál diferencia existe entre lo grande y lo pequeño, o lo duro y lo blando, el blanco y el negro, lo agudo y lo obtuso; el movimiento y la quietud, lo alto y lo bajo, lo negativo y lo positivo?
Cada una de estas paradojas tiene su explicación en el principio de la polaridad, y sólo en él.
Un discurso análogo puede ser hecho para el plano mental. Por ejemplo, examinemos el amor y el odio: son estos estados mentales, a primera vista, del todo en antítesis. Pese a lo cual, entre los varios grados de odio y de amor, hay un punto intermedio en el cual decimos: -“placer o insatisfacción”, o, también, ni lo uno ni lo otro.
Para comprender que cada uno de ellos se refiere a la misma cosa, basta reflexionar un instante. Por otra parte, es preciso tener presente por qué esta regla es de importancia capital para los estudiantes de hermetismo: se pueden cambiar las vibraciones de odio en las de amor y viceversa, y no solamente en el propio Espíritu.
Es probable que muchos, entre quienes leen estas líneas, tengan una experiencia directa sobre la rapidez con la que se puede pasar del amor al odio y de éste al amor; ellos se habrán dado cuenta de que esto es posible gracias al uso de la voluntad, y con el auxilio de las enseñanzas herméticas.
Bien y mal, hemos dicho, no son más que los polos de la misma cosa, y el estudioso de hermetismo se encuentra en conocimiento del arte de transmutar el mal en bien, sobre la base de la aplicación del principio de la polaridad.
Para concluir, el arte de la polarización termina convirtiéndose en una fase de la alquimia mental, conocida y practicada por los maestros de la antigüedad, y los actuales. Dominar este principio significará, para cada uno, activar la capacidad para invertir la propia polaridad, y también la ajena, naturalmente después de una larga aplicación y un estudio adecuado.
5.  EL PRINCIPIO DEL RITMO
-“Cada cosa fluye y refluye; tiene fases diversas; todo se eleva y cae; en cada cosa está manifiesto el principio del péndulo: la oscilación de la derecha es igual que la de la izquierda; todo se compensa en el ritmo”.
El Kybalión

Este es el principio con el cual se comprende que, en cada cosa, hay un movimiento; un flujo que refluye, una simetría eterna entre los dos polos. De esta manera, existirá siempre, por cada acción una reacción, por cada elevación un descenso. Esto es válido para cada cosa: para los planetas, los soles, la energía y la materia, al igual que para los seres humanos, los animales, los vegetales, los minerales y la mente.
La potencia de este principio regulador, puede manifestarse en la creación y en la destrucción de los mundos, en el desarrollo y en las crisis de las naciones, y también en los estados mentales humanos, gracias a los cuales el estudiante comprende el principio más importante y logra neutralizar los efectos.
Esto ocurre por medio de la ley mental de la neutralización; si no se puede anular el principio, o por lo menos frenarlo, se puede, en parte, liberarse de sus efectos.
Este es el arte del hermetismo: comprendido el principio, es preciso aprender a usarlo, en vez de experimentar sus consecuencias.
Por lo tanto, si el estudiante se polariza sobre un cierto punto, neutraliza la fuerza rítmica del péndulo, que oscilando, tendería a conducirlo al otro polo.
Si es verdad que casi todas las personas que han alcanzado un determinado auto-control, logran ejercer, en parte, esta función; el estudiante lo hace voluntariamente, alcanzando aquel grado de equilibrio y fuerza mental, que resulta increíble a la masa, siempre oscilante, precisamente como un péndulo.
Los métodos de uso, contra-acción y neutralización del principio de polaridad y el del ritmo, forman una de las partes más importante de la alquimia mental hermética.
6.  EL PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO
-“Cada efecto tiene su causa, cada causa su efecto; todo acontece de conformidad con una ley; el azar es el nombre dado a una ley que no se conoce; aun si existen diversos planos de causalidad, nada escapa a la ley”-.
El Kybalión

Ello explica muy bien el principio según el cual, si por cada causa existe un efecto, cada efecto tiene su causa.
Esto ocurre según una ley: no existe el azar; sí hay diversos planos de causalidad por los cuales los más elevados rigen sobre los menos elevados, y aún nada puede escapar del todo a la ley.
Gracias al conocimiento del hermetismo, es posible elevarse por encima del normal plano de causa y efecto (por lo menos dentro de ciertos límites), en tal grado de convertirse en causantes.
Sabemos bien que las masas son condicionadas por el ambiente, en tal grado que son manipuladas de acuerdo con los ajenos deseos, como piezas de ajedrez, vencidas por miles de causas exteriores.
Pero, quienes alcanzan al plano superior, logran dominar el propio carácter,  los propios estados de ánimo, las propias emociones, y por lo tanto todo lo que les circunda; convirtiéndose en causa antes que pieza manipulable. Ellos pueden decir que juegan el PARTIDO DE LA VIDA, y no de ser juguetes!
Ellos USAN el principio, no son los instrumentos; aún cuando obedecen a los planos de causalidad que les son superiores, ejercen pleno dominio sobre sí mismos.
En estas palabras se encuentra condensada la gran riqueza hermética; quien pueda, la aproveche.
7.  EL PRINCIPIO DEL GÉNERO
-“El género se manifiesta en cada cosa y sobre todos los planos; cada cosa tiene su principio masculino y femenino”.
El Kybalión

Descubrimos, ahora, que en cada cosa existe un género: en todas partes encontramos lo masculino y femenino.
Todo esto vale, además del plano físico, también para el mental o espiritual.
En cuanto al plano físico, el principio tiene su evidencia en el SEXO, mientras que en los planos superiores, aún asumiendo formas más altas, queda invariado.
No hay posibilidad de forma física, mental o espiritual sin la aplicación de este principio. Comprenderlo significa dar un rayo de luz a los argumentos hasta ahora oscuros a la mayor parte de la humanidad.
Él funciona siempre orientado a la creación, generación y regeneración. Todo, cosas y personas, están sustentadas por este principio; cada elemento femenino contiene uno masculino y viceversa.
En este gran principio se encierra la clave de la mayor parte de los misterios de la vida.



Continúa próximamente…….en el capítulo III

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EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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lunes, 25 de junio de 2012

LOS SIETE PRINCIPIOS DEL KYBALIÓN



EL KYBALIÓN
Autores: Tres iniciados.
Versión castellana: Giuseppe Isgró C.

Capítulo II

LOS SIETE PRINCIPIOS HERMÉTICOS


-“Los principios herméticos son siete. Aquel que los conoce posee la clave mágica con la cual se abren las puertas de la fuente universal”-.
El Kybalión

Estos son los siete principios sobre los cuales se basa toda la filosofía hermética:
1.  El principio del Mentalismo.
2. El principio de la correspondencia.
3. El principio de la vibración.
4. El principio de la polaridad.
5. El principio del ritmo.
6. El principio de causa y efecto.
7. El principio del género.
Por ahora, esbozaremos únicamente algunos aspectos generales, prometiéndonos de explicarlos en forma más exhaustiva en el curso de estas lecciones.
1. EL PRINCIPIO DEL MENTALISMO
-“Todo es mente. El universo es mental”-.
El Kybalión

Según este principio, el TODO, es decir, aquella realidad existencial que se encuentra en la base de cada manifestación externa, generalmente definida con el nombre de Fenómeno vital, materia, energía: en general todo lo que percibimos con los sentidos físicos, no es otra cosa que ESPÍRITU INCOGNOSCIBLE, que si bien no definible, puede ser considerado como MENTE UNIVERSAL, VIVIENTE e INFINITA.
Todo el universo, por lo tanto, no es más que una creación mental del TODO, sujeto a sus leyes.
Tanto en forma global, como singularmente, esta creación, de la cual formamos parte, existe en la mente del TODO.
Gracias a este principio se pueden explicar todos aquellos fenómenos espirituales que tanto interés suscitan en el ser humano, aún quedando fuera del campo de la ciencia.
Comprenderlo significa ser capaces de usar las leyes del Universo mental para beneficio propio, defendiéndose del peligro de usarlas de manera casual.
Gracias a esta primera clave del saber, el estudioso puede entrar en la sede del conocimiento mental con paso seguro. Ella explica, de hecho, la naturaleza profunda de la fuerza, de la energía, de la materia, y su relación con la mente.
Escribió, a tales efectos, uno de los Grandes Maestros: -“Quien aferra la esencia de la naturaleza mental del universo es muy progresado sobre la senda de la sabiduría”-. Podemos considerar esta máxima todavía válida, porque sin este principio, en vano se golpean las Puertas de acceso. 


2.  EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA.
-“Como es arriba, así es abajo; como es abajo, así es arriba”-.
El kybalión

Entre las leyes y los fenómenos de los diversos planos de vida, existe una correspondencia.
Comprender esta regla, significa resolver muchos de las tantas paradojas y de los secretos de la naturaleza.
Aunque por encima de nuestro nivel existen muchos planos del ser: con la aplicación de este principio de la correspondencia, podemos descubrir diversos aspectos que de otra manera quedarían obscuros.
Por otra parte, siendo ésta una ley universal, ella es válida en todos los planos: material, mental y espiritual. Su importancia entre los estudiantes herméticos era tal, de ser considerada uno de los medios mentales más eficaces para la eliminación de los obstáculos que impedían a nuestra mirada de atravesar los recintos del misterio.
Gracias a su aplicación, se logró entrever el rostro de la egipcia Isis y se aprendió a pasar con inteligencia de lo conocido a lo desconocido; un poco como ocurre con los principios geométricos, en base a los cuales se pueden medir, de lejos, las dimensiones: El diámetro, la órbita y los movimientos de soles y planetas.
Con el estudio de la mónada, el estudiante del hermetismo puede llegar a comprender la DIVINIDAD.
COMENTARIO GIC: -“En determinado grado, según el nivel evolutivo de conciencia de cada quien, siempre en ascenso, en el eterno retorno del ser individual al Ser Universal”-.


3.  EL PRINCIPIO DE LA VIBRACIÓN

-“Todo se mueve, todo vibra; nada está quieto”.
El Kybalión

Los enunciados de este principio, que son cada vez confirmados en mayor grado por la ciencia moderna y sus investigaciones, eran ya conocidos, hace miles de años, por los maestros del antiguo Egipto.
Con este principio se pueden explicar las divergencias entre las varias manifestaciones de la materia, de la energía, de la mente y, también, del espíritu; todas conducibles a los diversos estados vibratorios. Por lo tanto, todo vibra: desde las formas más rudimentarias de la materia al TODO, el Espíritu Absoluto; más alta es la vibración, tanto más elevada la posición sobre la escala de la espiritualidad.
El Espíritu, vibra tan intensamente, que parece encontrarse en pleno reposo, en forma análoga a una rueda que gira, algunas veces tan velozmente, que pareciera estar parada.
Lo mismo ocurre en el otro extremo de la escala, en el que se encuentran formas de materia de tal grado densas en sus grados vibratorios que parecieran encontrarse en reposo.
Desde los neutrones a los electrones, de los átomos a las moléculas, hasta alcanzar a los mundos, en las galaxias del universo, todo vibra.
El mismo discurso se puede hacer para la energía y la fuerza, que asumen su denominación precisamente de los diversos grados de vibración, al igual que por los planos mentales de cuya vibración dependen los estados, y en fin, sus planos espirituales.
Tener en la mente este principio y las leyes que le rigen, hace posible que los estudiantes de hermetismo puedan lograr el control de las propias y de las ajenas vibraciones mentales.
El mismo principio es válido para ejercer un cierto dominio sobre los fenómenos naturales.
-“Quien comprende esta regla, tiene en las manos el cetro de la potencia creadora”; esto es lo que expresa un antiguo pensador.


4. EL PRINCIPIO DE LA POLARIDAD
-“Todo es dual; todo tiene dos polos: para cada cosa existe una pareja de opuestos. Como lo semejante y lo desemejante son iguales, los opuestos son idénticos por naturaleza y difieren, únicamente, en el grado. Así los extremos se tocan; todas las verdades no son más que medias verdades y cada paradoja puede ser conciliada”-.
El Kybalión

Gracias a este antiquísimo axioma hermético, se puede tener una explicación para aquellas paradojas que, por tanto tiempo, han tenido en actitud reflexiva al ser humano y que pueden ser, de esta manera, explicados: -“Tesis y antítesis tienen igual naturaleza, pero son diferentes por el grado”-. O, también: -“Los  opuestos son idénticos, difiriendo sólo en grado, asimismo pueden ser conciliados y los extremos terminan por tocarse. Al mismo tiempo una cosa es y no es; cada verdad no es más que media verdad; todas las verdades son por mitad falsas, cada cosa tiene dos lados”; y así sucesivamente.
Son estos, ejemplos de la polaridad de todo lo que existe en la naturaleza; del hecho que los opuestos no son más que los dos extremos de algo, pero con diversas variaciones de grado, tal como ocurre con el calor y el frío, consistiendo su diversidad sólo en la diferencia de grado, siendo, en realidad, idénticos, si bien opuestos.
Podéis quizá, vosotros, observando el termómetro, descubrir dónde termina el calor y comienza el frío?
Nada existe de calor o frío, absolutos. Bien sea el uno que el otro término, expresan diferentes grados de la misma cosa, que, a su vez, no es más que una variante y un grado de vibración. Por lo cual, decir calor o frío, no es más que referirse, respectivamente, a los dos polos de la misma cosa.
 También en el caso de la luz y de la oscuridad es válido el mismo argumento: ellas son iguales. Sus diferencias consisten en la diversidad de grado manifestadas entre los dos extremos del fenómeno.
Quién puede decir, de hecho, dónde termina la oscuridad y empieza la luz? Cuál diferencia existe entre lo grande y lo pequeño, o lo duro y lo blando, el blanco y el negro, lo agudo y lo obtuso; el movimiento y la quietud, lo alto y lo bajo, lo negativo y lo positivo?
Cada una de estas paradojas tiene su explicación en el principio de la polaridad, y sólo en él.
Un discurso análogo puede ser hecho para el plano mental. Por ejemplo, examinemos el amor y el odio: son estos estados mentales, a primera vista, del todo en antítesis. Pese a lo cual, entre los varios grados de odio y de amor, hay un punto intermedio en el cual decimos: -“placer o insatisfacción”, o, también, ni lo uno ni lo otro.
Para comprender que cada uno de ellos se refiere a la misma cosa, basta reflexionar un instante. Por otra parte, es preciso tener presente por qué esta regla es de importancia capital para los estudiantes de hermetismo: se pueden cambiar las vibraciones de odio en las de amor y viceversa, y no solamente en el propio Espíritu.
Es probable que muchos, entre quienes leen estas líneas, tengan una experiencia directa sobre la rapidez con la que se puede pasar del amor al odio y de éste al amor; ellos se habrán dado cuenta de que esto es posible gracias al uso de la voluntad, y con el auxilio de las enseñanzas herméticas.
Bien y mal, hemos dicho, no son más que los polos de la misma cosa, y el estudioso de hermetismo se encuentra en conocimiento del arte de transmutar el mal en bien, sobre la base de la aplicación del principio de la polaridad.
Para concluir, el arte de la polarización termina convirtiéndose en una fase de la alquimia mental, conocida y practicada por los maestros de la antigüedad, y los actuales. Dominar este principio significará, para cada uno, activar la capacidad para invertir la propia polaridad, y también la ajena, naturalmente después de una larga aplicación y un estudio adecuado.
5.  EL PRINCIPIO DEL RITMO
-“Cada cosa fluye y refluye; tiene fases diversas; todo se eleva y cae; en cada cosa está manifiesto el principio del péndulo: la oscilación de la derecha es igual que la de la izquierda; todo se compensa en el ritmo”.
El Kybalión

Este es el principio con el cual se comprende que, en cada cosa, hay un movimiento; un flujo que refluye, una simetría eterna entre los dos polos. De esta manera, existirá siempre, por cada acción una reacción, por cada elevación un descenso. Esto es válido para cada cosa: para los planetas, los soles, la energía y la materia, al igual que para los seres humanos, los animales, los vegetales, los minerales y la mente.
La potencia de este principio regulador, puede manifestarse en la creación y en la destrucción de los mundos, en el desarrollo y en las crisis de las naciones, y también en los estados mentales humanos, gracias a los cuales el estudiante comprende el principio más importante y logra neutralizar los efectos.
Esto ocurre por medio de la ley mental de la neutralización; si no se puede anular el principio, o por lo menos frenarlo, se puede, en parte, liberarse de sus efectos.
Este es el arte del hermetismo: comprendido el principio, es preciso aprender a usarlo, en vez de experimentar sus consecuencias.
Por lo tanto, si el estudiante se polariza sobre un cierto punto, neutraliza la fuerza rítmica del péndulo, que oscilando, tendería a conducirlo al otro polo.
Si es verdad que casi todas las personas que han alcanzado un determinado auto-control, logran ejercer, en parte, esta función; el estudiante lo hace voluntariamente, alcanzando aquel grado de equilibrio y fuerza mental, que resulta increíble a la masa, siempre oscilante, precisamente como un péndulo.
Los métodos de uso, contra-acción y neutralización del principio de polaridad y el del ritmo, forman una de las partes más importante de la alquimia mental hermética.
6.  EL PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO
-“Cada efecto tiene su causa, cada causa su efecto; todo acontece de conformidad con una ley; el azar es el nombre dado a una ley que no se conoce; aun si existen diversos planos de causalidad, nada escapa a la ley”-.
El Kybalión

Ello explica muy bien el principio según el cual, si por cada causa existe un efecto, cada efecto tiene su causa.
Esto ocurre según una ley: no existe el azar; sí hay diversos planos de causalidad por los cuales los más elevados rigen sobre los menos elevados, y aún nada puede escapar del todo a la ley.
Gracias al conocimiento del hermetismo, es posible elevarse por encima del normal plano de causa y efecto (por lo menos dentro de ciertos límites), en tal grado de convertirse en causantes.
Sabemos bien que las masas son condicionadas por el ambiente, en tal grado que son manipuladas de acuerdo con los ajenos deseos, como piezas de ajedrez, vencidas por miles de causas exteriores.
Pero, quienes alcanzan al plano superior, logran dominar el propio carácter,  los propios estados de ánimo, las propias emociones, y por lo tanto todo lo que les circunda; convirtiéndose en causa antes que pieza manipulable. Ellos pueden decir que juegan el PARTIDO DE LA VIDA, y no de ser juguetes!
Ellos USAN el principio, no son los instrumentos; aún cuando obedecen a los planos de causalidad que les son superiores, ejercen pleno dominio sobre sí mismos.
En estas palabras se encuentra condensada la gran riqueza hermética; quien pueda, la aproveche.
7.  EL PRINCIPIO DEL GÉNERO
-“El género se manifiesta en cada cosa y sobre todos los planos; cada cosa tiene su principio masculino y femenino”.
El Kybalión

Descubrimos, ahora, que en cada cosa existe un género: en todas partes encontramos lo masculino y femenino.
Todo esto vale, además del plano físico, también para el mental o espiritual.
En cuanto al plano físico, el principio tiene su evidencia en el SEXO, mientras que en los planos superiores, aún asumiendo formas más altas, queda invariado.
No hay posibilidad de forma física, mental o espiritual sin la aplicación de este principio. Comprenderlo significa dar un rayo de luz a los argumentos hasta ahora oscuros a la mayor parte de la humanidad.
Él funciona siempre orientado a la creación, generación y regeneración. Todo, cosas y personas, están sustentadas por este principio; cada elemento femenino contiene uno masculino y viceversa.
En este gran principio se encierra la clave de la mayor parte de los misterios de la vida.



Continúa próximamente…….en el capítulo III

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