martes, 10 de febrero de 2015

PODER ABUNDANTE PARA VIVIR


PODER ABUNDANTE

 PARA VIVIR



©Giuseppe Isgró C.



Cada día tiene su afán, dijo el poeta, y constituye una nueva oportunidad para avanzar en el logro de metas predeterminadas.

Es necesario utilizar el poder creativo que reside en el ser interior para abordar únicamente el “afán propio de cada día”, dejando al pasado las cargas obsoletas,  y al futuro, las que vendrán, una a una.

Posees todo para triunfar. Enfoca tu poder creativo a la solución de las cosas prioritarias y esenciales que verdaderamente te competen, abandonando a momentos propicios las cargas  innecesarias con las cuales cada persona suele comprometerse.

Elimina todas aquellas actividades y compromisos  discordantes con las propias metas en la vida, para rendir más fácil el esfuerzo de alcanzarlas.

“El ser humano, -decía A. Saint-Ives DÁlveydre-, debe dejar de murmurar en contra del destino, porque éste, es casi siempre la ley que el mismo puso en movimiento”.

Existe cierta guía direccional interior que pone en contacto, a cada quien con las experiencias, personas o circunstancias que, constituyendo, a la vez, pruebas fundamentales, propician el intercambio y avance evolutivo.

La síntesis de los factores  externos e internos, permiten, a toda persona, forjarse la concepción clara de la visión existencial, con sus oportunidades y limitaciones, con las aptitudes y carencias, las cuales imprimen, a su vida, el sentido direccional que constituye la verdadera misión  en la vida, seleccionando las áreas de servicio vocacional u objetivos, como estrategia fundamental, que le indican donde está y en que dirección quiere ir, dedicando el despliegue de su poder creativo para vivir y auto-realizarse, como canal de la inteligencia divina, cuyo poder representa, y expresa, gradualmente.

Planeando tácticamente cómo y en cuánto tiempo llegar a la meta, la persona,  logra su objetivo con el menor esfuerzo y empleo de recursos y energía, independientemente de cuantos obstáculos  se le interpongan o del número de veces que deba reemprender la respectiva acción. La determinación y voluntad de vencer, dando un paso a la vez,  con tenaz persistencia y sin desviaciones, conducen certeramente a la meta. Todo se logra, oportunamente.

Confucio, dijo: -“No hay que vanagloriarse de nunca caer sino de levantarse cada vez que se cae”-.

Conoce las leyes naturales y aplícalas para vivir en armonía contigo,  con tus semejantes y con el universo.

La sabiduría divina existe dentro de ti, como guía certera, si son escuchadas las intuiciones del ser interior.

Oportunamente se resuelven las situaciones. Actúa con paciencia y efectividad, teniendo claro, en la mente, el resultado final. Paga el precio respectivo, con lo cual, las leyes naturales funcionan adecuadamente.


**



Da las gracias, a la divina Providencia, por todas las cosas buenas que posees: Vida, con un espíritu inmortal; luz, experiencia, familia, amigos, salud, voluntad de triunfar, tenacidad, auto-confianza, “know how” o conocimientos técnicos  y/o profesionales, cultura, ciertos recursos, etcétera.

El poder de la gratitud conecta la propia dínamo psiconsciente con la fuente de donde emana todo poder genuino, el Gran Ser Supremo, con cuya unión armónica experimentas, automáticamente, las más sublimes manifestaciones de conciencia cósmica, energía y plenitud de vida.

Llena, la mente, de admiración y respeto por las leyes universales que impecablemente rigen todo, como “la dirección invisible” a que hacía referencia  Adam Smith, en su obra “Las Riquezas de las Naciones”, cuando decía: -“Todo individuo trata de emplear su capital de tal forma que su producto tenga el mayor valor posible.  Generalmente ni trata de promover el interés público ni sabe cuanto lo está promoviendo. Lo único que busca es su propia seguridad, sólo su propia ganancia y al hacerlo, una mano invisible lo lleva a promover un fin que no estaba en sus intenciones. Al buscar su propio interés, a menudo promueve el de la sociedad más eficazmente que si realmente pretendiera promoverlo”-.

El amor, la humildad, la sinceridad de propósito, la paz y el orden interior, son elementos que es preciso cultivar, asiduamente, en el ascenso del progreso y la propia contribución  a la riqueza del mundo.

La regla de oro es efectiva, cuando exhorta: -“Haz a los demás lo mismo que desearías  para ti, en idénticas condiciones “-.

La armonía, cultivada en lo interno, establece  correspondencia con la cósmica, con el Gran Ser Supremo, a cuya guía y poder confía la propia existencia. Poniendo orden y reinando internamente, gobiernas y ordenas en lo externo.

Establece sintonía con las fuerzas cósmicas superiores a través de la siguiente afirmación:

-Gracias, Creador Universal, porque ya todo está resuelto. Hay armonía y orden; prosperidad, abundancia y equilibrio; luz y amor; poder y humildad; fraternidad y comprensión; fortaleza y salud; sabiduría y tolerancia; riqueza y generosidad; metas y realización. Que la Divina Esencia cósmica colme mi ser y guíe mi mente para que, con acierto, actúe en todos los actos de la vida. Que las bendiciones cósmicas llenen a toda la humanidad de sentimientos de amor, fraternidad y bienestar, para que la paz profunda sea la expresión del poder para vivir que en cada persona reside. Así sea. Así será. Hecho está.


***

Un antiguo aforismo asevera: -“Las cosas ocurren de la única manera en que deben hacerlo”-.

Cuando se toca el fondo, el único sentido en cuya dirección se puede avanzar es hacia  adelante. Muchas fortunas se han forjado en las etapas menos fáciles.

La persona que cultiva la sabiduría universal, ve la oportunidad en cada situación, la cual suele traer un beneficio equivalente, si permite su llegada. Ella mira sólo la puerta que se abre.

-¿Estás optimizando tu servicio,  a la colectividad, para abrir los canales de cooperación cósmica, en cuyo intercambio recibir la compensación correspondiente?-

v     Desde el momento en que afrontas una situación, es porque estás en condiciones de superarla con éxito, en caso contrario, jamás te habría topado con la misma.  Es una ley cósmica de certero cumplimiento.

v     Cada persona es responsable de sí misma y debe tomar las riendas del destino en sus propias manos.

v     Da más y mejores cosas de ti, empezando por las índoles de tus pensamientos, sentimientos, emociones, actitudes, moralidad, etcétera.

v     Según el blanco a que apuntes, será la índole probable  de los resultados. Estás aquí y ahora. Céntrate en los elevados objetivos de tu misión cósmica.

v     El mejor aporte que puedes dar a la humanidad es el de auto-mejorarte. Enfrenta la verdad con realismo y objetividad. Conviene más ser que aparentar.  El médico prescribe medicinas amargas, pero estimula la curación. El padre, es oportunamente duro con sus hijos, pero, los resultados, a la larga, dicen que así debía ser.

v     El secreto está en producir más, en vez de que las cosas valgan menos.

v     La vida requiere ser tomada en serio, preparándose a tiempo para afrontar, exitosamente, los constantes e inexorables cambios evolutivos, existenciales y del Planeta.

v     Las carencias actuales indican el sentido hacia el cual cada persona debe potenciarse.

v     Fórjate el hábito de resolver las cosas que te competen. La persona líder sabe lo que debe hacer en toda ocasión, cuando pararse y que le sigue después.

v     Ten valor; da  cada paso en dirección de tu meta y estarás  siempre más cerca del éxito anhelado.


Afirma, en la noche, antes de dormir:

1.           El Creador Universal,  es en mí: vida abundante en el eterno presente.
2.           El Creador Universal,  es en mí: luz, sabiduría y amor, aquí y ahora.
3.           El Creador Universal, es en mí: energía, poder creador y acción positiva,  perennemente.
4.           El Creador Universal,  es en mí: salud, armonía y orden, en perfecta manifestación y equilibrio.
5.           El Creador Universal,  es en mí, aquí y ahora, vibración de prosperidad que trae a mi vida, cada día mejor,  abundancia y riqueza integral.
6.           El Creador Universal,  es en mí: belleza, juventud y vitalidad en el eterno presente.
7.           El Creador Universal,  es en mí: solidaridad universal, unión efectiva, generosidad y servicio vocacional, en mi vida.
8.           El Creador Universal,  es en mí: conciencia clara de prosperidad y riqueza integral, visión realista de mi realidad y de las metas existenciales, que, en cada etapa  debo alcanzar y que, con firmeza llevo a cabo con efectividad, decisión y voluntad tenaz.
9.           El Creador Universal,  es en mí: elevada capacidad para tomar decisiones efectivas en correspondencia con los planes cósmicos que rigen mi existencia y firmeza en la acción hasta llevarlas a cabo con éxito y asumir mi responsabilidad frente a todos mis actos.
10.        El Creador Universal,  es en mí: capacidad para afrontar, con determinación de triunfar, todas las cosas que me competen y desarrollar mi fortaleza interior para que, con valor, confianza y fe recorrer el camino de la vida, conquistando cada día más y mejor éxito y prosperidad y un profundo sentido de autorrealización.
11.        El Creador Universal,  es en mí: voluntad de trabajo, perseverancia en la acción, fe en los resultados, confianza en mis capacidades y en el poder creador que me sostiene firme en el camino de  la vida.
12.        El Creador Universal, es en mí, aquí y ahora, escudo protector que me asiste y protege en todo momento, en toda situación, en el eterno presente, guiándome con sabiduría y prudencia en todos los actos y generando la confianza de seguir adelante, hasta alcanzar todas las metas, oportunamente, cada día con mayor efectividad.
13.        El Creador Universal, es en mí: amistad, cordialidad, simpatía, cortesía, empatía, afabilidad, sonrisa y felicidad compartida.
14.        El Creador Universal, es en mí: progreso, aprendizaje continuo, evolución, conciencia cósmica, capacidad para dar más y mejor servicio y recibir la prosperidad abundante y asumir los retos que me corresponden aquí y ahora.
15.        El Creador Universal, es en mí, aquí y ahora, conciencia de cómo alimentarme a nivel físico, mental y espiritual, y mantener una perfecta sintonía con los canales creadores de expresión de la sabiduría cósmica que todo lo sabe y guía –acertadamente- mi vida.
16.        El Creador Universal, es en mí: guía certera en el cumplimiento de mi verdadera misión en la vida, que cada día me proporciona el trabajo perfecto acorde a mi suma existencial y a los signos de los tiempos.
17.        El Creador Universal,  es en mí: productividad, efectividad, abundancia, creatividad, seguridad, perfecta manifestación del éxito en el aquí y ahora.
18.        El Creador Universal,  es en mí: paz mental, tranquilidad, sosiego, calma y serenidad, siempre.
19.        El Creador Universal, es en mí: fortaleza en lo justo, en la acción, en la fe, en la decisión, en el valor, en la constancia, en la culminación exitosa de mis objetivos en perfecta armonía cósmica.
20.        El Creador Universal, es en mí: perfecto cumplimiento de las leyes universales y eternas,  que me rigen en todos los actos, en el eterno presente.  Cada día más y mejor, tengo conciencia  de todas las leyes universales existentes y sus respectivos valores y virtudes inherentes.
21.        El Creador Universal, es en mí: estabilidad, correcta inversión de mis recursos, templanza, ahorro integral, incremento de la energía y prosperidad, economía sólida y fructífera, adaptación perfecta a los cambios de los tiempos, anticipación oportuna a la satisfacción de las necesidades, innovación constante, solución efectiva de todas las situaciones, siempre.
22.        El Creador Universal, es en mí: el cumplimiento efectivo de mis objetivos, en cada etapa del eterno presente y creación constante positiva de prosperidad, abundancia y riqueza integral que me proporciona la felicidad del deber cumplido.
23.        El Creador Universal, es en mí: perfecta manifestación de todos los sentimientos positivos en correspondencia con los valores universales y la práctica de todas las virtudes.
24.        Gracias, Ser Universal, por Tu total provisión a mi vida; acepto la prosperidad,  la abundancia y la riqueza integral que me está asignada para realizar mi cuota de trabajo en Tu obra universal, en el aquí y ahora.
Leer durante 22 noches seguidas, toda entera.  Puedes repetir el proceso cada vez que quiera, dejando por medio un lapso mínimo de un mes.


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EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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martes, 10 de febrero de 2015

PODER ABUNDANTE PARA VIVIR


PODER ABUNDANTE

 PARA VIVIR



©Giuseppe Isgró C.



Cada día tiene su afán, dijo el poeta, y constituye una nueva oportunidad para avanzar en el logro de metas predeterminadas.

Es necesario utilizar el poder creativo que reside en el ser interior para abordar únicamente el “afán propio de cada día”, dejando al pasado las cargas obsoletas,  y al futuro, las que vendrán, una a una.

Posees todo para triunfar. Enfoca tu poder creativo a la solución de las cosas prioritarias y esenciales que verdaderamente te competen, abandonando a momentos propicios las cargas  innecesarias con las cuales cada persona suele comprometerse.

Elimina todas aquellas actividades y compromisos  discordantes con las propias metas en la vida, para rendir más fácil el esfuerzo de alcanzarlas.

“El ser humano, -decía A. Saint-Ives DÁlveydre-, debe dejar de murmurar en contra del destino, porque éste, es casi siempre la ley que el mismo puso en movimiento”.

Existe cierta guía direccional interior que pone en contacto, a cada quien con las experiencias, personas o circunstancias que, constituyendo, a la vez, pruebas fundamentales, propician el intercambio y avance evolutivo.

La síntesis de los factores  externos e internos, permiten, a toda persona, forjarse la concepción clara de la visión existencial, con sus oportunidades y limitaciones, con las aptitudes y carencias, las cuales imprimen, a su vida, el sentido direccional que constituye la verdadera misión  en la vida, seleccionando las áreas de servicio vocacional u objetivos, como estrategia fundamental, que le indican donde está y en que dirección quiere ir, dedicando el despliegue de su poder creativo para vivir y auto-realizarse, como canal de la inteligencia divina, cuyo poder representa, y expresa, gradualmente.

Planeando tácticamente cómo y en cuánto tiempo llegar a la meta, la persona,  logra su objetivo con el menor esfuerzo y empleo de recursos y energía, independientemente de cuantos obstáculos  se le interpongan o del número de veces que deba reemprender la respectiva acción. La determinación y voluntad de vencer, dando un paso a la vez,  con tenaz persistencia y sin desviaciones, conducen certeramente a la meta. Todo se logra, oportunamente.

Confucio, dijo: -“No hay que vanagloriarse de nunca caer sino de levantarse cada vez que se cae”-.

Conoce las leyes naturales y aplícalas para vivir en armonía contigo,  con tus semejantes y con el universo.

La sabiduría divina existe dentro de ti, como guía certera, si son escuchadas las intuiciones del ser interior.

Oportunamente se resuelven las situaciones. Actúa con paciencia y efectividad, teniendo claro, en la mente, el resultado final. Paga el precio respectivo, con lo cual, las leyes naturales funcionan adecuadamente.


**



Da las gracias, a la divina Providencia, por todas las cosas buenas que posees: Vida, con un espíritu inmortal; luz, experiencia, familia, amigos, salud, voluntad de triunfar, tenacidad, auto-confianza, “know how” o conocimientos técnicos  y/o profesionales, cultura, ciertos recursos, etcétera.

El poder de la gratitud conecta la propia dínamo psiconsciente con la fuente de donde emana todo poder genuino, el Gran Ser Supremo, con cuya unión armónica experimentas, automáticamente, las más sublimes manifestaciones de conciencia cósmica, energía y plenitud de vida.

Llena, la mente, de admiración y respeto por las leyes universales que impecablemente rigen todo, como “la dirección invisible” a que hacía referencia  Adam Smith, en su obra “Las Riquezas de las Naciones”, cuando decía: -“Todo individuo trata de emplear su capital de tal forma que su producto tenga el mayor valor posible.  Generalmente ni trata de promover el interés público ni sabe cuanto lo está promoviendo. Lo único que busca es su propia seguridad, sólo su propia ganancia y al hacerlo, una mano invisible lo lleva a promover un fin que no estaba en sus intenciones. Al buscar su propio interés, a menudo promueve el de la sociedad más eficazmente que si realmente pretendiera promoverlo”-.

El amor, la humildad, la sinceridad de propósito, la paz y el orden interior, son elementos que es preciso cultivar, asiduamente, en el ascenso del progreso y la propia contribución  a la riqueza del mundo.

La regla de oro es efectiva, cuando exhorta: -“Haz a los demás lo mismo que desearías  para ti, en idénticas condiciones “-.

La armonía, cultivada en lo interno, establece  correspondencia con la cósmica, con el Gran Ser Supremo, a cuya guía y poder confía la propia existencia. Poniendo orden y reinando internamente, gobiernas y ordenas en lo externo.

Establece sintonía con las fuerzas cósmicas superiores a través de la siguiente afirmación:

-Gracias, Creador Universal, porque ya todo está resuelto. Hay armonía y orden; prosperidad, abundancia y equilibrio; luz y amor; poder y humildad; fraternidad y comprensión; fortaleza y salud; sabiduría y tolerancia; riqueza y generosidad; metas y realización. Que la Divina Esencia cósmica colme mi ser y guíe mi mente para que, con acierto, actúe en todos los actos de la vida. Que las bendiciones cósmicas llenen a toda la humanidad de sentimientos de amor, fraternidad y bienestar, para que la paz profunda sea la expresión del poder para vivir que en cada persona reside. Así sea. Así será. Hecho está.


***

Un antiguo aforismo asevera: -“Las cosas ocurren de la única manera en que deben hacerlo”-.

Cuando se toca el fondo, el único sentido en cuya dirección se puede avanzar es hacia  adelante. Muchas fortunas se han forjado en las etapas menos fáciles.

La persona que cultiva la sabiduría universal, ve la oportunidad en cada situación, la cual suele traer un beneficio equivalente, si permite su llegada. Ella mira sólo la puerta que se abre.

-¿Estás optimizando tu servicio,  a la colectividad, para abrir los canales de cooperación cósmica, en cuyo intercambio recibir la compensación correspondiente?-

v     Desde el momento en que afrontas una situación, es porque estás en condiciones de superarla con éxito, en caso contrario, jamás te habría topado con la misma.  Es una ley cósmica de certero cumplimiento.

v     Cada persona es responsable de sí misma y debe tomar las riendas del destino en sus propias manos.

v     Da más y mejores cosas de ti, empezando por las índoles de tus pensamientos, sentimientos, emociones, actitudes, moralidad, etcétera.

v     Según el blanco a que apuntes, será la índole probable  de los resultados. Estás aquí y ahora. Céntrate en los elevados objetivos de tu misión cósmica.

v     El mejor aporte que puedes dar a la humanidad es el de auto-mejorarte. Enfrenta la verdad con realismo y objetividad. Conviene más ser que aparentar.  El médico prescribe medicinas amargas, pero estimula la curación. El padre, es oportunamente duro con sus hijos, pero, los resultados, a la larga, dicen que así debía ser.

v     El secreto está en producir más, en vez de que las cosas valgan menos.

v     La vida requiere ser tomada en serio, preparándose a tiempo para afrontar, exitosamente, los constantes e inexorables cambios evolutivos, existenciales y del Planeta.

v     Las carencias actuales indican el sentido hacia el cual cada persona debe potenciarse.

v     Fórjate el hábito de resolver las cosas que te competen. La persona líder sabe lo que debe hacer en toda ocasión, cuando pararse y que le sigue después.

v     Ten valor; da  cada paso en dirección de tu meta y estarás  siempre más cerca del éxito anhelado.


Afirma, en la noche, antes de dormir:

1.           El Creador Universal,  es en mí: vida abundante en el eterno presente.
2.           El Creador Universal,  es en mí: luz, sabiduría y amor, aquí y ahora.
3.           El Creador Universal, es en mí: energía, poder creador y acción positiva,  perennemente.
4.           El Creador Universal,  es en mí: salud, armonía y orden, en perfecta manifestación y equilibrio.
5.           El Creador Universal,  es en mí, aquí y ahora, vibración de prosperidad que trae a mi vida, cada día mejor,  abundancia y riqueza integral.
6.           El Creador Universal,  es en mí: belleza, juventud y vitalidad en el eterno presente.
7.           El Creador Universal,  es en mí: solidaridad universal, unión efectiva, generosidad y servicio vocacional, en mi vida.
8.           El Creador Universal,  es en mí: conciencia clara de prosperidad y riqueza integral, visión realista de mi realidad y de las metas existenciales, que, en cada etapa  debo alcanzar y que, con firmeza llevo a cabo con efectividad, decisión y voluntad tenaz.
9.           El Creador Universal,  es en mí: elevada capacidad para tomar decisiones efectivas en correspondencia con los planes cósmicos que rigen mi existencia y firmeza en la acción hasta llevarlas a cabo con éxito y asumir mi responsabilidad frente a todos mis actos.
10.        El Creador Universal,  es en mí: capacidad para afrontar, con determinación de triunfar, todas las cosas que me competen y desarrollar mi fortaleza interior para que, con valor, confianza y fe recorrer el camino de la vida, conquistando cada día más y mejor éxito y prosperidad y un profundo sentido de autorrealización.
11.        El Creador Universal,  es en mí: voluntad de trabajo, perseverancia en la acción, fe en los resultados, confianza en mis capacidades y en el poder creador que me sostiene firme en el camino de  la vida.
12.        El Creador Universal, es en mí, aquí y ahora, escudo protector que me asiste y protege en todo momento, en toda situación, en el eterno presente, guiándome con sabiduría y prudencia en todos los actos y generando la confianza de seguir adelante, hasta alcanzar todas las metas, oportunamente, cada día con mayor efectividad.
13.        El Creador Universal, es en mí: amistad, cordialidad, simpatía, cortesía, empatía, afabilidad, sonrisa y felicidad compartida.
14.        El Creador Universal, es en mí: progreso, aprendizaje continuo, evolución, conciencia cósmica, capacidad para dar más y mejor servicio y recibir la prosperidad abundante y asumir los retos que me corresponden aquí y ahora.
15.        El Creador Universal, es en mí, aquí y ahora, conciencia de cómo alimentarme a nivel físico, mental y espiritual, y mantener una perfecta sintonía con los canales creadores de expresión de la sabiduría cósmica que todo lo sabe y guía –acertadamente- mi vida.
16.        El Creador Universal, es en mí: guía certera en el cumplimiento de mi verdadera misión en la vida, que cada día me proporciona el trabajo perfecto acorde a mi suma existencial y a los signos de los tiempos.
17.        El Creador Universal,  es en mí: productividad, efectividad, abundancia, creatividad, seguridad, perfecta manifestación del éxito en el aquí y ahora.
18.        El Creador Universal,  es en mí: paz mental, tranquilidad, sosiego, calma y serenidad, siempre.
19.        El Creador Universal, es en mí: fortaleza en lo justo, en la acción, en la fe, en la decisión, en el valor, en la constancia, en la culminación exitosa de mis objetivos en perfecta armonía cósmica.
20.        El Creador Universal, es en mí: perfecto cumplimiento de las leyes universales y eternas,  que me rigen en todos los actos, en el eterno presente.  Cada día más y mejor, tengo conciencia  de todas las leyes universales existentes y sus respectivos valores y virtudes inherentes.
21.        El Creador Universal, es en mí: estabilidad, correcta inversión de mis recursos, templanza, ahorro integral, incremento de la energía y prosperidad, economía sólida y fructífera, adaptación perfecta a los cambios de los tiempos, anticipación oportuna a la satisfacción de las necesidades, innovación constante, solución efectiva de todas las situaciones, siempre.
22.        El Creador Universal, es en mí: el cumplimiento efectivo de mis objetivos, en cada etapa del eterno presente y creación constante positiva de prosperidad, abundancia y riqueza integral que me proporciona la felicidad del deber cumplido.
23.        El Creador Universal, es en mí: perfecta manifestación de todos los sentimientos positivos en correspondencia con los valores universales y la práctica de todas las virtudes.
24.        Gracias, Ser Universal, por Tu total provisión a mi vida; acepto la prosperidad,  la abundancia y la riqueza integral que me está asignada para realizar mi cuota de trabajo en Tu obra universal, en el aquí y ahora.
Leer durante 22 noches seguidas, toda entera.  Puedes repetir el proceso cada vez que quiera, dejando por medio un lapso mínimo de un mes.


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