sábado, 30 de diciembre de 2017

SI BOLÍVAR VOLVIERA…..


SI BOLÍVAR VOLVIERA…..

©Giuseppe Isgró C.



Si Bolívar volviera,
seguro que no reconocería
la Venezuela que encontraría.

Ni aquellos conductores del hispano imperio, de Carlos V, en que el sol jamás se ponía, fueron tan terribles verdugos, excepto Monteverde, Boves y en no menor escala, Morales.

Boves, encontró su Úrica, -04 de diciembre de 1814-, para  que quedara prueba  de que nada queda impune; antes o después.

En el tiempo perfecto de Dios, cada quien encuentra la horma divina que corrige al que se cree Dios sin serlo, o mejor dicho, “siéndolo”, le ofusca el velo de la separación e impide que la Divinidad actúe dentro de su conciencia, como guía en todo lo que haga.

Aún Pablo Morillo y sus allegados, masones egregios al igual que Bolívar, Páez, Sucre, Urdaneta y tantos otros, siendo de bandos opuestos se respetaban y su gran dignidad humana le hizo comprender lo inútil de aquella sangrienta guerra entre fraternos seres.

Sucre, por orden de Bolívar, en el tratado de Trujillo, logró humanizar aquella contienda civil sin razón; mientras que en Santa Ana, durmiendo una noche, o varias, ambos grupos de rivales, bajo el mismo techo, después del triple abrazo fraternal, acuerdan ponerle fin a la guerra de Independencia. Al poco tiempo Venezuela sería libre.

Se me dirá, que eran otros tiempos; sí, es verdad, también es cierto que era otra gente. Su dignidad, honor, hidalguía quijotesca, eran de alto quilate, buscando deshacer entuertos, para encontrar lo mejor para las partes involucradas.

Al salir de allí, Bolívar ordenó, que los que habían dormido con él, bajo el mismo techo, “fueran respetados como personas sagradas mientras estuvieran en suelo patrio”. Al poco tiempo, Morillo regresó a España. Después, con la Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, en que Páez cosechó gloria inmortal por su acción libertadora de la patria, del yugo opresor, y posteriormente, con la toma del Castillo de Puerto Cabello, por el mismo Páez, y luego, en 1824, con la Batalla Naval de Maracaibo, se puso punto final a aquella guerra sin sentido, por ser hermanos los que luchaban.

Cuando en 1835, Carlos Soublette y Daniel Florencio O´Leary visitan a Morillo, en España, éste le expresa a aquellos, la admiración que le tenía a su egregio rival, Simón Bolívar. Al conocer que O´Leary se proponía escribir las Memorias sobre El Libertador, le entrega una enorme cantidad de documentos que los patriotas habían dejado abandonados en sus rápidas salidas y que aquel hidalgo español conservaba como un tesoro. Las Memorias de O´Leary, en su 34 tomos, es lo mejor que se ha escrito sobre la Guerra de la Independencia.

La pluma se niega mencionar nombres de quienes han estado muy lejos de esta hidalguía admirable, y de los que, en la hora actual, se han convertido en zozobra de sus hermanos. A veces me parece que se asemejan algunas cosas a las de los años terribles de 1813-1814, en que Boves azotaba a Venezuela. Me he preguntado, muchas veces, si Boves haya reencarnado. Y si fuera así, qué volvería a hacer, salvando la distancia del tiempo, que usa otros métodos, pero, con el mismo resultado? Confieso que no tengo la respuesta. Solo preguntas.

Si Boves hubiese reencarnado, entonces hay esperanza:
También lo harán, o ya lo hubieren hecho, Bolívar, Sucre, Urdaneta, Páez, y tantos otros que dieron todo por la Patria. Es tiempo de esperar, para ver los resultados. Si así fuere, muchos deberían comenzar por preocuparse. Este tipo de gente se rige por auténticos valores patrióticos.   

El ritmo de la historia se equilibra a si mismo, y frente a la oscuridad nefasta, madre de horrendas crueldades, emerge, brillante, la luz que la evacua, por si sola, casi sin esfuerzo alguno.

 Perded toda esperanza, vosotros que creéis que por caminos inicuos de la injusticia y de otros subterfugios permaneceréis en el poder por largo tiempo.

Vuestra hora, minuto y segundo están ya marcados en el tiempo justo y perfecto de Dios. Y esto va con todos, nadie escapa. Es ley de vida.

La historia lo demuestra: todos aquellos que se han convertido en un obstáculo en los planes divinos, caerán como lo hiciera el ilustre Napoleón, (guardando la distancia por cuanto el genial corso no tiene parangón con ningún personaje contemporáneo), en la Batalla de Waterloo, perdiendo una contienda ya virtualmente ganada, por una serie de intangibles que entraron en escena, cambiando el rumbo de la historia. Víctor Hugo, estudiando el fenómeno, llegó a la conclusión de que Napoleón, siendo el hombre más poderoso de su tiempo, se había convertido en un estorbo en los planes divinos. Antes de comenzar la Batalla, ya Dios había decretado que la perdería. En Los Miserables, el genio de Víctor Hugo, relata los acontecimientos de una manera como si los hubiese contemplado en vivo.

La prueba más severa, en mi opinión, que le toca afrontar a Venezuela es la del año 2018. Dada la elevada inflación, no habrá ganancia que pueda adquirir alimentos mínimos indispensables, medicinas necesarias, y aún teniendo los recursos, hay que rogar a Dios que se puedan conseguir.

Habría que preguntarle a Bolívar, muchas cosas, si reencarnara. Por fortuna quedan sus obras para que las nuevas generaciones de líderes las estudien, si desean ampliar su visión al nivel de tan gigantesco genio. Así lo hizo Rómulo Betancourt en su juventud y Renny Ottolina, a lo largo de su vida. Igualmente, así lo han hecho los más importantes geopolíticos y líderes mundiales.

Estimo que él –Bolívar- iría a pedirle cuenta, a más de uno, como seguramente lo hará en tiempo oportuno, con todos aquellos que escudándose con su nombre, dejaron de seguir su ejemplo, y preceptos morales, tergiversando su ideal de Patria con la que él soñó. Se cuentan por miles, o millones, desde aquellos mismos que en Berruecos trastocaron la vida de Sucre. Y pare usted de contar. Eran gentes como muchos de los de ahora, que uno creía extinguidas.

Es mejor que no quede escrito nada de lo que acontece, en algunas épocas, ya que las generaciones futuras no podrían dar crédito de que determinadas cosas hayan podido acontecer en tierra tan noble como Venezuela.

Yo estoy preocupado por Venezuela, ahora más que nunca; pero, tengo la confianza de que volveremos a tener la Gran Venezuela que siempre hemos tenidos, pese a algunas noches oscuras. La esperanza de tiempos mejores no se puede perder, y sin embargo, muchos jóvenes que emigran, ya la han perdido. Eso me causa un sentimiento extraño. Buscan los diamantes en patios ajenos, cuando ellos se encuentran en el propio patio. Sin embargo, todo tiene un destino prefijado. Algún orden superior maneja la manga de la retorta planetaria. A todos los que se apartan del orden divino los va ubicando según su grado de afinidad, en determinadas escalas, aplicándole la coacción divina inherente, y correspondiente, en el tiempo justo y perfecto de Dios.

En el plan perfecto de Dios ya todo está solucionado. Los caminos de los justos, y los de aquellos que dejan de serlos, se bifurcan. Los unos se separan de los otros en forma natural, por efectos de la ley de afinidad, ordenadora de la vida y del universo. 

Demos gracias porque en Venezuela ya todo está solucionado en forma justa y perfecta para todas las partes involucradas. Gracias Divinidad, en Venezuela reina el orden divino y la armonía cósmica. Que la luz de la Divinidad aflore en la conciencia de cada ser, en los cuatro reinos naturales, que viven en esta Tierra de Gracia.  

Que la Divinidad ilumine a los extraviados para que enrumben sus pasos y también a los futuros líderes, para que, en forma pacífica, se restablezca el orden y la armonía entre las partes.

Es hora de perdón, de compasión frente a tantos millones de personas en riesgo de toda índole.

Es la hora del amor y de la justicia, ya que éstas son fuerzas poderosas e invencibles.

Es hora de fortaleza y de templanza para superar el poco tiempo que queda de la noche oscura. La noche oscura del alma (Espíritu), de las naciones y de los humanos, siempre tienen su fin en tiempo oportuno. Por ley de vida, cuando las cosas se ponen menos fáciles, es cuando más cerca se está de la solución. Es el momento en que la noche muda en día, y las coincidencias traen los cambios anhelados. Es tiempo de serenidad, de resistencia y de austeridad. Hay que cambiar muchos hábitos de vida y adecuarlos a la realidad. Quien deje de hacerlo, sufrirá con mayor rigor los efectos de lo que queda por pasar.

Hablar de ciertas verdades, al igual que en la época medioeval, constituye un riesgo de sufrir los rigores de la hoguera o de otros tormentos con métodos actuales. Pero, nuestro fin no es atacar, sino de exhortar a la reconciliación, al perdón, al amor, a la justicia perfecta y de tantos otros valores.

Me preguntaba si detrás de los actores visibles existen otros elementos de poder, y cerrando los ojos e imaginando la respuesta, se me apareció en la mente la imagen de una gran bestia, de diferentes formas, a la que no le pude poner nombre. Es la gran bestia pareció una voz susurrarme en el pensamiento, pero, además de ella hay otros elementos coadyuvantes. Entonces aparecieron otras bestias menores, tampoco identificables.

Pregunto: si Venezuela es una tierra tan hermosa, porque no amarla y trabajar para engrandecerla?

Lo escrito hasta aquí rondó por mi mente desde temprana hora y me negaba darle rienda suelta a la inspiración que afluía en mi pensamiento. Me daba cuenta, dada la insistencia, de que cedería por sentarme y escribir. Al final de la tarde, sin aguantar más, de un solo jalón, plasmé lo que queda escrito. Dios sabrá de quien son las ideas inspiradas, o de lo que es mío de lo que no lo es.

Para terminar, dos cosas que deseo resaltar:

Un poco antes de 1970, siendo muy joven, asistí a una sesión espirita, en una Catedra Trincadista. Al poco rato de iniciarse la sesión de estudio, la médium entró en trance, cambiando las facciones, transfigurándose en forma y en el tono de la voz. Acto seguido realiza un recuento de lo acontecido desde que El Espíritu comunicante vivió en su época, -ya que se notaba que era el Espíritu de alguien que había sido un hombre-. Se quejaba de que las generaciones subsiguientes no habían seguido su ejemplo, ni el de Miranda, ni el de tantos otros Próceres, dejando traslucir lo mucho que separaría de lo ideal lo que acontecería en las décadas subsiguientes. Le echaba la culpa a los políticos. Después de la arenga con vibrante tono de voz, que asemejaría al del Libertador, ya que por su calidad trascendía a la de la instrumento, y no era la de la médium. Por su contenido, era un mensaje de desesperanza. En ese entonces, no comprendí el sentido de esas palabras. Luego, concluyó diciendo, el comunicante: “Simón Bolívar”.

Analizando el sentimiento que imbuía mi mente, en el día de hoy, y recordando aquella comunicación, en esa remota época, puedo concluir que fuerzas positivas afloran, seguramente de igual naturaleza, que moverán las fibras de los seguidores del progreso para producir el cambio anhelado por millones de personas y sobre todo por los Padres de la Patria. Si ellos no hubiesen existido, la Independencia no habría ocurrido y ocurrió. Pese a que Humboldt veía madura a Latino América para su Independencia, en respuesta a una pregunta de Bolívar, no alcanzaba a vislumbrar el hombre capaz de de llevarla a cabo. Y lo expresaba frente al mayor artífice futuro de la misma. Empero, Aimé Bompland, con mayor visión, respondió; -“Sí, pero las situaciones generan sus propios líderes”. Cuando llega la hora de la justicia y del cambio, este ocurre en forma natural, casi de la noche a la mañana. Los poderosos del día se darán cuenta que de nada sirvió lo acontecido. Y, entonces, uno se pregunta: Para quién trabajó el cachicamo. El aforismo criollo lo aclara: -“Cachicamo trabaja para la lapa”.

La otra cosa es: Son tiempos para expresar mucho amor y perdón. Dios se está ocupando en tiempo oportuno, en forma justa y perfecta. Hay que pedir a la Divinidad que ilumine la mente de todos, incluyendo la nuestra, para actuar correctamente, para tener rectos pensamientos, sentimientos, palabras y actos. Amemos más a Venezuela. Seamos justos nosotros sin atacar a nadie, sin hablar mal de nadie. Nada se gana malgastando energía. Recordemos las cosas buenas de Venezuela para volverlas a cristalizar, recreándolas. A Venezuela le espera el mejor futuro al cual pueda aspirar país alguno. Es la Tierra de Gracia.

En otra parte dejé escrito, el ejemplo de un abuelo, de noventa años, que le decía al nieto: -“Juan, a lo largo de mi vida, el 90% de las cosas que la gente teme no ocurren jamás; el otro 10%, si las abordamos positivamente, con prudencia, fortaleza y serenidad, serán transmutadas en oportunidades de progreso y bienestar”.

En cualquier país del mundo, un líder genuino y auténtico, debidamente preparado, estaría feliz de encontrarse con un escenario como el de Venezuela. Un escenario perfecto para alcanzar la gloria inmortal a la que aspiraba Bolívar.

Bolívar, Padre de la Patria, bajo tu manto protector dejamos a Venezuela, justa y perfecta, para gloria del Eterno. Que aflore el fervor Bolivariano con cuya inspiración he visto muchas veces saltar en lágrimas de emoción y sentimientos profundos a poetas y oradores, auto-incluyéndome, -y hoy me ha ocurrido una vez más-, que ha constituido el flujo sublime, patriótico, que ha estimulado tantas hazañas y acciones heroicas. Son tiempos de paz y de progreso. Los trasnochados pueden descansar para darle paso al Dorado Amanecer.  

Aquí y ahora, se establece en Venezuela, el orden divino, la armonía, el amor, la verdad, la fortaleza y la templanza, y la justicia perfecta. Así es. Así será. Hecho está.

Si Dios está contigo, Venezuela, quién contra de ti?

Adelante.


28-12-2017
Revisado: 30-12-2017


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PD: En el libro La Eterna Luz, de nuestra autoría, escrito en Lucena, Andalucía, en el año 2003, hay una Meditación por el país en que se vive, adaptable al propio. He adaptado para Venezuela, la misma.


MEDITACIÓN POR VENEZUELA


Busca un lugar tranquilo; haz tres respiraciones profundas y reten el aliento, con pulmones llenos, contando  mentalmente, veinticinco, al exhalar la tercera vez,  muy lentamente, cierra suavemente los ojos y afirma, mentalmente:

•    Estoy en relajación perfecta. (Tres veces). Aquí y ahora voy a meditar durante diez minutos por el bienestar, armonía, progreso, perfecta justicia y respeto en Venezuela.

•    -Bendigo  a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela y suelto la carga que hay en Venezuela y la de cada persona, en el Dios que hay dentro de mí y en el Dios que hay en cada persona-.

Ahora, visualiza a Venezuela envuelta en un círculo de luz –luminosa o blanca-, como quieras; luego afirma:

Venezuela es de Dios y de todos nosotros. Dios protege a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela.

Dios envuelve a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela en un círculo de luz divina y les guía por senderos de paz, prosperidad, justicia y respeto, aquí, ahora y siempre.

El perfecto orden divino y la armonía universal se establecen en Venezuela y en cada una de las personas que viven –y vivimos en Venezuela-  aquí y ahora. Hecho está, ahora y siempre.

Creador Universal, en tus manos confiamos a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, que en la conciencia de todos fluya la luz, la sabiduría, la responsabilidad y el respeto a todos los derechos y deberes.

Que Tus designios, Creador Universal, en relación a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, se cumplan aquí y ahora de acuerdo a Tus planes cósmicos.

Creador Universal, transmuta, aquí, ahora y siempre,  a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, en su estado ideal y perfecto de acuerdo a tus planes cósmicos.

Hecho está.

Gracias, Creador Universal, por haber escuchado nuestro pedido. 

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EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



http://enbuscadelavictoria.blogspot.com/

UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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sábado, 30 de diciembre de 2017

SI BOLÍVAR VOLVIERA…..


SI BOLÍVAR VOLVIERA…..

©Giuseppe Isgró C.



Si Bolívar volviera,
seguro que no reconocería
la Venezuela que encontraría.

Ni aquellos conductores del hispano imperio, de Carlos V, en que el sol jamás se ponía, fueron tan terribles verdugos, excepto Monteverde, Boves y en no menor escala, Morales.

Boves, encontró su Úrica, -04 de diciembre de 1814-, para  que quedara prueba  de que nada queda impune; antes o después.

En el tiempo perfecto de Dios, cada quien encuentra la horma divina que corrige al que se cree Dios sin serlo, o mejor dicho, “siéndolo”, le ofusca el velo de la separación e impide que la Divinidad actúe dentro de su conciencia, como guía en todo lo que haga.

Aún Pablo Morillo y sus allegados, masones egregios al igual que Bolívar, Páez, Sucre, Urdaneta y tantos otros, siendo de bandos opuestos se respetaban y su gran dignidad humana le hizo comprender lo inútil de aquella sangrienta guerra entre fraternos seres.

Sucre, por orden de Bolívar, en el tratado de Trujillo, logró humanizar aquella contienda civil sin razón; mientras que en Santa Ana, durmiendo una noche, o varias, ambos grupos de rivales, bajo el mismo techo, después del triple abrazo fraternal, acuerdan ponerle fin a la guerra de Independencia. Al poco tiempo Venezuela sería libre.

Se me dirá, que eran otros tiempos; sí, es verdad, también es cierto que era otra gente. Su dignidad, honor, hidalguía quijotesca, eran de alto quilate, buscando deshacer entuertos, para encontrar lo mejor para las partes involucradas.

Al salir de allí, Bolívar ordenó, que los que habían dormido con él, bajo el mismo techo, “fueran respetados como personas sagradas mientras estuvieran en suelo patrio”. Al poco tiempo, Morillo regresó a España. Después, con la Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, en que Páez cosechó gloria inmortal por su acción libertadora de la patria, del yugo opresor, y posteriormente, con la toma del Castillo de Puerto Cabello, por el mismo Páez, y luego, en 1824, con la Batalla Naval de Maracaibo, se puso punto final a aquella guerra sin sentido, por ser hermanos los que luchaban.

Cuando en 1835, Carlos Soublette y Daniel Florencio O´Leary visitan a Morillo, en España, éste le expresa a aquellos, la admiración que le tenía a su egregio rival, Simón Bolívar. Al conocer que O´Leary se proponía escribir las Memorias sobre El Libertador, le entrega una enorme cantidad de documentos que los patriotas habían dejado abandonados en sus rápidas salidas y que aquel hidalgo español conservaba como un tesoro. Las Memorias de O´Leary, en su 34 tomos, es lo mejor que se ha escrito sobre la Guerra de la Independencia.

La pluma se niega mencionar nombres de quienes han estado muy lejos de esta hidalguía admirable, y de los que, en la hora actual, se han convertido en zozobra de sus hermanos. A veces me parece que se asemejan algunas cosas a las de los años terribles de 1813-1814, en que Boves azotaba a Venezuela. Me he preguntado, muchas veces, si Boves haya reencarnado. Y si fuera así, qué volvería a hacer, salvando la distancia del tiempo, que usa otros métodos, pero, con el mismo resultado? Confieso que no tengo la respuesta. Solo preguntas.

Si Boves hubiese reencarnado, entonces hay esperanza:
También lo harán, o ya lo hubieren hecho, Bolívar, Sucre, Urdaneta, Páez, y tantos otros que dieron todo por la Patria. Es tiempo de esperar, para ver los resultados. Si así fuere, muchos deberían comenzar por preocuparse. Este tipo de gente se rige por auténticos valores patrióticos.   

El ritmo de la historia se equilibra a si mismo, y frente a la oscuridad nefasta, madre de horrendas crueldades, emerge, brillante, la luz que la evacua, por si sola, casi sin esfuerzo alguno.

 Perded toda esperanza, vosotros que creéis que por caminos inicuos de la injusticia y de otros subterfugios permaneceréis en el poder por largo tiempo.

Vuestra hora, minuto y segundo están ya marcados en el tiempo justo y perfecto de Dios. Y esto va con todos, nadie escapa. Es ley de vida.

La historia lo demuestra: todos aquellos que se han convertido en un obstáculo en los planes divinos, caerán como lo hiciera el ilustre Napoleón, (guardando la distancia por cuanto el genial corso no tiene parangón con ningún personaje contemporáneo), en la Batalla de Waterloo, perdiendo una contienda ya virtualmente ganada, por una serie de intangibles que entraron en escena, cambiando el rumbo de la historia. Víctor Hugo, estudiando el fenómeno, llegó a la conclusión de que Napoleón, siendo el hombre más poderoso de su tiempo, se había convertido en un estorbo en los planes divinos. Antes de comenzar la Batalla, ya Dios había decretado que la perdería. En Los Miserables, el genio de Víctor Hugo, relata los acontecimientos de una manera como si los hubiese contemplado en vivo.

La prueba más severa, en mi opinión, que le toca afrontar a Venezuela es la del año 2018. Dada la elevada inflación, no habrá ganancia que pueda adquirir alimentos mínimos indispensables, medicinas necesarias, y aún teniendo los recursos, hay que rogar a Dios que se puedan conseguir.

Habría que preguntarle a Bolívar, muchas cosas, si reencarnara. Por fortuna quedan sus obras para que las nuevas generaciones de líderes las estudien, si desean ampliar su visión al nivel de tan gigantesco genio. Así lo hizo Rómulo Betancourt en su juventud y Renny Ottolina, a lo largo de su vida. Igualmente, así lo han hecho los más importantes geopolíticos y líderes mundiales.

Estimo que él –Bolívar- iría a pedirle cuenta, a más de uno, como seguramente lo hará en tiempo oportuno, con todos aquellos que escudándose con su nombre, dejaron de seguir su ejemplo, y preceptos morales, tergiversando su ideal de Patria con la que él soñó. Se cuentan por miles, o millones, desde aquellos mismos que en Berruecos trastocaron la vida de Sucre. Y pare usted de contar. Eran gentes como muchos de los de ahora, que uno creía extinguidas.

Es mejor que no quede escrito nada de lo que acontece, en algunas épocas, ya que las generaciones futuras no podrían dar crédito de que determinadas cosas hayan podido acontecer en tierra tan noble como Venezuela.

Yo estoy preocupado por Venezuela, ahora más que nunca; pero, tengo la confianza de que volveremos a tener la Gran Venezuela que siempre hemos tenidos, pese a algunas noches oscuras. La esperanza de tiempos mejores no se puede perder, y sin embargo, muchos jóvenes que emigran, ya la han perdido. Eso me causa un sentimiento extraño. Buscan los diamantes en patios ajenos, cuando ellos se encuentran en el propio patio. Sin embargo, todo tiene un destino prefijado. Algún orden superior maneja la manga de la retorta planetaria. A todos los que se apartan del orden divino los va ubicando según su grado de afinidad, en determinadas escalas, aplicándole la coacción divina inherente, y correspondiente, en el tiempo justo y perfecto de Dios.

En el plan perfecto de Dios ya todo está solucionado. Los caminos de los justos, y los de aquellos que dejan de serlos, se bifurcan. Los unos se separan de los otros en forma natural, por efectos de la ley de afinidad, ordenadora de la vida y del universo. 

Demos gracias porque en Venezuela ya todo está solucionado en forma justa y perfecta para todas las partes involucradas. Gracias Divinidad, en Venezuela reina el orden divino y la armonía cósmica. Que la luz de la Divinidad aflore en la conciencia de cada ser, en los cuatro reinos naturales, que viven en esta Tierra de Gracia.  

Que la Divinidad ilumine a los extraviados para que enrumben sus pasos y también a los futuros líderes, para que, en forma pacífica, se restablezca el orden y la armonía entre las partes.

Es hora de perdón, de compasión frente a tantos millones de personas en riesgo de toda índole.

Es la hora del amor y de la justicia, ya que éstas son fuerzas poderosas e invencibles.

Es hora de fortaleza y de templanza para superar el poco tiempo que queda de la noche oscura. La noche oscura del alma (Espíritu), de las naciones y de los humanos, siempre tienen su fin en tiempo oportuno. Por ley de vida, cuando las cosas se ponen menos fáciles, es cuando más cerca se está de la solución. Es el momento en que la noche muda en día, y las coincidencias traen los cambios anhelados. Es tiempo de serenidad, de resistencia y de austeridad. Hay que cambiar muchos hábitos de vida y adecuarlos a la realidad. Quien deje de hacerlo, sufrirá con mayor rigor los efectos de lo que queda por pasar.

Hablar de ciertas verdades, al igual que en la época medioeval, constituye un riesgo de sufrir los rigores de la hoguera o de otros tormentos con métodos actuales. Pero, nuestro fin no es atacar, sino de exhortar a la reconciliación, al perdón, al amor, a la justicia perfecta y de tantos otros valores.

Me preguntaba si detrás de los actores visibles existen otros elementos de poder, y cerrando los ojos e imaginando la respuesta, se me apareció en la mente la imagen de una gran bestia, de diferentes formas, a la que no le pude poner nombre. Es la gran bestia pareció una voz susurrarme en el pensamiento, pero, además de ella hay otros elementos coadyuvantes. Entonces aparecieron otras bestias menores, tampoco identificables.

Pregunto: si Venezuela es una tierra tan hermosa, porque no amarla y trabajar para engrandecerla?

Lo escrito hasta aquí rondó por mi mente desde temprana hora y me negaba darle rienda suelta a la inspiración que afluía en mi pensamiento. Me daba cuenta, dada la insistencia, de que cedería por sentarme y escribir. Al final de la tarde, sin aguantar más, de un solo jalón, plasmé lo que queda escrito. Dios sabrá de quien son las ideas inspiradas, o de lo que es mío de lo que no lo es.

Para terminar, dos cosas que deseo resaltar:

Un poco antes de 1970, siendo muy joven, asistí a una sesión espirita, en una Catedra Trincadista. Al poco rato de iniciarse la sesión de estudio, la médium entró en trance, cambiando las facciones, transfigurándose en forma y en el tono de la voz. Acto seguido realiza un recuento de lo acontecido desde que El Espíritu comunicante vivió en su época, -ya que se notaba que era el Espíritu de alguien que había sido un hombre-. Se quejaba de que las generaciones subsiguientes no habían seguido su ejemplo, ni el de Miranda, ni el de tantos otros Próceres, dejando traslucir lo mucho que separaría de lo ideal lo que acontecería en las décadas subsiguientes. Le echaba la culpa a los políticos. Después de la arenga con vibrante tono de voz, que asemejaría al del Libertador, ya que por su calidad trascendía a la de la instrumento, y no era la de la médium. Por su contenido, era un mensaje de desesperanza. En ese entonces, no comprendí el sentido de esas palabras. Luego, concluyó diciendo, el comunicante: “Simón Bolívar”.

Analizando el sentimiento que imbuía mi mente, en el día de hoy, y recordando aquella comunicación, en esa remota época, puedo concluir que fuerzas positivas afloran, seguramente de igual naturaleza, que moverán las fibras de los seguidores del progreso para producir el cambio anhelado por millones de personas y sobre todo por los Padres de la Patria. Si ellos no hubiesen existido, la Independencia no habría ocurrido y ocurrió. Pese a que Humboldt veía madura a Latino América para su Independencia, en respuesta a una pregunta de Bolívar, no alcanzaba a vislumbrar el hombre capaz de de llevarla a cabo. Y lo expresaba frente al mayor artífice futuro de la misma. Empero, Aimé Bompland, con mayor visión, respondió; -“Sí, pero las situaciones generan sus propios líderes”. Cuando llega la hora de la justicia y del cambio, este ocurre en forma natural, casi de la noche a la mañana. Los poderosos del día se darán cuenta que de nada sirvió lo acontecido. Y, entonces, uno se pregunta: Para quién trabajó el cachicamo. El aforismo criollo lo aclara: -“Cachicamo trabaja para la lapa”.

La otra cosa es: Son tiempos para expresar mucho amor y perdón. Dios se está ocupando en tiempo oportuno, en forma justa y perfecta. Hay que pedir a la Divinidad que ilumine la mente de todos, incluyendo la nuestra, para actuar correctamente, para tener rectos pensamientos, sentimientos, palabras y actos. Amemos más a Venezuela. Seamos justos nosotros sin atacar a nadie, sin hablar mal de nadie. Nada se gana malgastando energía. Recordemos las cosas buenas de Venezuela para volverlas a cristalizar, recreándolas. A Venezuela le espera el mejor futuro al cual pueda aspirar país alguno. Es la Tierra de Gracia.

En otra parte dejé escrito, el ejemplo de un abuelo, de noventa años, que le decía al nieto: -“Juan, a lo largo de mi vida, el 90% de las cosas que la gente teme no ocurren jamás; el otro 10%, si las abordamos positivamente, con prudencia, fortaleza y serenidad, serán transmutadas en oportunidades de progreso y bienestar”.

En cualquier país del mundo, un líder genuino y auténtico, debidamente preparado, estaría feliz de encontrarse con un escenario como el de Venezuela. Un escenario perfecto para alcanzar la gloria inmortal a la que aspiraba Bolívar.

Bolívar, Padre de la Patria, bajo tu manto protector dejamos a Venezuela, justa y perfecta, para gloria del Eterno. Que aflore el fervor Bolivariano con cuya inspiración he visto muchas veces saltar en lágrimas de emoción y sentimientos profundos a poetas y oradores, auto-incluyéndome, -y hoy me ha ocurrido una vez más-, que ha constituido el flujo sublime, patriótico, que ha estimulado tantas hazañas y acciones heroicas. Son tiempos de paz y de progreso. Los trasnochados pueden descansar para darle paso al Dorado Amanecer.  

Aquí y ahora, se establece en Venezuela, el orden divino, la armonía, el amor, la verdad, la fortaleza y la templanza, y la justicia perfecta. Así es. Así será. Hecho está.

Si Dios está contigo, Venezuela, quién contra de ti?

Adelante.


28-12-2017
Revisado: 30-12-2017


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PD: En el libro La Eterna Luz, de nuestra autoría, escrito en Lucena, Andalucía, en el año 2003, hay una Meditación por el país en que se vive, adaptable al propio. He adaptado para Venezuela, la misma.


MEDITACIÓN POR VENEZUELA


Busca un lugar tranquilo; haz tres respiraciones profundas y reten el aliento, con pulmones llenos, contando  mentalmente, veinticinco, al exhalar la tercera vez,  muy lentamente, cierra suavemente los ojos y afirma, mentalmente:

•    Estoy en relajación perfecta. (Tres veces). Aquí y ahora voy a meditar durante diez minutos por el bienestar, armonía, progreso, perfecta justicia y respeto en Venezuela.

•    -Bendigo  a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela y suelto la carga que hay en Venezuela y la de cada persona, en el Dios que hay dentro de mí y en el Dios que hay en cada persona-.

Ahora, visualiza a Venezuela envuelta en un círculo de luz –luminosa o blanca-, como quieras; luego afirma:

Venezuela es de Dios y de todos nosotros. Dios protege a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela.

Dios envuelve a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela en un círculo de luz divina y les guía por senderos de paz, prosperidad, justicia y respeto, aquí, ahora y siempre.

El perfecto orden divino y la armonía universal se establecen en Venezuela y en cada una de las personas que viven –y vivimos en Venezuela-  aquí y ahora. Hecho está, ahora y siempre.

Creador Universal, en tus manos confiamos a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, que en la conciencia de todos fluya la luz, la sabiduría, la responsabilidad y el respeto a todos los derechos y deberes.

Que Tus designios, Creador Universal, en relación a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, se cumplan aquí y ahora de acuerdo a Tus planes cósmicos.

Creador Universal, transmuta, aquí, ahora y siempre,  a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, en su estado ideal y perfecto de acuerdo a tus planes cósmicos.

Hecho está.

Gracias, Creador Universal, por haber escuchado nuestro pedido. 

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