viernes, 12 de abril de 2013

EL PODER DE LA TENACIDAD: -"En el acto de negarse a abandonar, se activan los poderes creadores de la mente y, oportunamente, se resuelven las situaciones o se alcanzan los resultados esperados; este es el secreto supremo"-. Giuseppe Isgró Cattafi


EL PODER DE LA TENACIDAD

©Giuseppe Isgró C.


- “Cuando te parezca que has de desistir en una empresa, redobla tus esfuerzos porque está cercana la victoria”-.
Proverbio popular

-“Proseguid y amanecerá la luz que brillará con creciente intensidad en vuestro camino”-.D`Alambert

-“Cuando...os parezca que ya no podéis resistir un momento más, no os rindáis entonces a la adversidad, porque precisamente es el punto en que las cosas pueden invertirse a favor vuestro”-.
E. Beecher Stowe

-En el acto de negarse a abandonar,
se activan los poderes creativos de la mente
y, oportunamente, se resuelven las situaciones o se alcanzan los resultados esperados; este es el secreto supremo-.
Giuseppe Isgró Cattafi


Del seno de la noche nace el alba.  De la tempestad emerge el arco iris, anunciando el buen tiempo.
Para tener éxito en la vida se requiere tenacidad en los propósitos, fe en los resultados, auto-confianza y determinación de triunfar, superando, creativa e inteligentemente, cuantos obstáculos prueban tu fortaleza y coraje.
La tenacidad es la puesta en práctica de la fe y la máxima expresión de su efectividad. Querer alcanzar el triunfo es la clave de todo. Si tú crees, puedes, siempre.
Ten presente que, tú, eres tenaz por naturaleza y que al adquirir consciencia del grado de tenacidad que posees la activas instantáneamente. Con cada acción que emprendes, la fortaleces.
Forja, cada día más y mejor éxito en todas las áreas prioritarias y esenciales de tu vida.
Tu capital lo conforman la combinación de: elevadas y bien definidas metas; acción constante y firme voluntad de trabajo en pos de los resultados; honestidad, fortaleza, templanza y buenos hábitos; sana aspiración de progreso; correcta visión de la vida y de las oportunidades cambiantes, la cual incrementas con una sólida cultura profesional y clásica.
Desarrolla, gradualmente, tus actividades, con un programa a largo plazo. Sé una persona  benefactora de la humanidad por los útiles y filantrópicos servicios que prestas, siempre en un mejor nivel.
El 21 de octubre de 1879, Tomás Alva Edisón, después de probar más de diez mil filamentos diferentes, puso en funcionamiento la primera bombilla eléctrica, la cual duró cuarenta y cinco horas seguidas. Posteriormente la perfeccionó. Fue un triunfo de su genio inventor, sostenido por una fe inquebrantable y una acción tenaz e inmutable, demostrando que todo es posible para la persona que firmemente cree en las posibilidades de su objetivo.
Napoleón, sostenía que la palabra “imposible” solo existía en el diccionario. Afirmaba: -“Pienso luchar hasta el fin para conseguir mi ideal”-. Sus hazañas demuestran su genio portentoso. El Código Napoleónico, redactado bajo sus directrices, es un logro cuyos beneficios aún perduran.
Un antiguo aforismo expresa: -“Todo lo que la mente puede imaginar, el ser humano lo puede realizar”.
El secreto de la tenacidad es el amor. –“Dónde amas, allí está tu ser”-, dice un sabio proverbio.
Si amas tu trabajo, tu misión y propósito en la vida, automáticamente, emerge del interior la potencia suficiente que imanta la voluntad transformándola en invencible; orienta la imaginación que abre nuevas vías de realización donde antes inexistían caminos y convierte en tenaz el esfuerzo aplicado al trabajo creativo y prospero que, paso a paso, y una a una, va conquistando todas las metas que el ser humano se antepone, de acuerdo a las inquietudes de los tiempos, en sus múltiples ciclos existenciales.
La conciencia del propio deber, y derecho, necesidades y deseos, aspiraciones e ideales, niveles de exigencias y anhelos de perfección, alimenta la tenacidad cuando la voluntad requiere estímulo.
La constancia en la acción debe ser gobernada por la razón y la meditación reflexiva. Antes de emprender la realización de cualesquiera objetivos, es preciso hacerse cargo probable de los resultados, para determinar si éstos, una vez alcanzados, son satisfactorios y justifican el despliegue de energía, recursos y tiempo, aplicados.
Una vez tomada una decisión, es preciso persistir hasta el final, cueste lo que cueste, única manera de fortalecer la voluntad y auto-estima y dejar de pasar a otra cosa hasta haber alcanzado el resultado apetecido. Esta actitud fortalece la confianza en sí y permite tomar pleno control sobre  las situaciones y circunstancias antepuestas a la propia atención.
Un escritor o escritora de éxito, después de cierto número de obras, alberga la certeza absoluta de que la nueva que emprende llegará a feliz término. Igual confianza genera la persona que, a nivel de empresa, o profesionalmente, emprende la realización de un nuevo proyecto.
Cada persona exitosa sabe que, cuando la tarea llega a afrontar las pruebas mas firmes, su tenacidad aplicada, con paciencia, serenidad, entusiasmo y amor, le permiten recorrer, con efectividad, el camino que, directamente, conduce a la meta aspirada.
Cuando se introduce un clavo, en la pared, se observa una primera fase de fácil acceso; una segunda que requiere martillar firme y tenazmente, una y otra vez, hasta vencer la resistencia; en la tercera fase, llega el momento en que, un solo golpe es suficiente. Hay que martillar hasta lograr el propósito.

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Parafraseando a Simón Bolívar, podría decirse: -“El valor, la habilidad y la constancia hacen la buena fortuna”-.
Todas las cosas, cuando se afrontan con responsabilidad y firme decisión, siempre se resuelven favorablemente.
Quienes han bajado en un pozo, recuerdan como, en el momento de volver a la superficie, se requiere hacer un esfuerzo adicional, de la voluntad, para salir. Asimismo acontece en la vida, cuando se está más cerca de lograr un resultado, se presenta un momento de prueba de fuerza, el cual es superado sólo por quienes son más tenaces. Es una especie de selección natural en base a la fortaleza suficiente y necesaria, en cada caso.
Recuerda que, en cualquier situación en que te encuentres, desde el momento que te toca afrontarla, es porque estás en condiciones de superarla con éxito, caso contrario, la misma, habría dejado de presentarse.
La ley cósmica expresa: -“Las situaciones encierran en sí mismas los recursos para resolverlas, siempre”.
La clave es la tenacidad, acompañada de la correcta visión de las cosas y de la asunción de la responsabilidad que a cada quien compete, oportunamente.
La vida ayuda a quienes se dejan ayudar, apoyando a quienes son tenaces, por cuanto aún sin saberlo, son los instrumentos que el Creador  utiliza para realizar la Gran Obra.
Cuando los mineros excavan para encontrar una veta de determinado mineral, llega un momento en que experimentan el impulso de abandonar; quienes persisten se percatan, casi siempre, que con profundizar apenas unos centímetros más, encuentran el preciado filón.
La vida prueba la fe y la voluntad de cada persona poco antes de ofrecerles importantes beneficios, para ver si son merecedores de tan importantes privilegios.
Sólo quienes persisten, tenazmente, obtienen los anhelados resultados. La Ley Cósmica expresa: -Cuando más intensa se vuelve la lucha y más a fondo se experimenta la exigencia de la vida, más tenazmente hay que perseverar, por cuanto, es cuando más cerca se está de la deseada meta, la cual se alcanza, oportunamente y de la mejor manera, siempre-. En todos los tiempos ha sido así.
Toda persona de éxito ha observado  dos cosas: la primera: después de enfrentar las pruebas menos fáciles, acto seguido ha logrado los más grandes triunfos, lo cual demuestra el principio de que, en los momentos en que se requiere emplearse más a fondo, se está más cerca de obtener los mejores resultados. La segunda: la vida, después de época de abundancia, somete a las personas a pruebas de mayor envergadura de las que hayan enfrentado con anterioridad, como una preparación para alcanzar una evolución ascendente en pos de su autorrealización.
Las luchas templan la voluntad y permiten efectuar la plena evolución humana. Hay que aceptar las pruebas de la vida con gratitud, paciencia, serenidad y persistencia en superarlas.
Mientras más intensas sean las exigencias de las circunstancias, más elevados serán los beneficios una vez superadas las respectivas pruebas.
Los obstáculos superados constituyen una preparación para las tareas de mayor envergaduras que acto seguido la vida presentará. Quien persevera, vence.
Da las gracias a la Inteligencia Infinita por las pruebas que te antepone en tu diario vivir, por cuanto es indicio de que se te considera con merecimientos por las responsabilidades inherentes, y, mediante su superación exitosa, alcanzas la necesaria evolución en tu actual ciclo de vida, de acuerdo a la misión que has traído.
Persiste, tenazmente. Sigue adelante. Parafraseando a Séneca, podría decirse: -“Persevera sin tener en cuenta cuanto has de experimentar, sino lo  que has de conseguir, y, confía en tu honesto cometido, tal como lo hace toda persona de bien. Considera lo que es provechoso, seguro y prospero”.
Desarrolla una efectiva tenacidad aplicando las siguientes reglas:
I.   Define tu propósito en la vida, estableciendo metas a corto, mediano y largo plazo por escrito.
II.   Planea, estratégica y tácticamente, como vas a alcanzarlas. Después de conocer lo que quieres, es preciso determinar como realizarlo. El plan detallado tiene un efecto poderoso a la hora de la acción por cuanto permite precisar en que fase prioritaria debe ser enfocada la atención y llevar a cabo la acción respectiva.
III.   Establece una curva de resultados factibles de ser alcanzados, en el espacio y tiempo. Es decir, la fecha tope dentro de la cual obtener el respectivo logro. Este es uno de los secretos más poderosos para optimizar la propia acción, por cuanto todo objetivo para ser realizado precisa un tiempo determinado –en el mejor y en el menos favorable de los casos- el cual debe ser claramente definido, de manera que, al irse acercando a la meta se conserve la confianza de su factibilidad.
IV.   Espera lo mejor aún en los momentos en que tu tenacidad es puesta a mayor prueba.
V.   Ten valor y confianza en ti y en la vida: por la Ley de Abastecimiento Cósmico o Provisión Universal, oportunamente, obtendrás los recursos que requieres de donde menos lo esperas.
VI.    Avanza. A pesar de cuantos obstáculos se interpongan, siempre persiste un poco más. En los momentos menos fáciles, cuando se requiere una salida, se abren las puertas adecuadas, emergiendo del interior nuevas y más poderosas fuerzas que permiten alcanzar las metas, el equilibrio, la armonía y el nuevo orden cósmico que corresponde. A pesar de todo, sigue adelante tenazmente. Nadie sabe cual es su máxima capacidad de resistencia y poder hasta que las circunstancias le prueben para darse cuenta de que, en lo interno, reside el poder suficiente para resolver toda situación, siempre; con cada prueba superada, se adquiere mayor confianza para afrontar con éxito la vida.
VII.   Aplica la concentración de esfuerzos, haciendo una cosa prioritaria a la vez, para evitar el despilfarro de energía; así podrás resolver cualquier situación, siempre.
VIII.   Llena tu mente, en todo momento, de pensamientos de progreso, abundancia, prosperidad, salud, fortaleza, energía, triunfo, paciencia, tolerancia, amor y gratitud. Mantén la actitud mental positiva. La tenacidad es un estado interior que se cultiva y desarrolla en su máxima expresión para alcanzar más y mejor éxito en la vida; pero, por encima de todo, la realización de la propia misión existencial.
IX.   Especialízate. Ten presente que el 20% de tus actividades genera el 80% de los resultados que obtienes, y, el 80% de lo que haces, produce sólo el 20% de los mismos.
Centrándote en las primeras dispondrás del 80% de tu tiempo libre para incrementar tu efectividad.
X.   Relájate a nivel físico, mental y espiritualmente. La mente en calma genera poder y actúa creativamente, generando resultados positivos y satisfactorios.
XI.   Reflexiona meditativamente, -en estado de interiorización-,  primero, haciéndote cargo probable de los resultados que obtendrás una vez llevada a cabo la acción y luego actúa con firmeza el tiempo suficiente y con expectativas positivas, hasta lograr las metas genuinas de tus propósitos. Conserva a la vista los resultados que buscas alcanzar. Los antiguos latinos, expresaron: -“El agua blanda y la piedra dura, gota a gota se hace la cavadura”. Es decir, la gota de agua constante orada la roca.
XII.   Detrás de toda obra exitosa existe una mente preparada, decidida y tenaz, que con trabajo suficiente y dedicación constante demuestra la fe que ha tenido en la utilidad de su trabajo como eslabón del progreso universal.
XIII.   La tenacidad es la manifestación de la voluntad divina dentro de cada ser, que busca expresarse, ubicándolo en el nuevo orden cósmico que le corresponde de acuerdo al esquema de los planes del Gran Arquitecto del Universo.
XIV.   ¡Que el Creador te ilumine, guíe y proteja! Haz bien tu obra y cumple tu misión, en la vida, con amor, confianza, paciencia, honradez, tenacidad y espíritu agradecido.

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EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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viernes, 12 de abril de 2013

EL PODER DE LA TENACIDAD: -"En el acto de negarse a abandonar, se activan los poderes creadores de la mente y, oportunamente, se resuelven las situaciones o se alcanzan los resultados esperados; este es el secreto supremo"-. Giuseppe Isgró Cattafi


EL PODER DE LA TENACIDAD

©Giuseppe Isgró C.


- “Cuando te parezca que has de desistir en una empresa, redobla tus esfuerzos porque está cercana la victoria”-.
Proverbio popular

-“Proseguid y amanecerá la luz que brillará con creciente intensidad en vuestro camino”-.D`Alambert

-“Cuando...os parezca que ya no podéis resistir un momento más, no os rindáis entonces a la adversidad, porque precisamente es el punto en que las cosas pueden invertirse a favor vuestro”-.
E. Beecher Stowe

-En el acto de negarse a abandonar,
se activan los poderes creativos de la mente
y, oportunamente, se resuelven las situaciones o se alcanzan los resultados esperados; este es el secreto supremo-.
Giuseppe Isgró Cattafi


Del seno de la noche nace el alba.  De la tempestad emerge el arco iris, anunciando el buen tiempo.
Para tener éxito en la vida se requiere tenacidad en los propósitos, fe en los resultados, auto-confianza y determinación de triunfar, superando, creativa e inteligentemente, cuantos obstáculos prueban tu fortaleza y coraje.
La tenacidad es la puesta en práctica de la fe y la máxima expresión de su efectividad. Querer alcanzar el triunfo es la clave de todo. Si tú crees, puedes, siempre.
Ten presente que, tú, eres tenaz por naturaleza y que al adquirir consciencia del grado de tenacidad que posees la activas instantáneamente. Con cada acción que emprendes, la fortaleces.
Forja, cada día más y mejor éxito en todas las áreas prioritarias y esenciales de tu vida.
Tu capital lo conforman la combinación de: elevadas y bien definidas metas; acción constante y firme voluntad de trabajo en pos de los resultados; honestidad, fortaleza, templanza y buenos hábitos; sana aspiración de progreso; correcta visión de la vida y de las oportunidades cambiantes, la cual incrementas con una sólida cultura profesional y clásica.
Desarrolla, gradualmente, tus actividades, con un programa a largo plazo. Sé una persona  benefactora de la humanidad por los útiles y filantrópicos servicios que prestas, siempre en un mejor nivel.
El 21 de octubre de 1879, Tomás Alva Edisón, después de probar más de diez mil filamentos diferentes, puso en funcionamiento la primera bombilla eléctrica, la cual duró cuarenta y cinco horas seguidas. Posteriormente la perfeccionó. Fue un triunfo de su genio inventor, sostenido por una fe inquebrantable y una acción tenaz e inmutable, demostrando que todo es posible para la persona que firmemente cree en las posibilidades de su objetivo.
Napoleón, sostenía que la palabra “imposible” solo existía en el diccionario. Afirmaba: -“Pienso luchar hasta el fin para conseguir mi ideal”-. Sus hazañas demuestran su genio portentoso. El Código Napoleónico, redactado bajo sus directrices, es un logro cuyos beneficios aún perduran.
Un antiguo aforismo expresa: -“Todo lo que la mente puede imaginar, el ser humano lo puede realizar”.
El secreto de la tenacidad es el amor. –“Dónde amas, allí está tu ser”-, dice un sabio proverbio.
Si amas tu trabajo, tu misión y propósito en la vida, automáticamente, emerge del interior la potencia suficiente que imanta la voluntad transformándola en invencible; orienta la imaginación que abre nuevas vías de realización donde antes inexistían caminos y convierte en tenaz el esfuerzo aplicado al trabajo creativo y prospero que, paso a paso, y una a una, va conquistando todas las metas que el ser humano se antepone, de acuerdo a las inquietudes de los tiempos, en sus múltiples ciclos existenciales.
La conciencia del propio deber, y derecho, necesidades y deseos, aspiraciones e ideales, niveles de exigencias y anhelos de perfección, alimenta la tenacidad cuando la voluntad requiere estímulo.
La constancia en la acción debe ser gobernada por la razón y la meditación reflexiva. Antes de emprender la realización de cualesquiera objetivos, es preciso hacerse cargo probable de los resultados, para determinar si éstos, una vez alcanzados, son satisfactorios y justifican el despliegue de energía, recursos y tiempo, aplicados.
Una vez tomada una decisión, es preciso persistir hasta el final, cueste lo que cueste, única manera de fortalecer la voluntad y auto-estima y dejar de pasar a otra cosa hasta haber alcanzado el resultado apetecido. Esta actitud fortalece la confianza en sí y permite tomar pleno control sobre  las situaciones y circunstancias antepuestas a la propia atención.
Un escritor o escritora de éxito, después de cierto número de obras, alberga la certeza absoluta de que la nueva que emprende llegará a feliz término. Igual confianza genera la persona que, a nivel de empresa, o profesionalmente, emprende la realización de un nuevo proyecto.
Cada persona exitosa sabe que, cuando la tarea llega a afrontar las pruebas mas firmes, su tenacidad aplicada, con paciencia, serenidad, entusiasmo y amor, le permiten recorrer, con efectividad, el camino que, directamente, conduce a la meta aspirada.
Cuando se introduce un clavo, en la pared, se observa una primera fase de fácil acceso; una segunda que requiere martillar firme y tenazmente, una y otra vez, hasta vencer la resistencia; en la tercera fase, llega el momento en que, un solo golpe es suficiente. Hay que martillar hasta lograr el propósito.

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Parafraseando a Simón Bolívar, podría decirse: -“El valor, la habilidad y la constancia hacen la buena fortuna”-.
Todas las cosas, cuando se afrontan con responsabilidad y firme decisión, siempre se resuelven favorablemente.
Quienes han bajado en un pozo, recuerdan como, en el momento de volver a la superficie, se requiere hacer un esfuerzo adicional, de la voluntad, para salir. Asimismo acontece en la vida, cuando se está más cerca de lograr un resultado, se presenta un momento de prueba de fuerza, el cual es superado sólo por quienes son más tenaces. Es una especie de selección natural en base a la fortaleza suficiente y necesaria, en cada caso.
Recuerda que, en cualquier situación en que te encuentres, desde el momento que te toca afrontarla, es porque estás en condiciones de superarla con éxito, caso contrario, la misma, habría dejado de presentarse.
La ley cósmica expresa: -“Las situaciones encierran en sí mismas los recursos para resolverlas, siempre”.
La clave es la tenacidad, acompañada de la correcta visión de las cosas y de la asunción de la responsabilidad que a cada quien compete, oportunamente.
La vida ayuda a quienes se dejan ayudar, apoyando a quienes son tenaces, por cuanto aún sin saberlo, son los instrumentos que el Creador  utiliza para realizar la Gran Obra.
Cuando los mineros excavan para encontrar una veta de determinado mineral, llega un momento en que experimentan el impulso de abandonar; quienes persisten se percatan, casi siempre, que con profundizar apenas unos centímetros más, encuentran el preciado filón.
La vida prueba la fe y la voluntad de cada persona poco antes de ofrecerles importantes beneficios, para ver si son merecedores de tan importantes privilegios.
Sólo quienes persisten, tenazmente, obtienen los anhelados resultados. La Ley Cósmica expresa: -Cuando más intensa se vuelve la lucha y más a fondo se experimenta la exigencia de la vida, más tenazmente hay que perseverar, por cuanto, es cuando más cerca se está de la deseada meta, la cual se alcanza, oportunamente y de la mejor manera, siempre-. En todos los tiempos ha sido así.
Toda persona de éxito ha observado  dos cosas: la primera: después de enfrentar las pruebas menos fáciles, acto seguido ha logrado los más grandes triunfos, lo cual demuestra el principio de que, en los momentos en que se requiere emplearse más a fondo, se está más cerca de obtener los mejores resultados. La segunda: la vida, después de época de abundancia, somete a las personas a pruebas de mayor envergadura de las que hayan enfrentado con anterioridad, como una preparación para alcanzar una evolución ascendente en pos de su autorrealización.
Las luchas templan la voluntad y permiten efectuar la plena evolución humana. Hay que aceptar las pruebas de la vida con gratitud, paciencia, serenidad y persistencia en superarlas.
Mientras más intensas sean las exigencias de las circunstancias, más elevados serán los beneficios una vez superadas las respectivas pruebas.
Los obstáculos superados constituyen una preparación para las tareas de mayor envergaduras que acto seguido la vida presentará. Quien persevera, vence.
Da las gracias a la Inteligencia Infinita por las pruebas que te antepone en tu diario vivir, por cuanto es indicio de que se te considera con merecimientos por las responsabilidades inherentes, y, mediante su superación exitosa, alcanzas la necesaria evolución en tu actual ciclo de vida, de acuerdo a la misión que has traído.
Persiste, tenazmente. Sigue adelante. Parafraseando a Séneca, podría decirse: -“Persevera sin tener en cuenta cuanto has de experimentar, sino lo  que has de conseguir, y, confía en tu honesto cometido, tal como lo hace toda persona de bien. Considera lo que es provechoso, seguro y prospero”.
Desarrolla una efectiva tenacidad aplicando las siguientes reglas:
I.   Define tu propósito en la vida, estableciendo metas a corto, mediano y largo plazo por escrito.
II.   Planea, estratégica y tácticamente, como vas a alcanzarlas. Después de conocer lo que quieres, es preciso determinar como realizarlo. El plan detallado tiene un efecto poderoso a la hora de la acción por cuanto permite precisar en que fase prioritaria debe ser enfocada la atención y llevar a cabo la acción respectiva.
III.   Establece una curva de resultados factibles de ser alcanzados, en el espacio y tiempo. Es decir, la fecha tope dentro de la cual obtener el respectivo logro. Este es uno de los secretos más poderosos para optimizar la propia acción, por cuanto todo objetivo para ser realizado precisa un tiempo determinado –en el mejor y en el menos favorable de los casos- el cual debe ser claramente definido, de manera que, al irse acercando a la meta se conserve la confianza de su factibilidad.
IV.   Espera lo mejor aún en los momentos en que tu tenacidad es puesta a mayor prueba.
V.   Ten valor y confianza en ti y en la vida: por la Ley de Abastecimiento Cósmico o Provisión Universal, oportunamente, obtendrás los recursos que requieres de donde menos lo esperas.
VI.    Avanza. A pesar de cuantos obstáculos se interpongan, siempre persiste un poco más. En los momentos menos fáciles, cuando se requiere una salida, se abren las puertas adecuadas, emergiendo del interior nuevas y más poderosas fuerzas que permiten alcanzar las metas, el equilibrio, la armonía y el nuevo orden cósmico que corresponde. A pesar de todo, sigue adelante tenazmente. Nadie sabe cual es su máxima capacidad de resistencia y poder hasta que las circunstancias le prueben para darse cuenta de que, en lo interno, reside el poder suficiente para resolver toda situación, siempre; con cada prueba superada, se adquiere mayor confianza para afrontar con éxito la vida.
VII.   Aplica la concentración de esfuerzos, haciendo una cosa prioritaria a la vez, para evitar el despilfarro de energía; así podrás resolver cualquier situación, siempre.
VIII.   Llena tu mente, en todo momento, de pensamientos de progreso, abundancia, prosperidad, salud, fortaleza, energía, triunfo, paciencia, tolerancia, amor y gratitud. Mantén la actitud mental positiva. La tenacidad es un estado interior que se cultiva y desarrolla en su máxima expresión para alcanzar más y mejor éxito en la vida; pero, por encima de todo, la realización de la propia misión existencial.
IX.   Especialízate. Ten presente que el 20% de tus actividades genera el 80% de los resultados que obtienes, y, el 80% de lo que haces, produce sólo el 20% de los mismos.
Centrándote en las primeras dispondrás del 80% de tu tiempo libre para incrementar tu efectividad.
X.   Relájate a nivel físico, mental y espiritualmente. La mente en calma genera poder y actúa creativamente, generando resultados positivos y satisfactorios.
XI.   Reflexiona meditativamente, -en estado de interiorización-,  primero, haciéndote cargo probable de los resultados que obtendrás una vez llevada a cabo la acción y luego actúa con firmeza el tiempo suficiente y con expectativas positivas, hasta lograr las metas genuinas de tus propósitos. Conserva a la vista los resultados que buscas alcanzar. Los antiguos latinos, expresaron: -“El agua blanda y la piedra dura, gota a gota se hace la cavadura”. Es decir, la gota de agua constante orada la roca.
XII.   Detrás de toda obra exitosa existe una mente preparada, decidida y tenaz, que con trabajo suficiente y dedicación constante demuestra la fe que ha tenido en la utilidad de su trabajo como eslabón del progreso universal.
XIII.   La tenacidad es la manifestación de la voluntad divina dentro de cada ser, que busca expresarse, ubicándolo en el nuevo orden cósmico que le corresponde de acuerdo al esquema de los planes del Gran Arquitecto del Universo.
XIV.   ¡Que el Creador te ilumine, guíe y proteja! Haz bien tu obra y cumple tu misión, en la vida, con amor, confianza, paciencia, honradez, tenacidad y espíritu agradecido.

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