jueves, 23 de octubre de 2014

¡HAZLO, TIENES EL PODER!


¡HAZLO, TIENES EL PODER!

Del libro:
Coraje, el valor de vivir con ética.

Autor: ©Giuseppe Isgró C.



D
ejar de culpar al destino por las cosas menos agradables que ocurren, a veces ajenas al propio plan de vida decretado por el Supremo Hacedor, como consecuencia lógica de acciones innecesarias, implica autodominio capaz de transmutar en ventajosas las situaciones  menos favorables, encontrando  la oportunidad o lección que la vida, en el preciso momento, quiso brindar.

La verdadera satisfacción de la vida es que cada persona sea utilizada,  por los Regidores Universales, con un propósito constructivo para el bien común, con el cual se quiera comprometer, como misión  de vida, para ser una fuerza positiva  de la naturaleza.

El antiguo aforismo: -“Hazlo y tendrás el poder”-, se puede complementar de la siguiente manera: -¡Hazlo y tendrás el poder para hacerlo! Desde el momento que se concibe un proyecto, es porque se está en condiciones de realizarlo.

Las personas pueden ser clasificadas en tres grupos claramente  definidos: el primero: aquel que desconoce lo que quiere en la vida y por ende, neutraliza su poder, el cual busca una vía de expresión  interior, bajo  la forma de frustración. Cuando  esto ocurre, es fácil  resolverlo, programando objetivos exteriores hacia los cuales encausar la poderosa fuerza creativa que se posee interiormente.

Al exteriorizar la energía acumulada en lo interno, ésta fluye con vigor hacia el logro de las metas implantadas, dando una sensación de auto-liberación y bienestar.

El segundo grupo, sabe lo que quiere pero duda de su poder. Empero, podrá si cambia de actitud y potencia su creencia positiva. La determinación de una voluntad equilibrada y una mente decidida a lograr el objetivo, imanta los resultados.

Cuando cada ser descubre su poder interno, y aprende a utilizarlo correctamente, ninguna cadena mental podrá limitarlo, excepto el grado de conocimiento y desarrollo de habilidades que posea, las cuales, empero, puede incrementar gradualmente, mediante un sistema autodirigido de desarrollo personal y profesional.

Tú puedes si quieres. Solo tienes que ponerte en movimiento y el poder viene automáticamente. –“Actúa como si....ya estuvieras en posesión del logro apetecido”-,  decía   William  James.

La práctica constante y tenaz, -ensayando con la asunción del éxito y la comprensión de las leyes  y principios que rigen la vida y todas las cosas interrelacionadas-, respalda tu acción con los elementos dinámicos del logro correcto en el momento adecuado, en la justa medida acorde al precio que estés  en disposición de pagar.

En el tercer grupo, las personas saben lo que quieren  y creen que pueden, por lo cual canalizan su energía creativa hacia el exterior, realizando sus metas y  desarrollando el poder de  auto-expresarse  en niveles cada vez más altos de auto-realización.

Toma en tus propias manos las riendas de la vida. Tú eres responsable de ti y nadie más. ¡Que la armonía cósmica y el poder creativo se manifiesten cada día más en tu vida! Así sea.


**

Para optimizar  el potencial  de realización personal, se requiere auto-desarrollo constante, obteniendo mayor productividad en la cooperación cósmica, en la cual, se da y se recibe por equivalencia, cuya balanza cósmica es certera en la manifestación de la ley compensatoria.

Cuando se concibe una idea o proyecto, la misma engrana dentro del mecanismo de cooperación que complementa la actividad de otras personas con un fin de utilidad colectiva, por lo cual, se constituye en un canal de expresión de la inteligencia superior que le utiliza  como instrumento, dotándole del poder suficiente para hacerlo.

Si dudas o tardas en ponerte en camino, las fuerzas creativas del cósmico buscan otros canales de expresión  que dejan de poner barreras al libre fluir de la energía creativa y por ende, quien participa de la acción del poder disfruta del mismo y recibe los beneficios inherentes.

La regla de oro consiste en hacer siempre el bien. Las fuerzas creativas sólo funcionan para acciones positivas. Dan la oportunidad y a quién cumple las leyes de la armonía, le mantienen en el campo de acción.

Para mantenerse a flote, en el escenario de la vida, con menor esfuerzo, y productivamente, es preciso dar, en bien de los demás, un servicio efectivo, dedicado y generoso. Haciendo más tendrás cada vez mayor poder. Por eso, haz lo que tengas que hacer; tienes el poder para concluirlo con éxito.

Los pasos a seguir, son:

1.      Establece metas claramente definidas, por escrito, que concuerden con los objetivos estratégicos de tu existencia, con claro orden prioritario, y alcanzándolas una a una.
2.      Planea, estratégica y tácticamente, como vas a alcanzarlas.

3.      Determina, en cada etapa, en cuanto tiempo deben ser logradas.

4.      Verifica si vale el esfuerzo; en caso contrario, establece nuevas metas.

5.      Actúa con expectación positiva. El poder de las expectativas genera resultados equivalentes y análogos a su polaridad.

6.      Controla los resultados para retroalimentar cualquier eventual desviación.

7.      Estás aquí y ahora, con un fin útil a la humanidad. Al desarrollar las propias metas, que constituyen el compromiso social asumido, prestas concurso al bien común.

8.      Céntrate en el poder interior, bajo la inspiración divina que ilumina, creativamente,  la misión cósmica, en una activa realización de metas prioritarias.

9.      Dirige el propio ser hacia las cosas que deben ser hechas una vez concebidas, ya que, al tener conciencia  de las mismas, eres responsable de su realización, lo cual, constituye tu oportunidad que la vida está brindándote ahora.


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¡HAZLO AHORA!


¡Todo es posible para quien cree poder hacerlo!

Hacer una entrevista importante, formar la empresa que te dará independencia económica, estudiar la carrera de tu vocación, adquirir tu casa propia, construir un edificio, escribir uno o varios libros, viajar a otro país  o vivir en él, hacer una obra de bien, corregir hábitos, iniciarse como líder político o de otra índole, etc., ¡hoy es cuando hay que hacerlo!.

La decisión y la determinación imantan resultados, atrayendo a los elementos coadyuvantes.

El coraje, -o fortaleza-,  virtud que genera logros, se debe acompañar con  la sabiduría y la prudencia, la templanza y la justicia.

En todo lo que hagas busca el interés común. Averigua que es lo que quieren los demás y ayúdale a conseguirlo. Durante la entrevista, interésate en comprender,   con empatía,  el punto de vista de tu interlocutor.  Al forjar la nueva empresa, determina las necesidades insatisfechas de los consumidores, creando el bien o servicio adecuado, explotando las ventajas comparativas, etc.

Todas las obras que ahora disfruta la humanidad, fueron antes ideas en la mente de personas que creyeron en sí mismas y las realizaron con éxito.

Desde el momento en que concibes una idea, es porque estás en capacidad para realizarla. Con estudio y trabajo asiduos se puede alcanzar cualquier objetivo por el cual se sienta verdadera motivación.

Las batallas suelen ganarse sobre el papel. Planea, por escrito, tanto tus objetivos como la forma en que piensas alcanzarlos.

Selecciona, cada día, diez prioridades a las cuales concentrarás tu atención, en estricto orden jerárquico.

Fórmate el hábito de terminar toda obra comenzada. La perseverancia es el poder que más proyectos ha concluido con éxito.

Todo lo que hagas, hazlo silenciosamente.

Ladrillo a ladrillo se construye un edificio. Página a página se escribe un libro. El escritor confía en la utilidad de su canto, por eso existen tesoros como la Ilíada, la Odisea, los Versos de Oro Pitagóricos, la Eneida, la Divina Comedia, el Mahabharata, Don Quijote de la Mancha, las Vidas Paralelas, etcétera; y, el labrador, al sembrar con fe, la semilla, proporciona alimento a la mesa diaria.

El trabajo de cada persona es necesario para sostener el mundo y tener uno en el cual cada quien pueda dar lo mejor de sí a la humanidad, constituye la máxima riqueza para darle sentido a la vida. Visualiza los resultados finales realizados satisfactoriamente.. 

Adelante.


Afirma, en la mañana:

Entro en el nivel de mi Poder Interior y en el Poder del Creador Universal, en su luz, amor y armonía. Estoy ya en este nivel y permanezco en él, cada día mejor.

Tengo conciencia plena de las cosas que deben hacerse y que debo hacer.

Ahora me programo para realizar el trabajo de hoy, mañana, tarde y noche, desde este momento hasta las 11:30 PM., con la máxima eficiencia y productividad, con plena capacidad espiritual y físicamente, con claridad mental de las prioridades en la realización de mis objetivos. 

Mi mente psiconsciente me guía de una manera certera y segura cada momento del día y en todas mis actuaciones.

Logro, fácilmente, los resultados previstos; realizo mi trabajo con efectividad y rapidez. Gano en dinero todas las cantidades que necesito, oportunamente, y creo cada día una mayor solidez económica, consolidando mi capital de:______________ y una gran satisfacción personal, profesional y familiar.

Mi energía aumenta cada día más y la uso creativamente. Me concentro en los objetivos de este día. Realizo con pleno dominio las cosas que debo hacer. Para las 5:00 PM., y antes de esa hora, tendré mi trabajo realizado y el dinero que necesito estará en mi poder.  Visualizo que el dinero comienza a llegar a mis manos. Ya estoy en posesión del dinero. Hecho está. Así es. Así será.

En el Creador Universal, con su poder y luz, amor y sabiduría, puedo realizar todas las cosas.

Cuando leo esta fórmula, instantáneamente,  alcanzo mi mejor nivel psiconsciente, en conexión divina, para realizar, oportunamente y  con la máxima efectividad posible, los objetivos  que programo y aquellos inherentes a la misión de mi vida.

Hoy, antes de: ____________ quiero: ________________________________________________. Así es. Así será. Hecho está.


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EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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jueves, 23 de octubre de 2014

¡HAZLO, TIENES EL PODER!


¡HAZLO, TIENES EL PODER!

Del libro:
Coraje, el valor de vivir con ética.

Autor: ©Giuseppe Isgró C.



D
ejar de culpar al destino por las cosas menos agradables que ocurren, a veces ajenas al propio plan de vida decretado por el Supremo Hacedor, como consecuencia lógica de acciones innecesarias, implica autodominio capaz de transmutar en ventajosas las situaciones  menos favorables, encontrando  la oportunidad o lección que la vida, en el preciso momento, quiso brindar.

La verdadera satisfacción de la vida es que cada persona sea utilizada,  por los Regidores Universales, con un propósito constructivo para el bien común, con el cual se quiera comprometer, como misión  de vida, para ser una fuerza positiva  de la naturaleza.

El antiguo aforismo: -“Hazlo y tendrás el poder”-, se puede complementar de la siguiente manera: -¡Hazlo y tendrás el poder para hacerlo! Desde el momento que se concibe un proyecto, es porque se está en condiciones de realizarlo.

Las personas pueden ser clasificadas en tres grupos claramente  definidos: el primero: aquel que desconoce lo que quiere en la vida y por ende, neutraliza su poder, el cual busca una vía de expresión  interior, bajo  la forma de frustración. Cuando  esto ocurre, es fácil  resolverlo, programando objetivos exteriores hacia los cuales encausar la poderosa fuerza creativa que se posee interiormente.

Al exteriorizar la energía acumulada en lo interno, ésta fluye con vigor hacia el logro de las metas implantadas, dando una sensación de auto-liberación y bienestar.

El segundo grupo, sabe lo que quiere pero duda de su poder. Empero, podrá si cambia de actitud y potencia su creencia positiva. La determinación de una voluntad equilibrada y una mente decidida a lograr el objetivo, imanta los resultados.

Cuando cada ser descubre su poder interno, y aprende a utilizarlo correctamente, ninguna cadena mental podrá limitarlo, excepto el grado de conocimiento y desarrollo de habilidades que posea, las cuales, empero, puede incrementar gradualmente, mediante un sistema autodirigido de desarrollo personal y profesional.

Tú puedes si quieres. Solo tienes que ponerte en movimiento y el poder viene automáticamente. –“Actúa como si....ya estuvieras en posesión del logro apetecido”-,  decía   William  James.

La práctica constante y tenaz, -ensayando con la asunción del éxito y la comprensión de las leyes  y principios que rigen la vida y todas las cosas interrelacionadas-, respalda tu acción con los elementos dinámicos del logro correcto en el momento adecuado, en la justa medida acorde al precio que estés  en disposición de pagar.

En el tercer grupo, las personas saben lo que quieren  y creen que pueden, por lo cual canalizan su energía creativa hacia el exterior, realizando sus metas y  desarrollando el poder de  auto-expresarse  en niveles cada vez más altos de auto-realización.

Toma en tus propias manos las riendas de la vida. Tú eres responsable de ti y nadie más. ¡Que la armonía cósmica y el poder creativo se manifiesten cada día más en tu vida! Así sea.


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Para optimizar  el potencial  de realización personal, se requiere auto-desarrollo constante, obteniendo mayor productividad en la cooperación cósmica, en la cual, se da y se recibe por equivalencia, cuya balanza cósmica es certera en la manifestación de la ley compensatoria.

Cuando se concibe una idea o proyecto, la misma engrana dentro del mecanismo de cooperación que complementa la actividad de otras personas con un fin de utilidad colectiva, por lo cual, se constituye en un canal de expresión de la inteligencia superior que le utiliza  como instrumento, dotándole del poder suficiente para hacerlo.

Si dudas o tardas en ponerte en camino, las fuerzas creativas del cósmico buscan otros canales de expresión  que dejan de poner barreras al libre fluir de la energía creativa y por ende, quien participa de la acción del poder disfruta del mismo y recibe los beneficios inherentes.

La regla de oro consiste en hacer siempre el bien. Las fuerzas creativas sólo funcionan para acciones positivas. Dan la oportunidad y a quién cumple las leyes de la armonía, le mantienen en el campo de acción.

Para mantenerse a flote, en el escenario de la vida, con menor esfuerzo, y productivamente, es preciso dar, en bien de los demás, un servicio efectivo, dedicado y generoso. Haciendo más tendrás cada vez mayor poder. Por eso, haz lo que tengas que hacer; tienes el poder para concluirlo con éxito.

Los pasos a seguir, son:

1.      Establece metas claramente definidas, por escrito, que concuerden con los objetivos estratégicos de tu existencia, con claro orden prioritario, y alcanzándolas una a una.
2.      Planea, estratégica y tácticamente, como vas a alcanzarlas.

3.      Determina, en cada etapa, en cuanto tiempo deben ser logradas.

4.      Verifica si vale el esfuerzo; en caso contrario, establece nuevas metas.

5.      Actúa con expectación positiva. El poder de las expectativas genera resultados equivalentes y análogos a su polaridad.

6.      Controla los resultados para retroalimentar cualquier eventual desviación.

7.      Estás aquí y ahora, con un fin útil a la humanidad. Al desarrollar las propias metas, que constituyen el compromiso social asumido, prestas concurso al bien común.

8.      Céntrate en el poder interior, bajo la inspiración divina que ilumina, creativamente,  la misión cósmica, en una activa realización de metas prioritarias.

9.      Dirige el propio ser hacia las cosas que deben ser hechas una vez concebidas, ya que, al tener conciencia  de las mismas, eres responsable de su realización, lo cual, constituye tu oportunidad que la vida está brindándote ahora.


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¡HAZLO AHORA!


¡Todo es posible para quien cree poder hacerlo!

Hacer una entrevista importante, formar la empresa que te dará independencia económica, estudiar la carrera de tu vocación, adquirir tu casa propia, construir un edificio, escribir uno o varios libros, viajar a otro país  o vivir en él, hacer una obra de bien, corregir hábitos, iniciarse como líder político o de otra índole, etc., ¡hoy es cuando hay que hacerlo!.

La decisión y la determinación imantan resultados, atrayendo a los elementos coadyuvantes.

El coraje, -o fortaleza-,  virtud que genera logros, se debe acompañar con  la sabiduría y la prudencia, la templanza y la justicia.

En todo lo que hagas busca el interés común. Averigua que es lo que quieren los demás y ayúdale a conseguirlo. Durante la entrevista, interésate en comprender,   con empatía,  el punto de vista de tu interlocutor.  Al forjar la nueva empresa, determina las necesidades insatisfechas de los consumidores, creando el bien o servicio adecuado, explotando las ventajas comparativas, etc.

Todas las obras que ahora disfruta la humanidad, fueron antes ideas en la mente de personas que creyeron en sí mismas y las realizaron con éxito.

Desde el momento en que concibes una idea, es porque estás en capacidad para realizarla. Con estudio y trabajo asiduos se puede alcanzar cualquier objetivo por el cual se sienta verdadera motivación.

Las batallas suelen ganarse sobre el papel. Planea, por escrito, tanto tus objetivos como la forma en que piensas alcanzarlos.

Selecciona, cada día, diez prioridades a las cuales concentrarás tu atención, en estricto orden jerárquico.

Fórmate el hábito de terminar toda obra comenzada. La perseverancia es el poder que más proyectos ha concluido con éxito.

Todo lo que hagas, hazlo silenciosamente.

Ladrillo a ladrillo se construye un edificio. Página a página se escribe un libro. El escritor confía en la utilidad de su canto, por eso existen tesoros como la Ilíada, la Odisea, los Versos de Oro Pitagóricos, la Eneida, la Divina Comedia, el Mahabharata, Don Quijote de la Mancha, las Vidas Paralelas, etcétera; y, el labrador, al sembrar con fe, la semilla, proporciona alimento a la mesa diaria.

El trabajo de cada persona es necesario para sostener el mundo y tener uno en el cual cada quien pueda dar lo mejor de sí a la humanidad, constituye la máxima riqueza para darle sentido a la vida. Visualiza los resultados finales realizados satisfactoriamente.. 

Adelante.


Afirma, en la mañana:

Entro en el nivel de mi Poder Interior y en el Poder del Creador Universal, en su luz, amor y armonía. Estoy ya en este nivel y permanezco en él, cada día mejor.

Tengo conciencia plena de las cosas que deben hacerse y que debo hacer.

Ahora me programo para realizar el trabajo de hoy, mañana, tarde y noche, desde este momento hasta las 11:30 PM., con la máxima eficiencia y productividad, con plena capacidad espiritual y físicamente, con claridad mental de las prioridades en la realización de mis objetivos. 

Mi mente psiconsciente me guía de una manera certera y segura cada momento del día y en todas mis actuaciones.

Logro, fácilmente, los resultados previstos; realizo mi trabajo con efectividad y rapidez. Gano en dinero todas las cantidades que necesito, oportunamente, y creo cada día una mayor solidez económica, consolidando mi capital de:______________ y una gran satisfacción personal, profesional y familiar.

Mi energía aumenta cada día más y la uso creativamente. Me concentro en los objetivos de este día. Realizo con pleno dominio las cosas que debo hacer. Para las 5:00 PM., y antes de esa hora, tendré mi trabajo realizado y el dinero que necesito estará en mi poder.  Visualizo que el dinero comienza a llegar a mis manos. Ya estoy en posesión del dinero. Hecho está. Así es. Así será.

En el Creador Universal, con su poder y luz, amor y sabiduría, puedo realizar todas las cosas.

Cuando leo esta fórmula, instantáneamente,  alcanzo mi mejor nivel psiconsciente, en conexión divina, para realizar, oportunamente y  con la máxima efectividad posible, los objetivos  que programo y aquellos inherentes a la misión de mi vida.

Hoy, antes de: ____________ quiero: ________________________________________________. Así es. Así será. Hecho está.


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