sábado, 16 de junio de 2018

EL PODER DE LA RELAJACIÓN CREATIVA



EL PODER DE LA RELAJACIÓN CREATIVA


©Giuseppe Isgró C.



-La relajación,  activa los poderes creadores del espíritu, la percepción intuitiva e inspirativa y la unificación de la conciencia-.
Giuseppe Isgró C.


La relajación profunda constituye uno de los secretos supremos para el desarrollo integral del ser, a nivel físico, mental y espiritual, en sus múltiples vertientes y dimensiones. Es preciso ejercitarse a fondo en su práctica, diariamente, y los resultados que se obtienen bien merece el esfuerzo, optimizando la calidad de vida, el bienestar total, la unificación de la conciencia y elevados estados de iluminación y conciencia intuitiva.

Cada noche, antes de dormir, práctica la relajación profunda como una disciplina de vida; constituirá, para ti, una de las cosas más importantes tan pronto descubras los inmensos beneficios que proporciona a nivel espiritual, anímicos y físicos.
La relajación por sí misma activa los poderes creadores de la mente; tan pronto se adormezca y relaje cada músculo y parte del cuerpo, simultáneamente se van activando los sentidos psíquicos, facilitando el desarrollo de las facultades espirituales, como, por ejemplo: la proyección del espíritu sin límites de espacio y tiempo, estimulando la imaginación o visión espiritual, la intuición, la inspiración, la creatividad, la unificación de la conciencia, la armonización del ser, la plenitud de vida y la salud física, mental y espiritual.
Además, una vida más sosegada, la conservación de la juventud, el incremento del magnetismo personal, la belleza integral y el disfrute pleno de la vida en todos los sentidos y vertientes, son algunos de los grandes beneficios de la relajación.
Prepara adecuadamente para tener, cada noche, un perfecto descanso físico y mental, amaneciendo con total recuperación de la energía y en condiciones óptimas para emprender una nueva jornada con éxito, ideas claras y plenitud de fuerzas.
Al final del ejercicio de relajación, se habrán creado las condiciones idóneas para completarlo con las visualizaciones creativas de los objetivos a cuya realización exitosa se aspira, imaginándolos realizados satisfactoriamente, en su etapa final, sin involucrar canal alguno de manifestación, por cuanto la Inteligencia Infinita conoce mejor cuál es el adecuado y conveniente, propiciando que vayan surgiendo las aparentes coincidencias, en la vida diaria, que no son más que las propias creaciones mentales y sintonías positivas que activan la poderosa ley de atracción.
La unificación de la conciencia es uno de los más sorprendentes efectos positivos de la relajación profunda, cuando propicia que, en estados moderados, medianos y profundos de relajación, el espíritu se emancipe de manera natural en proyección espiritual, -cosa que de manera inconsciente realiza durante el día y en el  sueño, muchas veces, empero, la relajación le permite entrar con naturalidad en un estado perfecto de conciencia fronteriza, es decir, expande su conciencia, pasando de la objetiva a la subjetiva o interior, en cuyo estado el espíritu puede efectuar lecturas en el archivo espiritual contenido en el alma, en el cual se encuentra el registro de todos los ciclos de vida anteriores, cuyas percepciones, por encontrarse el espíritu en conciencia expandida, -en una entrada y salida suavemente del cuerpo-, al reincorporarse las imágenes o lecturas que va obteniendo, en forma imperceptible y natural, por encontrarse ya dentro del cuerpo, el cerebro las registra y las va pasando a la conciencia objetiva.
El resultado final, es que la persona comienza a ampliar su esfera de conocimientos, percibiendo que sabe muchas cosas que nadie le ha enseñado, determinando un enriquecimiento sorprendente de la personalidad.
Empero, al mismo tiempo que efectúa las referidas lecturas en el propio archivo del alma, el espíritu, en proyección natural, y de manera prácticamente imperceptible, efectúa lectura de contenidos mentales en archivos espirituales de los entes que conforman la ecología mental, tanto en la dimensión física como en la espiritual, en quienes se encuentre la información precisada en un momento dado, de ahí que vayan surgiendo ideas creativas que nadie sabe de donde han sido tomadas, así como el surgimiento de intuiciones oportunas que van emergiendo en la vida diaria que aportan la solución a las inquietudes experimentadas y las inspiraciones del entorno espiritual de cada quien, -conformado por guías y protectores espirituales, afines y familiares-, como comunicación espiritual por medio del pensamiento, aportando sugerencias que enriquecen el propio trabajo de vida si se le presta la debida atención, siendo lo que transforma a miles de personas normales en importantes genios por las obras que han legado a la humanidad.
Otro de los más importantes beneficios de la relajación profunda es la facilitación de la conexión divina con el Ser Universal, desde ese estado de relajación profunda, así como la meditación en Él y sus atributos divinos o valores universales. En esto reside uno de los secretos más grandiosos que es preciso descifrar por medio de una práctica asidua, tomando en cuenta de que, en lo que se centra la atención se expande la conciencia, al centrarla el en Supremo Hacedor y sus atributos, comienza a adquirirse una mayor conciencia de Él y la sabiduría de los valores universales sobre los cuales se medita, la cual se va expresando con mayor intensidad en la propia conciencia mediante el sentimiento intuitivo de esos valores universales que van a fungir como sentidos cósmicos, elevando el nivel de vida en forma acorde con esas esferas superiores.  
A partir de ahora, y en los milenios venideros cada vez más y mejor, esta es la espiritualidad directa, sin intermediarios, en la que cada ser se ejercitará como disciplina de vida hasta alcanzar los niveles de progreso máximo permitido en el planeta, para acto seguido pasar a otro mundo de mayor progreso y así hasta el infinito, en el eterno presente, hasta alcanzar el grado de maestría de la Creación y a partir de ahí comenzar nuevas etapas sin límites, ya que el inmortal espíritu que cada ser posee siempre encontrará un más allá evolutivo como reto existencial.
Volviendo a la dimensión objetiva y al presente inmediato que nos concierne, es preciso obligarse a una práctica diaria de relajación. Luego, el espíritu y el cuerpo, por una ley natural, suelen querer más de lo que se le da, por lo cual, en forma gradual, el hábito y la disciplina, van convirtiendo a la relajación, la meditación y la visualización en algo tan placentero que se hará en forma automática.
Es una práctica segura, confiable y efectiva. El autor, ha dirigido, simultáneamente, en la realización de este ejercicio a grupos de más de 200 personas, en los últimos 38 años, con resultados efectivos y da gusto observar como cada participante cuenta sus placenteras experiencias.

EJERCICIO PRÁCTICO PARA SER REALIZADO EN LA NOCHE, ANTES DE DORMIR, O EN CUALQUIER MOMENTO QUE SE DESEE.

Acuéstate sobre las espaldas, mirando hacia arriba. Quizás sientas la necesidad de voltearte hacia un lado. Si es así, domínate y vuelve a la posición original cuantas veces sea necesario.  Es esencial hacerlo.
El primer gran secreto para dormir bien, es el de permanecer en la posición boca arriba durante el ejercicio de relajación.
Toma tres respiraciones profundas, de la siguiente manera:
       Inspira, contando seis; retiene el aire, -pulmones llenos-, contando veinticuatro; exhala, muy lentamente, por la nariz, contando seis. A la tercera exhalación, cierra los ojos suavemente, abandónate, aflojándote física, mental y espiritualmente.

 PSICO-PROGRAMACIÓN:

Ahora, si decides dormirte directamente, sin realizar el ejercicio de relajación, efectúa la siguiente programación mental:
   Entro en el nivel idóneo para la relajación, de mi mente psiconsciente.  (Tres veces).
   Ahora, estoy ya, en el nivel idóneo para la relajación, de mi mente psiconsciente.  (Tres veces). Me relajo física, mental y espiritualmente. Me encuentro en perfecto estado de relajación física, mental y espiritualmente.
   Permanezco en el nivel idóneo para la relajación, de mi mente psiconsciente, desde este momento hasta las cinco y media de la mañana. Duermo profundamente bien durante todo este lapso y mientras duermo, tanto mi cuerpo como mi mente se equilibran y potencian en un perfecto y  completo estado de salud y me despertaré con total recuperación de mis energías físicas, mentales y espirituales, con la mente clara de las cosas que debo realizar en su estricto orden de prioridad.
   Cualquier idea de la cual tenga percepción durante el sueño que me sea útil para resolver cualquier situación de mi vida o de mi trabajo o que me sea necesaria para mejorar cualquier aspecto de mi vida, la recordaré, tan pronto me despierte, con total claridad y comprensión.
   Si durante el sueño surgiese algo que amerite que me despierte, me despertaré con tiempo suficiente para tomar las respectivas  y oportunas medidas del caso.
Si decides hacer el ejercicio de relajación, agrega lo siguiente:
   Ahora, durante cuarenta y cinco minutos me relajo física, mental y espiritualmente, desde los dedos de los pies hasta la cabeza y realizo los respectivos ejercicios de visualización. Efectúo un completo y perfecto ejercicio de relajación y cada vez que lo lleve a cabo, lo domino más y mejor.
Si lo deseas, respira rítmicamente, diez veces, antes de iniciar el ejercicio de relajación, contando seis para la inspiración; tres, retención del aire con pulmones llenos; seis, para la exhalación; y, tres, retención con pulmones vacíos. Hazlo lo más suavemente posible y al exhalar, centra la atención en el punto hara tan tien- tres centímetros debajo del ombligo y tres centímetros hacia dentro, en sentido de la columna vertebral. En esto reside un profundo y poderoso secreto, cuyos efectos positivos pronto descubrirás, con la práctica.
Recuerda: durante el ejercicio, en cada parte del cuerpo en que efectúa la relajación, comenzando desde los dedos de los pies, realiza lo siguiente:
I.       Concentración de la atención en cada órgano o parte del cuerpo.
II.     Adquirir conciencia de la zona.
III.    Relajarla, aflojando los músculos.
IV.     Experimentar una sensación de calor.
V.      Sentir un flujo de energía, el cual se puede intensificar, -en los órganos o partes del cuerpo que se desean cargar-, reteniendo el aire pulmones llenos- mientras cuentas veinticuatro.
VI.     Imagina un halo luminoso emanando de la respectiva zona de relajación.
Relájate bien:
Piensa en los dedos del pie derecho. Céntrate en cada uno y adquiere conciencia de ellos; siéntelos flojos como si fueran de gomas. Siente un calorcito y un flujo de energía que llena cada parte de los dedos.  Imagina como un halo luminoso fluye de cada dedo. Ahora haz lo mismo con la planta del píes, con el talón y con el píes completo.
Realiza lo mismo con el pie izquierdo; al completarlo, siente ambos píes llenos de energía.
Efectúa una respiración completa, reteniendo el aire pulmones llenos- mientras cuenta veinticuatro,  sintiendo los pies llenos de energía y emanando un halo luminoso.
Mientras tanto, imagina la sensación de un gran bienestar que se va apoderando de ti.
Siente una gran paz y tranquilidad.
Descansa, aíslate mentalmente.
Imagina como un manto de luz divina te envuelve y protege.
Ningún ruido o pensamiento puede interrumpir tu paz, tranquilidad y relajación. Todo ruido externo te ayudará a relajarte profundamente. Relájate más y mejor.
Ahora, céntrate en ambos tobillos; primero adquiere conciencia total de ellos; aflójalos; percibe el calor; seguidamente, siente un flujo poderoso de energía. A continuación, imagina como irradian un halo luminoso.
Sigue ascendiendo hasta las rodillas, donde repite el proceso. Asciende por las piernas hasta llegar  la cintura.
Concéntrate en el cóccix; adquiere conciencia plena de él; siéntelo flojo como si fuera de goma; percibe el calor; ahora, toma una respiración profunda contando mentalmente seis; retiene el aliento con los pulmones llenos, contando veinticuatro, siempre centrado en el cóccix, siente como aumenta el flujo de energía en la zona; exhala muy lentamente, por la nariz, imagina como fluye un halo luminoso del cóccix.
Sigue ascendiendo por la columna vertebral.
Céntrate en la zona de los riñones; adquiere conciencia de ellos; siéntelos flojos, relajados. Percibe el aumento de calor en ambos riñones; ahora, toma una respiración profunda contando seis; retiene el aliento contando veinticuatro y siente como los dos riñones y toda la zona lumbar se va cargando de energía; exhala muy lentamente e imagina como emanan un halo luminosos.
Puedes afirmar: Mis riñones están en perfecto estado de salud. Siempre funcionan bien. (Puedes imaginar una rueda en movimiento como símbolo del perfecto funcionamiento, afirmando, al mismo tiempo la excelente condición de la salud).
Sigue ascendiendo por la columna vertebral hasta los hombros; adquiere conciencia  de las espaldas; siente los músculos flojos, muy flojos; percibe un aumento de calor en las espaldad; toma una respiración profunda, en la forma acostumbrada, retiene el aliento, contando veinticuatro, siente como aumenta el flujo de energía; al exhalar, muy lentamente, relaja más y mejor las espaldas e imagina como un halo luminoso se irradia de ellas. Haz lo mismo con los hombros, los brazos y las manos.
Ahora céntrate en el pecho y los pulmones; adquiere conciencia de cada parte del pecho y de ambos pulmones; siéntelos flojos muy flojos, bien relajados; percibe como aumenta el calor; toma una respiración profunda, contando seis; retén el aire contando veinticuatro, percibiendo el flujo de energía, en el pecho y en los pulmones; exhala muy lentamente, imaginando el halo luminoso. Visualiza una rueda en movimiento y afirma: mis pulmones siempre funcionan perfectamente bien. Ahora están en su mejor nivel de salud. Imagina el perfecto estado de salud.
Ahora, haz lo mismo con el corazón, el estómago, el ombligo y la zona tan tien punto hara-, el hígado, el bazo, los intestinos, vuelve al cóccix, asciende nuevamente por la columna vertebral y céntrate en la nuca.
Adquiere conciencia de la nuca; relájala, percibe el calor, toma una respiración profunda contando seis, retén el aire contando veinticuatro y siente como aumenta el flujo de energía; exhala muy lentamente, y visualiza un halo luminoso que fluye de la nuca.
Ahora, piensa en la garganta; adquiere conciencia de la garganta; aflójala, relájala, percibe el calor; toma una respiración profunda contando seis; retén el aliento contando veinticuatro; siente el flujo de energía en la garganta como una fuente poderosa de energía que se va expandiendo por todos los órganos y células del cuerpo. Visualiza la rueda en movimiento y afirma: la energía de la vitalidad y la salud fluye bien desde mi garganta a cada parte de mi cuerpo. Hecho está.
A continuación céntrate en la boca; adquiere conciencia de ella: de las mandíbulas, los labios, los dientes, las encías, la lengua, las amígdalas; relaja cada parte; aflójalas; percibe la emanación del calor; inhala, contando seis, retén el aire contando veinticuatro, siente el flujo de energía en toda el área de la boca; exhala muy lentamente, visualizando el halo luminoso que emana de la boca.
Céntrate, ahora, en las orejas; luego en la nariz; después en los ojos, repitiendo el proceso: conciencia, relajación, sentir calor, energía reteniendo el aire, visualización del halo luminoso, en la exhalación.
Enfoca la atención en el entrecejo; Adquiere conciencia de la zona, relájala, siente una sensación de calor; aumenta el flujo de energía con la inhalación contando seis y la retención del aire, contando veinticuatro; al exhalar, muy lentamente, visualiza el halo luminoso emanando del entrecejo.
Céntrate en la frente; el cerebro y el cuero cabelludo; siguiendo el mismo orden: conciencia, relajación, calor, respiración profunda, flujo de energía, halo luminoso.
Ahora, imagina una escuadra formada por una línea que va del entrecejo al centro de la cabeza y una línea que va del centro de la cabeza a la parte superior de la misma. Visualiza la escuadra en forma luminosa.
Ahora, partiendo del punto central de la escuadra, en el centro de la cabeza, imagina una espiral luminosa en movimiento y en expansión, elevándose al infinito. El punto inicial del hilo luminoso de la espiral está conectado al centro de tu cabeza; conecta, el otro, -pidiendo permiso antes- a un punto imaginario del universo, el Centro Vibratorio, Rueda de la Vida, con el Creador del Universo, Dios y siente como te constituye en una canal de su luz, amor, energía, sabiduría, poder, etcétera. Imagina y da por hecho que esta unión con Dios es permanente; que siempre permanece unido a Él.
Imagina, también, como la luz del Ser Universal se canaliza por el hilo luminoso y te inunda, primero, tu cabeza, fluyendo por tus ojos y por todas las ramificaciones nerviosa de tu cuerpo llenándolo de energía que se irradia por los poros del cuerpo formando una capa luminosa que se extiende a tu alrededor en movimiento circular, como un tonel de luz en expansión. La imagen completa que debes visualizar es: la del  Ser Universal, en un extremo del hilo luminoso, y su   luz, energía, amor, poder, etcétera, que fluyen  hasta llegar al centro de tu cabeza, donde está el otro extremo; en la parte superior de la escuadra, sobre la cabeza, visualiza una rueda de luz en circulación teniendo como eje su punta.
Imagina que esta rueda en movimiento, recibe la luz universal y la canaliza por todas las ramificaciones del cuerpo, conformando la ya irradiación luminosa en forma de tonel alrededor del propio cuerpo.
Este tonel de luz funge de escudo protector y si hubiese algún elemento invasor como pensamientos extraños que intentaran perturbar la propia autonomía, se va observar como filamentos oscuros se estarían desprendiendo del propio ser, alejándose.
La importancia de este ejercicio se comprende mejor con la práctica.
Ahora, vuelve al centro de la escuadra, en la parte central de tu cabeza. Imagina en ese centro un punto luminoso; el cual, de hecho, se forma al enfocar allí la visión, con los ojos cerrados.
En ese punto luminoso imagina una pantalla mental, como si estuvieses viendo una en un cinematógrafo. Percíbelas con el fondo negro. Imagina, allí una puerta con la inscripción: -Puerta cósmica-. Ahora, pregúntate, tres veces: -¿Qué hay detrás de la puerta cósmica-. Ve, mentalmente, como se abre. Sal al exterior. Pregunta, mentalmente, tres veces: -¿Dónde estoy? Espera y observa.
Luego, imagina una rueda de luz blanca en movimiento circulatorio sobre su eje. Piensa que es la central energética del universo, de donde emana toda la energía universal. Imagina que tu ser está unido a la central energética.
Afirma: -Estoy unido a la central energética universal; me cargo de la energía que requiero en el eterno presente, cada día en grado suficiente y abundante.
Si deseas cargar de energía a algún ser querido, aprovecha este momento para hacerlo. Imagina la rueda energética girando sobre su eje; el otro extremo del eje imagina que lo agarras con la mano izquierda; extiende la manos derecha hasta la cabeza de la persona a quien quieres cargar de energía y ubícate por detrás de la persona, en forma más elevada que ella, y coloca el pulgar sobre la sien izquierda y el meñique sobre la sien derecha. Los demás dedos apóyalos en el centro de la cabeza. Imagina que los dedos luminosos de tu mano derecha se extienden y alargan hasta cubrir bien estos puntos. Siente como la energía es absorbida, sin esfuerzo alguno, por tu mano izquierda y pasa por tu brazo izquierdo, satura todo tu cuerpo y fluye por tu brazo derecho  y por tu mano derecha y penetra al centro de la cabeza de la persona, llenando todo su ser con la energía blanca de la central universal. Afirma: Doy gracias a la energía universal por alimentarme con ella y por permitirme transmitirla a: (menciona el nombre de la persona).
Ahora, imagina que te encuentra en un jardín hermoso. Recréate contemplando la belleza de las flores. Construye, mentalmente, el jardín, según tu gusto, colocando las flores de tu preferencia, los árboles frutales u ornamentales de tu agrado. Visualiza un caney en el centro del mismo. En sentido de cada punto cardinal existe un camino hermoso rodeado de flores hermosas. Pregúntate, mentalmente: -¿Cuál es el camino de mi vida? Escucha una voz, la de tu maestro interior, que te dice: -Elige el camino hacia el este, el camino de la luz. Hacia allí dirige tus pasos. Cada vez que desea reorientarte, vuelve, mentalmente, a este lugar y tus pasos serán reorientados.
Ahora, imagina que te levantas y toma el camino de la derecha, que es el camino del este, el de la luz y observa como la luz del dorado amanecer despunta en el alba, el sol luminoso de la vida que brilla intensamente, iluminando todo el camino de tu existencia. Mientras emprende el camino y vas avanzando, adquiere conciencia de tu verdadera misión; vas descubriendo tus dones y virtudes y tu verdadero poder. Mientras avanzas te siente muy bien, cada vez con mayor paz, tranquilidad, bienestar y fortaleza.
A continuación, imagina que llegas a un bosque grande, rodeado de árboles grandes, en un ambiente armónico, hermoso tranquilo. Pregunta: ¿dónde está la fuente interior de mi poder? Escucha una voz que te dice: -Penetra en el bosque, con confianza, pasando el cual está una hermosa fuente. Atraviesa el bosque y llegas a la fuente de aguas cristalinas y tranquilas. Todo está bien, lleno de paz, armonía, quietud y tranquilidad. Te sientas en la orilla. Siente la tierra, la hierba verde y la brisa fresca, en tu piel. Hay flores hermosas de un colorido variado e impresionante; colores vivos, rojos, blancos, violetas, rosados, etcétera. Se respira paz, tranquilidad, sosiego, armonía. Huele los aromas y perfumes de  las flores y siente como te cargas con la vitalidad de sus fragancias. Ahora, toma en la mano derecha una piedra y lánzala al agua. Observa como se van formando círculos concéntricos en el centro del agua que se van alejando más y más. Penetra en el agua y colócate, mentalmente, en la posición flotante, sobre las espaldas. Siente como la vida te mantiene  suavemente a flote, sin esfuerzo alguno de tu parte. Descansa con confianza. Todo va bien. Sólo hay armonía, equilibrio, orden divino, salud, fortaleza y paz.
Te encuentras en la quietud profunda de tu ser y en la fuente interior del poder; en esa posición imagínate que una nube blanca te envuelve y que esa nube blanca es Dios y que te encuentras bajo su  manto y protección, formando un centro y una unidad con Él. Afirma, mentalmente: -Formo una unidad cósmica con el Ser Universal. Soy un centro de: luz, amor, vida, energía, poder, abundancia, salud, bienestar, bondad, sabiduría y realización.
Ahora imagina que la nube blanca que te envuelve forma una espiral y comienza a ponerse en movimiento. Es la Rueda de la vida en movimiento eterno y tu gira con ella. Imagina que eres un centro de luz, vida y amor, energía, poder y abundancia, salud, bienestar y equilibrio, sabiduría, fortaleza, belleza, fortaleza, templanza y realización. (Sentimientos).
Afirma: -A partir de ahora, en el eterno presente, permanezco consciente en la Rueda de la Vida y la luz divina ilumina, permanentemente, mi ser y mi camino. Yo soy el caminante y el camino, a la vez, que me conduce a Dios.
Afirma: A partir de hoy y todos los días duermo profundamente, descanso más y mejor. Me despierto en la mañana en plenitud de energías, con las ideas claras de lo que debo hacer y lo hago con confianza, fe, entusiasmo y excelente organización de mi tiempo, esfuerzos y recursos. Obtengo los mejores resultados. Mi capacidad de estudio, trabajo y recreación aumenta cada día más. El orden y el equilibrio perfectos se establecen en mi vida.
Ejercicios complementarios:
Ahora, proyéctate al espacio y ubícate en una posición desde la cual puedas observar el Planeta Tierra.
Visualiza el Planeta Tierra rodeado por un manto de luz blanca.
Afirma: -Aquí y ahora se establece el orden divino y la armonía cósmica en toda la humanidad. Hecho está.  A partir de ahora, se desarrolla, cada día más y mejor, el reino del amor, de la sabiduría, de la justicia divina, la compensación, el respeto y la paz en el Planeta Tierra. Afirma: -Que los líderes que dirigen el planeta tierra acaten el mandato divino de hacer progresar a la humanidad y que, con la visión de los valores universales, guíen y estimulen el desarrollo de la práctica de todas las virtudes, en todos los seres, aquí y ahora. Hecho está-.
Visualiza a toda la humanidad rodeada de la luz divina; en armonía, saludable, llena de amor, sabiduría,  paz y progreso creciente.
Ahora, visualiza, también, tu hogar. Imagínalo rodeado de un círculo de luz blanca. Visualízate en compañía de los tuyos colocados dentro de una pirámide de luz. -Si lo deseas, coloca en el vértice de la pirámide un Círculo blanco con un signo más en el centro, en forma de Rueda, como símbolo de de la Fuente Energética Universal, imaginando que la luz que emana va llenando el interior de la misma-. Ve, mentalmente, a todos los miembros de tu familia ubicados dentro, unidos por las manos, formando un círculo en orden descendente: padre, madre, hijo o hija mayor y así sucesivamente con los de menor edad, nietos o nietas, etcétera, que se desee incluir. Visualiza a cada miembro expresando su amor, afecto, perdón, apoyo, etcétera, a los demás.
Afirma: Ser Universal, en tus manos confío mi vida. Mis guías y protectores asistidme, protegedme y guiadme. Gracias por vuestra ayuda.
El orden divino y la armonía cósmica se establecen, cada día mejor, entre nosotros y en  este hogar.
Visualiza a cada miembro de tu familia protegido por el Ser Universal, -dentro de la pirámide de luz-, lleno de salud, armonía, amor, fortaleza y bienestar. Ahora afirma: -Que el Ser Universal proteja a mi familia y a mí, para que cada día seamos más útiles en la realización de los planes cósmicos y podamos cumplir con nuestras misiones individuales y colectivas. Gracias, Ser Universal. Hecho está. Así es; así sea.
Visualiza, ahora, el lugar en que trabajas. Rodéalo por un manto de luz.
Afirma: Aquí y ahora se establece el orden divino y la armonía cósmica. Este es un lugar de servicio, progreso, bienestar, riqueza y abundancia. Que la divina esencia cósmica purifique el ambiente de este negocio.
Afirma: Este negocio es del Ser Universal y Él le protege. El orden divino se establece en él y en nosotros, y nos lleva con éxito y seguridad a cumplir nuestra misión y objetivos. Hecho está. Así es; así sea.
Ejercicio de visualización para la auto-curación:
Después de terminar el ejercicio de relajación, si deseas potenciar tu salud, efectúa lo siguiente:
Imagina el Centro Vibratorio Universal, fuente de toda vida, energía y luz. Visualiza un panal, en forma triangular, de miel, quintaesencia cósmica,   -la medicina universal-; cúbrete mentalmente con ella en todo el cuerpo y si existe una zona en particular que deseas curar, ponle una doble capa en esa zona; ahora,  observa el  hermoso color dorado de la miel; huélela, disfruta su aroma; ahora, introduce un trozo de miel en tu boca y saboréala, siente su exquisitez y dulzura. Afirma: esto es todo lo que preciso para reestablecer la salud perfecta de todo mi cuerpo y en especial de mi: (menciona el órgano cuya salud estás potenciando). Termina el ejercicio dando por hecho, mentalmente, de que ya estás en perfecto estado de salud.
Afirma:
Oh Ser Universal!, te doy las gracias por tu luz, amor, bendición y protección que irradias hacia todos los seres-.
Termina con esta invocación: Oh Ser Universal!, ilumina y protege a toda la humanidad-. Así sea.
Todo va bien. Conquista cada día más y mejores éxitos. Hecho está. Así es; así sea.
Adelante.






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EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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sábado, 16 de junio de 2018

EL PODER DE LA RELAJACIÓN CREATIVA



EL PODER DE LA RELAJACIÓN CREATIVA


©Giuseppe Isgró C.



-La relajación,  activa los poderes creadores del espíritu, la percepción intuitiva e inspirativa y la unificación de la conciencia-.
Giuseppe Isgró C.


La relajación profunda constituye uno de los secretos supremos para el desarrollo integral del ser, a nivel físico, mental y espiritual, en sus múltiples vertientes y dimensiones. Es preciso ejercitarse a fondo en su práctica, diariamente, y los resultados que se obtienen bien merece el esfuerzo, optimizando la calidad de vida, el bienestar total, la unificación de la conciencia y elevados estados de iluminación y conciencia intuitiva.

Cada noche, antes de dormir, práctica la relajación profunda como una disciplina de vida; constituirá, para ti, una de las cosas más importantes tan pronto descubras los inmensos beneficios que proporciona a nivel espiritual, anímicos y físicos.
La relajación por sí misma activa los poderes creadores de la mente; tan pronto se adormezca y relaje cada músculo y parte del cuerpo, simultáneamente se van activando los sentidos psíquicos, facilitando el desarrollo de las facultades espirituales, como, por ejemplo: la proyección del espíritu sin límites de espacio y tiempo, estimulando la imaginación o visión espiritual, la intuición, la inspiración, la creatividad, la unificación de la conciencia, la armonización del ser, la plenitud de vida y la salud física, mental y espiritual.
Además, una vida más sosegada, la conservación de la juventud, el incremento del magnetismo personal, la belleza integral y el disfrute pleno de la vida en todos los sentidos y vertientes, son algunos de los grandes beneficios de la relajación.
Prepara adecuadamente para tener, cada noche, un perfecto descanso físico y mental, amaneciendo con total recuperación de la energía y en condiciones óptimas para emprender una nueva jornada con éxito, ideas claras y plenitud de fuerzas.
Al final del ejercicio de relajación, se habrán creado las condiciones idóneas para completarlo con las visualizaciones creativas de los objetivos a cuya realización exitosa se aspira, imaginándolos realizados satisfactoriamente, en su etapa final, sin involucrar canal alguno de manifestación, por cuanto la Inteligencia Infinita conoce mejor cuál es el adecuado y conveniente, propiciando que vayan surgiendo las aparentes coincidencias, en la vida diaria, que no son más que las propias creaciones mentales y sintonías positivas que activan la poderosa ley de atracción.
La unificación de la conciencia es uno de los más sorprendentes efectos positivos de la relajación profunda, cuando propicia que, en estados moderados, medianos y profundos de relajación, el espíritu se emancipe de manera natural en proyección espiritual, -cosa que de manera inconsciente realiza durante el día y en el  sueño, muchas veces, empero, la relajación le permite entrar con naturalidad en un estado perfecto de conciencia fronteriza, es decir, expande su conciencia, pasando de la objetiva a la subjetiva o interior, en cuyo estado el espíritu puede efectuar lecturas en el archivo espiritual contenido en el alma, en el cual se encuentra el registro de todos los ciclos de vida anteriores, cuyas percepciones, por encontrarse el espíritu en conciencia expandida, -en una entrada y salida suavemente del cuerpo-, al reincorporarse las imágenes o lecturas que va obteniendo, en forma imperceptible y natural, por encontrarse ya dentro del cuerpo, el cerebro las registra y las va pasando a la conciencia objetiva.
El resultado final, es que la persona comienza a ampliar su esfera de conocimientos, percibiendo que sabe muchas cosas que nadie le ha enseñado, determinando un enriquecimiento sorprendente de la personalidad.
Empero, al mismo tiempo que efectúa las referidas lecturas en el propio archivo del alma, el espíritu, en proyección natural, y de manera prácticamente imperceptible, efectúa lectura de contenidos mentales en archivos espirituales de los entes que conforman la ecología mental, tanto en la dimensión física como en la espiritual, en quienes se encuentre la información precisada en un momento dado, de ahí que vayan surgiendo ideas creativas que nadie sabe de donde han sido tomadas, así como el surgimiento de intuiciones oportunas que van emergiendo en la vida diaria que aportan la solución a las inquietudes experimentadas y las inspiraciones del entorno espiritual de cada quien, -conformado por guías y protectores espirituales, afines y familiares-, como comunicación espiritual por medio del pensamiento, aportando sugerencias que enriquecen el propio trabajo de vida si se le presta la debida atención, siendo lo que transforma a miles de personas normales en importantes genios por las obras que han legado a la humanidad.
Otro de los más importantes beneficios de la relajación profunda es la facilitación de la conexión divina con el Ser Universal, desde ese estado de relajación profunda, así como la meditación en Él y sus atributos divinos o valores universales. En esto reside uno de los secretos más grandiosos que es preciso descifrar por medio de una práctica asidua, tomando en cuenta de que, en lo que se centra la atención se expande la conciencia, al centrarla el en Supremo Hacedor y sus atributos, comienza a adquirirse una mayor conciencia de Él y la sabiduría de los valores universales sobre los cuales se medita, la cual se va expresando con mayor intensidad en la propia conciencia mediante el sentimiento intuitivo de esos valores universales que van a fungir como sentidos cósmicos, elevando el nivel de vida en forma acorde con esas esferas superiores.  
A partir de ahora, y en los milenios venideros cada vez más y mejor, esta es la espiritualidad directa, sin intermediarios, en la que cada ser se ejercitará como disciplina de vida hasta alcanzar los niveles de progreso máximo permitido en el planeta, para acto seguido pasar a otro mundo de mayor progreso y así hasta el infinito, en el eterno presente, hasta alcanzar el grado de maestría de la Creación y a partir de ahí comenzar nuevas etapas sin límites, ya que el inmortal espíritu que cada ser posee siempre encontrará un más allá evolutivo como reto existencial.
Volviendo a la dimensión objetiva y al presente inmediato que nos concierne, es preciso obligarse a una práctica diaria de relajación. Luego, el espíritu y el cuerpo, por una ley natural, suelen querer más de lo que se le da, por lo cual, en forma gradual, el hábito y la disciplina, van convirtiendo a la relajación, la meditación y la visualización en algo tan placentero que se hará en forma automática.
Es una práctica segura, confiable y efectiva. El autor, ha dirigido, simultáneamente, en la realización de este ejercicio a grupos de más de 200 personas, en los últimos 38 años, con resultados efectivos y da gusto observar como cada participante cuenta sus placenteras experiencias.

EJERCICIO PRÁCTICO PARA SER REALIZADO EN LA NOCHE, ANTES DE DORMIR, O EN CUALQUIER MOMENTO QUE SE DESEE.

Acuéstate sobre las espaldas, mirando hacia arriba. Quizás sientas la necesidad de voltearte hacia un lado. Si es así, domínate y vuelve a la posición original cuantas veces sea necesario.  Es esencial hacerlo.
El primer gran secreto para dormir bien, es el de permanecer en la posición boca arriba durante el ejercicio de relajación.
Toma tres respiraciones profundas, de la siguiente manera:
       Inspira, contando seis; retiene el aire, -pulmones llenos-, contando veinticuatro; exhala, muy lentamente, por la nariz, contando seis. A la tercera exhalación, cierra los ojos suavemente, abandónate, aflojándote física, mental y espiritualmente.

 PSICO-PROGRAMACIÓN:

Ahora, si decides dormirte directamente, sin realizar el ejercicio de relajación, efectúa la siguiente programación mental:
   Entro en el nivel idóneo para la relajación, de mi mente psiconsciente.  (Tres veces).
   Ahora, estoy ya, en el nivel idóneo para la relajación, de mi mente psiconsciente.  (Tres veces). Me relajo física, mental y espiritualmente. Me encuentro en perfecto estado de relajación física, mental y espiritualmente.
   Permanezco en el nivel idóneo para la relajación, de mi mente psiconsciente, desde este momento hasta las cinco y media de la mañana. Duermo profundamente bien durante todo este lapso y mientras duermo, tanto mi cuerpo como mi mente se equilibran y potencian en un perfecto y  completo estado de salud y me despertaré con total recuperación de mis energías físicas, mentales y espirituales, con la mente clara de las cosas que debo realizar en su estricto orden de prioridad.
   Cualquier idea de la cual tenga percepción durante el sueño que me sea útil para resolver cualquier situación de mi vida o de mi trabajo o que me sea necesaria para mejorar cualquier aspecto de mi vida, la recordaré, tan pronto me despierte, con total claridad y comprensión.
   Si durante el sueño surgiese algo que amerite que me despierte, me despertaré con tiempo suficiente para tomar las respectivas  y oportunas medidas del caso.
Si decides hacer el ejercicio de relajación, agrega lo siguiente:
   Ahora, durante cuarenta y cinco minutos me relajo física, mental y espiritualmente, desde los dedos de los pies hasta la cabeza y realizo los respectivos ejercicios de visualización. Efectúo un completo y perfecto ejercicio de relajación y cada vez que lo lleve a cabo, lo domino más y mejor.
Si lo deseas, respira rítmicamente, diez veces, antes de iniciar el ejercicio de relajación, contando seis para la inspiración; tres, retención del aire con pulmones llenos; seis, para la exhalación; y, tres, retención con pulmones vacíos. Hazlo lo más suavemente posible y al exhalar, centra la atención en el punto hara tan tien- tres centímetros debajo del ombligo y tres centímetros hacia dentro, en sentido de la columna vertebral. En esto reside un profundo y poderoso secreto, cuyos efectos positivos pronto descubrirás, con la práctica.
Recuerda: durante el ejercicio, en cada parte del cuerpo en que efectúa la relajación, comenzando desde los dedos de los pies, realiza lo siguiente:
I.       Concentración de la atención en cada órgano o parte del cuerpo.
II.     Adquirir conciencia de la zona.
III.    Relajarla, aflojando los músculos.
IV.     Experimentar una sensación de calor.
V.      Sentir un flujo de energía, el cual se puede intensificar, -en los órganos o partes del cuerpo que se desean cargar-, reteniendo el aire pulmones llenos- mientras cuentas veinticuatro.
VI.     Imagina un halo luminoso emanando de la respectiva zona de relajación.
Relájate bien:
Piensa en los dedos del pie derecho. Céntrate en cada uno y adquiere conciencia de ellos; siéntelos flojos como si fueran de gomas. Siente un calorcito y un flujo de energía que llena cada parte de los dedos.  Imagina como un halo luminoso fluye de cada dedo. Ahora haz lo mismo con la planta del píes, con el talón y con el píes completo.
Realiza lo mismo con el pie izquierdo; al completarlo, siente ambos píes llenos de energía.
Efectúa una respiración completa, reteniendo el aire pulmones llenos- mientras cuenta veinticuatro,  sintiendo los pies llenos de energía y emanando un halo luminoso.
Mientras tanto, imagina la sensación de un gran bienestar que se va apoderando de ti.
Siente una gran paz y tranquilidad.
Descansa, aíslate mentalmente.
Imagina como un manto de luz divina te envuelve y protege.
Ningún ruido o pensamiento puede interrumpir tu paz, tranquilidad y relajación. Todo ruido externo te ayudará a relajarte profundamente. Relájate más y mejor.
Ahora, céntrate en ambos tobillos; primero adquiere conciencia total de ellos; aflójalos; percibe el calor; seguidamente, siente un flujo poderoso de energía. A continuación, imagina como irradian un halo luminoso.
Sigue ascendiendo hasta las rodillas, donde repite el proceso. Asciende por las piernas hasta llegar  la cintura.
Concéntrate en el cóccix; adquiere conciencia plena de él; siéntelo flojo como si fuera de goma; percibe el calor; ahora, toma una respiración profunda contando mentalmente seis; retiene el aliento con los pulmones llenos, contando veinticuatro, siempre centrado en el cóccix, siente como aumenta el flujo de energía en la zona; exhala muy lentamente, por la nariz, imagina como fluye un halo luminoso del cóccix.
Sigue ascendiendo por la columna vertebral.
Céntrate en la zona de los riñones; adquiere conciencia de ellos; siéntelos flojos, relajados. Percibe el aumento de calor en ambos riñones; ahora, toma una respiración profunda contando seis; retiene el aliento contando veinticuatro y siente como los dos riñones y toda la zona lumbar se va cargando de energía; exhala muy lentamente e imagina como emanan un halo luminosos.
Puedes afirmar: Mis riñones están en perfecto estado de salud. Siempre funcionan bien. (Puedes imaginar una rueda en movimiento como símbolo del perfecto funcionamiento, afirmando, al mismo tiempo la excelente condición de la salud).
Sigue ascendiendo por la columna vertebral hasta los hombros; adquiere conciencia  de las espaldas; siente los músculos flojos, muy flojos; percibe un aumento de calor en las espaldad; toma una respiración profunda, en la forma acostumbrada, retiene el aliento, contando veinticuatro, siente como aumenta el flujo de energía; al exhalar, muy lentamente, relaja más y mejor las espaldas e imagina como un halo luminoso se irradia de ellas. Haz lo mismo con los hombros, los brazos y las manos.
Ahora céntrate en el pecho y los pulmones; adquiere conciencia de cada parte del pecho y de ambos pulmones; siéntelos flojos muy flojos, bien relajados; percibe como aumenta el calor; toma una respiración profunda, contando seis; retén el aire contando veinticuatro, percibiendo el flujo de energía, en el pecho y en los pulmones; exhala muy lentamente, imaginando el halo luminoso. Visualiza una rueda en movimiento y afirma: mis pulmones siempre funcionan perfectamente bien. Ahora están en su mejor nivel de salud. Imagina el perfecto estado de salud.
Ahora, haz lo mismo con el corazón, el estómago, el ombligo y la zona tan tien punto hara-, el hígado, el bazo, los intestinos, vuelve al cóccix, asciende nuevamente por la columna vertebral y céntrate en la nuca.
Adquiere conciencia de la nuca; relájala, percibe el calor, toma una respiración profunda contando seis, retén el aire contando veinticuatro y siente como aumenta el flujo de energía; exhala muy lentamente, y visualiza un halo luminoso que fluye de la nuca.
Ahora, piensa en la garganta; adquiere conciencia de la garganta; aflójala, relájala, percibe el calor; toma una respiración profunda contando seis; retén el aliento contando veinticuatro; siente el flujo de energía en la garganta como una fuente poderosa de energía que se va expandiendo por todos los órganos y células del cuerpo. Visualiza la rueda en movimiento y afirma: la energía de la vitalidad y la salud fluye bien desde mi garganta a cada parte de mi cuerpo. Hecho está.
A continuación céntrate en la boca; adquiere conciencia de ella: de las mandíbulas, los labios, los dientes, las encías, la lengua, las amígdalas; relaja cada parte; aflójalas; percibe la emanación del calor; inhala, contando seis, retén el aire contando veinticuatro, siente el flujo de energía en toda el área de la boca; exhala muy lentamente, visualizando el halo luminoso que emana de la boca.
Céntrate, ahora, en las orejas; luego en la nariz; después en los ojos, repitiendo el proceso: conciencia, relajación, sentir calor, energía reteniendo el aire, visualización del halo luminoso, en la exhalación.
Enfoca la atención en el entrecejo; Adquiere conciencia de la zona, relájala, siente una sensación de calor; aumenta el flujo de energía con la inhalación contando seis y la retención del aire, contando veinticuatro; al exhalar, muy lentamente, visualiza el halo luminoso emanando del entrecejo.
Céntrate en la frente; el cerebro y el cuero cabelludo; siguiendo el mismo orden: conciencia, relajación, calor, respiración profunda, flujo de energía, halo luminoso.
Ahora, imagina una escuadra formada por una línea que va del entrecejo al centro de la cabeza y una línea que va del centro de la cabeza a la parte superior de la misma. Visualiza la escuadra en forma luminosa.
Ahora, partiendo del punto central de la escuadra, en el centro de la cabeza, imagina una espiral luminosa en movimiento y en expansión, elevándose al infinito. El punto inicial del hilo luminoso de la espiral está conectado al centro de tu cabeza; conecta, el otro, -pidiendo permiso antes- a un punto imaginario del universo, el Centro Vibratorio, Rueda de la Vida, con el Creador del Universo, Dios y siente como te constituye en una canal de su luz, amor, energía, sabiduría, poder, etcétera. Imagina y da por hecho que esta unión con Dios es permanente; que siempre permanece unido a Él.
Imagina, también, como la luz del Ser Universal se canaliza por el hilo luminoso y te inunda, primero, tu cabeza, fluyendo por tus ojos y por todas las ramificaciones nerviosa de tu cuerpo llenándolo de energía que se irradia por los poros del cuerpo formando una capa luminosa que se extiende a tu alrededor en movimiento circular, como un tonel de luz en expansión. La imagen completa que debes visualizar es: la del  Ser Universal, en un extremo del hilo luminoso, y su   luz, energía, amor, poder, etcétera, que fluyen  hasta llegar al centro de tu cabeza, donde está el otro extremo; en la parte superior de la escuadra, sobre la cabeza, visualiza una rueda de luz en circulación teniendo como eje su punta.
Imagina que esta rueda en movimiento, recibe la luz universal y la canaliza por todas las ramificaciones del cuerpo, conformando la ya irradiación luminosa en forma de tonel alrededor del propio cuerpo.
Este tonel de luz funge de escudo protector y si hubiese algún elemento invasor como pensamientos extraños que intentaran perturbar la propia autonomía, se va observar como filamentos oscuros se estarían desprendiendo del propio ser, alejándose.
La importancia de este ejercicio se comprende mejor con la práctica.
Ahora, vuelve al centro de la escuadra, en la parte central de tu cabeza. Imagina en ese centro un punto luminoso; el cual, de hecho, se forma al enfocar allí la visión, con los ojos cerrados.
En ese punto luminoso imagina una pantalla mental, como si estuvieses viendo una en un cinematógrafo. Percíbelas con el fondo negro. Imagina, allí una puerta con la inscripción: -Puerta cósmica-. Ahora, pregúntate, tres veces: -¿Qué hay detrás de la puerta cósmica-. Ve, mentalmente, como se abre. Sal al exterior. Pregunta, mentalmente, tres veces: -¿Dónde estoy? Espera y observa.
Luego, imagina una rueda de luz blanca en movimiento circulatorio sobre su eje. Piensa que es la central energética del universo, de donde emana toda la energía universal. Imagina que tu ser está unido a la central energética.
Afirma: -Estoy unido a la central energética universal; me cargo de la energía que requiero en el eterno presente, cada día en grado suficiente y abundante.
Si deseas cargar de energía a algún ser querido, aprovecha este momento para hacerlo. Imagina la rueda energética girando sobre su eje; el otro extremo del eje imagina que lo agarras con la mano izquierda; extiende la manos derecha hasta la cabeza de la persona a quien quieres cargar de energía y ubícate por detrás de la persona, en forma más elevada que ella, y coloca el pulgar sobre la sien izquierda y el meñique sobre la sien derecha. Los demás dedos apóyalos en el centro de la cabeza. Imagina que los dedos luminosos de tu mano derecha se extienden y alargan hasta cubrir bien estos puntos. Siente como la energía es absorbida, sin esfuerzo alguno, por tu mano izquierda y pasa por tu brazo izquierdo, satura todo tu cuerpo y fluye por tu brazo derecho  y por tu mano derecha y penetra al centro de la cabeza de la persona, llenando todo su ser con la energía blanca de la central universal. Afirma: Doy gracias a la energía universal por alimentarme con ella y por permitirme transmitirla a: (menciona el nombre de la persona).
Ahora, imagina que te encuentra en un jardín hermoso. Recréate contemplando la belleza de las flores. Construye, mentalmente, el jardín, según tu gusto, colocando las flores de tu preferencia, los árboles frutales u ornamentales de tu agrado. Visualiza un caney en el centro del mismo. En sentido de cada punto cardinal existe un camino hermoso rodeado de flores hermosas. Pregúntate, mentalmente: -¿Cuál es el camino de mi vida? Escucha una voz, la de tu maestro interior, que te dice: -Elige el camino hacia el este, el camino de la luz. Hacia allí dirige tus pasos. Cada vez que desea reorientarte, vuelve, mentalmente, a este lugar y tus pasos serán reorientados.
Ahora, imagina que te levantas y toma el camino de la derecha, que es el camino del este, el de la luz y observa como la luz del dorado amanecer despunta en el alba, el sol luminoso de la vida que brilla intensamente, iluminando todo el camino de tu existencia. Mientras emprende el camino y vas avanzando, adquiere conciencia de tu verdadera misión; vas descubriendo tus dones y virtudes y tu verdadero poder. Mientras avanzas te siente muy bien, cada vez con mayor paz, tranquilidad, bienestar y fortaleza.
A continuación, imagina que llegas a un bosque grande, rodeado de árboles grandes, en un ambiente armónico, hermoso tranquilo. Pregunta: ¿dónde está la fuente interior de mi poder? Escucha una voz que te dice: -Penetra en el bosque, con confianza, pasando el cual está una hermosa fuente. Atraviesa el bosque y llegas a la fuente de aguas cristalinas y tranquilas. Todo está bien, lleno de paz, armonía, quietud y tranquilidad. Te sientas en la orilla. Siente la tierra, la hierba verde y la brisa fresca, en tu piel. Hay flores hermosas de un colorido variado e impresionante; colores vivos, rojos, blancos, violetas, rosados, etcétera. Se respira paz, tranquilidad, sosiego, armonía. Huele los aromas y perfumes de  las flores y siente como te cargas con la vitalidad de sus fragancias. Ahora, toma en la mano derecha una piedra y lánzala al agua. Observa como se van formando círculos concéntricos en el centro del agua que se van alejando más y más. Penetra en el agua y colócate, mentalmente, en la posición flotante, sobre las espaldas. Siente como la vida te mantiene  suavemente a flote, sin esfuerzo alguno de tu parte. Descansa con confianza. Todo va bien. Sólo hay armonía, equilibrio, orden divino, salud, fortaleza y paz.
Te encuentras en la quietud profunda de tu ser y en la fuente interior del poder; en esa posición imagínate que una nube blanca te envuelve y que esa nube blanca es Dios y que te encuentras bajo su  manto y protección, formando un centro y una unidad con Él. Afirma, mentalmente: -Formo una unidad cósmica con el Ser Universal. Soy un centro de: luz, amor, vida, energía, poder, abundancia, salud, bienestar, bondad, sabiduría y realización.
Ahora imagina que la nube blanca que te envuelve forma una espiral y comienza a ponerse en movimiento. Es la Rueda de la vida en movimiento eterno y tu gira con ella. Imagina que eres un centro de luz, vida y amor, energía, poder y abundancia, salud, bienestar y equilibrio, sabiduría, fortaleza, belleza, fortaleza, templanza y realización. (Sentimientos).
Afirma: -A partir de ahora, en el eterno presente, permanezco consciente en la Rueda de la Vida y la luz divina ilumina, permanentemente, mi ser y mi camino. Yo soy el caminante y el camino, a la vez, que me conduce a Dios.
Afirma: A partir de hoy y todos los días duermo profundamente, descanso más y mejor. Me despierto en la mañana en plenitud de energías, con las ideas claras de lo que debo hacer y lo hago con confianza, fe, entusiasmo y excelente organización de mi tiempo, esfuerzos y recursos. Obtengo los mejores resultados. Mi capacidad de estudio, trabajo y recreación aumenta cada día más. El orden y el equilibrio perfectos se establecen en mi vida.
Ejercicios complementarios:
Ahora, proyéctate al espacio y ubícate en una posición desde la cual puedas observar el Planeta Tierra.
Visualiza el Planeta Tierra rodeado por un manto de luz blanca.
Afirma: -Aquí y ahora se establece el orden divino y la armonía cósmica en toda la humanidad. Hecho está.  A partir de ahora, se desarrolla, cada día más y mejor, el reino del amor, de la sabiduría, de la justicia divina, la compensación, el respeto y la paz en el Planeta Tierra. Afirma: -Que los líderes que dirigen el planeta tierra acaten el mandato divino de hacer progresar a la humanidad y que, con la visión de los valores universales, guíen y estimulen el desarrollo de la práctica de todas las virtudes, en todos los seres, aquí y ahora. Hecho está-.
Visualiza a toda la humanidad rodeada de la luz divina; en armonía, saludable, llena de amor, sabiduría,  paz y progreso creciente.
Ahora, visualiza, también, tu hogar. Imagínalo rodeado de un círculo de luz blanca. Visualízate en compañía de los tuyos colocados dentro de una pirámide de luz. -Si lo deseas, coloca en el vértice de la pirámide un Círculo blanco con un signo más en el centro, en forma de Rueda, como símbolo de de la Fuente Energética Universal, imaginando que la luz que emana va llenando el interior de la misma-. Ve, mentalmente, a todos los miembros de tu familia ubicados dentro, unidos por las manos, formando un círculo en orden descendente: padre, madre, hijo o hija mayor y así sucesivamente con los de menor edad, nietos o nietas, etcétera, que se desee incluir. Visualiza a cada miembro expresando su amor, afecto, perdón, apoyo, etcétera, a los demás.
Afirma: Ser Universal, en tus manos confío mi vida. Mis guías y protectores asistidme, protegedme y guiadme. Gracias por vuestra ayuda.
El orden divino y la armonía cósmica se establecen, cada día mejor, entre nosotros y en  este hogar.
Visualiza a cada miembro de tu familia protegido por el Ser Universal, -dentro de la pirámide de luz-, lleno de salud, armonía, amor, fortaleza y bienestar. Ahora afirma: -Que el Ser Universal proteja a mi familia y a mí, para que cada día seamos más útiles en la realización de los planes cósmicos y podamos cumplir con nuestras misiones individuales y colectivas. Gracias, Ser Universal. Hecho está. Así es; así sea.
Visualiza, ahora, el lugar en que trabajas. Rodéalo por un manto de luz.
Afirma: Aquí y ahora se establece el orden divino y la armonía cósmica. Este es un lugar de servicio, progreso, bienestar, riqueza y abundancia. Que la divina esencia cósmica purifique el ambiente de este negocio.
Afirma: Este negocio es del Ser Universal y Él le protege. El orden divino se establece en él y en nosotros, y nos lleva con éxito y seguridad a cumplir nuestra misión y objetivos. Hecho está. Así es; así sea.
Ejercicio de visualización para la auto-curación:
Después de terminar el ejercicio de relajación, si deseas potenciar tu salud, efectúa lo siguiente:
Imagina el Centro Vibratorio Universal, fuente de toda vida, energía y luz. Visualiza un panal, en forma triangular, de miel, quintaesencia cósmica,   -la medicina universal-; cúbrete mentalmente con ella en todo el cuerpo y si existe una zona en particular que deseas curar, ponle una doble capa en esa zona; ahora,  observa el  hermoso color dorado de la miel; huélela, disfruta su aroma; ahora, introduce un trozo de miel en tu boca y saboréala, siente su exquisitez y dulzura. Afirma: esto es todo lo que preciso para reestablecer la salud perfecta de todo mi cuerpo y en especial de mi: (menciona el órgano cuya salud estás potenciando). Termina el ejercicio dando por hecho, mentalmente, de que ya estás en perfecto estado de salud.
Afirma:
Oh Ser Universal!, te doy las gracias por tu luz, amor, bendición y protección que irradias hacia todos los seres-.
Termina con esta invocación: Oh Ser Universal!, ilumina y protege a toda la humanidad-. Así sea.
Todo va bien. Conquista cada día más y mejores éxitos. Hecho está. Así es; así sea.
Adelante.






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