martes, 1 de septiembre de 2009

EL DESAPEGO




EL DESAPEGO

©Giuseppe Isgró C.


En el plan de vida que cada ser trae al presente ciclo existencial, que el mismo –y las personas involucradas- realizara, previamente a su reencarnación y con la aprobación de los regidores cósmicos, está contemplado todo lo que precisa para culminar, exitosamente, esta etapa, en la espiral evolutiva.

Ese todo, incluye la cosecha de vidas anteriores de acuerdo a la ley de causa y efecto, -siembra y recogida-, es decir, la ley del karma, que compensa las acciones pasadas y ubica, a cada quien, -de acuerdo a la ley de la afinidad y a las leyes de justicia e igualdad-, en el orden que le corresponde en el quehacer universal, en forma automática y sin esfuerzo.

Incluye una especie de crédito cósmico que facilita los recursos necesarios para emprender -y llevar a cabo-, los propios objetivos y las cuotas de resultados asumidos como aportes al bien común y a la Gran Obra.

Esto ocurre con naturalidad y representa a los dones que la Providencia va trayendo, cada día, como manifestación del propio plan de vida.

Es decir, el plan de vida de cada ser tiene previsto todo lo que debe hacer –y dejar aparte-, y los recursos necesarios que, en cada etapa, precisará, los cuales el mecanismo de la vida aportará oportunamente, antes de que sean necesitados. Es allí la importancia de administrar los períodos de abundancia con sabiduría.

¿Cuáles son esas cosas que se deben hacer, o, es necesario dejar de realizar?

Ese es el punto clave. Es preciso conocer las leyes cósmicas, y, lógicamente, como decía Quilón, “conocerse”, en el aspecto físico y espiritual, con una perspectiva universal de la vida.

La clave consiste en centrarse en las cosas esenciales al plan existencial, para aprovechar los dones de la vida cuando la Providencia los ponga al propio alcance.

Allí es donde el desapego entra en juego. Se requiere apartar la atención del propio ego y centrarla en el Creador Universal –la Fuente, la Rueda de la Vida o el Círculo y el signo más- y, mediante la conexión divina, dejar que fluya el conocimiento, la luz, la sabiduría y el poder de Aquel que lo sabe y puede todo, mediante las inmutables y eternas leyes cósmicas.

Entonces, en armonía con los valores universales cuya guía funge de sentidos cósmicos, se entra en un estado de iluminación, donde las intuiciones –percepciones en la conciencia- y las inspiraciones –comunicaciones por el pensamiento, de los guías espirituales, dentro del pensamiento de cada ser-, y los sentimientos que expresa el Gran Pedagogo en la propia conciencia, -Comunicación del Creador Universal con cada ser-, la persona va percibiendo, con claridad los objetivos que, día a día, deberá realizar y cada una de las necesidades que experimenta expresará el poder potencialmente infinito del cual está dotado, en el grado suficiente, para permitirle su satisfacción y aprovechamiento de la oportunidad inherente.

Comenzarán a surgir las coincidencias que harán que la vida fluya en armonía con todos dentro de grandes caudales de abundancia, -abundancia cósmica, sea cual fuere su grado de expresión en un momento dado, el cual es preciso aceptar tal cual es-.

¿Cómo efectuarlo? Es sencillo. La práctica del desapego conlleva dejar de pensar en lo que se carece y centrar la atención en lo que se posee, dando las gracias por ello. En lo que centras la atención se expande la conciencia y el poder de atracción. Se atrae lo análogo al contenido de los propios pensamientos.

Anota, ahora mismo, cien cosas –o más- por las cuales puedes dar gracias a la vida. Reléalas continuamente.

Practica la relajación profunda, diariamente, de los pies a la cabeza. Pero, sobre todo, relaja a fondo, largamente, los pies, concentrándote en los tobillos, y desde allí, sentir ambas plantas.

Cada vez que afrontas una situación, o deseas realizar un objetivo importante, practica el desapego, es decir, busca lo justo para las partes involucradas, debiéndote ser indiferente su logro, dejando que la vida traiga el resultado factible por el mejor canal posible, única manera de tomar el control sobre la situación.

Actúa como si…ya el resultado estuviese alcanzado satisfactoriamente, dando por hecho el logro en su manifestación óptima, siguiendo impasible, inmutable y tenazmente hasta la meta.

Permite que las cosas fluyan tal como deben hacerlo. Céntrate en el Creador Universal, y practica el constante recuerdo de Él, mediante la repetición de su nombre: ELOÍ. Hazlo diez, cien, mil veces o más, cada día.

Aún en los casos más complejos, en las horas siguientes comenzarán las cosas a tomar su propio cauce, de la mejor manera posible para todas las partes involucradas, y a veces, hasta sus efectos menos favorables suelen resultar providenciales, por evitar, generalmente, cosas de mayor envergadura.

La conexión divina mediante la constante repetición del nombre del Creador Universal -y la meditación en Él y sus atributos-, dejando que Él canalice sus sentimientos acordes a los valores universales en la propia conciencia, como guía espiritual, -voz de la conciencia y/o conciencia cósmica-, es una práctica efectiva del desapego, cuyo elevado estado de iluminación permite que se exprese la Voluntad Cósmica Regidora, en el propio plan de vida.
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La practica del desapego es la demostración suprema de la maestría del ser en el arte de vivir, por cuanto evidencia conocimiento de las leyes cósmicas que rigen la vida y el universo; demuestra, también, el dominio total de su puesta en práctica.

El poder de elegir es uno de los grandes recurso con el que, el ser humano, está dotado como una derivación fundamental del libre albedrío con que le ha dotado la naturaleza de las cosas.

Fruto de los propios deseos, la voluntad realiza actos que habrán de conformar el destino inherente, o karma, positivo o negativo, de acuerdo a la siembra efectuada, lo cual, habrán de ubicarle o reubicarle, empujarle o inhibirle, en un momento dado.

Para alcanzar la auto-liberación es preciso que antes se compensen las deudas kármicas previamente adquiridas.

Apegarse, limita las cosas nuevas que habrán de sustituir las que, ya, han dejado de ser útil. Mientras más profunda sea la zanja del apego, mayor esfuerzo será preciso para salir de ella, por medio de la practica del desapego.

Si se va a realizar una transacción comercial, dejar de apegarse a un solo prospecto, implica la ventaja de aprovechar el que la vida, en el momento oportuno, aportará.

Al emanciparse de una sola doctrina o determinada corriente de pensamiento, significa que se tiene la mente abierta para recibir la verdad universal en donde se encuentre y sea quien fuere que la haya percibido; denota el darse cuenta de que, todo el conocimiento existente, en todas las corrientes de pensamiento, constituyen nuestra propia herencia cultural o espiritual.

Apegarse a algo, significa excluir todo lo demás; mientras que, el desapego, deja en libertad de recibir lo que mejor la vida pueda aportar, en cada caso, siguiendo el curso de acción más conveniente.

Sin importar quien sea el líder, en cada circunstancia, si éste está compenetrado con la doctrina universal, con una clara percepción de la realidad temporal que afronta, y la asume, sin evasión y desapego, siempre obtendrá los mejores resultados factibles, de igual manera que cualquier otro, en su lugar.

La clave es el desapego, buscando el bien para todas las partes involucradas, cumpliendo el propio deber, caso contrario, se auto-excluirá, automáticamente.

Para emancipar a la humanidad es preciso difundir en mayor grado la doctrina del desapego, en la búsqueda de la verdad universal.

Es necesario ejercer el privilegio del libre albedrío de acuerdo a los parámetros de los valores universales y a la práctica de todas las virtudes, incluyendo la prudencia, la sabiduría, la justicia, la fortaleza, la templanza y la belleza, recordando el efecto liberador del perdón, la fuerza creadora y positiva de la gratitud y el poder superior del amor, en conexión divina con el Creador Universal.

Empero, la practica del desapego implica paciencia, tolerancia, confianza en sí y en la vida, expectativas positivas en los resultados, optimismo, autodominio, respeto a todos y a todas las expresiones de vida, en los tres reinos naturales.

El desapego constituye la autentica búsqueda de la excelencia, del mejor curso de acción, en cada caso, de la perfección factible en la obra a realizar y de una vida sujeta al ideal sublime concebido por la mente universal reflejado en la conciencia de cada ser, mediante la intuición, la inspiración, la motivación y el entusiasmo, con una clara conciencia de servicio, de manera que, cada ser, pueda constituir un idóneo instrumento de la voluntad divina, dejando que el Creador Universal se exprese, en la propia conciencia, por medio de los sentimientos de los valores universales, como guía de vida, sublime manifestación del desapego.

El desapego, denota confianza en los resultados positivos y facilita la obtención de los mejores posibles, en cada caso.

El desapego deja en libertad la imaginación y la creatividad fluye buscando el mejor cauce de auto-expresión. Permite que fluya, libremente, la abundancia, la riqueza y la prosperidad.

El desapego activa la generosidad, mediante la cual, dando, se recibe más y mejores cosas; evidencia un elevado grado de mentalidad triunfadora y de sabiduría.

Hay que fluir con la vida, sin forzar los resultados ni las soluciones, respetando las libres elecciones de los demás, ya que, toda inherencia en las vidas ajenas se revertirá en la inherencia de otros en la propia vida, debiendo compensar el karma, para auto-liberarse.

Para vivir en libertad, sin coacción de nadie, es preciso abstraerse de los demás, sin juzgar a nadie, con total y absoluto desapego e impasibilidad, con la mente centrada en los propios objetivos y en la fuente universal, como medio de conexión divina y disciplina espiritual.

El desapego permite aprovechar las oportunidades encerradas en cada situación que se afronta, cada día, por cuanto, el mecanismo de la vida es la de buscar, y encontrar, la mejor solución en cada caso, lo cual se manifiesta por medio de motivación, el entusiasmo, la intuición, la inspiración, la fuerza de bloqueo y la fuerza de empuje.

Al actuar de acuerdo con las directrices de la sabiduría de los valores universales, sobre los cuales se fundamentan las leyes cósmicas, se permite que éstas actúen sin interferencia para asistir a la persona en particular y para compensarle, ayudándole en la realización de la cuota de cooperación en la gran obra.

Quien domina el arte del desapego, utiliza el conocimiento de los beneficios para convencer, sin forzar, aportando los elementos de juicios para que la persona, o personas involucradas, tomen las decisiones con total libertad, asumiendo los propios riesgos y pagando –o minimizando- el costo de oportunidad inherente. Lógicamente, ejerce el mismo derecho en cuanto a la propia libertad.

Cuando se practica la visualización de los resultados anhelados como si hubiesen sido alcanzados en su fase culminante y exitosa, sin involucrar canal alguno de manifestación, es preciso dejar en libertad a la mente psiconsciente para la respectiva manifestación en la dimensión física, mental o espiritual. Ella conoce mejor el medio ideal para cada logro, en el momento perfecto.

El desapego, permite caminar libremente por la vida sin interferencias de nadie, y sin interferir con nadie, dejando que la vida fluya con libertad, aceptando las cosas como son y haciendo que sean como deben ser, de acuerdo con los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo y en armonía con todos y con el todo.

En la conciencia intuitiva, el ser perciba, oportunamente, el conocimiento exacto del qué, del cómo, del cuándo, del dónde, del quién, del cuánto y del por qué. Además, la inspiración de los guías y protectores espirituales, y la del Creador Universal, guían las propias acciones con las fuerzas de empuje y las de bloqueo, en la perfecta sincronización cósmica. El desapego es el vehículo para la perfecta expresión


Adelante.

DIOS














DIOS


Hipolite León Denizard Rivail

De: El libro de los Espíritus

-Una de las obras cumbres del pensamiento universal-

Versión castellana 
de: Giuseppe Isgró C..



DIOS Y EL INFINITO



1. ¿Quién es Dios?

-“Dios es la suprema inteligencia, la causa primera de todas las cosas”-.

2. ¿Qué debe entenderse por infinito?

-“Lo que no tiene ni principio, ni fin; lo ignoto. Todo lo que es desconocido es infinito”-.

3. ¿Podría decirse que Dios sea el Infinito?

-“Sería una definición incompleta por la limitación del lenguaje humano, insuficiente para expresar las cosas que son superiores a vuestra inteligencia”-.

Dios es infinito en sus perfecciones; empero, el infinito es una abstracción. Decir, por lo tanto, que Dios sea el infinito, sería tomar el atributo por el sujeto, y definir una cosa ignota por medio de otra igualmente desconocida.

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS

4. ¿En qué puede tenerse la prueba de la existencia de Dios?

-“En un axioma que aplicáis a vuestras ciencias: No existe efecto sin causa. Buscad la causa de todo lo que no es obra del ser humano y vuestra razón os responderá”-.

Para creer en Dios, es suficiente observar las obras de la Creación. El universo existe; por lo cual tiene una causa. Dudar de la existencia de Dios, sería como negar que cada efecto tenga una causa, y afirmar que la nada haya podido producir alguna cosa.

5. ¿Cuál consecuencia se puede obtener del sentimiento intuitivo que todos los seres humanos tienen de la existencia de Dios?

-“La de que Dios existe. -¿Cómo explicar en ellos este sentimiento si se apoyase en la nada? Y, también ésta es una consecuencia del principio de la causalidad”-.

6. El sentimiento íntimo que tenemos en nosotros mismos de la existencia de Dios, -¿no podría ser una consecuencia de la educación, y el producto de ideas adquiridas?

-“Si esto fuese así, -¿cómo tuvieron este sentimiento, también, las gentes primitivas?

Si el sentimiento de la existencia de un Ser Supremo fuese el producto de la instrucción, no sería universal, y no se encontraría, como las nociones de las ciencias, mas que en los individuos y en los pueblos cultos.

7. ¿Se podría encontrar la causa primera de la formación de las cosas en las propiedades íntimas de la materia?

-“Entonces, -¿cuál sería la causa de estas propiedades? Volvemos siempre a la necesidad de una causa primera”-.

Atribuir la primera formación de las cosas a las propiedades íntimas de la materia, sería igual que tomar el efecto por la causa, por cuanto estas mismas propiedades constituyen un efecto que debe tener una causa.

8. ¿Qué se debe pensar de la opinión que atribuye la primera formación de lo creado a una combinación fortuita de la materia, es decir, de la casualidad?

-“¡Otra absurdidad! ¿Cuál ser humano de buen sentido puede considerar la casualidad como un ser inteligente? Y, después, la casualidad. -¿qué es? Nada”-.

La armonía, que regula las fuerzas del universo, demuestra combinaciones y principios determinados, y por lo tanto una potencia inteligente. Atribuir la primera formación a la casualidad sería un absurdo, por cuanto en ella está ausente la visión y no puede producir los efectos inteligentes. Una casualidad inteligente dejaría de ser una casualidad.

9. ¿Cómo se puede reconocer en la causa primera una inteligencia suprema, es decir, superior a todas las inteligencias?

-“Vosotros tenéis un proverbio que dice: -La obra elogia el maestro. Ahora bien, examinad la obra y buscad el artífice; el orgullo, solamente, hace nacer la incredulidad. El ser humano orgulloso no acepta nada por encima de él, y se proclama un espíritu fuerte. Inconsciente ser que la ley de Dios neutraliza”.

El poder de una inteligencia se manifiesta por medio de sus obras. Ahora, por cuanto ningún ser humano puede crear lo que produce la naturaleza, se deriva que la causa primera debe ser una inteligencia superior a la humanidad.

Por grandes que sean los prodigios realizados por la inteligencia humana, esta misma inteligencia tiene una causa, y cuanto mas lo que ella cumple es grande, tanto mas debe serlo la causa primera. Ahora, esta inteligencia superior a cualquier otra es la causa primera de todas las cosas, sea cual fuere el nombre del cual el ser humano se sirve para designarla.

ATRIBUTOS DE LA DIVINIDAD

10. ¿Puede el ser humano comprender la naturaleza íntima de Dios?

-“No: necesitaría un sentido que le falta”-.

11. ¿Será otorgado al ser humano comprender el misterio de la Divinidad?

-“Cuando su espíritu, emancipado de la opaca materia, por su perfección, se haya acercado a Dios, lo comprenderá cuanto la criatura puede comprender el Creador”-.

Las facultades del ser humano, por su grado evolutivo, no le permiten comprender la naturaleza íntima de Dios. En la infancia de la humanidad, el ser humano lo confunde con frecuencia con la criatura, de quien le atribuye las imperfecciones; empero, en cuanto se desarrolla en él el sentido moral, su pensamiento penetra mejor en el fondo de las cosas, formándose una idea mas justa y conforme a la razón, aunque siempre imperfecta.

12. Si no nos es dado comprender la naturaleza íntima de Dios, -¿podemos, nosotros, concebir algunas de sus perfecciones?

-“Algunas sí. El ser humano las entrevé con el pensamiento tanto mejor cuanto mas se eleva por encima de la materia”-.

13. Cuando decimos que Dios es eterno, infinito, inmutable, inmaterial, único, omnipotente, supremamente justo y bueno, -¿no tenemos, nosotros, la idea exacta de sus atributos?

-“Según vuestro modo de ver, sí, porque con esta palabra creéis de abarcar todo. Sabed, pero, que existen cosas superiores a la inteligencia del ser humano mas inteligente, para expresar las cuales, vuestro lenguaje, limitado a las ideas y sensaciones humanas, no posee vocablos. La razón, en cambio, os dice que Dios debe tener todas las perfecciones en grado supremo, por cuanto, si dejase de tener una sola, o si una sola no fuese en grado infinito, Él no sería superior a todo, y por consiguiente no sería Dios. Para estar por encima de todo Dios no debe estar sujeto a ningún cambio, y no debe tener alguna de las imperfecciones que pueden ser concebidas por la mente humana”-.

Dios es eterno: si Él hubiese tenido principio, habría salido de la nada, o debería su creación a un ser anterior. En tal guisa remontamos de grado en grado al infinito, y a la eternidad.

Él es inmutable: si estuviese sujeto a cambios, las leyes que rigen el universo no tendrían estabilidad.

Él es inmaterial: es decir: su naturaleza difiere de todo aquello que llamamos materia; diversamente no sería inmutable, por cuanto estaría sujeto a las transformaciones de la materia.

Él es único: si hubiesen mas Dioses, en el ordenamiento del universo no habría ni unidad de concepto, ni unidad de potencia.

Él es omnipotente: por cuanto es único; si no tuviese la suma potencia, habría alguien más poderoso, o por lo menos de igual poder que Él; por lo cual no habría hecho todas las cosas, y aquellas que no hubiese hecho Él serían obras de otro Dios.

Él es supremamente justo y bueno: de hecho, la providencial sabiduría de las leyes divinas se revela, de esta manera, en las cosas más pequeñas así como en las más grandes, y tal sabiduría rinde imposible el dudar de su justicia y de su bondad.



PANTEISMO



14. ¿Dios es un ser distinto, o es, según la opinión de algunos, el conjunto de todas las fuerzas y de todas las inteligencias reunidas del universo.

-“Si así fuese, no existiría Dios, por cuanto Él sería el efecto y no la causa. Él no puede ser al mismo tiempo una cosa y la otra. De la existencia de Dios no podéis dudar; y esto es lo esencial. Hacedme caso y no vayáis más allá. No os perdáis en un laberinto, del cual no podríais encontrar la salida, lo cual no os haría mejores, quizá os rendiría un poco más orgullosos, por cuanto creeríais de saber, mientras que, en realidad, no sabríais nada. Poned aparte todos vuestros sistemas. Vosotros tenéis muchas cosas que os tocan más de cerca, comenzando por vosotros mismos; estudiad vuestras imperfecciones con el fin de liberaros, y esto resultará más proficuo que el querer penetrar lo impenetrable”.

15. ¿Qué debemos pensar de la opinión según la cual todos los cuerpos de la naturaleza, todos los seres, todos los globos del universo serían parte de la Divinidad, y en su conjunto la constituirían? En otros términos: -¿Qué debemos pensar de la doctrina panteísta?

-“Que el ser humano, no pudiendo ser un Dios, quiere ser, por lo menos, una parte”-.

16. Aquellos que profesan esta doctrina, pretenden de encontrar en ella la demostración de algunos de los atributos de la Divinidad y razonan de esta manera: -Los mundos son infinitos, por lo tanto es infinito, también, Dios. El vacío o la nada no existe en algún lugar, por lo cual Dios está en todas partes. Estando en todas partes, ya que todo es parte integral de Él, Dios da a todos los fenómenos de la naturaleza el carácter de la inteligencia. ¿Qué objeción se puede oponer a esta opinión?

-“La razón. Reflexionad bien y no os será difícil descubrir la absurdidad”-.

Esta doctrina hace de Dios un ser material, que, si bien dotado de inteligencia suprema, sería en grande lo que nosotros somos en pequeño. Ahora, si así fuese, por cuanto la materia se transforma perennemente, Dios no tendría estabilidad alguna, estaría sujeto a todas las mutaciones y a todas las necesidades del ser humano y le haría falta uno de los atributos divinos más esenciales, cual es el de la inmutabilidad.

Las propiedades de la materia son incompatibles con el concepto de Dios, y no hacen mas que profesarlo. Todas las sutilezas del sofisma no alcanzarán jamás a resolver el problema de su íntima naturaleza. Por otra parte, si no sabemos lo que es Dios, conocemos bien, en cambio, lo que Él no puede ser. Ahora, este sistema está en abierta contradicción con los atributos divinos más esenciales, y confunde el Creador con la criatura, como si se dijese, que una maquina ingeniosa es una parte integral del mecánico que la ha concebido.

La inteligencia de Dios, se revela en sus obras, como aquella de un pintor que se revela en su cuadro; empero, las obras de Dios no son Dios como el cuadro no es el pintor que lo ha realizado.

OBSERVACIÓN: Enviaremos a nuestros amigos un capítulo semanal de esta versión de EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, efectuada por Giuseppe Isgró Cattafi. Esta obra es una de las más extraordinarias del pensamiento universal, tomando en cuenta que contempla las principales cuestiones que preocupan al ser humano y ofrece la explicación racional, clara y comprensible a las variadas inquietudes. El lector que lo desea, puede efectuar preguntas o planteamientos que tiendan a ampliar los temas de cada capítulo.

En la presente actualización se ha adaptado el lenguaje al uso corriente de hoy en día, como por ejemplo, se han sustituido los términos “muerte”, por su equivalente moderno: desencarnación; alma, por Espíritu, peri-espíritu por alma, dejando intacto el fondo de acuerdo a la excelente traducción italiana de esta magna obra. Es una versión en revisión.


sábado, 29 de agosto de 2009

VIVIR EN DIOS


VIVIR EN DIOS

POR GIUSEPPE  ISGRÓ C.



El presente libro está dirigido a las personas de todas las ideologías, creencias o credos sin límites de ninguna naturaleza, por lo cual, cada persona, al hablar de Dios, usará la denominación acostumbrada y se referirá a El en la forma en que suele hacerlo o como se lo imagina o le han enseñado. Es decir, cada persona, a su manera, tiene su propio Dios Personal que, si bien puede la concepción variar de uno a otro, en esencia, es el mismo y único Dios de todos y para todos, Ser Supremo, Gran Arquitecto del Universo, Centro Vibratorio Universal, ya lo llamemos Jehová, Yahvé, Alá, Eloí, Dios, etc. G.I.



Capítulo primero


Dios


En la medida en que se asciende por la espiral evolutiva, la idea de Dios se va perfeccionando, pero, no es Dios el que ha cambiado sino la propia apreciación y comprensión de Él.

Ciertamente, la realidad de Dios va más allá del alcance de la propia percepción, la cual siempre es acorde al grado de conciencia evolutiva alcanzado; pero, comprender la inmensidad de Dios significaría comprender la totalidad del Universo que, en el fondo, es la misión cósmica del Espíritu humano y por qué no, de todas las especies en los tres reinos naturales, por cuanto, si uno pudiera meterse en la mente de cada ser de dichas especies, ¿qué concepto de Dios tienen?, si es que tienen alguno o, mejor dicho, -¿qué percepción de Dios tienen o tendrán? Por cuanto, si cada ser debe tener un premio por su paso por la vida planetaria o planetarias, deben participar del beneficio colectivo, si no ¿qué sentido tendría la vida para tantas especies que comparten el planeta con los seres humanos? Ellos también sostienen una lucha existencial que en nada desmerece el esfuerzo humano.

En muchos círculos intelectuales se tiende a concebir un Dios impersonal, exento de formas personalizadas, dada su presencia universal –centro vibratorio- y su eternidad, sin principio ni fin, creador de toda vida espiritual y de las leyes y valores universales e inmutables, sentidos cósmicos que habrán de regir, eternamente la conducta cósmica y guiar las acciones universales en el infinito cosmos cuya existencias de mundos es realmente tan grande que escapa a la percepción temporal del ser humano.

Cabría imaginar, dada la segura existencia de vida en miles de millones de planetas, entre cuya mayoría debe existir un progreso tan por delante del de la Tierra, donde muchos de sus maestros seguramente están tan evolucionados que, nuestros profetas y Mesías más adelantados probablemente son meros aprendices si los comparáramos; por supuesto, existen mundos de menor progreso que el de la tierra, como realmente la visión preclara lo concibe.

¿Cuál es la concepción de Dios en estos mundos adelantados?

En los de menor progreso podemos imaginarlo por la reciente historia del planeta tierra.

De una cosa se puede estar seguros: hay un sólo Dios para todos y de todos; de la humanidad del planeta tierra y del universo. Sin distingos, un solo Padre-Madre de Todos y los seres humanos, sus hijos, hermanos y hermanas, miembros de una sola familia, la universal, cuya solidaridad y fraternidad, aúna a todos en un lazo indisoluble de amor, cooperación, justicia, igualdad, solidaridad y compensación.

En virtud de lo cual, al aceptar un sólo Dios Padre-Madre común, todos los seres humanos son hermanos y hermanas; lo cual, irá borrando las fronteras, las barreras sociales, las diferencias raciales, etcétera; cada quien con su propia misión de vida y como eslabones de una cadena universal, se depende del eslabón más pequeños y menos fuerte, el cual, hay que cuidar se mantenga sólido, resistente y unido.

Cada persona tiene derecho de concebir a Dios como se lo permita su conciencia cósmica y, el deber de respetar la concepción de los demás seres, ya que, la gradación de percepción va acorde a la propia evolución; empero, la evolución colectiva imprime un impulso hacia el desarrollo a todos los individuos de una determina esfera mental.

Hay una meta común de evolución; en cada época es preciso expandir la conciencia hasta cierto grado, colectivamente.

Cada ser debe conectar directamente con Dios por medio de la interiorización en su propio yo; forma parte de Él, no existe ningún camino para llegar a su presencia; la propia mente es una parcela de la mente divina; el espíritu es una partícula espiritual de la misma esencia y naturaleza divina de Dios. No hay camino que recorrer excepto que el del propio ser interior; cada ente es el camino. Conectando con el yo interno se conecta automáticamente con Dios.

Es preciso destacar:

1. Existe un sólo Dios Universal Padre-Madre común de todos, que cada persona puede concebir de una manera personal y debe fomentar su comunicación en la forma en que se lo dicten sus sentimientos y concepciones.

2. Es preciso respetar las convicciones divinas de cada ser, ejerciendo el propio derecho de libertad.

3. Se es hijo o hija de ese Padre-madre común, por lo cual, como hermanos y hermanas, es preciso tener la consciencia de fomentar la fraternidad universal, sin fronteras ni barreras, con solidaridad, cooperación, respeto, amor, justicia e igualdad de derechos y obligaciones ante la Ley Cósmica y dentro de ella.

4. Conectando el propio yo interior automáticamente se establece la conexión divina. En esta relación amorosa con Dios el lenguaje que establece la perfecta comunicación es el de los sentimientos acordes con los valores universales como el amor, la sabiduría, la justicia, la fortaleza, la templanza, la belleza, la compasión, la bondad, el perdón, etcétera.

5. El maestro está en el propio ser interior y es hacia adentro donde se requiere profundizar la búsqueda de Dios; encontrándolo en sí se puede observar, también, por doquier.

lunes, 24 de agosto de 2009

EN EL CAMINO SUFÍ



EN EL CAMINO SUFÍ

POR GIUSEPPE ISGRÓ C.


El caminante recibió una pregunta directa de alguien que recorría la misma senda sufí: -"Si te despojas de los pensamientos de maestros como Rumi u otros y en la mañana, al despertarte, te miras en el espejo, observándote tal como eres, ¿cómo te ve? ¿Cómo te sientes?, ¿Cómo amas? ¿Cómo eres realmente? Es como decir: -¿Quién eres tú cuando estás a solas contigo mismo, instante en que no puedes presumir con nadie o aparentar lo que no eres? ¿Cómo tratas a los tuyos? Eres amables, cariñoso o un tirano? ¿Te respetas, haciendo otro tanto con los demás? ¿Te amas, valorando la divinidad que reside en tu interior? ¿Eres capaz de amar a la divinidad interior que reside en los demás seres que te rodean o que encuentras en tu diario vivir? Poco más o menos, en esencia, esta era la pregunta, aparte de recibir las expresiones inherentes de simpatía.

Es mucho lo que una pregunta puede generar. Hay que dar las gracias al toparse con alguna que denota agudeza de esta índole, como si fuese planteada por un Sócrates, con la sabiduría añadida de Platón y de Rumi, simultáneamente. ¿Quién puede sentirse preparado para estas profundidades desacostumbradas? Asemejan a los "leñazos" que impartían los maestros Zen a quienes querían "despertar" para que alcanzaran el estado de verdadera iluminación. ¡Hacen pensar, comprendiendo!


No vayamos a creer que esa fue la pregunta de un discípulo a su maestro. No, en este caso la maestría reside en quien hace la pregunta que enfrenta, al otro, a la realidad exenta de apariencias.

La regla, en el camino, suele ser descentrar la atención del propio ego para centrarla en la Fuente. En la Fuente, se aviva la conciencia de Unidad que siempre ha existido. En la Unidad es fácil dar y recibir en grado sublime; fluye la luz, la energía, el amor y la sabiduría. La luz es el centro de la Verdad. ¿Quién se atreve a ver la Verdad cara a cara? ¿Usted? ¿Yo? ¡Quizá, hasta cierto punto! La Verdad es la meta eterna, es decir, la que existe y la que puede llegar a existir, -en el argot taoísta-, asimilándola cada quien por grados, hasta el infinito.

El pensamiento contenido en algunas preguntas es más profundo de lo que la persona misma que las plantea cree o percibe. La conciencia intuitiva permite que las palabras expresen contenidos que les trascienden.

Desconectarse de la Fuente para volver a centrarse en el ego. ¿es necesario? ¿Para qué? ¿Qué somos? Despojarse de todo lo añadido es descubrir la propia esencia, -o la propia ignorancia-, o el "conócete a ti mismo", ni más ni menos equivalente a conocer a Dios, al Dios que reside en cada ser. Para ello sería necesario eliminar todas las capas que envuelven la luz interior, al igual que es preciso depurar, a elevadísima presión, el carbón, para descubrir el diamante que en él se encuentra encerrado. Requiere valor, fortaleza y humildad o simplicidad, hacerlo. En la naturaleza, todo es simple, sencillo; mucho más de lo que se cree o parece; la gente va en busca de cosas más complejas de lo que es requerido; temen dejar de ser importantes o se toman demasiado en serio. Es esencial vaciarse para adquirir la capacidad de llenarse con los nuevos nutrientes adecuados a las inquietudes de los tiempos. Sin vacuidad, ¿cómo llenarse?

Parafraseando al sabio de Arunachala, Ramana Maharshi, el maestro de Paul Brunton, si se transmite y se recibe en la Unidad, -¿qué más se puede decir? ¿Somos capaces de ello?

El caminante y el camino hacia la Fuente son la misma cosa: el caminante, el camino y la Fuente. Es un camino en apariencia solitario, pero aún dispersos en billones de mundos habitados, en determinadas esferas, formamos una Unidad con la Fuente y dentro de ella, todos los que vibramos al unísono. Son inexistentes las barreras de espacio y tiempo.

Una sola palabra puede decirlo todo; las hay que son alumbradoras al estilo socrático, capaces de inducir al "darse cuenta", al percatarse. Gracias, es una palabra de gran poder que requiere mayor uso, aún. Doy las gracias por la pregunta que permite estas reflexiones. Es preciso, cada día, expresar gratitud por todo y a todos, como eslabones útiles de la Unidad.

Anclarse en Rumi, el segundo Mahoma es anclarse bien; o en cualquier otro maestro, como Shakyamuni, -Sidharta Gautama-, cuya inmensa obra elaborada por sus discípulos es apenas conocida; Pitágoras, Confucio, Apolonio de Tiana, o Hipolite León Denizard Rivail, por ejemplo. Empero, es indispensable trascender a todos los maestros y a todas las corrientes de pensamiento, pese a que el caminante debe conocerlos –y sintetizarlos- en su totalidad, conjuntamente con sus doctrinas, para convertirse en un auténtico pensador, con autonomía mental y brillar con luz propia, con visión de líder, para ser, en primer lugar, dirigente de su propio aprendizaje.

Formar la Unidad en la Rueda de la Vida o en el Círculo y el Signo Más, es esencial. Adquirir conciencia de que ya se forma, -de manera indisoluble y permanente- canaliza los sentimientos de los atributos divinos, dando y recibiendo, cada quien, valor por valor, expresando gratitud al abrir los ojos y mirarse la cara en el espejo, cada mañana, tal como somos. ¿Qué somos, si hemos emanados de la Fuente y el inmortal y eterno Espíritu es de la misma naturaleza espiritual que la Fuente?

En la trascendencia de la materia, en la Unidad de la conexión divina, es factible dar o recibir lo que ningún sentido físico es capaz de percibir o experimentar. Esa sutil vibración es la que sólo se puede transmitir y/o recibir de espíritu a espíritu, por medio del silencio.

Es válido preguntarse: -¿Tanto hablar para no decir nada? Lao Tse, decía: -"El que habla no sabe; el que sabe, no habla". Es posible. También lo es que el que no habla, en la mayoría de las veces es porque, realmente, no sabe, tal como se lo demostró Sócrates a Ión, al hacerle ver que su dominio de la escenificació n de la obra homérica era por inspiración y no por el cultivo del arte. Expresaba contenidos mentales que electrizaban a sus oyentes, sin embargo, estaba muy lejos de explicar su significado o de entenderlo.

En la Apología de Sócrates, se demuestra como, al buscar el filósofo ateniense entender por qué la Pitonisa del Oráculo Délfico lo había designado como el hombre más sabio, se aprestó a visitar a todos aquellos a quienes consideraba como más sabios que él, y al formularle diversas preguntas claves se percató de que todos ellos creían saber mucho más de lo que realmente sabían, pero que no se daban cuenta de lo que ignoraban. Entonces, reflexionó, que la única razón por la cual había sido elegido como el más sabio no era porque supiera más que los otros, sino porque él sí se daba cuenta de lo que no sabía, acuñando aquel famoso aforismo, -aunque poco conocido tal como lo expresó-: -"Yo sólo sé que no sé aquello que no sé"-.

Igual le acontecía a la gata del cuento Zen que había aprendido a triunfar sin hacer daño; cuando los demás gatos le preguntaron como lo hacia, simplemente, no lo sabía.

Empero, la fábula del rosal, de Niko Kazantzakis, es muy expresiva, cuando las ortigas le pidieron al rosal que le enseñara su secreto para hacer las rosas. Le contestó: -"Mi secreto es muy simple. Durante todo el invierno, con paciencia, confianza y amor yo trabajo la tierra y solo tengo una cosa en mi mente, la rosa. Las lluvias me azotan, los vientos me deshojan, las nieves me cubren, pero yo solo una cosa tengo en mi mente, la rosa. Éste es mi secreto, hermanas ortigas"-.

De igual manera, el caminante, -sufí, taoísta, budista zen, espírita, yogui, filósofo, científico, masón, teósofo, rosacruz, martinista, cabalista, poeta, o simplemente, libre pensador, frente a todas las pruebas de la vida, y a todas las circunstancias que afronta o asume, en la sencillez de la vida diaria, sólo una cosa tiene en su mente: la conciencia de la Unidad con la Fuente y meditando en la Fuente y en los valores que conforman los atributos divinos, adquiere la capacidad esencial, o la conciencia intuitiva, de dar valor por valor, en armonía con el Todo y con Todos, realizando la parte que le corresponde en la Gran Obra de acuerdo a los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo.

Adelante.

jueves, 20 de agosto de 2009

GANDHI



















GANDHI

Por Giuseppe Isgró C.


Mohandas Karamchand Gandhi, nació el 02 de octubre de 1869 en la ciudad de Porbandor, en la India. Su desencarnación ocurrió el 30-01-1948, en Nueva Delhi, luego de un atentado. Su padre, al igual que muchos otros de similar posición, le envió a Inglaterra para estudiar Derecho.>

De regreso a la Patria, ya graduado, ejerció, por breve tiempo, en Bombay, en Kathiawar y en la Colonia Hindú de Sudáfrica. En esta última, combatió la opresión de que eran objeto sus compatriotas. Posteriormente regresa a la India, donde por un determinado lapso mantiene su lealtad a la Corona Inglesa. Sin duda alguna, el contacto con Dadabhai, -estadista, filósofo y hombre de Estado-, ejerció profunda influencia en Gandhi, tanto en las ideas separatistas como en en ahimsá, o doctrina de la "no violencia".

En 1920. Gandhi inicia un movimiento independentista, del cual es su máximo líder, mediante el cual desarrolló una campaña de desobediencia pasiva, probablemente influido, también, por las lecturas de H. D. Thoreau, al respecto. Empero, su idea estaba muy lejos de querer desencadenar una revolución, la cual le habría resultado fácil a los ingleses dominar; además, recordemos que los elevados sentimientos morales y espirituales de> Gandhi les hacían contrario al empleo de todas clases de violencia.>

 Ganhi se había forjado dos objetivos claros, definidos y firmes:> 1. El primero, de carácter político, era lograr la Independencia de su patria.> 2. El segundo, de orden social, tenía por objeto elevar el nivel de vida de las clases oprimidas.> La doctrina del ahimsá, asumida por Gandhi, profesa la practica de la benevolencia, la cual prohíbe matar o herir cualquier clase de seres vivos, a la vez que exige conducirse con sinceridad y la renuncia a los bienes del mundo. Estos ideales, en general, estaban profundamente arraigados en el alma hindú.

Después de analizar las circunstancias que afrontaba, Gandhi se da cuenta que los 350 millones de hindúes -de la época- eran gobernados por 100.000 británicos, gracias a la estrecha colaboración entre gobernantes y gobernados.>

Concibió, entonces, la idea de que la India sería capaz de vencer el poder británico renunciando a colaborar, mediante la resistencia pasiva, con la desobediencia civil. Los hindúes no deberían hacer nada que ayudase a la administració n inglesa, es decir: dejar de pagar los impuestos, y sabotear las mercancías británicas.

El hindú que fuese arrestado por estos motivos debía descontar la pena sin oponer resistencia o protestas. Estimaba que con esto frenaría desde el interno toda la administració n y la vida social de la India.>

Para alcanzar este objetivo era precisa una profunda disciplina, individual y colectiva. Gandhi ensayó tácticas de huelga de hambre que tuvieron sus efectos positivos, logrando que los británicos le hicieran numerosas concesiones, hasta alcanzar la emancipación de La India del dominio británico.>

El término con que se designa a Gandhi, Mahatma, significa Alma Grande; pero, recordemos que su humildad le hacía rechazar la misma. Él, personalmente, jamás usó dicha denominación. Gandhi practicó la doctrina de la no violencia, el Ahimsa, hasta tal grado que es fácil imaginar la tremenda fuerza del poder del perdón ejercido por él que en el momento mismo del ataque que produjera su desencarnació n pronunció la palabra Ahimsa, es decir, no violencia, con lo cual perdonaba a su atacante.>

La Doctrina Universal sostiene que personalidades como Gandhi, con su fuerza espiritual, pueden mantener el equilibrio pacificador del mundo; estimular la evolución de la humanidad, así como levantar el nivel de la vida y trabajar en pro de la preparación de un mundo mejor. > Gandhi practicaba un día semanal de silencio: el lunes.

Cuando alguien le visitaba, durante ese día, se comunicaba con él mediante notas escritas. El refiere que al principio lo instituyó para estar solo consigo mismo, así poder revisar su correspondencia, ordenar sus ideas, meditar, etcétera, pero que, luego, se convirtió en una verdadera necesidad espiritual por el efecto benéfico que dicho período de silencio le producía, el cual, invariablemente, concluía a las ocho de la noche.>

Gandhi, ha estudiado a fondo todas las corrientes de pensamiento, por ejemplo: el jainismo, que postula el camino del amor como el mejor para llegar a Dios; además, siendo una doctrina de igual o mayor antigüedad que los Vedas, es una de las primeras, en la humanidad, en abordar la virtud del recto camino, la practica de la justicia y la equidad.

2) Los Vedas y Las leyes de Manú, el Mahabaratha, el Ramayana, -el de Valmiki y el de Tulsidas-, el budismo zen y el noble sendero óctuple, los aforismos de Patanjali, el Taoismo, el Zend Avesta, de Zoroastro, los Versos de Oro, de Pitágoras, conoce las obras de Platón, de Plutarco, de Plotino, la Doctrina de Jesús de Nazareth, el Coran y el Jardín de los Justos, de Mahoma, los grandes maestros del sufismo: Al Hallak, Al Gazzali, Ibn Arabi, Rumi y Kabir. Tolstoy, Wiltman, Emersón, Thoreau, Ruskin y Mazzini, entre otros, ejercen profunda influencia sobre él, constituyendo, de manera especial, su> principal fuente sobre la doctrina de la no violencia.> Recordemos que Gandhi fue iniciado en el Kriya Yoga, por Parahamansa Yogananda, -espiritualidad directa, sin intermediarios, centrada en el Creador Universal, cuyo pilar fundamental es Babaji.

Constituye la fuente más avanzada de espiritualidad, de inspiración, sabiduría y poder y sin duda alguna aquí es donde reside el secreto del inmenso poder e influencia que ejercía -y canalizaba- Gandhi.

Él explica su doctrina de la siguiente manera: -"Creo que la Biblia, el Corán, el Zend Avesta, han sido inspirados como los Vedas. Creo en la institución de los gurús; pero en esta época millones deben marchar sin un gurú, porque es muy raro encontrar una combinación de perfecta pureza y perfecta instrucción.

Pero no se debe perder la esperanza de llegar a conocer la verdad de la propia espiritualidad, porque los fundadores del hinduismo, como los de cualquier otra espiritualidad, son inmutables y fáciles de comprender"- .>

"Yo creo, dice Gandhi, como todo hindú, en Dios y su UNIDAD, en el renacimiento y la salvación...me es tan difícil describir mis sentimientos por el hinduismo como los que tengo por mi propia esposa.

Ella me emociona como ninguna otra mujer del mundo. No es que ella no tenga faltas; osaría decir que tiene más de la que veo, pero el sentimiento de un lazo indisoluble está allí. En igual forma, mis sentimientos están con el hinduismo, con todas sus faltas y limitaciones.

Nada me encanta más que la música del Gita o del Ramayana de Tulsidas"-. > Gandhi solía decir que en sus momentos menos fáciles, la lectura y meditación del Bagavad Gita, -el sexto capítulo del Mahabaratha- , constituía la fuente de su solaz.> Gandhi es el único entre los grandes líderes que ha ofrecido su movimiento de la no.violencia como alternativa al poder armado.

Es importante destacar que el mismo Gandhi, en forma práctica y con el ejemplo, demostró la efectividad de la doctrina del Ahimsa, como el mejor camino para deshacer agravios y remover injusticias, cuantas veces se emplee. Un ejemplo digno de ser emulados por los actuales líderes del planeta a la hora de resolver conflictos que eviten guerras innecesarias e ineficaces para el sostenimiento de la paz en el planeta.>

Gandhi, explica la doctrina del Ahimsa, de la siguiente manera: -"He comprobado que la vida persiste en medio de la destrucción. Únicamente bajo esa ley ordenada, la sociedad puede ser inteligible y la vida digna de vivirse. Si esa es la ley de la vida, debemos ponerla en práctica en nuestra vida diaria. Dondequiera que haya guerra, dondequiera que nos enfrentemos a un oponente, debemos conquistarlo por el amor. He encontrado que esta ley del amor ha respondido en mi propia vida como no lo habría hecho la ley de la destrucción"- .> "En la India, -continua diciendo Gandhi-, hemos tenido una demostración ocular de la operación de esta ley en la más amplia escala posible.

Yo no pretendo que la doctrina de la no-violencia haya penetrado en los trescientos sesenta millones de habitantes de la India, pero sí estoy seguro de que ha penetrado más profundamente que cualquier otra doctrina en un tiempo increíblemente corto.

Se necesita un metódico y tenaz entrenamiento para alcanzar el estado mental de la no-violencia. Es una vida disciplinada, como la vida de un soldado. El estado perfecto se alcanza únicamente cuando la mente, el cuerpo y la palabra se encuentran en la armonía adecuada. Todo problema encontrará su solución si decidiésemos convertir la ley de la verdad y la no-violencia en la ley de la vida"-.>

Paramahansa Yogananda, en su extraordinaria obra Autobiografía de un Yogui, refiriéndose a Gandhi, dice lo siguiente: -"Gandhi ha ganado ya por medio de la no-violencia mayor número de concesiones políticas para su tierra que las de cualquier otro líder de ningún país con el auxilio de las balas.

Los métodos de la no-violencia para borrar la injusticia y el mal han sido estrictamente aplicados no solamente en el área de la política sino en el delicado y complicado campo de la reforma social de la India.

Gandhi, y sus seguidores, han removido muchos arcaicos feudos entre hindúes y mahometanos, cientos de miles de musulmanes miran al mahatma como a su líder"-.> Los votos del Satyagraha, que han hecho todos los fieles seguidores del mahatma Gandhi, son once; ellos son: >

1. No-violencia.> 2. Veracidad.> 3. No robar.> 4. Celibato. (Gandhi usaba el sexo sólo para la procreación).> 5. No posesión.> 6. Trabajo corporal.> 7. Control de paladar.> 8. Intrepidez.> 9. Igual respeto para todas las corrientes espirituales.> 10. Swadeshi, es decir, el uso de manufacturas caseras.> 11. Libertad de los intocables.> Estos once votos deben ser cumplidos con espíritu de humildad.>

Gandhi, en cierta ocasión, dijo: -"Yo estoy luchando nada menos que por la paz del mundo. Si el movimiento de la India tiene éxito sobre las bases de la no-violencia -Satyagraha- , dará un nuevo significado al patriotismo; y aún diría, con toda humildad, que a la vida misma"-.> El mensaje de Gandhi, sobre la no-violencia, continúa teniendo cada vez más actualidad y así como mayor comprensión y vigencia en el desarrollo del mundo con el cual soñamos.

Meditemos, pues, sobre la importancia que para nosotros, líderes: -masones, espiritas, rosacruces, teósofos, martinistas, yoghis, sufies, taoistas, budistas zen, filósofos, científicos, gerentes, políticos, pedagogos, profesionales de cualquier área, etcétera- tiene para el mundo en que vivimos, y para nosotros mismos, este poderoso principio del amor, manifestado en el antedicho de la no-violencia.>

¡Mahatma Gandhi, nosotros, con admiración y amor, te saludamos.

Que tu mensaje y ejemplo nos inspiren para nuestro auto-desarrollo, perfeccionamiento personal y cumplimiento de la propia misión de vida, para así lograr una humanidad mejor!>

 ¡Salve, Gandhi!.

EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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martes, 1 de septiembre de 2009

EL DESAPEGO




EL DESAPEGO

©Giuseppe Isgró C.


En el plan de vida que cada ser trae al presente ciclo existencial, que el mismo –y las personas involucradas- realizara, previamente a su reencarnación y con la aprobación de los regidores cósmicos, está contemplado todo lo que precisa para culminar, exitosamente, esta etapa, en la espiral evolutiva.

Ese todo, incluye la cosecha de vidas anteriores de acuerdo a la ley de causa y efecto, -siembra y recogida-, es decir, la ley del karma, que compensa las acciones pasadas y ubica, a cada quien, -de acuerdo a la ley de la afinidad y a las leyes de justicia e igualdad-, en el orden que le corresponde en el quehacer universal, en forma automática y sin esfuerzo.

Incluye una especie de crédito cósmico que facilita los recursos necesarios para emprender -y llevar a cabo-, los propios objetivos y las cuotas de resultados asumidos como aportes al bien común y a la Gran Obra.

Esto ocurre con naturalidad y representa a los dones que la Providencia va trayendo, cada día, como manifestación del propio plan de vida.

Es decir, el plan de vida de cada ser tiene previsto todo lo que debe hacer –y dejar aparte-, y los recursos necesarios que, en cada etapa, precisará, los cuales el mecanismo de la vida aportará oportunamente, antes de que sean necesitados. Es allí la importancia de administrar los períodos de abundancia con sabiduría.

¿Cuáles son esas cosas que se deben hacer, o, es necesario dejar de realizar?

Ese es el punto clave. Es preciso conocer las leyes cósmicas, y, lógicamente, como decía Quilón, “conocerse”, en el aspecto físico y espiritual, con una perspectiva universal de la vida.

La clave consiste en centrarse en las cosas esenciales al plan existencial, para aprovechar los dones de la vida cuando la Providencia los ponga al propio alcance.

Allí es donde el desapego entra en juego. Se requiere apartar la atención del propio ego y centrarla en el Creador Universal –la Fuente, la Rueda de la Vida o el Círculo y el signo más- y, mediante la conexión divina, dejar que fluya el conocimiento, la luz, la sabiduría y el poder de Aquel que lo sabe y puede todo, mediante las inmutables y eternas leyes cósmicas.

Entonces, en armonía con los valores universales cuya guía funge de sentidos cósmicos, se entra en un estado de iluminación, donde las intuiciones –percepciones en la conciencia- y las inspiraciones –comunicaciones por el pensamiento, de los guías espirituales, dentro del pensamiento de cada ser-, y los sentimientos que expresa el Gran Pedagogo en la propia conciencia, -Comunicación del Creador Universal con cada ser-, la persona va percibiendo, con claridad los objetivos que, día a día, deberá realizar y cada una de las necesidades que experimenta expresará el poder potencialmente infinito del cual está dotado, en el grado suficiente, para permitirle su satisfacción y aprovechamiento de la oportunidad inherente.

Comenzarán a surgir las coincidencias que harán que la vida fluya en armonía con todos dentro de grandes caudales de abundancia, -abundancia cósmica, sea cual fuere su grado de expresión en un momento dado, el cual es preciso aceptar tal cual es-.

¿Cómo efectuarlo? Es sencillo. La práctica del desapego conlleva dejar de pensar en lo que se carece y centrar la atención en lo que se posee, dando las gracias por ello. En lo que centras la atención se expande la conciencia y el poder de atracción. Se atrae lo análogo al contenido de los propios pensamientos.

Anota, ahora mismo, cien cosas –o más- por las cuales puedes dar gracias a la vida. Reléalas continuamente.

Practica la relajación profunda, diariamente, de los pies a la cabeza. Pero, sobre todo, relaja a fondo, largamente, los pies, concentrándote en los tobillos, y desde allí, sentir ambas plantas.

Cada vez que afrontas una situación, o deseas realizar un objetivo importante, practica el desapego, es decir, busca lo justo para las partes involucradas, debiéndote ser indiferente su logro, dejando que la vida traiga el resultado factible por el mejor canal posible, única manera de tomar el control sobre la situación.

Actúa como si…ya el resultado estuviese alcanzado satisfactoriamente, dando por hecho el logro en su manifestación óptima, siguiendo impasible, inmutable y tenazmente hasta la meta.

Permite que las cosas fluyan tal como deben hacerlo. Céntrate en el Creador Universal, y practica el constante recuerdo de Él, mediante la repetición de su nombre: ELOÍ. Hazlo diez, cien, mil veces o más, cada día.

Aún en los casos más complejos, en las horas siguientes comenzarán las cosas a tomar su propio cauce, de la mejor manera posible para todas las partes involucradas, y a veces, hasta sus efectos menos favorables suelen resultar providenciales, por evitar, generalmente, cosas de mayor envergadura.

La conexión divina mediante la constante repetición del nombre del Creador Universal -y la meditación en Él y sus atributos-, dejando que Él canalice sus sentimientos acordes a los valores universales en la propia conciencia, como guía espiritual, -voz de la conciencia y/o conciencia cósmica-, es una práctica efectiva del desapego, cuyo elevado estado de iluminación permite que se exprese la Voluntad Cósmica Regidora, en el propio plan de vida.
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La practica del desapego es la demostración suprema de la maestría del ser en el arte de vivir, por cuanto evidencia conocimiento de las leyes cósmicas que rigen la vida y el universo; demuestra, también, el dominio total de su puesta en práctica.

El poder de elegir es uno de los grandes recurso con el que, el ser humano, está dotado como una derivación fundamental del libre albedrío con que le ha dotado la naturaleza de las cosas.

Fruto de los propios deseos, la voluntad realiza actos que habrán de conformar el destino inherente, o karma, positivo o negativo, de acuerdo a la siembra efectuada, lo cual, habrán de ubicarle o reubicarle, empujarle o inhibirle, en un momento dado.

Para alcanzar la auto-liberación es preciso que antes se compensen las deudas kármicas previamente adquiridas.

Apegarse, limita las cosas nuevas que habrán de sustituir las que, ya, han dejado de ser útil. Mientras más profunda sea la zanja del apego, mayor esfuerzo será preciso para salir de ella, por medio de la practica del desapego.

Si se va a realizar una transacción comercial, dejar de apegarse a un solo prospecto, implica la ventaja de aprovechar el que la vida, en el momento oportuno, aportará.

Al emanciparse de una sola doctrina o determinada corriente de pensamiento, significa que se tiene la mente abierta para recibir la verdad universal en donde se encuentre y sea quien fuere que la haya percibido; denota el darse cuenta de que, todo el conocimiento existente, en todas las corrientes de pensamiento, constituyen nuestra propia herencia cultural o espiritual.

Apegarse a algo, significa excluir todo lo demás; mientras que, el desapego, deja en libertad de recibir lo que mejor la vida pueda aportar, en cada caso, siguiendo el curso de acción más conveniente.

Sin importar quien sea el líder, en cada circunstancia, si éste está compenetrado con la doctrina universal, con una clara percepción de la realidad temporal que afronta, y la asume, sin evasión y desapego, siempre obtendrá los mejores resultados factibles, de igual manera que cualquier otro, en su lugar.

La clave es el desapego, buscando el bien para todas las partes involucradas, cumpliendo el propio deber, caso contrario, se auto-excluirá, automáticamente.

Para emancipar a la humanidad es preciso difundir en mayor grado la doctrina del desapego, en la búsqueda de la verdad universal.

Es necesario ejercer el privilegio del libre albedrío de acuerdo a los parámetros de los valores universales y a la práctica de todas las virtudes, incluyendo la prudencia, la sabiduría, la justicia, la fortaleza, la templanza y la belleza, recordando el efecto liberador del perdón, la fuerza creadora y positiva de la gratitud y el poder superior del amor, en conexión divina con el Creador Universal.

Empero, la practica del desapego implica paciencia, tolerancia, confianza en sí y en la vida, expectativas positivas en los resultados, optimismo, autodominio, respeto a todos y a todas las expresiones de vida, en los tres reinos naturales.

El desapego constituye la autentica búsqueda de la excelencia, del mejor curso de acción, en cada caso, de la perfección factible en la obra a realizar y de una vida sujeta al ideal sublime concebido por la mente universal reflejado en la conciencia de cada ser, mediante la intuición, la inspiración, la motivación y el entusiasmo, con una clara conciencia de servicio, de manera que, cada ser, pueda constituir un idóneo instrumento de la voluntad divina, dejando que el Creador Universal se exprese, en la propia conciencia, por medio de los sentimientos de los valores universales, como guía de vida, sublime manifestación del desapego.

El desapego, denota confianza en los resultados positivos y facilita la obtención de los mejores posibles, en cada caso.

El desapego deja en libertad la imaginación y la creatividad fluye buscando el mejor cauce de auto-expresión. Permite que fluya, libremente, la abundancia, la riqueza y la prosperidad.

El desapego activa la generosidad, mediante la cual, dando, se recibe más y mejores cosas; evidencia un elevado grado de mentalidad triunfadora y de sabiduría.

Hay que fluir con la vida, sin forzar los resultados ni las soluciones, respetando las libres elecciones de los demás, ya que, toda inherencia en las vidas ajenas se revertirá en la inherencia de otros en la propia vida, debiendo compensar el karma, para auto-liberarse.

Para vivir en libertad, sin coacción de nadie, es preciso abstraerse de los demás, sin juzgar a nadie, con total y absoluto desapego e impasibilidad, con la mente centrada en los propios objetivos y en la fuente universal, como medio de conexión divina y disciplina espiritual.

El desapego permite aprovechar las oportunidades encerradas en cada situación que se afronta, cada día, por cuanto, el mecanismo de la vida es la de buscar, y encontrar, la mejor solución en cada caso, lo cual se manifiesta por medio de motivación, el entusiasmo, la intuición, la inspiración, la fuerza de bloqueo y la fuerza de empuje.

Al actuar de acuerdo con las directrices de la sabiduría de los valores universales, sobre los cuales se fundamentan las leyes cósmicas, se permite que éstas actúen sin interferencia para asistir a la persona en particular y para compensarle, ayudándole en la realización de la cuota de cooperación en la gran obra.

Quien domina el arte del desapego, utiliza el conocimiento de los beneficios para convencer, sin forzar, aportando los elementos de juicios para que la persona, o personas involucradas, tomen las decisiones con total libertad, asumiendo los propios riesgos y pagando –o minimizando- el costo de oportunidad inherente. Lógicamente, ejerce el mismo derecho en cuanto a la propia libertad.

Cuando se practica la visualización de los resultados anhelados como si hubiesen sido alcanzados en su fase culminante y exitosa, sin involucrar canal alguno de manifestación, es preciso dejar en libertad a la mente psiconsciente para la respectiva manifestación en la dimensión física, mental o espiritual. Ella conoce mejor el medio ideal para cada logro, en el momento perfecto.

El desapego, permite caminar libremente por la vida sin interferencias de nadie, y sin interferir con nadie, dejando que la vida fluya con libertad, aceptando las cosas como son y haciendo que sean como deben ser, de acuerdo con los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo y en armonía con todos y con el todo.

En la conciencia intuitiva, el ser perciba, oportunamente, el conocimiento exacto del qué, del cómo, del cuándo, del dónde, del quién, del cuánto y del por qué. Además, la inspiración de los guías y protectores espirituales, y la del Creador Universal, guían las propias acciones con las fuerzas de empuje y las de bloqueo, en la perfecta sincronización cósmica. El desapego es el vehículo para la perfecta expresión


Adelante.

DIOS














DIOS


Hipolite León Denizard Rivail

De: El libro de los Espíritus

-Una de las obras cumbres del pensamiento universal-

Versión castellana 
de: Giuseppe Isgró C..



DIOS Y EL INFINITO



1. ¿Quién es Dios?

-“Dios es la suprema inteligencia, la causa primera de todas las cosas”-.

2. ¿Qué debe entenderse por infinito?

-“Lo que no tiene ni principio, ni fin; lo ignoto. Todo lo que es desconocido es infinito”-.

3. ¿Podría decirse que Dios sea el Infinito?

-“Sería una definición incompleta por la limitación del lenguaje humano, insuficiente para expresar las cosas que son superiores a vuestra inteligencia”-.

Dios es infinito en sus perfecciones; empero, el infinito es una abstracción. Decir, por lo tanto, que Dios sea el infinito, sería tomar el atributo por el sujeto, y definir una cosa ignota por medio de otra igualmente desconocida.

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS

4. ¿En qué puede tenerse la prueba de la existencia de Dios?

-“En un axioma que aplicáis a vuestras ciencias: No existe efecto sin causa. Buscad la causa de todo lo que no es obra del ser humano y vuestra razón os responderá”-.

Para creer en Dios, es suficiente observar las obras de la Creación. El universo existe; por lo cual tiene una causa. Dudar de la existencia de Dios, sería como negar que cada efecto tenga una causa, y afirmar que la nada haya podido producir alguna cosa.

5. ¿Cuál consecuencia se puede obtener del sentimiento intuitivo que todos los seres humanos tienen de la existencia de Dios?

-“La de que Dios existe. -¿Cómo explicar en ellos este sentimiento si se apoyase en la nada? Y, también ésta es una consecuencia del principio de la causalidad”-.

6. El sentimiento íntimo que tenemos en nosotros mismos de la existencia de Dios, -¿no podría ser una consecuencia de la educación, y el producto de ideas adquiridas?

-“Si esto fuese así, -¿cómo tuvieron este sentimiento, también, las gentes primitivas?

Si el sentimiento de la existencia de un Ser Supremo fuese el producto de la instrucción, no sería universal, y no se encontraría, como las nociones de las ciencias, mas que en los individuos y en los pueblos cultos.

7. ¿Se podría encontrar la causa primera de la formación de las cosas en las propiedades íntimas de la materia?

-“Entonces, -¿cuál sería la causa de estas propiedades? Volvemos siempre a la necesidad de una causa primera”-.

Atribuir la primera formación de las cosas a las propiedades íntimas de la materia, sería igual que tomar el efecto por la causa, por cuanto estas mismas propiedades constituyen un efecto que debe tener una causa.

8. ¿Qué se debe pensar de la opinión que atribuye la primera formación de lo creado a una combinación fortuita de la materia, es decir, de la casualidad?

-“¡Otra absurdidad! ¿Cuál ser humano de buen sentido puede considerar la casualidad como un ser inteligente? Y, después, la casualidad. -¿qué es? Nada”-.

La armonía, que regula las fuerzas del universo, demuestra combinaciones y principios determinados, y por lo tanto una potencia inteligente. Atribuir la primera formación a la casualidad sería un absurdo, por cuanto en ella está ausente la visión y no puede producir los efectos inteligentes. Una casualidad inteligente dejaría de ser una casualidad.

9. ¿Cómo se puede reconocer en la causa primera una inteligencia suprema, es decir, superior a todas las inteligencias?

-“Vosotros tenéis un proverbio que dice: -La obra elogia el maestro. Ahora bien, examinad la obra y buscad el artífice; el orgullo, solamente, hace nacer la incredulidad. El ser humano orgulloso no acepta nada por encima de él, y se proclama un espíritu fuerte. Inconsciente ser que la ley de Dios neutraliza”.

El poder de una inteligencia se manifiesta por medio de sus obras. Ahora, por cuanto ningún ser humano puede crear lo que produce la naturaleza, se deriva que la causa primera debe ser una inteligencia superior a la humanidad.

Por grandes que sean los prodigios realizados por la inteligencia humana, esta misma inteligencia tiene una causa, y cuanto mas lo que ella cumple es grande, tanto mas debe serlo la causa primera. Ahora, esta inteligencia superior a cualquier otra es la causa primera de todas las cosas, sea cual fuere el nombre del cual el ser humano se sirve para designarla.

ATRIBUTOS DE LA DIVINIDAD

10. ¿Puede el ser humano comprender la naturaleza íntima de Dios?

-“No: necesitaría un sentido que le falta”-.

11. ¿Será otorgado al ser humano comprender el misterio de la Divinidad?

-“Cuando su espíritu, emancipado de la opaca materia, por su perfección, se haya acercado a Dios, lo comprenderá cuanto la criatura puede comprender el Creador”-.

Las facultades del ser humano, por su grado evolutivo, no le permiten comprender la naturaleza íntima de Dios. En la infancia de la humanidad, el ser humano lo confunde con frecuencia con la criatura, de quien le atribuye las imperfecciones; empero, en cuanto se desarrolla en él el sentido moral, su pensamiento penetra mejor en el fondo de las cosas, formándose una idea mas justa y conforme a la razón, aunque siempre imperfecta.

12. Si no nos es dado comprender la naturaleza íntima de Dios, -¿podemos, nosotros, concebir algunas de sus perfecciones?

-“Algunas sí. El ser humano las entrevé con el pensamiento tanto mejor cuanto mas se eleva por encima de la materia”-.

13. Cuando decimos que Dios es eterno, infinito, inmutable, inmaterial, único, omnipotente, supremamente justo y bueno, -¿no tenemos, nosotros, la idea exacta de sus atributos?

-“Según vuestro modo de ver, sí, porque con esta palabra creéis de abarcar todo. Sabed, pero, que existen cosas superiores a la inteligencia del ser humano mas inteligente, para expresar las cuales, vuestro lenguaje, limitado a las ideas y sensaciones humanas, no posee vocablos. La razón, en cambio, os dice que Dios debe tener todas las perfecciones en grado supremo, por cuanto, si dejase de tener una sola, o si una sola no fuese en grado infinito, Él no sería superior a todo, y por consiguiente no sería Dios. Para estar por encima de todo Dios no debe estar sujeto a ningún cambio, y no debe tener alguna de las imperfecciones que pueden ser concebidas por la mente humana”-.

Dios es eterno: si Él hubiese tenido principio, habría salido de la nada, o debería su creación a un ser anterior. En tal guisa remontamos de grado en grado al infinito, y a la eternidad.

Él es inmutable: si estuviese sujeto a cambios, las leyes que rigen el universo no tendrían estabilidad.

Él es inmaterial: es decir: su naturaleza difiere de todo aquello que llamamos materia; diversamente no sería inmutable, por cuanto estaría sujeto a las transformaciones de la materia.

Él es único: si hubiesen mas Dioses, en el ordenamiento del universo no habría ni unidad de concepto, ni unidad de potencia.

Él es omnipotente: por cuanto es único; si no tuviese la suma potencia, habría alguien más poderoso, o por lo menos de igual poder que Él; por lo cual no habría hecho todas las cosas, y aquellas que no hubiese hecho Él serían obras de otro Dios.

Él es supremamente justo y bueno: de hecho, la providencial sabiduría de las leyes divinas se revela, de esta manera, en las cosas más pequeñas así como en las más grandes, y tal sabiduría rinde imposible el dudar de su justicia y de su bondad.



PANTEISMO



14. ¿Dios es un ser distinto, o es, según la opinión de algunos, el conjunto de todas las fuerzas y de todas las inteligencias reunidas del universo.

-“Si así fuese, no existiría Dios, por cuanto Él sería el efecto y no la causa. Él no puede ser al mismo tiempo una cosa y la otra. De la existencia de Dios no podéis dudar; y esto es lo esencial. Hacedme caso y no vayáis más allá. No os perdáis en un laberinto, del cual no podríais encontrar la salida, lo cual no os haría mejores, quizá os rendiría un poco más orgullosos, por cuanto creeríais de saber, mientras que, en realidad, no sabríais nada. Poned aparte todos vuestros sistemas. Vosotros tenéis muchas cosas que os tocan más de cerca, comenzando por vosotros mismos; estudiad vuestras imperfecciones con el fin de liberaros, y esto resultará más proficuo que el querer penetrar lo impenetrable”.

15. ¿Qué debemos pensar de la opinión según la cual todos los cuerpos de la naturaleza, todos los seres, todos los globos del universo serían parte de la Divinidad, y en su conjunto la constituirían? En otros términos: -¿Qué debemos pensar de la doctrina panteísta?

-“Que el ser humano, no pudiendo ser un Dios, quiere ser, por lo menos, una parte”-.

16. Aquellos que profesan esta doctrina, pretenden de encontrar en ella la demostración de algunos de los atributos de la Divinidad y razonan de esta manera: -Los mundos son infinitos, por lo tanto es infinito, también, Dios. El vacío o la nada no existe en algún lugar, por lo cual Dios está en todas partes. Estando en todas partes, ya que todo es parte integral de Él, Dios da a todos los fenómenos de la naturaleza el carácter de la inteligencia. ¿Qué objeción se puede oponer a esta opinión?

-“La razón. Reflexionad bien y no os será difícil descubrir la absurdidad”-.

Esta doctrina hace de Dios un ser material, que, si bien dotado de inteligencia suprema, sería en grande lo que nosotros somos en pequeño. Ahora, si así fuese, por cuanto la materia se transforma perennemente, Dios no tendría estabilidad alguna, estaría sujeto a todas las mutaciones y a todas las necesidades del ser humano y le haría falta uno de los atributos divinos más esenciales, cual es el de la inmutabilidad.

Las propiedades de la materia son incompatibles con el concepto de Dios, y no hacen mas que profesarlo. Todas las sutilezas del sofisma no alcanzarán jamás a resolver el problema de su íntima naturaleza. Por otra parte, si no sabemos lo que es Dios, conocemos bien, en cambio, lo que Él no puede ser. Ahora, este sistema está en abierta contradicción con los atributos divinos más esenciales, y confunde el Creador con la criatura, como si se dijese, que una maquina ingeniosa es una parte integral del mecánico que la ha concebido.

La inteligencia de Dios, se revela en sus obras, como aquella de un pintor que se revela en su cuadro; empero, las obras de Dios no son Dios como el cuadro no es el pintor que lo ha realizado.

OBSERVACIÓN: Enviaremos a nuestros amigos un capítulo semanal de esta versión de EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, efectuada por Giuseppe Isgró Cattafi. Esta obra es una de las más extraordinarias del pensamiento universal, tomando en cuenta que contempla las principales cuestiones que preocupan al ser humano y ofrece la explicación racional, clara y comprensible a las variadas inquietudes. El lector que lo desea, puede efectuar preguntas o planteamientos que tiendan a ampliar los temas de cada capítulo.

En la presente actualización se ha adaptado el lenguaje al uso corriente de hoy en día, como por ejemplo, se han sustituido los términos “muerte”, por su equivalente moderno: desencarnación; alma, por Espíritu, peri-espíritu por alma, dejando intacto el fondo de acuerdo a la excelente traducción italiana de esta magna obra. Es una versión en revisión.


sábado, 29 de agosto de 2009

VIVIR EN DIOS


VIVIR EN DIOS

POR GIUSEPPE  ISGRÓ C.



El presente libro está dirigido a las personas de todas las ideologías, creencias o credos sin límites de ninguna naturaleza, por lo cual, cada persona, al hablar de Dios, usará la denominación acostumbrada y se referirá a El en la forma en que suele hacerlo o como se lo imagina o le han enseñado. Es decir, cada persona, a su manera, tiene su propio Dios Personal que, si bien puede la concepción variar de uno a otro, en esencia, es el mismo y único Dios de todos y para todos, Ser Supremo, Gran Arquitecto del Universo, Centro Vibratorio Universal, ya lo llamemos Jehová, Yahvé, Alá, Eloí, Dios, etc. G.I.



Capítulo primero


Dios


En la medida en que se asciende por la espiral evolutiva, la idea de Dios se va perfeccionando, pero, no es Dios el que ha cambiado sino la propia apreciación y comprensión de Él.

Ciertamente, la realidad de Dios va más allá del alcance de la propia percepción, la cual siempre es acorde al grado de conciencia evolutiva alcanzado; pero, comprender la inmensidad de Dios significaría comprender la totalidad del Universo que, en el fondo, es la misión cósmica del Espíritu humano y por qué no, de todas las especies en los tres reinos naturales, por cuanto, si uno pudiera meterse en la mente de cada ser de dichas especies, ¿qué concepto de Dios tienen?, si es que tienen alguno o, mejor dicho, -¿qué percepción de Dios tienen o tendrán? Por cuanto, si cada ser debe tener un premio por su paso por la vida planetaria o planetarias, deben participar del beneficio colectivo, si no ¿qué sentido tendría la vida para tantas especies que comparten el planeta con los seres humanos? Ellos también sostienen una lucha existencial que en nada desmerece el esfuerzo humano.

En muchos círculos intelectuales se tiende a concebir un Dios impersonal, exento de formas personalizadas, dada su presencia universal –centro vibratorio- y su eternidad, sin principio ni fin, creador de toda vida espiritual y de las leyes y valores universales e inmutables, sentidos cósmicos que habrán de regir, eternamente la conducta cósmica y guiar las acciones universales en el infinito cosmos cuya existencias de mundos es realmente tan grande que escapa a la percepción temporal del ser humano.

Cabría imaginar, dada la segura existencia de vida en miles de millones de planetas, entre cuya mayoría debe existir un progreso tan por delante del de la Tierra, donde muchos de sus maestros seguramente están tan evolucionados que, nuestros profetas y Mesías más adelantados probablemente son meros aprendices si los comparáramos; por supuesto, existen mundos de menor progreso que el de la tierra, como realmente la visión preclara lo concibe.

¿Cuál es la concepción de Dios en estos mundos adelantados?

En los de menor progreso podemos imaginarlo por la reciente historia del planeta tierra.

De una cosa se puede estar seguros: hay un sólo Dios para todos y de todos; de la humanidad del planeta tierra y del universo. Sin distingos, un solo Padre-Madre de Todos y los seres humanos, sus hijos, hermanos y hermanas, miembros de una sola familia, la universal, cuya solidaridad y fraternidad, aúna a todos en un lazo indisoluble de amor, cooperación, justicia, igualdad, solidaridad y compensación.

En virtud de lo cual, al aceptar un sólo Dios Padre-Madre común, todos los seres humanos son hermanos y hermanas; lo cual, irá borrando las fronteras, las barreras sociales, las diferencias raciales, etcétera; cada quien con su propia misión de vida y como eslabones de una cadena universal, se depende del eslabón más pequeños y menos fuerte, el cual, hay que cuidar se mantenga sólido, resistente y unido.

Cada persona tiene derecho de concebir a Dios como se lo permita su conciencia cósmica y, el deber de respetar la concepción de los demás seres, ya que, la gradación de percepción va acorde a la propia evolución; empero, la evolución colectiva imprime un impulso hacia el desarrollo a todos los individuos de una determina esfera mental.

Hay una meta común de evolución; en cada época es preciso expandir la conciencia hasta cierto grado, colectivamente.

Cada ser debe conectar directamente con Dios por medio de la interiorización en su propio yo; forma parte de Él, no existe ningún camino para llegar a su presencia; la propia mente es una parcela de la mente divina; el espíritu es una partícula espiritual de la misma esencia y naturaleza divina de Dios. No hay camino que recorrer excepto que el del propio ser interior; cada ente es el camino. Conectando con el yo interno se conecta automáticamente con Dios.

Es preciso destacar:

1. Existe un sólo Dios Universal Padre-Madre común de todos, que cada persona puede concebir de una manera personal y debe fomentar su comunicación en la forma en que se lo dicten sus sentimientos y concepciones.

2. Es preciso respetar las convicciones divinas de cada ser, ejerciendo el propio derecho de libertad.

3. Se es hijo o hija de ese Padre-madre común, por lo cual, como hermanos y hermanas, es preciso tener la consciencia de fomentar la fraternidad universal, sin fronteras ni barreras, con solidaridad, cooperación, respeto, amor, justicia e igualdad de derechos y obligaciones ante la Ley Cósmica y dentro de ella.

4. Conectando el propio yo interior automáticamente se establece la conexión divina. En esta relación amorosa con Dios el lenguaje que establece la perfecta comunicación es el de los sentimientos acordes con los valores universales como el amor, la sabiduría, la justicia, la fortaleza, la templanza, la belleza, la compasión, la bondad, el perdón, etcétera.

5. El maestro está en el propio ser interior y es hacia adentro donde se requiere profundizar la búsqueda de Dios; encontrándolo en sí se puede observar, también, por doquier.

lunes, 24 de agosto de 2009

EN EL CAMINO SUFÍ



EN EL CAMINO SUFÍ

POR GIUSEPPE ISGRÓ C.


El caminante recibió una pregunta directa de alguien que recorría la misma senda sufí: -"Si te despojas de los pensamientos de maestros como Rumi u otros y en la mañana, al despertarte, te miras en el espejo, observándote tal como eres, ¿cómo te ve? ¿Cómo te sientes?, ¿Cómo amas? ¿Cómo eres realmente? Es como decir: -¿Quién eres tú cuando estás a solas contigo mismo, instante en que no puedes presumir con nadie o aparentar lo que no eres? ¿Cómo tratas a los tuyos? Eres amables, cariñoso o un tirano? ¿Te respetas, haciendo otro tanto con los demás? ¿Te amas, valorando la divinidad que reside en tu interior? ¿Eres capaz de amar a la divinidad interior que reside en los demás seres que te rodean o que encuentras en tu diario vivir? Poco más o menos, en esencia, esta era la pregunta, aparte de recibir las expresiones inherentes de simpatía.

Es mucho lo que una pregunta puede generar. Hay que dar las gracias al toparse con alguna que denota agudeza de esta índole, como si fuese planteada por un Sócrates, con la sabiduría añadida de Platón y de Rumi, simultáneamente. ¿Quién puede sentirse preparado para estas profundidades desacostumbradas? Asemejan a los "leñazos" que impartían los maestros Zen a quienes querían "despertar" para que alcanzaran el estado de verdadera iluminación. ¡Hacen pensar, comprendiendo!


No vayamos a creer que esa fue la pregunta de un discípulo a su maestro. No, en este caso la maestría reside en quien hace la pregunta que enfrenta, al otro, a la realidad exenta de apariencias.

La regla, en el camino, suele ser descentrar la atención del propio ego para centrarla en la Fuente. En la Fuente, se aviva la conciencia de Unidad que siempre ha existido. En la Unidad es fácil dar y recibir en grado sublime; fluye la luz, la energía, el amor y la sabiduría. La luz es el centro de la Verdad. ¿Quién se atreve a ver la Verdad cara a cara? ¿Usted? ¿Yo? ¡Quizá, hasta cierto punto! La Verdad es la meta eterna, es decir, la que existe y la que puede llegar a existir, -en el argot taoísta-, asimilándola cada quien por grados, hasta el infinito.

El pensamiento contenido en algunas preguntas es más profundo de lo que la persona misma que las plantea cree o percibe. La conciencia intuitiva permite que las palabras expresen contenidos que les trascienden.

Desconectarse de la Fuente para volver a centrarse en el ego. ¿es necesario? ¿Para qué? ¿Qué somos? Despojarse de todo lo añadido es descubrir la propia esencia, -o la propia ignorancia-, o el "conócete a ti mismo", ni más ni menos equivalente a conocer a Dios, al Dios que reside en cada ser. Para ello sería necesario eliminar todas las capas que envuelven la luz interior, al igual que es preciso depurar, a elevadísima presión, el carbón, para descubrir el diamante que en él se encuentra encerrado. Requiere valor, fortaleza y humildad o simplicidad, hacerlo. En la naturaleza, todo es simple, sencillo; mucho más de lo que se cree o parece; la gente va en busca de cosas más complejas de lo que es requerido; temen dejar de ser importantes o se toman demasiado en serio. Es esencial vaciarse para adquirir la capacidad de llenarse con los nuevos nutrientes adecuados a las inquietudes de los tiempos. Sin vacuidad, ¿cómo llenarse?

Parafraseando al sabio de Arunachala, Ramana Maharshi, el maestro de Paul Brunton, si se transmite y se recibe en la Unidad, -¿qué más se puede decir? ¿Somos capaces de ello?

El caminante y el camino hacia la Fuente son la misma cosa: el caminante, el camino y la Fuente. Es un camino en apariencia solitario, pero aún dispersos en billones de mundos habitados, en determinadas esferas, formamos una Unidad con la Fuente y dentro de ella, todos los que vibramos al unísono. Son inexistentes las barreras de espacio y tiempo.

Una sola palabra puede decirlo todo; las hay que son alumbradoras al estilo socrático, capaces de inducir al "darse cuenta", al percatarse. Gracias, es una palabra de gran poder que requiere mayor uso, aún. Doy las gracias por la pregunta que permite estas reflexiones. Es preciso, cada día, expresar gratitud por todo y a todos, como eslabones útiles de la Unidad.

Anclarse en Rumi, el segundo Mahoma es anclarse bien; o en cualquier otro maestro, como Shakyamuni, -Sidharta Gautama-, cuya inmensa obra elaborada por sus discípulos es apenas conocida; Pitágoras, Confucio, Apolonio de Tiana, o Hipolite León Denizard Rivail, por ejemplo. Empero, es indispensable trascender a todos los maestros y a todas las corrientes de pensamiento, pese a que el caminante debe conocerlos –y sintetizarlos- en su totalidad, conjuntamente con sus doctrinas, para convertirse en un auténtico pensador, con autonomía mental y brillar con luz propia, con visión de líder, para ser, en primer lugar, dirigente de su propio aprendizaje.

Formar la Unidad en la Rueda de la Vida o en el Círculo y el Signo Más, es esencial. Adquirir conciencia de que ya se forma, -de manera indisoluble y permanente- canaliza los sentimientos de los atributos divinos, dando y recibiendo, cada quien, valor por valor, expresando gratitud al abrir los ojos y mirarse la cara en el espejo, cada mañana, tal como somos. ¿Qué somos, si hemos emanados de la Fuente y el inmortal y eterno Espíritu es de la misma naturaleza espiritual que la Fuente?

En la trascendencia de la materia, en la Unidad de la conexión divina, es factible dar o recibir lo que ningún sentido físico es capaz de percibir o experimentar. Esa sutil vibración es la que sólo se puede transmitir y/o recibir de espíritu a espíritu, por medio del silencio.

Es válido preguntarse: -¿Tanto hablar para no decir nada? Lao Tse, decía: -"El que habla no sabe; el que sabe, no habla". Es posible. También lo es que el que no habla, en la mayoría de las veces es porque, realmente, no sabe, tal como se lo demostró Sócrates a Ión, al hacerle ver que su dominio de la escenificació n de la obra homérica era por inspiración y no por el cultivo del arte. Expresaba contenidos mentales que electrizaban a sus oyentes, sin embargo, estaba muy lejos de explicar su significado o de entenderlo.

En la Apología de Sócrates, se demuestra como, al buscar el filósofo ateniense entender por qué la Pitonisa del Oráculo Délfico lo había designado como el hombre más sabio, se aprestó a visitar a todos aquellos a quienes consideraba como más sabios que él, y al formularle diversas preguntas claves se percató de que todos ellos creían saber mucho más de lo que realmente sabían, pero que no se daban cuenta de lo que ignoraban. Entonces, reflexionó, que la única razón por la cual había sido elegido como el más sabio no era porque supiera más que los otros, sino porque él sí se daba cuenta de lo que no sabía, acuñando aquel famoso aforismo, -aunque poco conocido tal como lo expresó-: -"Yo sólo sé que no sé aquello que no sé"-.

Igual le acontecía a la gata del cuento Zen que había aprendido a triunfar sin hacer daño; cuando los demás gatos le preguntaron como lo hacia, simplemente, no lo sabía.

Empero, la fábula del rosal, de Niko Kazantzakis, es muy expresiva, cuando las ortigas le pidieron al rosal que le enseñara su secreto para hacer las rosas. Le contestó: -"Mi secreto es muy simple. Durante todo el invierno, con paciencia, confianza y amor yo trabajo la tierra y solo tengo una cosa en mi mente, la rosa. Las lluvias me azotan, los vientos me deshojan, las nieves me cubren, pero yo solo una cosa tengo en mi mente, la rosa. Éste es mi secreto, hermanas ortigas"-.

De igual manera, el caminante, -sufí, taoísta, budista zen, espírita, yogui, filósofo, científico, masón, teósofo, rosacruz, martinista, cabalista, poeta, o simplemente, libre pensador, frente a todas las pruebas de la vida, y a todas las circunstancias que afronta o asume, en la sencillez de la vida diaria, sólo una cosa tiene en su mente: la conciencia de la Unidad con la Fuente y meditando en la Fuente y en los valores que conforman los atributos divinos, adquiere la capacidad esencial, o la conciencia intuitiva, de dar valor por valor, en armonía con el Todo y con Todos, realizando la parte que le corresponde en la Gran Obra de acuerdo a los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo.

Adelante.

jueves, 20 de agosto de 2009

GANDHI



















GANDHI

Por Giuseppe Isgró C.


Mohandas Karamchand Gandhi, nació el 02 de octubre de 1869 en la ciudad de Porbandor, en la India. Su desencarnación ocurrió el 30-01-1948, en Nueva Delhi, luego de un atentado. Su padre, al igual que muchos otros de similar posición, le envió a Inglaterra para estudiar Derecho.>

De regreso a la Patria, ya graduado, ejerció, por breve tiempo, en Bombay, en Kathiawar y en la Colonia Hindú de Sudáfrica. En esta última, combatió la opresión de que eran objeto sus compatriotas. Posteriormente regresa a la India, donde por un determinado lapso mantiene su lealtad a la Corona Inglesa. Sin duda alguna, el contacto con Dadabhai, -estadista, filósofo y hombre de Estado-, ejerció profunda influencia en Gandhi, tanto en las ideas separatistas como en en ahimsá, o doctrina de la "no violencia".

En 1920. Gandhi inicia un movimiento independentista, del cual es su máximo líder, mediante el cual desarrolló una campaña de desobediencia pasiva, probablemente influido, también, por las lecturas de H. D. Thoreau, al respecto. Empero, su idea estaba muy lejos de querer desencadenar una revolución, la cual le habría resultado fácil a los ingleses dominar; además, recordemos que los elevados sentimientos morales y espirituales de> Gandhi les hacían contrario al empleo de todas clases de violencia.>

 Ganhi se había forjado dos objetivos claros, definidos y firmes:> 1. El primero, de carácter político, era lograr la Independencia de su patria.> 2. El segundo, de orden social, tenía por objeto elevar el nivel de vida de las clases oprimidas.> La doctrina del ahimsá, asumida por Gandhi, profesa la practica de la benevolencia, la cual prohíbe matar o herir cualquier clase de seres vivos, a la vez que exige conducirse con sinceridad y la renuncia a los bienes del mundo. Estos ideales, en general, estaban profundamente arraigados en el alma hindú.

Después de analizar las circunstancias que afrontaba, Gandhi se da cuenta que los 350 millones de hindúes -de la época- eran gobernados por 100.000 británicos, gracias a la estrecha colaboración entre gobernantes y gobernados.>

Concibió, entonces, la idea de que la India sería capaz de vencer el poder británico renunciando a colaborar, mediante la resistencia pasiva, con la desobediencia civil. Los hindúes no deberían hacer nada que ayudase a la administració n inglesa, es decir: dejar de pagar los impuestos, y sabotear las mercancías británicas.

El hindú que fuese arrestado por estos motivos debía descontar la pena sin oponer resistencia o protestas. Estimaba que con esto frenaría desde el interno toda la administració n y la vida social de la India.>

Para alcanzar este objetivo era precisa una profunda disciplina, individual y colectiva. Gandhi ensayó tácticas de huelga de hambre que tuvieron sus efectos positivos, logrando que los británicos le hicieran numerosas concesiones, hasta alcanzar la emancipación de La India del dominio británico.>

El término con que se designa a Gandhi, Mahatma, significa Alma Grande; pero, recordemos que su humildad le hacía rechazar la misma. Él, personalmente, jamás usó dicha denominación. Gandhi practicó la doctrina de la no violencia, el Ahimsa, hasta tal grado que es fácil imaginar la tremenda fuerza del poder del perdón ejercido por él que en el momento mismo del ataque que produjera su desencarnació n pronunció la palabra Ahimsa, es decir, no violencia, con lo cual perdonaba a su atacante.>

La Doctrina Universal sostiene que personalidades como Gandhi, con su fuerza espiritual, pueden mantener el equilibrio pacificador del mundo; estimular la evolución de la humanidad, así como levantar el nivel de la vida y trabajar en pro de la preparación de un mundo mejor. > Gandhi practicaba un día semanal de silencio: el lunes.

Cuando alguien le visitaba, durante ese día, se comunicaba con él mediante notas escritas. El refiere que al principio lo instituyó para estar solo consigo mismo, así poder revisar su correspondencia, ordenar sus ideas, meditar, etcétera, pero que, luego, se convirtió en una verdadera necesidad espiritual por el efecto benéfico que dicho período de silencio le producía, el cual, invariablemente, concluía a las ocho de la noche.>

Gandhi, ha estudiado a fondo todas las corrientes de pensamiento, por ejemplo: el jainismo, que postula el camino del amor como el mejor para llegar a Dios; además, siendo una doctrina de igual o mayor antigüedad que los Vedas, es una de las primeras, en la humanidad, en abordar la virtud del recto camino, la practica de la justicia y la equidad.

2) Los Vedas y Las leyes de Manú, el Mahabaratha, el Ramayana, -el de Valmiki y el de Tulsidas-, el budismo zen y el noble sendero óctuple, los aforismos de Patanjali, el Taoismo, el Zend Avesta, de Zoroastro, los Versos de Oro, de Pitágoras, conoce las obras de Platón, de Plutarco, de Plotino, la Doctrina de Jesús de Nazareth, el Coran y el Jardín de los Justos, de Mahoma, los grandes maestros del sufismo: Al Hallak, Al Gazzali, Ibn Arabi, Rumi y Kabir. Tolstoy, Wiltman, Emersón, Thoreau, Ruskin y Mazzini, entre otros, ejercen profunda influencia sobre él, constituyendo, de manera especial, su> principal fuente sobre la doctrina de la no violencia.> Recordemos que Gandhi fue iniciado en el Kriya Yoga, por Parahamansa Yogananda, -espiritualidad directa, sin intermediarios, centrada en el Creador Universal, cuyo pilar fundamental es Babaji.

Constituye la fuente más avanzada de espiritualidad, de inspiración, sabiduría y poder y sin duda alguna aquí es donde reside el secreto del inmenso poder e influencia que ejercía -y canalizaba- Gandhi.

Él explica su doctrina de la siguiente manera: -"Creo que la Biblia, el Corán, el Zend Avesta, han sido inspirados como los Vedas. Creo en la institución de los gurús; pero en esta época millones deben marchar sin un gurú, porque es muy raro encontrar una combinación de perfecta pureza y perfecta instrucción.

Pero no se debe perder la esperanza de llegar a conocer la verdad de la propia espiritualidad, porque los fundadores del hinduismo, como los de cualquier otra espiritualidad, son inmutables y fáciles de comprender"- .>

"Yo creo, dice Gandhi, como todo hindú, en Dios y su UNIDAD, en el renacimiento y la salvación...me es tan difícil describir mis sentimientos por el hinduismo como los que tengo por mi propia esposa.

Ella me emociona como ninguna otra mujer del mundo. No es que ella no tenga faltas; osaría decir que tiene más de la que veo, pero el sentimiento de un lazo indisoluble está allí. En igual forma, mis sentimientos están con el hinduismo, con todas sus faltas y limitaciones.

Nada me encanta más que la música del Gita o del Ramayana de Tulsidas"-. > Gandhi solía decir que en sus momentos menos fáciles, la lectura y meditación del Bagavad Gita, -el sexto capítulo del Mahabaratha- , constituía la fuente de su solaz.> Gandhi es el único entre los grandes líderes que ha ofrecido su movimiento de la no.violencia como alternativa al poder armado.

Es importante destacar que el mismo Gandhi, en forma práctica y con el ejemplo, demostró la efectividad de la doctrina del Ahimsa, como el mejor camino para deshacer agravios y remover injusticias, cuantas veces se emplee. Un ejemplo digno de ser emulados por los actuales líderes del planeta a la hora de resolver conflictos que eviten guerras innecesarias e ineficaces para el sostenimiento de la paz en el planeta.>

Gandhi, explica la doctrina del Ahimsa, de la siguiente manera: -"He comprobado que la vida persiste en medio de la destrucción. Únicamente bajo esa ley ordenada, la sociedad puede ser inteligible y la vida digna de vivirse. Si esa es la ley de la vida, debemos ponerla en práctica en nuestra vida diaria. Dondequiera que haya guerra, dondequiera que nos enfrentemos a un oponente, debemos conquistarlo por el amor. He encontrado que esta ley del amor ha respondido en mi propia vida como no lo habría hecho la ley de la destrucción"- .> "En la India, -continua diciendo Gandhi-, hemos tenido una demostración ocular de la operación de esta ley en la más amplia escala posible.

Yo no pretendo que la doctrina de la no-violencia haya penetrado en los trescientos sesenta millones de habitantes de la India, pero sí estoy seguro de que ha penetrado más profundamente que cualquier otra doctrina en un tiempo increíblemente corto.

Se necesita un metódico y tenaz entrenamiento para alcanzar el estado mental de la no-violencia. Es una vida disciplinada, como la vida de un soldado. El estado perfecto se alcanza únicamente cuando la mente, el cuerpo y la palabra se encuentran en la armonía adecuada. Todo problema encontrará su solución si decidiésemos convertir la ley de la verdad y la no-violencia en la ley de la vida"-.>

Paramahansa Yogananda, en su extraordinaria obra Autobiografía de un Yogui, refiriéndose a Gandhi, dice lo siguiente: -"Gandhi ha ganado ya por medio de la no-violencia mayor número de concesiones políticas para su tierra que las de cualquier otro líder de ningún país con el auxilio de las balas.

Los métodos de la no-violencia para borrar la injusticia y el mal han sido estrictamente aplicados no solamente en el área de la política sino en el delicado y complicado campo de la reforma social de la India.

Gandhi, y sus seguidores, han removido muchos arcaicos feudos entre hindúes y mahometanos, cientos de miles de musulmanes miran al mahatma como a su líder"-.> Los votos del Satyagraha, que han hecho todos los fieles seguidores del mahatma Gandhi, son once; ellos son: >

1. No-violencia.> 2. Veracidad.> 3. No robar.> 4. Celibato. (Gandhi usaba el sexo sólo para la procreación).> 5. No posesión.> 6. Trabajo corporal.> 7. Control de paladar.> 8. Intrepidez.> 9. Igual respeto para todas las corrientes espirituales.> 10. Swadeshi, es decir, el uso de manufacturas caseras.> 11. Libertad de los intocables.> Estos once votos deben ser cumplidos con espíritu de humildad.>

Gandhi, en cierta ocasión, dijo: -"Yo estoy luchando nada menos que por la paz del mundo. Si el movimiento de la India tiene éxito sobre las bases de la no-violencia -Satyagraha- , dará un nuevo significado al patriotismo; y aún diría, con toda humildad, que a la vida misma"-.> El mensaje de Gandhi, sobre la no-violencia, continúa teniendo cada vez más actualidad y así como mayor comprensión y vigencia en el desarrollo del mundo con el cual soñamos.

Meditemos, pues, sobre la importancia que para nosotros, líderes: -masones, espiritas, rosacruces, teósofos, martinistas, yoghis, sufies, taoistas, budistas zen, filósofos, científicos, gerentes, políticos, pedagogos, profesionales de cualquier área, etcétera- tiene para el mundo en que vivimos, y para nosotros mismos, este poderoso principio del amor, manifestado en el antedicho de la no-violencia.>

¡Mahatma Gandhi, nosotros, con admiración y amor, te saludamos.

Que tu mensaje y ejemplo nos inspiren para nuestro auto-desarrollo, perfeccionamiento personal y cumplimiento de la propia misión de vida, para así lograr una humanidad mejor!>

 ¡Salve, Gandhi!.