viernes, 2 de octubre de 2015

TÚ, QUE PREPARAS EL CAMINO


TÚ, QUE PREPARAS EL CAMINO

©Giuseppe Isgró C.

 Escrito de juventud: 1970.



¡Oh, tú que avanzas con paso firme! Tu semblante irradia aura azulacea. La serenidad tus ojos trasportan de valles lejanos. Las centellas por ellos despedidas saturan campos adversos y establecen la armonía.

¡Oh, tú que eres maestro, de la vida maestro, de la Creación sabio, en el amor fuerte, tu palabra es oída con admiración. Tus sentencias  son cumplidas con respeto! Tu visión clara y aguda permite que vislumbres la realidad. Tú preparas el camino. Aquel que viene exige las cuentas. El examen pendiente hay que rendir. Tú preparas las mentes, da el aviso oportuno. Hay ciegos, hay sordos; serán desterrados a moradas acordes a sus estados de conciencias, para hacer conciencia. Es la acción instantánea de la Ley de afinidad que ubica, y reúbica, a cada quien, por el saldo de su suma existencial. Los trabajadores asiduos disfrutarán la cosecha del viñedo. Aquel vino como ladrón de sorpresa. Pronto vendrá para lo decisivo: -“Quedar”, o “marchar”. Es importante trabajar: estudiando para la evolución del séptimo día: La era de la luz de la conciencia.

Tú que preparas el camino, uno del grupo y estás acompañado, has vuelto en la transición. Eres la trompeta que anuncia al que es “el primero” y llaman “gobernador”. La familia del planeta tierra está bajo su guía. Ésta entra en la solidaridad universal. La era de luz de la conciencia ha nacido. La luz del nuevo día de progreso alumbra al hombre consciente de su Espíritu, alma y cuerpo y de los atributos divinos, o valores universales, que les son inherentes.

Consciente avanza la gente. Presiente en su conciencia algo por acontecer. La actividad acrecienta el ritmo para alcanzar los objetivos en el tiempo prefijado. Unos prevarican, temporalmente, y descienden los peldaños de la involución y concupiscencias. Otros, más conscientes cumplen lo prometido en su plan de vida, previo a la última reencarnación. Superan los abismos pasionales. La faz de sus materias se depura y es iluminada por la luz de la evolución: estados de conciencia, conocimiento y experiencia. Lo demás ya es poseído en estado de potencialidad infinita; precisamente, lo único que falta es la experiencia para expresar el conocimiento innato y el poder potencialmente infinito por medio de las necesidades, anhelos y propósitos de vida, en el eterno presente. El amor sella la transición para dar cabida al nuevo día de luz, sabiduría y poder creador en conexión con la Divinidad.

Tú que conoces la situación, no dejas a tus hermanos menores a sus débiles fuerzas. Tú les ofreces la potencia de tu luz y sabiduría a aquellos que quieren cumplir su misión cósmica. Quienes aceptan cumplir su misión de vida, que traen a cada ciclo de vida, alcanzan la meta, y triunfan. Aquellos que la luz, de momento, resistir no pueden, y, temporalmente, emanciparse dejan, experimentarán los efectos de su rebeldía, y aprenderán por el camino del dolor.  Pero, un día han de llamar, solicitando cooperación y ayuda, luz y guía, asistencia y protección: tú le tiendes las manos. ¡Ese será un gran día!

La humanidad del momento actúa para superar su poco fácil prueba. Tú estás aquí para ayudarle. Tú limpiarás el camino, señalando la ruta a seguir. Pero el camino deben recorrerlo cada uno de los seres a quienes corresponda hacerlo. Pero, la Rueda de la Vida, la Divinidad, está presente para asistir a cada quien, en el eterno retorno del ser individual al Ser Universal.

El trabajo es arduo, de largo aliento, y plazo; pero, amparado por tu potencia y la de tus afines, será posible la realización de tus ideales y cometido, para cuando llegue aquel que llaman “gobernador”, al que se ha de rendir examen. El examen para aprovechar la oportunidad para entrar en el nuevo día.

Hacia el año 30.000 de nuestra era, habremos llegado a un nivel de depuración, orden y armonía adecuado para que, a partir de ese momento, desarrollar la auténtica obra que le está asignada al planeta tierra, Muchas veces, habrá que ir y venir para optimizar los resultados. Tu presencia, siempre estará allí, como guía certero, enseñando a las nuevas generaciones, que deben conectar con la Divinidad, para expresar la sabiduría de los valores universales y la potencia creadora del Espíritu, en los cuatro reinos naturales.  Es preciso centrar la atención en la Divinidad que acompaña a cada ser. Tu misión es esa: enseñar a cada quien, la conexión en la Divinidad. Lo demás, viene por añadidura. Palabras de sabiduría le dijo el Espíritu de Gabriel a Mahoma: No hay más Dios que Dios. Cada quien es un mensajero en su respectivo nivel.


Adelante.

martes, 15 de septiembre de 2015

MORALEJAS

MORALEJAS

©Giuseppe Isgró C.


Cuando se asciende por una colina se van observando las irregularidades del terreno, de la hierba, de los arbustos y árboles; empero, al llegar a la cima, al contemplar el panorama con visión de conjunto, se observa un hermoso valle, lleno de armonía y belleza, conformando una unidad coherente y uniforme.
De igual manera acontece en la vida; el mundo en que se vive, algunas veces pareciera un caos, sin embargo, detrás de las apariencias inmediatas existe un orden perfecto acorde con los planes del Gran Ser Supremo.
Cada persona, cosa o suceso, está donde debe estar, de acuerdo a los citados planes cósmicos y en perfecta armonía con la suma existencial de cada quien, que le ubica o reubica, constantemente, de acuerdo a la variación de la misma.
El planeta tierra es una escuela de sabiduría, en múltiples grados y con un programa existencial que rige todo: naciones, pueblos, personas, acontecimientos y programas de estudios.
Por supuesto, existe el libre albedrío, en cada persona, pudiendo cooperar o dejar de hacerlo, recibiendo la compensación acorde.
Evidentemente, es más fructífero armonizar con los planes cósmicos y prestar el propio concurso.
En cada etapa y lugar, se manifiesta el programa que compete de acuerdo al espíritu de los tiempos, según el cual y la preparación colectiva y/o individual, aparecen maestros adecuados y las tareas acordes.
Se va manifestando, gradualmente, la labor de estudio que significa un nuevo avance y progreso para la humanidad.
Según la acción de una persona, existe una reacción igual que trae la enseñanza de donde menos se piensa.
Dependiendo de la lección precisada, aparece la persona adecuada, dentro de la propia familia, en el ámbito del trabajo, en contactos casuales o “causales”, etcétera, donde se observa como, alguien comienza a hablar, dando el conocimiento que se requería, o actuando de tal manera que da la lección precisa.
Las grandes lecciones, al igual que las moralejas contenidas en las antiguas fábulas, provienen de hechos sencillos que diariamente se viven, como expresión del genio pedagógico de la naturaleza de las cosas; los ejemplos expuestos a continuación, ilustran las enseñanzas, siempre oportunas, que la escuela de la vida, diariamente provee, para quien tenga ojos para ver, oídos para oír y entendimiento para comprender.
Preguntó el maestro al discípulo: -“¿Sabes utilizar este instrumento?”- A lo que, el discípulo contestó: -“Sí”-. –“Entonces, hazme esta medición”-. Por supuesto, es este caso, el discípulo desconocía el modo de hacerlo.
Acto seguido escuchó las palabras llenas de sabiduría del maestro: -“Si no sabes y me dices que sabes, yo dejo de enseñarte y el que pierdes eres tú. Si me dices la verdad, yo te enseño y tú habrás aprendido. Quien gana eres tú”-.
La moraleja es: Cuando se le pregunta a una persona algo que desconoce, si ésta es sabia reconoce la realidad y aprovecha la oportunidad para aprender, capitalizando, a su favor, positivamente, una aparente desventaja.
Este hecho contiene enseñanzas válidas en muchos aspectos de la vida.
En incontables situaciones de la actividad diaria, con frecuencia son antepuestas preguntas sobre cosas que se desconocen. La conducta correcta es reconocerlo, a lo cual se puede decir: -“La verdad es que esta información la desconozco, sin embargo, voy a averiguarlo y le haré saber el resultado”.-
En múltiples variantes de los eventuales casos, ese enfoque indica honradez, humildad y deseo de aprender, resolviendo, efectivamente, las situaciones.
Un profesor, un vendedor, un padre o una madre, un empleado o ejecutivo, etcétera, ganan mayor respeto reconociendo que desconocen algo, por cuanto, los demás se dan cuenta, tarde o temprano, y el que es agarrado “in fraganti” una vez, pierde el respeto ajeno, generalmente, por mucho tiempo.
Nadie puede molestarse si se desconoce la respuesta de alguna pregunta; en cambio, aparentar saberlo todo hace perder la autoridad en aquellas cosas que si se conocen.
La autenticidad, -es decir, ser en vez de aparentar-, la honradez, la humildad, la aceptación de la realidad, el deseo de mejorar, son valores y virtudes que consolidan el desarrollo de la propia personalidad, ganan prestigio y una sólida reputación de que se es confiable.
La persona –cliente, etcétera- confía cuando tú le das una respuesta; es preciso corresponder a dicha confianza; el alumno admira al profesor que reconoce que no lo sabe todo y éste, sabiamente, a la vez que se compromete en investigarlo, y lo cumple, impone la misma tarea al pupilo y todos se benefician.
Los padres se ganan el respeto de sus hijos, por cuanto demuestran que, al igual que ellos, tienen mucho que aprender y aprovechan para hacerlo conjuntamente.
El jefe –o la jefa- ayudará al empleado en aquellos puntos menos fuertes; el ejecutivo que tiene la visión de rodearse de seguidores capaces, tiene siempre el valor de reconocer cuando algunos de sus seguidores sabe más que él, en alguna área, dándole la merecida importancia, aprende y canaliza, útilmente, dicho potencial y, lo más importante, gana el reconocimiento de sus colaboradores que ven en él al líder capaz, generoso, con buena dosis de humildad, que propicia su crecimiento profesional y humano; en estos casos, sus seguidores se esmeraran en ayudarle con sumo agrado.
Ejercitando la práctica de todas las virtudes, y, en especial, la honradez en todos los actos de la vida, afrontando con realismo todas las situaciones, asumiendo la propia responsabilidad, cada quien tiene a su alcance dar su aporte para construir un mundo mejor cada día.
Afronta la realidad con valor. Sócrates, en el siglo de oro de Grecia, solía decir: -“Yo sólo sé que no sé aquello que no sé”-. Mientras que, Joaquín Trincado, gran filósofo español del siglo XX, -de corte espirita-, en uno de sus aforismos, señaló acertadamente: -“El sabio nunca sabe, pero sabe estudiar y sabe”-.
Haz una lista de cien temas que deseas conocer y fórjate el propósito de estudiarlos a fondo, uno a la vez. Diez temas por año y tendrás tareas para la próxima década.
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En cierta ocasión, estaba un discípulo caminando con su maestro y habiéndole hecho días antes una pregunta cuya respuesta le dejo inconforme, volvió, en esta oportunidad, a plantearla, nuevamente, en forma camuflada, a lo cual, contestó el maestro: -“No preguntes lo que ya sabes”-.
La moraleja tiene varias lecciones interesantes: la primera es que, gran número de personas conocen cual es su deber y lo que deben hacer, pero, preguntando, buscan una excusa para que alguien los libere, con su respuesta, de su responsabilidad.
La segunda, es la de que, muchas personas, conociendo la respuesta, formulan la pregunta, para acto seguido, pasar a responderla, luciéndose con sus conocimientos.
La clave de sabiduría consiste en que, si conoces la respuesta, deja de preguntar, tanto para cumplir con tu deber como para lucirte.
Actúa de acuerdo con tu conocimiento y luego asume una actitud de tranquilidad. La persona sabia habla sólo cuando es necesario.
El mismo maestro, otro día que caminaba con su discípulo, a un cierto momento de la conversación, le dijo: -“Observa, con la misma fuerza con que lanzas una pelota a la pared, ésta vuelve a ti”-. Luego, agregó: -“ Si tú vienes a mí con bien, éste se vuelve contigo”-.
La moraleja es evidente. Está basada en la ley de acción y reacción; causas y efectos.
Muchas máximas populares aseveran la sabiduría de este principio universal; por ejemplo: -“Con la misma vara con que midieres serás medido”; “lo que siembras, recoges”; “lo que das, recibes”; “lo que dices, obtienes”; “el que trabaja, progresa”; “el que estudia, aprende”; “el que perdona, es perdonado, tarde o temprano”, (aunque tenga que pagar siempre lo que debe); “el que reconoce, es reconocido”; “el que respeta, es respetado”; “el que se auto-estima, es estimado”; “el que sirve, es servido”. Y, tantas otras variables que, de una u otra forma, tienen relación, directa o indirectamente.
La regla de oro clásica, la sustenta, cuando expresa: -“Haz a los demás lo mismo que te gustaría que te hicieran en idénticas condiciones”-.
En todos los actos de la vida, la ley de acción y reacción compensa todas las situaciones, al obtener, cada persona, lo mismo que da.
Cada vez que se actúa, es preciso recordar las sabias palabras del maestro, cuando dice: -“Si das amor, recibirás amor; si amistad, amistad; si trabajo, ahorro e inversión, riqueza; si armonía, sosiego; si aprecio, estima”; etcétera.
Al concluir el paseo, llegando al frente de su casa, el maestro le dijo al discípulo: -“Es mejor que nos despidamos aquí; la amistad se mantiene más cuando no se contagia con mucha familiaridad”-.
La moraleja consiste en que, si no te invitan deja de hacer la visita.
Al mantener cada persona la privacidad de su hogar, se obtienen incontables beneficios, que, cada quien, personalmente, puede enumerar. Por supuesto, existen excepciones.
En otra ocasión, el maestro dijo al discípulo: -“Hijo, lo más grande es la humildad; es mejor caminar, por la vida, bajito”-.
La persona grande, es sencilla, humilde, con elevada dignidad que enaltece y gana admiración. No tiene porque hacer demostraciones innecesarias. Le basta su propia convicción; su auto-estima es alta; respeta y es respetado; da y recibe amor; reconoce los méritos de los demás; está consciente de lo mucho que todavía hay por hacer para tomarse, a si misma, demasiado en serio.
Hablar de sí, ensalzarse o auto-elogiarse, como decía, acertadamente, Simón Bolívar, va en detrimento del propio mérito.
En otra ocasión, el maestro dijo al discípulo: -“Mucha gente se lamenta de la carga que lleva; pero, ello de nada sirve, por cuanto, la vida, pone a cada persona la que le conviene, puede y debe llevar”-.
Es decir, si se tiene una determinada carga a cuesta, es porque se puede con ella, caso contrario, la vida no la habría puesto.
Hay que tener auto-confianza, pero, sobre todo en la bondad de las leyes de la vida que, con sabiduría, rigen todo adecuadamente.
En el momento oportuno, aparece, de donde menos se piensa, -o espera-, la ayuda adecuada; pero, es menester que cada persona asuma su carga con contento divino, serenidad, aceptación y disposición de llegar a la meta, aún cuando las cargas se incrementaran, por cuanto, de ser así, la vida proporciona, a tiempo, las fuerzas necesarias para ello.
Da las gracias al Gran Ser Supremo por tus cargas; llévalas con serenidad y paciencia. Supera tu prueba con tranquilidad, sosiego, confianza.
Después vendrán nuevas cargas, aún, para impulsar tu evolución.
Dijo el maestro al discípulo: -“Cuando todo parece perdido, de alguna parte sale la solución, siempre a tiempo”-.
La clave está en jamás abandonar; en persistir con confianza, fe y tenacidad, silenciosamente. En el acto de negarse a abandonar, se activa, automáticamente, el poder interior cuyo mecanismo lleva a la realización de las cosas esenciales que es preciso culminar con éxito.
Un paso a la vez se recorre el camino. Si tú te mantiene en el escenario, nadie te sacará de él, siempre que respetes las reglas del juego. Hazlo y tendrás el poder para hacerlo, decía, siempre, el maestro.
Estaba un día el discípulo haciendo un trabajo, cuando el maestro le preguntó: -“¿Lo mediste?” -“No, contestó el aprendiz, lo hice a ojos”-. El maestro le explicó: -“Maestro a ojos no vale un hinojo”-.
La moraleja es evidente. Muchas personas andan por la vida, calculando los fines de la existencia a ojos, es decir, improvisando; consecuencia, los resultados dejan de corresponder ala realidad que deberían conquistar.
En todo lo que hagas, calcula bien los resultados que debes obtener, en cuánto tiempo es preciso lograrlos, cómo y dónde realizarlos, y, sobre todo, ¿por qué?
Hazte cargo probable de los resultados antes de emprender la tarea. Decidida la meta, emprende el camino con firmeza, hablando poco, actuando mucho, estudiando siempre, aprendiendo de todos, ayudando constantemente, estando siempre ojos avizores.
Calcula con tino las cosas que precisas resolver. Establece, debidamente, las prioridades que te competen y desarrolla, sabiamente, el sentido de la medida en todas las acciones.
Adelante.



sábado, 5 de septiembre de 2015

LA RUOTA DELLA VITA



LA RUOTA DELLA VITA

©Giuseppe Isgró C.


Dal buio della notte dei tempi si proietta una luce, -da sempre esistita- che illumina il firmamento.

È la luce dello Spirito evoluto che ha scoperto l´essenza universale che egli possiede in se stesso, ed è possibile per chiunque sia in grado di percepirla, per la via umida, o per la secca, o regale, vederla.

Per alcuni è troppa luce e guardarla di fronte non possono farlo, perchè si abbagliano.

Pero, per altri, invece, è conforto vedère la sua intensa luminosità, e seguirla come guida.

I suoi occhi possono vederla perchè sono abbituati a guardarla, e capisce la mente dotta il messaggio che contiene.

La luce é símbolo di saggezza, emblèma del Grande Architetto del Universo, che spinge ad ogni essere ad andaré avanti, oltre il sentiero in cui si trova. La strada è lunga, e non si può rimanere fermi mai in luogo alcuno.

Bisogna trascéndere, e andare oltre; è preciso seguire la luce. Quando uno si avvicina percepisce che la luce emana dalla Ruota: il Circolo ed il Segno Piú, simbolo dell´Essere Universale. È la Divinità che accompagna ad ognuno nel eterno viàggio di ritorno dell´essere individuale all´Essere Universale.

Mai la Ruota del Destino abbandona nessuno. Sempre gli sta accanto como guida, come spinta que spinge avanti. Dentro della coscienza esprime il sentimento dei valori universali per i cui parametri inmarcare i propi pensieri, sentimenti, parole ed atti.

Chi segue l´ispirazione divina, realizza una vita virtuosa. Il sentimento di vergogna sará il maestro di vita che frenarà la smisurata passione nei giusti limiti e non andrà oltre al consiglio della prudenza.

Pero, la saggezza muove ad andaré oltre; la legge della vita non è restare fermi nella gloria conquistata. È acquistàre un nuovo successo alla Gloria del Grande Architetto dell´Universo, in ogni tappa esistenziàle.

L´opera è della Divinità, non nostra; al suo servizio noi ci incontriamo, pero è nostro il salàrio còsmico che puntualmente ci paga per l´òpera realizzata.

Quello ch´è più importante, in questo salàrio cósmico, è lo sviluppo della inerènte attitudine, vale a dire, la capacità di percepire, di capire e di realizzare. Con questo si acquista il diritto di accèdere a più rilevanti compiti nella vita, che permettano sviluppàre i nostri attributi divini, ossia, l´espressione della coscienza dei valori universali.

Quando questo occorre, significa che la comunicazione con l´Essere Supremo s´avviva, si sente meglio la Sua guida.

Adesso, gia mai si avrà la senzazione della separazione e d´andare soli per la via; sempre si percepisce la Ruota della vita come motore che spinge, luce che guida quale faro in porto fisso, -quale compagna eterna- che si espressa nella propia coscienza come  sentimento dei valori universali.

Il sentimento è il linguaggio che utiliza il Grande Architetto nel suo ruolo di Pedagogo Universale: Egli è, veramente, il Maestro.

Il Maestro interiore è la Divinità che sempre sta in noi, e noi siamo parte indivisa con la Divinità, senza separazione e senza lasciare d´essere la Divinità.

Abbiamo tutti i suoi attributi divini; il suo potere creatore in uno stato di potenzialitá infinita. La nostra coscienza è una replica esatta della coscienza della Divinitá, solo ci manca l´esperienza che si acquista nel eterno presente, andando sempre oltre in progresso, saggezza ed auto-realizzazione, senza limiti.

Scopriamo, finalmente, che la luce non è fuori, è dentro; è il sentimento dei valori universali che nella nostra coscienza illumina il pensiero, invigorisce la volontà e spinge ad ognuno a realizzare gl´atti corretti ed a esprimere le giuste parole in ogni caso.

Si vive la vita virtuosa in armonía perfetta con la natura se si segue la luce che guida della Ruota, motore di vita, permanendo attenti al sentimento dei gia detti valori universali nella coscienza.

Accanto alla via ùmida del conoscimento intellettuale, si scopre la via secca, quella del sentimento dei valori universali, per mezzo dell´ispirazione della Divinità, come l´amore, la prudenza, la giustizia, la fortezza, la temperanza, la bellézza e tanti altri.

Scopre e percepisci la Ruota, od il Cerchio, simbolo della Divinità, senza principio ne fine, ed il Segno Più, che rappresenta l`eterna polarizzazione dell´essere individuale all´Essere Universale. É l´eterna trasmutazione alchèmica- spirituale d´uno stato di coscienza ad un´altro più elevato, senza limiti alcuni.

La Ruota é sempre una e la stessa: la Divinità. La percezione dell´Unità ci fa capire che non c´è differenza fra nessuno, che tutto é Egli, l´Eterno senza nome.

Perchè, chi si trovava prima del prima per sapere il suo nome? Qualunque nome che se le dia, è sempre Egli, l`Essere Supremo: La Divinità. È la Ruota Universale.

Acquista coscienza dell´unione perfetta, indisolubile ed eterna con la Divinitá. Perchè, anche te sei la Divinitá. Ogni essere dei quattro regni naturali: umano, animale, vegetàle e minerale, è una parte indivisa della Divinitá, senza lasciare d´essere la Divinitá e senza separarsi della Divinitá.

Come cambia la maniera di guardare le cose quando si sviluppa la coscienza percettiva, comprensiva e realizzatrice di questa realtá.



Avanti. 

martes, 25 de agosto de 2015

UNIVERSO ABUNDANTE



UNIVERSO ABUNDANTE


©Giuseppe Isgró C.



El universo solo conoce de abundancia aún en la más estricta austeridad. Abundancia o ausencia de ella, constituyen aspectos complementarios de la misma realidad. Lo que vale es el resultado como promedio satisfactorio. Esto es fruto de la propia actitud y comprensión frente a la vida y sus leyes inherentes.
Podría, alguien, en la mayor abundancia, experimentar sentimientos de carencias. En cambio, en la más aparente ausencia de abundancia, puede expresar la mayor felicidad.
Los árboles que crecen en situaciones ventajosas no suelen dar maderas tan buenas como la que lo hacen en condiciones adversas; que requieren emplearse a fondo para imponerse sobre el medio ambiente. Esos árboles que han triunfado sobre la severidad del entorno, son los que utilizaban los artesanos para elaborar las ruedas de las carretas. Esa madera fuerte, resistente, era la ideal para coadyuvar con la carreta del progreso humano.
Decía Blasco Ibañez, pensador español del siglo XX, que “los pueblos no pueden ser eternamente dominados. La vida es cambio, acción, movimiento”. Ciertamente, es preciso incentivar la educación de los valores para ejercer óptimamente la práctica de las virtudes. Un liderazgo guiado por la ética universal.
Con la valentía del Espíritu virtuoso, consciente de la propia misión de vida, entusiasmado por los elevados ideales de los Padres de la Patria, y de la humanidad; cada ciudadano del mundo, en su respectivo país, se forjará el propósito, al igual que lo hiciera Simón Bolívar, o Giuseppe Garibaldi, Giuseppe Mazzini, o Andrés Bello, el Catire Páez o Rómulo Gallegos, de elevar el nivel de conciencia hacia el verdadero destino del ser humano. Progreso integral; riqueza del Espíritu, que por añadidura, aporta la que requiere para la realización de su obra.
Hay que educar a la mujer con los ideales de Concepción Arenal, emulándola, contribuyendo al desarrollo de conciencia de su gran rol como guía de la humanidad. Inspirarse en Amalia Domingo Soler, insigne andaluza que enseña a comprender la vida con sus emocionantes obras de elevadas espiritualidad. La mujer, como compañera, o madre, tiene en sus manos el destino de la humanidad. Tiene una gran responsabilidad y misión. Precisa prepararse mejor para los tiempos que se avecinan. El mundo dará un viraje hacia su verdadero destino de progreso integral, imperando el amor y la justicia divina.
Solo así, los líderes del futuro podrán cumplir su rol para optimizar los recursos, de todo tipo, colocados en sus manos como eficaces administradores, para el desarrollo de cada Nación, y entre todas, en perfecta armonía, del planeta tierra. Es preciso que nadie sea extranjero en ninguna parte. Que se exalte el fervor hacia lo gloriosamente grande para construir un mundo mejor que el que hemos recibido.
En un universo en el que rige la ley de la abundancia, hay que adquirir conciencia de que, en cada lugar, o condición en que nos encontremos, es el lugar o la condición idónea para manifestar la abundancia prudente, sabia y armoniosa. Son las condiciones que, transmutándolas, aportan lo que se precisa. Encierran en sí mismas los tesoros que se buscan en otros partes, fuera. Ellos, los tesoros, se encuentran dentro: Conocimiento, actitud mental positiva, entusiasmo, creatividad, intuición, inspiración, propósitos definidos, objetivos de vida a corto, mediano, largo y macro plazo.

Pitaco, decía: -“Todo lo llevo conmigo”. La mayor riqueza consiste en el desarrollo de la aptitud del Espíritu, la cual se manifiesta en una más elevada conciencia perceptiva, comprensiva y realizadora; es decir: capacidad de hacer o de dejar de hacer. 

Adelante.

domingo, 9 de agosto de 2015

CICLOS DE VIDA CORTOS, O REENCARNACIONES CORTAS:





 CICLOS DE VIDA CORTOS,
O REENCARNACIONES CORTAS:

© Giuseppe Isgró C.

-“La guerra es dulce para quienes no la han experimentado”-.
Erasmo de Rotterdam.

-Dedicado a S. A. L. M.


Las existencias cortas tienen su misión propia y finalidad útil, aunque resulten dolorosas para los familiares en cuyo seno desencarna un ser querido.
Sólo el conocimiento de lo que, realmente, ocurre, en estos casos, puede aportar serenidad, comprensión, sosiego y la convicción de que, con lo ocurrido, bajo cualquier forma, es lo que debía ocurrir, casi siempre por obedecer a un programa previamente previsto por el propio Espíritu, antes de encarnar.
Esto, bien sea como prueba de vida para unos, aprendizaje para otros, y misión para el que parte para la dimensión espiritual, que es quien, en definitiva menos sufre, por cuanto desde la dimensión espiritual se da cuenta de que se ha cumplido parte de su programa de vida, es decir, el de venir a la existencia para realizar algunos objetivos que quedaron pendientes de vidas anteriores. Algunas veces para dar una o más vidas que debía dar, y tantos otros objetivos que solamente las personas allegadas pueden conocer o percibir. Se les observa a los seres que van a culminar una existencia corta, como en los últimos tiempos previos a la desencarnación tienen un gran afán por culminar o realizar determinados objetivos u actividades, como si quisieran culminarlos cuanto antes, o como si estuviesen conscientes de que disponen de un tiempo limitado para ello.
Ahora, desde la dimensión espiritual, el Espíritu que ha culminado una existencia corta, prepara –aunque ya está parcialmente preparado con antelación- su nuevo plan de vida para reencarnar.
Muchas veces prepara el camino para formar un nuevo grupo familiar con antelación, en el cual habrán de reencarnar algunos miembros de su actual familia, que sin esa desencarnación relativa a una existencia corta, no habría podido verificarse.
En todo cuanto ocurre siempre hay una razón oculta, que ahora no se ve, y resulta dolorosa, pero es preciso percibir, comprendiendo el plan de vida que trasciende un solo ciclo existencial.
Hay una razón detrás de estos acontecimientos de por sí dolorosos, cuya comprensión, de alcanzarse, aporta sosiego y la convicción de que detrás de todo lo que ocurre, actúan fuerzas positivas que conducen las cosas al punto de equilibrio necesario y adecuado.
Si el Espíritu desencarnado después de una corta existencia pudiese comunicarse con sus familiares y amigos, les diría: -“Queridos, no sufráis, que estoy bien. Lo que me hace sufrir es vuestro dolor y sufrimiento. Vosotros pensáis que todo se acabó, y en realidad, esto no es así: es el comienzo de una nueva etapa en nuestro plan de vida –común-. Estoy bien, y quiero veros sosegados, serenos, llenos de paz, ya que la separación es aparente. Sigo estando con vosotros, a vuestro lado. Os apoyaré, y asistiré cada vez que sea necesario y durante el sueño de vuestras materias, nuestros Espíritus se encontrarán cada día y podremos intercambiar conscientemente las expresiones de nuestros afectos, que seguirán fortaleciéndose cada día más y mejor”.
En ocasiones, el Espíritu que ha partido a la dimensión espiritual encarnará en corto tiempo como nieto, o biznieto, en la misma familia, (alguna veces, hasta con los mismos padres, cuando ello es posible y está planificado de esta manera, con antelación).
Por eso, en el tiempo, hay que estar pendiente de los rasgos de la personalidad de los nuevos miembros que van naciendo, tanto en lo físico, las aptitudes, la idiosincrasia, los traumas, las fobias, las marcas de nacimiento, entre otros tantos aspectos, que permitan el eventual reconocimiento de una reencarnación anterior.
Esto debido a que, cada ser, de una vida a otra arrastra los rasgos físicos, las aptitudes, la idiosincrasia, los traumas, las fobias, las marcas originadas en determinadas circunstancias de vidas pasadas, etc.
Pero, también pueden nacer en otras familias, y de hecho así ocurre, como lo demuestran más de 5.000 casos comprobados, científicamente, de reencarnación. Empero, muchas de estas diferentes familias que se van formando conforman un solo núcleo familiar a nivel espiritual.
Sus integrantes van naciendo conformando uno u otro grupo de acuerdo a las circunstancias temporales, pero se apoyan recíprocamente, espiritualmente hablando, tanto de una dimensión a la otra, como estando encarnados, por proyección espiritual, o desdoblamiento, durante el sueño, o en los intervalos breves de evasión de la conciencia, ensoñación o interiorización.
Con la serenidad de nuestros pensamientos, sentimientos, palabras y actos, aportamos sosiego y fortaleza a quienes se han ido antes a la dimensión espiritual, como parte de su plan de vida.
Casi siempre, nadie se va antes o después del lapso programado con antelación de la respectiva reencarnación. Lapso que es determinado por el propio Espíritu en el momento de planificar cada nuevo ciclo de vida. Salvo las excepciones, naturalmente. Muchas excepciones son debidas a cambios drásticos que afectan el plan de un cierto número de personas involucradas en un proyecto común, que precisa cambio de planes o de objetivos, lo cual determina concluir con antelación un ciclo de vida, para dar inicio a otro. Estos cambios virtualmente cuentan con la aprobación de las partes involucradas, salvo las eventuales excepciones que pudiesen haber por causa de la justicia divina, y la ley de afinidad, que dirigen el programa evolutivo de cada mundo, cuyos regidores saben lo que mejor conviene a cada ser, como un acto de amor. Pero, la ley cósmica siempre toma en cuenta el libre albedrío de cada quien, por la acción de la ley de causa y efecto, sobre cuyo resultado actúa la ley de afinidad, sabia ordenadora del Universo, buscando siempre el bien común. Es un tema digno de ulteriores análisis y estudio.

EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



http://enbuscadelavictoria.blogspot.com/

UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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viernes, 2 de octubre de 2015

TÚ, QUE PREPARAS EL CAMINO


TÚ, QUE PREPARAS EL CAMINO

©Giuseppe Isgró C.

 Escrito de juventud: 1970.



¡Oh, tú que avanzas con paso firme! Tu semblante irradia aura azulacea. La serenidad tus ojos trasportan de valles lejanos. Las centellas por ellos despedidas saturan campos adversos y establecen la armonía.

¡Oh, tú que eres maestro, de la vida maestro, de la Creación sabio, en el amor fuerte, tu palabra es oída con admiración. Tus sentencias  son cumplidas con respeto! Tu visión clara y aguda permite que vislumbres la realidad. Tú preparas el camino. Aquel que viene exige las cuentas. El examen pendiente hay que rendir. Tú preparas las mentes, da el aviso oportuno. Hay ciegos, hay sordos; serán desterrados a moradas acordes a sus estados de conciencias, para hacer conciencia. Es la acción instantánea de la Ley de afinidad que ubica, y reúbica, a cada quien, por el saldo de su suma existencial. Los trabajadores asiduos disfrutarán la cosecha del viñedo. Aquel vino como ladrón de sorpresa. Pronto vendrá para lo decisivo: -“Quedar”, o “marchar”. Es importante trabajar: estudiando para la evolución del séptimo día: La era de la luz de la conciencia.

Tú que preparas el camino, uno del grupo y estás acompañado, has vuelto en la transición. Eres la trompeta que anuncia al que es “el primero” y llaman “gobernador”. La familia del planeta tierra está bajo su guía. Ésta entra en la solidaridad universal. La era de luz de la conciencia ha nacido. La luz del nuevo día de progreso alumbra al hombre consciente de su Espíritu, alma y cuerpo y de los atributos divinos, o valores universales, que les son inherentes.

Consciente avanza la gente. Presiente en su conciencia algo por acontecer. La actividad acrecienta el ritmo para alcanzar los objetivos en el tiempo prefijado. Unos prevarican, temporalmente, y descienden los peldaños de la involución y concupiscencias. Otros, más conscientes cumplen lo prometido en su plan de vida, previo a la última reencarnación. Superan los abismos pasionales. La faz de sus materias se depura y es iluminada por la luz de la evolución: estados de conciencia, conocimiento y experiencia. Lo demás ya es poseído en estado de potencialidad infinita; precisamente, lo único que falta es la experiencia para expresar el conocimiento innato y el poder potencialmente infinito por medio de las necesidades, anhelos y propósitos de vida, en el eterno presente. El amor sella la transición para dar cabida al nuevo día de luz, sabiduría y poder creador en conexión con la Divinidad.

Tú que conoces la situación, no dejas a tus hermanos menores a sus débiles fuerzas. Tú les ofreces la potencia de tu luz y sabiduría a aquellos que quieren cumplir su misión cósmica. Quienes aceptan cumplir su misión de vida, que traen a cada ciclo de vida, alcanzan la meta, y triunfan. Aquellos que la luz, de momento, resistir no pueden, y, temporalmente, emanciparse dejan, experimentarán los efectos de su rebeldía, y aprenderán por el camino del dolor.  Pero, un día han de llamar, solicitando cooperación y ayuda, luz y guía, asistencia y protección: tú le tiendes las manos. ¡Ese será un gran día!

La humanidad del momento actúa para superar su poco fácil prueba. Tú estás aquí para ayudarle. Tú limpiarás el camino, señalando la ruta a seguir. Pero el camino deben recorrerlo cada uno de los seres a quienes corresponda hacerlo. Pero, la Rueda de la Vida, la Divinidad, está presente para asistir a cada quien, en el eterno retorno del ser individual al Ser Universal.

El trabajo es arduo, de largo aliento, y plazo; pero, amparado por tu potencia y la de tus afines, será posible la realización de tus ideales y cometido, para cuando llegue aquel que llaman “gobernador”, al que se ha de rendir examen. El examen para aprovechar la oportunidad para entrar en el nuevo día.

Hacia el año 30.000 de nuestra era, habremos llegado a un nivel de depuración, orden y armonía adecuado para que, a partir de ese momento, desarrollar la auténtica obra que le está asignada al planeta tierra, Muchas veces, habrá que ir y venir para optimizar los resultados. Tu presencia, siempre estará allí, como guía certero, enseñando a las nuevas generaciones, que deben conectar con la Divinidad, para expresar la sabiduría de los valores universales y la potencia creadora del Espíritu, en los cuatro reinos naturales.  Es preciso centrar la atención en la Divinidad que acompaña a cada ser. Tu misión es esa: enseñar a cada quien, la conexión en la Divinidad. Lo demás, viene por añadidura. Palabras de sabiduría le dijo el Espíritu de Gabriel a Mahoma: No hay más Dios que Dios. Cada quien es un mensajero en su respectivo nivel.


Adelante.

martes, 15 de septiembre de 2015

MORALEJAS

MORALEJAS

©Giuseppe Isgró C.


Cuando se asciende por una colina se van observando las irregularidades del terreno, de la hierba, de los arbustos y árboles; empero, al llegar a la cima, al contemplar el panorama con visión de conjunto, se observa un hermoso valle, lleno de armonía y belleza, conformando una unidad coherente y uniforme.
De igual manera acontece en la vida; el mundo en que se vive, algunas veces pareciera un caos, sin embargo, detrás de las apariencias inmediatas existe un orden perfecto acorde con los planes del Gran Ser Supremo.
Cada persona, cosa o suceso, está donde debe estar, de acuerdo a los citados planes cósmicos y en perfecta armonía con la suma existencial de cada quien, que le ubica o reubica, constantemente, de acuerdo a la variación de la misma.
El planeta tierra es una escuela de sabiduría, en múltiples grados y con un programa existencial que rige todo: naciones, pueblos, personas, acontecimientos y programas de estudios.
Por supuesto, existe el libre albedrío, en cada persona, pudiendo cooperar o dejar de hacerlo, recibiendo la compensación acorde.
Evidentemente, es más fructífero armonizar con los planes cósmicos y prestar el propio concurso.
En cada etapa y lugar, se manifiesta el programa que compete de acuerdo al espíritu de los tiempos, según el cual y la preparación colectiva y/o individual, aparecen maestros adecuados y las tareas acordes.
Se va manifestando, gradualmente, la labor de estudio que significa un nuevo avance y progreso para la humanidad.
Según la acción de una persona, existe una reacción igual que trae la enseñanza de donde menos se piensa.
Dependiendo de la lección precisada, aparece la persona adecuada, dentro de la propia familia, en el ámbito del trabajo, en contactos casuales o “causales”, etcétera, donde se observa como, alguien comienza a hablar, dando el conocimiento que se requería, o actuando de tal manera que da la lección precisa.
Las grandes lecciones, al igual que las moralejas contenidas en las antiguas fábulas, provienen de hechos sencillos que diariamente se viven, como expresión del genio pedagógico de la naturaleza de las cosas; los ejemplos expuestos a continuación, ilustran las enseñanzas, siempre oportunas, que la escuela de la vida, diariamente provee, para quien tenga ojos para ver, oídos para oír y entendimiento para comprender.
Preguntó el maestro al discípulo: -“¿Sabes utilizar este instrumento?”- A lo que, el discípulo contestó: -“Sí”-. –“Entonces, hazme esta medición”-. Por supuesto, es este caso, el discípulo desconocía el modo de hacerlo.
Acto seguido escuchó las palabras llenas de sabiduría del maestro: -“Si no sabes y me dices que sabes, yo dejo de enseñarte y el que pierdes eres tú. Si me dices la verdad, yo te enseño y tú habrás aprendido. Quien gana eres tú”-.
La moraleja es: Cuando se le pregunta a una persona algo que desconoce, si ésta es sabia reconoce la realidad y aprovecha la oportunidad para aprender, capitalizando, a su favor, positivamente, una aparente desventaja.
Este hecho contiene enseñanzas válidas en muchos aspectos de la vida.
En incontables situaciones de la actividad diaria, con frecuencia son antepuestas preguntas sobre cosas que se desconocen. La conducta correcta es reconocerlo, a lo cual se puede decir: -“La verdad es que esta información la desconozco, sin embargo, voy a averiguarlo y le haré saber el resultado”.-
En múltiples variantes de los eventuales casos, ese enfoque indica honradez, humildad y deseo de aprender, resolviendo, efectivamente, las situaciones.
Un profesor, un vendedor, un padre o una madre, un empleado o ejecutivo, etcétera, ganan mayor respeto reconociendo que desconocen algo, por cuanto, los demás se dan cuenta, tarde o temprano, y el que es agarrado “in fraganti” una vez, pierde el respeto ajeno, generalmente, por mucho tiempo.
Nadie puede molestarse si se desconoce la respuesta de alguna pregunta; en cambio, aparentar saberlo todo hace perder la autoridad en aquellas cosas que si se conocen.
La autenticidad, -es decir, ser en vez de aparentar-, la honradez, la humildad, la aceptación de la realidad, el deseo de mejorar, son valores y virtudes que consolidan el desarrollo de la propia personalidad, ganan prestigio y una sólida reputación de que se es confiable.
La persona –cliente, etcétera- confía cuando tú le das una respuesta; es preciso corresponder a dicha confianza; el alumno admira al profesor que reconoce que no lo sabe todo y éste, sabiamente, a la vez que se compromete en investigarlo, y lo cumple, impone la misma tarea al pupilo y todos se benefician.
Los padres se ganan el respeto de sus hijos, por cuanto demuestran que, al igual que ellos, tienen mucho que aprender y aprovechan para hacerlo conjuntamente.
El jefe –o la jefa- ayudará al empleado en aquellos puntos menos fuertes; el ejecutivo que tiene la visión de rodearse de seguidores capaces, tiene siempre el valor de reconocer cuando algunos de sus seguidores sabe más que él, en alguna área, dándole la merecida importancia, aprende y canaliza, útilmente, dicho potencial y, lo más importante, gana el reconocimiento de sus colaboradores que ven en él al líder capaz, generoso, con buena dosis de humildad, que propicia su crecimiento profesional y humano; en estos casos, sus seguidores se esmeraran en ayudarle con sumo agrado.
Ejercitando la práctica de todas las virtudes, y, en especial, la honradez en todos los actos de la vida, afrontando con realismo todas las situaciones, asumiendo la propia responsabilidad, cada quien tiene a su alcance dar su aporte para construir un mundo mejor cada día.
Afronta la realidad con valor. Sócrates, en el siglo de oro de Grecia, solía decir: -“Yo sólo sé que no sé aquello que no sé”-. Mientras que, Joaquín Trincado, gran filósofo español del siglo XX, -de corte espirita-, en uno de sus aforismos, señaló acertadamente: -“El sabio nunca sabe, pero sabe estudiar y sabe”-.
Haz una lista de cien temas que deseas conocer y fórjate el propósito de estudiarlos a fondo, uno a la vez. Diez temas por año y tendrás tareas para la próxima década.
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En cierta ocasión, estaba un discípulo caminando con su maestro y habiéndole hecho días antes una pregunta cuya respuesta le dejo inconforme, volvió, en esta oportunidad, a plantearla, nuevamente, en forma camuflada, a lo cual, contestó el maestro: -“No preguntes lo que ya sabes”-.
La moraleja tiene varias lecciones interesantes: la primera es que, gran número de personas conocen cual es su deber y lo que deben hacer, pero, preguntando, buscan una excusa para que alguien los libere, con su respuesta, de su responsabilidad.
La segunda, es la de que, muchas personas, conociendo la respuesta, formulan la pregunta, para acto seguido, pasar a responderla, luciéndose con sus conocimientos.
La clave de sabiduría consiste en que, si conoces la respuesta, deja de preguntar, tanto para cumplir con tu deber como para lucirte.
Actúa de acuerdo con tu conocimiento y luego asume una actitud de tranquilidad. La persona sabia habla sólo cuando es necesario.
El mismo maestro, otro día que caminaba con su discípulo, a un cierto momento de la conversación, le dijo: -“Observa, con la misma fuerza con que lanzas una pelota a la pared, ésta vuelve a ti”-. Luego, agregó: -“ Si tú vienes a mí con bien, éste se vuelve contigo”-.
La moraleja es evidente. Está basada en la ley de acción y reacción; causas y efectos.
Muchas máximas populares aseveran la sabiduría de este principio universal; por ejemplo: -“Con la misma vara con que midieres serás medido”; “lo que siembras, recoges”; “lo que das, recibes”; “lo que dices, obtienes”; “el que trabaja, progresa”; “el que estudia, aprende”; “el que perdona, es perdonado, tarde o temprano”, (aunque tenga que pagar siempre lo que debe); “el que reconoce, es reconocido”; “el que respeta, es respetado”; “el que se auto-estima, es estimado”; “el que sirve, es servido”. Y, tantas otras variables que, de una u otra forma, tienen relación, directa o indirectamente.
La regla de oro clásica, la sustenta, cuando expresa: -“Haz a los demás lo mismo que te gustaría que te hicieran en idénticas condiciones”-.
En todos los actos de la vida, la ley de acción y reacción compensa todas las situaciones, al obtener, cada persona, lo mismo que da.
Cada vez que se actúa, es preciso recordar las sabias palabras del maestro, cuando dice: -“Si das amor, recibirás amor; si amistad, amistad; si trabajo, ahorro e inversión, riqueza; si armonía, sosiego; si aprecio, estima”; etcétera.
Al concluir el paseo, llegando al frente de su casa, el maestro le dijo al discípulo: -“Es mejor que nos despidamos aquí; la amistad se mantiene más cuando no se contagia con mucha familiaridad”-.
La moraleja consiste en que, si no te invitan deja de hacer la visita.
Al mantener cada persona la privacidad de su hogar, se obtienen incontables beneficios, que, cada quien, personalmente, puede enumerar. Por supuesto, existen excepciones.
En otra ocasión, el maestro dijo al discípulo: -“Hijo, lo más grande es la humildad; es mejor caminar, por la vida, bajito”-.
La persona grande, es sencilla, humilde, con elevada dignidad que enaltece y gana admiración. No tiene porque hacer demostraciones innecesarias. Le basta su propia convicción; su auto-estima es alta; respeta y es respetado; da y recibe amor; reconoce los méritos de los demás; está consciente de lo mucho que todavía hay por hacer para tomarse, a si misma, demasiado en serio.
Hablar de sí, ensalzarse o auto-elogiarse, como decía, acertadamente, Simón Bolívar, va en detrimento del propio mérito.
En otra ocasión, el maestro dijo al discípulo: -“Mucha gente se lamenta de la carga que lleva; pero, ello de nada sirve, por cuanto, la vida, pone a cada persona la que le conviene, puede y debe llevar”-.
Es decir, si se tiene una determinada carga a cuesta, es porque se puede con ella, caso contrario, la vida no la habría puesto.
Hay que tener auto-confianza, pero, sobre todo en la bondad de las leyes de la vida que, con sabiduría, rigen todo adecuadamente.
En el momento oportuno, aparece, de donde menos se piensa, -o espera-, la ayuda adecuada; pero, es menester que cada persona asuma su carga con contento divino, serenidad, aceptación y disposición de llegar a la meta, aún cuando las cargas se incrementaran, por cuanto, de ser así, la vida proporciona, a tiempo, las fuerzas necesarias para ello.
Da las gracias al Gran Ser Supremo por tus cargas; llévalas con serenidad y paciencia. Supera tu prueba con tranquilidad, sosiego, confianza.
Después vendrán nuevas cargas, aún, para impulsar tu evolución.
Dijo el maestro al discípulo: -“Cuando todo parece perdido, de alguna parte sale la solución, siempre a tiempo”-.
La clave está en jamás abandonar; en persistir con confianza, fe y tenacidad, silenciosamente. En el acto de negarse a abandonar, se activa, automáticamente, el poder interior cuyo mecanismo lleva a la realización de las cosas esenciales que es preciso culminar con éxito.
Un paso a la vez se recorre el camino. Si tú te mantiene en el escenario, nadie te sacará de él, siempre que respetes las reglas del juego. Hazlo y tendrás el poder para hacerlo, decía, siempre, el maestro.
Estaba un día el discípulo haciendo un trabajo, cuando el maestro le preguntó: -“¿Lo mediste?” -“No, contestó el aprendiz, lo hice a ojos”-. El maestro le explicó: -“Maestro a ojos no vale un hinojo”-.
La moraleja es evidente. Muchas personas andan por la vida, calculando los fines de la existencia a ojos, es decir, improvisando; consecuencia, los resultados dejan de corresponder ala realidad que deberían conquistar.
En todo lo que hagas, calcula bien los resultados que debes obtener, en cuánto tiempo es preciso lograrlos, cómo y dónde realizarlos, y, sobre todo, ¿por qué?
Hazte cargo probable de los resultados antes de emprender la tarea. Decidida la meta, emprende el camino con firmeza, hablando poco, actuando mucho, estudiando siempre, aprendiendo de todos, ayudando constantemente, estando siempre ojos avizores.
Calcula con tino las cosas que precisas resolver. Establece, debidamente, las prioridades que te competen y desarrolla, sabiamente, el sentido de la medida en todas las acciones.
Adelante.



sábado, 5 de septiembre de 2015

LA RUOTA DELLA VITA



LA RUOTA DELLA VITA

©Giuseppe Isgró C.


Dal buio della notte dei tempi si proietta una luce, -da sempre esistita- che illumina il firmamento.

È la luce dello Spirito evoluto che ha scoperto l´essenza universale che egli possiede in se stesso, ed è possibile per chiunque sia in grado di percepirla, per la via umida, o per la secca, o regale, vederla.

Per alcuni è troppa luce e guardarla di fronte non possono farlo, perchè si abbagliano.

Pero, per altri, invece, è conforto vedère la sua intensa luminosità, e seguirla come guida.

I suoi occhi possono vederla perchè sono abbituati a guardarla, e capisce la mente dotta il messaggio che contiene.

La luce é símbolo di saggezza, emblèma del Grande Architetto del Universo, che spinge ad ogni essere ad andaré avanti, oltre il sentiero in cui si trova. La strada è lunga, e non si può rimanere fermi mai in luogo alcuno.

Bisogna trascéndere, e andare oltre; è preciso seguire la luce. Quando uno si avvicina percepisce che la luce emana dalla Ruota: il Circolo ed il Segno Piú, simbolo dell´Essere Universale. È la Divinità che accompagna ad ognuno nel eterno viàggio di ritorno dell´essere individuale all´Essere Universale.

Mai la Ruota del Destino abbandona nessuno. Sempre gli sta accanto como guida, come spinta que spinge avanti. Dentro della coscienza esprime il sentimento dei valori universali per i cui parametri inmarcare i propi pensieri, sentimenti, parole ed atti.

Chi segue l´ispirazione divina, realizza una vita virtuosa. Il sentimento di vergogna sará il maestro di vita che frenarà la smisurata passione nei giusti limiti e non andrà oltre al consiglio della prudenza.

Pero, la saggezza muove ad andaré oltre; la legge della vita non è restare fermi nella gloria conquistata. È acquistàre un nuovo successo alla Gloria del Grande Architetto dell´Universo, in ogni tappa esistenziàle.

L´opera è della Divinità, non nostra; al suo servizio noi ci incontriamo, pero è nostro il salàrio còsmico che puntualmente ci paga per l´òpera realizzata.

Quello ch´è più importante, in questo salàrio cósmico, è lo sviluppo della inerènte attitudine, vale a dire, la capacità di percepire, di capire e di realizzare. Con questo si acquista il diritto di accèdere a più rilevanti compiti nella vita, che permettano sviluppàre i nostri attributi divini, ossia, l´espressione della coscienza dei valori universali.

Quando questo occorre, significa che la comunicazione con l´Essere Supremo s´avviva, si sente meglio la Sua guida.

Adesso, gia mai si avrà la senzazione della separazione e d´andare soli per la via; sempre si percepisce la Ruota della vita come motore che spinge, luce che guida quale faro in porto fisso, -quale compagna eterna- che si espressa nella propia coscienza come  sentimento dei valori universali.

Il sentimento è il linguaggio che utiliza il Grande Architetto nel suo ruolo di Pedagogo Universale: Egli è, veramente, il Maestro.

Il Maestro interiore è la Divinità che sempre sta in noi, e noi siamo parte indivisa con la Divinità, senza separazione e senza lasciare d´essere la Divinità.

Abbiamo tutti i suoi attributi divini; il suo potere creatore in uno stato di potenzialitá infinita. La nostra coscienza è una replica esatta della coscienza della Divinitá, solo ci manca l´esperienza che si acquista nel eterno presente, andando sempre oltre in progresso, saggezza ed auto-realizzazione, senza limiti.

Scopriamo, finalmente, che la luce non è fuori, è dentro; è il sentimento dei valori universali che nella nostra coscienza illumina il pensiero, invigorisce la volontà e spinge ad ognuno a realizzare gl´atti corretti ed a esprimere le giuste parole in ogni caso.

Si vive la vita virtuosa in armonía perfetta con la natura se si segue la luce che guida della Ruota, motore di vita, permanendo attenti al sentimento dei gia detti valori universali nella coscienza.

Accanto alla via ùmida del conoscimento intellettuale, si scopre la via secca, quella del sentimento dei valori universali, per mezzo dell´ispirazione della Divinità, come l´amore, la prudenza, la giustizia, la fortezza, la temperanza, la bellézza e tanti altri.

Scopre e percepisci la Ruota, od il Cerchio, simbolo della Divinità, senza principio ne fine, ed il Segno Più, che rappresenta l`eterna polarizzazione dell´essere individuale all´Essere Universale. É l´eterna trasmutazione alchèmica- spirituale d´uno stato di coscienza ad un´altro più elevato, senza limiti alcuni.

La Ruota é sempre una e la stessa: la Divinità. La percezione dell´Unità ci fa capire che non c´è differenza fra nessuno, che tutto é Egli, l´Eterno senza nome.

Perchè, chi si trovava prima del prima per sapere il suo nome? Qualunque nome che se le dia, è sempre Egli, l`Essere Supremo: La Divinità. È la Ruota Universale.

Acquista coscienza dell´unione perfetta, indisolubile ed eterna con la Divinitá. Perchè, anche te sei la Divinitá. Ogni essere dei quattro regni naturali: umano, animale, vegetàle e minerale, è una parte indivisa della Divinitá, senza lasciare d´essere la Divinitá e senza separarsi della Divinitá.

Come cambia la maniera di guardare le cose quando si sviluppa la coscienza percettiva, comprensiva e realizzatrice di questa realtá.



Avanti. 

martes, 25 de agosto de 2015

UNIVERSO ABUNDANTE



UNIVERSO ABUNDANTE


©Giuseppe Isgró C.



El universo solo conoce de abundancia aún en la más estricta austeridad. Abundancia o ausencia de ella, constituyen aspectos complementarios de la misma realidad. Lo que vale es el resultado como promedio satisfactorio. Esto es fruto de la propia actitud y comprensión frente a la vida y sus leyes inherentes.
Podría, alguien, en la mayor abundancia, experimentar sentimientos de carencias. En cambio, en la más aparente ausencia de abundancia, puede expresar la mayor felicidad.
Los árboles que crecen en situaciones ventajosas no suelen dar maderas tan buenas como la que lo hacen en condiciones adversas; que requieren emplearse a fondo para imponerse sobre el medio ambiente. Esos árboles que han triunfado sobre la severidad del entorno, son los que utilizaban los artesanos para elaborar las ruedas de las carretas. Esa madera fuerte, resistente, era la ideal para coadyuvar con la carreta del progreso humano.
Decía Blasco Ibañez, pensador español del siglo XX, que “los pueblos no pueden ser eternamente dominados. La vida es cambio, acción, movimiento”. Ciertamente, es preciso incentivar la educación de los valores para ejercer óptimamente la práctica de las virtudes. Un liderazgo guiado por la ética universal.
Con la valentía del Espíritu virtuoso, consciente de la propia misión de vida, entusiasmado por los elevados ideales de los Padres de la Patria, y de la humanidad; cada ciudadano del mundo, en su respectivo país, se forjará el propósito, al igual que lo hiciera Simón Bolívar, o Giuseppe Garibaldi, Giuseppe Mazzini, o Andrés Bello, el Catire Páez o Rómulo Gallegos, de elevar el nivel de conciencia hacia el verdadero destino del ser humano. Progreso integral; riqueza del Espíritu, que por añadidura, aporta la que requiere para la realización de su obra.
Hay que educar a la mujer con los ideales de Concepción Arenal, emulándola, contribuyendo al desarrollo de conciencia de su gran rol como guía de la humanidad. Inspirarse en Amalia Domingo Soler, insigne andaluza que enseña a comprender la vida con sus emocionantes obras de elevadas espiritualidad. La mujer, como compañera, o madre, tiene en sus manos el destino de la humanidad. Tiene una gran responsabilidad y misión. Precisa prepararse mejor para los tiempos que se avecinan. El mundo dará un viraje hacia su verdadero destino de progreso integral, imperando el amor y la justicia divina.
Solo así, los líderes del futuro podrán cumplir su rol para optimizar los recursos, de todo tipo, colocados en sus manos como eficaces administradores, para el desarrollo de cada Nación, y entre todas, en perfecta armonía, del planeta tierra. Es preciso que nadie sea extranjero en ninguna parte. Que se exalte el fervor hacia lo gloriosamente grande para construir un mundo mejor que el que hemos recibido.
En un universo en el que rige la ley de la abundancia, hay que adquirir conciencia de que, en cada lugar, o condición en que nos encontremos, es el lugar o la condición idónea para manifestar la abundancia prudente, sabia y armoniosa. Son las condiciones que, transmutándolas, aportan lo que se precisa. Encierran en sí mismas los tesoros que se buscan en otros partes, fuera. Ellos, los tesoros, se encuentran dentro: Conocimiento, actitud mental positiva, entusiasmo, creatividad, intuición, inspiración, propósitos definidos, objetivos de vida a corto, mediano, largo y macro plazo.

Pitaco, decía: -“Todo lo llevo conmigo”. La mayor riqueza consiste en el desarrollo de la aptitud del Espíritu, la cual se manifiesta en una más elevada conciencia perceptiva, comprensiva y realizadora; es decir: capacidad de hacer o de dejar de hacer. 

Adelante.

domingo, 9 de agosto de 2015

CICLOS DE VIDA CORTOS, O REENCARNACIONES CORTAS:





 CICLOS DE VIDA CORTOS,
O REENCARNACIONES CORTAS:

© Giuseppe Isgró C.

-“La guerra es dulce para quienes no la han experimentado”-.
Erasmo de Rotterdam.

-Dedicado a S. A. L. M.


Las existencias cortas tienen su misión propia y finalidad útil, aunque resulten dolorosas para los familiares en cuyo seno desencarna un ser querido.
Sólo el conocimiento de lo que, realmente, ocurre, en estos casos, puede aportar serenidad, comprensión, sosiego y la convicción de que, con lo ocurrido, bajo cualquier forma, es lo que debía ocurrir, casi siempre por obedecer a un programa previamente previsto por el propio Espíritu, antes de encarnar.
Esto, bien sea como prueba de vida para unos, aprendizaje para otros, y misión para el que parte para la dimensión espiritual, que es quien, en definitiva menos sufre, por cuanto desde la dimensión espiritual se da cuenta de que se ha cumplido parte de su programa de vida, es decir, el de venir a la existencia para realizar algunos objetivos que quedaron pendientes de vidas anteriores. Algunas veces para dar una o más vidas que debía dar, y tantos otros objetivos que solamente las personas allegadas pueden conocer o percibir. Se les observa a los seres que van a culminar una existencia corta, como en los últimos tiempos previos a la desencarnación tienen un gran afán por culminar o realizar determinados objetivos u actividades, como si quisieran culminarlos cuanto antes, o como si estuviesen conscientes de que disponen de un tiempo limitado para ello.
Ahora, desde la dimensión espiritual, el Espíritu que ha culminado una existencia corta, prepara –aunque ya está parcialmente preparado con antelación- su nuevo plan de vida para reencarnar.
Muchas veces prepara el camino para formar un nuevo grupo familiar con antelación, en el cual habrán de reencarnar algunos miembros de su actual familia, que sin esa desencarnación relativa a una existencia corta, no habría podido verificarse.
En todo cuanto ocurre siempre hay una razón oculta, que ahora no se ve, y resulta dolorosa, pero es preciso percibir, comprendiendo el plan de vida que trasciende un solo ciclo existencial.
Hay una razón detrás de estos acontecimientos de por sí dolorosos, cuya comprensión, de alcanzarse, aporta sosiego y la convicción de que detrás de todo lo que ocurre, actúan fuerzas positivas que conducen las cosas al punto de equilibrio necesario y adecuado.
Si el Espíritu desencarnado después de una corta existencia pudiese comunicarse con sus familiares y amigos, les diría: -“Queridos, no sufráis, que estoy bien. Lo que me hace sufrir es vuestro dolor y sufrimiento. Vosotros pensáis que todo se acabó, y en realidad, esto no es así: es el comienzo de una nueva etapa en nuestro plan de vida –común-. Estoy bien, y quiero veros sosegados, serenos, llenos de paz, ya que la separación es aparente. Sigo estando con vosotros, a vuestro lado. Os apoyaré, y asistiré cada vez que sea necesario y durante el sueño de vuestras materias, nuestros Espíritus se encontrarán cada día y podremos intercambiar conscientemente las expresiones de nuestros afectos, que seguirán fortaleciéndose cada día más y mejor”.
En ocasiones, el Espíritu que ha partido a la dimensión espiritual encarnará en corto tiempo como nieto, o biznieto, en la misma familia, (alguna veces, hasta con los mismos padres, cuando ello es posible y está planificado de esta manera, con antelación).
Por eso, en el tiempo, hay que estar pendiente de los rasgos de la personalidad de los nuevos miembros que van naciendo, tanto en lo físico, las aptitudes, la idiosincrasia, los traumas, las fobias, las marcas de nacimiento, entre otros tantos aspectos, que permitan el eventual reconocimiento de una reencarnación anterior.
Esto debido a que, cada ser, de una vida a otra arrastra los rasgos físicos, las aptitudes, la idiosincrasia, los traumas, las fobias, las marcas originadas en determinadas circunstancias de vidas pasadas, etc.
Pero, también pueden nacer en otras familias, y de hecho así ocurre, como lo demuestran más de 5.000 casos comprobados, científicamente, de reencarnación. Empero, muchas de estas diferentes familias que se van formando conforman un solo núcleo familiar a nivel espiritual.
Sus integrantes van naciendo conformando uno u otro grupo de acuerdo a las circunstancias temporales, pero se apoyan recíprocamente, espiritualmente hablando, tanto de una dimensión a la otra, como estando encarnados, por proyección espiritual, o desdoblamiento, durante el sueño, o en los intervalos breves de evasión de la conciencia, ensoñación o interiorización.
Con la serenidad de nuestros pensamientos, sentimientos, palabras y actos, aportamos sosiego y fortaleza a quienes se han ido antes a la dimensión espiritual, como parte de su plan de vida.
Casi siempre, nadie se va antes o después del lapso programado con antelación de la respectiva reencarnación. Lapso que es determinado por el propio Espíritu en el momento de planificar cada nuevo ciclo de vida. Salvo las excepciones, naturalmente. Muchas excepciones son debidas a cambios drásticos que afectan el plan de un cierto número de personas involucradas en un proyecto común, que precisa cambio de planes o de objetivos, lo cual determina concluir con antelación un ciclo de vida, para dar inicio a otro. Estos cambios virtualmente cuentan con la aprobación de las partes involucradas, salvo las eventuales excepciones que pudiesen haber por causa de la justicia divina, y la ley de afinidad, que dirigen el programa evolutivo de cada mundo, cuyos regidores saben lo que mejor conviene a cada ser, como un acto de amor. Pero, la ley cósmica siempre toma en cuenta el libre albedrío de cada quien, por la acción de la ley de causa y efecto, sobre cuyo resultado actúa la ley de afinidad, sabia ordenadora del Universo, buscando siempre el bien común. Es un tema digno de ulteriores análisis y estudio.