domingo, 25 de mayo de 2014

COMENTARIO EXEGÉTICO 45



COMENTARIO EXEGÉTICO 45

Giuseppe Isgró C.


45.        Dónde se encontraban los elementos orgánicos antes de que se formase la tierra?
-“Se encontraban, por decirlo así, en estado de fluido en el espacio, en medio a los Espíritus, o en otros planetas, esperando la creación de la tierra para comenzar una existencia nueva sobre un globo nuevo”-.
-La química nos muestra como las moléculas de los cuerpos orgánicos se unen para formar cristales de constante regularidad, según la especie, hasta encontrarse en las condiciones precisadas. Pero, por poco que falten estas condiciones, no es más posible la unión de los elementos, o por lo menos su disposición regular, que constituye el cristal. Y, por qué no sería lo mismo de los elementos orgánico? Nosotros conservamos, también por años, algunas semillas de plantas y de animales, que se desarrollan sólo a una determinada temperatura y en un ambiente propicio. Se han visto granos de trigo germinar después de varios siglos. Por lo cual, en estas semillas existe un principio latente de vitalidad, el cual para desenvolverse no espera más que una circunstancia favorable. Ahora, lo que sucede cada día bajo nuestra propia mirada, no pudo, quizá, suceder desde el origen del planeta? Tal formación de los seres vivientes, que salen del caos por la fuerza misma de la naturaleza, -disminuye, quizá, la grandeza de Dios? No, más bien responde mejor a la idea de su potencia, que se ejercita sobre infinitos mundos con leyes internas e inmutables. Esta teoría no resuelve, es verdad, la cuestión del origen de los elementos vitales; pero Dios tiene sus misterios, y ha puesto ciertos límites a nuestras investigaciones.
El Libro de los Espíritus
Allan Kardec


-Es verdad que Dios ha puesto ciertos límites a nuestras investigaciones?
 De ser cierto, -cuáles son?
 En primer lugar, potencialmente hablando, Dios no ha puesto límites de ninguna naturaleza, para nadie, excepto el de la evolución personal y los estados de conciencias inherentes, que por propio mérito se van desarrollando, en la espiral evolutiva, en el eterno presente.
 Ese y solamente ese es el único límite; es decir, podemos llegar hasta donde alcanzan nuestras propias fuerzas; empero, ellas son factibles de ser incrementadas por el propio desarrollo evolutivo, en forma gradual y constante.
En la medida en que se va alcanzando una visión más amplia de la realidad que nos circunda, podemos emprender investigaciones y tareas de mayores envergaduras.
 Evidentemente, existe un orden universal que es preciso seguir, siendo imposible saltar determinados grados, pero, lejos de ser un límite, implica una guía del orden que debe orientar nuestros trabajos.
La actitud correcta debe ser, siempre, la de rechazar cualquier imposición de límites de quien quiera que sea.
Si el Ser Universal ha dispuesto que, en el eterno presente, encontremos siempre un más allá de progreso, sin límites algunos, -por qué razón deberíamos aceptar ese tipo de imposiciones de quienes, en un momento dado, pudiesen tener motivos para inhibir una tendencia natural de los seres, aún en los cuatro reinos naturales, es decir, hacia el avance constante hasta donde alcance la infinita imaginación, que es la visión del espíritu.
De encontrar una barrera, es preciso, también, descubrir la manera de superarla, sin importar el tiempo que se pueda requerir ni el esfuerzo o trabajos necesarios a tales efectos.
 Todo es posible de lograr si tenemos la idea clara de lo que queremos y, paralelamente, se emprende la acción suficiente y sostenida en el tiempo, hasta alcanzar el grado de conocimiento o logro anhelado.
A través del progreso, el hombre ha encontrado la manera de ver más lejos inventando el telescopio. Con el microscopio, descubrió un mundo inmensamente pequeño, que escapa a simple vista. Se la ha ingeniado para idear aparatos que le permiten volar y desplazarse a lejanos lugares, a gran velocidad, que solamente unos pocos siglos antes eran apenas sueños en mentes prodigiosas como la de Leonardo Da Vinci. Se puede uno sentar frente a un ordenador y comunicarse en pocos segundos con un sinnúmero de personas, simultáneamente. Se podría enumerar una gran cantidad de otros instrumentos que han extendido en forma prodigiosa la inmensa capacidad de crear del ser humano, y nos asombraríamos todavía más si pudiésemos percibir lo que realizan cada uno de los entes respectivos en los cuatro reinos naturales, incluyendo el mineral.
Aprenderemos a viajar, también, en proyección espiritual, a la velocidad del pensamiento, por el inmenso universo, y percatarnos de lo que existe allí? Muchas pruebas al respecto demuestran que en un día no muy lejano, en cuanto el factor moral alcance el nivel de madurez óptimo, eso será una realidad al alcance de todos, sin excepción.
El ser humano ha descubierto, también, que cuando su capacidad de razonamiento, utilizando la lógica inductiva y deductiva, alcanza al límite de sus posibilidades, se activan las facultades de la intuición y de la inspiración, entrando con una fuente de sabiduría que le permiten percibir lo que apenas unos minutos antes le era desconocido. Dónde se encontraba ese conocimiento?
El ser humano, también, ha observado que, interiorizándose,  entra en conexión divina con el Ser Universal, en una práctica de espiritualidad directa, sin intermediarios, y se transforma en un instrumento activo de su voluntad, fluyendo en su conciencia la sabiduría expresada mediante el lenguaje de los sentimientos de los valores universales, guía infalible en la práctica de todas las virtudes.
De igual manera, ha efectuado un asombroso descubrimiento: el de que posee un poder potencialmente infinito que se expresa en el mismo grado en que va afrontando situaciones para resolver u objetivos por realizar.
Sin importar cuan elevada pueda ser la dificultad encerrada en la situación por resolver o el objetivo por lograr, en cualquier orden, desde una minúscula bagatela familiar hasta un viaje espacial, el ser humano va expresando el poder creador suficiente para alcanzar el respectivo logro, oportunamente.
El ser humano ha efectuado, ya, otro de los grandes descubrimientos trascendentales, como es el de que posee un espíritu eterno e inmortal, que vivirá en una infinidad de ciclos de vidas, en éste y en incontables mundos del universo, en el eterno presente, donde siempre encontrará un más allá de progreso, de sabiduría y de poder creador.
Finalmente, en la medida en que profundiza en el potencialmente infinito poder creador del cual dispone y en el conocimiento más íntimo de sí mismo, percibe que él es el caminante y el camino que conduce a la fuente, en una espiral evolutiva infinita, y a un determinado momento, descubre también, que él es la fuente, formando una unidad perfecta e indisoluble con el SER UNIVERSAL, del cual ha emanado –en el instante preciso- a la conciencia del Ser Individual. Si los hijos de los gatos, son también gatos, los seres humanos, como emanación de la DIVINIDAD, -qué son? Y, el espíritu del gato, -no es, también, una emanación de la Divinidad?
No deja de ser asombroso que tantos seres que forman una UNIDAD perfecta e indisoluble con la DIVINIDAD y las bondades inherentes que eso implica, mantengan el interruptor de la luz de la conciencia apagado, cuando con un simple toque transformarían la noche oscura en un dorado amanecer. Es preciso VIVIR EN CONEXIÓN ESPIRITUAL CON EL SER UNIVERSAL, sin intermediarios, transformándose en un activo instrumento de su voluntad divina.
A Kabir le resultaba inconcebible que en el mar los peces tuvieran sed.
En un universo lleno de abundancia para todos, pensado en grande por el SER UNIVERSAL, con un plan divino de vida para cada quien, -por qué no abrir los ojos y así descubrir las inmensas riquezas al alcance de las propias manos, mediante el SERVICIO, asumiendo la respectiva cuota en la realización de la gran obra?
Escuchar la voz de la conciencia permite descubrir la propia identidad, por cuanto ella es una réplica de la del Creador, y en ella se expresa ÉL mediante el lenguaje de los sentimientos de los valores universales. Allí reside la sabiduría y el poder potencialmente infinito, que permiten el usufructo de la riqueza integral que espera por cada quien, aquí y ahora, en el eterno presente.


miércoles, 21 de mayo de 2014

BELLEZA


BELLEZA

©Giuseppe Isgró C.


Decía Bias, El Prienio: -“Si, al mirarte al espejo, observas belleza en tus rasgos físicos, debes procurar que tus acciones sean bellas; si te aparecen feos, con una bondad bella –de- ver has de enderezar lo que de belleza natural te falte”.

El valor de la belleza, como virtud fundamental, equivale a la justicia expresada estéticamente. La perfección de una obra se manifiesta en la correcta proporción de todos sus elementos, ordenados armoniosamente en un equilibrio justo y perfecto.

La belleza, además de reflejarse en la perfección de las formas, lo hace, también, en la ejecución de actos virtuosos que se corresponde con la justicia, con la cortesía, con la amabilidad, con la suavidad no exenta de la correcta firmeza ni de la justa templanza. Cada acto vinculado con las demás personas es respetuoso, digno y sosegado, haciéndole exactamente lo mismo que, en idénticas condiciones, a cada quien le gustaría recibir.

La belleza, en la conducta exterior, comienza mediante el cultivo de pensamientos y sentimientos ajustados a los valores del amor, de la sabiduría, de la justicia, de la fortaleza, de la templanza y, por supuesto, de la misma belleza, que es la síntesis o resultante.

Los pensamientos y los sentimientos elevados depuran los deseos; los deseos ajustados en la proporción correcta, en la polaridad positiva, transmutan el ser interior, y por equivalencia, dada la ley cósmica, de “como es adentro es afuera”, la depuración interna se refleja en lo externo, tanto en las formas, como en las expresiones y en los actos. Cada uno de los actos comienza a ser ejecutado en armonía con los pensamientos y sentimientos elevados en consonancia con los valores universales, o atributos divinos, inherentes. La persona vive una vida virtuosa en armonía con los principios naturales, emulando el ideal estoico.

La sugerencia de Bias, es que, si se observare que la belleza de las propias facciones, y la de conducta, no se corresponde con los parámetros marcados por los valores universales, “con una bondad bella –de- ver, se ha de enderezar lo que en belleza natural faltare”.


lunes, 19 de mayo de 2014

39. Podemos nosotros conocer el proceso de la formación de los mundos?


COMENTARIO EXEGÉTICO 39

©Giuseppe Isgró C.

39.   Podemos nosotros conocer el proceso de la formación de los mundos?
-“Todo lo que se puede decir, y que vosotros podéis comprender, es que los mundos se forman por la condensación de la materia diseminada en el espacio”-.
El Libro de los Espíritus
Allan Kardec



La respuesta a esta pregunta contiene la clave esencial para descifrar el misterio de la creación de los mundos, cuando expresa: -“..los mundos se forman por la condensación de la materia diseminada en el espacio”. La materia es energía condensada. Quienes la condensan son los Espíritus  elementales de la naturaleza, al vibrar en determinada frecuencia. Cada uno de los elementos, conocidos y por conocer, está compuesto de Espíritu, alma y cuerpo. El Espíritu del hierro, por ejemplo, vibra a la tasa vibratoria del hierro y lo condensa, y así sucesivamente, ocurre con todos los demás elementos. Luego viene la combinación de los elementos, por ejemplo, dos moléculas de hidrógenos con una de oxígeno, forman el agua. Todas las vertientes y variantes en las respectivas combinaciones y aleaciones, dan diversas formas de materia orgánica e inorgánica. Luego, vienen las diversas especies de los distintos reinos naturales, además del mineral, ya mencionado.
Con una perspectiva universal de la vida, hoy sabemos que nos llega la luz de mundos que existieron hace millones de años, y que, dada la inmensa distancia que les separaba del planeta tierra nos sigue llegando su luz, lo cual indica que dichos mundos se formaron, se desarrollaron y se desintegraron. Al mismo tiempo, existen mundos en formación, descubiertos por la astronomía, lo cual índica que su  creación es un proceso constante, y por lo tanto, siendo la tierra un mundo más reciente, cuando se formó ya era un procedimiento desarrollado y puesto en práctica en millones de otros globos. Quién realiza la Creación de los mundos? Dios?
Dios, tal como lo hemos expuesto en anteriores comentarios exegéticos, sin dejar de ser Él, y sin separarse de Él, encarna en el alma universal como un ser individual, en los cuatro reinos naturales, tantas veces como fuere necesario, cada vez que se va a crear un mundo originario. El trabajo de Dios consiste en la emanación a la conciencia individual de tantos seres como fueren necesarios, y en la aplicación de la ley cósmica. Pero, el trabajo de la creación del mundo en particular le corresponde a los Espíritus de los cuatro reinos de la naturaleza bajo la dirección de los maestros de la Creación, que son los Espíritus muy evolucionados. Estos Espíritus avanzados, dada la eternidad pasada, habrán alcanzado niveles tan elevados de conciencia y progreso, que les permite que estén una eternidad por delante de quienes recién empiezan el proceso evolutivo. De acuerdo al nivel de progreso de una determinada familia espiritual, los maestros de la creación diseñan, con antelación, el mundo que habrá de ocupar dicha familia después de que termine el ciclo de vida del que ahora habitan. Será una nueva morada con otros niveles de estudios universales. Efectuado el plan del nuevo mundo, los Espíritus maestros de la creación ordenan a los Espíritus elementales de la naturaleza que condensen la energía cósmica en materia, cada uno de acuerdo con su índole, y luego, de efectuar las respectivas combinaciones y variantes a que hubiese lugar, de acuerdo a las leyes de la física, de la química, de la biología, etcétera. Cada quien, de acuerdo con el arte que domina, presta su concuerdo tanto en la creación del mundo como en su ulterior desarrollo. Allí vemos los diversos diseños en las especies vegetales y animales, para adaptarle a las funciones que les son inherentes. Es un trabajo de equipo, bajo la dirección de los maestros de la creación, y por la ley cósmica, regidos por el Creador universal, quien inspira, en la conciencia de cada quien, el conocimiento necesario y precisado en cada caso, por el lenguaje de los sentimientos de los valores universales, imprimiendo una fuerza de empuje y otra de bloqueo, para coordinar el esfuerzo de todo el conjunto, en un perfecto orden y armonía, regido todo por la ley de afinidad, la de justicia, la de igualdad, la de compensación y la de amor, como síntesis de la ley cósmica.  

sábado, 17 de mayo de 2014

30. -La materia consta de uno solo, o de más elementos?


MEDITACIÓN ESENCIAL  30

30. -La materia consta de uno solo, o de más elementos?

-“El elemento primitivo es uno solo. Los cuerpos, que vosotros consideráis como sencillos, no son elementos verdaderos, sino modificaciones y transformaciones de la materia primitiva”-.

El Libro de los Espíritus
Allan Kardec



La fuente energética universal es una sola. Se ha mencionado, en diversas ocasiones, como los Espíritus elementales de la naturaleza, a partir de la energía, y de acuerdo a su propia índole y frecuencia vibratoria, condensan la energía y la manifiestan en materia, en la extensa gama de elementos conocidos y por conocer.
De ahí en adelante, de acuerdo a la ley cósmica, y a las respectivas leyes de la física, de la química y de la biología, entre otras, se manifiestan todas las variantes de la materia, en todas las vertientes posibles, de acuerdo con los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo.
De la misma tierra cada especie vegetal extrae su respectivo fruto, o substancia. Esa tierra, aparentemente uniforme, estaba conformada por múltiples elementos y substancias. Hay una inteligencia rectora, en cada elemento y substancia, que realiza ese trabajo, evolucionando ad infinitum en el proceso.
La energía cósmica, siendo la misma y única, aparentemente, contiene la esencia de todas las variables posibles, sin límites de ninguna clase. Es el trabajo de cada Espíritu, en los cuatro reinos naturales, que realiza esa labor, cada quien en su respectiva esfera mental, en la infinita espiral evolutiva. Cada uno de los cuatro reinos sirve de soporte para todos los demás, tanto en la dimensión física como en la espiritual.
Esa energía cósmica, pese a ser la misma, no contiene en sí misma toda la infinita gama vibratoria?
De ser así, cada uno de los Espíritus elementales de la naturaleza, al vibrar en su respectiva frecuencia, no extraería, de la misma energía universal, la que más, o mejor, se adapta a su propia frecuencia vibratoria?
Cada Espíritu de los cuatro reinos naturales se encuentra ubicado, en la dimensión espiritual, en su propia frecuencia vibratoria; es a partir de ese nivel vibratorio, en la eterna e infinita escala vibratoria del universo, que cada Espíritu elemental condensa la energía y la manifiesta en la dimensión física de la vida, base y soporte para la manifestación de los otros tres reinos naturales. De igual manera, para todas las gamas de combinaciones físicas, químicas y biológicas.
En Radiestesia se sabe medir, con el instrumento pendular, el tono vibratorio de cada persona, animal, vegetal o elemento mineral, y ubicar, de esta manera, a cada quien, por su tono vibratorio, en el respectivo grado, en una circunferencia, entre el cero y los 360 grados. Con mayor detenimiento prospectivo, se ubicaría, también, a cada quien, en un círculo-nivel diferente, en la espiral evolutiva.
Es a partir de ese tono vibratorio especifico, de cada persona, animal, vegetal o sustancia determinada, que el radiestesista realiza su trabajo de prospección, con precisión matemática.
Podríamos concluir que cada Espíritu elemental, al igual que los demás Espíritus en los restantes reinos naturales, emprenden un camino a partir del grado cero de manifestación de la conciencia. Empero, en el eterno camino de Retorno del ser individual, en los cuatro reinos naturales, al Ser universal, cada Espíritu elemental va manifestando, a partir de la condensación de la energía, el respectivo elemento que le es inherente, en una materia más depurada, y sutil, (menos densa, hasta más trasparente, en algunos casos) tal como debe estar manifestada en los mundos inmensamente más evolucionados que el Planeta Tierra.
Esto marcaría un proceso evolutivo, de ascenso en los estados y grados de conciencia, de cada Espíritu elemental, perfeccionando su trabajo de manifestación "elemental" en la dimensión física, siempre en un mejor nivel de depuración, y perfección.
Es decir, en un proceso evolutivo paralelo en los cuatro reinos de la naturaleza, en el cual cada reino se prepara para servir de soporte en el siguiente nivel, en la infinita escala de la polarización alquímica-espiritual del universo.
Es la infinita expansión de la Creación universal hacia mejores niveles de expresión de la Conciencia de la Divinidad en cada ser de los cuatro reinos de la naturaleza. 
Si se pudiese comparar el elemento hierro del planeta tierra con el de un mundo inmensamente más evolucionado que el Planeta Tierra, se observaría, seguramente, un estado de depuración, o cualidades inherentes al hierro más desarrolladas, para adecuarse a la realidad de aquel mundo. Esto indicaría que ese elemento hierro, al igual que los seres humanos de aquel mundo, también evolucionaron, adquiriendo mejores y más elevados niveles de conciencia, ya que todos los seres emanan a la conciencia individual, a partir de la Divinidad, en grado cero. Recordemos: En grado cero de manifestación, pero poseyendo en grado infinito, potencialmente hablando, todos los atributos divinos y poder creador de la Divinidad, que los va expresando, en grado equivalente, en la medida que afronta necesidades, deseos, o situaciones por resolver. Si persiste en la acción, expresará el conocimiento necesario y el poder para resolver toda situación, en cada caso, aunque tenga que repetir la acción miles de veces, hasta que adquiera el dominio suficiente para hacerlo bien, en un determinado nivel, para luego pasar al siguiente. Es la eterna polarización.
En cada nuevo mundo en que esa extensa familia de Espíritus elementales participe, lo harán a partir del grado de progreso evolutivo alcanzado en el mundo anterior. En cada mundo, cada ser de los cuatro reinos naturales alcanza un determinado grado de progreso, o estado de conciencia.

Si esto no fuera así, a qué serviría todo ese inmenso trabajo que despliega cada ser, en los otros tres reinos naturales?

martes, 13 de mayo de 2014

29. La ponderabilidad es un atributo esencial de la materia?


COMENTARIO EXEGÉTICO 29

©Giuseppe Isgró C.


29. La ponderabilidad es un atributo esencial de la materia?
-“De la materia tal como vosotros la entendéis, sí; empero, no de la materia considerada como fluido universal. La materia etérea y sutil, que forma este fluido, cualquiera sea el principio de vuestra materia pesante, es para vosotros imponderable”-.
La gravedad es una propiedad relativa: si no hubiese la atracción de los mundos no habría peso, como no habría alto ni bajo.
El Libro de los Espíritus
Allan Kardec



COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:

La ponderabilidad de la materia significa que tiene peso, es decir: se puede pesar. Es la propiedad de la materia que determina que todo cuerpo esté sujeto a las leyes de la gravitación.
El peso de un cuerpo equivale a la fuerza con que es atraído hacia el centro de la tierra.
A medida en que un cuerpo se desplaza desde el ecuador hacia los polos, su peso aumenta.
Igualmente, el peso de los cuerpos disminuye hasta anularse, al alejarse de la tierra y llegar a una zona denominada: No gravitacional.
Al mismo tiempo, le hace susceptible a la atracción recíproca con otros cuerpos.
Dado que existe una materia más depurada como la del alma, o periespíritu, que es, pese a todo, materia quintaesenciada, fluídica, evidentemente su ponderabilidad le hace susceptible de estar sujeta a otro tipo de fuerza gravitacional. Por ejemplo, utilizando al alma como vehículo, el Espíritu puede desplazarse a la velocidad del “pensamiento”. La depuración del alma puede permitir al Espíritu encarnado una mayor percepción de la dimensión espiritual. O, proyectarse a mundos más evolucionados donde impera un nivel de frecuencia vibratoria acorde con un alma más depurada.
Evidentemente, la depuración del alma va acorde con la del Espíritu, quien incide a que la misma se manifieste, también, en su cuerpo, como mayor belleza o suavidad en los rasgos físicos.
Esta depuración del alma, como materia quintaesenciada, equivale a la suma espiritual acumulada por el Espíritu en sus incontables existencias materiales, en el planeta tierra, y en incontables otros mundos en que haya vivido.
Esa suma existencial ubica, o reubica, al Espíritu, en el orden cósmico que le corresponde, en el contexto de todas las cosas, regido por la ley de afinidad.
En ese nivel, la fuerza de atracción, o de repulsión, que se opera a nivel del alma, y del Espíritu, se interrelaciona a partir de los pensamientos, sentimientos, emociones, vibraciones, aura espiritual, y sensibilidad espiritual-anímica, que le circunscribe a esferas mentales-espirituales determinadas.
Todo va parejo: depuración espiritual-anímica,  que incide en los pensamientos, sentimientos, deseos, palabras, actos y práctica de todas las virtudes.
Se va pasando, gradualmente, a esferas mentales donde imperan niveles más depurados de Espíritus, en sus respectivos vehículos anímicos, o peri-espirituales.
La ponderabilidad es la propiedad de la substancia que conforma los distintos cuerpos, en la naturaleza, que le hace susceptible de tener peso, densidad y solubilidad. Dichos cuerpos pueden encontrarse, en un momento dado, en estado: Sólido, líquido o gaseoso. Y, por supuesto, en una variedad de estados, aún por conocer.
Hasta los pensamientos son considerados cosas, los cuales se encuentran sujetos a la ley de atracción y de repulsión.
El Espíritu piensa en imágenes, y éstas están, igualmente, sujetas a la ley de atracción y repulsión.
Los sentimientos, también están sujetos a las mismas leyes de atracción y repulsión. Es la fuerza que les impele, en algún grado, un determinado tipo de materia, o simplemente, energía?
Ya se ha visto, en otra parte, como las vibraciones del Espíritu condensan la energía y manifiestan determinadas expresiones físicas a nivel de los Espíritus elementales de la naturaleza. Empero, la ley rige en los cuatro reinos naturales, en las dimensiones: Espiritual y física.
La ciencia ha determinado otras propiedades de las substancias que conforman los cuerpos, como son:

A)       Forma, color, sabor, olor, impenetrabilidad, inercia, indestructibilidad, divisibilidad, organolépticas (apreciadas por los sentidos físicos), por su impresión al tacto, sonido, y propiedades químicas, que determinan acciones sobre otras substancias como descomposiciones y combinaciones, entre otras.

B)       Otras propiedades son:

1)       Masa, volumen, longitud y capacidad.
2)       Peso específico, dureza, índice de refracción y coeficiente de solubilidad.





lunes, 12 de mayo de 2014

28. Por cuanto el Espíritu es, también él, alguna cosa, no sería más exacto y menos vago denominar a estos dos elementos generales materia inerte y materia inteligente?


COMENTARIO EXEGÉTICO 28

©Giuseppe Isgró C.


28. Por cuanto el Espíritu es, también él, alguna cosa, no sería más exacto y menos vago denominar a estos dos elementos generales materia inerte y materia inteligente?
-“Las palabras nos importan poco, a nosotros; precisad vuestro lenguaje de modo que os podáis entender. Vuestras disputas provienen casi siempre por estar en desacuerdo sobre el significado de los vocablos, por ser vuestra capacidad insuficiente para expresar las cosas que dejan de entrar dentro de la percepción de vuestros sentidos”-.
El libro de los Espíritus
Allan Kardec

  Comentario de Allan Kardec: "Un hecho evidente domina todas las hipótesis, el cual es que vemos, por una parte, la materia no inteligente; por la otra, un principio inteligente que no depende de la materia. Pero, cuáles son el origen y las conexiones de estas dos cosas, lo ignoramos. Si tenemos o no un origen común, o puntos de contacto necesarios; si la inteligencia existe de por sí, o es solamente una propiedad, un efecto; si ella, según la opinión de algunos, es una emanación de la Divinidad; lo desconocemos. Materia e inteligencia nos parecen diferentes, por lo cual las vemos como dos principios que constituyen el universo. Por encima, además, de cada cosa, vemos una inteligencia que domina todas las demás, las gobierna, y se distingue por sus atributos esenciales; a esta inteligencia suprema, la denominamos Dios".

COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:

La materia y el Espíritu, constituyen partes de dos dimensiones diferentes: La física y la espiritual. Ya se ha estudiado como la materia es condensada a partir de la energía por el respectivo Espíritu elemental de la naturaleza. Por ejemplo: El hierro, la plata, el oro, el plomo, el estaño, etcétera.
Viendo más allá de las apariencias, en la materia inerte existe un estado vibratorio constante, que es el del Espíritu que lo trae a la manifestación física, y lo mantiene en ese estado. Es una energía en constante movimiento. Al separarse el Espíritu de la materia, se efectúa un proceso de desintegración de la misma y la energía que la conformaba retorna al depósito universal. El Espíritu, a su vez, queda libre de la materia y automáticamente se encuentra en la dimensión espiritual, en la frecuencia vibratoria que le es inherente.
En cuanto a la materia inteligente, lo es, en los cuatro reinos naturales, por el atributo de la inteligencia que posee el Espíritu que la anima.
Todo el maravilloso proceso inteligente que realiza la materia, en cualesquiera de sus formas: mineral, vegetal, animal y humana, se lleva a cabo por la programación espiritual que se encuentra en el alma, como elemento de enlace, entre el Espíritu y el cuerpo y por la dirección del Espíritu en calidad de conductor. La diferencia entre las manifestaciones inteligentes en cada ser de los cuatro reinos naturales, se deben a las variaciones en el desarrollo de las aptitudes del respectivo Espíritu.
Estas variaciones en el grado de expresión de la inteligencia, entre un ser y otro de la misma especie, se debe a la desigualdad en el nivel evolutivo, o estado de conciencia, del Espíritu en cuestión.
Cada Espíritu tiene su propia historia. Si ha evolucionado más, lo expresará en el mayor desarrollo de sus aptitudes. Por supuesto, esas aptitudes, que constituyen capacidades de ver, comprender, hacer o dejar de hacer, entre otras cosas, denotan, claramente, esa diferencia evolutiva.
En toda materia inteligente, lo que se expresa es la inteligencia del Espíritu que la anima.

 A su vez, toda inteligencia individualizada, es el mismo atributo divino que posee el Ser Universal, o Divinidad, expresado en determinado grado evolutivo, del cero grado al infinito, según la esfera de manifestación.

domingo, 11 de mayo de 2014

CONFERENCIA: LA APOLOGÍA DE SÓCRATES, SÁBADO 24 DE MAYO DE 2014


27. De tal modo, habrían dos elementos generales en el universo: la materia y el Espíritu?


COMENTARIO EXEGÉTICO 27

©Giuseppe Isgró C.


27. De tal modo, habrían dos elementos generales en el universo: la materia y el Espíritu?
-“Sí, y, por encima de ellos, Dios, Creador de cada cosa. Es aquí el principio de todo cuanto existe, la triada del universo. Empero, al elemento materia es preciso agregar el fluido universal, que constituye la parte intermedia entre el Espíritu y la materia propiamente dicha, la cual es muy densa para que el Espíritu pueda actuar directamente sobre ella”.
-“Este fluido, aunque, en cierto modo, haya que considerarlo como parte del elemento material, se diferencia por algunas propiedades especiales”.
-“Si este fluido fuese materia, no habría razón para no suponer como tal también al Espíritu. Se encuentra entre el Espíritu y la materia; es fluido, como la materia es materia, y, por las innumerables combinaciones con ésta, bajo la acción del Espíritu puede producir una infinita variedad de cosas, de las cuales vosotros solamente conocéis una pequeñísima parte”.
-“Este fluido universal o cósmico, o primitivo, o elemental, como el agente de quien se sirve el Espíritu, es el principio sin el cual la materia quedaría en estado de perpetua disolución, y no conquistaría jamás los caracteres que le dan la gravedad”-.
Este fluido sería, quizá, aquel que nosotros definimos con el nombre de electricidad?
-“Hemos dicho ya que puede producir innumerables combinaciones. Los agentes físicos que vosotros denomináis  fluido eléctrico y fluido magnético, son simples modificaciones del fluido cósmico, el cual, propiamente hablando, no es sino materia más noble, más sutil que la propiamente denominada así”-.

El Libro de los Espíritus
Allan Kardec




Quizá sería más propicio decir: Espíritu, Alma -elemento de enlace- y Materia, -condensación de energía-.
El Espíritu, como emanación de la Divinidad, sin separarse de la Divinidad y sin dejar de ser la Divinidad, en cada expresión de vida, en los cuatro reinos naturales conocidos, y en los que, eventualmente, aún queden por descubrirse.
Podríamos imaginar tres dimensiones claramente definidas, o determinadas:
La primera, la de la Divinidad, separada por una tenue barrera, que no es otra cosa que una Diferenciación Vibratoria. Es decir, un nivel absoluto. Esa barrera podría imaginarse como una pared divisoria entre una dimensión y la que le sigue.
La segunda: El Alma Universal. En la que emana la Divinidad a la conciencia individual tantas veces como sea necesario en la eterna expansión de la Creación universal. Es el elemento de enlace entre la Divinidad y el ser emanado a la conciencia individual, en los cuatro reinos naturales. Además, es el hábitat, o  la dimensión espiritual en  que se desenvuelve el Espíritu, mientras se encuentre en estado de Espíritu. Es lo que se denomina fluido universal en la respuesta dada a la pregunta que comentamos. Es un departamento intermedio entre la dimensión de la Divinidad y la de la materia, que se analizará en el epígrafe siguiente. Hay una puerta de entrada de una dimensión a otra y es la del alma.
En la dimensión del Alma Universal existe una inmensa variante de Espíritus emanados a la conciencia individual, tantos como Espíritus hay en los cuatros reinos naturales, y con gradaciones de estados de conciencia que varían del cero grado al infinito, aunque jamás se agotará el infinito ascensional de la espiral evolutiva.
En el Alma Universal, cada Espíritu emanado a la conciencia individual, adquiere su propia alma individualizada. Es como decir, “su hogar personal” en el entorno cósmico, ubicado en el “lugar” en que adquirió conciencia individualizada. Constantemente se reubicará de acuerdo con sus estados, y grados, de conciencia, según su suma existencial, o densidad espiritual, regido por la ley de afinidad y las leyes que les son interrelacionadas: Amor, afinidad, justicia, igualdad y compensación, entre otras. Es como decir: -“Donde amas, allí está tu Espíritu y tu hábitat”. El grado de amor es el que ubica, o reubica, el hogar personal, en el eterno viaje de retorno a la fuente universal.
La tercera: La materia. Es condensación de la energía de acuerdo al grado vibratorio de los Espíritus elementales de la naturaleza. Esta dimensión es la que sirve de manifestación física a los demás reinos de la naturaleza: el humano, el animal y el vegetal.
Cada reino utiliza su propia e inherente combinación de la materia, de acuerdo al fin que le corresponde en el contexto de todas las cosas y a la naturaleza misma del Espíritu, en cada uno de estos reinos naturales.  
Por cada tipo de materia fundamentalespecífica, existe un Espíritu elemental, o la cooperación de un conjunto de ellos, simultáneamente, de acuerdo con las leyes de la física, de la química, y de la ley cósmica, en general.

Adelante.


EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



http://enbuscadelavictoria.blogspot.com/

UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

http://enbuscadelavictoria.blogspot.com/

domingo, 25 de mayo de 2014

COMENTARIO EXEGÉTICO 45



COMENTARIO EXEGÉTICO 45

Giuseppe Isgró C.


45.        Dónde se encontraban los elementos orgánicos antes de que se formase la tierra?
-“Se encontraban, por decirlo así, en estado de fluido en el espacio, en medio a los Espíritus, o en otros planetas, esperando la creación de la tierra para comenzar una existencia nueva sobre un globo nuevo”-.
-La química nos muestra como las moléculas de los cuerpos orgánicos se unen para formar cristales de constante regularidad, según la especie, hasta encontrarse en las condiciones precisadas. Pero, por poco que falten estas condiciones, no es más posible la unión de los elementos, o por lo menos su disposición regular, que constituye el cristal. Y, por qué no sería lo mismo de los elementos orgánico? Nosotros conservamos, también por años, algunas semillas de plantas y de animales, que se desarrollan sólo a una determinada temperatura y en un ambiente propicio. Se han visto granos de trigo germinar después de varios siglos. Por lo cual, en estas semillas existe un principio latente de vitalidad, el cual para desenvolverse no espera más que una circunstancia favorable. Ahora, lo que sucede cada día bajo nuestra propia mirada, no pudo, quizá, suceder desde el origen del planeta? Tal formación de los seres vivientes, que salen del caos por la fuerza misma de la naturaleza, -disminuye, quizá, la grandeza de Dios? No, más bien responde mejor a la idea de su potencia, que se ejercita sobre infinitos mundos con leyes internas e inmutables. Esta teoría no resuelve, es verdad, la cuestión del origen de los elementos vitales; pero Dios tiene sus misterios, y ha puesto ciertos límites a nuestras investigaciones.
El Libro de los Espíritus
Allan Kardec


-Es verdad que Dios ha puesto ciertos límites a nuestras investigaciones?
 De ser cierto, -cuáles son?
 En primer lugar, potencialmente hablando, Dios no ha puesto límites de ninguna naturaleza, para nadie, excepto el de la evolución personal y los estados de conciencias inherentes, que por propio mérito se van desarrollando, en la espiral evolutiva, en el eterno presente.
 Ese y solamente ese es el único límite; es decir, podemos llegar hasta donde alcanzan nuestras propias fuerzas; empero, ellas son factibles de ser incrementadas por el propio desarrollo evolutivo, en forma gradual y constante.
En la medida en que se va alcanzando una visión más amplia de la realidad que nos circunda, podemos emprender investigaciones y tareas de mayores envergaduras.
 Evidentemente, existe un orden universal que es preciso seguir, siendo imposible saltar determinados grados, pero, lejos de ser un límite, implica una guía del orden que debe orientar nuestros trabajos.
La actitud correcta debe ser, siempre, la de rechazar cualquier imposición de límites de quien quiera que sea.
Si el Ser Universal ha dispuesto que, en el eterno presente, encontremos siempre un más allá de progreso, sin límites algunos, -por qué razón deberíamos aceptar ese tipo de imposiciones de quienes, en un momento dado, pudiesen tener motivos para inhibir una tendencia natural de los seres, aún en los cuatro reinos naturales, es decir, hacia el avance constante hasta donde alcance la infinita imaginación, que es la visión del espíritu.
De encontrar una barrera, es preciso, también, descubrir la manera de superarla, sin importar el tiempo que se pueda requerir ni el esfuerzo o trabajos necesarios a tales efectos.
 Todo es posible de lograr si tenemos la idea clara de lo que queremos y, paralelamente, se emprende la acción suficiente y sostenida en el tiempo, hasta alcanzar el grado de conocimiento o logro anhelado.
A través del progreso, el hombre ha encontrado la manera de ver más lejos inventando el telescopio. Con el microscopio, descubrió un mundo inmensamente pequeño, que escapa a simple vista. Se la ha ingeniado para idear aparatos que le permiten volar y desplazarse a lejanos lugares, a gran velocidad, que solamente unos pocos siglos antes eran apenas sueños en mentes prodigiosas como la de Leonardo Da Vinci. Se puede uno sentar frente a un ordenador y comunicarse en pocos segundos con un sinnúmero de personas, simultáneamente. Se podría enumerar una gran cantidad de otros instrumentos que han extendido en forma prodigiosa la inmensa capacidad de crear del ser humano, y nos asombraríamos todavía más si pudiésemos percibir lo que realizan cada uno de los entes respectivos en los cuatro reinos naturales, incluyendo el mineral.
Aprenderemos a viajar, también, en proyección espiritual, a la velocidad del pensamiento, por el inmenso universo, y percatarnos de lo que existe allí? Muchas pruebas al respecto demuestran que en un día no muy lejano, en cuanto el factor moral alcance el nivel de madurez óptimo, eso será una realidad al alcance de todos, sin excepción.
El ser humano ha descubierto, también, que cuando su capacidad de razonamiento, utilizando la lógica inductiva y deductiva, alcanza al límite de sus posibilidades, se activan las facultades de la intuición y de la inspiración, entrando con una fuente de sabiduría que le permiten percibir lo que apenas unos minutos antes le era desconocido. Dónde se encontraba ese conocimiento?
El ser humano, también, ha observado que, interiorizándose,  entra en conexión divina con el Ser Universal, en una práctica de espiritualidad directa, sin intermediarios, y se transforma en un instrumento activo de su voluntad, fluyendo en su conciencia la sabiduría expresada mediante el lenguaje de los sentimientos de los valores universales, guía infalible en la práctica de todas las virtudes.
De igual manera, ha efectuado un asombroso descubrimiento: el de que posee un poder potencialmente infinito que se expresa en el mismo grado en que va afrontando situaciones para resolver u objetivos por realizar.
Sin importar cuan elevada pueda ser la dificultad encerrada en la situación por resolver o el objetivo por lograr, en cualquier orden, desde una minúscula bagatela familiar hasta un viaje espacial, el ser humano va expresando el poder creador suficiente para alcanzar el respectivo logro, oportunamente.
El ser humano ha efectuado, ya, otro de los grandes descubrimientos trascendentales, como es el de que posee un espíritu eterno e inmortal, que vivirá en una infinidad de ciclos de vidas, en éste y en incontables mundos del universo, en el eterno presente, donde siempre encontrará un más allá de progreso, de sabiduría y de poder creador.
Finalmente, en la medida en que profundiza en el potencialmente infinito poder creador del cual dispone y en el conocimiento más íntimo de sí mismo, percibe que él es el caminante y el camino que conduce a la fuente, en una espiral evolutiva infinita, y a un determinado momento, descubre también, que él es la fuente, formando una unidad perfecta e indisoluble con el SER UNIVERSAL, del cual ha emanado –en el instante preciso- a la conciencia del Ser Individual. Si los hijos de los gatos, son también gatos, los seres humanos, como emanación de la DIVINIDAD, -qué son? Y, el espíritu del gato, -no es, también, una emanación de la Divinidad?
No deja de ser asombroso que tantos seres que forman una UNIDAD perfecta e indisoluble con la DIVINIDAD y las bondades inherentes que eso implica, mantengan el interruptor de la luz de la conciencia apagado, cuando con un simple toque transformarían la noche oscura en un dorado amanecer. Es preciso VIVIR EN CONEXIÓN ESPIRITUAL CON EL SER UNIVERSAL, sin intermediarios, transformándose en un activo instrumento de su voluntad divina.
A Kabir le resultaba inconcebible que en el mar los peces tuvieran sed.
En un universo lleno de abundancia para todos, pensado en grande por el SER UNIVERSAL, con un plan divino de vida para cada quien, -por qué no abrir los ojos y así descubrir las inmensas riquezas al alcance de las propias manos, mediante el SERVICIO, asumiendo la respectiva cuota en la realización de la gran obra?
Escuchar la voz de la conciencia permite descubrir la propia identidad, por cuanto ella es una réplica de la del Creador, y en ella se expresa ÉL mediante el lenguaje de los sentimientos de los valores universales. Allí reside la sabiduría y el poder potencialmente infinito, que permiten el usufructo de la riqueza integral que espera por cada quien, aquí y ahora, en el eterno presente.


miércoles, 21 de mayo de 2014

BELLEZA


BELLEZA

©Giuseppe Isgró C.


Decía Bias, El Prienio: -“Si, al mirarte al espejo, observas belleza en tus rasgos físicos, debes procurar que tus acciones sean bellas; si te aparecen feos, con una bondad bella –de- ver has de enderezar lo que de belleza natural te falte”.

El valor de la belleza, como virtud fundamental, equivale a la justicia expresada estéticamente. La perfección de una obra se manifiesta en la correcta proporción de todos sus elementos, ordenados armoniosamente en un equilibrio justo y perfecto.

La belleza, además de reflejarse en la perfección de las formas, lo hace, también, en la ejecución de actos virtuosos que se corresponde con la justicia, con la cortesía, con la amabilidad, con la suavidad no exenta de la correcta firmeza ni de la justa templanza. Cada acto vinculado con las demás personas es respetuoso, digno y sosegado, haciéndole exactamente lo mismo que, en idénticas condiciones, a cada quien le gustaría recibir.

La belleza, en la conducta exterior, comienza mediante el cultivo de pensamientos y sentimientos ajustados a los valores del amor, de la sabiduría, de la justicia, de la fortaleza, de la templanza y, por supuesto, de la misma belleza, que es la síntesis o resultante.

Los pensamientos y los sentimientos elevados depuran los deseos; los deseos ajustados en la proporción correcta, en la polaridad positiva, transmutan el ser interior, y por equivalencia, dada la ley cósmica, de “como es adentro es afuera”, la depuración interna se refleja en lo externo, tanto en las formas, como en las expresiones y en los actos. Cada uno de los actos comienza a ser ejecutado en armonía con los pensamientos y sentimientos elevados en consonancia con los valores universales, o atributos divinos, inherentes. La persona vive una vida virtuosa en armonía con los principios naturales, emulando el ideal estoico.

La sugerencia de Bias, es que, si se observare que la belleza de las propias facciones, y la de conducta, no se corresponde con los parámetros marcados por los valores universales, “con una bondad bella –de- ver, se ha de enderezar lo que en belleza natural faltare”.


lunes, 19 de mayo de 2014

39. Podemos nosotros conocer el proceso de la formación de los mundos?


COMENTARIO EXEGÉTICO 39

©Giuseppe Isgró C.

39.   Podemos nosotros conocer el proceso de la formación de los mundos?
-“Todo lo que se puede decir, y que vosotros podéis comprender, es que los mundos se forman por la condensación de la materia diseminada en el espacio”-.
El Libro de los Espíritus
Allan Kardec



La respuesta a esta pregunta contiene la clave esencial para descifrar el misterio de la creación de los mundos, cuando expresa: -“..los mundos se forman por la condensación de la materia diseminada en el espacio”. La materia es energía condensada. Quienes la condensan son los Espíritus  elementales de la naturaleza, al vibrar en determinada frecuencia. Cada uno de los elementos, conocidos y por conocer, está compuesto de Espíritu, alma y cuerpo. El Espíritu del hierro, por ejemplo, vibra a la tasa vibratoria del hierro y lo condensa, y así sucesivamente, ocurre con todos los demás elementos. Luego viene la combinación de los elementos, por ejemplo, dos moléculas de hidrógenos con una de oxígeno, forman el agua. Todas las vertientes y variantes en las respectivas combinaciones y aleaciones, dan diversas formas de materia orgánica e inorgánica. Luego, vienen las diversas especies de los distintos reinos naturales, además del mineral, ya mencionado.
Con una perspectiva universal de la vida, hoy sabemos que nos llega la luz de mundos que existieron hace millones de años, y que, dada la inmensa distancia que les separaba del planeta tierra nos sigue llegando su luz, lo cual indica que dichos mundos se formaron, se desarrollaron y se desintegraron. Al mismo tiempo, existen mundos en formación, descubiertos por la astronomía, lo cual índica que su  creación es un proceso constante, y por lo tanto, siendo la tierra un mundo más reciente, cuando se formó ya era un procedimiento desarrollado y puesto en práctica en millones de otros globos. Quién realiza la Creación de los mundos? Dios?
Dios, tal como lo hemos expuesto en anteriores comentarios exegéticos, sin dejar de ser Él, y sin separarse de Él, encarna en el alma universal como un ser individual, en los cuatro reinos naturales, tantas veces como fuere necesario, cada vez que se va a crear un mundo originario. El trabajo de Dios consiste en la emanación a la conciencia individual de tantos seres como fueren necesarios, y en la aplicación de la ley cósmica. Pero, el trabajo de la creación del mundo en particular le corresponde a los Espíritus de los cuatro reinos de la naturaleza bajo la dirección de los maestros de la Creación, que son los Espíritus muy evolucionados. Estos Espíritus avanzados, dada la eternidad pasada, habrán alcanzado niveles tan elevados de conciencia y progreso, que les permite que estén una eternidad por delante de quienes recién empiezan el proceso evolutivo. De acuerdo al nivel de progreso de una determinada familia espiritual, los maestros de la creación diseñan, con antelación, el mundo que habrá de ocupar dicha familia después de que termine el ciclo de vida del que ahora habitan. Será una nueva morada con otros niveles de estudios universales. Efectuado el plan del nuevo mundo, los Espíritus maestros de la creación ordenan a los Espíritus elementales de la naturaleza que condensen la energía cósmica en materia, cada uno de acuerdo con su índole, y luego, de efectuar las respectivas combinaciones y variantes a que hubiese lugar, de acuerdo a las leyes de la física, de la química, de la biología, etcétera. Cada quien, de acuerdo con el arte que domina, presta su concuerdo tanto en la creación del mundo como en su ulterior desarrollo. Allí vemos los diversos diseños en las especies vegetales y animales, para adaptarle a las funciones que les son inherentes. Es un trabajo de equipo, bajo la dirección de los maestros de la creación, y por la ley cósmica, regidos por el Creador universal, quien inspira, en la conciencia de cada quien, el conocimiento necesario y precisado en cada caso, por el lenguaje de los sentimientos de los valores universales, imprimiendo una fuerza de empuje y otra de bloqueo, para coordinar el esfuerzo de todo el conjunto, en un perfecto orden y armonía, regido todo por la ley de afinidad, la de justicia, la de igualdad, la de compensación y la de amor, como síntesis de la ley cósmica.  

sábado, 17 de mayo de 2014

30. -La materia consta de uno solo, o de más elementos?


MEDITACIÓN ESENCIAL  30

30. -La materia consta de uno solo, o de más elementos?

-“El elemento primitivo es uno solo. Los cuerpos, que vosotros consideráis como sencillos, no son elementos verdaderos, sino modificaciones y transformaciones de la materia primitiva”-.

El Libro de los Espíritus
Allan Kardec



La fuente energética universal es una sola. Se ha mencionado, en diversas ocasiones, como los Espíritus elementales de la naturaleza, a partir de la energía, y de acuerdo a su propia índole y frecuencia vibratoria, condensan la energía y la manifiestan en materia, en la extensa gama de elementos conocidos y por conocer.
De ahí en adelante, de acuerdo a la ley cósmica, y a las respectivas leyes de la física, de la química y de la biología, entre otras, se manifiestan todas las variantes de la materia, en todas las vertientes posibles, de acuerdo con los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo.
De la misma tierra cada especie vegetal extrae su respectivo fruto, o substancia. Esa tierra, aparentemente uniforme, estaba conformada por múltiples elementos y substancias. Hay una inteligencia rectora, en cada elemento y substancia, que realiza ese trabajo, evolucionando ad infinitum en el proceso.
La energía cósmica, siendo la misma y única, aparentemente, contiene la esencia de todas las variables posibles, sin límites de ninguna clase. Es el trabajo de cada Espíritu, en los cuatro reinos naturales, que realiza esa labor, cada quien en su respectiva esfera mental, en la infinita espiral evolutiva. Cada uno de los cuatro reinos sirve de soporte para todos los demás, tanto en la dimensión física como en la espiritual.
Esa energía cósmica, pese a ser la misma, no contiene en sí misma toda la infinita gama vibratoria?
De ser así, cada uno de los Espíritus elementales de la naturaleza, al vibrar en su respectiva frecuencia, no extraería, de la misma energía universal, la que más, o mejor, se adapta a su propia frecuencia vibratoria?
Cada Espíritu de los cuatro reinos naturales se encuentra ubicado, en la dimensión espiritual, en su propia frecuencia vibratoria; es a partir de ese nivel vibratorio, en la eterna e infinita escala vibratoria del universo, que cada Espíritu elemental condensa la energía y la manifiesta en la dimensión física de la vida, base y soporte para la manifestación de los otros tres reinos naturales. De igual manera, para todas las gamas de combinaciones físicas, químicas y biológicas.
En Radiestesia se sabe medir, con el instrumento pendular, el tono vibratorio de cada persona, animal, vegetal o elemento mineral, y ubicar, de esta manera, a cada quien, por su tono vibratorio, en el respectivo grado, en una circunferencia, entre el cero y los 360 grados. Con mayor detenimiento prospectivo, se ubicaría, también, a cada quien, en un círculo-nivel diferente, en la espiral evolutiva.
Es a partir de ese tono vibratorio especifico, de cada persona, animal, vegetal o sustancia determinada, que el radiestesista realiza su trabajo de prospección, con precisión matemática.
Podríamos concluir que cada Espíritu elemental, al igual que los demás Espíritus en los restantes reinos naturales, emprenden un camino a partir del grado cero de manifestación de la conciencia. Empero, en el eterno camino de Retorno del ser individual, en los cuatro reinos naturales, al Ser universal, cada Espíritu elemental va manifestando, a partir de la condensación de la energía, el respectivo elemento que le es inherente, en una materia más depurada, y sutil, (menos densa, hasta más trasparente, en algunos casos) tal como debe estar manifestada en los mundos inmensamente más evolucionados que el Planeta Tierra.
Esto marcaría un proceso evolutivo, de ascenso en los estados y grados de conciencia, de cada Espíritu elemental, perfeccionando su trabajo de manifestación "elemental" en la dimensión física, siempre en un mejor nivel de depuración, y perfección.
Es decir, en un proceso evolutivo paralelo en los cuatro reinos de la naturaleza, en el cual cada reino se prepara para servir de soporte en el siguiente nivel, en la infinita escala de la polarización alquímica-espiritual del universo.
Es la infinita expansión de la Creación universal hacia mejores niveles de expresión de la Conciencia de la Divinidad en cada ser de los cuatro reinos de la naturaleza. 
Si se pudiese comparar el elemento hierro del planeta tierra con el de un mundo inmensamente más evolucionado que el Planeta Tierra, se observaría, seguramente, un estado de depuración, o cualidades inherentes al hierro más desarrolladas, para adecuarse a la realidad de aquel mundo. Esto indicaría que ese elemento hierro, al igual que los seres humanos de aquel mundo, también evolucionaron, adquiriendo mejores y más elevados niveles de conciencia, ya que todos los seres emanan a la conciencia individual, a partir de la Divinidad, en grado cero. Recordemos: En grado cero de manifestación, pero poseyendo en grado infinito, potencialmente hablando, todos los atributos divinos y poder creador de la Divinidad, que los va expresando, en grado equivalente, en la medida que afronta necesidades, deseos, o situaciones por resolver. Si persiste en la acción, expresará el conocimiento necesario y el poder para resolver toda situación, en cada caso, aunque tenga que repetir la acción miles de veces, hasta que adquiera el dominio suficiente para hacerlo bien, en un determinado nivel, para luego pasar al siguiente. Es la eterna polarización.
En cada nuevo mundo en que esa extensa familia de Espíritus elementales participe, lo harán a partir del grado de progreso evolutivo alcanzado en el mundo anterior. En cada mundo, cada ser de los cuatro reinos naturales alcanza un determinado grado de progreso, o estado de conciencia.

Si esto no fuera así, a qué serviría todo ese inmenso trabajo que despliega cada ser, en los otros tres reinos naturales?

martes, 13 de mayo de 2014

29. La ponderabilidad es un atributo esencial de la materia?


COMENTARIO EXEGÉTICO 29

©Giuseppe Isgró C.


29. La ponderabilidad es un atributo esencial de la materia?
-“De la materia tal como vosotros la entendéis, sí; empero, no de la materia considerada como fluido universal. La materia etérea y sutil, que forma este fluido, cualquiera sea el principio de vuestra materia pesante, es para vosotros imponderable”-.
La gravedad es una propiedad relativa: si no hubiese la atracción de los mundos no habría peso, como no habría alto ni bajo.
El Libro de los Espíritus
Allan Kardec



COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:

La ponderabilidad de la materia significa que tiene peso, es decir: se puede pesar. Es la propiedad de la materia que determina que todo cuerpo esté sujeto a las leyes de la gravitación.
El peso de un cuerpo equivale a la fuerza con que es atraído hacia el centro de la tierra.
A medida en que un cuerpo se desplaza desde el ecuador hacia los polos, su peso aumenta.
Igualmente, el peso de los cuerpos disminuye hasta anularse, al alejarse de la tierra y llegar a una zona denominada: No gravitacional.
Al mismo tiempo, le hace susceptible a la atracción recíproca con otros cuerpos.
Dado que existe una materia más depurada como la del alma, o periespíritu, que es, pese a todo, materia quintaesenciada, fluídica, evidentemente su ponderabilidad le hace susceptible de estar sujeta a otro tipo de fuerza gravitacional. Por ejemplo, utilizando al alma como vehículo, el Espíritu puede desplazarse a la velocidad del “pensamiento”. La depuración del alma puede permitir al Espíritu encarnado una mayor percepción de la dimensión espiritual. O, proyectarse a mundos más evolucionados donde impera un nivel de frecuencia vibratoria acorde con un alma más depurada.
Evidentemente, la depuración del alma va acorde con la del Espíritu, quien incide a que la misma se manifieste, también, en su cuerpo, como mayor belleza o suavidad en los rasgos físicos.
Esta depuración del alma, como materia quintaesenciada, equivale a la suma espiritual acumulada por el Espíritu en sus incontables existencias materiales, en el planeta tierra, y en incontables otros mundos en que haya vivido.
Esa suma existencial ubica, o reubica, al Espíritu, en el orden cósmico que le corresponde, en el contexto de todas las cosas, regido por la ley de afinidad.
En ese nivel, la fuerza de atracción, o de repulsión, que se opera a nivel del alma, y del Espíritu, se interrelaciona a partir de los pensamientos, sentimientos, emociones, vibraciones, aura espiritual, y sensibilidad espiritual-anímica, que le circunscribe a esferas mentales-espirituales determinadas.
Todo va parejo: depuración espiritual-anímica,  que incide en los pensamientos, sentimientos, deseos, palabras, actos y práctica de todas las virtudes.
Se va pasando, gradualmente, a esferas mentales donde imperan niveles más depurados de Espíritus, en sus respectivos vehículos anímicos, o peri-espirituales.
La ponderabilidad es la propiedad de la substancia que conforma los distintos cuerpos, en la naturaleza, que le hace susceptible de tener peso, densidad y solubilidad. Dichos cuerpos pueden encontrarse, en un momento dado, en estado: Sólido, líquido o gaseoso. Y, por supuesto, en una variedad de estados, aún por conocer.
Hasta los pensamientos son considerados cosas, los cuales se encuentran sujetos a la ley de atracción y de repulsión.
El Espíritu piensa en imágenes, y éstas están, igualmente, sujetas a la ley de atracción y repulsión.
Los sentimientos, también están sujetos a las mismas leyes de atracción y repulsión. Es la fuerza que les impele, en algún grado, un determinado tipo de materia, o simplemente, energía?
Ya se ha visto, en otra parte, como las vibraciones del Espíritu condensan la energía y manifiestan determinadas expresiones físicas a nivel de los Espíritus elementales de la naturaleza. Empero, la ley rige en los cuatro reinos naturales, en las dimensiones: Espiritual y física.
La ciencia ha determinado otras propiedades de las substancias que conforman los cuerpos, como son:

A)       Forma, color, sabor, olor, impenetrabilidad, inercia, indestructibilidad, divisibilidad, organolépticas (apreciadas por los sentidos físicos), por su impresión al tacto, sonido, y propiedades químicas, que determinan acciones sobre otras substancias como descomposiciones y combinaciones, entre otras.

B)       Otras propiedades son:

1)       Masa, volumen, longitud y capacidad.
2)       Peso específico, dureza, índice de refracción y coeficiente de solubilidad.





lunes, 12 de mayo de 2014

28. Por cuanto el Espíritu es, también él, alguna cosa, no sería más exacto y menos vago denominar a estos dos elementos generales materia inerte y materia inteligente?


COMENTARIO EXEGÉTICO 28

©Giuseppe Isgró C.


28. Por cuanto el Espíritu es, también él, alguna cosa, no sería más exacto y menos vago denominar a estos dos elementos generales materia inerte y materia inteligente?
-“Las palabras nos importan poco, a nosotros; precisad vuestro lenguaje de modo que os podáis entender. Vuestras disputas provienen casi siempre por estar en desacuerdo sobre el significado de los vocablos, por ser vuestra capacidad insuficiente para expresar las cosas que dejan de entrar dentro de la percepción de vuestros sentidos”-.
El libro de los Espíritus
Allan Kardec

  Comentario de Allan Kardec: "Un hecho evidente domina todas las hipótesis, el cual es que vemos, por una parte, la materia no inteligente; por la otra, un principio inteligente que no depende de la materia. Pero, cuáles son el origen y las conexiones de estas dos cosas, lo ignoramos. Si tenemos o no un origen común, o puntos de contacto necesarios; si la inteligencia existe de por sí, o es solamente una propiedad, un efecto; si ella, según la opinión de algunos, es una emanación de la Divinidad; lo desconocemos. Materia e inteligencia nos parecen diferentes, por lo cual las vemos como dos principios que constituyen el universo. Por encima, además, de cada cosa, vemos una inteligencia que domina todas las demás, las gobierna, y se distingue por sus atributos esenciales; a esta inteligencia suprema, la denominamos Dios".

COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:

La materia y el Espíritu, constituyen partes de dos dimensiones diferentes: La física y la espiritual. Ya se ha estudiado como la materia es condensada a partir de la energía por el respectivo Espíritu elemental de la naturaleza. Por ejemplo: El hierro, la plata, el oro, el plomo, el estaño, etcétera.
Viendo más allá de las apariencias, en la materia inerte existe un estado vibratorio constante, que es el del Espíritu que lo trae a la manifestación física, y lo mantiene en ese estado. Es una energía en constante movimiento. Al separarse el Espíritu de la materia, se efectúa un proceso de desintegración de la misma y la energía que la conformaba retorna al depósito universal. El Espíritu, a su vez, queda libre de la materia y automáticamente se encuentra en la dimensión espiritual, en la frecuencia vibratoria que le es inherente.
En cuanto a la materia inteligente, lo es, en los cuatro reinos naturales, por el atributo de la inteligencia que posee el Espíritu que la anima.
Todo el maravilloso proceso inteligente que realiza la materia, en cualesquiera de sus formas: mineral, vegetal, animal y humana, se lleva a cabo por la programación espiritual que se encuentra en el alma, como elemento de enlace, entre el Espíritu y el cuerpo y por la dirección del Espíritu en calidad de conductor. La diferencia entre las manifestaciones inteligentes en cada ser de los cuatro reinos naturales, se deben a las variaciones en el desarrollo de las aptitudes del respectivo Espíritu.
Estas variaciones en el grado de expresión de la inteligencia, entre un ser y otro de la misma especie, se debe a la desigualdad en el nivel evolutivo, o estado de conciencia, del Espíritu en cuestión.
Cada Espíritu tiene su propia historia. Si ha evolucionado más, lo expresará en el mayor desarrollo de sus aptitudes. Por supuesto, esas aptitudes, que constituyen capacidades de ver, comprender, hacer o dejar de hacer, entre otras cosas, denotan, claramente, esa diferencia evolutiva.
En toda materia inteligente, lo que se expresa es la inteligencia del Espíritu que la anima.

 A su vez, toda inteligencia individualizada, es el mismo atributo divino que posee el Ser Universal, o Divinidad, expresado en determinado grado evolutivo, del cero grado al infinito, según la esfera de manifestación.

domingo, 11 de mayo de 2014

CONFERENCIA: LA APOLOGÍA DE SÓCRATES, SÁBADO 24 DE MAYO DE 2014


27. De tal modo, habrían dos elementos generales en el universo: la materia y el Espíritu?


COMENTARIO EXEGÉTICO 27

©Giuseppe Isgró C.


27. De tal modo, habrían dos elementos generales en el universo: la materia y el Espíritu?
-“Sí, y, por encima de ellos, Dios, Creador de cada cosa. Es aquí el principio de todo cuanto existe, la triada del universo. Empero, al elemento materia es preciso agregar el fluido universal, que constituye la parte intermedia entre el Espíritu y la materia propiamente dicha, la cual es muy densa para que el Espíritu pueda actuar directamente sobre ella”.
-“Este fluido, aunque, en cierto modo, haya que considerarlo como parte del elemento material, se diferencia por algunas propiedades especiales”.
-“Si este fluido fuese materia, no habría razón para no suponer como tal también al Espíritu. Se encuentra entre el Espíritu y la materia; es fluido, como la materia es materia, y, por las innumerables combinaciones con ésta, bajo la acción del Espíritu puede producir una infinita variedad de cosas, de las cuales vosotros solamente conocéis una pequeñísima parte”.
-“Este fluido universal o cósmico, o primitivo, o elemental, como el agente de quien se sirve el Espíritu, es el principio sin el cual la materia quedaría en estado de perpetua disolución, y no conquistaría jamás los caracteres que le dan la gravedad”-.
Este fluido sería, quizá, aquel que nosotros definimos con el nombre de electricidad?
-“Hemos dicho ya que puede producir innumerables combinaciones. Los agentes físicos que vosotros denomináis  fluido eléctrico y fluido magnético, son simples modificaciones del fluido cósmico, el cual, propiamente hablando, no es sino materia más noble, más sutil que la propiamente denominada así”-.

El Libro de los Espíritus
Allan Kardec




Quizá sería más propicio decir: Espíritu, Alma -elemento de enlace- y Materia, -condensación de energía-.
El Espíritu, como emanación de la Divinidad, sin separarse de la Divinidad y sin dejar de ser la Divinidad, en cada expresión de vida, en los cuatro reinos naturales conocidos, y en los que, eventualmente, aún queden por descubrirse.
Podríamos imaginar tres dimensiones claramente definidas, o determinadas:
La primera, la de la Divinidad, separada por una tenue barrera, que no es otra cosa que una Diferenciación Vibratoria. Es decir, un nivel absoluto. Esa barrera podría imaginarse como una pared divisoria entre una dimensión y la que le sigue.
La segunda: El Alma Universal. En la que emana la Divinidad a la conciencia individual tantas veces como sea necesario en la eterna expansión de la Creación universal. Es el elemento de enlace entre la Divinidad y el ser emanado a la conciencia individual, en los cuatro reinos naturales. Además, es el hábitat, o  la dimensión espiritual en  que se desenvuelve el Espíritu, mientras se encuentre en estado de Espíritu. Es lo que se denomina fluido universal en la respuesta dada a la pregunta que comentamos. Es un departamento intermedio entre la dimensión de la Divinidad y la de la materia, que se analizará en el epígrafe siguiente. Hay una puerta de entrada de una dimensión a otra y es la del alma.
En la dimensión del Alma Universal existe una inmensa variante de Espíritus emanados a la conciencia individual, tantos como Espíritus hay en los cuatros reinos naturales, y con gradaciones de estados de conciencia que varían del cero grado al infinito, aunque jamás se agotará el infinito ascensional de la espiral evolutiva.
En el Alma Universal, cada Espíritu emanado a la conciencia individual, adquiere su propia alma individualizada. Es como decir, “su hogar personal” en el entorno cósmico, ubicado en el “lugar” en que adquirió conciencia individualizada. Constantemente se reubicará de acuerdo con sus estados, y grados, de conciencia, según su suma existencial, o densidad espiritual, regido por la ley de afinidad y las leyes que les son interrelacionadas: Amor, afinidad, justicia, igualdad y compensación, entre otras. Es como decir: -“Donde amas, allí está tu Espíritu y tu hábitat”. El grado de amor es el que ubica, o reubica, el hogar personal, en el eterno viaje de retorno a la fuente universal.
La tercera: La materia. Es condensación de la energía de acuerdo al grado vibratorio de los Espíritus elementales de la naturaleza. Esta dimensión es la que sirve de manifestación física a los demás reinos de la naturaleza: el humano, el animal y el vegetal.
Cada reino utiliza su propia e inherente combinación de la materia, de acuerdo al fin que le corresponde en el contexto de todas las cosas y a la naturaleza misma del Espíritu, en cada uno de estos reinos naturales.  
Por cada tipo de materia fundamentalespecífica, existe un Espíritu elemental, o la cooperación de un conjunto de ellos, simultáneamente, de acuerdo con las leyes de la física, de la química, y de la ley cósmica, en general.

Adelante.