jueves, 21 de marzo de 2013

EL SUEÑO Y LOS SUEÑOS




EMANCIPACIÓN DEL ESPÍRITU
Autor: Allan Kardec
Versión castellana y comentarios exegéticos:
Giuseppe Isgró C

Capítulo XII de: El Libro de los Espíritus

El sueño y los sueños. Visitas espirituales entre los encarnados. Transmisión oculta del pensamiento. Letargia, Catalepsia, Desencarnación aparente. Sonambulismo. Éxtasis. Segunda Vista. Ensayo teórico sobre el Sonambulismo, sobre el Éxtasis y la Segunda Vista.

EL SUEÑO Y LOS SUEÑOS

1. El Espíritu encarnado, se encuentra voluntariamente en su envoltura corpórea?
-“Valdría tanto como preguntar si un cautivo se complace en serlo. El Espíritu encarnado aspira, sin duda, a su propia liberación, y, cuanto más la envoltura es más rudimentaria, tanto más desea abandonarla”-.
2. Durante el sueño, descansa el Espíritu al igual que el cuerpo?
-“No; el Espíritu no queda inerte. Durante el sueño se aflojan los ligámenes que les unen al cuerpo, y, por cuanto éste no lo necesita más, aquel recorre el espacio, y entra en relación más directa con los demás Espíritus”-.
3. Qué es lo que demuestra la libertad del Espíritu durante el sueño?
-“Los sueños, la demuestran. Cuando el cuerpo reposa, el Espíritu tiene más amplia facultad que en la vigilia: se recuerda del pasado; alguna vez prevé el porvenir; adquiere mayor potencia, y puede entrar en comunicación con los demás Espíritus, sea en esta dimensión como en la otra. Vosotros decís con frecuencia: he tenido un sueño bizarro, de terror, pero verosímil; y os engañáis, porque, frecuentemente, es el recuerdo de lugares o de cosas que se han visto, o que veréis en otra existencia o en otro tiempo. En el descanso del cuerpo, el Espíritu se emancipa e investiga en el pasado o en el futuro. OH, seres humanos, cuan poco conocéis los fenómenos aún los más comunes de la vida! Vosotros presumís de ser sabios, y las cosas más vulgares os demuestran otra realidad, y si vuestros hijos os preguntan: Qué hacemos mientras dormimos? Qué son los sueños?, no sabéis que responder. El sueño libera en parte al Espíritu del cuerpo. Cuando se duerme, cada quien, prácticamente, se encuentra en un estado análogo al que es normal después de la desencarnación. Los Espíritus encarnados, que dejan de estar bajo el dominio de la materia, alcanzan, cuando el cuerpo duerme, a los demás Espíritus libres de superior nivel: viajan, razonan, se instruyen con ellos, y se ocupan de la realización de obras que encuentran cumplidas una vez efectuada la desencarnación. Esto debe enseñaros cada vez más a dejar de temer la desencarnación, por cuanto, se accede a la dimensión espiritual todos los días. Esto para los Espíritus elevados; pero los seres humanos que todavía están dominados por la materia, van a mundos inferiores a la tierra, donde les llaman, también, afecciones, o van en la búsqueda de placeres aún más bajos de los que se dan aquí, o a adherirse a doctrinas todavía más viles, más innobles y más nocivas de las que profesan entre vosotros. La simpatía, en la tierra, proviene del hecho de sentirse cerca de los sentimientos de aquellos con quienes hemos pasado horas de felicidad. Las antipatías acentuadas se explican con el hecho de sentir en el ánimo las diversidades de sentimientos, que pasan entre nosotros y otras personas, que conocemos sin haberlas visto jamás. La indiferencia es, además, el efecto de no tener necesidad alguna de procurarse nuevas amistades, mientras que tenemos tantos otros que nos aman y nos tratan con afecto. Como veis, el sueño tiene sobre la vida mayor importancia de lo que se cree. Por su medio los Espíritus encarnados permanecen siempre en relación con la dimensión espiritual. Dios ha querido que durante su contacto con el vicio, los buenos pudieran ir a potenciarse en la fuente del bien.
-“El sueño es la puerta a través de la cual, estando en la dimensión física, los Espíritus de los seres humanos virtuosos van a encontrar a sus amigos del espacio, es la recreación del trabajo, mientras esperan la liberación final que les restituirá a la verdadera patria. El sueño es el cuadro de lo que vuestro Espíritu ha visto durante el reposo del cuerpo; pero, percataos de que no siempre os lamentáis de ello después, o por lo menos de todo lo que habéis visto. Frecuentemente tomáis por sueño el recuerdo de la confusión que acompaña el alejamiento de vuestro Espíritu del cuerpo en sopor, y su regreso al mismo al despertarse, a cuyo recuerdo se agrega lo que habéis hecho, o que mayormente os ocupa en la vigilia: de otra manera, cómo os explicaríais los sueños absurdos que suelen tener tanto las personas ignorantes como las más doctas?
-“Por último, es preciso observar que los Espíritus de menor progreso se valen de los sueños para atormentar a los Espíritus débiles y viles. Dentro de poco veréis desarrollarse otra especie de sueños igual de antigua que las variantes ya mencionadas: los sueños de Jacob, los de los Profetas hebreos o de algunos individuos de la India, que son los recuerdos del Espíritu emancipado del cuerpo, los de la segunda vida, de la cual se habló antes antes. Buscad distinguir bien estas dos especies de sueños, para evitar caer en contradicciones o en errores que podrían resultar nocivos para vuestra fe”-.
Los sueños son el producto de la emancipación del Espíritu, alcanzando cierto grado de independencia  por medio de la suspensión de la vida activa y de relación. Por lo cual, una especie de clarividencia indefinida, que se extiende a los lugares más lejanos, o jamás vistos, y talvez, aún, a otros mundos: o, también, la percepción de acontecimientos ocurridos en existencias anteriores. La extrañeza de las imágenes de lo que sucede o que sucedió en mundos a nosotros desconocidos en la vigilia, mezclados con cosas del mundo por nosotros habitado, forman aquellos eventuales cuadros bizarros y confusos que parecieran privados de sentido y conexiones...
La incoherencia de los sueños se explica, por otra parte, con las lagunas parciales de lo que hemos visto en el sueño. Casi resulta un recuerdo del cual se hayan quitado al azar, algunas fases o períodos, por lo cual, los fragmentos que quedan, vueltos a reunir, pierden el nexo lógico y todo significado coherente.
4. Por qué no recordamos todos los sueños?
-“Lo que vosotros llamáis sueño es el reposo del cuerpo, por cuanto el Espíritu es siempre activo. En tal estado, él recupera su libertad, y se interrelaciona con sus seres queridos, sean éstos de la dimensión física o de la espiritual; empero, por cuanto el cuerpo es materia pesada o densa, le cuesta mantener las impresiones percibidas por el Espíritu por vías extra-sensoriales”-.
5. Qué valor tiene la interpretación de los sueños?
-“Ninguna, como la entienden los pretendidos adivinos, por cuanto es absurdo creer que la realización de un acontecimiento pueda depender de un sueño, o bien, es absurdo creer que el soñar una determinada cosa anuncie su realización. Los sueños son verdaderos en cuanto representan imágenes reales para el Espíritu; pero, éstas, normalmente, no tienen ninguna relación con las vivencias de la vida corpórea, y son, como lo hemos dicho, reminiscencia de un pasado más o menos próximo. Sólo algunas veces, por vía excepcional, pueden ser un presagio del futuro, o la visión de lo que acontece en otro lugar, donde el Espíritu se proyecta”-.
6. Frecuentemente vemos en sueño cosas que parecen presentimientos, pero después no suceden. Cómo explicarlo?
-“Ellas pueden verificarse para el Espíritu, si bien no para el cuerpo; por cuanto aquel va a encontrar las cosas y las personas en su nivel. Del resto, es preciso recordar que, durante el sueño, el Espíritu está siempre más o menos ligado a la materia, por lo que no se libera jamás completamente de las ideas terrenas, por lo cual las preocupaciones de la vigilia pueden dar a lo que se ve lo que se desea o teme. Esto, pero, no es más que un efecto de la imaginación, por cuanto, cuando la persona está vivamente preocupada por una idea, ella refiere a ella todo lo que ve”-.
7. Cuando vemos en sueños personas que viven, y las percibimos perfectamente, realizando actos a los cuales ellas no piensan ni mucho ni poco, ocurre, también, por efecto de la imaginación?
-“Cómo podéis afirmar que a aquellas cosas ellas no piensan ni mucho ni poco? Qué sabéis vosotros? Su Espíritu puede venir a visitar el vuestro, o viceversa, sin que vosotros penetréis el pensamiento. Por otra parte, ocurre frecuentemente que os referís a persona conocida en esta existencia, y según vuestros deseos, cuanto ha ocurrido en otras existencias”-.
8. Para la emancipación temporal del Espíritu es necesario el sueño profundo?
-“No: el Espíritu recupera su libertad tan pronto como los sentidos se adormecen, y para esto aprovecha cualquier libre cambio que el cuerpo le deja. Por poca que sea la postración de las fuerzas vitales, el Espíritu se emancipa, y es tanto más libre cuanto más débil es el cuerpo”-.
Por lo tanto, el semi-sueño, o, también, el adormecimiento de los sentidos, ofrece,  frecuentemente, las mismas imágenes del sueño.
9. Algunas veces, en el momento de dormirnos, nos parece oír, en nuestro interior, palabras claramente pronunciadas, y, también, frases enteras, que no tienen relación alguna con nuestros pensamientos. De quién provienen?
–“Sí, no solamente palabras, sino frases enteras, sobretodo cuando los sentidos se encuentran adormecidos. Esas son, algunas veces, el débil eco de un Espíritu que quiere comunicarse con vosotros”-.
10. Frecuentemente, en el estado entre el sueño y la vigilia, aún con los ojos cerrados, vemos imágines claras, figuras de las cuales percibimos los más pequeños detalles. Es visión, o un efecto de la imaginación?
-“Estando el cuerpo ya adormecido, el Espíritu busca de aflojar sus ligámenes, se transporta y ve. Si os encontráis, en cambio, dormidos, sería un sueño”-.
11. Algunas veces, durante el sueño, o el semi-sueño, se tienen ideas que parecen óptimas, pero que después, no obstante todos los esfuerzos para recordarlas, se borran de la memoria. De dónde vienen aquellas ideas?
-“Son el fruto de la libertad del Espíritu, que se emancipa, y por lo tanto, adquiere mayores facultades perceptivas, pudiendo darse, también, que sean consejos que le dan otros Espíritus”-.
A qué sirven aquellas ideas, o consejos, desde el momento en que se olvidan y no los podemos aprovechar?
-“Estas ideas, algunas veces, pertenecen más al mundo de los Espíritus que al mundo material; empero, si en la mayoría de los casos el cuerpo las olvida, el Espíritu se vuelve a conectar y la idea regresa cuando hace falta, como una inspiración del momento”-.
12. Conoce, el Espíritu encarnado, en los intervalos en los cuales se emancipa de la materia, el momento de su desencarnación?
-“Frecuentemente la presiente, y algunas veces tiene conciencia clara que le permite intuirla despierto. Estos son los casos de quienes prevén su desencarnación con exactitud”-.
13. La actividad del Espíritu durante el descanso o el sueño, puede cansar el cuerpo?
-“Sí, por cuanto el Espíritu se encuentra ligado al cuerpo, al igual que un globo, ya inflado, pero no todavía libre, se encuentra amarrado a un palo. Ahora bien, de la misma manera en que los movimientos del globo inciden sobre el palo, la actividad del Espíritu lo hace con el cuerpo, y le puede producir cansancio”-.
VISITAS ESPIRITUALES ENTRE ENCARNADOS
14. Del principio de la emancipación del Espíritu durante el sueño parece resultar que nosotros tenemos, al mismo tiempo, una doble existencia, es decir, la del cuerpo, que nos da la vida de relación externa, y la del Espíritu, que nos da la vida de relación oculta. Es correcto?
-“En el estado de emancipación, la vida del cuerpo cede a la del Espíritu; pero, no existen, propiamente hablando, dos existencias, sino dos fases de la existencia misma, por cuanto el ser humano no tiene dos vidas”-.
15. Pueden dos personas que se conocen visitarse durante el sueño?
-“Sí, y muchas otras, que creen no conocerse, se reúnen y conversan conjuntamente. Vosotros podéis tener, sin sospecharlo, amigos en otro país. El hecho de ir a ver, durante el sueño, amigos, parientes y personas, que os pueden ser útiles, es tan común que lo realizáis casi todas las noches”-.
16. Cuál puede ser la utilidad de estas visitas nocturnas si no la recordamos?
-“Generalmente, os queda una intuición al despertaros, y constituyen, frecuentemente, el origen de ciertas ideas que se perciben espontáneamente, sin que la persona pueda explicárselo, y son aquellas generadas en tales coloquios”-.
17. Puede, el ser humano, provocar a voluntad estas visitas espirituales? Puede, él, por ejemplo, establecer, en el momento de dormirse: -Esta noche quiero encontrarme en Espíritu con tal persona, hablarle y decirle tales y tales cosas?
-“Cuando se duerme el cuerpo, el Espíritu, que se emancipa, generalmente no piensa a ejecutar cuanto se había propuesto de hacer como persona, por cuanto, emancipado de la materia, ve muy diversamente las cosas de la vida. Y esto solo, ya, por los seres muy elevados: los demás pasan la existencia espiritual abandonándose a sus propias pasiones, o a la inercia. Por lo cual, puede suceder que, por esta razón, el Espíritu haga la visita en cuestión; empero, del solo pensarlo en la vigilia al cumplirlo, después, en el sueño, existe una gran diferencia”-.
18. Esto admitido, -pueden agruparse, a coloquio, no solamente dos, sino muchos Espíritus encarnados?
-“Sin duda. Los vínculos de la amistad, antiguos o recientes, reúnen, frecuentemente, de este modo, muchos Espíritus encantados de encontrarse juntos”-.
Por antiguos es preciso entender los vínculos de amistad adquiridos en existencias anteriores. Despertándonos, conservamos una intuición de las ideas generadas en tales coloquios, pero que ignoramos la fuente.
19. Una persona que supusiese desencarnado alguno de sus amigos, mientras, en realidad, no lo fuese, podría encontrarse con él, y en tal modo percatarse de que aún se encuentra encarnado? Y, podría, en tal caso, al despertarse, tener una intuición al respecto?
-“Ciertamente, puede verlo y conocer el estado; y si el creer a la desencarnación del amigo no le es impuesto como prueba, obtendrá el presentimiento de su estado de encarnado, como, por el contrario, el de su desencarnación”-.
TRANSMISIÓN OCULTA DEL PENSAMIENTO
20. Cómo ocurre, por ejemplo, que un descubrimiento, surge al mismo tiempo, en varios lugares?
-“Hemos dicho, ya, que durante el sueño del cuerpo, los Espíritus se comunican entre sí, por lo cual, una vez vueltos al estado de vigilia, diversos Espíritus recuerdan la misma cosa aprendida y la cree de propia invención. Cuando entre vosotros se dice que una idea se encuentra en el aire, se usa una idea mucho más exacta de lo que pensáis. Cada quien contribuye a propagarla sin darse cuenta”-.
Nuestro Espíritu, frecuentemente, sin saberlo, le comunica a otros Espíritus aquello que constituía nuestra preocupación durante el sueño.
21. Pueden los Espíritus comunicarse entre ellos mientras su cuerpo se encuentra despierto?
-“El Espíritu no se encuentra encerrado en el cuerpo como en una caja: él irradia alrededor, por lo cual puede comunicar con otros Espíritus, si bien con menos facilidad, también en el estado de  vigilia”-.
22.  De qué se origina que dos personas, completamente despiertas, tienen, frecuentemente, y en forma espontánea, el mismo pensamiento?
-“Del hecho de ser Espíritus afines, que se comunican y se leen, recíprocamente, el pensamiento, aún cuando sus respectivos cuerpos no duermen”-.
Entre los Espíritus afines, también encarnados, existe una tal comunicación de contenidos mentales, que con solo verse se comprenden sin necesidad de signos exteriores ni de palabras: podría decirse que se hablan en el lenguaje de los Espíritus.
LETARGIA, CATALEPSIA, DESENCARNACIÓN APARENTE
23. Los letárgicos y los catalépticos generalmente ven y oyen todo cuanto acontece a su alrededor, pero no lo pueden manifestar: -lo hacen con los ojos y con los oídos del cuerpo?
-“No: con el Espíritu. Éste tiene conciencia de sí; pero no puede comunicarse”-.
Por qué no puede comunicarse?
-“Porque el cuerpo se le opone. Tal estado particular de los órganos os da la prueba que en el ser humano existe, además del cuerpo, otra fuerza, la cual actúa mientras el cuerpo se encuentra inerte”-.
24. Puede, el Espíritu, en el letargo, separarse enteramente del cuerpo hasta darle todas las apariencia de la desencarnación, y después regresar?
–“En el sueño letárgico el cuerpo vive, por cuanto existen funciones que se cumplen: su vitalidad se encuentra en estado latente, al igual que en la crisálida, pero no está anulada. Ahora, hasta que el cuerpo vive, quiere decir que el Espíritu se encuentra ligado con él; rotos que sean estos ligámenes por la desencarnación real y por la disolución de los órganos, la separación es completa, y el Espíritu no regresa más. Cuando una persona, la cual tiene apariencia de haber desencarnado, regresa a la vida, es evidente de que la desencarnación no era real”-.
25. Se puede, con cuidados otorgados en tiempo útil, fortalecer los ligámenes que están por romperse, y volver a la vida a un ser que, sin aquellos auxilios, habría desencarnado?
-“Ciertamente, y tenéis pruebas de ello diariamente. El magnetismo, en tales casos, es un medio potentísimo, por cuanto suministra al cuerpo un nuevo fluido vital, que antes, siendo muy escaso, era insuficiente para mantener el funcionamiento de los órganos”-.
El sueño letárgico y la catalepsia tienen el mismo principio, que es la pérdida temporal de la sensibilidad y del movimiento por una causa fisiológica aún ignorada. Difieren en esto: que en el letargo la suspensión de las fuerzas vitales es general, y da al cuerpo todas las apariencia de la desencarnación, mientras que, en la catalepsia es local, y puede afectar una parte más o menos extensa del cuerpo, de manera de permitir a la inteligencia de manifestarse, lo que no deja que se confunda con la desencarnación. El sueño  letárgico es siempre natural; la catalepsia no, por cuanto puede ser, también, provocada y disuelta artificialmente por la acción magnética.
 SONAMBULISMO
26. El sonambulismo natural tiene algún relación con los sueños? Cómo se puede explicar?
-“Es un estado de independencia del Espíritu de su cuerpo mayor que en el sueño, y durante el cual las facultades del Espíritu están más desarrolladas y más despiertas. El sueño es un estado de sonambulismo imperfecto. En el sonambulismo el Espíritu es dueño de sí: los órganos materiales, encontrándose, en cierto modo en catalepsia, no reciben más las impresiones externas. Tal estado se manifiesta especialmente durante el sueño, es decir, cuando el Espíritu puede abandonar por algún tiempo el cuerpo, que disfruta del reposo necesario a la materia. Los hechos del sonambulismo se producen cuando el Espíritu, ocupado en una determinada cosa, realiza una acción que precisa el uso de su cuerpo, del cual, entonces se sirve como vosotros os servís de una mesa o de cualquier otro objeto material en el fenómeno de las manifestaciones físicas, o bien de vuestra mano  en el de las comunicaciones escritas. En los sueños de los cuales se tiene conciencia, los órganos, comprendidos los de la memoria, que empiezan a despertarse, reciben imperfectamente las impresiones producidas por  los objetos o causas externas, y las comunican al Espíritu, el cual, encontrándose en reposo a su vez, no percibe las sensaciones confusas y ordinariamente desconectadas, mezcladas como son con vagas remembranzas sea de esta existencia como de otras anteriores. Por lo cual es fácil comprender porque los sonámbulos no recuerdan nada, y porque los sueños, que recordamos, no tienen, generalmente, sentido alguno. Y digo más, por cuanto, alguna vez son la precisa reminiscencia de casi una vida pasada, y en otras ocasiones, también, una especie de intuición del porvenir”-.
27. El sonambulismo, denominado magnético, tiene alguna afinidad con el sonambulismo natural?
-“Es la misma cosa, pero producido con arte”-.
28. Qué es el agente denominado fluido magnético?
-“Fluido vital, electricidad animalizada, modificación del fluido universal”-.
29. Cuál es la causa de la clarividencia sonambulita?
-“Lo hemos ya dicho: el Espíritu que ve”-.
30. Cómo puede ver el Espíritu por medio de los cuerpos opacos?
-“Cuerpos opacos únicamente existen para vuestros órganos físicos, mientras que, como os fue ya dicho, no constituye un obstáculo para el Espíritu, que la atraviesa libremente. El sonámbulo os dice que ve con la frente, con la rodilla, con el codo, por cuanto vosotros, centrados en la materia, no podéis comprender que él pueda ver sin el concurso de los órganos, y porque, él mismo, juzgando a vuestro modo, cree de tener necesidad de los mismos; empero, si vosotros lo dejáis libre de hacer, él comprendería para ver con todas las partes del cuerpo, o, por mejor decir, de ver sin la ayuda de éste”-.
31. Si la clarividencia del sonámbulo es la del Espíritu, -por qué no ve todo, y por qué, con frecuencia, se engaña?
-“En primer lugar porque no le es permitido a los Espíritus imperfectos de ver todo y conocer todo, desde el momento en que participan de vuestros errores y de vuestros perjuicios; y después porque hasta que se encuentren ligados a la materia no gozan de todas sus potencias espirituales. Dios ha concedido al ser humano esta facultad para un fin útil y serio, no para enseñarla lo que no debe saber; por lo cual los sonámbulos no lo pueden decir todo”-.
32. Cuál es la fuente de las ideas innatas del sonámbulo, y como puede él hablar con exactitud de cosas que ignora en estado de vigilia, y que, frecuentemente, superan su capacidad intelectual?
-“El sonámbulo posee mucha más cogniciones de las que vosotros le conocéis; pero se encuentran adormecidas en él, siendo su envoltura muy imperfecta para que él pueda recordarlas. Vosotros conocéis bien que tenemos más existencias corpóreas: ahora, el fin de la encarnación actual puede haber hecho quedar latentes en él muchas nociones adquiridas en las anteriores; por lo cual, sometido al estado que denomináis crisis, se acuerda, pero no siempre con precisión: sabe, pero no podría decir ni de dónde ni cómo sabe. Pasada, después, la crisis, cada remembranza se diluye y él vuelve a entrar en la oscuridad”-.
La experiencia demuestra que los sonámbulos reciben, también, comunicaciones de otros Espíritus que les sugieren las respuestas, y suplen de esta manera su propia insuficiencia. Esto se descubre de manera especial en las prescripciones médicas, en las cuales el Espíritu del sonámbulo ve la enfermedad, mientras que otro le indica la medicina. Esta doble acción se revela, también, en algunas expresiones frecuentemente adoptadas por los sonámbulos: se me sugiere de decir, no se quiere que yo diga. En este último caso es siempre riesgoso insistir para obtener una revelación negada; por cuanto de esa manera se estimulan a los Espíritus ligeros, que responden de todo sin escrúpulo y sin cuidarse de la verdad.
33. Cómo se explica la percepción de cosas lejanas en determinados sonámbulos?
-“El Espíritu no se desdobla, acaso, durante el sueño del cuerpo? Lo mismo ocurre durante el sonambulismo.”-.
34. El mayor o menor desenvolvimiento de la clarividencia sonámbula depende de la constitución física, o de la naturaleza del Espíritu encarnado?
-“De ambas. Existen disposiciones físicas  que permiten al Espíritu  de desligarse más o menos fácilmente de la materia”.-
35. Las facultades de las cuales goza el Espíritu, -son las del Espíritu después de la desencarnación?
-“Hasta un cierto punto, ya que no hay que descuidar la influencia de la materia, a la cual se encuentra, aún, ligado”-.
36. Puede el Espíritu ver los demás Espíritus?
Puede, pero depende del grado y de la naturaleza de su lucidez. Alguna vez él no se da cuenta con quien ha de tratar, y los tomas por seres corpóreos. Esto sucede especialmente a quienes no conocen el Espiritismo, por cuanto no comprendiendo la esencia de los Espíritus, se asombran* y los creen corporalmente vivos”-.
De igual manera acontece después de la desencarnación en aquellos que se creen todavía encarnados: no se dan cuenta de algún cambio en torno a sí, creen los Espíritus vestidos de cuerpos similares a los nuestros y confunden la percepción del propio cuerpo por un cuerpo real.
37. El sonámbulo que percibe las cosas lejanas, -ve desde el punto donde se encuentra el cuerpo, o desde aquel en que se encuentra su Espíritu?
Por qué esta pregunta, si no es el cuerpo, sino el Espíritu el que ve?
38. Si, por lo tanto, es el Espíritu el que se desdobla, -cómo ocurre, entonces, que el cuerpo del sonámbulo tenga las sensaciones del calor o del frío que existe en el lugar en que se encuentra el Espíritu, alguna vez también a distancia enorme?
-“El Espíritu no se ha, ya, separado totalmente del cuerpo, en tal caso estaría desencarnado, pero queda unido a él por medio del ligamen o cordón fluídico que los une, y éste es el conductor de las sensaciones. Cuando dos personas corresponden de una ciudad a otra por telégrafo, la electricidad, que corre a través del hilo metálico, une los pensamientos, y por lo tanto ellos comunican entre sí, como si estuviesen cerca”-.
39. El uso que hace un sonámbulo de su facultad, -tiene importancia sobre el estado de su Espíritu después de la desencarnación?
-“Seguramente, como el uso bueno o malo de cualquier otra facultad, que Dios ha dado al ser humano”-.
ÉXTASIS
40. Qué diferencia existe entre el éxtasis y el sonambulismo?
-“El éxtasis es un sonambulismo de grado superior, porque el Espíritu de un extático goza de mayor independencia”-.
41. El Espíritu del extático va a los mundos superiores?
-“Sí: los ve, y comprende la felicidad de aquellos los habitan, y, por lo tanto, quisiera permanecer en ellos; empero, existen, también, mundos inaccesibles a los Espíritus que todavía no se han purificado lo suficiente”-.
42. Cuándo el extático expresa el deseo de abandonar la tierra, -habla él sinceramente y no es retenido por el instinto de conservación?
-“Depende de su grado de elevación. Si ve su condición futura mejor que la de su vida presente, hace esfuerzos para romper los lazos que lo tienen ligado a la materia”-.
43. Si se abandonase al extático a sí mismo, su Espíritu podría separarse definitivamente del cuerpo?
-“Sí: podría desencarnar. Por lo tanto sirve llamarlo, recordándole la misión que todavía tiene que cumplir en la tierra, y sobretodo haciéndole comprender que, rompiendo la cadena que lo tiene unido al cuerpo, él no podría permanecer en el lugar donde percibe que sería feliz”-.
44. Existen cosas que el extático cree de ver, pero que son, evidentemente, el producto de una imaginación exaltada por las creencias y por los prejuicios terrestres? Entonces, no es todo real lo que él ve?
-“Lo que ve es real para él; pero, estando su Espíritu siempre bajo la influencia de las ideas terrenas, él puede ver cosas a su manera, o mejor dicho, expresarlas en un lenguaje conforme a sus prejuicios y a sus ideas preconcebidas, o también a las vuestras, para hacerse comprender mejor”-.
45. Las revelaciones de los extáticos merecen confianza?
-“Sí, siempre que se tenga presente que ellos también pueden engañarse, de manera especial cuando quieren penetrar lo que debe permanecer oculto para el ser humano; es allí, entonces, cuando se abandonan se abandonan a las propias ideas, o se convierten en instrumento de los Espíritus engañadores, que aprovechan su entusiasmo para fascinarlos”-.
46. Cuáles consecuencias se pueden deducir de los fenómenos del sonambulismo y del éxtasis? No serían ellos una especie de iniciación a la vida futura?
-“El ser humano, por medio de estos fenómenos entrevé la vida del porvenir y la pasada. Estudiando aquellos fenómenos encontrará la explicación de muchos misterios que su razón busca inútilmente de penetrar”-.
47. Podrían los fenómenos del sonambulismo y del éxtasis conciliarse con el materialismo?
-“Quien los estudia de buena fe y sin prevenciones no puede ser ni materialista ni ateo”-.
SEGUNDA VISTA
48. El fenómeno denominado con el nombre de segunda vista tiene alguna relación con el sueño o con el sonambulismo?
-“Son todos una sola y misma cosa. Lo que vosotros denomináis segunda vista, es la vista del alma, vale decir del Espíritu, quien goza de la más grande libertad, aún cuando su cuerpo no se encuentre dormido”-.
49. La segunda vista es permanente?
-“La facultad sí: el ejercicio no. En los mundos menos materiales del vuestro los Espíritus se emancipan más fácilmente del cuerpo, y se comunican solamente con el pensamiento, sin excluir, aún, el lenguaje articulado; por lo cual para ellos la segunda vista es más que todo una facultad permanente: su estado normal puede compararse al de vuestros sonámbulos lúcidos, y esta es la razón por la cual se manifiestan a vosotros con mayor facilidad que a los otros, quienes se encuentran encarnados en cuerpos menos depurados”-.
50. La segunda vista se desenvuelve espontáneamente, o según el arbitrio de quien es dotado de la misma?
-“La mayor parte de las veces es espontánea: pero frecuentemente tiene inherencia, también, la voluntad. Tomad, por ejemplo, a los que se  denominan adivinos, entre quienes muchos de ellos tienen esta prerrogativa, y veréis que para provocarla se ayudan con la voluntad”-.
51. La segunda vista puede desenvolverse con el ejercicio?
–“En gran parte sí: algunos seres humanos tienen esta aptitud desarrollada, por medio de la cual el velo que cubre las cosas se disipa”-.
52. De que proviene que la segunda vista pareciera hereditaria en algunas familias?
-“En primer lugar por la evolución espiritual de las personas, en cuyo nivel se manifiestan aptitudes semejantes; luego, por una especie de educación adecuada a desarrollar la facultad, la cual se transmite, también, de padres a hijos”-.
53. Es verdad que ciertas circunstancias favorecen el desarrollo de la segunda vista?
-“Sí; una enfermedad, la inminencia de un peligro, una fuerte conmoción pueden desarrollarla, es decir, colocar el cuerpo en un estado particular que permite al Espíritu  de ver lo que vosotros no podéis ver con los ojos materiales”-.
En tiempos de crisis y de calamidad, las grandes conmociones, todas, en suma, las causas que sobre excitan la moral, provocan, en tal momento, el desarrollo de la segunda vista. Parece que la providencia, delante a un peligro nos da el medio para contrarrestarlo. En la historia existen numerosos casos registrados al respecto.
54. Las personas dotadas de la segunda vista son siempre conscientes de la misma?
-“No siempre; para ello la cuestión es muy natural, y muchos creen que, si todos se observaran, encontrarían de tenerla, también”-.
55. Se podría atribuir a una especie de segunda vista la perspicacia de algunos, que sin tener en sí nada de extraordinario, juzgan las cosas con mayor precisión que otros?
-“Es siempre cuestión del Espíritu, que irradia en ellos más libremente, por lo cual juzga mejor, aún bajo el velo de la materia”-.
Puede esta facultad, en algunos casos, alcanzar la presciencia?
-“Sí; ella canaliza, también, los presentimientos, por cuanto existen diversos grados de esta facultad, y el mismo sujeto puede tenerlos todos o solamente algunos”-.
ENSAYO TEORICO SOBRE EL SONAMBULISMO, EL EXTASIS Y LA SEGUNDA VISTA
56.  Los fenómenos del sonambulismo natural se producen espontáneamente y son independientes de cada causa externa conocida; pero en ciertas personas, dotadas de un organismo especial, pueden ser provocados artificialmente, con la acción del agente magnético.
El estado conocido con el nombre de sonambulismo magnético no difiere mucho del sonambulismo natural, sino porque es provocado, mientras que este último es espontáneo.
El sonambulismo natural es un hecho notorio, que nadie piensa negar, si bien presenta fenómenos maravillosos. Qué hay, por lo tanto, de extraordinario o irracional en el sonambulismo magnético, por ser producido artificialmente, como tantas otras cosas? Se dice que algunos charlatanes lo han explotado! Razón de más para no dejarlo en manos de ellos. Cuando la ciencia se apropie del mismo, los charlatanes tendrán menor credibilidad sobre las masas populares; pero, mientras tanto, dado que el sonambulismo, tanto natural como artificial, es un hecho, y en contra de los hechos no hay razonamiento que valga, eso da pie, pese a la voluntad contraria de algunos, en la ciencia misma, en la cual penetra por una infinidad de pequeñas puertas, en vez de pasar por el portón. Y cuando habrá entrado como propietario, será preciso concederle el derecho de ciudadanía.
Para el Espiritismo, el sonambulismo es más que un fenómeno fisiológico: es una facultad que esclarece la psicología, y nos proporciona el medio para estudiar el Espíritu, que en estos fenómenos se muestra al descubierto.
Uno de los fenómenos con los cuales el Espíritu se afirma, es la clarividencia independiente de los órganos ordinarios de la vista. Aquellos que ponen en duda este fenómeno, se apoyan sobre el hecho de que el sonámbulo no ve siempre y a gusto del experimentador, como lo hace con los ojos. Es serio maravillarse si los efectos no son siempre los mismos, cuando son diferentes los medios que se usan para producirlos? Es razonable pretender idénticos efectos cuando se cambia de instrumento? El Espíritu tiene sus propiedades, al igual que el ojo tiene las suyas: conviene juzgarlas en sí mismas, y no por analogía.
La causa de la clarividencia en el sonámbulo magnético y en el sonámbulo natural es exactamente la misma: un atributo del Espíritu, una facultad inherente a todas las partes del ser incorpóreo que se encuentra en nosotros, y que, por lo tanto, no tiene límites excepto aquellos asignados al individuo que la posee. El sonámbulo ve en todas partes en las que puede proyectarse su Espíritu, sin límites de distancias.
En la visión de cosas lejanas, el sonámbulo no las ve desde el lugar en que se encuentra su cuerpo, como por medio de un telescopio, sino las ve presentes, como si estuviese en el lugar en que se encuentran o se desarrollan, porque el Espíritu se proyectó allí, realmente, por lo cual acontece que su cuerpo queda inerte, y parece insensible hasta el momento en que el Espíritu se reincorpora nuevamente. Esta parcial separación del Espíritu del cuerpo puede durar un determinado tiempo, pero no es indefinida; mientras dura la misma el cuerpo se cansa, especialmente cuando el Espíritu realiza alguna actividad. El hecho de que la vista del Espíritu no se encuentra circunscrita, ni tiene sede determinada, explica porque los sonámbulos no le pueden asignar ningún órgano especial: ven de por sí sin saber como y sin conocer la causa. Si luego se refieren al cuerpo, les parece que la sede de aquella vista se encuentra en los centros en que se desarrolla mayor actividad vital, especialmente en el cerebro, en la región epigástrica, o en el órgano que para ellos es el lazo de unión más fuerte entre el Espíritu y el cuerpo.
La potencia de la sonámbula lucidez no es indefinida. El Espíritu, aunque del todo libre, es limitado en las facultades y en las percepciones según el grado de perfección al cual ha llegado: si después se encuentra aún ligado al cuerpo, debe necesariamente ser mayor su limitación.  Esta es la causa por la cual la clarividencia sonámbula no es universal ni infalible. Se agrega a esto que, con frecuencia, se incrementa la falibilidad al separarla del fin asignado por la naturaleza, al hacerla objeto de curiosidad y de experimentación.
En estado de libertad, en el cual se encuentra el Espíritu del sonámbulo, él entra más libremente en comunicación con los demás Espíritus encarnados o desencarnados, comunicación la cual se establece con el contacto de los fluídos que conforman los peri-espíritus –o almas- y sirven de canal al pensamiento, como el hilo eléctrico. El sonámbulo, por lo tanto, no necesita que el pensamiento se exprese con palabras: lo siente  y lo percibe, lo cual le rinde en grado sumo impresionable y accesible a las influencias del ambiente moral en que se encuentra. Es por esto que un gran número de espectadores, y especialmente los curiosos más o menos incrédulos y despectivos, afecta esencialmente al desarrollo de sus facultades, que se repliegan , por así decir, sobre sí mismas, y no se expanden del todo libremente, sino en la intimidad y en un ambiente simpático. En presencia de personas malévolas o antipáticas produce sobre él el mismo efecto que hace sobre la sensitiva el contacto de la mano.
El sonámbulo ve contemporáneamente el propio Espíritu y el propio cuerpo, que le representan la doble existencia espiritual y corpórea, y todavía se confunden en un ser solamente por medio del lazo que les une. Dado que no siempre este hecho le resulta comprensible, esta dualidad le induce, frecuentemente, a hablar de una o de la otra parte de sí como de un extraño, y esto ocurre porque en tal caso es el ser corpóreo que habla al ser espiritual, y viceversa.
El Espíritu crece en saber y en experiencia cada vez que se encarna, y se olvida en parte, mientras lo agrava el peso del cuerpo material muy rudimentario, se recuerda en estado de libertad. Es por esto que muchos sonámbulos demuestran conocimientos superiores al grado de su cultura y  a su aparente capacidad intelectual. Por lo tanto, la inferioridad intelectual y científica del sonámbulo en el estado de vigilia no perjudica en modo alguno las nociones que puede revelar en el estado lucido. Según los casos y el fin que se quiere obtener, él las puede derivar de la propia experiencia , de la clarividencia de las cosas actuales, o de los consejos que recibe de otros Espíritus libres; pero en cada caso dirá cosas más o menos justas según el mayor o menor progreso por él alcanzado. En virtud de los fenómenos de sonambulismo, sea natural, sea magnético, la Providencia nos hace leer en el libro de nuestro destino al darnos la prueba indiscutible de la existencia e independencia del Espíritu, y con el hacernos asistir al sublime espectáculo de su emancipación. Por cuanto el sonámbulo describe cuanto sucede a distancia, está claro que ve, y no con los ojos del cuerpo; por lo cual, en el lugar del cual hace la descripción, hay una parte de él, y dado que esta parte no es el cuerpo, solamente puede ser el Espíritu. Mientras el ser humano se desvía en las sutilezas de una metafísica abstracta  e inconcebible para descubrir las causas de nuestra existencia moral, Dios le pone, diariamente, debajo de los ojos, y a portada de manos, los medios más sencillos y más poderosos para el estudio de la psicología experimental.
El éxtasis es el estado en el cual la independencia del Espíritu se manifiesta en el modo más evidente, y se rinde, en cierto modo, palpable.
En el sueño y en el sonambulismo el Espíritu va en los globos terrestres, es decir, de grados inferiores, de igual grado o de grado un poco superior al nuestro. En el éxtasis penetra en un mundo desconocido, en aquel de los Espíritus etéreos, con los cuales entra en comunicación, sin todavía sobrepasar determinados límites, que no sabría superar sin romper el ligamen que le tienen unido al cuerpo. Un vívido esplendor nada desconocido para él le circunda; armonías jamás oídas en la tierra les extasían; le invade una inefable dulzura; pregusta la beatitud espiritual, y podría decirse que apoya un pie sobre la orilla de la eternidad.
En el estado de éxtasis el adormecimiento del cuerpo es virtualmente completo: no tiene casi más que vida orgánica,* y se comprende como el Espíritu se encuentra ligado todavía al cuerpo solamente por un hilo, que aún un pequeño esfuerzo podría cortar irremediablemente.
En este estado desaparecen todos los pensamientos terrestres para dar lugar al puro sentimiento, que es la esencia de nuestro ser inmaterial. Sumergido totalmente en una contemplación sublime, el extático considera la vida como una parada temporal: los bienes y los males, las bajas alegrías y las miserias de esta tierra no son para él mas que vanos incidentes de un viaje, del cual es feliz de descubrir el termino del mismo.
Ocurre con los extáticos lo mismo que con los sonámbulos: la lucidez puede ser más o menos perfecta, y el Espíritu, según su mayor o menor elevación, es más o menos apto para conocer y comprender las cosas. Hay en ella, tal vez, más exaltación que verdadera lucidez, y aquella afecta enormemente a ésta, por lo cual frecuentemente  sus revelaciones son una mezcla de verdades y de errores, de cosas sublimes y otras absurdas y hasta ridículas. Espíritus inferiores aprovechan de hecho esta exaltación, que es siempre fruto de debilidad, y a tal efecto revisten apariencias que mantienen al extático en sus ideas y en sus prejuicios. Pero, no todos los extáticos son iguales: queda a nosotros juzgar serenamente y discernir las diferencias con la balanza de la razón.
La emancipación del Espíritu se manifiesta, también, en el estado de vigilia, y produce el fenómeno llamado segunda vista, el cual otorga a quienes se encuentran dotados, la facultad de ver y de oír más allá de los límites de nuestros sentidos. Perciben cosas lejanas, en cualquier lugar en que el Espíritu extiende su acción: las ven, por así decirlo, a través de la vista ordinaria, y como por una especie de espejismo.
En el momento en el cual se produce el fenómeno de la segunda vista, el estado físico de la persona se encuentra sensiblemente modificado: los ojos tienen una expresión vaga, mirando sin ver; toda la fisonomía refleja una cierta exaltación. Está probado que el órgano de la vista le es ajeno, yaqué  la visión persiste aún con los ojos cerrados.
Quienes se encuentran dotados, esta facultad parece natural como la vista ordinaria: la creen un atributo del propio ser, no una excepción. Normalmente, esta lucidez pasajera es seguida es seguida del olvido, por cuanto la remembranza de la visión, gradualmente más vaga, se diluye, al final, al igual que la de un sueño.
La fuerza de la segunda vista varia desde la sensación confusa hasta la percepción clara y nítida de las cosas presentes o lejanas. En el estado rudimentario, ella otorga a algunos el tacto, la perspicacia, una cierta seguridad en sus actos, que podría definirse como la precisión en el criterio moral; más desarrollada, genera los presentimientos: con un mayor grado de desarrollo, aún, muestra los acontecimientos cumplidos o en proceso de cumplirse.
El sonambulismo natural y artificial, el éxtasis y la segunda vista no son más que variedad o modificaciones de una misma causa. Estos fenómenos, al igual que los sueños, se encuentran en la naturaleza, y por lo tanto son producidos en todos los tiempos: la historia nos demuestra que fueron conocidos, e inclusive, aprovechados desde la más remota antigüedad. En ellos se encuentra la explicación de un infinito número de hechos, que los prejuicios hicieron considerar, siempre, como sobrenaturales.

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EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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jueves, 21 de marzo de 2013

EL SUEÑO Y LOS SUEÑOS




EMANCIPACIÓN DEL ESPÍRITU
Autor: Allan Kardec
Versión castellana y comentarios exegéticos:
Giuseppe Isgró C

Capítulo XII de: El Libro de los Espíritus

El sueño y los sueños. Visitas espirituales entre los encarnados. Transmisión oculta del pensamiento. Letargia, Catalepsia, Desencarnación aparente. Sonambulismo. Éxtasis. Segunda Vista. Ensayo teórico sobre el Sonambulismo, sobre el Éxtasis y la Segunda Vista.

EL SUEÑO Y LOS SUEÑOS

1. El Espíritu encarnado, se encuentra voluntariamente en su envoltura corpórea?
-“Valdría tanto como preguntar si un cautivo se complace en serlo. El Espíritu encarnado aspira, sin duda, a su propia liberación, y, cuanto más la envoltura es más rudimentaria, tanto más desea abandonarla”-.
2. Durante el sueño, descansa el Espíritu al igual que el cuerpo?
-“No; el Espíritu no queda inerte. Durante el sueño se aflojan los ligámenes que les unen al cuerpo, y, por cuanto éste no lo necesita más, aquel recorre el espacio, y entra en relación más directa con los demás Espíritus”-.
3. Qué es lo que demuestra la libertad del Espíritu durante el sueño?
-“Los sueños, la demuestran. Cuando el cuerpo reposa, el Espíritu tiene más amplia facultad que en la vigilia: se recuerda del pasado; alguna vez prevé el porvenir; adquiere mayor potencia, y puede entrar en comunicación con los demás Espíritus, sea en esta dimensión como en la otra. Vosotros decís con frecuencia: he tenido un sueño bizarro, de terror, pero verosímil; y os engañáis, porque, frecuentemente, es el recuerdo de lugares o de cosas que se han visto, o que veréis en otra existencia o en otro tiempo. En el descanso del cuerpo, el Espíritu se emancipa e investiga en el pasado o en el futuro. OH, seres humanos, cuan poco conocéis los fenómenos aún los más comunes de la vida! Vosotros presumís de ser sabios, y las cosas más vulgares os demuestran otra realidad, y si vuestros hijos os preguntan: Qué hacemos mientras dormimos? Qué son los sueños?, no sabéis que responder. El sueño libera en parte al Espíritu del cuerpo. Cuando se duerme, cada quien, prácticamente, se encuentra en un estado análogo al que es normal después de la desencarnación. Los Espíritus encarnados, que dejan de estar bajo el dominio de la materia, alcanzan, cuando el cuerpo duerme, a los demás Espíritus libres de superior nivel: viajan, razonan, se instruyen con ellos, y se ocupan de la realización de obras que encuentran cumplidas una vez efectuada la desencarnación. Esto debe enseñaros cada vez más a dejar de temer la desencarnación, por cuanto, se accede a la dimensión espiritual todos los días. Esto para los Espíritus elevados; pero los seres humanos que todavía están dominados por la materia, van a mundos inferiores a la tierra, donde les llaman, también, afecciones, o van en la búsqueda de placeres aún más bajos de los que se dan aquí, o a adherirse a doctrinas todavía más viles, más innobles y más nocivas de las que profesan entre vosotros. La simpatía, en la tierra, proviene del hecho de sentirse cerca de los sentimientos de aquellos con quienes hemos pasado horas de felicidad. Las antipatías acentuadas se explican con el hecho de sentir en el ánimo las diversidades de sentimientos, que pasan entre nosotros y otras personas, que conocemos sin haberlas visto jamás. La indiferencia es, además, el efecto de no tener necesidad alguna de procurarse nuevas amistades, mientras que tenemos tantos otros que nos aman y nos tratan con afecto. Como veis, el sueño tiene sobre la vida mayor importancia de lo que se cree. Por su medio los Espíritus encarnados permanecen siempre en relación con la dimensión espiritual. Dios ha querido que durante su contacto con el vicio, los buenos pudieran ir a potenciarse en la fuente del bien.
-“El sueño es la puerta a través de la cual, estando en la dimensión física, los Espíritus de los seres humanos virtuosos van a encontrar a sus amigos del espacio, es la recreación del trabajo, mientras esperan la liberación final que les restituirá a la verdadera patria. El sueño es el cuadro de lo que vuestro Espíritu ha visto durante el reposo del cuerpo; pero, percataos de que no siempre os lamentáis de ello después, o por lo menos de todo lo que habéis visto. Frecuentemente tomáis por sueño el recuerdo de la confusión que acompaña el alejamiento de vuestro Espíritu del cuerpo en sopor, y su regreso al mismo al despertarse, a cuyo recuerdo se agrega lo que habéis hecho, o que mayormente os ocupa en la vigilia: de otra manera, cómo os explicaríais los sueños absurdos que suelen tener tanto las personas ignorantes como las más doctas?
-“Por último, es preciso observar que los Espíritus de menor progreso se valen de los sueños para atormentar a los Espíritus débiles y viles. Dentro de poco veréis desarrollarse otra especie de sueños igual de antigua que las variantes ya mencionadas: los sueños de Jacob, los de los Profetas hebreos o de algunos individuos de la India, que son los recuerdos del Espíritu emancipado del cuerpo, los de la segunda vida, de la cual se habló antes antes. Buscad distinguir bien estas dos especies de sueños, para evitar caer en contradicciones o en errores que podrían resultar nocivos para vuestra fe”-.
Los sueños son el producto de la emancipación del Espíritu, alcanzando cierto grado de independencia  por medio de la suspensión de la vida activa y de relación. Por lo cual, una especie de clarividencia indefinida, que se extiende a los lugares más lejanos, o jamás vistos, y talvez, aún, a otros mundos: o, también, la percepción de acontecimientos ocurridos en existencias anteriores. La extrañeza de las imágenes de lo que sucede o que sucedió en mundos a nosotros desconocidos en la vigilia, mezclados con cosas del mundo por nosotros habitado, forman aquellos eventuales cuadros bizarros y confusos que parecieran privados de sentido y conexiones...
La incoherencia de los sueños se explica, por otra parte, con las lagunas parciales de lo que hemos visto en el sueño. Casi resulta un recuerdo del cual se hayan quitado al azar, algunas fases o períodos, por lo cual, los fragmentos que quedan, vueltos a reunir, pierden el nexo lógico y todo significado coherente.
4. Por qué no recordamos todos los sueños?
-“Lo que vosotros llamáis sueño es el reposo del cuerpo, por cuanto el Espíritu es siempre activo. En tal estado, él recupera su libertad, y se interrelaciona con sus seres queridos, sean éstos de la dimensión física o de la espiritual; empero, por cuanto el cuerpo es materia pesada o densa, le cuesta mantener las impresiones percibidas por el Espíritu por vías extra-sensoriales”-.
5. Qué valor tiene la interpretación de los sueños?
-“Ninguna, como la entienden los pretendidos adivinos, por cuanto es absurdo creer que la realización de un acontecimiento pueda depender de un sueño, o bien, es absurdo creer que el soñar una determinada cosa anuncie su realización. Los sueños son verdaderos en cuanto representan imágenes reales para el Espíritu; pero, éstas, normalmente, no tienen ninguna relación con las vivencias de la vida corpórea, y son, como lo hemos dicho, reminiscencia de un pasado más o menos próximo. Sólo algunas veces, por vía excepcional, pueden ser un presagio del futuro, o la visión de lo que acontece en otro lugar, donde el Espíritu se proyecta”-.
6. Frecuentemente vemos en sueño cosas que parecen presentimientos, pero después no suceden. Cómo explicarlo?
-“Ellas pueden verificarse para el Espíritu, si bien no para el cuerpo; por cuanto aquel va a encontrar las cosas y las personas en su nivel. Del resto, es preciso recordar que, durante el sueño, el Espíritu está siempre más o menos ligado a la materia, por lo que no se libera jamás completamente de las ideas terrenas, por lo cual las preocupaciones de la vigilia pueden dar a lo que se ve lo que se desea o teme. Esto, pero, no es más que un efecto de la imaginación, por cuanto, cuando la persona está vivamente preocupada por una idea, ella refiere a ella todo lo que ve”-.
7. Cuando vemos en sueños personas que viven, y las percibimos perfectamente, realizando actos a los cuales ellas no piensan ni mucho ni poco, ocurre, también, por efecto de la imaginación?
-“Cómo podéis afirmar que a aquellas cosas ellas no piensan ni mucho ni poco? Qué sabéis vosotros? Su Espíritu puede venir a visitar el vuestro, o viceversa, sin que vosotros penetréis el pensamiento. Por otra parte, ocurre frecuentemente que os referís a persona conocida en esta existencia, y según vuestros deseos, cuanto ha ocurrido en otras existencias”-.
8. Para la emancipación temporal del Espíritu es necesario el sueño profundo?
-“No: el Espíritu recupera su libertad tan pronto como los sentidos se adormecen, y para esto aprovecha cualquier libre cambio que el cuerpo le deja. Por poca que sea la postración de las fuerzas vitales, el Espíritu se emancipa, y es tanto más libre cuanto más débil es el cuerpo”-.
Por lo tanto, el semi-sueño, o, también, el adormecimiento de los sentidos, ofrece,  frecuentemente, las mismas imágenes del sueño.
9. Algunas veces, en el momento de dormirnos, nos parece oír, en nuestro interior, palabras claramente pronunciadas, y, también, frases enteras, que no tienen relación alguna con nuestros pensamientos. De quién provienen?
–“Sí, no solamente palabras, sino frases enteras, sobretodo cuando los sentidos se encuentran adormecidos. Esas son, algunas veces, el débil eco de un Espíritu que quiere comunicarse con vosotros”-.
10. Frecuentemente, en el estado entre el sueño y la vigilia, aún con los ojos cerrados, vemos imágines claras, figuras de las cuales percibimos los más pequeños detalles. Es visión, o un efecto de la imaginación?
-“Estando el cuerpo ya adormecido, el Espíritu busca de aflojar sus ligámenes, se transporta y ve. Si os encontráis, en cambio, dormidos, sería un sueño”-.
11. Algunas veces, durante el sueño, o el semi-sueño, se tienen ideas que parecen óptimas, pero que después, no obstante todos los esfuerzos para recordarlas, se borran de la memoria. De dónde vienen aquellas ideas?
-“Son el fruto de la libertad del Espíritu, que se emancipa, y por lo tanto, adquiere mayores facultades perceptivas, pudiendo darse, también, que sean consejos que le dan otros Espíritus”-.
A qué sirven aquellas ideas, o consejos, desde el momento en que se olvidan y no los podemos aprovechar?
-“Estas ideas, algunas veces, pertenecen más al mundo de los Espíritus que al mundo material; empero, si en la mayoría de los casos el cuerpo las olvida, el Espíritu se vuelve a conectar y la idea regresa cuando hace falta, como una inspiración del momento”-.
12. Conoce, el Espíritu encarnado, en los intervalos en los cuales se emancipa de la materia, el momento de su desencarnación?
-“Frecuentemente la presiente, y algunas veces tiene conciencia clara que le permite intuirla despierto. Estos son los casos de quienes prevén su desencarnación con exactitud”-.
13. La actividad del Espíritu durante el descanso o el sueño, puede cansar el cuerpo?
-“Sí, por cuanto el Espíritu se encuentra ligado al cuerpo, al igual que un globo, ya inflado, pero no todavía libre, se encuentra amarrado a un palo. Ahora bien, de la misma manera en que los movimientos del globo inciden sobre el palo, la actividad del Espíritu lo hace con el cuerpo, y le puede producir cansancio”-.
VISITAS ESPIRITUALES ENTRE ENCARNADOS
14. Del principio de la emancipación del Espíritu durante el sueño parece resultar que nosotros tenemos, al mismo tiempo, una doble existencia, es decir, la del cuerpo, que nos da la vida de relación externa, y la del Espíritu, que nos da la vida de relación oculta. Es correcto?
-“En el estado de emancipación, la vida del cuerpo cede a la del Espíritu; pero, no existen, propiamente hablando, dos existencias, sino dos fases de la existencia misma, por cuanto el ser humano no tiene dos vidas”-.
15. Pueden dos personas que se conocen visitarse durante el sueño?
-“Sí, y muchas otras, que creen no conocerse, se reúnen y conversan conjuntamente. Vosotros podéis tener, sin sospecharlo, amigos en otro país. El hecho de ir a ver, durante el sueño, amigos, parientes y personas, que os pueden ser útiles, es tan común que lo realizáis casi todas las noches”-.
16. Cuál puede ser la utilidad de estas visitas nocturnas si no la recordamos?
-“Generalmente, os queda una intuición al despertaros, y constituyen, frecuentemente, el origen de ciertas ideas que se perciben espontáneamente, sin que la persona pueda explicárselo, y son aquellas generadas en tales coloquios”-.
17. Puede, el ser humano, provocar a voluntad estas visitas espirituales? Puede, él, por ejemplo, establecer, en el momento de dormirse: -Esta noche quiero encontrarme en Espíritu con tal persona, hablarle y decirle tales y tales cosas?
-“Cuando se duerme el cuerpo, el Espíritu, que se emancipa, generalmente no piensa a ejecutar cuanto se había propuesto de hacer como persona, por cuanto, emancipado de la materia, ve muy diversamente las cosas de la vida. Y esto solo, ya, por los seres muy elevados: los demás pasan la existencia espiritual abandonándose a sus propias pasiones, o a la inercia. Por lo cual, puede suceder que, por esta razón, el Espíritu haga la visita en cuestión; empero, del solo pensarlo en la vigilia al cumplirlo, después, en el sueño, existe una gran diferencia”-.
18. Esto admitido, -pueden agruparse, a coloquio, no solamente dos, sino muchos Espíritus encarnados?
-“Sin duda. Los vínculos de la amistad, antiguos o recientes, reúnen, frecuentemente, de este modo, muchos Espíritus encantados de encontrarse juntos”-.
Por antiguos es preciso entender los vínculos de amistad adquiridos en existencias anteriores. Despertándonos, conservamos una intuición de las ideas generadas en tales coloquios, pero que ignoramos la fuente.
19. Una persona que supusiese desencarnado alguno de sus amigos, mientras, en realidad, no lo fuese, podría encontrarse con él, y en tal modo percatarse de que aún se encuentra encarnado? Y, podría, en tal caso, al despertarse, tener una intuición al respecto?
-“Ciertamente, puede verlo y conocer el estado; y si el creer a la desencarnación del amigo no le es impuesto como prueba, obtendrá el presentimiento de su estado de encarnado, como, por el contrario, el de su desencarnación”-.
TRANSMISIÓN OCULTA DEL PENSAMIENTO
20. Cómo ocurre, por ejemplo, que un descubrimiento, surge al mismo tiempo, en varios lugares?
-“Hemos dicho, ya, que durante el sueño del cuerpo, los Espíritus se comunican entre sí, por lo cual, una vez vueltos al estado de vigilia, diversos Espíritus recuerdan la misma cosa aprendida y la cree de propia invención. Cuando entre vosotros se dice que una idea se encuentra en el aire, se usa una idea mucho más exacta de lo que pensáis. Cada quien contribuye a propagarla sin darse cuenta”-.
Nuestro Espíritu, frecuentemente, sin saberlo, le comunica a otros Espíritus aquello que constituía nuestra preocupación durante el sueño.
21. Pueden los Espíritus comunicarse entre ellos mientras su cuerpo se encuentra despierto?
-“El Espíritu no se encuentra encerrado en el cuerpo como en una caja: él irradia alrededor, por lo cual puede comunicar con otros Espíritus, si bien con menos facilidad, también en el estado de  vigilia”-.
22.  De qué se origina que dos personas, completamente despiertas, tienen, frecuentemente, y en forma espontánea, el mismo pensamiento?
-“Del hecho de ser Espíritus afines, que se comunican y se leen, recíprocamente, el pensamiento, aún cuando sus respectivos cuerpos no duermen”-.
Entre los Espíritus afines, también encarnados, existe una tal comunicación de contenidos mentales, que con solo verse se comprenden sin necesidad de signos exteriores ni de palabras: podría decirse que se hablan en el lenguaje de los Espíritus.
LETARGIA, CATALEPSIA, DESENCARNACIÓN APARENTE
23. Los letárgicos y los catalépticos generalmente ven y oyen todo cuanto acontece a su alrededor, pero no lo pueden manifestar: -lo hacen con los ojos y con los oídos del cuerpo?
-“No: con el Espíritu. Éste tiene conciencia de sí; pero no puede comunicarse”-.
Por qué no puede comunicarse?
-“Porque el cuerpo se le opone. Tal estado particular de los órganos os da la prueba que en el ser humano existe, además del cuerpo, otra fuerza, la cual actúa mientras el cuerpo se encuentra inerte”-.
24. Puede, el Espíritu, en el letargo, separarse enteramente del cuerpo hasta darle todas las apariencia de la desencarnación, y después regresar?
–“En el sueño letárgico el cuerpo vive, por cuanto existen funciones que se cumplen: su vitalidad se encuentra en estado latente, al igual que en la crisálida, pero no está anulada. Ahora, hasta que el cuerpo vive, quiere decir que el Espíritu se encuentra ligado con él; rotos que sean estos ligámenes por la desencarnación real y por la disolución de los órganos, la separación es completa, y el Espíritu no regresa más. Cuando una persona, la cual tiene apariencia de haber desencarnado, regresa a la vida, es evidente de que la desencarnación no era real”-.
25. Se puede, con cuidados otorgados en tiempo útil, fortalecer los ligámenes que están por romperse, y volver a la vida a un ser que, sin aquellos auxilios, habría desencarnado?
-“Ciertamente, y tenéis pruebas de ello diariamente. El magnetismo, en tales casos, es un medio potentísimo, por cuanto suministra al cuerpo un nuevo fluido vital, que antes, siendo muy escaso, era insuficiente para mantener el funcionamiento de los órganos”-.
El sueño letárgico y la catalepsia tienen el mismo principio, que es la pérdida temporal de la sensibilidad y del movimiento por una causa fisiológica aún ignorada. Difieren en esto: que en el letargo la suspensión de las fuerzas vitales es general, y da al cuerpo todas las apariencia de la desencarnación, mientras que, en la catalepsia es local, y puede afectar una parte más o menos extensa del cuerpo, de manera de permitir a la inteligencia de manifestarse, lo que no deja que se confunda con la desencarnación. El sueño  letárgico es siempre natural; la catalepsia no, por cuanto puede ser, también, provocada y disuelta artificialmente por la acción magnética.
 SONAMBULISMO
26. El sonambulismo natural tiene algún relación con los sueños? Cómo se puede explicar?
-“Es un estado de independencia del Espíritu de su cuerpo mayor que en el sueño, y durante el cual las facultades del Espíritu están más desarrolladas y más despiertas. El sueño es un estado de sonambulismo imperfecto. En el sonambulismo el Espíritu es dueño de sí: los órganos materiales, encontrándose, en cierto modo en catalepsia, no reciben más las impresiones externas. Tal estado se manifiesta especialmente durante el sueño, es decir, cuando el Espíritu puede abandonar por algún tiempo el cuerpo, que disfruta del reposo necesario a la materia. Los hechos del sonambulismo se producen cuando el Espíritu, ocupado en una determinada cosa, realiza una acción que precisa el uso de su cuerpo, del cual, entonces se sirve como vosotros os servís de una mesa o de cualquier otro objeto material en el fenómeno de las manifestaciones físicas, o bien de vuestra mano  en el de las comunicaciones escritas. En los sueños de los cuales se tiene conciencia, los órganos, comprendidos los de la memoria, que empiezan a despertarse, reciben imperfectamente las impresiones producidas por  los objetos o causas externas, y las comunican al Espíritu, el cual, encontrándose en reposo a su vez, no percibe las sensaciones confusas y ordinariamente desconectadas, mezcladas como son con vagas remembranzas sea de esta existencia como de otras anteriores. Por lo cual es fácil comprender porque los sonámbulos no recuerdan nada, y porque los sueños, que recordamos, no tienen, generalmente, sentido alguno. Y digo más, por cuanto, alguna vez son la precisa reminiscencia de casi una vida pasada, y en otras ocasiones, también, una especie de intuición del porvenir”-.
27. El sonambulismo, denominado magnético, tiene alguna afinidad con el sonambulismo natural?
-“Es la misma cosa, pero producido con arte”-.
28. Qué es el agente denominado fluido magnético?
-“Fluido vital, electricidad animalizada, modificación del fluido universal”-.
29. Cuál es la causa de la clarividencia sonambulita?
-“Lo hemos ya dicho: el Espíritu que ve”-.
30. Cómo puede ver el Espíritu por medio de los cuerpos opacos?
-“Cuerpos opacos únicamente existen para vuestros órganos físicos, mientras que, como os fue ya dicho, no constituye un obstáculo para el Espíritu, que la atraviesa libremente. El sonámbulo os dice que ve con la frente, con la rodilla, con el codo, por cuanto vosotros, centrados en la materia, no podéis comprender que él pueda ver sin el concurso de los órganos, y porque, él mismo, juzgando a vuestro modo, cree de tener necesidad de los mismos; empero, si vosotros lo dejáis libre de hacer, él comprendería para ver con todas las partes del cuerpo, o, por mejor decir, de ver sin la ayuda de éste”-.
31. Si la clarividencia del sonámbulo es la del Espíritu, -por qué no ve todo, y por qué, con frecuencia, se engaña?
-“En primer lugar porque no le es permitido a los Espíritus imperfectos de ver todo y conocer todo, desde el momento en que participan de vuestros errores y de vuestros perjuicios; y después porque hasta que se encuentren ligados a la materia no gozan de todas sus potencias espirituales. Dios ha concedido al ser humano esta facultad para un fin útil y serio, no para enseñarla lo que no debe saber; por lo cual los sonámbulos no lo pueden decir todo”-.
32. Cuál es la fuente de las ideas innatas del sonámbulo, y como puede él hablar con exactitud de cosas que ignora en estado de vigilia, y que, frecuentemente, superan su capacidad intelectual?
-“El sonámbulo posee mucha más cogniciones de las que vosotros le conocéis; pero se encuentran adormecidas en él, siendo su envoltura muy imperfecta para que él pueda recordarlas. Vosotros conocéis bien que tenemos más existencias corpóreas: ahora, el fin de la encarnación actual puede haber hecho quedar latentes en él muchas nociones adquiridas en las anteriores; por lo cual, sometido al estado que denomináis crisis, se acuerda, pero no siempre con precisión: sabe, pero no podría decir ni de dónde ni cómo sabe. Pasada, después, la crisis, cada remembranza se diluye y él vuelve a entrar en la oscuridad”-.
La experiencia demuestra que los sonámbulos reciben, también, comunicaciones de otros Espíritus que les sugieren las respuestas, y suplen de esta manera su propia insuficiencia. Esto se descubre de manera especial en las prescripciones médicas, en las cuales el Espíritu del sonámbulo ve la enfermedad, mientras que otro le indica la medicina. Esta doble acción se revela, también, en algunas expresiones frecuentemente adoptadas por los sonámbulos: se me sugiere de decir, no se quiere que yo diga. En este último caso es siempre riesgoso insistir para obtener una revelación negada; por cuanto de esa manera se estimulan a los Espíritus ligeros, que responden de todo sin escrúpulo y sin cuidarse de la verdad.
33. Cómo se explica la percepción de cosas lejanas en determinados sonámbulos?
-“El Espíritu no se desdobla, acaso, durante el sueño del cuerpo? Lo mismo ocurre durante el sonambulismo.”-.
34. El mayor o menor desenvolvimiento de la clarividencia sonámbula depende de la constitución física, o de la naturaleza del Espíritu encarnado?
-“De ambas. Existen disposiciones físicas  que permiten al Espíritu  de desligarse más o menos fácilmente de la materia”.-
35. Las facultades de las cuales goza el Espíritu, -son las del Espíritu después de la desencarnación?
-“Hasta un cierto punto, ya que no hay que descuidar la influencia de la materia, a la cual se encuentra, aún, ligado”-.
36. Puede el Espíritu ver los demás Espíritus?
Puede, pero depende del grado y de la naturaleza de su lucidez. Alguna vez él no se da cuenta con quien ha de tratar, y los tomas por seres corpóreos. Esto sucede especialmente a quienes no conocen el Espiritismo, por cuanto no comprendiendo la esencia de los Espíritus, se asombran* y los creen corporalmente vivos”-.
De igual manera acontece después de la desencarnación en aquellos que se creen todavía encarnados: no se dan cuenta de algún cambio en torno a sí, creen los Espíritus vestidos de cuerpos similares a los nuestros y confunden la percepción del propio cuerpo por un cuerpo real.
37. El sonámbulo que percibe las cosas lejanas, -ve desde el punto donde se encuentra el cuerpo, o desde aquel en que se encuentra su Espíritu?
Por qué esta pregunta, si no es el cuerpo, sino el Espíritu el que ve?
38. Si, por lo tanto, es el Espíritu el que se desdobla, -cómo ocurre, entonces, que el cuerpo del sonámbulo tenga las sensaciones del calor o del frío que existe en el lugar en que se encuentra el Espíritu, alguna vez también a distancia enorme?
-“El Espíritu no se ha, ya, separado totalmente del cuerpo, en tal caso estaría desencarnado, pero queda unido a él por medio del ligamen o cordón fluídico que los une, y éste es el conductor de las sensaciones. Cuando dos personas corresponden de una ciudad a otra por telégrafo, la electricidad, que corre a través del hilo metálico, une los pensamientos, y por lo tanto ellos comunican entre sí, como si estuviesen cerca”-.
39. El uso que hace un sonámbulo de su facultad, -tiene importancia sobre el estado de su Espíritu después de la desencarnación?
-“Seguramente, como el uso bueno o malo de cualquier otra facultad, que Dios ha dado al ser humano”-.
ÉXTASIS
40. Qué diferencia existe entre el éxtasis y el sonambulismo?
-“El éxtasis es un sonambulismo de grado superior, porque el Espíritu de un extático goza de mayor independencia”-.
41. El Espíritu del extático va a los mundos superiores?
-“Sí: los ve, y comprende la felicidad de aquellos los habitan, y, por lo tanto, quisiera permanecer en ellos; empero, existen, también, mundos inaccesibles a los Espíritus que todavía no se han purificado lo suficiente”-.
42. Cuándo el extático expresa el deseo de abandonar la tierra, -habla él sinceramente y no es retenido por el instinto de conservación?
-“Depende de su grado de elevación. Si ve su condición futura mejor que la de su vida presente, hace esfuerzos para romper los lazos que lo tienen ligado a la materia”-.
43. Si se abandonase al extático a sí mismo, su Espíritu podría separarse definitivamente del cuerpo?
-“Sí: podría desencarnar. Por lo tanto sirve llamarlo, recordándole la misión que todavía tiene que cumplir en la tierra, y sobretodo haciéndole comprender que, rompiendo la cadena que lo tiene unido al cuerpo, él no podría permanecer en el lugar donde percibe que sería feliz”-.
44. Existen cosas que el extático cree de ver, pero que son, evidentemente, el producto de una imaginación exaltada por las creencias y por los prejuicios terrestres? Entonces, no es todo real lo que él ve?
-“Lo que ve es real para él; pero, estando su Espíritu siempre bajo la influencia de las ideas terrenas, él puede ver cosas a su manera, o mejor dicho, expresarlas en un lenguaje conforme a sus prejuicios y a sus ideas preconcebidas, o también a las vuestras, para hacerse comprender mejor”-.
45. Las revelaciones de los extáticos merecen confianza?
-“Sí, siempre que se tenga presente que ellos también pueden engañarse, de manera especial cuando quieren penetrar lo que debe permanecer oculto para el ser humano; es allí, entonces, cuando se abandonan se abandonan a las propias ideas, o se convierten en instrumento de los Espíritus engañadores, que aprovechan su entusiasmo para fascinarlos”-.
46. Cuáles consecuencias se pueden deducir de los fenómenos del sonambulismo y del éxtasis? No serían ellos una especie de iniciación a la vida futura?
-“El ser humano, por medio de estos fenómenos entrevé la vida del porvenir y la pasada. Estudiando aquellos fenómenos encontrará la explicación de muchos misterios que su razón busca inútilmente de penetrar”-.
47. Podrían los fenómenos del sonambulismo y del éxtasis conciliarse con el materialismo?
-“Quien los estudia de buena fe y sin prevenciones no puede ser ni materialista ni ateo”-.
SEGUNDA VISTA
48. El fenómeno denominado con el nombre de segunda vista tiene alguna relación con el sueño o con el sonambulismo?
-“Son todos una sola y misma cosa. Lo que vosotros denomináis segunda vista, es la vista del alma, vale decir del Espíritu, quien goza de la más grande libertad, aún cuando su cuerpo no se encuentre dormido”-.
49. La segunda vista es permanente?
-“La facultad sí: el ejercicio no. En los mundos menos materiales del vuestro los Espíritus se emancipan más fácilmente del cuerpo, y se comunican solamente con el pensamiento, sin excluir, aún, el lenguaje articulado; por lo cual para ellos la segunda vista es más que todo una facultad permanente: su estado normal puede compararse al de vuestros sonámbulos lúcidos, y esta es la razón por la cual se manifiestan a vosotros con mayor facilidad que a los otros, quienes se encuentran encarnados en cuerpos menos depurados”-.
50. La segunda vista se desenvuelve espontáneamente, o según el arbitrio de quien es dotado de la misma?
-“La mayor parte de las veces es espontánea: pero frecuentemente tiene inherencia, también, la voluntad. Tomad, por ejemplo, a los que se  denominan adivinos, entre quienes muchos de ellos tienen esta prerrogativa, y veréis que para provocarla se ayudan con la voluntad”-.
51. La segunda vista puede desenvolverse con el ejercicio?
–“En gran parte sí: algunos seres humanos tienen esta aptitud desarrollada, por medio de la cual el velo que cubre las cosas se disipa”-.
52. De que proviene que la segunda vista pareciera hereditaria en algunas familias?
-“En primer lugar por la evolución espiritual de las personas, en cuyo nivel se manifiestan aptitudes semejantes; luego, por una especie de educación adecuada a desarrollar la facultad, la cual se transmite, también, de padres a hijos”-.
53. Es verdad que ciertas circunstancias favorecen el desarrollo de la segunda vista?
-“Sí; una enfermedad, la inminencia de un peligro, una fuerte conmoción pueden desarrollarla, es decir, colocar el cuerpo en un estado particular que permite al Espíritu  de ver lo que vosotros no podéis ver con los ojos materiales”-.
En tiempos de crisis y de calamidad, las grandes conmociones, todas, en suma, las causas que sobre excitan la moral, provocan, en tal momento, el desarrollo de la segunda vista. Parece que la providencia, delante a un peligro nos da el medio para contrarrestarlo. En la historia existen numerosos casos registrados al respecto.
54. Las personas dotadas de la segunda vista son siempre conscientes de la misma?
-“No siempre; para ello la cuestión es muy natural, y muchos creen que, si todos se observaran, encontrarían de tenerla, también”-.
55. Se podría atribuir a una especie de segunda vista la perspicacia de algunos, que sin tener en sí nada de extraordinario, juzgan las cosas con mayor precisión que otros?
-“Es siempre cuestión del Espíritu, que irradia en ellos más libremente, por lo cual juzga mejor, aún bajo el velo de la materia”-.
Puede esta facultad, en algunos casos, alcanzar la presciencia?
-“Sí; ella canaliza, también, los presentimientos, por cuanto existen diversos grados de esta facultad, y el mismo sujeto puede tenerlos todos o solamente algunos”-.
ENSAYO TEORICO SOBRE EL SONAMBULISMO, EL EXTASIS Y LA SEGUNDA VISTA
56.  Los fenómenos del sonambulismo natural se producen espontáneamente y son independientes de cada causa externa conocida; pero en ciertas personas, dotadas de un organismo especial, pueden ser provocados artificialmente, con la acción del agente magnético.
El estado conocido con el nombre de sonambulismo magnético no difiere mucho del sonambulismo natural, sino porque es provocado, mientras que este último es espontáneo.
El sonambulismo natural es un hecho notorio, que nadie piensa negar, si bien presenta fenómenos maravillosos. Qué hay, por lo tanto, de extraordinario o irracional en el sonambulismo magnético, por ser producido artificialmente, como tantas otras cosas? Se dice que algunos charlatanes lo han explotado! Razón de más para no dejarlo en manos de ellos. Cuando la ciencia se apropie del mismo, los charlatanes tendrán menor credibilidad sobre las masas populares; pero, mientras tanto, dado que el sonambulismo, tanto natural como artificial, es un hecho, y en contra de los hechos no hay razonamiento que valga, eso da pie, pese a la voluntad contraria de algunos, en la ciencia misma, en la cual penetra por una infinidad de pequeñas puertas, en vez de pasar por el portón. Y cuando habrá entrado como propietario, será preciso concederle el derecho de ciudadanía.
Para el Espiritismo, el sonambulismo es más que un fenómeno fisiológico: es una facultad que esclarece la psicología, y nos proporciona el medio para estudiar el Espíritu, que en estos fenómenos se muestra al descubierto.
Uno de los fenómenos con los cuales el Espíritu se afirma, es la clarividencia independiente de los órganos ordinarios de la vista. Aquellos que ponen en duda este fenómeno, se apoyan sobre el hecho de que el sonámbulo no ve siempre y a gusto del experimentador, como lo hace con los ojos. Es serio maravillarse si los efectos no son siempre los mismos, cuando son diferentes los medios que se usan para producirlos? Es razonable pretender idénticos efectos cuando se cambia de instrumento? El Espíritu tiene sus propiedades, al igual que el ojo tiene las suyas: conviene juzgarlas en sí mismas, y no por analogía.
La causa de la clarividencia en el sonámbulo magnético y en el sonámbulo natural es exactamente la misma: un atributo del Espíritu, una facultad inherente a todas las partes del ser incorpóreo que se encuentra en nosotros, y que, por lo tanto, no tiene límites excepto aquellos asignados al individuo que la posee. El sonámbulo ve en todas partes en las que puede proyectarse su Espíritu, sin límites de distancias.
En la visión de cosas lejanas, el sonámbulo no las ve desde el lugar en que se encuentra su cuerpo, como por medio de un telescopio, sino las ve presentes, como si estuviese en el lugar en que se encuentran o se desarrollan, porque el Espíritu se proyectó allí, realmente, por lo cual acontece que su cuerpo queda inerte, y parece insensible hasta el momento en que el Espíritu se reincorpora nuevamente. Esta parcial separación del Espíritu del cuerpo puede durar un determinado tiempo, pero no es indefinida; mientras dura la misma el cuerpo se cansa, especialmente cuando el Espíritu realiza alguna actividad. El hecho de que la vista del Espíritu no se encuentra circunscrita, ni tiene sede determinada, explica porque los sonámbulos no le pueden asignar ningún órgano especial: ven de por sí sin saber como y sin conocer la causa. Si luego se refieren al cuerpo, les parece que la sede de aquella vista se encuentra en los centros en que se desarrolla mayor actividad vital, especialmente en el cerebro, en la región epigástrica, o en el órgano que para ellos es el lazo de unión más fuerte entre el Espíritu y el cuerpo.
La potencia de la sonámbula lucidez no es indefinida. El Espíritu, aunque del todo libre, es limitado en las facultades y en las percepciones según el grado de perfección al cual ha llegado: si después se encuentra aún ligado al cuerpo, debe necesariamente ser mayor su limitación.  Esta es la causa por la cual la clarividencia sonámbula no es universal ni infalible. Se agrega a esto que, con frecuencia, se incrementa la falibilidad al separarla del fin asignado por la naturaleza, al hacerla objeto de curiosidad y de experimentación.
En estado de libertad, en el cual se encuentra el Espíritu del sonámbulo, él entra más libremente en comunicación con los demás Espíritus encarnados o desencarnados, comunicación la cual se establece con el contacto de los fluídos que conforman los peri-espíritus –o almas- y sirven de canal al pensamiento, como el hilo eléctrico. El sonámbulo, por lo tanto, no necesita que el pensamiento se exprese con palabras: lo siente  y lo percibe, lo cual le rinde en grado sumo impresionable y accesible a las influencias del ambiente moral en que se encuentra. Es por esto que un gran número de espectadores, y especialmente los curiosos más o menos incrédulos y despectivos, afecta esencialmente al desarrollo de sus facultades, que se repliegan , por así decir, sobre sí mismas, y no se expanden del todo libremente, sino en la intimidad y en un ambiente simpático. En presencia de personas malévolas o antipáticas produce sobre él el mismo efecto que hace sobre la sensitiva el contacto de la mano.
El sonámbulo ve contemporáneamente el propio Espíritu y el propio cuerpo, que le representan la doble existencia espiritual y corpórea, y todavía se confunden en un ser solamente por medio del lazo que les une. Dado que no siempre este hecho le resulta comprensible, esta dualidad le induce, frecuentemente, a hablar de una o de la otra parte de sí como de un extraño, y esto ocurre porque en tal caso es el ser corpóreo que habla al ser espiritual, y viceversa.
El Espíritu crece en saber y en experiencia cada vez que se encarna, y se olvida en parte, mientras lo agrava el peso del cuerpo material muy rudimentario, se recuerda en estado de libertad. Es por esto que muchos sonámbulos demuestran conocimientos superiores al grado de su cultura y  a su aparente capacidad intelectual. Por lo tanto, la inferioridad intelectual y científica del sonámbulo en el estado de vigilia no perjudica en modo alguno las nociones que puede revelar en el estado lucido. Según los casos y el fin que se quiere obtener, él las puede derivar de la propia experiencia , de la clarividencia de las cosas actuales, o de los consejos que recibe de otros Espíritus libres; pero en cada caso dirá cosas más o menos justas según el mayor o menor progreso por él alcanzado. En virtud de los fenómenos de sonambulismo, sea natural, sea magnético, la Providencia nos hace leer en el libro de nuestro destino al darnos la prueba indiscutible de la existencia e independencia del Espíritu, y con el hacernos asistir al sublime espectáculo de su emancipación. Por cuanto el sonámbulo describe cuanto sucede a distancia, está claro que ve, y no con los ojos del cuerpo; por lo cual, en el lugar del cual hace la descripción, hay una parte de él, y dado que esta parte no es el cuerpo, solamente puede ser el Espíritu. Mientras el ser humano se desvía en las sutilezas de una metafísica abstracta  e inconcebible para descubrir las causas de nuestra existencia moral, Dios le pone, diariamente, debajo de los ojos, y a portada de manos, los medios más sencillos y más poderosos para el estudio de la psicología experimental.
El éxtasis es el estado en el cual la independencia del Espíritu se manifiesta en el modo más evidente, y se rinde, en cierto modo, palpable.
En el sueño y en el sonambulismo el Espíritu va en los globos terrestres, es decir, de grados inferiores, de igual grado o de grado un poco superior al nuestro. En el éxtasis penetra en un mundo desconocido, en aquel de los Espíritus etéreos, con los cuales entra en comunicación, sin todavía sobrepasar determinados límites, que no sabría superar sin romper el ligamen que le tienen unido al cuerpo. Un vívido esplendor nada desconocido para él le circunda; armonías jamás oídas en la tierra les extasían; le invade una inefable dulzura; pregusta la beatitud espiritual, y podría decirse que apoya un pie sobre la orilla de la eternidad.
En el estado de éxtasis el adormecimiento del cuerpo es virtualmente completo: no tiene casi más que vida orgánica,* y se comprende como el Espíritu se encuentra ligado todavía al cuerpo solamente por un hilo, que aún un pequeño esfuerzo podría cortar irremediablemente.
En este estado desaparecen todos los pensamientos terrestres para dar lugar al puro sentimiento, que es la esencia de nuestro ser inmaterial. Sumergido totalmente en una contemplación sublime, el extático considera la vida como una parada temporal: los bienes y los males, las bajas alegrías y las miserias de esta tierra no son para él mas que vanos incidentes de un viaje, del cual es feliz de descubrir el termino del mismo.
Ocurre con los extáticos lo mismo que con los sonámbulos: la lucidez puede ser más o menos perfecta, y el Espíritu, según su mayor o menor elevación, es más o menos apto para conocer y comprender las cosas. Hay en ella, tal vez, más exaltación que verdadera lucidez, y aquella afecta enormemente a ésta, por lo cual frecuentemente  sus revelaciones son una mezcla de verdades y de errores, de cosas sublimes y otras absurdas y hasta ridículas. Espíritus inferiores aprovechan de hecho esta exaltación, que es siempre fruto de debilidad, y a tal efecto revisten apariencias que mantienen al extático en sus ideas y en sus prejuicios. Pero, no todos los extáticos son iguales: queda a nosotros juzgar serenamente y discernir las diferencias con la balanza de la razón.
La emancipación del Espíritu se manifiesta, también, en el estado de vigilia, y produce el fenómeno llamado segunda vista, el cual otorga a quienes se encuentran dotados, la facultad de ver y de oír más allá de los límites de nuestros sentidos. Perciben cosas lejanas, en cualquier lugar en que el Espíritu extiende su acción: las ven, por así decirlo, a través de la vista ordinaria, y como por una especie de espejismo.
En el momento en el cual se produce el fenómeno de la segunda vista, el estado físico de la persona se encuentra sensiblemente modificado: los ojos tienen una expresión vaga, mirando sin ver; toda la fisonomía refleja una cierta exaltación. Está probado que el órgano de la vista le es ajeno, yaqué  la visión persiste aún con los ojos cerrados.
Quienes se encuentran dotados, esta facultad parece natural como la vista ordinaria: la creen un atributo del propio ser, no una excepción. Normalmente, esta lucidez pasajera es seguida es seguida del olvido, por cuanto la remembranza de la visión, gradualmente más vaga, se diluye, al final, al igual que la de un sueño.
La fuerza de la segunda vista varia desde la sensación confusa hasta la percepción clara y nítida de las cosas presentes o lejanas. En el estado rudimentario, ella otorga a algunos el tacto, la perspicacia, una cierta seguridad en sus actos, que podría definirse como la precisión en el criterio moral; más desarrollada, genera los presentimientos: con un mayor grado de desarrollo, aún, muestra los acontecimientos cumplidos o en proceso de cumplirse.
El sonambulismo natural y artificial, el éxtasis y la segunda vista no son más que variedad o modificaciones de una misma causa. Estos fenómenos, al igual que los sueños, se encuentran en la naturaleza, y por lo tanto son producidos en todos los tiempos: la historia nos demuestra que fueron conocidos, e inclusive, aprovechados desde la más remota antigüedad. En ellos se encuentra la explicación de un infinito número de hechos, que los prejuicios hicieron considerar, siempre, como sobrenaturales.

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