sábado, 23 de marzo de 2013

OCUPACIONES Y MISIONES DE LOS ESPÍRITUS



OCUPACIONES
Y MISIONES DE LOS ESPÍRITUS

Autor: Allan Kardec
Versión castellana y comentarios exegéticos:
Giuseppe Isgró C.

Capítulo XIV de El Libro de los Espíritus


1. Además de mejorarse a sí mismos, los Espíritus se ocupan, además, de otras actividades?
-“Cooperan a la armonía del universo, ejecutando los planes del Creador Universal, de quien son los instrumentos de su voluntad. La vida es una ocupación continúa, pero en la dimensión espiritual es menos dificultosa que en la física, por cuanto la fatiga corporal es inexistente y las necesidades las experimenta el Espíritu en forma diferente”-.
2. Los Espíritus de inferior grado de progreso, y que precisan, aún, perfeccionarse, cumplen, también ellos, una parte útil en el universo?
-“Todos tenemos deberes que cumplir. El más rudimentario obrero contribuye a la construcción de un edifico igual que un arquitecto? (Ver Nº 540).
3. Cada Espíritu tiene una misión especial?
-“Todos debemos adquirir la ciencia de todas las cosas con el presidir, sucesivamente, a todas las partes del universo, por cuanto, como fue dicho en el Eclesiastés: Cada cosa tiene su tiempo; y de esta manera, mientras cumple su obra en este mundo, otro la cumplirá, o la cumplió ya, en otro tiempo”-.
4. Las funciones de los Espíritus, en el orden de las cosas, son permanentes para cada uno de ellos, o bien encargos exclusivos de ciertas clases?
-“Todos deben recorrer los diferentes grados de la escala evolutiva con el objetivo de perfeccionarse. El Creador Universal, que es justo, no ha podido ni querido dar a los unos, gratuitamente, la ciencia que otros adquieren a precio de sacrificio”-.
De la misma manera, entre los seres humanos, ninguno llega al supremo grado de capacidad en cualquier arte, sin haber adquirido los conocimientos necesarios en la práctica de todas sus partes, aún las más elementales.
5. Los Espíritus del orden más elevado, por cuanto no tienen nada más que aprender, se encuentran, ellos, en absoluto reposo, o, atienden, también, a alguna ocupación?
–“Y, qué quisierais que hiciesen en toda la eternidad? El ocio eterno sería un verdadero suplicio”-.
Entonces, cuáles son sus ocupaciones?
-“Recibir las ordenes directamente del Creador Universal, transmitirlas en todo el universo, y dirigir su ejecución”-.
6. Las ocupaciones de los Espíritus, no cesan jamás?
-“Jamás: su pensamiento es siempre activo, por cuanto viven para eso. Pero, estad atentos en no relacionar las ocupaciones de los Espíritus con las de índole material de los seres humanos: aquella actividad perpetua es un gozo para ellos, por cuanto tienen conciencia de ser útiles”-.
Esto se entiende para los Espíritus elevados, pero, qué debemos pensar de los otros?
-“También los Espíritus menos evolucionados cumplen funciones adecuadas a su nivel. Confiad, vosotros, la labor de un genio a un principiante?
7. Entre los Espíritus, los hay, también, ociosos, o activos sin utilidad alguna?
-“Sí, pero estas son condiciones de temporal duración, subordinada al desarrollo de su inteligencia. Ciertamente, los hay, al igual que entre los seres humanos, que viven solamente para sí; pero, a largo tiempo, aquella inercia se hace tormentosa, despertándose el deseo de progresar, por lo cual experimentan el deseo de la actividad. Están contentos de poderse considerar útiles. Advertid, empero, que estamos hablando de los Espíritus que han alcanzado el conocimiento de sí mismos y la posesión del libre albedrío; por cuanto, en su origen, son como niños, quienes actúan más por instinto que por voluntad deliberada”-.                                                                                           
8. Los Espíritus toman en cuenta, dando importancia a nuestras obras de arte?
-“Prestan atención, otorgando la respectiva importancia, únicamente a lo que demuestra la elevación del Espíritu y su inherente progreso”-.
9. Un Espíritu, que en la tierra se destacó en una actividad en especial, por ejemplo: como pintor o arquitecto, -prefiere, todavía, ocuparse de las obras que fueron objeto de su predilección mientras vivía en la dimensión física?
-“Todo se centra, fundamentalmente, a un objetivo general. Si el Espíritu es virtuoso, se ocupa de ellas en la medida en que le sirven como medio para ayudar a los Espíritus a ascender hacia Dios. Del resto, olvidáis que un Espíritu que ha practicado un arte en aquella existencia que vosotros conocéis, puede haber practicado otros en las que ignoráis, por cuanto él precisa de conocer todo para alcanzar la perfección: de esta manera, según su grado de progreso, podría darse que un determinado arte ya no represente nada especial para él.  Notad, todavía, que cuanto parece sublime para vosotros, en vuestro mundo aún imperfecto, no es sino cuestión para niños en los mundos más avanzados. Ahora bien, -cómo queréis que los Espíritus que habitan mundos en los cuales florecen artes maravillosas, inconcebibles para vuestros ingenieros más relevantes, den importancia a cosas que para ellos no constituyen más que los primeros pasos de pequeños escolares? Repito: miran vuestras cosas en cuanto denotan un progreso”-.
Está bien que sea de esta manera para los Espíritus muy avanzados; pero nosotros hablamos de quienes, todavía, no son, todavía, muy superiores a las ideas desarrolladas en el planeta  tierra”-.
-“Entonces la cosa cambia, por cuanto éstos, de visión menos amplia, podrían admirar las mismas cosas que vosotros”-.
10. Intervienen, los Espíritus, en algunas ocasiones, en nuestras ocupaciones?
-“Los Espíritus menos avanzados, sí: se encuentran, continuamente, en torno a vosotros, y toman parte muy activa en lo que hacéis, según la naturaleza de su interés, y esto sirve para impulsar a los seres humanos en las diferentes vías de la vida, así como para excitar, o inhibir, la pasiones”-.
Los Espíritus se ocupan de las cosas de este mundo en razón de su elevación, o de su nivel rudimentario de progreso; los superiores, que tienen, sin duda, la facultad de considerarlos en sus mínimos detalles, lo hacen en cuanto sea útil al progreso; los de menor progreso, le conceden una importancia relativa a las memorias de aquí abajo y a las ideas materiales aún por desarrollar”-.
11. Los Espíritus que tienen misiones. las cumplen en la dimensión espiritual, o en la de la encarnación física?
-“Ni en la una ni en la otra. Para algunos Espíritus que se encuentran en la dimensión espiritual constituyen una importante ocupación”-.
12. En qué consisten las misiones de las cuales pueden ser encargados los Espíritus en la dimensión espiritual?
-“Ellas son tan variadas que resultaría imposible enumerarlas, y por otra parte, las hay de aquellas que vosotros, aún, no podríais asimilar. Los Espíritus, ejecutan los planes del Creador Universal, cuyos designios son, con frecuencia, impenetrables.
Las misiones de los Espíritus tienen siempre por objeto el bien. Tanto en la dimensión espiritual como en la física, deben, en un área más o menos extensa, de carácter especial, cooperar al progreso de la humanidad, de los pueblos, o de las personas, y preparar las vías a ciertos avenimientos, o vigilar sobre el cumplimiento de determinadas cosas. Algunos tienen misiones más restringidas, y en algún modo, personales o locales, como asistir a personas que precisan de salud, los que están próximos a pasar a mejor vida, los que requieren ser alentados espiritualmente, y, también, vigilar sobre quienes han asumido un rol de guías y protectores, dirigiéndoles con consejos e inspirándole pensamientos positivos. Podría decirse que existen tantas especies de misiones como cantidades hayan de intereses por tutelar, bien sea en el mundo físico que en el moral. El Espíritu progresa según la manera en la cual desenvuelve su propia actividad.
13. Los Espíritus comprenden siempre los planes cuya ejecución se les encarga?
-“Algunos no son más que pasivos ignotos instrumentos; otros, en cambio, tienen conciencia clara de la finalidad de la obra que se les asigna”-.
14. Las misiones son llevadas a cabo únicamente por Espíritus elevados?
-“La importancia de la obra se encuentra vinculada a la capacidad y elevación del Espíritu. También el encargado de conducir un mensaje tiene una misión, pero muy diferente de la un general”.,
15. La tarea de un Espíritu, le es impuesta, o es voluntaria?
-“La solicita, y se reputa afortunado si la obtiene”-.
Podría ocurrir que la realización de una tarea sea solicitada para su ejecución por más de un Espíritu, al mismo tiempo?
-“Sí, muy frecuentemente; pero una cosa es solicitarla, otra obtenerla”-.
16. En qué consiste la tarea de los Espíritus encarnados?
-“En instruir a los seres humanos, en ayudarle a progresar, en mejorar las instituciones con medios directos y materiales; pero, las tareas son más o menos generales e importantes. Todo se interrelaciona en la naturaleza: según que el Espíritu se purifique por medio de la encarnación, concurre, bajo esta modalidad, a cumplir los designios de la Providencia. Cada uno tiene su misión sobre la tierra, por cuanto cada quien puede rendirse útil en alguna cosa”-.
17. Cuál puede ser la tarea de aquellos que en la tierra asumen un rol voluntario de poca utilidad?
-“Quienes viven solamente para sí, dejando de ser útiles en algún servicio, son personas que precisan rectificar su percepción de la vida, quienes expiarán severamente la inutilidad de ese lapso existencial; las consecuencias comienzan a manifestarse, frecuentemente, en la misma tierra con el aburrimiento y la insatisfacción de la vida-“.
Por cuanto les era dado elegir, por qué han preferido el tipo de vida del cual no habrían de recabar ninguna ventaja?
-“También entre los Espíritus existen los perezosos que precisan asumir una vida laboriosa. El Creador Universal, les deja hacer: comprenderán, oportunamente, a su propio cargo, el perjuicio de su propia pereza, y serán los primeros en solicitar la recuperación del tiempo perdido. Es posible, también, de que hubiesen elegido una vida más proficua, pero, puestas las manos a la obra, le vino a menos el coraje, dejándose arrastrar por las sugestiones de los Espíritus de menor progreso, induciéndoles a vivir en el ocio”-.
18. Las ocupaciones vulgares nos parece que fueran, más bien, deberes o tareas, que misiones propiamente dichas, por cuanto éstas, según el significado que se le asigna a este término, tienen un carácter de importancia menos exclusivo, y especialmente, menos personal. Esto admitido, de qué se puede conocer si una persona tiene una verdadera misión sobre la tierra?
-“Por las grandes cosas que realiza; de los progresos que hace cumplir a sus semejantes”-.
19. Los Espíritus que se encarnan con una misión importante, se encuentran predestinados antes del nacimiento, y tienen conciencia de ello?
-“En algunas ocasiones sí; pero, frecuentemente la ignoran. Viniendo a la dimensión física tienen un propósito que precisan definir en la conciencia objetiva y su misión se va delineando después del nacimiento a medida que va afrontando las circunstancias existenciales. El Creador Universal le orienta en el camino en el cual deben realizar sus designios”-.
20. Cada ser humano que hace algo útil lo hace en virtud de una misión preestablecida o podría asignársele una imprevista?
-“No todo lo que la persona realiza de bueno es una consecuencia de una misión preestablecida; ella es, generalmente, el instrumento, del cual se sirve un Espíritu para que se ejecute algo que cree útil. Por ejemplo: un Espíritu juzga que sería necesario un libro que escribiría él mismo, si estuviese encarnado: en tal caso busca el escritor más apto a asimilar su pensamiento y a expresarlo, le inspira el concepto y le dirige en la ejecución. Es aquí una persona que no había encarnado con la misión de escribir aquella obra. Lo mismo ocurre en muchos otros trabajos de arte, descubrimientos e invenciones. Se agregue, aún, que, durante el sueño del cuerpo, el Espíritu encarnado se comunica directamente con el que se encuentra en la dimensión espiritual, y en forma directa se ponen de acuerdo para la realización de la obra común”-.
21. Puede, un Espíritu, venir a menos en el cumplimiento de su misión?
-“Sí, si no es un Espíritu superior”-.
Cuál es el efecto de tal incumplimiento?
-“La obligación de rehacer la tarea y asumir las consecuencias del eventual perjuicio ocasionado, del cual sea responsable”-.
22. Por cuanto el Espíritu recibe su misión de Dios, cómo puede Dios confiar una misión importante y de interés general a un Espíritu que podría fallar?
-“Creéis que Dios no sabe si su instrumento triunfará o será vencido? Estad persuadidos que sus designios, cuando deben ser ejecutados, jamás se apoyan sobre quienes puedan abandonar la obra a mitad de camino. Toda la cuestión consiste en el conocimiento del porvenir, que Dios posee, más allá de vuestra percepción”-.
23. El Espíritu que se encarna para cumplir una misión, alberga la misma aprehensión que aquel que lo hace para asumir una prueba?
-“No; se encuentra fortalecido por su experiencia”-.
24. Los encarnados, que son las luminarias del genero humano, quienes lo revelan por la manifestación de su genio, tienen, ciertamente, una misión; empero, eventualmente, los hay que se engañan, y en medio de grandes verdades difunden graves errores. Cómo debe considerarse la misión de este tipo de personas?
-“Como falseada por ellas mismas, que se encuentran insuficientemente preparadas para la tarea que asumieron. Pero, tened en cuenta las circunstancias: Los seres humanos de genio han debido hablar de acuerdo con los tiempos en que le ha tocado actuar, y una enseñanza que pueda parecer errónea o pueril en época más avanzada, podía haber sido la adecuada en aquella en que fue impartida”-.
25. Se puede considerar la paternidad como una misión?
-“La paternidad es una misión sagrada y al mismo tiempo un deber muy exigente, del cual la persona deberá responder en elevado grado, mucho más de lo que se pueda pensar. Dios ha colocado al hijo bajo la tutela de los progenitores, para que le dirijan por la justa vía, y ha facilitado su misión dando al niño un organismo grácil y delicado, que le rinde susceptible a todas las impresiones. En cambio, los hay que se ocupan más de enderezar los árboles de su campo y de hacerle producir abundante frutos, que de corregir el carácter de su propio hijo. Si éste sucumbe en la prueba por su culpa, habrán de asumir el estado de insatisfacción inherente, y las peripecias de aquel Espíritu en su vida futura, recaerán sobre ellos, por haber dejado de hacer todo cuanto le concernía en relación a su progreso en la vía del bien”.
26. Si el hijo, a pesar de toda la asistencia que les brindaron sus familiares, dejase de obtener el éxito anhelado, deberán éstos responder por ello?
-“No; empero, tanto menos elevada es la disposición del hijo, tanto más difícil es la tarea, y mayor será el mérito si logran encausarle por la vía del bien”-.
Si un hijo crece bien, a pesar de la negligencia y de los ejemplos inadecuados de los padres, obtienen, éstos, un beneficio, de ello?
-“Dios es justo”-.
27. Cuál puede ser la misión del conquistador, que mira solamente a satisfacer la propia ambición, y, para alcanzar su objetivo, no retrocede frente a ninguna de las calamidades que siembra delante de sí?
-“Él es, casi siempre, un instrumento del cual se sirve Dios, -por la Ley Cósmica- para cumplir sus designios, y aquellas calamidades son, frecuentemente, los medios para acelerar el progreso de un pueblo”-.
Aquel que es un instrumento de estas calamidades pasajeras, aunque inconsciente al bien que puede resultar de ello, por cuanto no se había propuesto mas que un fin personal, sacará provecho de este bien?
-“Cada quien es recompensado según sus obras, según el bien que ha querido hacer, y de acuerdo a la rectitud de sus intenciones”-.
Los Espíritus encarnados atienden a las ocupaciones inherentes a la existencia corpórea. En el estado libre, las ocupaciones son proporcionales al grado de su progreso.
Algunos recorren los mundos, se instruyen, y se preparan para un nuevo ciclo de vida; otros más avanzados promueven el progreso dirigiendo los acontecimientos y sugiriendo los pensamientos oportunos. Asisten los seres humanos de ingenio, que hacen progresar la humanidad; otros se incorporan en la tierra con una misión de progreso; otros asumen la tutela de individuos, de familias, de ciudades y de pueblos; de quienes son los protectores: otros, finalmente, presiden los fenómenos de la naturaleza, de los cuales son los agentes directos.
Los Espíritus de menor progreso interfieren en nuestra ocupación y en nuestros pasatiempos.
Los Espíritus impuros e imperfectos, luego, atienden, en sus insatisfacciones, el momento en el cual, Dios mediante, encontraran el modo de progresar; mientras tanto, realizan actos exentos de bien, del cual precisan disfrutar, aún.


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EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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sábado, 23 de marzo de 2013

OCUPACIONES Y MISIONES DE LOS ESPÍRITUS



OCUPACIONES
Y MISIONES DE LOS ESPÍRITUS

Autor: Allan Kardec
Versión castellana y comentarios exegéticos:
Giuseppe Isgró C.

Capítulo XIV de El Libro de los Espíritus


1. Además de mejorarse a sí mismos, los Espíritus se ocupan, además, de otras actividades?
-“Cooperan a la armonía del universo, ejecutando los planes del Creador Universal, de quien son los instrumentos de su voluntad. La vida es una ocupación continúa, pero en la dimensión espiritual es menos dificultosa que en la física, por cuanto la fatiga corporal es inexistente y las necesidades las experimenta el Espíritu en forma diferente”-.
2. Los Espíritus de inferior grado de progreso, y que precisan, aún, perfeccionarse, cumplen, también ellos, una parte útil en el universo?
-“Todos tenemos deberes que cumplir. El más rudimentario obrero contribuye a la construcción de un edifico igual que un arquitecto? (Ver Nº 540).
3. Cada Espíritu tiene una misión especial?
-“Todos debemos adquirir la ciencia de todas las cosas con el presidir, sucesivamente, a todas las partes del universo, por cuanto, como fue dicho en el Eclesiastés: Cada cosa tiene su tiempo; y de esta manera, mientras cumple su obra en este mundo, otro la cumplirá, o la cumplió ya, en otro tiempo”-.
4. Las funciones de los Espíritus, en el orden de las cosas, son permanentes para cada uno de ellos, o bien encargos exclusivos de ciertas clases?
-“Todos deben recorrer los diferentes grados de la escala evolutiva con el objetivo de perfeccionarse. El Creador Universal, que es justo, no ha podido ni querido dar a los unos, gratuitamente, la ciencia que otros adquieren a precio de sacrificio”-.
De la misma manera, entre los seres humanos, ninguno llega al supremo grado de capacidad en cualquier arte, sin haber adquirido los conocimientos necesarios en la práctica de todas sus partes, aún las más elementales.
5. Los Espíritus del orden más elevado, por cuanto no tienen nada más que aprender, se encuentran, ellos, en absoluto reposo, o, atienden, también, a alguna ocupación?
–“Y, qué quisierais que hiciesen en toda la eternidad? El ocio eterno sería un verdadero suplicio”-.
Entonces, cuáles son sus ocupaciones?
-“Recibir las ordenes directamente del Creador Universal, transmitirlas en todo el universo, y dirigir su ejecución”-.
6. Las ocupaciones de los Espíritus, no cesan jamás?
-“Jamás: su pensamiento es siempre activo, por cuanto viven para eso. Pero, estad atentos en no relacionar las ocupaciones de los Espíritus con las de índole material de los seres humanos: aquella actividad perpetua es un gozo para ellos, por cuanto tienen conciencia de ser útiles”-.
Esto se entiende para los Espíritus elevados, pero, qué debemos pensar de los otros?
-“También los Espíritus menos evolucionados cumplen funciones adecuadas a su nivel. Confiad, vosotros, la labor de un genio a un principiante?
7. Entre los Espíritus, los hay, también, ociosos, o activos sin utilidad alguna?
-“Sí, pero estas son condiciones de temporal duración, subordinada al desarrollo de su inteligencia. Ciertamente, los hay, al igual que entre los seres humanos, que viven solamente para sí; pero, a largo tiempo, aquella inercia se hace tormentosa, despertándose el deseo de progresar, por lo cual experimentan el deseo de la actividad. Están contentos de poderse considerar útiles. Advertid, empero, que estamos hablando de los Espíritus que han alcanzado el conocimiento de sí mismos y la posesión del libre albedrío; por cuanto, en su origen, son como niños, quienes actúan más por instinto que por voluntad deliberada”-.                                                                                           
8. Los Espíritus toman en cuenta, dando importancia a nuestras obras de arte?
-“Prestan atención, otorgando la respectiva importancia, únicamente a lo que demuestra la elevación del Espíritu y su inherente progreso”-.
9. Un Espíritu, que en la tierra se destacó en una actividad en especial, por ejemplo: como pintor o arquitecto, -prefiere, todavía, ocuparse de las obras que fueron objeto de su predilección mientras vivía en la dimensión física?
-“Todo se centra, fundamentalmente, a un objetivo general. Si el Espíritu es virtuoso, se ocupa de ellas en la medida en que le sirven como medio para ayudar a los Espíritus a ascender hacia Dios. Del resto, olvidáis que un Espíritu que ha practicado un arte en aquella existencia que vosotros conocéis, puede haber practicado otros en las que ignoráis, por cuanto él precisa de conocer todo para alcanzar la perfección: de esta manera, según su grado de progreso, podría darse que un determinado arte ya no represente nada especial para él.  Notad, todavía, que cuanto parece sublime para vosotros, en vuestro mundo aún imperfecto, no es sino cuestión para niños en los mundos más avanzados. Ahora bien, -cómo queréis que los Espíritus que habitan mundos en los cuales florecen artes maravillosas, inconcebibles para vuestros ingenieros más relevantes, den importancia a cosas que para ellos no constituyen más que los primeros pasos de pequeños escolares? Repito: miran vuestras cosas en cuanto denotan un progreso”-.
Está bien que sea de esta manera para los Espíritus muy avanzados; pero nosotros hablamos de quienes, todavía, no son, todavía, muy superiores a las ideas desarrolladas en el planeta  tierra”-.
-“Entonces la cosa cambia, por cuanto éstos, de visión menos amplia, podrían admirar las mismas cosas que vosotros”-.
10. Intervienen, los Espíritus, en algunas ocasiones, en nuestras ocupaciones?
-“Los Espíritus menos avanzados, sí: se encuentran, continuamente, en torno a vosotros, y toman parte muy activa en lo que hacéis, según la naturaleza de su interés, y esto sirve para impulsar a los seres humanos en las diferentes vías de la vida, así como para excitar, o inhibir, la pasiones”-.
Los Espíritus se ocupan de las cosas de este mundo en razón de su elevación, o de su nivel rudimentario de progreso; los superiores, que tienen, sin duda, la facultad de considerarlos en sus mínimos detalles, lo hacen en cuanto sea útil al progreso; los de menor progreso, le conceden una importancia relativa a las memorias de aquí abajo y a las ideas materiales aún por desarrollar”-.
11. Los Espíritus que tienen misiones. las cumplen en la dimensión espiritual, o en la de la encarnación física?
-“Ni en la una ni en la otra. Para algunos Espíritus que se encuentran en la dimensión espiritual constituyen una importante ocupación”-.
12. En qué consisten las misiones de las cuales pueden ser encargados los Espíritus en la dimensión espiritual?
-“Ellas son tan variadas que resultaría imposible enumerarlas, y por otra parte, las hay de aquellas que vosotros, aún, no podríais asimilar. Los Espíritus, ejecutan los planes del Creador Universal, cuyos designios son, con frecuencia, impenetrables.
Las misiones de los Espíritus tienen siempre por objeto el bien. Tanto en la dimensión espiritual como en la física, deben, en un área más o menos extensa, de carácter especial, cooperar al progreso de la humanidad, de los pueblos, o de las personas, y preparar las vías a ciertos avenimientos, o vigilar sobre el cumplimiento de determinadas cosas. Algunos tienen misiones más restringidas, y en algún modo, personales o locales, como asistir a personas que precisan de salud, los que están próximos a pasar a mejor vida, los que requieren ser alentados espiritualmente, y, también, vigilar sobre quienes han asumido un rol de guías y protectores, dirigiéndoles con consejos e inspirándole pensamientos positivos. Podría decirse que existen tantas especies de misiones como cantidades hayan de intereses por tutelar, bien sea en el mundo físico que en el moral. El Espíritu progresa según la manera en la cual desenvuelve su propia actividad.
13. Los Espíritus comprenden siempre los planes cuya ejecución se les encarga?
-“Algunos no son más que pasivos ignotos instrumentos; otros, en cambio, tienen conciencia clara de la finalidad de la obra que se les asigna”-.
14. Las misiones son llevadas a cabo únicamente por Espíritus elevados?
-“La importancia de la obra se encuentra vinculada a la capacidad y elevación del Espíritu. También el encargado de conducir un mensaje tiene una misión, pero muy diferente de la un general”.,
15. La tarea de un Espíritu, le es impuesta, o es voluntaria?
-“La solicita, y se reputa afortunado si la obtiene”-.
Podría ocurrir que la realización de una tarea sea solicitada para su ejecución por más de un Espíritu, al mismo tiempo?
-“Sí, muy frecuentemente; pero una cosa es solicitarla, otra obtenerla”-.
16. En qué consiste la tarea de los Espíritus encarnados?
-“En instruir a los seres humanos, en ayudarle a progresar, en mejorar las instituciones con medios directos y materiales; pero, las tareas son más o menos generales e importantes. Todo se interrelaciona en la naturaleza: según que el Espíritu se purifique por medio de la encarnación, concurre, bajo esta modalidad, a cumplir los designios de la Providencia. Cada uno tiene su misión sobre la tierra, por cuanto cada quien puede rendirse útil en alguna cosa”-.
17. Cuál puede ser la tarea de aquellos que en la tierra asumen un rol voluntario de poca utilidad?
-“Quienes viven solamente para sí, dejando de ser útiles en algún servicio, son personas que precisan rectificar su percepción de la vida, quienes expiarán severamente la inutilidad de ese lapso existencial; las consecuencias comienzan a manifestarse, frecuentemente, en la misma tierra con el aburrimiento y la insatisfacción de la vida-“.
Por cuanto les era dado elegir, por qué han preferido el tipo de vida del cual no habrían de recabar ninguna ventaja?
-“También entre los Espíritus existen los perezosos que precisan asumir una vida laboriosa. El Creador Universal, les deja hacer: comprenderán, oportunamente, a su propio cargo, el perjuicio de su propia pereza, y serán los primeros en solicitar la recuperación del tiempo perdido. Es posible, también, de que hubiesen elegido una vida más proficua, pero, puestas las manos a la obra, le vino a menos el coraje, dejándose arrastrar por las sugestiones de los Espíritus de menor progreso, induciéndoles a vivir en el ocio”-.
18. Las ocupaciones vulgares nos parece que fueran, más bien, deberes o tareas, que misiones propiamente dichas, por cuanto éstas, según el significado que se le asigna a este término, tienen un carácter de importancia menos exclusivo, y especialmente, menos personal. Esto admitido, de qué se puede conocer si una persona tiene una verdadera misión sobre la tierra?
-“Por las grandes cosas que realiza; de los progresos que hace cumplir a sus semejantes”-.
19. Los Espíritus que se encarnan con una misión importante, se encuentran predestinados antes del nacimiento, y tienen conciencia de ello?
-“En algunas ocasiones sí; pero, frecuentemente la ignoran. Viniendo a la dimensión física tienen un propósito que precisan definir en la conciencia objetiva y su misión se va delineando después del nacimiento a medida que va afrontando las circunstancias existenciales. El Creador Universal le orienta en el camino en el cual deben realizar sus designios”-.
20. Cada ser humano que hace algo útil lo hace en virtud de una misión preestablecida o podría asignársele una imprevista?
-“No todo lo que la persona realiza de bueno es una consecuencia de una misión preestablecida; ella es, generalmente, el instrumento, del cual se sirve un Espíritu para que se ejecute algo que cree útil. Por ejemplo: un Espíritu juzga que sería necesario un libro que escribiría él mismo, si estuviese encarnado: en tal caso busca el escritor más apto a asimilar su pensamiento y a expresarlo, le inspira el concepto y le dirige en la ejecución. Es aquí una persona que no había encarnado con la misión de escribir aquella obra. Lo mismo ocurre en muchos otros trabajos de arte, descubrimientos e invenciones. Se agregue, aún, que, durante el sueño del cuerpo, el Espíritu encarnado se comunica directamente con el que se encuentra en la dimensión espiritual, y en forma directa se ponen de acuerdo para la realización de la obra común”-.
21. Puede, un Espíritu, venir a menos en el cumplimiento de su misión?
-“Sí, si no es un Espíritu superior”-.
Cuál es el efecto de tal incumplimiento?
-“La obligación de rehacer la tarea y asumir las consecuencias del eventual perjuicio ocasionado, del cual sea responsable”-.
22. Por cuanto el Espíritu recibe su misión de Dios, cómo puede Dios confiar una misión importante y de interés general a un Espíritu que podría fallar?
-“Creéis que Dios no sabe si su instrumento triunfará o será vencido? Estad persuadidos que sus designios, cuando deben ser ejecutados, jamás se apoyan sobre quienes puedan abandonar la obra a mitad de camino. Toda la cuestión consiste en el conocimiento del porvenir, que Dios posee, más allá de vuestra percepción”-.
23. El Espíritu que se encarna para cumplir una misión, alberga la misma aprehensión que aquel que lo hace para asumir una prueba?
-“No; se encuentra fortalecido por su experiencia”-.
24. Los encarnados, que son las luminarias del genero humano, quienes lo revelan por la manifestación de su genio, tienen, ciertamente, una misión; empero, eventualmente, los hay que se engañan, y en medio de grandes verdades difunden graves errores. Cómo debe considerarse la misión de este tipo de personas?
-“Como falseada por ellas mismas, que se encuentran insuficientemente preparadas para la tarea que asumieron. Pero, tened en cuenta las circunstancias: Los seres humanos de genio han debido hablar de acuerdo con los tiempos en que le ha tocado actuar, y una enseñanza que pueda parecer errónea o pueril en época más avanzada, podía haber sido la adecuada en aquella en que fue impartida”-.
25. Se puede considerar la paternidad como una misión?
-“La paternidad es una misión sagrada y al mismo tiempo un deber muy exigente, del cual la persona deberá responder en elevado grado, mucho más de lo que se pueda pensar. Dios ha colocado al hijo bajo la tutela de los progenitores, para que le dirijan por la justa vía, y ha facilitado su misión dando al niño un organismo grácil y delicado, que le rinde susceptible a todas las impresiones. En cambio, los hay que se ocupan más de enderezar los árboles de su campo y de hacerle producir abundante frutos, que de corregir el carácter de su propio hijo. Si éste sucumbe en la prueba por su culpa, habrán de asumir el estado de insatisfacción inherente, y las peripecias de aquel Espíritu en su vida futura, recaerán sobre ellos, por haber dejado de hacer todo cuanto le concernía en relación a su progreso en la vía del bien”.
26. Si el hijo, a pesar de toda la asistencia que les brindaron sus familiares, dejase de obtener el éxito anhelado, deberán éstos responder por ello?
-“No; empero, tanto menos elevada es la disposición del hijo, tanto más difícil es la tarea, y mayor será el mérito si logran encausarle por la vía del bien”-.
Si un hijo crece bien, a pesar de la negligencia y de los ejemplos inadecuados de los padres, obtienen, éstos, un beneficio, de ello?
-“Dios es justo”-.
27. Cuál puede ser la misión del conquistador, que mira solamente a satisfacer la propia ambición, y, para alcanzar su objetivo, no retrocede frente a ninguna de las calamidades que siembra delante de sí?
-“Él es, casi siempre, un instrumento del cual se sirve Dios, -por la Ley Cósmica- para cumplir sus designios, y aquellas calamidades son, frecuentemente, los medios para acelerar el progreso de un pueblo”-.
Aquel que es un instrumento de estas calamidades pasajeras, aunque inconsciente al bien que puede resultar de ello, por cuanto no se había propuesto mas que un fin personal, sacará provecho de este bien?
-“Cada quien es recompensado según sus obras, según el bien que ha querido hacer, y de acuerdo a la rectitud de sus intenciones”-.
Los Espíritus encarnados atienden a las ocupaciones inherentes a la existencia corpórea. En el estado libre, las ocupaciones son proporcionales al grado de su progreso.
Algunos recorren los mundos, se instruyen, y se preparan para un nuevo ciclo de vida; otros más avanzados promueven el progreso dirigiendo los acontecimientos y sugiriendo los pensamientos oportunos. Asisten los seres humanos de ingenio, que hacen progresar la humanidad; otros se incorporan en la tierra con una misión de progreso; otros asumen la tutela de individuos, de familias, de ciudades y de pueblos; de quienes son los protectores: otros, finalmente, presiden los fenómenos de la naturaleza, de los cuales son los agentes directos.
Los Espíritus de menor progreso interfieren en nuestra ocupación y en nuestros pasatiempos.
Los Espíritus impuros e imperfectos, luego, atienden, en sus insatisfacciones, el momento en el cual, Dios mediante, encontraran el modo de progresar; mientras tanto, realizan actos exentos de bien, del cual precisan disfrutar, aún.


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