domingo, 17 de noviembre de 2013

EL ARTE DE RESOLVER SITUACIONES


 EL ARTE DE RESOLVER SITUACIONES

©Giuseppe Isgró C.


Si las cosas se ponen duras, hay que seguir luchando. –“Cuando el mundo parece que se acaba, comienza de nuevo”-, decía Michele Isgró Scibilia.
En los momentos menos fáciles de la vida, hay que mirar hacia adelante, avanzando con decisión, firmeza y seguridad.
El triunfo, la felicidad, el amor, la armonía, la abundancia y la riqueza constituyen un estado mental, el reflejo del equilibrio interior, y, -de acuerdo a la ley cósmica-,según tienes adentro, tomas afuera.
Mira hacia el objetivo básico de la vida, engrandeciendo al ser, sacando de tu interior los abundantes recursos de tenacidad, amor, serenidad, lucidez y voluntad, diciendo con coraje: -“Yo llegaré a mi meta, superando cuantos obstáculos se interpongan en mi camino”.
Confucio –uno de los máximos exponentes del pensamiento chino-, expresó, sabiamente: -“No hay que vanagloriarse de nunca caer, sino de levantarse cada vez que se cae”-. Los obstáculos, son los que templan la personalidad y desarrollan la voluntad, la creatividad y la autorrealización.
Demuestra la propia elevación y la importancia del éxito personal conquistado por la magnitud de las pruebas superadas.
Desde el momento en que afrontas una situación, es porque estás en condiciones de superarla; en caso contrario, ésta habría dejado de presentarse.
La ley cósmica expresa: -Toda situación que se presenta para resolverla, marca el sentido direccional hacia donde debe encausarse la propia energía creativa, con la potencia acorde, y, según su envergadura, serán las oportunidades de crecimiento y riqueza, en ellas contenidas-.
El mundo está formado por dos bandos, únicamente: Por los que triunfan y por los que dejan de hacerlo. Por los que saben y por los que ignoran. Escoge tú a que grupo deseas pertenecer. De ti depende.
Deja de decir: -“Sólo los fuertes triunfan o los que tienen suerte”-. Nada te impide ser fuerte; toda debilidad indica el camino hacia donde hay que fortalecerse. Mientras que el éxito es como un taxi que pasa igual para todos; unos lo toman, otros no. Si dejaste de abordarlo en un turno, aprovecha el siguiente.
La época de la improvisación ya pasó. El éxito se obtiene a través de una programación adecuada, destacando un objetivo fundamental en la vida y otros objetivos secundarios. Después de la planificación del qué, del cómo, del cuándo, del cuánto, del quién y del por qué, es preciso manos a las obras, pasando a la acción decidida, en el espacio y en el tiempo suficientes, con expectativas positivas, tenacidad y determinación de alcanzar todas las metas, una a la vez.
Auto-cultívate, elevando el nivel personal y profesional, fortaleciendo los hábitos que acrecientan la energía vital, tales como: Alimentación sana, descanso suficiente y adecuado, pensamientos y sentimientos positivos, auto-imágenes exitosas, práctica diaria de relajación profunda, ejercicios de respiración rítmica, práctica de yoga, meditación y largas caminatas, y el ejercicio de una vida virtuosa en correspondencia con os valores universales de la prudencia, la justicia, la igualdad, la compensación, la afinidad, la fortaleza, la templanza y la belleza.
Ámate a ti mismo/a, para poder amar a los demás. Recuerda el ejemplo de los griegos, cuyo máximo esplendor tuvo auge en el lapso comprendido entre el siglo XII y III, -a.d.e-., lo que significó su edad de oro, en sentido lato. Cultivaron las virtudes de la prudencia, la justicia, el coraje y/o la fortaleza, la templanza y la belleza, entre otras. Desarrollaron las cualidades superiores del espíritu acordes a los grandes valores universales, de cuya grandeza, aparte de los restos arqueológicos y obras de artes conservadas, -expresión sublime de un ideal de belleza interna cultivada y alcanzada-, ha logrado llegar hasta nosotros el pensamiento inmortal –y las obras- de Homero, -una de las mentes más brillantes del planeta tierra y verdadero maestro de la edad de oro griega-, Hesíodo, Licurgo, el Legislador,-uno de los personajes más virtuosos de la antigüedad-,  los siete sabios: Solón, Tales de Mileto, Cleóbulo, Quilón, Bías, Pitaco y Periandro; Esópo, Pitágoras, Empedocles, Pericles, Fidías, Sócrates, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demóstenes, Felipe de Macedonia, Alejandro Magno, Demetrio de Falereo, Plutarco, -el maestro de Queronea, quien ha ejercido la mayor influencia en la formación de los más importantes líderes y pensadores del mundo occidental-, y Plotino, -un poco más recientemente, si bien éste último no era griego de nacimiento pero se le considera como tal-, y tantos otros que constituyen la fuente inagotable del saber en la cual han bebido, y continúan haciéndolo, quienes aman y cultivan la sabiduría.
En cada país, sus fases de desarrollo afectan, unas veces en forma positiva; otras, en polaridad opuesta. Empero, en cualquier circunstancia, la mejor manera de optimizar el presente es a través de la retroalimentación, corrigiendo, mediante una nueva planeación de resultados y una acción tenaz, las situaciones que insatisfacen las propias aspiraciones.
El enfoque principal debería dirigirse hacia la auto-educación con las cualidades superiores del espíritu y de los valores universales como el amor, la prudencia, la justicia, la afinidad, la igualdad, la compensación, la fortaleza y la templanza, con una conciencia clara del propio objetivo en la vida. Es preciso descubrir, en cada fase, a dónde se debe ir, cómo y cuándo, en cuánto tiempo y por qué.
La conciencia intuitiva y la inspiración, generalmente permiten percibir la respuesta a estas preguntas claves que trascienden la propia capacidad de razonamiento objetivo y la lógica inductiva y deductiva. La fuerza de empuje y la de bloqueo, dinamizan la acción o la inhiben, según el caso, para que la persona que encuentre, oportunamente, en el lugar correcto haciendo la cosa adecuada de acuerdo con las circunstancias.
Mejora cada día más, alcanzando, gradualmente, la autorrealización. Comprométete con un servicio útil a la sociedad de la que forma parte y a la humanidad en general. Conviértete en filántropo en el fomento del bien común, que es el tuyo propio. El altruismo es una virtud que refleja la nobleza del espíritu, así como la capacidad de dar que es la misma para  recibir. Quien deja de vaciarse, cómo tendrá cabida para las cosas nuevas que la vida les tiene reservada? Cultiva el secreto de dar; mientras más des, en igual o mayor grado recibirá lo que tú precises, de donde menos lo esperes.
Los pueblos tienen los gobernantes que seleccionan y aprueban, y por ende, que se merecen. En la medida en que las personas de cualquier país eleven su nivel socio-cultural-ético y la conciencia de su destino, aparecen los guías adecuados.
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Eleva tu nivel socio-cultural-ético y la conciencia de tu destino. Desarrolla una aguda visión de líder para vislumbrar el camino de los nuevos avances, en base a tus propias aptitudes, habilidades y experiencias, así como tus carencias. Ambas vertientes, en conjunto, o separadamente, te indican el camino hacia dónde debes orientarte y los objetivos de superación y logros precisados, en cada etapa. Considera las bondades y los puntos fuertes del entorno en concordancia con las metas y planes cósmicos que, creativamente, vislumbras e intuyes, oportunamente.
La ley cósmica indica: -El éxito consiste en obtener los mejores resultados con las condiciones puestas a la propia disposición-.
Crea un ambiente mental positivo y esfuérzate por vislumbrar claramente tu futuro.
Llena tus pensamientos de amor, aliento, confianza, firmeza, sinceridad interior y objetivos claros en base a estrictas prioridades, única forma de erigirse en guía del propio destino, que, en definitiva, es lo único que importa.
Entra en contacto con tu Divinidad interior. Establece la conexión con la fuente de la eterna luz y sabiduría y del poder perenne: el Creador Universal, en cualesquiera de sus formas: meditación en Él y sus atributos o por el constante recuerdo de Él, mediante la repetición de su nombre: ELOÍ, ALÁ o el de tu preferencia. Repite mil veces o más el nombre de ELOÍ o ALÁ, etc., y descubre la fuente más grandiosa de poder bajo la guía de la Inteligencia Infinita del Universo. Es el Zickr de los maestros sufíes. Una técnica que trasciende su manifestación física.
Haz lo que debes. Siempre se resuelven las cosas de la mejor manera posible. Después de un período de abundancia, viene otro de escasez. Después del buen tiempo, la tempestad. Después del día, la noche; y, viceversa. Actividad-pasividad. Llenarse-vaciarse. Dormir-despertar. Ni el día ni la noche duran eternamente.  Hay un ciclo que se repite.
La rueda regresa al punto de partida, en un nivel más elevado de experiencias, en ascenso evolutivo siguiendo la forma de la espiral cósmica.
Comprender estos ciclos denota sabiduría y conciencia intuitiva. Permite descifrar las inquietudes de los tiempos y las tendencias de los acontecimientos. Arroja mucha luz sobre el propio destino en el concierto de las esferas. Ciclos naturales y vitales, históricos, económicos, culturales, espirituales y de cualquier otra índole, ofrecen a toda persona, y a los líderes en particular, la visión preclara de la acción a emprender o de los objetivos a retroalimentar.
Cada vez que debes resolver una situación, aplica las siguientes técnicas de gran efectividad:
A)                    Efectúa un retiro temporal a un lugar donde nada ni nadie pueda interrumpirte. Relájate de los pies a la cabeza. Serena más y mejor la mente. Entra en contacto con tu poder interior, aquí y ahora.
B)           Usa esta técnica sencilla y efectiva para alcanzar la conexión con la fuente: el Creador Universal.
o Acomódate bien, cierra los ojos. Céntrate en la coronilla; acto seguido, en el punto donde nace el remolino de pelo. Repite el nombre de Dios de tu preferencia, o ELOÍ, tres veces. Acto seguido, enfoca tu atención en el hombro izquierdo. Imagina una estela de luz en su trayectoria. Repite tres veces el nombre de ELOÍ. Continúa LA trayectoria de luz hasta el hombro derecho. Repite, allí, el nombre de ELOÍ, tres veces. Completa el triángulo de luz, siguiendo la trayectoria hasta el punto original, donde nace el remolino del pelo, repite allí, el nombre de ELOÍ, tres veces. Ahora, baja hasta el nivel de la nuca. Repite el nombre de ELOÍ diez veces. Mientras lo haces, va bajando tu atención hasta el punto hara, -tan tien-, tres centímetros debajo del ombligo y tres centímetros hacia adentro, en sentido de la columna. Ese es el punto de equilibrio del ser humano. Repite, allí, el nombre de ELOÍ, diez veces. Ahora baja hasta la punta de los pies, relájalos, céntrate en los tobillos, con la atención en el derecho, primero, y luego en el izquierdo, repite tres veces, en cada uno, el nombre de ELOÍ. Ahora centra tu atención en el cóccix; repite el nombre de ELOÍ tres veces. Ahora, sube de nuevo hasta la nuca. Aquí puedes permanecer el tiempo que tú quieras. Mientras más mejor. Repite el nombre de ELOÍ diez, veinte, cien, mil o más veces, hasta que sientas que va fluyendo el poder, la luz, la quietud interior y tomas el control total de ti y de la situación, a nivel espiritual y en la dimensión objetiva.
o Esta es una técnica de gran efectividad. Constituye un profundo secreto que con el tiempo asiduo de práctica se hace comprensible cada vez más.
C)           Plasma, en un papel, todas las cosas que debes resolver, o realizar. En su realidad objetiva, sin aumentarla ni disminuirla. Anota todo. Enumera por su orden prioritario cada elemento. Selecciona los primeros diez. Anótalos, ahora, en una nueva hoja de papel. Olvídate, de momento, del resto. Asígnale a cada prioridad un tiempo máximo factible de solución.
D)           Ahora, selecciona la prioridad número uno, y céntrate exclusivamente en esa. Al escribirlas y jerarquizarlas, distribuyéndolas en el espacio y en el tiempo, has comenzado a ejercer tu total dominio sobre ellas y las redimensionaste a su realidad objetiva. En la dimensión abstractas de la mente, las situaciones se ven de mayor envergadura y más complejas de lo que realmente son.
Has hecho ya, virtualmente, un balance de tu situación real, dónde estás y la posición a la cual quieres llegar.
Ahora, sigue los siguientes pasos, muy sencillos:
1.  Desmenuza la situación prioritaria por resolver o el objetivo por realizar, en todos sus pormenores, -o partes probables máximas de solución-. Vuelve a jerarquizarlas por su orden de importancia y céntrate en la prioridad número uno.
2.  Anota bien todos los medios o soluciones posibles. Recuerda: estos elementos son de vital importancia: el qué, el cómo, el cuándo, el dónde, el quien, el cuánto y el por qué.
3.  Selecciona las más adecuadas y escríbelas. Planifica cómo vas a realizarlas.
4.  Ejecútelas. Pasa a la acción decidida, confiada en los resultados positivos. Puedes dar el primer paso y seguir tenazmente hasta resolver la situación o alcanzar el objetivo propuesto.
5.  Adopta la actitud mental positiva, en todo momento, con confianza, voluntad de vencer y alcanzar tu meta.
6.  Jamás abandones a mitad de camino, al ponerse las cosas se ponen duras o menos fácil. Es cuando más cerca estarás de lograr lo que anhelas. En el momento de negarse a abandonar, es el instante en que se activan los poderes creadores de la mente. Comienzan a surgir coincidencias que facilitan la solución.
7.  Afirma, a cada instante, que todo saldrá bien; que superarás todos los obstáculos y resolverás la situación positivamente. Repite, como un mantra, diez, cien o mil veces al día: -Todo va bien. Todo va bien. Todo va bien.
8.  Actúa como si la situación estuviese ya solucionada.
9.  Piensa en función de abundancia. Sintonízate, abre el canal de tu mente a la prosperidad, a la salud, al bienestar, a todo lo positivo. Recuerda a Kabir, cuando expresa: -“Es inadmisible que los peces en el mar tengan sed”. Vives en un universo que lo contiene todo. –“Toma lo que quieras y paga el precio”, -como dijo el sabio de Concord: Ralph Waldo Emersón.
10.                                      Deja de criticar y lamentarte. Cambia la polaridad de tus pensamientos. Acepta las cosas como son y la lección que ellas te aportan. Cambia la realidad de tu vida a lo que tú anhelas, inteligentemente. Expresa gratitud a la vida y al Creador Universal por cuanto las cosas son mejores de lo que podrían ser. Tu situación actual es la posición ideal para trazar la ruta hasta el lugar a donde quieres ir. Es el quinto punto de la brújula: aquel en donde  tú estás o te encuentras. Sin tener la conciencia clara de la propia posición en la vida, sería imposible trazar el camino hacia la propia meta. Haz una lista, ahora mismo, de las cien cosas o más por las cuales tengas motivos para mostrar gratitud. Revísala periódicamente.
11.                                      Ten amor en tu mente. Ama a todo el mundo. Envía amor a todos los seres, hasta a tus rivales o personas con quienes precisas armonizar. Bendícelas cada vez que se infiltran en la mente.
12.                                      Visualiza, en la pantalla mental, el resultado satisfactorio, como si ya hubiese sido alcanzado, dando a cambio el servicio o bien que te corresponda, en el acto de recibir el resultado que anhelas. En ese instante de la visualización, orienta la atención hacia el lado izquierdo del pecho. Este hecho es de vital importancia. Por ejemplo, imaginar que recibe un cheque y lo coloca en el bolsillo de la camisa.
13.                                      Elimina todos los productos estimulantes como: licores, tabaco, café con leche, café negro con azúcar, carne de cerdo, jamón, salchichas, pollo y huevos, (los mayores enemigos de la salud), azúcar, té, chamomilla (manzanilla), pimientos, y si tienes neuralgias en el lado derecho de la cabeza, elimina la guayaba y la piña. Si deseas tomar un buen café, que sea molido –sin mezclas-, bajo tu supervisión y sin azúcar, solamente en horas de la mañana. Asesórate con tu médico de cabecera o dietista de confianza.
14.                                      Eleva el tono vital con ejercicios respiratorios: diez respiraciones profundas reteniendo el aire durante 24 segundos cada vez, en la noche, antes de dormir. Con el tiempo, de forma gradual, aumentar hasta 42.
15.                                      Toma un vaso de agua con el zumo de uno o dos limones, sin azúcar, -día por medio-, lo cual te ayudará a relajarte físicamente y a dormir mejor, tonificando tu voluntad.
16.                                      Lee buenos libros y autores, como: Homero, Platón, Séneca, Plotino, Marco Aurelio, Emersón, Carlyle, Victor Hugo, José Ingenieros, Napoleón Hill, Norman Vincent Peale, Marco Tulio Cicerón, Plutarco, Montaigne, Bolívar, Andrés Bello, Mariano Picón Salas, Alfonso Reyes, José Enrique Rodó, Benjamín Franklin, W. W. Atkinson, Ramacharaka, Allan Kardec, León Denis, Amalia Domingo Soler, Paul Brunton, Vivekananda, Sai Baba, Aurobindo, Ibn Arabi, Rumi, Tagore, Yogananda, Paul C. Jagot, Himmagsú de Anmoreca, Harold Sherman, Arturo Uslar Pietri, Cervantes, los ensayos y clásicos de todos los países y épocas, etcétera y eleva el tono mental de tus pensamientos.
17.                                      Pide al Creador Universal que te ilumine. Dale las gracias anticipadas porque la situación, por la Ley Cósmica, ya está resuelta o el objetivo realizado. Así es y así será. Dalo por hecho y actúa en consecuencias, con expectativas positivas, haciendo todo lo que tengas que hacer, como lo sugiere Don Quijote, sosegadamente. Hazlo como si…..ya estuviese todo resuelto o el logro ya alcanzado.
18.                                      Hay una sabiduría que rige las leyes universales. Ritma con ellas por medio de la meditación en el Creador Universal y sus atributos divinos–valores universales- y serán tus valiosas aliadas. (Entonamiento cósmico).
19.                                      Practica el constante recuerdo del Creador Universal –el Zickr-, repitiendo su nombre: ELOÍ, ALÁ, u otro de tu preferencia, diez, cien o mil veces –o más- diariamente o cada vez que lo desees.
20.                                      Recuerda, siempre, que, cuando las cosas se ponen duras, hay que luchar con más ahínco, pero, sosegada y serenamente, confiando en el resultado final satisfactorio pese a las apariencias que las circunstancias puedan presentar. Si tú no abandonas, la vida te asistirá hasta conducirte a feliz término. Sea cual fuere ese resultado, siempre será el más favorable para ti si sabes ver la nuez dentro de la cáscara. Revisa y determina que correcciones en tu actitud, puntos de vista o conducta precisas realizar. Relájate a fondo, centrándote en los tobillos; relájalos profundamente. Aquieta la mente como fuente de poder. Pero, al mismo tiempo ponte duro como una roca, actuando tenaz y éticamente, con desapego, hasta vencer. El triunfo será tuyo. El 90% de las cosas que la gente teme no sucede jamás, y lo poco que realmente acontece, si lo abordas positivamente será resuelto satisfactoriamente.
21.                                      Puedes si quieres y mantienes firme las expectativas positivas. No mudes de propósito a mitad de camino, jamás, pese a todas las eventuales apariencias en contra que pudiesen existir.
22.                                      Envuélvete en un círculo de luz divina y en conexión con el Creador Universal permite que tu conciencia intuitiva te guía en el qué, en el cómo, en el dónde, en el cuándo, en el quien, en el cuánto y en el por qué. Lo demás te será dado por añadidura.


Adelante.

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EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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domingo, 17 de noviembre de 2013

EL ARTE DE RESOLVER SITUACIONES


 EL ARTE DE RESOLVER SITUACIONES

©Giuseppe Isgró C.


Si las cosas se ponen duras, hay que seguir luchando. –“Cuando el mundo parece que se acaba, comienza de nuevo”-, decía Michele Isgró Scibilia.
En los momentos menos fáciles de la vida, hay que mirar hacia adelante, avanzando con decisión, firmeza y seguridad.
El triunfo, la felicidad, el amor, la armonía, la abundancia y la riqueza constituyen un estado mental, el reflejo del equilibrio interior, y, -de acuerdo a la ley cósmica-,según tienes adentro, tomas afuera.
Mira hacia el objetivo básico de la vida, engrandeciendo al ser, sacando de tu interior los abundantes recursos de tenacidad, amor, serenidad, lucidez y voluntad, diciendo con coraje: -“Yo llegaré a mi meta, superando cuantos obstáculos se interpongan en mi camino”.
Confucio –uno de los máximos exponentes del pensamiento chino-, expresó, sabiamente: -“No hay que vanagloriarse de nunca caer, sino de levantarse cada vez que se cae”-. Los obstáculos, son los que templan la personalidad y desarrollan la voluntad, la creatividad y la autorrealización.
Demuestra la propia elevación y la importancia del éxito personal conquistado por la magnitud de las pruebas superadas.
Desde el momento en que afrontas una situación, es porque estás en condiciones de superarla; en caso contrario, ésta habría dejado de presentarse.
La ley cósmica expresa: -Toda situación que se presenta para resolverla, marca el sentido direccional hacia donde debe encausarse la propia energía creativa, con la potencia acorde, y, según su envergadura, serán las oportunidades de crecimiento y riqueza, en ellas contenidas-.
El mundo está formado por dos bandos, únicamente: Por los que triunfan y por los que dejan de hacerlo. Por los que saben y por los que ignoran. Escoge tú a que grupo deseas pertenecer. De ti depende.
Deja de decir: -“Sólo los fuertes triunfan o los que tienen suerte”-. Nada te impide ser fuerte; toda debilidad indica el camino hacia donde hay que fortalecerse. Mientras que el éxito es como un taxi que pasa igual para todos; unos lo toman, otros no. Si dejaste de abordarlo en un turno, aprovecha el siguiente.
La época de la improvisación ya pasó. El éxito se obtiene a través de una programación adecuada, destacando un objetivo fundamental en la vida y otros objetivos secundarios. Después de la planificación del qué, del cómo, del cuándo, del cuánto, del quién y del por qué, es preciso manos a las obras, pasando a la acción decidida, en el espacio y en el tiempo suficientes, con expectativas positivas, tenacidad y determinación de alcanzar todas las metas, una a la vez.
Auto-cultívate, elevando el nivel personal y profesional, fortaleciendo los hábitos que acrecientan la energía vital, tales como: Alimentación sana, descanso suficiente y adecuado, pensamientos y sentimientos positivos, auto-imágenes exitosas, práctica diaria de relajación profunda, ejercicios de respiración rítmica, práctica de yoga, meditación y largas caminatas, y el ejercicio de una vida virtuosa en correspondencia con os valores universales de la prudencia, la justicia, la igualdad, la compensación, la afinidad, la fortaleza, la templanza y la belleza.
Ámate a ti mismo/a, para poder amar a los demás. Recuerda el ejemplo de los griegos, cuyo máximo esplendor tuvo auge en el lapso comprendido entre el siglo XII y III, -a.d.e-., lo que significó su edad de oro, en sentido lato. Cultivaron las virtudes de la prudencia, la justicia, el coraje y/o la fortaleza, la templanza y la belleza, entre otras. Desarrollaron las cualidades superiores del espíritu acordes a los grandes valores universales, de cuya grandeza, aparte de los restos arqueológicos y obras de artes conservadas, -expresión sublime de un ideal de belleza interna cultivada y alcanzada-, ha logrado llegar hasta nosotros el pensamiento inmortal –y las obras- de Homero, -una de las mentes más brillantes del planeta tierra y verdadero maestro de la edad de oro griega-, Hesíodo, Licurgo, el Legislador,-uno de los personajes más virtuosos de la antigüedad-,  los siete sabios: Solón, Tales de Mileto, Cleóbulo, Quilón, Bías, Pitaco y Periandro; Esópo, Pitágoras, Empedocles, Pericles, Fidías, Sócrates, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demóstenes, Felipe de Macedonia, Alejandro Magno, Demetrio de Falereo, Plutarco, -el maestro de Queronea, quien ha ejercido la mayor influencia en la formación de los más importantes líderes y pensadores del mundo occidental-, y Plotino, -un poco más recientemente, si bien éste último no era griego de nacimiento pero se le considera como tal-, y tantos otros que constituyen la fuente inagotable del saber en la cual han bebido, y continúan haciéndolo, quienes aman y cultivan la sabiduría.
En cada país, sus fases de desarrollo afectan, unas veces en forma positiva; otras, en polaridad opuesta. Empero, en cualquier circunstancia, la mejor manera de optimizar el presente es a través de la retroalimentación, corrigiendo, mediante una nueva planeación de resultados y una acción tenaz, las situaciones que insatisfacen las propias aspiraciones.
El enfoque principal debería dirigirse hacia la auto-educación con las cualidades superiores del espíritu y de los valores universales como el amor, la prudencia, la justicia, la afinidad, la igualdad, la compensación, la fortaleza y la templanza, con una conciencia clara del propio objetivo en la vida. Es preciso descubrir, en cada fase, a dónde se debe ir, cómo y cuándo, en cuánto tiempo y por qué.
La conciencia intuitiva y la inspiración, generalmente permiten percibir la respuesta a estas preguntas claves que trascienden la propia capacidad de razonamiento objetivo y la lógica inductiva y deductiva. La fuerza de empuje y la de bloqueo, dinamizan la acción o la inhiben, según el caso, para que la persona que encuentre, oportunamente, en el lugar correcto haciendo la cosa adecuada de acuerdo con las circunstancias.
Mejora cada día más, alcanzando, gradualmente, la autorrealización. Comprométete con un servicio útil a la sociedad de la que forma parte y a la humanidad en general. Conviértete en filántropo en el fomento del bien común, que es el tuyo propio. El altruismo es una virtud que refleja la nobleza del espíritu, así como la capacidad de dar que es la misma para  recibir. Quien deja de vaciarse, cómo tendrá cabida para las cosas nuevas que la vida les tiene reservada? Cultiva el secreto de dar; mientras más des, en igual o mayor grado recibirá lo que tú precises, de donde menos lo esperes.
Los pueblos tienen los gobernantes que seleccionan y aprueban, y por ende, que se merecen. En la medida en que las personas de cualquier país eleven su nivel socio-cultural-ético y la conciencia de su destino, aparecen los guías adecuados.
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Eleva tu nivel socio-cultural-ético y la conciencia de tu destino. Desarrolla una aguda visión de líder para vislumbrar el camino de los nuevos avances, en base a tus propias aptitudes, habilidades y experiencias, así como tus carencias. Ambas vertientes, en conjunto, o separadamente, te indican el camino hacia dónde debes orientarte y los objetivos de superación y logros precisados, en cada etapa. Considera las bondades y los puntos fuertes del entorno en concordancia con las metas y planes cósmicos que, creativamente, vislumbras e intuyes, oportunamente.
La ley cósmica indica: -El éxito consiste en obtener los mejores resultados con las condiciones puestas a la propia disposición-.
Crea un ambiente mental positivo y esfuérzate por vislumbrar claramente tu futuro.
Llena tus pensamientos de amor, aliento, confianza, firmeza, sinceridad interior y objetivos claros en base a estrictas prioridades, única forma de erigirse en guía del propio destino, que, en definitiva, es lo único que importa.
Entra en contacto con tu Divinidad interior. Establece la conexión con la fuente de la eterna luz y sabiduría y del poder perenne: el Creador Universal, en cualesquiera de sus formas: meditación en Él y sus atributos o por el constante recuerdo de Él, mediante la repetición de su nombre: ELOÍ, ALÁ o el de tu preferencia. Repite mil veces o más el nombre de ELOÍ o ALÁ, etc., y descubre la fuente más grandiosa de poder bajo la guía de la Inteligencia Infinita del Universo. Es el Zickr de los maestros sufíes. Una técnica que trasciende su manifestación física.
Haz lo que debes. Siempre se resuelven las cosas de la mejor manera posible. Después de un período de abundancia, viene otro de escasez. Después del buen tiempo, la tempestad. Después del día, la noche; y, viceversa. Actividad-pasividad. Llenarse-vaciarse. Dormir-despertar. Ni el día ni la noche duran eternamente.  Hay un ciclo que se repite.
La rueda regresa al punto de partida, en un nivel más elevado de experiencias, en ascenso evolutivo siguiendo la forma de la espiral cósmica.
Comprender estos ciclos denota sabiduría y conciencia intuitiva. Permite descifrar las inquietudes de los tiempos y las tendencias de los acontecimientos. Arroja mucha luz sobre el propio destino en el concierto de las esferas. Ciclos naturales y vitales, históricos, económicos, culturales, espirituales y de cualquier otra índole, ofrecen a toda persona, y a los líderes en particular, la visión preclara de la acción a emprender o de los objetivos a retroalimentar.
Cada vez que debes resolver una situación, aplica las siguientes técnicas de gran efectividad:
A)                    Efectúa un retiro temporal a un lugar donde nada ni nadie pueda interrumpirte. Relájate de los pies a la cabeza. Serena más y mejor la mente. Entra en contacto con tu poder interior, aquí y ahora.
B)           Usa esta técnica sencilla y efectiva para alcanzar la conexión con la fuente: el Creador Universal.
o Acomódate bien, cierra los ojos. Céntrate en la coronilla; acto seguido, en el punto donde nace el remolino de pelo. Repite el nombre de Dios de tu preferencia, o ELOÍ, tres veces. Acto seguido, enfoca tu atención en el hombro izquierdo. Imagina una estela de luz en su trayectoria. Repite tres veces el nombre de ELOÍ. Continúa LA trayectoria de luz hasta el hombro derecho. Repite, allí, el nombre de ELOÍ, tres veces. Completa el triángulo de luz, siguiendo la trayectoria hasta el punto original, donde nace el remolino del pelo, repite allí, el nombre de ELOÍ, tres veces. Ahora, baja hasta el nivel de la nuca. Repite el nombre de ELOÍ diez veces. Mientras lo haces, va bajando tu atención hasta el punto hara, -tan tien-, tres centímetros debajo del ombligo y tres centímetros hacia adentro, en sentido de la columna. Ese es el punto de equilibrio del ser humano. Repite, allí, el nombre de ELOÍ, diez veces. Ahora baja hasta la punta de los pies, relájalos, céntrate en los tobillos, con la atención en el derecho, primero, y luego en el izquierdo, repite tres veces, en cada uno, el nombre de ELOÍ. Ahora centra tu atención en el cóccix; repite el nombre de ELOÍ tres veces. Ahora, sube de nuevo hasta la nuca. Aquí puedes permanecer el tiempo que tú quieras. Mientras más mejor. Repite el nombre de ELOÍ diez, veinte, cien, mil o más veces, hasta que sientas que va fluyendo el poder, la luz, la quietud interior y tomas el control total de ti y de la situación, a nivel espiritual y en la dimensión objetiva.
o Esta es una técnica de gran efectividad. Constituye un profundo secreto que con el tiempo asiduo de práctica se hace comprensible cada vez más.
C)           Plasma, en un papel, todas las cosas que debes resolver, o realizar. En su realidad objetiva, sin aumentarla ni disminuirla. Anota todo. Enumera por su orden prioritario cada elemento. Selecciona los primeros diez. Anótalos, ahora, en una nueva hoja de papel. Olvídate, de momento, del resto. Asígnale a cada prioridad un tiempo máximo factible de solución.
D)           Ahora, selecciona la prioridad número uno, y céntrate exclusivamente en esa. Al escribirlas y jerarquizarlas, distribuyéndolas en el espacio y en el tiempo, has comenzado a ejercer tu total dominio sobre ellas y las redimensionaste a su realidad objetiva. En la dimensión abstractas de la mente, las situaciones se ven de mayor envergadura y más complejas de lo que realmente son.
Has hecho ya, virtualmente, un balance de tu situación real, dónde estás y la posición a la cual quieres llegar.
Ahora, sigue los siguientes pasos, muy sencillos:
1.  Desmenuza la situación prioritaria por resolver o el objetivo por realizar, en todos sus pormenores, -o partes probables máximas de solución-. Vuelve a jerarquizarlas por su orden de importancia y céntrate en la prioridad número uno.
2.  Anota bien todos los medios o soluciones posibles. Recuerda: estos elementos son de vital importancia: el qué, el cómo, el cuándo, el dónde, el quien, el cuánto y el por qué.
3.  Selecciona las más adecuadas y escríbelas. Planifica cómo vas a realizarlas.
4.  Ejecútelas. Pasa a la acción decidida, confiada en los resultados positivos. Puedes dar el primer paso y seguir tenazmente hasta resolver la situación o alcanzar el objetivo propuesto.
5.  Adopta la actitud mental positiva, en todo momento, con confianza, voluntad de vencer y alcanzar tu meta.
6.  Jamás abandones a mitad de camino, al ponerse las cosas se ponen duras o menos fácil. Es cuando más cerca estarás de lograr lo que anhelas. En el momento de negarse a abandonar, es el instante en que se activan los poderes creadores de la mente. Comienzan a surgir coincidencias que facilitan la solución.
7.  Afirma, a cada instante, que todo saldrá bien; que superarás todos los obstáculos y resolverás la situación positivamente. Repite, como un mantra, diez, cien o mil veces al día: -Todo va bien. Todo va bien. Todo va bien.
8.  Actúa como si la situación estuviese ya solucionada.
9.  Piensa en función de abundancia. Sintonízate, abre el canal de tu mente a la prosperidad, a la salud, al bienestar, a todo lo positivo. Recuerda a Kabir, cuando expresa: -“Es inadmisible que los peces en el mar tengan sed”. Vives en un universo que lo contiene todo. –“Toma lo que quieras y paga el precio”, -como dijo el sabio de Concord: Ralph Waldo Emersón.
10.                                      Deja de criticar y lamentarte. Cambia la polaridad de tus pensamientos. Acepta las cosas como son y la lección que ellas te aportan. Cambia la realidad de tu vida a lo que tú anhelas, inteligentemente. Expresa gratitud a la vida y al Creador Universal por cuanto las cosas son mejores de lo que podrían ser. Tu situación actual es la posición ideal para trazar la ruta hasta el lugar a donde quieres ir. Es el quinto punto de la brújula: aquel en donde  tú estás o te encuentras. Sin tener la conciencia clara de la propia posición en la vida, sería imposible trazar el camino hacia la propia meta. Haz una lista, ahora mismo, de las cien cosas o más por las cuales tengas motivos para mostrar gratitud. Revísala periódicamente.
11.                                      Ten amor en tu mente. Ama a todo el mundo. Envía amor a todos los seres, hasta a tus rivales o personas con quienes precisas armonizar. Bendícelas cada vez que se infiltran en la mente.
12.                                      Visualiza, en la pantalla mental, el resultado satisfactorio, como si ya hubiese sido alcanzado, dando a cambio el servicio o bien que te corresponda, en el acto de recibir el resultado que anhelas. En ese instante de la visualización, orienta la atención hacia el lado izquierdo del pecho. Este hecho es de vital importancia. Por ejemplo, imaginar que recibe un cheque y lo coloca en el bolsillo de la camisa.
13.                                      Elimina todos los productos estimulantes como: licores, tabaco, café con leche, café negro con azúcar, carne de cerdo, jamón, salchichas, pollo y huevos, (los mayores enemigos de la salud), azúcar, té, chamomilla (manzanilla), pimientos, y si tienes neuralgias en el lado derecho de la cabeza, elimina la guayaba y la piña. Si deseas tomar un buen café, que sea molido –sin mezclas-, bajo tu supervisión y sin azúcar, solamente en horas de la mañana. Asesórate con tu médico de cabecera o dietista de confianza.
14.                                      Eleva el tono vital con ejercicios respiratorios: diez respiraciones profundas reteniendo el aire durante 24 segundos cada vez, en la noche, antes de dormir. Con el tiempo, de forma gradual, aumentar hasta 42.
15.                                      Toma un vaso de agua con el zumo de uno o dos limones, sin azúcar, -día por medio-, lo cual te ayudará a relajarte físicamente y a dormir mejor, tonificando tu voluntad.
16.                                      Lee buenos libros y autores, como: Homero, Platón, Séneca, Plotino, Marco Aurelio, Emersón, Carlyle, Victor Hugo, José Ingenieros, Napoleón Hill, Norman Vincent Peale, Marco Tulio Cicerón, Plutarco, Montaigne, Bolívar, Andrés Bello, Mariano Picón Salas, Alfonso Reyes, José Enrique Rodó, Benjamín Franklin, W. W. Atkinson, Ramacharaka, Allan Kardec, León Denis, Amalia Domingo Soler, Paul Brunton, Vivekananda, Sai Baba, Aurobindo, Ibn Arabi, Rumi, Tagore, Yogananda, Paul C. Jagot, Himmagsú de Anmoreca, Harold Sherman, Arturo Uslar Pietri, Cervantes, los ensayos y clásicos de todos los países y épocas, etcétera y eleva el tono mental de tus pensamientos.
17.                                      Pide al Creador Universal que te ilumine. Dale las gracias anticipadas porque la situación, por la Ley Cósmica, ya está resuelta o el objetivo realizado. Así es y así será. Dalo por hecho y actúa en consecuencias, con expectativas positivas, haciendo todo lo que tengas que hacer, como lo sugiere Don Quijote, sosegadamente. Hazlo como si…..ya estuviese todo resuelto o el logro ya alcanzado.
18.                                      Hay una sabiduría que rige las leyes universales. Ritma con ellas por medio de la meditación en el Creador Universal y sus atributos divinos–valores universales- y serán tus valiosas aliadas. (Entonamiento cósmico).
19.                                      Practica el constante recuerdo del Creador Universal –el Zickr-, repitiendo su nombre: ELOÍ, ALÁ, u otro de tu preferencia, diez, cien o mil veces –o más- diariamente o cada vez que lo desees.
20.                                      Recuerda, siempre, que, cuando las cosas se ponen duras, hay que luchar con más ahínco, pero, sosegada y serenamente, confiando en el resultado final satisfactorio pese a las apariencias que las circunstancias puedan presentar. Si tú no abandonas, la vida te asistirá hasta conducirte a feliz término. Sea cual fuere ese resultado, siempre será el más favorable para ti si sabes ver la nuez dentro de la cáscara. Revisa y determina que correcciones en tu actitud, puntos de vista o conducta precisas realizar. Relájate a fondo, centrándote en los tobillos; relájalos profundamente. Aquieta la mente como fuente de poder. Pero, al mismo tiempo ponte duro como una roca, actuando tenaz y éticamente, con desapego, hasta vencer. El triunfo será tuyo. El 90% de las cosas que la gente teme no sucede jamás, y lo poco que realmente acontece, si lo abordas positivamente será resuelto satisfactoriamente.
21.                                      Puedes si quieres y mantienes firme las expectativas positivas. No mudes de propósito a mitad de camino, jamás, pese a todas las eventuales apariencias en contra que pudiesen existir.
22.                                      Envuélvete en un círculo de luz divina y en conexión con el Creador Universal permite que tu conciencia intuitiva te guía en el qué, en el cómo, en el dónde, en el cuándo, en el quien, en el cuánto y en el por qué. Lo demás te será dado por añadidura.


Adelante.

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